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Pese a que ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó que fuera a entablar comunicación con el nuevo presidente de Estados Unidos, incluso llegando a decir que no había urgencia, el canciller Marcelo Ebrard informó este viernes que los mandatarios sostendrían una llamada telefónica esta tarde.

“Les comparto que los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joseph Biden sostendrán hoy por la tarde conversación telefónica. La relación bilateral avanza a partir de la comunicación y el entendimiento”, tuiteó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Por su parte la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó en su rueda de prensa diaria que Biden conversaría con López Obrador, después de hablar con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pues como ya se había informado, el canadiense será el primer líder extranjero con que el demócrata tendrá comunicación.

Ayer, López Obrador insistió en que no hacía falta una llamada con Biden, pues dijo que los funcionarios de ambos gobiernos ya estaban en contacto y coordinando acciones.

“No hace falta, le deseamos lo mejor y con nosotros no va a haber problema. Lo sabe y nosotros sabemos que no vamos a tener ningún problema con su Gobierno”, expresó el mexicano.

Recordemos que López Obrador habló por teléfono con Biden el pasado 19 de diciembre después de que fuera declarado presidente electo; indicó que en esa llamada reafirmaron el compromiso de trabajar juntos por el bienestar de las naciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó este jueves que los extranjeros que lleguen a Estados Unidos deberán pasar por una cuarentena tras su entrada al país, como parte de una serie de decretos para contener la pandemia que incluyen un endurecimiento de las reglas sobre el uso de mascarillas.

Biden realizó este anuncio como parte de su estrategia integral para contener la pandemia en el país, que es la nación del mundo más golpeada en número de muertos por Covid-19.

“Además del uso de mascarillas, todos aquellos que viajen a Estados Unidos desde otro país deberán realizarse una prueba antes de subirse al avión y realizar una cuarentena cuando lleguen”, informó Biden en una conferencia en La Casa Blanca.

La exigencia de una prueba ya había sido ordenada por el gobierno de Donald Trump, pero el aislamiento era sólo una recomendación.

Biden explicó que esta medida se debe a las nuevas cepas del virus detectadas en otros países, en un momento en que en Estados Unidos hay más de 400,000 muertos por la pandemia, una cifra que supera la cantidad de soldados estadounidenses fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Biden indicó que va a firmar una nueva orden “para extender los requerimientos para el uso de mascarillas en los viajes interestatales, en trenes, aviones y autobuses”.

Estas medidas forman parte de una estrategia nacional explicada en un documento de 200 páginas, que incluyen un plan para acelerar el proceso de vacunación, trabajar para que los estudiantes vuelvan a las escuelas y recuperar la confianza de la opinión pública, entre otros objetivos.

El mandatario también quiere que el Congreso apruebe un plan de alivio económico por 1.9 billones de dólares.

Biden alertó que la cifra de muertos por Covid-19 en su país superará probablemente los 500,000 en febrero, y reconoció que le llevará meses “darle la vuelta” a la estrategia que aplicó Donald Trump.

“Las cosas van a seguir empeorando antes de mejorar”, dijo Biden. “La cifra de muertos probablemente superará los 500,000 el mes que viene (…). Nos va a llevar meses darle la vuelta a esta situación”, añadió.

El pronóstico de Biden coincide con el del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, que calcula que, si continúa la trayectoria actual, Estados Unidos superará el medio millón de muertos el día 19 de febrero y empezará marzo con más de 521,000 fallecidos por la enfermedad.

“A lo largo del último año, no pudimos apoyarnos en el Gobierno federal para que actuaran con la urgencia, la concentración y la coordinación que necesitamos, y hemos visto el coste trágico de ese fracaso”, opinó Biden.

Biden también mandó recurrir a la Ley de Producción de Defensa, una legislación adoptada en 1950 en respuesta a la Guerra de Corea, para movilizar al sector industrial y acelerar la fabricación de máscaras, respiradores y otros equipos contra la pandemia.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este miércoles a sus funcionarios de que serán despedidos si no se respetan entre ellos, según informó el diario estadounidense The Washington Post.

Biden lanzó la advertencia durante la jura del cargo de unos 1,000 funcionarios de su gobierno, cuyos cargos no necesitan de la confirmación del Senado.

“Si alguna vez están trabajando conmigo y les escucho tratar a otro colega con falta de respeto, hablando mal con alguien, les prometo que les despediré en el acto. En el instante”, dijo Biden.

El presidente, sin referirse directamente a su antecesor, Donald Trump, dijo que el nuevo gobierno tiene “la oportunidad de hacer mejor las cosas”.

Biden también prometió que cuando sea él quien se equivoque, asumirá las responsabilidades. “Voy a cometer errores. Y cuando los cometa, los reconoceré”, aseguró.

Biden se convirtió este miércoles en el presidente 46 de Estados Unidos tras semanas de convulsión política en el país por la negativa de Trump a reconocer su derrota en las urnas.

“Seremos juzgados, ustedes y yo, por cómo resolvamos esta cascada de crisis de nuestra era. ¿Estaremos a la altura de la ocasión? ¿Seremos capaces de superar esta hora extraña y difícil?”, planteó Biden en su discurso de investidura en el Capitolio.

“Estados Unidos ha sido puesto a prueba y saldremos más fuertes”, insistió el nuevo presidente desde la escalinata del Capitolio, donde llamó a poner fin a la “guerra no civil” entre demócratas y republicanos, progresistas y seguidores de Trump.

