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Más de 60 millones de estadounidenses han ejercito ya su voto para la elección presidencial, a ocho días para la jornada electoral, una cifra de récord que podría desembocar en la mayor participación en más de un siglo, según datos del lunes del Proyecto de Elecciones en Estados Unidos.

La cifra es la última señal del gran interés que despierta la competencia entre el presidente republicano Donald Trump y su rival demócrata, Joe Biden, así como el deseo de los votantes de reducir el riesgo de exposición al COVID-19, que ha acabado con la vida de unas 225,000 personas en Estados Unidos.

El total de votos emitidos de forma anticipada son 60 millones 507 mil 338, de los cuales, 40 millones 231 mil 976 han sido en voto por correo, y 20 millones 275 mil 362 han sido emitidos en persona.

Los demócratas mantienen una ventaja significativa en el voto adelantado por su confianza en el sufragio por correo, en el que los republicanos han participado históricamente en gran número pero están obviando ahora por los ataques reiterados e infundados de Trump, que asegura que el sistema es vulnerable al fraude generalizado.

Tomando en cuenta los estados que llevan un registro de votos emitidos por partido, se sabe que 13 millones 322 mil votos han sido para demócratas; 7 millones 650 mil han sido por republicanos y 6 millones 117 mil han sido de personas sin afiliación partidista.

En total, los demócratas tienen una ventaja cercana de dos a uno en las primeras cifras de votación.

El alto nivel del voto adelantado llevó a Michael McDonald, el profesor de la Universidad de Florida que administra el Proyecto de Elecciones en Estados Unidos, a predecir un récord de afluencia de votantes de unos 150 millones, que representa al 65% de los electores, la tasa más alta desde 1908.

Los votantes estadounidenses ya han depositado más votos anticipados durante esta campaña presidencial que en todo 2016, cuando sobrepasaron el hito de los 47 millones previamente en el mes, indicaron los datos.

El segundo y último debate entre los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos sorprendió a varios al ser un espacio de normalidad en un año totalmente atípico y un respiro para los votantes desanimados por el tóxico primer enfrentamiento plagado de interrupciones entre los dos líderes.

El presidente, Donald Trump, y el aspirante demócrata, Joe Biden, pasaron 90 minutos intercambiando ideas sobre su enfoque acerca de la pandemia del coronavirus, el futuro del sistema de salud estadounidense y quien es el mejor posicionado para aliviar las tensiones nucleares con Corea del Norte.

El botón para silenciar los micrófonos ordenado por la comisión organizadora ayudó a conducir mejor el debate, y permitió que Trump y Biden presentaran sus argumentos finales a la nación a menos de dos semanas de la elección.

Ambos afirmaron con orgullo durante toda la campaña que sus visiones del país tienen poco en común, algo que quedó muy claro ayer.

El presidente llegó al debate con la necesidad de provocar un cambio en la contienda, dado de las encuestas publicadas lo colocan desde hace semanas por detrás de su rival tanto a nivel nacional como en algunos estados indecisos claves.

Trump, quien fue el que más interrumpió y el más agresivo en el primer debate, insistió anoche en que hay que “aprender a vivir” con el virus y sugirió que su rival dañaría la economía al tomar medidas drásticas para cerrar el país.

Biden advirtió que la nación se encamina hacia “un oscuro invierno”, con un aumento de los casos al tiempo que llega el frío y más actividades pasan a ser en espacios cerrados, donde el virus se propaga con más rapidez. “Cualquiera que sea responsable de tantas muertes no debería seguir siendo presidente de Estados Unidos”, afirmó Biden. “Yo terminaré con esto. Me aseguraré de que tenemos un plan”.

Trump aprovechó el evento para acusar por primera vez, de frente, a Joe Biden de corrupción, por el caso de su hijo Hunter Biden. Antes del debate, el equipo de campaña de Trump había sido claro: si los reporteros no lo hacen, el propio presidente republicano le preguntará a Biden por qué había “autorizado a su hijo Hunter a cobrar para acceder” a él.

El diario conservador New York Post publicó la semana pasada correos electrónicos recuperados de una laptop que debían demostrar que Hunter involucró a su padre en sus negocios en Ucrania. Durante el debate de ayer, Trump lanzó a su rival: Joe Biden “aparentemente ganó mucho dinero en alguna parte”.

