La economía mundial crecerá en 2024 un 3.1%, según proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundidas este jueves, que aumentó 0.2 puntos su anterior previsión gracias al dinamismo en Estados Unidos.
“Un cauto optimismo ha empezado a afianzarse en la economía mundial, pese al modesto crecimiento y la persistente sombra de los riesgos geopolíticos”, afirma la organización con sede en París en su último informe trimestral.
El documento señala la fuerte disparidad entre países en función de la caída de la inflación, los recortes en las tasa de interés aplicados y la “mayor o menor” necesidad de consolidación fiscal.
Estados Unidos ve su previsión de crecimiento aumentar al 2.6% en 2024, contra un 2.1% proyectado anteriormente. La primera economía mundial registró una expansión del 2.5% el año anterior.
Entre los aspectos positivos, la OCDE apunta al retroceso de la inflación en 2023, que se mantiene en una trayectoria a la baja, “aunque a un ritmo modesto”.
El crecimiento chino sigue siendo aún más fuerte y la OCDE eleva su proyección al 4.9% en 2024, frente al 4.7% previsto anteriormente, debido sobre todo a una política fiscal expansiva.
La situación en la zona euro sería de progresión moderada. El informe proyecta un crecimiento del 0.7%, 0.1 puntos más que el previsto con anterioridad. Espera también un repunte del crecimiento al 1.5% en 2025, contra el 1.3% proyectado en febrero.
En 2024, Alemania, primera economía del euro, registraría una expansión del 0.2%, en lugar del 0.3% proyectado anteriormente. La previsión de Francia progresa en cambio del 0.6% al 0.7%, según el informe.
Italia mantendría su expansión proyectada al 0.7% en 2024, mientras que España crecería con más fuerza al 1.8% (+0,3).
También en Europa, la persistente inflación lastraría el crecimiento de la economía del Reino Unido, que sería del 0.4% en 2024 y del 1% en 2025.
Para México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos redujo este jueves la previsión de crecimiento a un 2.2% al finalizar el año, desde un 2.5% previo.
De acuerdo con el más reciente reporte, esta expansión estará respaldada por un mercado laboral sólido, inversión física sustentada en proyectos de infraestructura pública y la gradual relocalización de las manufacturas hacia México, fenómeno conocido como ‘nearshoring’.
“El consumo privado será un motor clave del crecimiento, respaldado por el bajo desempleo y el aumento de los ingresos reales de los hogares. La inversión privada se beneficiará gradualmente de la reubicación de la actividad manufacturera en México”, se lee en el documento.
El informe de la OCDE destacó que entre las principales economías emergentes, México sorprendió positivamente a pesar de condiciones financieras más estrictas y apoyado en el gasto público.
Para 2025, la perspectiva de crecimiento de la OCDE para México se mantuvo en el 2%, siendo las exportaciones el sustento de su proyección, aunque anticipó que su dinamismo sea menor que en 2024 debido a una desaceleración económica en Estados Unidos, su principal socio comercial.
Por su parte, el organismo multilateral advirtió que la inflación aún se mantiene por encima del objetivo del 3% del Banco de México (Banxico), por lo que la política monetaria del banco central debería mantenerse restrictiva.
Recordemos que después de un año, la Junta de Gobierno del Banxico decidió reducir del 11.25% al 11% la tasa de interés y el consenso de analistas privados prevé que en su próxima reunión de mayo vuelva a dar pausa a los recortes.
En este sentido, la OCDE estimó que la inflación disminuya hasta alcanzar su objetivo del 3% en el transcurso del próximo año y esperó que la tasa de interés objetivo se sitúe en el 7.5% para finales de 2025.
Asimismo, el informe anticipa un déficit del 5% en el sector público en 2024, en especial por asignaciones presupuestarias para gasto social en pensiones y proyectos emblemáticos de infraestructura en el sur del país, que “han aumentado significativamente” así como “los costos de endeudamiento”.