Tras la ceremonia, Biden participó en un breve acto con los líderes del Congreso, firmó sus primeros documentos como presidente y luego pasó revista a las tropas que ahora dirige como comandante en jefe de Estados Unidos.

A continuación, Biden, Harris y sus respectivos cónyuges, Jill Biden y Doug Emhoff, se dirigieron al cementerio nacional de Arlington, en Virginia, para colocar una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido. La caravana presidencial atravesó después la avenida Pensilvania, flanqueada por cientos de los más de 20,000 militares desplegados en la capital para la investidura, hasta llegar a La Casa Blanca.

Foto: Twitter @ZekeJMiller 

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que ve “muy bien” el plan migratorio que firmó la tarde de ayer su homólogo estadounidense, Joe Biden, y celebró que este no haya mandado “ninguna amenaza” contra México.

“No tenemos nosotros nada que objetar, al contrario. Coincidimos que eso es lo que debe hacerse. Lo vemos bien, muy bien”, expresó López Obrador en su conferencia de prensa matutina.

Entre las primeras medidas tomadas por Biden el miércoles al llegar a La Casa Blanca, están la congelación de la construcción del muro fronterizo con México, salvaguardar el programa DACA para indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños e incluir a los migrantes indocumentados en el censo de población.

López Obrador subrayó este jueves que el presidente demócrata quiere “regularizar a los residentes mexicanos y de otras nacionalidades que están viviendo en Estados Unidos” y celebró que “va a dar facilidades” para que los 38 millones de mexicanos que viven en ese país tengan “la doble nacionalidad”.

Pese a haber asegurado que había una muy buena relación con Donald Trump, AMLO celebró que “no hay ninguna amenaza en contra de México” de parte del nuevo gobierno de Estados Unidos.

“Para dejarlo claro, a los que están apostando a que nos vamos a enfrentar con el gobierno de Estados Unidos, se van a quedar con las ganas”, expresó López Obrador, quien dijo que es “muy buena la relación” con Biden, a quien conoció cuando este era vicepresidente de Barack Obama.

Descartó que por el momento vaya a sostener comunicación con el demócrata, pues dijo, los equipos ya se encuentran en contacto y trabajando, aunque dijo, si hay necesidad de hablar por teléfono se hará, aunque por el momento dijo, “no es necesario”.

López Obrador aseguró que “con nosotros no va a haber problemas, él (Bide) lo sabe. Y nosotros también lo sabemos, no vamos a tener problemas con su gobierno. Todo está muy claro, habrá respeto mutuo, respeto a la soberanía”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó este miércoles decretos para proteger el programa DACA contra la deportación de los “soñadores”, para detener la construcción del muro con México y para anular el veto migratorio que impide la entrada en Estados Unidos a los ciudadanos de 11 países.

En su primer acto en el Despacho Oval, Biden firmó 17 decretos y proclamaciones destinadas a deshacer muchas de las medidas que tomó su predecesor, Donald Trump, varias de ellas relacionadas con la inmigración.

Una de ellas pide a los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional tomar “todas las medidas necesarias” para salvaguardar el programa DACA, instaurado en 2012 y que protege de la deportación a casi 650,000 indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como “soñadores”, la mayoría de ellos de origen mexicano.

Recordemos que Trump ordenó acabar con ese programa en 2017, pero los tribunales le impidieron hacerlo, aunque todavía hay un litigio activo sobre el tema ante un tribunal federal en Texas, estado que junto a otros ocho territorios del país han pedido declarar inconstitucional el programa.

Biden también pidió que el Congreso actúe para proteger a los “soñadores”, y su nueva propuesta de reforma migratoria pide otorgarles directamente la residencia permanente a ellos y a los beneficiarios del Estatuto de Protección Temporal (TPS).

Aún no se sabe si el proyecto de ley será aprobado por el Congreso, donde se cree que encontrará una fuerte oposición por parte de los republicanos. Otros intentos similares más recientes fracasaron: en 2007 bajo el presidente republicano George W. Bush y en 2013 bajo la administración demócrata de Barack Obama.

En un segundo decreto, Biden ordenó acabar con la emergencia nacional decretada por su predecesor, Donald Trump, para desviar fondos hacia la construcción del muro en la frontera con México. Eso permitirá al nuevo mandatario cumplir su promesa de frenar el proyecto estrella de Trump en la frontera, aunque Biden no planea derribar la parte de barrera ya construida, que se extiende a lo largo de 727 kilómetros de la zona limítrofe.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dijo este mes que tiene fondos para completar otros 480 kilómetros de muro y que planeaba adjudicar contratos para hacerlo antes de que Biden llegara al poder. Eso promete complicar los esfuerzos del presidente electo para frenar el proyecto, y es posible que solo pueda hacerlo una vez que se agoten los fondos ya comprometidos para ello.

Un tercer decreto anuló el veto migratorio que impuso Trump hace cuatro años a los viajeros procedentes de 11 países de mayoría musulmana, conocido popularmente como el “veto a los musulmanes”.

Ese veto obstaculizaba hasta ahora la entrada a Estados Unidos de los nacionales de 11 países con una significativa población musulmana (Eritrea, Irán, Kirguistán, Libia, Birmania, Nigeria, Somalia, Sudán, Siria, Tanzania y Yemen), e incluye restricciones para algunos funcionarios de Venezuela y Corea del Norte.