Luego dijo que “esos horribles correos electrónicos… le debes una explicación a los estadounidenses”. “Alguien acaba de dar una conferencia de prensa, se suponía que debía estar trabajando contigo y tu familia, lo que dice es condenatorio”, continuó.

Y es que unas horas antes, Tony Bobulinski, quien se presentó como un exsocio de Hunter Biden, había dicho que el exvicepresidente había estado asociado con los proyectos de su hijo en China. Este antiguo militar de 48 años, invitado por Trump para seguir en persona el debate, aseguró que este viernes enviará una serie de elementos a la Policía Federal y a los senadores.

Sin esperar a que el presidente dijera más, Joe Biden negó enérgicamente cualquier irregularidad. “Mi hijo no ganó dinero con esto… en China”, dijo. “¡El único que ganó dinero en China fue ese tipo!”.

Cuando fue vicepresidente “su hijo, sus hermanos se enriquecieron”, acusó el inquilino de La Casa Blanca, a lo que Biden respondió que nunca ha recibido ni un centavo del extranjero. Incluso ocupó el momento para contraatacar y acusar al republicano de no haber hecho públicas sus declaraciones de impuestos.

Biden también se lanzó contra Trump a recordar su vínculo con el líder norcoreano Kim Jong Un. “Él habló de su buen amigo, que es un matón”, afirmó Biden, acusando a Trump de legitimar a Corea del Norte. Pero Trump respondió que se reunió con el líder norcoreano en tres ocasiones y con ello logró alejar la amenaza de una “guerra nuclear”, a lo cual Biden respondió exasperado: “Es como decir que teníamos una buena relación con Hitler antes de que invadiera Europa, el resto de Europa. Por favor”.

Biden cuestionó la política “criminal” de Trump al separar a familias migrantes en 2018 como parte de la política de “tolerancia cero”. “Esos chicos están solos, sin ningún lugar a donde ir. Eso es criminal”, dijo Biden. Trump defendió su política y afirmó que los niños habían sido llevados a la frontera por “coyotes” y “mala gente”. “Ahora tenemos la frontera más sólida que hemos tenido”, agregó.

El candidato demócrata asumió un riesgo al afirmar que si resulta elegido iniciará una transición gradual para dejar de depender de la industria del petróleo, lo que permitió a Trump llamar a los estados clave de Texas, Ohio y Pensilvania a que recordarán esa afirmación al momento de emitir su voto.

Trump indicó que Estados Unidos tiene el “aire y el agua más limpios” en años y desestimó energías renovables como las eólicas afirmando que matan a los pájaros.

El ex mandatario de Estados Unidos Barack Obama encabezó un evento de la campaña de Joe Biden, en el que llamó a los votantes demócratas a no confiarse en las encuestas que colocan a su candidato como favorito, y movilizarse en masa para lograr la victoria del candidato Biden el 3 de noviembre.

“No podemos confiarnos. No me importan los sondeos”, dijo Obama en su primer mitin en apoyo a su compañero en cuando ocupó La Casa Blanca.

Y es que según Biden aventaja a Trump por nueve puntos porcentuales a nivel nacional, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics. Obama recordó que en 2016 “hubo un montón de encuestas” favorables a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton y “no funcionó porque mucha gente se quedó en su casa, se volvió perezosa y confiada”.

Obama denunció duramente a su sucesor, alegando que Donald Trump ha demostrado ser “incapaz de tomarse el trabajo en serio” en La Casa Blanca. “Esto no es un reality show. Es la realidad”, recriminó el ex mandatario.

“Y hemos tenido que vivir con las consecuencias de que él (Trump) demuestre ser incapaz de tomarse el trabajo en serio”, añadió ante los asistentes al acto en Filadelfia, capital del estratégico estado de Pensilvania.

Más temprano, en una mesa redonda con líderes de la comunidad negra de esa ciudad, Obama criticó el desempeño de Trump ante la pandemia de covid-19.

“La pandemia habría sido difícil para cualquier presidente, no hemos visto algo así en 100 años. Pero el grado de incompetencia y desinformación, el número de personas que podrían no haber muerto si hubiéramos hecho lo básico”, lamentó.

Obama afirmó que los estadounidenses no pueden permitirse otros cuatro años de lo mismo. “Nuestra democracia no va a funcionar si las personas que se suponen son nuestros líderes mienten todos los días y simplemente inventan cosas”, dijo.

Más de 40 millones de ciudadanos ya votaron por correo o en persona, lo que significa cerca del 30% de la participación total de las elecciones de 2016.

