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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió este viernes en su llamado a la “unidad” entre los países de América, y se dijo confiado en que su homólogo estadounidense, Joe Biden, invite a todos los países a la Cumbre de las Américas que se celebrará en Los Ángeles ante la polémica por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Todavía espero que haya una respuesta favorable para que todos participemos, el que no quiera ir está en su derecho pero espero que nadie excluya a nadie”, dijo el mandatario, quien insistió en que él no acudirá a la cumbre si se excluyen países aunque sí enviaría a un grupo en representación de México.

López Obrador consideró que es imprescindible que se aumente el diálogo entre los países de la región porque, dijo, solamente así se podría aprovechar el “potencial económico”.

“Por falta de unidad no hemos hecho valer la fuerza económica comercial que tiene América en consideración a otras regiones del mundo”, compartió.

López Obrador se refirió a la polémica que desató el pasado día 10, cuando advirtió que no asistirá a la Cumbre de las Américas, que se realizará en Los Ángeles el próximo 6 de junio, y que fue tomado por diversos analistas como un boicot al evento que presidente EUA, pues diversos mandatarios se unieron a AMLO en su postura.

El mandatario aclaró que “no hay problemas” con Biden por haberse expresado sobre el tema. “Simplemente somos distintos porque las historias de nuestros pueblos son distintas”, dijo.

Y pidió de nuevo a Biden que respete la soberanía de cada país para así poder llegar a un “verdadero cambio” en la región encaminado a que se termine “la política hegemónica en América y en el mundo”.

López Obrador sostuvo que si se invita a todos los países de la región a la Cumbre de las Américas, “va a inaugurarse una etapa nueva en las relaciones en América y se le va a deber al presidente Biden”, además de que dijo, todos los mandatarios sabrán reconocerle esa elección al demócrata.

El presidente estadounidense, Joe Biden, lamentó este jueves el “trágico hito” alcanzado por el país al llegar al millón de muertos por la pandemia de COVID-19.

Así lo indicó el mandatario en un comunicado, en el que da por hecho que Estados Unidos ha alcanzado esa cifra, aunque instituciones que hacen el conteo aún no la han confirmado, como es el caso la Universidad Johns Hopkins, que en sus datos de este jueves habla de 998,997 fallecidos hasta el momento.

“Hoy marcamos un trágico hito: un millón de vidas perdidas por COVID-19 (…) Cada una de ellas una pérdida irreparable”, aseguró Biden.

El mandatario reconoció que Estados Unidos ha cambiado “para siempre” por el impacto de la pandemia. “Debemos mantenernos vigilantes contra esta pandemia y hacer todo los posible para salvar tantas vidas como sea posible, mediante más pruebas, más vacunas y tratamientos como sea posible”, agregó.

Y es que Estados Unidos es el país del mundo con más fallecidos por la pandemia de COVID-19.

Aunque fue uno de los primeros en comenzar la administrar las vacunas, la tasa de inmunización se ha estancado en poco más del 65% de su población, lo que ha provocado la preocupación entre las autoridades.

Precisamente este jueves, Estados Unidos es uno de los convocantes de la segunda cumbre mundial sobre la COVID-19.

En este encuentro, que como el primero será de carácter virtual, participan numerosos países además organizaciones no gubernamentales e instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio.

Los dos grandes objetivos de esta segunda cumbre son coordinar los esfuerzos para combatir la COVID-19 y diseñar mecanismos para prevenir futuras pandemias. Rusia no ha sido invitada, mientras que China ha declinado su participación.

Estados Unidos aprovechó la Cumbre para anunciar que compartirá la patente de una tecnología clave para fabricar vacunas de la COVID-19 con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que puede ayudar a otros países a desarrollar sus propias dosis.

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) emitirán una licencia para compartir varias tecnologías con la OMS, entre ellas la patente de la proteína S estabilizada, que ha ayudado a fabricar varias vacunas de la COVID-19, como las de Pfizer y Moderna.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que no descarta que su homólogo estadounidense, Joe Biden, invite a todos los países a la Cumbre de las Américas ante la polémica que ha surgido por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

“Yo no descarto el que el presidente Biden haga la invitación a todos. Me dio gusto que ayer en la Casa Blanca, todavía, y es cierto, se sostuvo que no se han girado invitaciones”, dijo en su conferencia diaria.

El mandatario se refirió a la polémica que desató esta semana, cuando el martes advirtió de que no asistirá a la Cumbre de las Américas, que se realizará en Los Ángeles el 6 de junio, si Washington no invita a todos los países, una medida que este miércoles secundó el presidente Luis Arce, de Bolivia.

Mientras que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, opinó en Twitter que “si no están todas las naciones, no es Cumbre de las Américas”, aunque sin detallar si también contempla ausentarse.

“Nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda América y de decidir quién participa y quién no. Somos países independientes, libres, soberanos. Nos regimos no por mandatos de hegemonías, de países extranjeros”, argumentó ahora López Obrador.

Y es que el Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la semana pasada que descartaba invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la próxima Cumbre de las Américas por considerar que son países que “no respetan” la democracia.

Pero este miércoles la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó que aún no se han enviado las invitaciones porque “no hay una decisión final”. En ese sentido, López Obrador confirmó que él no ha recibido una invitación formal al evento.

En medio de la controversia, López Obrador descartó roces con el gobierno de Estados Unidos, quien podría considerar como una boicot, la advertencia de no asistir a la Cumbre, a la que diversas naciones comienzan a unirse.

AMLO señaló que Biden es una persona buena, responsable, y es demócrata, y sabe que debe respetarse a todos el derecho a disentir.

“No (habrá represalias). Siempre he dicho que hemos recibido un trato muy respetuoso del presidente Biden. Sin que yo hable de independencia y de soberanía, él siempre menciona que nuestro trato se da a a partir de un pie de igualdad”, señaló.

La Cumbre de las Américas, que se realizó por última vez con todos los países presentes en Panamá en 2015, abordará ahora en California la migración como tema prioritario, además de la pandemia y la seguridad.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció que no asistirá a la Cumbre de las Américas si Estados Unidos “persiste” en su decisión de excluir a otros países, asumiendo la misma posición que México anunció ayer.

“Reafirmo que una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena, y de persistir la exclusión de pueblos hermanos, no participaré de la misma”, afirmó el gobernante en sus redes sociales.

Señaló que Bolivia “cimienta sus relaciones internacionales en la diplomacia de los pueblos, con inclusión, solidaridad, complementariedad, respeto a la soberanía, autodeterminación y construcción colectiva de la cultura del diálogo y la paz”.

Arce, considerado como el “delfín político” del expresidente Evo Morales, dijo la semana pasada que no existen razones para excluir a otras naciones del evento previsto entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles, California.

Con esto se sumaría a lo expresado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien confirmó que no asistirá a la Cumbre si persiste en la exclusión de naciones como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que las invitaciones a la cumbre “aún no han sido emitidas” y se abstuvo de confirmar si esas tres naciones serán excluidas. Sin embargo, en días recientes, el jefe de la diplomacia estadounidense para la región, Brian Nichols, opinó que esperaba que Cuba, Nicaragua y Venezuela no estén presentes en la Cumbre de las Américas.

La cumbre pondrá énfasis en la crisis migratoria, el cambio climático, el COVID-19 y la “lucha por la libertad y la democracia”, señaló Washington.

Bolivia y México no son los únicos que han adoptado esta posición. Los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) informaron que no asistirán a la Cumbre de las Américas si se excluye a alguna nación de la región.

“La Cumbre de las Américas no es una reunión de Estados Unidos, por lo que no puede decidir quién está invitado y quién no”, señaló el embajador de Antigua y Barbuda en Washington, Ronald Sanders.

Los Estados miembros de la Caricom son: Antigua y Barbados; Bahamas; Barbados; Belice; Dominica; Granada; Guyana; Haití; Jamaica; San Cristobal y Nevis; Santa Lucía; San Vicente y las Granadinas; Surinam; Trinidad y Tobago y el territorio de Montserrat. Además, figuran como miembros asociados las Islas Vírgenes Británicas; las Islas Caimán; las Islas Turcos y Caicos, y Bermudas.

Por otra parte, según fuentes brasileñas con conocimiento del tema, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, político de derecha que admira al expresidente Donald Trump, tampoco viajaría a la Cumbre.

El presidente López Obrador dijo esta mañana que otros mandatarios latinoamericanos, al igual que él, “no están contentos” con la Cumbre de las Américas porque no están todos los países invitados.

“Ya me habían hablado otros presidentes, ya me habían preguntando, que no están contentos. Por ejemplo, el de Bolivia (Luis Arce) ya me había dicho que no consideraba eso adecuado, que era una falta de respeto”, manifestó este miércoles en su rueda de prensa diaria.

En Broojula, el analista y ex canciller Jorge Castañeda, da su análisis sobre la relación de AMLO con Biden, ante la amenaza que representan sus declaraciones sobre la Cumbre de las Américas.

Partamos de que no es el mejor momento para la Cumbre de las Américas. La región está encabezada en muchos países por líderes populistas, dictadores o aspirantes a serlo.

Desde los 3 países que no han sido convocados: Cuba, Nicaragua y Venezuela; hasta El Salvador de Nayib Bukele; Bolivia, con Luis Arce; Brasil con el suicida del medio ambiente, Jair Bolsonaro; Pedro Castillo en Perú; Iván Duque en Colombia; Alberto Fernández en Argentina y finalmente Andrés Manuel López Obrador.