Biden también instruyó al Departamento de Estado a reanudar las solicitudes de visado para esos países, según su equipo.

Además, Biden ordenó volver a contar a los inmigrantes indocumentados en el censo de población que se lleva a cabo cada diez años, y revisar los mecanismos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) a la hora de arrestar a indocumentados, que se recrudecieron durante el mandato de Trump.

El demócrata también firmó una orden para que su país vuelva a estar comprometido con el Acuerdo de París sobre el clima y un documento para anular la decisión de dejar la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Vamos a combatir el cambio climático de una forma que no habíamos intentado hasta ahora”, dijo Biden a los periodistas en el Despacho Oval de La Casa Blanca.

Otra de las medidas es hacer obligatorio, durante 100 días, el uso de mascarillas en las instalaciones federales, los transportes interestatales y para los funcionarios del gobierno central, con el fin de evitar la propagación del virus que causa la Covid-19.

En total fueron 17, que incluye: AMPLIACIÓN DE LA MORATORIA DE ALQUILERES E HIPOTECAS; EXTENSIÓN DE LA PAUSA AL PAGO DE DEUDAS ESTUDIANTILES; CANCELACIÓN DEL OLEODUCTO KEYSTONE XL; ALIVIO A LIBERIANOS. CREACIÓN DE UN COORDINADOR CONTRA COVID-19; FIN DE LA COMISIÓN 1776; PROTECCIÓN LABORAL LGTBQ; COMPROMISO ÉTICO; CONGELAR MEDIDAS DE ÚLTIMA HORA DE TRUMP.

Se informó que la primera llamada de Joe Biden, ya como presidente de los Estados Unidos, será  al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

“Su primera llamada de un líder extranjero será el viernes con el primer ministro Trudeau”, dijo la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, quien indicó que discutirían la “importante relación” entre los países, y la decisión de la administración Biden de detener la construcción del oleoducto Keystone.

Sobre las órdenes que tienen un repercusión para México, el canciller Marcelo Ebrard ocupó sus redes sociales para indicar que nuestro país ‘saludaba’ el fin de la construcción del muro, la iniciativa migratoria en favor de DACA y un camino hacia la doble ciudadanía.

“Como escribió el presidente @lopez_obrador hace unos años al ahora presidente @JoeBiden los puentes abren paso a la cooperación y al entendimiento”, dijo el titular de la SRE.

Roberto Velasco, Director General para América del Norte de la cancillería, afirmó que las órdenes ejecutivas eran buenas noticias para la comunidad de México en Estados Unidos. “Celebramos estos avances y estaremos listos para poner nuestro granito de arena y apoyar a las y los jóvenes soñadores vía nuestros consulados”.

 

Foto: Twitter @ZekeJMiller

Tras juramentar este medio día como presidente y vicepresidenta, respectivamente, varios líderes internacionales han felicitado a Joe Biden y Kamala Harris.

Uno de los primeros que emitió un mensaje para los líderes estadounidenses fue el primer ministro británico, Boris Johnson quien dijo esperar trabajar con interés trabajar con Biden, y con su nueva administración, con el objetivo de fortalecer la asociación entre los países.

Mencionó prioridades compartidas entre Reino Unido y Estados Unidos: la lucha contra el cambio climático, la pandemia y la seguridad transatlántica.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, indicó que “Estados Unidos han vuelto. Indicó que Europa está lista para volver a conectar con un antiguo y leal socio, y dar nueva vida a la alianza. “Espero con interés trabajar junto con @JoeBiden.”

El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, emitió un videomensaje en el que dijo que hoy era un buen día para la democracia. “Estados Unidos ha enfrentado tremendos desafíos, y ha aguantado. “A pesar de los intentos de desgarrar el tejido institucional de Estados Unidos, el personal electoral y los gobernadores, el poder judicial y el Congreso, han demostrado ser fuertes”. Se dijo aliviado de que Joe Biden prestara juramento como presidente y se trasladara a La Casa Blanca. 

Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, indicó que el resultado de las urnas en Estados Unidos ha sido la victoria de la democracia sobre la ultraderecha y sus tres métodos: el engaño masivo, la división nacional y el atropello incluso violento de las instituciones democráticas. “Hace cinco años, Trump nos parecía una broma pesada, pero es un personaje que ha puesto en cuestión la democracia más poderosa del mundo”.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, aseguró que hay una agenda fuerte común con Joe Biden, la cual dijo, va desde el multilateralismo efectivo, hasta el cambio climático, la transición verde y digital, y la inclusión social.

Quien sorprendió con su mensaje fue Rusia. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov,  que más allá de una felicitación, se refirió al  tratado de control de Armas ‘Start’. “Rusia y su presidente están a favor de preservar este acuerdo… Si nuestros colegas estadounidenses demuestran de hecho una voluntad política de preservar este pacto ampliándolo, esto sólo puede ser acogido con satisfacción.”

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahi, felicitó a Biden y a Harris por su histórica toma de posesión. “Presidente Biden, usted y yo hemos tenido una gran amistad personal que se remonta a muchas décadas atrás. Espero con interés trabajar con usted para seguir fortaleciendo la alianza entre EEUU e Israel, para continuar expandiendo la paz entre Israel y el mundo árabe, y para enfrentar los desafíos comunes, entre los que destaca la amenaza que representa Irán”.