Biden y Trump volverán a encontrarse esta noche en el segundo y último debate en Nashville, Tennessee. El primero, realizado a fines de setiembre, se caracterizó por las interrupciones constantes de parte de Trump. El segundo debate no se llevó a cabo debido a la renuencia de Trump de participar en un formato virtual.

El presidente Donald Trump ha pedido este martes al fiscal general William Barr, que investigue a Hunter Biden, el hijo del exvicepresidente y candidato a la Presidencia, Joe Biden, a tan solo dos semanas de las elecciones.

Trump, que ha matizado que “hay que conseguir que el fiscal general actúe”, ha expresado que su deseo es que la información obtenida en el marco de la pesquisa sea difundida antes de los comicios.

En una entrevista con la cadena de televisión Fox News, el magnate neoyorquino ha citado informaciones del ‘New York Post’ sobre los negocios del hijo de Biden y ha instado a Barr a “actuar lo más rápido posible” y que nombre a alguien para ello.

“Se trata de un gran caso de corrupción y esto tiene que saberse  antes de las elecciones”, ha manifestado Trump sin entrar en más detalles.

Sus palabras suponen un acto de presión sin precedentes sobre un miembro de su propio Gabinete para lograr la apertura de una investigación contra un miembro de la familia de su rival político.

Recordemos que los legisladores republicanos ya habían pedido a Barr que nombrara un fiscal especial para investigar las acusaciones que pesan contra Hunter Biden, según informaciones del diario ‘The Hill’.

Y es que lo reportado por el New York Post señalan que el hijo de Biden habría ayudado a gestionar una reunión entre un ejecutivo de la empresa gasística ucraniana Burisma y su padre cuando éste era el ‘número dos’ de Barack Obama.

Esta versión ha sido contrapuesta por la campaña de Biden, que ha asegurado que esa reunión no aparece en el calendario oficial del ex vicepresidente. Así, el FBI estaría investigando si el artículo, que cita diferentes correos electrónicos hallados en un portátil, está ligado con una operación de Inteligencia rusa.

El presidente estadounidense lamentó ayer durante un mitin que Barr no haya abierto aún una pesquisa contra Biden y ha sugerido que no lo ha hecho porque es un “hombre simpático y muy justo”.

Foto: Twitter

Los micrófonos del presidente Donald Trump y de candidato demócrata Joe Biden serán apagados por dos minutos cada vez que le toque responder al otro para permitir que hablen sin interrupciones durante el debate del próximo jueves.

El debate de 90 minutos estará dividido en seis segmentos de 15 minutos cada uno, y en los que cada candidato cuenta con dos minutos para hacer declaraciones ininterrumpidas antes de entrar en un debate abierto. Durante la porción abierta no se silenciarán los micrófonos, pero las interrupciones de cada candidato se descontarán de su tiempo, en el que será el segundo y último debate presidencial de este año.

La Comisión de Debates Presidenciales, un organismo sin afiliación política, anunció los cambios este lunes, tres semanas después de un caótico primer enfrentamiento entre los aspirantes presidenciales que estuvo plagado de interrupciones, la mayoría de ellas por parte de Trump.

La comisión ha enfrentado presión de la campaña de Trump para mantener las reglas intactas, mientras que el equipo de Biden esperaba un debate más ordenado.

En un comunicado, la comisión señaló que “ha determinado que es apropiado implementar medidas con el objetivo de promover el cumplimiento de las reglas acordadas e inapropiado hacer cambios a esas reglas”.

En tanto el presidente Donald Trump arremetió este lunes contra el doctor Anthony Fauci, contra la prensa y contra las encuestas que lo muestran detrás de Biden en estados cruciales.

Trump insistió en que confía en que ganará, mientras completaba un intenso programa de viajes a pesar de la pandemia. “Vamos a ganar”, le dijo a su personal de campaña en una conferencia telefónica matutina desde Las Vegas. Y reconoció: “no les habría dicho eso tal vez hace dos o tres semanas”, refiriéndose a los días en que estuvo hospitalizado con COVID-19.

En un intento de levantar el ánimo de su equipo, Trump arremetió contra los expertos científicos de su propio gobierno, a los que describió como demasiado pesimistas, aun cuando el manejo que Trump ha dado a una pandemia que ha matado a más de 220,000 estadounidenses sigue siendo un asunto central entre los votantes.