Esto ocurre con un Estados Unidos que enfrenta enormes problemas más allá de las Américas por la amenaza de la Rusia de Putin y claro, el enorme desafío de la China de Xi Jinping.

El pasado 3 de mayo, el Subsecretario para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, publicó un mensaje en el que dejó saber que ni Cuba, ni Nicaragua ni Venezuela estarían invitados a la Cumbre de las Américas.

Biden, como presidente del país anfitrión de esta Cumbre, tiene todo el derecho de decir quién está y quién no, invitado. Puede pensar que invitar a alguien como Daniel Ortega, que apenas en abril expulsó a la Organización de Estados Americanos de su país y expropió su sede en Managua fue la gota que derramó el vaso y que convocarlo a la reunión era simplemente seguir haciéndole el caldo gordo a un presidente que ganó las más recientes elecciones después de haber encarcelado a cualquier candidato de oposición.

En el caso de Cuba y su dirigente, Miguel Díaz Canel, la simple presencia en suelo estadounidense del dictador cubano sería razón suficiente para complicarle aún más a los demócratas y a Biden las elecciones intermedias entre la población cubanoamericana. Pero además, está la represión a los manifestantes del 11 de julio del 2021 que llevó a condenas de entre 6 y 30 años de prisión para 127 de quienes salieron a las calles cantando por la libertad, en un ejercicio inusual de protesta contra el gobierno.

Y ¿cómo invitar a Nicolás Maduro si Estados Unidos, junto con otros 50 gobiernos del mundo, reconocen a Juan Guaidó como el presidente de Venezuela desde el 2019?

La pregunta no es si debe Biden de invitar a Diaz Canel; a Ortega o a Maduro. Son tantos los liderazgos cuestionables en este momento en la región, que el presidente de Estados Unidos tendrá que plantear cómo es que la Cumbre de las Américas puede ser relevante para tratar, discutir y avanzar la democracia con todos. Y de paso, sumarle temas tan trascendentales como el cuidado del medio ambiente y la migración.

Y en ese sentido, lo ideal habría sido tener en la frontera sur un vecino solidario que sumara para este reto y no que decidiera amenazar con no atender la Cumbre a menos de que se haga lo que él quiere.

Un vecino que viene de darse abrazos con Diaz Canel en Cuba desde donde López Obrador pidió el fin del embargo y la creación de una asociación similar a la Unión Europea que sustituya a la OEA por una “realmente preocupada por la democracia y los derechos humanos”. Eso dijo, desde la cuna de la isla que lleva décadas violando los derechos humanos y sin una sola elección democrática desde la llegada de Fidel al poder en 1959.

No veo a miles de mexicanos queriendo migrar ni a Cuba, ni a Venezuela ni a Nicaragua y por el contrario, son tantos los que han decidido hacerlo hacia Estados Unidos, que las remesas no han dejado de crecer y que ya representa el 4.1 por ciento del PIB de México. En el primer trimestre del 2022 han crecido un 18 por ciento, algo que el presidente López Obrador agradece constantemente en sus mañaneras a los paisanos.

¿Es buena idea regatearle apoyos y aguarle la fiesta a Estados Unidos y a Biden en estos momentos? ¿A cambio de qué vale la pena alinearse mejor con Ortega, Maduro y Diaz Canel?

Columna completa en El Universal

El portal Politico publicó un borrador con el dictamen mayoritario de la Corte Suprema de Estados Unidos, firmado por el magistrado Samuel Alito, que revocaría la protección del derecho al aborto en el país, vigente desde 1973.

Junto a Alito habrían acordado echar abajo dicha protección los magistrados Clarence Thomas y los tres propuestos para el máximo tribunal por el expresidente Donald Trump: Neil M. Gorsuch, Brett M. Kavanaugh y Amy Coney Barrett.

La máxima instancia judicial del país cuenta con seis jueces conservadores y tres liberales. Al tratarse de un borrador, sin embargo, la decisión aún podría cambiar y no se espera un veredicto oficial hasta junio.

La filtración de una decisión de la Corte Suprema sobre un tema tan controvertido y aún en discusión es un hecho sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos.

Recordemos que la Corte dictaminó en 1973 que el Estado no tiene derecho intervenir en la decisión de la mujer sobre su embarazo, una jurisprudencia conocida como “Roe versus Wade”, pero en la última década numerosos estados gobernados por republicanos han aprobado normativas que violan esos parámetros, con el objetivo declarado de que el Supremo anule este precedente.

En respuesta, la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó la autenticidad del documento, pero subrayó que no representa la decisión “final” del máximo tribunal.