El portavoz del grupo islamista palestino Hamas, Fawzi Barhoum, indicó que no había que lamentar la partida de Trump, pues dijo, fue la mayor fuente y patrocinador de la injusticia, la violencia y el extremismo en el mundo. “El Presidente de los Estados Unidos Joe Biden debe revertir el curso de las políticas equivocadas e injustas contra nuestro pueblo y sentar las bases de la seguridad y la estabilidad en la región”.

Por su parte el presidente de Francia, Emmanuel Macron, envió sus “mejores deseos” a Biden y Harris, en una jornada de la que ha dicho que es “muy significativa para los estadounidenses”. “Estamos juntos. Seremos más fuertes para enfrentarnos a los retos de nuestra época. Mas fuertes para construir nuestro futuro”, ha agregado.

Además, celebró el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, una de las primeras acciones de Biden como mandatario

En Colombia, el presidente, Iván Duque, ha deseado “éxitos” a Biden y  Harris. De forma paralela, ha destacado “su mensaje de unión” y ha reiterado “lo que ha sido una relación histórica, bipartidista y bicameral, que es cada vez más fuerte, con objetivos comunes”.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, manifestó que “es un gran día para Estados Unidos”. “Triunfa la democracia, prevalece el respeto a la voluntad del pueblo y se fortalecen esos principios en todas las naciones de la región”.

Francisco Sagasti, presidente de Perú, recalcó el “interés” de su país y su ciudadanía “en trabajar conjuntamente por
el fortalecimiento de la democracia y la lucha contra la COVID-19 en la región”. Aseguró que Perú ve con optimismo un futuro de mayor cooperación, inversión y comercio con Estados Unidos.

También el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, se ha pronunciado sobre la toma de posesión de Biden y Harris. “Japón y Estados Unidos son aliados vinculados firmemente por lazos y valores universales compartidos”.

El primer ministro de India, Narendra Modi, envió a Biden sus “felicitaciones  más cálidas”. “Quiero trabajar con él para fortalecer la asociación estratégica de India y Estados Unidos”.

El primer ministro de Pakistán, Imran Jan, también expresó sus deseos de trabajar con Biden para “construir una asociación fuerte” entre Pakistán y Estados Unidos a través del compromiso comercial y económico, contrarrestar el cambio climático, mejorar la salud pública, combatir la corrupción y promover la paz en la región y más allá.

Por parte de México, el mensaje de felicitación se dio por parte del canciller Marcelo Ebrard, quien indicó en sus redes sociales que nuestro país deseaban el mayor de los éxitos a Biden y Harris. Afirmó que habrá muy buena relación bilateral en beneficio de los dos pueblos. “Una nueva etapa se inicia de respeto mutuo y esperanza compartida”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo este miércoles que comparte las prioridades que ha establecido el demócrata Joe Biden para iniciar su mandato en Estados Unidos. Aprovechó la conferencia matutina para desearle éxito en su gestión al demócrata.

“Coincido en sus tres planteamientos principales (…) son muy importantes: (combate a la) pandemia, reactivación económica y migración. Y desde luego, deseándole al presidente Biden que le vaya muy bien en su gestión”, expresó López Obrador.

El presidente confió en que la ceremonia de investidura de Biden “salga muy bien”, y que se realizara “con tranquilidad, con paz”.

Recordemos que López Obrador fue de los últimos en felicitar a Biden por su triunfo en las elecciones de noviembre, pues esperó a la reunión y confirmación del Colegio Electoral, el 14 de diciembre, más de un mes después de los comicios.

Con unos 38 millones de personas de origen mexicano residentes en Estados Unidos, López Obrador consideró que para México uno de los temas más importantes en agenda de Biden es la migración.

“Se debe regularizar a nuestros paisanos que tienen años trabajando en ese país (…) Esto complementado con el apoyo a países de Centroamérica y del sur sureste de México para enfrentar el fenómeno migratorio con desarrollo y bienestar”, señaló.

López Obrador subrayó que México podría beneficiarse de la reactivación en Estados Unidos por la integración económica entre ambos países, en el marco del T-MEC.

A pregunta expresa de la prensa, López Obrador aseguró que con Trump tuvo una “buena relación en beneficio para México” y que siempre fue respetuoso con la soberanía mexicana. Confió en que la relación con Biden “va a ser muy buena” y subrayó que la cooperación debe ser “ordenada y respetuosa”, y principalmente, “que no haya injerencia”.

“Se tiene que buscar que haya cooperación ordenada, respetuosa, y que no haya injerencismo de ningún Gobierno. Que nosotros no nos metamos en asuntos que corresponden a Estados Unidos y que también ellos no vengan a meterse en asuntos que nos corresponden a nosotros. Y como somos vecinos y necesitamos ponernos de acuerdo para trabajar de manera conjunta, tienen que definirse bien las reglas”, dijo el mandatario.

Aseguró que gobiernos anteriores permitieron la intromisión de gobiernos extranjeros, lo cual era indebido y violaba la soberanía de nuestro país por parte de agencias estadounidense. Enfatizó que ahora las cosas serán distintas. “Sí queremos la cooperación, pero con respeto a nuestra soberanía”, remató.

El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró esta mañana que “han sido cuatro años increíbles” los de su gobierno y adelantó que volverá “de algún modo”, esto en un mensaje de despedida horas antes de que finalice su mandato.