“La gente está cansada de escuchar a Fauci y a todos estos idiotas”, manifestó Trump sobre el principal experto del gobierno en enfermedades infecciosas. “Cada vez que sale en televisión, siempre es una bomba. Pero la bomba es más grande si lo despides. Pero Fauci es un desastre”.

En un mitin en Prescott, Arizona, Trump criticó a Biden por prometer seguir las recomendaciones de los expertos científicos, diciendo despectivamente que su rival “quiere escuchar al doctor Fauci”.

En su mitin, Trump también incrementó sus ataques contra los medios noticiosos, destacando a Kristen Welker de NBC, la moderadora del próximo debate presidencial, y a CNN por cubrir arduamente una pandemia en la que decenas de miles de estadounidenses se están infectando a diario.

En una entrevista con “60 Minutes” de CBS transmitida el domingo, Fauci dijo que no le sorprende que Trump haya contraído el nuevo coronavirus después de acudir a eventos multitudinarios en donde pocos portaban mascarillas. Fauci también objetó que el equipo del presidente utilizara sus palabras en un anuncio de campaña.

Lindsey Graham, un destacado senador republicano con estrechos vínculos con el presidente Donald Trump, dijo este jueves que el demócrata Joe Biden tiene “buenas oportunidades” de ganar La Casa Blanca en las elecciones del  próximo 3 de noviembre.

“Ustedes tienen buenas oportunidades de ganar la Casa Blanca”, le dijo a sus colegas demócratas Graham, presidente del Comité Judicial del Senado, en la apertura de una audiencia de confirmación de la nominada a la Corte Suprema Amy Coney Barrett.

“Gracias por reconocer eso”, respondió la senadora demócrata Amy Klobuchar, a lo que Graham agregó: “Sí, creo que es verdad”.

Sin embargo, los comentarios de Graham no cambiaron las expectativas de que la conservadora Barrett logre fácilmente obtener la confirmación al máximo tribunal de Estados Unidos, dada la mayoría republicana de 53-47 en el Senado.

Los demócratas han buscado posponer la designación a la Corte Suprema para llenar la vacante tras la muerte el mes pasado de la liberal Ruth Bader Ginsburg, argumentando que la decisión debe ser tomada por quien gane las elecciones.

“Es una vergüenza”, dijo Klobuchar, recordando que los republicanos se habían negado en 2016 a escuchar a un juez nominado para la Corte Suprema por el presidente Barack Obama, con el pretexto de que las elecciones eran demasiado reñidas.

“Millones y millones de personas están votando mientras discutimos”, agregó la senadora demócrata, reclamando esperar el veredicto de las urnas.

Joe Biden aparece 9.2 puntos porcentuales por encima de Trump en el promedio de encuestas de la plataforma RealClearPolitics.

Graham, un tradicional senador de Carolina del Sur y figura del Partido Republicano, está viendo su vida política amenazada por el demócrata Jaime Harrison, quien rompió todos los récords de una carrera al Senado al recaudar 57 millones de dólares en el tercer trimestre.

Elegido a la Cámara de Representantes en 1994 y al Senado en 2002, Graham aparece cabeza a cabeza con Harrison en los sondeos.

El presidente Donald Trump participará en un evento televisado este jueves, día en el que debería haberse celebrado el segundo debate presidencial junto al candidato demócrata Joe Biden, quien también tendrá una participación, en el mismo horario, en otro programa de televisión.

Ambos eventos tendrán lugar a las 20:00 horas. La cadena NBC News recibirá al inquilino de La Casa Blanca, mientras que la cadena ABC News lo hará con el candidato demócrata.

NBC News ha explicado que las pruebas diagnósticas de COVID-19 muestran que Trump ya no puede contagiar. Según un comunicado enviado a la cadena por el director de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), Clifford Lane, los test realizados al mandatario indican “con un alto grado de confianza” que “no propaga” el virus.

La presentadora Savannah Guthrie moderará el evento, de una hora de duración y el cual se celebrará a las afueras del Museo de Arte Pérez, en Miami, en el que también participará un grupo de votantes de Florida. La moderadora y el candidato republicano estarán separados por más de 3.6 metros de distancia.

De la participación de Biden no se han revelado mayores detalles.

Recordemos que Trump rechazó participar en el segundo debate, debido a la  decisión de la Comisión de Debates Presidenciales de cambiar el formato tras su contagio por COVID-19. La propuesta era que se realizara de manera virtual por cuestiones de seguridad.

