Kamala Harris, hija de migrantes que ascendió en el escalafón político y policial de California hasta convertirse en la primera mujer en ocupar la vicepresidencia en la historia de Estados Unidos, está a punto de conseguir este mismo lunes la nominación presidencial demócrata.
Más de cuatro años después de que fracasara su primer intento de llegar a la presidencia, la coronación de Harris como abanderada de su partido pondrá fin a un período tumultuoso y frenético para los demócratas, provocado por la desastrosa actuación del presidente Joe Biden en el debate de junio pasado frente a Donald Trump.
Tan pronto como Biden puso fin abruptamente a su candidatura, Harris y su equipo trabajaron rápidamente para asegurarse el apoyo de los 1,976 delegados del partido necesarios para conseguir la candidatura en una votación nominal formal.
La nominación de Harris se hará oficial después de que concluya la noche de hoy una ronda de cinco días de votaciones por internet entre los delegados de la Convención Nacional Demócrata y el partido anuncie los resultados.
El partido había contemplado durante mucho tiempo la votación virtual anticipada para garantizar que Biden apareciera en la papeleta en todos los estados.
Todo esto sucede paralelamente a que Kamala Harris ha reducido su búsqueda de compañero de fórmula para la vicepresidencia a dos finalistas, el gobernador de Pensilvania Josh Shapiro y el gobernador de Minnesota Tim Walz, dijeron este lunes tres fuentes con conocimiento del tema.
Se espera que Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, anuncie su decisión mañana, antes de su primera aparición pública programada con su compañero de fórmula la noche de este martes en la Universidad Temple de Filadelfia.
No estaba claro si ya se había tomado una decisión definitiva, dijeron las fuentes. El mitin dará comienzo a una gira de cinco días por siete ciudades de los estados más disputados que probablemente decidirán las elecciones del 5 de noviembre príximo.
La elección de un compañero de fórmula es una de las decisiones más importantes de la carrera política de Harris, que se apresura a organizar una campaña para batir al candidato republicano Donald Trump y al senador JD Vance, su candidato a la vicepresidencia. Vance también hará una parada de campaña en el sur de Filadelfia mañana.
Shapiro, de 51 años, es una estrella emergente del partido con un fuerte índice de aprobación en Pensilvania, cuyos 19 votos electorales lo convierten en un estado imprescindible para Harris y Trump.
Shapiro, exfiscal general del estado, añadiría importancia histórica a la candidatura: sería el primer vicepresidente judío del país, mientras que Harris aspira a convertirse en la primera mujer y la primera estadounidense de origen asiático elegida presidenta de Estados Unidos.
Su firme apoyo a Israel podría alejar a algunos votantes progresistas, aunque también podría atraer a los votantes moderados y desbaratar los esfuerzos republicanos por convertir la guerra entre Israel y Gaza en una cuña para los demócratas.
Walz, de 60 años, es un veterano de la Guardia Nacional del Ejército de Estados Unidos y un antiguo profesor que se ha dado a conocer en las últimas semanas como un eficaz defensor de Harris. Ha atacado a Trump y a Vance tachándolos de “raros”, un insulto viral que la campaña de Harris ha hecho suyo.
