El Secretario de Hacienda y Crédito Publico, José Antonio Meade, es una “figura codiciada” entre las altas esferas del del gobierno de México, sobre todo considerando que es un hombre con una alta reputación y honestidad. Eso ha llevado a algunos a promocionarlo como la mejor opción del partido gobernante (que ha ido de escándalo en escándalo) para la carrera presidencial de 2018. Si eso pudiera ser una afirmación exagerada,  otros dicen que se perfila para encabezar el Banco de México (Banxico).

 

Al ser cuestionado sobre si tenía intenciones de participar en la contienda presidencial, la respuesta de Meade fue discreta:  “He sido Secretario de Hacienda dos veces, he tenido la bendición y la oportunidad de participar en otras secretarías también”, dijo en una entrevista para Bloomberg News. “Pero creo que es temprano, es temprano en el proceso. En política, un año es un tiempo muy, es un tiempo muy largo”.

 

Recibir apoyo del gobierno en el poder, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), para una candidatura presidencial sería un logro incluso para Meade, quien no es miembro del partido y nunca ha sido elegido para un cargo nacional. Sin embargo, el PRI tiene pocas opciones después de que una serie de escándalos de corrupción le costaran el control de un gran número de Estados de la República en los últimos dos años. Al menos cinco gobernadores del PRI se han escondido o han huido del país para escapar de los cargos de corrupción que pesan en su contra.

 

Por el contrario, la personalidad pública de Meade es la de un trabajador tecnócrata, devoto católico y hombre de familia. Él es conocido por vivir en un hogar sin pretensiones, evitando las mansiones que ocupan algunos de sus colegas en otras secretarías; va a trabajar al Palacio Nacional en un Toyota Prius en lugar de los SUV o vehículos de lujo a menudo preferido por la élite política de México.

 

La oficina del presidente Enrique Pena Nieto declinó hacer comentarios sobre su “nominación” presidencial al 2018 o al Banco Central.

 

“Meade es la mejor opción para el PRI”, dijo Alejandro Schtulmann, presidente de Empra, firma de consultoría en riesgo político de la Ciudad de México. “Se ha retirado del círculo íntimo de Pena Nieto, que ha sido tan criticado. Ha estado por siempre, pero es ausente en la fiesta”.

 

Meade, un economista de 48 años de edad, con un doctorado de la Universidad de Yale, se encuentra actualmente en su segundo turno como Secretario de Hacienda. Ha servido en cuatro puestos de gabinete para presidentes de partidos contrarios al PRI.

 

Ayudar a mejorar la reputación del PRI no será fácil después de una serie de escándalos en los últimos años. En Veracruz, un campo de batalla electoral clave, el PRI de Javier Duarte y su administración que han sido acusados de trabajar con la delincuencia organizada, de lavado de dinero y dar medicamentos pirata a niños que padecen cáncer. Duarte, quien fue detenido por la policía en abril en Guatemala, ha negado cualquier irregularidad en su gobierno.

 

Algunos de los aliados más cercanos a Pena Nieto, sus potenciales sucesores, también han sido golpeados por acusaciones de conflictos de interés, como es el caso del Secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, o quien ha sido criticado por la creciente violencia, el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong. Una investigación de 2015 realizado por la Función Pública exoneró a Videgaray de cualquier irregularidad en la compra de una casa a un contratista del gobierno.

 

Banco Central

Algunos piensan que Meade haría un mejor ajuste como gobernador del banco central (Banxico), asumiendo el control  luego de que Agustín Carstens abandone el puesto en noviembre próximo para llegar a la cabeza del Banco de Pagos Internacionales.

 

En entrevista la semana pasada, Meade dijo que el Banco de México sería capaz de recortar los costos de préstamos desde finales de año, una postura que seguramente lo haría querer un gobierno que busque impulsar la economía antes de las elecciones.

 

“Meade sería la opción más lógica si se quiere construir una lista de posibles candidatos para el banco central”, dijo Jonathan Heath, economista del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. “La razón por la que está también en la lista para la presidencia es porque no hay otros candidatos ideales dentro del PRI”.

 

La falta de afiliación oficial del Secretario de Hacienda con el PRI, y su trabajo como Secretario bajo el gobierno del Partido de Acción Nacional no le ganará amigos dentro de la dirigencia del PRI. El presidente del partido, Enrique Ochoa, dijo recientemente que el candidato presidencial sería del partido, aunque añadió que estaba abierto a crear una coalición con otros partidos. En ese caso, la afiliación del PRI puede ser menos importante.

 

Sin embargo, la mayor responsabilidad de Meade puede ser la decisión de subir los precios de la gasolina hasta el 20 por ciento en enero pasado para ayudar a estabilizar la creciente deuda pública. Si bien la decisión de eliminar los controles de precios en el mercado de la gasolina se tomó antes de que se convirtiera en el secretario encargado, fue el hombre que implementó el aumento y tomó la bandera. El “gasolinazo”, como se supo, provocó protestas nacionales, saqueos y un aumento en el robo de combustible.

 

A medida que la economía se recupera, muchos pueden estar dispuestos a perdonar a Meade, dijo Ernesto Revilla, economista de Citibanamex que trabajó en la unidad de política fiscal de la Secretaría durante el primer periodo de Meade de 2011 a 2012.

 

“Muchos de los factores parecen comprensivos para para postularse, pues el presidente se han desvanecido y ahora la economía está marchando por bien camino”, dijo Revilla de Meade. “Tiene la experiencia de haber servido muchos años en la Secretaría, y de honestidad”.

 

Texto publicado en Bloomberg por Eric Martin y Nacha Cattan

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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