Aún queda un tercer debate entre ambos, el 22 de octubre, pero no está totalmente confirmado que se vaya a celebrar ni en qué formato.

El primer debate, el 29 de septiembre en Cleveland, Ohio, se caracterizó por las continuas interrupciones y la imposibilidad de abordar en profundidad cuestiones de interés para los votantes.

El 51% de los empresarios mexicanos cree que la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos es más conveniente para México que una posible victoria de Joe Biden, al que apoyaron el 33% de los consultados, según una encuesta publicada este martes por la empresa Vestiga Consultores.

Sin embargo, el 60% de los 891 accionistas y directores generales participantes en el estudio consideraron que Biden tiene la probabilidad más alta de vencer en los comicios del próximo 3 de noviembre, por un 35% que otorga más posibilidades a Trump.

El socio director de Vestiga, Sergio Díaz, consideró que este apoyo mayoritario a Trump parece un cambio “virtualmente dramático con respecto a la atmósfera de incertidumbre, amenaza y confrontación que prevaleció hacia México por parte del entonces candidato y después presidente electo Donald Trump en el proceso de 2016″.

Díaz destacó como motores de este cambio la “renegociación exitosa” del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que Trump no ha “afectado económica o políticamente a México” y su relación “muy positiva” con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Esos factores han podido influir también en la consideración mayoritaria (53%) entre los empresarios de que una reelección de Trump convendría más a sus intereses de negocio, una preferencia que llega al 69% en las empresas del sector exportador y en los estados fronterizos el 72% de los encuestados compartieron esa percepción.

Solo el 31% de los empresarios consultados consideraron que una victoria de Joe Biden favorecería a sus intereses de negocio; 13% no manifestaron una preferencia.

La encuesta de Vestiga Consultores se realizó en 891 empresas de México pequeñas, medianas y grandes de todos los sectores por vía telefónica entre los días 23 de septiembre y 9 de octubre.

Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, tiene el apoyo del 63% de los posibles votantes latinos, comparado con un 29% que se inclina por la reelección del presidente Donald Trump, según una encuesta publicada este viernes por el Pew Research Center.

En la encuesta, realizada entre el 30 de septiembre y el 5 de octubre, Biden obtiene una ventaja general de diez puntos sobre Trump, con un 52% de la intención de voto, contra un 42% del mandatario.

Trump aparece con ventaja sobre Biden tan sólo entre los votantes blancos, de los cuales el 51% se inclina por reelegirlo, comparado con un 44% que parece dispuesto a votar por el candidato demócrata.

Las ventajas que Biden muestra son aún más pronunciadas entre los posibles votantes afroamericanos, con un 89%, y los de origen asiático con un 75%.

Entre todos los posibles votantes, la encuesta de Pew encontró que sólo entre los blancos Trump evoca sentimientos de simpatía (45%) mientras que un 39% de este grupo no tiene mucho afecto por el presidente. Los grados de antipatía aumentan al 72% entre los afroamericanos (vs 12%), el 55% entre los asiáticos (vs 24%) y el 54% entre los posibles votantes hispanos (vs 32%).

Entre los encuestados que expresaron su preferencia por Biden, el 72% indicó que está “extremadamente” motivado para votar, un sentimiento que comparte el 71% de los posibles votantes de Trump.

Pero ese entusiasmo, que comparten el 79% de los simpatizantes del aspirante demócrata y el 74% de los votantes del republicano, cae al 67% de los afroamericanos y el 57% de los posibles votantes latinos.

El Pew señala que la encuesta se realizó en inglés y español entre 11.929 adultos, incluidos 10.543 votantes registrados, y su margen de error es de 1,5 puntos.

El segundo debate electoral entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Joe Biden, programado para el próximo 15 de octubre, a celebrarse en Miami, Florida, será virtual, anunció hoy la comisión que los organiza.

El anuncio de la decisión de la Comisión para los Debates Presidenciales tiene lugar después de que tanto el presidente Trump como numerosos funcionarios de La Casa Blanca hayan dado positivo a COVID-19.

La decisión ha sido adoptada, según indicó la comisión, para “proteger la salud y seguridad” de todas las personas involucradas, y significa que los dos candidatos participarán desde sitios distantes.