“Estaremos de vuelta de algún modo”, afirmó a sus seguidores en la base aérea Andrews, en Maryland, a las afueras de Washington, antes de subirse por última vez al avión presidencial Air Force One rumbo a su mansión privada en Palm Beach (Florida).

“Han sido cuatro años increíbles… No fuimos una Administración normal”, añadió.

Sin referirse a Biden por su nombre, lanzó un mensaje sobre la administración de su sucesos. “Espero que no les suban los impuestos. Y si lo hacen, yo se los advertí”, sostuvo.

Indicó que el nuevo gobierno tendrá “gran éxito”, pues dijo, su gobierno sentó las bases para ello. Aseguró que el nuevo gobierno tiene la “bases para hacer algo realmente espectacular”. “Estaré observando (….) tengan una buena vida, nos vemos pronto”, concluyó.

Trump abandonó este miércoles La Casa Blanca por última vez como gobernante a primera hora junto a su esposa, Melania, en el helicóptero presidencial, Marine One, pocas horas antes de la toma de posesión de Biden.

El magnate neoyorquino rompió así la tradición y no estará presente en la ceremonia de investidura de su sucesor; sin embargo, cumplió al menos con una de las tradiciones: dejó una nota a Biden.

El subsecretario de prensa Judd Deere se negó a revelar el contenido ni los sentimientos expresados en la nota por tratarse de una comunicación privada entre mandatarios.

Horas antes, se dio a conocer que Trump indultó al que fuera su estratega, el ultraderechista Steven Bannon, imputado por defraudar a donantes para la construcción del muro fronterizo con México.

Trump concedió un total de 73 indultos y conmutó sus respectivas sentencias a otras 70 personas, una medida que está en consonancia con una larga tradición presidencial de promover perdones en el último momento de su mandato. Además de Bannon, los indultos afectan a dos conocidos raperos estadounidenses (Lil Wayne y Kodak Black) y a políticos y empresarios que, en algún momento, han formado parte del entorno de Trump.

Entre los indultados se encuentran Elliott Broidy, un exrecaudador de fondos de la campaña de Trump que se declaró culpable de un cargo de conspiración.

Trump también concedió clemencia a Paul Erickson, el agente político conservador y expareja de la presunta espía rusa Maria Butina, quien se declaró culpable de cargos de fraude electrónico y lavado de dinero. Incluyó igualmente a Anthony Levandowski, que fuera ingeniero de Google y que admitió haber robado tecnología secreta relacionada con los automóviles autónomos de la compañía.

También ha beneficiado a Robin Hayes, un donante político de Carolina del Norte condenado por intentar sobornar a funcionarios; al ex alcalde de Detroit; Kwame Kilpatrick, acusado de cargos federales que incluyen el crimen organizado, la extorsión y la presentación de declaraciones de impuestos falsas; o William Walters, un jugador profesional condenado por abuso de información privilegiada; y Aviem Sella, un oficial de la fuerza aérea israelí a quien Estados Unidos acusó de ser un espía.

Aunque ni Trump ni miembros de su familia han sido incluidos en esta lista, el presidente saliente tiene todavía unas horas para emitir más condonaciones de penas y perdones antes de dejar el cargo.

Todo listo para que Joe Biden asuma como el 46º presidente de Estados Unidos. Kamala Harris juramentará como vicepresidenta del país, convirtiéndose en la primer mujer en asumir dicho cargo.

Aquí puedes seguir la transmisión en vivo de la ceremonia.

Minutos antes de que diera inicio la ceremonia, el expresidente Barack Obama utilizó sus redes sociales para felicitar a su excolaborador, ahora próximo presidente, indicándole que “es su momento”.

Joe Biden podría firmar varias órdenes ejecutivas este mismo miércoles, entre las que se espera estén: protección a dreamers; desbloqueo a ciudades santuario, y detener la construcción del muro fronterizo.

Se informó que todos los expresidentes de Estados Unidos que asisten a la investidura ya se encuentran en el Capitolio. George W. Bush y su esposa Laura fueron los primeros en arribar, varias horas antes de la ceremonia de investidura. Poco después arribaron Barack y Michelle Obama y Bill y Hillary Clinton, en caravanas por separado.

Pese a que el presidente Donald Trump llamó a los mexicanos violadores, amenazó al país con una guerra comercial, expulsó a decenas de miles de solicitantes de asilo, hizo que México los alojara en campamentos, construyó el muro fronterizo y le dijo a México que lo pagara, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se declaró un gran admirador de su homólogo.

Es por ello que el diario The New York Times (NYT) asegura que AMLO ya extraña a Trump, pues está preocupado de que Joe Biden esté más inclinado a entrometerse en los asuntos de nuestro país.

La periodista n profundo es el aprecio de AMLO por el republicano, que cuando finalmente habló por teléfono con Biden, se aseguró de elogiar al presidente saliente.

“‘Debo mencionar que tenemos una muy buena relación con el ahora presidente de su país, el señor Donald Trump’, dijo López Obrador, según dos personas enteradas sobre la llamada, y que hablaron con condición de anonimato para discutir asuntos internos. ‘Independientemente de cualquier otra consideración, él respeta nuestra soberanía'”, relata Kitroeff.

Asegura que López Obrador ha pasado las últimas semanas, de forma preventiva, incomodando al gobierno de Biden, y para muestra señala que AMLO fue uno de los últimos líderes mundiales en felicitar a Biden por su victoria, ha ofrecido asilo a Julian Assange y recientemente, se exoneró al exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, quien fue acusado de tráfico de drogas por fiscales estadounidenses.