En un comunicado, el presidente de la Corte, el juez John Roberts, añadió que había “ordenado una investigación” para descubrir el origen de la filtración, considerada una violación extraordinaria y sin precedentes del protocolo institucional.

Para el magistrado, “esta traición” pretende “socavar la integridad de las operaciones” de la Corte, y prometió que “no tendrá éxito: el trabajo de la Corte no se verá afectado de ninguna manera”.

Al respecto, el presidente Joe Biden, advirtió este martes de que está preparando una “respuesta” para defender el aborto en el país ante la posibilidad de que la Corte Suprema acabe con la normativa que protege este derecho.

“Si esta decisión avanza, será algo muy radical”, criticó el mandatario en declaraciones a la prensa antes de abordar un avión con destino al estado de Alabama. Consideró que supondría “un giro fundamental en la jurisprudencia estadounidense”.

En ese sentido, dio que el Estado no debe meterse en ámbitos de la vida privada de las personas, como el aborto o el matrimonio igualitario. “No estoy dispuesto a dejar eso en manos de los caprichos del público”, sentenció.

Previamente, en un comunicado, el mandatario reivindicó que el aborto es un derecho “fundamental” y prometió que el gobierno estará “listo cuando se emita cualquier fallo” al respecto.

El mandatario detalló que, ante los intentos de varios estados republicanos de restringir el aborto, ha ordenado a los abogados de La Casa Blanca que preparen “opciones para una respuesta de la Administración al ataque continuo contra el aborto y los derechos reproductivos”.

Biden hizo un llamado a los estadounidenses para que voten a legisladores que estén a favor del aborto en las elecciones intermedias del próximo noviembre. “Si el Supremo anula ‘Roe’, recaerá sobre los legisladores electos en todos los niveles la responsabilidad de proteger el derecho de las mujeres a decidir”, afirmó Biden.

Y es que si la Corte Suprema de Estados Unidos concreta la anulación del histórico fallo, la nación se dividiría inmediatamente en estados con acceso al aborto y otros que lo prohibirían.

Casi inmediatamente después de que Politico revelara el contenido del borrador, los republicanos, que durante décadas han alentado una campaña para acabar con el derecho al aborto, aplaudieron la posibilidad, mientras que los demócratas prometieron luchar contra la posible revocación de un derecho constitucional que ha existido durante casi medio siglo.

En California, los demócratas , que ejercen el control de la Legislatura estatal, y la oficina del gobernador emitieron una declaración conjunta ayer por la noche, anunciando que buscarían enmendar la Constitución del estado para consagrar el derecho al aborto.

“California no se quedará de brazos cruzados mientras se despoja de sus derechos a las mujeres de todo Estados Unidos y se borra el avance por el que tantas han luchado”, afirmaron los demócratas de California. “Sabemos que no podemos confiar en la Corte Suprema para proteger los derechos reproductivos, por lo que California construirá un cortafuegos alrededor de este derecho en nuestra constitución estatal. Las mujeres permanecerán protegidas aquí”.

Se espera que aproximadamente la mitad de los estados de Estados Unidos prohíban el aborto si anulan el fallo Roe vs. Wade, según el grupo de expertos sobre derechos al aborto Guttmacher Institute. Veintidós estados, principalmente en el sur y el centro-norte, ya tienen vigentes prohibiciones totales o casi totales. Aparte de Texas, todas están bloqueadas actualmente en los tribunales debido al fallo federal Roe vs. Wade.

Trece estados tienen las llamadas leyes de activación, que prohibirían el aborto inmediatamente si se anula el fallo federal y presumiblemente entrarían en vigor si la mayoría de la Corte Suprema vota a favor del borrador divulgado.

Las encuestas muestran que relativamente pocos estadounidenses quieren que la Roe vs. Wade sea anulada. En 2020, AP VoteCast encontró que el 69% de los votantes en las elecciones presidenciales dijeron que la Corte Suprema debería dejar la decisión de Roe v. Wade como está; solamente el 29% dijo que el tribunal debería revocar la decisión.

En general, la encuesta AP-NORC encuentra que la mayoría de la ciudadanía está a favor de que el aborto sea legal en la mayoría o en todos los casos.

La conversación de este viernes entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se centró en migración y las medidas para reducirla, informó La Casa Blanca.

El tono de la llamada fue “muy constructivo”, afirmó Jen Psaki, portavoz de la presidencia estadounidense.

Según detalló el gobierno de Estados Unidos, la conversación duró 52 minutos y “la mayor parte de la conversación fue sobre migración”, específicamente sobre cómo coordinar una estrategia para reducir la migración a la frontera” común.

