Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Miles de mujeres volverán a tomar las calles con motivos exigiendo el respeto a sus derechos y el fin de la violencia-

Las exigencias de igualdad a los gobiernos acumulan cuentas pendientes y este año, además, enfrentan nuevas amenazas de retroceso con la llegada al poder de hombres en la región, como el presidente ultraderechista argentino Javier Milei, que han desechado abiertamente las políticas contra la discriminación.

La violencia de género se mantiene como uno de los problemas más graves, acumulando muertes de mujeres y sin que las autoridades hayan logrado hacer frente a las agresiones y a los feminicidios.

Y es que según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, una mujer es asesinada por razones de género en el continente cada dos horas.

Además, en posiciones de decisión, las mujeres no llegan a ocupar ni uno de cada tres puestos en gabinetes en Latinoamérica.

Peor es la realidad de las trabajadoras. Son las que asumen mayoritariamente los trabajos no remunerados, usualmente en la esfera privada. En el mejor escenario, el de las brasileñas, dedican un 22.1% de su tiempo de trabajo a tareas no pagadas. Pero en la mayoría de países latinoamericanos, esta dedicación sin remuneración oscila entre un 30% y un 42% de tiempo de trabajo.

En cambio, en el caso de los hombres, apenas de un 15% a un 23% de su tiempo de trabajo se va a tareas no retribuidas. En ningún país, supera el 25% de su tiempo, según Cepal.

De ahí que estén previstas multitudinarias manifestaciones con reivindicaciones por las cuentas pendientes y ante el riesgo de retrocesos.

Hay polos opuestos en la región: mientras en Argentina las mujeres temen que el gobierno Milei suponga la pérdida de conquistas como el aborto legal, en México la casi segura llegada de una mujer a la presidencia será un examen para nuestro país que registra un alto índice de violencia de género.

En Argentina, el movimiento feminista convocó a marchar en todo el país, en rechazo a los intentos de Milei de derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, en repudio a la violencia machista y contra el empeoramiento de la situación económica de las mujeres con las medidas de ajuste del nuevo ejecutivo.

Dos días antes del 8 de marzo, Milei volvió a apuntar contra la ley de aborto de 2020 y sostuvo que “es un asesinato agravado por el vínculo”. La norma contempla el derecho a un aborto libre y gratuito hasta la semana 14 de gestación y amplía ese plazo en caso de violación o riesgo para la vida de la mujer.

Además, Milei eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y lo redujo a una subsecretaría contra la violencia de género.

En tanto, en México, las próximas elecciones podrían llevar por primera vez a una mujer a la presidencia, en uno de los países más violentos contra ellas, lo que abre el debate sobre si esto irá acompañado de un avance en políticas de género.

Ninguna de las dos candidatas, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, ha incluido el aborto entre sus ofertas de campaña, pero sí se plantean medidas para la igualdad y la protección de las mujeres.

Datos alarmantes: las cifras de feminicidios en los últimos años han sobrepasado los 3.000 casos por año. Aunque en México no está permitido que una mujer vaya a la cárcel por abortar, sólo en trece de los 32 estados del país se ha legalizado la interrupción del embarazo, lo que genera trabas.

Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció estar dispuesta a dar rango constitucional a la igualdad de las mujeres, a asegurar el derecho a una vida libre de violencia y erradicar la brecha salarial.

Por su parte, Gálvez pretende atacar la alta incidencia de feminicidios y desterrar lo que ha considerado la “falsa idea” de que la violencia contra niñas y mujeres indígenas responde a costumbres culturales.

Así, vemos cómo México se enfrenta a una paradoja: un país machista está a punto de elegir a la primera mujer presidente. En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Ana María Olabuenaga, comunicadora, publicista y analista; y Sofía Ramírez, economista. Directora de México ¿cómo vamos?; sobre el 8M y su elección presidencial.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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