La periodista indica que detrás de los “desaires” está el temor de que los demócratas sean más propensos a intervenir para promover derechos laborales y energías limpias en México, obstaculizando así la agenda de López Obrador.

“Aunque los términos de su acuerdo pueden haber sido tácitos, eran claros. López Obrador hizo cumplir la agenda de inmigración de línea dura de Trump y, a cambio, Estados Unidos le permitió dirigir México a su antojo”; en ese sentido, recordó que en su reciente discurso en Alamo, Texas, Trump agradeció “al gran presidente de México”, quien dijo, es “un gran caballero, un amigo mío”.

Destaca que tanto AMLO como Trump hicieron campaña con la promesa de erradicar a una élite corrupta, y ganaron con una coalición de votantes molestos con la clase dominante de su país y, una vez en el cargo, pintaron a los medios de comunicación y a la oposición como enemigos de su movimiento.

Kitroeff advierte que es probable que Biden le pida más a López Obrador, situación que parece no ser del agrado del gobierno de México. Sin embargo, señala, es poco probable que Biden recurra a las amenazas o a la humillación pública como solía hacer Trump, para conseguir que México haga lo que quiere.

Apunta que si bien AMLO ha dicho que quiere mantener “una política de buena vecindad” con Estado Unidos, también ha criticado a sus predecesores por ser “hasta serviles y muy irresponsables en cuanto a hacer valer nuestra soberanía”.

“Su verdadero objetivo, según los analistas, puede ser avivar un profundo resentimiento del público mexicano hacia la intervención estadounidense en la guerra contra las drogas”, alerta la periodista.

 

Texto completo en NYT

En el primer día de su gobierno, el presidente electo de Estados Unidos Joe Biden planea revelar un amplio proyecto de ley de inmigración con el que espera ofrecer a unos 11 millones de personas que viven de manera ilegal en su país una vía de ocho años para naturalizarse.

Medios estadounidenses reportan sobre el tema, lo cual representaría un giro de 180 grados respecto a las duras políticas de inmigración implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump.

Se prevé que el proyecto de ley sea presentado luego de que Biden preste juramento mañana, de acuerdo con una persona familiarizada con la medida y quien pidió hablar bajo condición de anonimato.

La iniciativa coloca a Biden en camino para cumplir con una promesa clave de campaña que es importante para los votantes latinos y de otras comunidades de inmigrantes, tras cuatro años de las políticas restrictivas y las deportaciones en masa del gobierno de Trump.

La propuesta contempla una de las vías más rápidas para obtener la ciudadanía estadounidense para quienes viven en el país sin ningún tipo de estatus legal en los últimos años, pero no incluye el tradicional compromiso de una mayor seguridad fronteriza favorecida por muchos republicanos, lo que pone en duda que vaya a ser aprobada en el Congreso.

Como candidato, Biden dijo que las acciones de Trump sobre la inmigración eran un “ataque implacable” contra los valores estadounidenses y afirmó que “desharía el daño” al tiempo que mantendría la frontera bien vigilada.

Bajo la propuesta, quienes hayan vivido en Estados Unidos hasta el 1 de enero de 2021 sin un estatus legal tendrían una vía de cinco años hacia un estatus legal temporal, o una tarjeta de residencia permanente, si aprueban las revisiones de antecedentes, pagan impuestos y cumplen con otros requerimientos básicos. A partir de ese punto, les queda un camino adicional de tres años para naturalizarse, si deciden hacerlo.

Para algunos inmigrantes, el proceso sería más rápido. Los llamados “dreamers”, que son los jóvenes que llegaron a Estados Unidos de manera ilegal siendo niños, así como los trabajadores agrícolas y la gente bajo el Estatus de Protección Temporal, podrían calificar para obtener la tarjeta de residencia permanente, también conocida como green card, si están trabajando, estudiando o cumplen con otros requisitos.

El proyecto de ley no es tan amplio como la última reforma de inmigración propuesta cuando Biden era vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama. Por ejemplo, no incluye un elemento de seguridad fronteriza robusto, sino que requiere la elaboración de estrategias. Tampoco crea ningún programa nuevo de trabajadores temporales u otros programas de visado.

Sí aborda alguna de las causas de la migración desde Centroamérica hacia Estados Unidos y proporciona subsidios para el desarrollo de la fuerza del trabajo y aprendizaje del idioma inglés.

Está previsto que Biden tome acciones ejecutivas rápidas para revertir otras acciones de inmigración de Trump, como poner fin a las restricciones impuestas a la llegada de personas de varios países predominantemente musulmanes.

Durante las elecciones primarias demócratas, Biden dijo en repetidas ocasiones que la acción en torno a la inmigración sería una de sus prioridades desde el “primer día” de su presidencia y dijo la variedad de poderes ejecutivos que podría invocar para revertir las políticas de Trump.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo este lunes que confía en que Joe Biden, futuro presidente de Estados Unidos, cumpla con su compromiso de llevar a cabo una “reforma migratoria” que atienda el fenómeno desde varias dimensiones una vez llegue a La Casa Blanca.

“Ahora en la campaña del presidente Biden, él ofreció llevar a cabo una reforma migratoria y yo espero que se cumpla con ese ofrecimiento, con ese compromiso. Eso lo espero y lo voy a reconocer y celebrar”, dijo AMLO durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional.