Psaki no aclaró si Biden hizo alguna petición concreta a López Obrador para que refuerce la frontera sur de México e impida el paso de más inmigrantes indocumentados que se dirijan a su país, aunque hizo hincapié en que quedó atrás aquellas reuniones como las que se tenían con Donald Trump.

“Esta no fue una llamada en la que el presidente Biden estuviera amenazando al presidente mexicano en ningún sentido”, subrayó la vocera.

“Han sido un socio importante (los mexicanos), esperamos que sigan siéndolo y esta llamada se programó en parte debido a la Cumbre de las Américas (que se celebrará en junio en Los Ángeles), pero también porque se acerca el levantamiento del Título 42”, agregó Psaki .

Por su parte López Obrador informó a través de su cuenta de Twitter que la conversación con Biden había sido “cordial”, aunque no ofreció mayores detalles.

Se limitó a decir que acordaron que el canciller Marcelo Ebrard visitaría Washington el próximo lunes para “avanzar en temas de cooperación para el desarrollo” y hablar sobre la próxima Cumbre de las Américas.

Quien habló sobre la llamada fue el canciller, quien indicó que en conversación se tocaron dos temas: atender causas de la migración con mucho mayor inversión en Centroamérica, y preparar la Cumbre de las Américas en la que deben estar todos los países sin excepción alguna.

Confirmó que el próximo lunes iniciará una visita por Estados Unidos, donde mencionó que habrá una “negociación”, aunque no explicó a qué se refería.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que será desde Quintana Roo, en el marco de su gira, que tomará la llamada telefónica que sostendrá este medio día con el mandatario estadounidense, Joe Biden, con quien abordará una serie de temas de interés común, tales como la cooperación en materia migratoria.

“Vamos a tener una conversación telefónica con el presidente Biden y vamos también a iniciar nuestra gira mensual para la supervisión del Tren Maya, que va a consistir en visitar el tramo de Cancún a Tulum, luego de Cancún a Mérida”, dijo esta mañana.

Los presidentes de México y Estados Unidos discutirán, de acuerdo con La Casa Blanca, sus respectivas visiones sobre la IX Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Los Ángeles del 8 al 10 de junio, y cómo Norteamérica puede liderar las iniciativas “prioritarias” para la región.

Además, abordarán los esfuerzos de ambos países para el desarrollo de Centroamérica, así como la cooperación en materia de crecimiento económico, seguridad y energía.

Al ser el tema migratorio uno de los principales puntos de la llamada de hoy, se anticipa que uno de los principales aspectos a tratar sean los programas estadounidense Quédate en México y el Título 42

Quédate en México se implementó en enero del 2019, para que quienes solicitaran asilo en Estados Unidos fueran deportados inmediatamente y esperaran en México hasta que se resolviera su caso. Para su implementación,  fue necesario el despliegue de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur, además de aceptar protocolos de protección a migrantes.

En tanto, el Título 42 nació con la pandemia en marzo del 2020, bajo el argumento de cuidar la salud de los estadounidenses. Permitió que a quienes buscaban asilo en el país vecino fueran expulsados inmediatamente sin analizar su caso. Desde ese momento, casi dos millones de migrantes han sido deportados. 

López Obrador aprovechó para detallar sus actividades de este fin de semana. Indicó que mañana sábado visitará el tramo del Tren Maya que corre de Mérida a Palenque, Chiapas. En tanto, el domingo encabezará la ceremonia del Día del Trabajo desde la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sostendrá una reunión virtual el próximo viernes para discutir temas como migración, seguridad y cooperación económica, informó este martes La Casa Blanca.

Los líderes tendrán esta reunión virtual previo a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en junio próximo en Estados Unidos, y a la que López Obrador ha confirmado su asistencia.

El encuentro también se producirá en un momento de fuerte oleada migratoria. En marzo las autoridades estadounidenses interceptaron a más de 221,000 personas en la frontera con México, la cifra más alta en un solo mes en más de dos décadas.

Los dos dirigentes hablarán de este problema, así como de “los esfuerzos conjuntos de desarrollo en Centroamérica”, la región de donde procede la mayor parte de los migrantes, informó en un comunicado la jefa de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Tratarán asimismo “la competitividad y el crecimiento económico, la seguridad, la energía y la cooperación económica”, añadió la funcionaria estadounidense.

Al respecto, esta mañana el presidente López Obrador confirmó el encuentro virtual, y dijo que se agendó a solicitud de Estados Unidos.

Indicó que no tenía claro el motivo del mismo, pero que podía servir para intercambiar puntos de vista en diferentes temas como migración, la guerra Rusia-Ucrania, la Cumbre de las Américas, entre otros.

Detalló que la llamada tendrá lugar alrededor de medio día.

El Gobierno de Estados Unidos anunció la celebración, el 12 de mayo, de la segunda cumbre global sobre la pandemia de COVID-19, luego de la celebrada en septiembre de 2021, donde los países podrán debatir también de futuras amenazas sanitarias.

Estados Unidos fue el anfitrión del primer encuentro y en esta segunda cita, también telemática, compartirá la organización con Alemania, Indonesia, Senegal y Belice, en calidad de responsables de foros como el G7, el G20, la Unión Africana y la Comunidad del Caribe (CARICOM), según un comunicado conjunto difundido por La Casa Blanca.

“La cumbre redoblará nuestros esfuerzos colectivos para terminar la fase aguda de la pandemia de COVID-19 y prepararnos para futuras amenazas sanitarias”, indicó la nota del gobierno, en la que invitaron a líderes políticos y organizaciones de la sociedad civil a aprovechar las próximas semanas para lanzar nuevos compromisos.

Entre los objetivos de esta nueva cumbre están la vacunación, el desarrollo de pruebas y tratamientos, la protección del sistema de salud y sus trabajadores o la financiación frente a posibles emergencias, añadió La Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha recibido cuatro dosis de la vacuna contra la COVID-19, ha hecho de la lucha contra la pandemia uno de sus principales ejes de gobierno, en gran medida como contraposición a su predecesor, Donald Trump, que desdeñó públicamente la importancia del coronavirus como emergencia de salud pública.

El presidente Joe Biden, anunció este viernes que 30 países se unirán a Estados Unidos para poner “decenas de millones” de barriles de petróleo en el mercado para frenar la subida de precios por la guerra en Ucrania.

“Las naciones se están uniendo para impedir que (el presidente de Rusia, Vladímir) Putin use como arma sus recursos energéticos”, afirmó el mandatario en declaraciones a la prensa en La Casa Blanca.

Biden reveló que este mismo viernes 30 naciones llegaron a un acuerdo para aumentar la oferta de petróleo en el mercado, satisfacer la demanda e intentar bajar los precios.

No reveló de qué naciones se trata, pero ayer La Casa Blanca adelantó que Estados Unidos estaba conversando con la treintena de países que forman parte de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Los miembros de la AIE celebraron este viernes una reunión extraordinaria para discutir posibles acciones para dar estabilidad al mercado petrolero internacional.

Esa reunión se produce solo un día después de que Biden ordenara la liberación de una cantidad récord de la reserva de petróleo de su país (un millón de barriles diarios durante los próximos seis meses) para intentar frenar la subida de precios.

El plan de Biden servirá para añadir al mercado global un total de 180 millones de barriles de petróleo (1 millón al día durante 180 días o 6 meses), pero el impacto podría ser relativo porque la aportación de Estados Unidos solo supone un 1% de la demanda global.

Además, Rusia ha dejado de poner en el mercado unos 3 millones de barriles al día.

Biden reveló ayer que estaba coordinándose con sus aliados de todo el mundo y esperaba que otras naciones aportaran entre 30 y 50 millones de barriles de crudo.

La AIE ya acordó el pasado 1 de marzo, una semana después de la invasión rusa de Ucrania, liberar 60 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de sus miembros en todo el mundo. En ese momento, Estados Unidos puso en el mercado 30 millones de barriles de crudo, justo la mitad de lo que acordó la AIE.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lamentó que Estados Unidos destine más recursos, y con mayor rapidez,  a la guerra en Ucrania que a fomentar el desarrollo para resolver la crisis migratoria en la región, y que es un problema que al igual que a México le aqueja.

“Lo que queremos es que se invierta. Acaban de autorizar recursos para Ucrania, y está bien, porque es su política de proteger a Ucrania, han decidido eso. Pero se lo aprobó el Congreso creo que en dos días, y el apoyo para los hermanos centroamericanos, ya va para cuatro años, y no se aprueba”, reprochó el mandatario.

Las declaraciones de López Obrador surgieron luego de que fuera cuestionado sobre la reciente visita del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, que coincidió con la detención de un líder criminal en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

AMLO aseguró que todo volvió a la “normalidad” en este municipio fronterizo, que padeció durante el día del arresto diversos hechos como el incendio de autos, la instalación de barricadas y enfrentamientos entre las autoridades e integrantes del crimen organizado.

Aseguró que durante la reunión con Mayorkas se habló sobre todo del tema migratorio. Y se insistió en que EUA debe invertir y tienen que apoyar en El Salvador, en Honduras, en Guatemala. “No se ha podido lograr una respuesta favorable”, añadió, convencido que este apoyo ayudaría a “atemperar el fenómeno migratorio”.

Destacó que ya México está ayudando con los programas Sembrando Vida y con Jóvenes Construyendo el Futuro, pero insistió en que no se tienen los recursos que se necesitan.