López Obrador fue cuestionado sobre la caravana migratoria de unas 6,000 personas que partió el pasado viernes desde Honduras y actualmente se encuentra varada en Guatemala, bloqueada por las fuerzas de seguridad.

“Estamos tratando este asunto en coordinación con los gobiernos de Centroamérica y también hay comunicación con el gobierno de Estados Unidos, con los actuales funcionarios y con los que van a entrar”, añadió López Obrador.

Aunque elementos de la Guardia Nacional se encuentran desde el sábado controlando la frontera sur del país, López Obrador invitó al “diálogo con los migrantes” para que “no entren a ningún país por la fuerza” y se les atienda conforme a los derechos humanos.

AMLO insistió en que tiene una “buena relación” con Joe Biden. Recordó que en 2012, cuando el demócrata era vicepresidente de Estados Unidos, mantuvo una reunión con él, en la que hablaron del tema migratorio, aunque no se concretó ninguna reforma por parte de Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama.

“Él (Biden) también es sensible a este planteamiento. Y estoy seguro que de esta manera, atendiendo a los que ya están en Estados Unidos, regularizando su situación migratoria y al mismo tiempo llevando a cabo un programa de desarrollo para el bienestar de los pueblos de Centroamérica y de México se va a poder presentar una opción, una alternativa”, remató AMLO.

Y es que el mismo día de su investidura, Biden se ha comprometido a enviar al Congreso una propuesta de reforma migratoria que incluirá una vía a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en Estados Unidos.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, indicó este viernes que ordenaría una mayor producción de jeringas y otros suministros para acelerar la vacunación contra el COVID-19 y mejorar el programa de inmunización del gobierno de Donald Trump, al que calificó como un “fracaso lamentable”.

Según el plan presentado por el futuro presidente de EUA, los trabajadores federales de socorro en casos de desastre establecerán miles de centros de vacunación, donde médicos jubilados administrarían vacunas a maestros, trabajadores de tiendas de comestibles, personas mayores de 65 años y otros grupos que actualmente no califican.

Se señala que Biden invocaría la Ley de Producción de la Defensa para aumentar la producción del equipo necesario para distribuir las vacunas, como viales de vidrio, agujas y jeringas, y, también, para apoyar la refrigeración y el almacenamiento de las vacunas.

Los estados que usen su Guardia Nacional en el proyecto recibirán un reembolso del gobierno federal, dijo el equipo de transición.

Con las tasas de infección en aumento, Biden ha prometido hacerlo mejor que el presidente Donald Trump para frenar el virus, y conseguir que 100 millones de dosis estén en los brazos de los estadounidenses durante sus primeros 100 días en el cargo.

Biden pidió que se aumente la distribución de vacunas en los barrios de bajos ingresos que actualmente no están bien atendidos por los hospitales de salud pública y las farmacias. Biden también planea una campaña de marketing para animar a los escépticos de la vacuna a que se inoculen.

“Este es un momento para establecer grandes metas y acometerlas con coraje y convicción porque la salud del país está literalmente en juego”, dijo Biden.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, asumirá el poder la próxima semana con una opinión positiva de seis de cada diez estadounidenses, según una encuesta de Pew Research.

Un 64% de los estadounidenses aprueban la conducta de Biden desde su victoria en las elecciones del 3 de noviembre, y también son mayoría quienes respaldan tanto su selección de gabinete como sus políticas para el futuro, de acuerdo con el sondeo, realizado entre el 8 y el 12 de enero.

Un 29% de los encuestados consideran que Trump ha realizado bien su trabajo al frente del país, y un 76% consideran que se ha comportado de manera inaceptable desde su derrota, el inicio de un periodo atropellado que culminó el pasado 6 de noviembre con el asalto de sus seguidores al Capitolio.

De hecho, un 68% de los encuestados se muestran en contra de que Trump, ahora inmerso en un nuevo juicio político que podría inhabilitarle para presentarse a los comicios en 2024, siga siendo un factor a tener en cuenta en la política norteamericana, y tres cuartas partes de los encuestados creen que debe asumir su responsabilidad del asalto al Capitolio.

Sobre los comicios, un 67% de los encuestados atribuye buena parte la derrota de Trump a sus infundadas denuncias previas sobre la falta de fiabilidad del voto por correo en Estados Unidos. Más de la mitad de los encuestados (55%), considera la incapacidad del mandatario para gestionar la pandemia de coronavirus como otro factor determinante en su fracaso para la reelección.

Por otro lado, los demócratas respaldan ampliamente los esfuerzos de Biden para forjar compromisos bipartidistas con los republicanos este año. Los republicanos, por el contrario, son mucho más reacios a que los líderes del Congreso de su partido trabajen con Biden.

Aproximadamente seis de cada diez demócratas (62%) dicen que Biden debería tratar de trabajar con los líderes republicanos “incluso si eso significa decepcionar a algunos de sus votantes”. En contraste, aproximadamente la misma proporción de republicanos (59%) quiere que los líderes de su partido “le hagan frente” a Biden, “incluso si eso significa que será más difícil abordar los problemas críticos que enfrenta el país”.

Por último, los estadounidenses están divididos en sus opiniones sobre la vicepresidenta electa, Kamala Harris. La mitad de los encuestados cree que Harris está cualificada para servir como presidente, mientras que casi la misma cantidad (47%) se muestra en contra. Son mayoría (55%) quienes esperan que ejerza la “influencia adecuada” en la Administración Biden.