“De eso hablamos (con Mayorkas) y no solo es que haya trabajo sino que también tengan la posibilidad de obtener visas de trabajo, ordenar el flujo migratorio y cambiar la política”, agregó el mandatario. Deseó que también se regularice a millones de mexicanos que trabajan y viven en Estados Unidos.

“¿Por qué no se aprueban los recursos para Centroamérica? Lo que se aprobó para Ucrania fue una cantidad mucho mayor que lo que se está necesitando para apoyar a los pueblos pobres de los países de Centroamérica y del Caribe”, reclamó.

Pese al reclamo que hizo, López Obrador dijo que es muy buena la relación con la administración Biden, aunque reconoció que hay mucha burocracia, lo que le sirvió para decir que el “elefante ese está más grande y más reumático que el de nosotros” en EUA.

Y es que recordemos que el pasado 13 de marzo, el Senado de Estados Unidos aprobó un gran paquete de gasto de 1.5 billones de dólares que incluye 13,600 millones de dólares en ayuda para Ucrania, fondos contra la violencia de género y una partida para evitar una parálisis del gobierno.

El presidente de México también fue cuestionado sobre un posible apoyo del Congreso de Estados Unidos de unos 158 millones de dólares a México. “No tengo información oficial sobre este caso. Y nosotros no queremos ayudar militar”, dijo el mandatario.

La jueza Ketanji Brown Jackson, nominada por el presidente Joe Biden para ocupar una posición en el Tribunal Supremo, indicó este lunes ante el Senado que actuará de manera “independiente” sin “favoritismos” ni “temor” y siguiendo lo que establece la Constitución.

Jackson aspira a convertirse en la primera jueza afroamericana en llegar al Tribunal Supremo en sus 232 años de historia.

En su primera comparecencia ante el comité judicial del Senado, encargado de examinar su nombramiento, Jackson prometió que si su nombramiento es aprobado trabajará de manera productiva para apoyar y defender la Constitución y el gran experimento de la democracia estadounidense.

“He sido jueza durante casi una década y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente. Decido los casos desde una postura neutral. Evalúo los hechos e interpreto y aplico la ley a esos hechos que se presentan ante mí, sin temor y sin favoritismos, de manera consistente con mi juramento judicial”, afirmó.

Jackson hizo referencia a lo histórico de su nombramiento y rindió homenaje a Constance Baker Motley, la primera mujer negra que se convirtió en jueza en 1966. “Gracias por esta oportunidad histórica para unirme a la corte con compañeros brillantes y para inspirar a futuras generaciones y para asegurarnos de que hay libertad y justicia para todos”.

Los demócratas quieren que la nominación de Jackson sea aprobada en el pleno del Senado antes del 8 de abril.

El camino debería ser relativamente fácil porque solo se necesita una mayoría simple de 51 votos y los demócratas cuentan con 50 escaños, además del voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.

La llegada de Jackson a la Corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadounidense, que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas; está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.

Sin embargo, sí ampliará la diversidad de una corte en la que ahora mismo hay cinco hombres blancos, uno negro y tres mujeres, una de ellas la latina Sonia Sotomayor.

De ser confirmada, Jackson reemplazará a uno de esos hombres blancos, Stephen Breyer, que es uno de los tres únicos miembros de la bancada progresista de la Corte y que anunció en enero que planea jubilarse a los 83 años.

El presidente estadounidense, Joe Biden, habló este viernes con su homólogo chino, Xi Jinping, quien indicó que los conflictos y enfrentamientos como los que se están produciendo en Ucrania no benefician a nadie, según reportaron los medios estatales de China.

Las relaciones de Estado a Estado no pueden avanzar a una fase de confrontación, y los conflictos y enfrentamientos no benefician a nadie, dijo Xi a Biden en una videollamada. “La crisis de Ucrania es algo que no queremos ver”, sostuvo el líder chino.

Xi dijo que China y Estados Unidos deben guiar las relaciones bilaterales por el buen camino y que ambas partes deben también asumir responsabilidades internacionales y hacer esfuerzos por la paz mundial.

La comunicación entre Biden y Xi, dos figuras clave para el curso de una guerra al otro lado del mundo, se da en momentos en que La Casa Blanca trata de impedir que Beijing provea ayuda militar o económica para la invasión de Rusia a Ucrania.

“Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y como las dos principales economías mundiales, nos incumbe no sólo llevar las relaciones chino-estadounidenses por el buen camino, sino asumir nuestras responsabilidades internacionales y trabajar para la paz y la tranquilidad en el mundo”, dijo Xi según citó la cadena CCTV.

La reunión, la cuarta desde que el demócrata de 79 años asumió la presidencia de Estados Unidos, comenzó a las 09:03 hora local, según La Casa Blanca. Biden tomó el enlace desde la “Situation Room”, una sala ultrasegura de la Casa Blanca desde donde Estados Unidos lleva a cabo las operaciones más arriesgadas y las negociaciones más difíciles.