En contraste, otro 36% considera que acabará asumiendo una excesiva carga de responsabilidades mientras que solo un 7% anticipa que será una figura testimonial.

La encuesta se conoce a la par de la información acerca de que el presidente Donald Trump piensa dejar Washington en la mañana del 20 de enero, luego de haber evaluado una partida el 19 de enero.

Trump, quien ya había anunciado su intención de no asistir a la toma de posesión de Biden, está organizando un evento de despedida en la Base Conjunta Andrews, ubicada en las afueras de Washington donde se mantiene el avión presidencial, el Air Force One, afirmó la fuente.

Luego Trump volará a Palm Beach, Florida, para comenzar su vida tras la presidencia en su club Mar-a-Lago, según informes de la agencia Reuters.

Al menos 3,000 hondureños salieron este viernes en una caravana hacia Estados Unidos con la ilusión de mejorar sus condiciones de vida, aunque antes tendrán que sortear las restricciones impuestas por los gobierno de Guatemala y México.

La crisis que dejó el paso de dos huracanes en noviembre y la falta de empleo por la pandemia incrementaron los problemas económicos del país, que se sumaron a la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.

La gran mayoría de migrantes partieron minutos después de las 04:00 hora local de la terminal de transporte de San Pedro Sula, al norte de Tegucigalpa, para recorrer los cerca de 260 km que les separa de Agua Caliente, en la frontera con Guatemala, el primer punto internacional que tendrán lograr cruzar.

El grupo camina por las vías laterales de la carretera con la mochila al hombro, unos pocos con la bandera de Honduras y la mayoría con mascarilla por la pandemia. Para entrar en Guatemala deben llevar documentación en regla y una prueba negativa de Covid-19, un requisito que no todos cumplen.

Varios participantes de esta caravana consideran que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asume el próximo 20 de enero, será más flexible que su antecesor, Donald Trump, con las normas migratorias, aunque Washington ya descartó esa posibilidad.

“No pierdan su tiempo y dinero y no arriesguen su seguridad y salud (…) Es un viaje mortal”, precisó el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), Mark A. Morgan.

Guatemala decretó ayer “estado de prevención” en siete departamentos (localidades), lo que le permite disolver aglomeraciones públicas incluso “por la fuerza”. Pero también dispuso en el trayecto puestos de control y apoyo a personas que lo necesiten. Un centenar de hondureños que comenzaron el viaje el jueves sin la prueba negativa de Covid-19 fueron detectados en Guatemala y devueltos a Honduras.

En tanto, nuestro país recordó que “no promueve ni permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes, y continuará actuando en apego a su ley migratoria y a los protocolos sanitarios establecidos”. Para ello, el gobierno desplegó 500 agentes en Chiapas y Tabasco.

“El Instituto Nacional de Migración estará pendiente de que el ingreso de cualquier persona extranjera, especialmente en los puntos de internación de Chiapas y Tabasco, se lleve a cabo en cumplimiento de las leyes mexicanas, con total respeto y salvaguarda a los derechos humanos”, indicó la Secretaría de gobernación.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó las líneas generales de su paquete de estímulo económico por 1.9 billones de dólares que pondrá a consideración del Congreso e incluye millonarios recursos adicionales para la vacunación y las pruebas de la Covid-19.

A escasos seis días de asumir el cargo, el líder demócrata da a conocer el llamado “Plan de Rescate Estadounidense”, con el que espera reanimar al aparato productivo del país más golpeado por la pandemia, con 23.3 millones de casos positivos y 387,103 muertes, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

La iniciativa, que deberá recibir el aval del Congreso al igual que los paquetes aprobados previamente, incluye una ronda de pagos directos por 1,400 dólares, un suplemento de seguro de desempleo de 400 por semana hasta septiembre, una ampliación de la licencia pagada y aumentos en el crédito tributario por hijos, según un resumen adelantado a los periodistas.

De igual forma, destina 160,000 millones de dólares para el programa de vacunación en el país, 20,000 millones para las tareas de distribución de las dosis, así como 50,000 millones de dólares para pruebas.

También propone invertir 170,000 millones en escuelas e instituciones de educación superior, incluido un monto de 130,000 millones para asegurar que los establecimientos educativos puedan reabrir de manera segura pese a la pandemia de coronavirus.

La propuesta contempla aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares por hora y estipula 350,000 millones de dólares en fondos de emergencia para gobiernos estatales y locales, señalaron los informes.

En diciembre pasado, el Congreso aprobó un paquete de estímulo económico por 900,000 millones de dólares, que incluyó el pago de 300 dólares a la semana a cada desempleado y prorrogó hasta el 31 de enero una norma que suspendía los desahucios y que iba a expirar a finales de año.

Además, incluyó 325,000 millones de ayuda a pequeñas y medianas empresas, 45,000 millones a los sistemas de transporte público, 13,000 millones en asistencia alimentaria y 82,000 millones para que las escuelas puedan reparar sus instalaciones y adecuarlas a la enseñanza en medio de la pandemia. Para las aerolíneas destinó 15,000 millones para pagar los salarios de sus trabajadores.

En marzo del año pasado, cuando el país sufrió el mayor impacto de la pandemia, el Congreso avaló otro paquete de ayuda, por valor de 2.2 billones de dólares, el mayor de la historia del país.