La Casa Blanca informó que durante la conversación, Biden describió las implicaciones y consecuencias si China brinda apoyo material a Rusia mientras realiza ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos.

“El Presidente subrayó su apoyo a una solución diplomática a la crisis”, enfatizó el gobierno estadounidenses.

Además, Biden reiteró que la política de Estados Unidos sobre Taiwán no ha cambiado y enfatizó que Estados Unidos continúa oponiéndose a cualquier cambio unilateral en el statu de dicho territorio.

Desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero, el régimen comunista chino, que mantiene una estrecha relación con Rusia, con la que comparte una profunda hostilidad hacia Estados Unidos, se ha abstenido de pedir al presidente ruso, Vladimir Putin, que retire sus tropas de Ucrania.

Pero la “amistad sin límite” profesada por Pekín y Moscú está en entredicho por la guerra, y el gobierno del presidente Xi Jinping parece sorprendido por la resistencia ucraniana y la dureza de las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados para aislar a Rusia de los intercambios económicos y financieros mundiales.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó este jueves el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirle como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania.

El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” por las tácticas de Rusia en su invasión de Ucrania, algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”.

“(Putin es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania”, dijo Biden durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio,

Poco antes, Biden también condenó directamente al presidente ruso durante una reunión virtual con el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, en el Despacho Oval.

“La brutalidad de Putin y lo que están haciendo sus tropas en Ucrania es algo simplemente inhumano”, aseguró el presidente estadounidense.

Este miércoles, Biden describió por primera vez a Putin como un “criminal de guerra”, algo que su portavoz, Jen Psaki, achacó a las “acciones bárbaras” de Rusia durante su invasión de Ucrania.

La portavoz matizó que por ahora el Departamento de Estado no había hecho una declaración formal que acuse a Rusia de haber cometido crímenes de guerra. Sin embargo, este jueves, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania sí constituyen “crímenes de guerra”.

“Apuntar intencionalmente contra civiles es un crimen de guerra. Después de toda la destrucción de las últimas semanas, me resulta difícil concluir que los rusos están haciendo lo contrario”, dijo Blinken durante una conferencia de prensa, en la que aclaró que el proceso legal para una acusación formal aún estaba en curso.

Estados Unidos ya había dicho a principios de este mes que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, subrayó que los ataques contra la población civil en Ucrania son “un crimen” que su oficina podría investigar.

Tras las sanciones anunciadas este martes por Moscú contra dirigentes de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump aseguró que la “lenta” respuesta de Joe Biden a la invasión de Ucrania por parte de Rusia se debe a un supuesto “conflicto de intereses” de su familia.

Trump dijo en un comunicado que, aunque se trata de algo “horrible en muchos sentidos”, estas sanciones deberían dar pie para que Biden explique por qué su familia “recibió 3.5 millones de dólares de la muy rica esposa del exalcalde de Moscú”, Elena Baturina.

Y es que el gobierno de Rusia anunció que desde este martes Biden, varios de los integrantes de su gabinete y jefes de agencias estadounidenses, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no podrán ingresar a su país en respuesta a similar sanción impuesta desde estos países.

Esta acusación de Trump no es nueva, pues la había abordado durante un debate presidencial con Biden de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.

Entonces se hizo eco de un reporte presentado por senadores republicanos que apuntaba a que Hunter Biden, el hijo del ahora presidente, había recibido 3.5 millones de dólares de la mujer del alcalde de Moscú Yuri Luzkhov, en 2014.

Sin dar detalles al respecto, Trump apuntó que este hecho puede estar detrás de que, en su opinión, Biden haya sido “lento para tomar acción” en la crisis que ha desembocado en la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

“Quizás por eso Biden ha sido tan ‘lento para tomar acción’ con Rusia. ¡Este es un conflicto de intereses realmente malo que, tal vez ahora, se revelará total y finalmente!”, dijo el expresidente.

Según informó en un comunicado el Ministerio de Exteriores ruso, las sanciones hoy anunciadas responden a similares medidas impuestas por Estados Unidos con motivo de la invasión a Ucrania.

De esta forma, Biden y Trudeau, así como el secretario de Estado de EUA, Antony Blinken; el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, están incluidos en la “lista de exclusión” rusa.

Figuran también precisamente el hijo de Biden, Hunter; así como la exsecretaria de Estado y excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

Desde Estados Unidos se ha restado importancia a las sanciones, pues, como indicó a portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, ninguno de los incluidos en la lista tiene planes de hacer “viajes turísticos” a Rusia y no hay cuentas bancarias a las que no vayan a poder acceder.