“Los participantes en el debate y el moderador, Steve Sculli, productor ejecutivo y editor político de la Red C-SPAN, estarán ubicados en el Centro Adrienne Arsht para las Artes en el Condado Miami Dade, de Florida”, señaló la comisión.

Todavía ayer, dos días después de que el presidente Trump salió del hospital naval Walter Reed y retornó a La Casa Blanca, los portavoces de su campaña señalaron que el presidente estaba dispuesto a debatir con Biden quien ha insistido en que seguiría la recomendación de los expertos.

Sin embargo, el presidente Donald Trump afirmó esta mañana que no participará en un debate virtual, y sostuvo que la Comisión para los Debates Presidenciales “trata de proteger” al candidato demócrata con esa decisión.

“No voy a hacer un debate virtual”, dijo a Fox News. “Es inaceptable para nosotros”, añadió el republicano.

Por su parte la campaña de Joe Biden informó que el candidato contestará directamente a preguntas de los votantes la próxima semana, ante la negativa de Trump a participar en el debate virtual.

Incluso sugirió a la comisión cambiar de fecha el encuentro, con el fin de que el republicano “no evada” su deber.

“Ante la negativa del presidente a participar el 15 de octubre, esperamos que la Comisión de Debates mueva el ‘town-hall’ (formato que incluye preguntas de ciudadanos) de Biden-Trump al 22 de octubre, para que el presidente no pueda evadir su responsabilidad”, dijo la portavoz de la campaña de Biden, Kate Bedingfield, en un comunicado.

En la misma entrevista con la cadena Fox, el presidente Trump aseguró estar listo para reanudar sus mítines de campaña y reconoció el tratamiento experimental recibido tras contagiarse del coronavirus, aunque no hay manera todavía de determinar si esos medicamentos han surtido efecto.

“Me siento bien, muy bien, creo que estoy perfecto. Me siento tan bien que me encantaría tener un mitin de campaña esta misma noche”, declaró el mandatario añadiendo que no cree ser contagioso de Covid-19. “en lo absoluto”, remató.

Más de 50 exfuncionarios de seguridad nacional republicanos expresaron su apoyo al candidato presidencial demócrata Joe Biden, uniéndose a una de las varias organizaciones republicanas que se oponen a la reelección del presidente Donald Trump.

El grupo, llamado Exoficiales de Seguridad Nacional Republicanos por Biden, se lanzó en agosto pasado con 70 miembros.

Los nuevos apoyos lo llevarán a sumar cerca de 130 personas que han roto públicamente con el presidente Donald Trump, incluyendo a siete que sirvieron bajo su administración.

Otros trabajaron como altos funcionarios de defensa y seguridad en los gobiernos de los presidentes republicanos Ronald Reagan, George H.W. Bush y George W. Bush.

Entre las 56 nuevas personas del grupo que apoyan a Biden se encuentran Greg Brower, ex director adjunto del FBI; Larry Pfeiffer, exjefe de personal de la CIA y Alden Munson, exsubdirector de Inteligencia Nacional.

El grupo comenzará a publicar anuncios de periódico a partir de hoy en siete estados Que pueden decidir la elección del 3 de noviembre: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Florida, Arizona, Carolina del Norte y Texas, dijo una persona involucrada en el esfuerzo.

El anuncio acusa a Trump de no ser apto para el cargo de presidente y de haberle fallado a Estados Unidos con su respuesta a la nueva pandemia de coronavirus, que ha matado a más de 200.000 personas en Estados Unidos y ha desencadenado una grave crisis económica.

El grupo también emitirá un anuncio de televisión durante “Fox & Friends”, un programa de televisión que Trump suele ver. La propaganda presenta a Michael Leiter, exdirector del Centro Nacional de Antiterrorismo, acusando a Trump de volver más inseguro a Estados Unidos debido a su desprecio por los hechos, sus críticas a los funcionarios de inteligencia y su desdén por los aliados internacionales.

Entre las principales razones que la organización señala para no apoyar a Trump, están que el magnate “ha dañado gravemente papel de Estados Unidos como líder mundial”; adicional, aseguran que el hoy presidente ha demostrado que no está en condiciones de conducir al país durante una crisis nacional.

Adicional, acusan que Trump ha solicitado influencia extranjera, y con ello ha minado la confianza en las elecciones presidenciales. Acusan que el republicano se ha alineado con dictadores y no ha defendido los valores estadounidenses.

En temas de la contienda electoral, este jueves Facebook anunció que prohíbe desde ayer, la publicación de anuncios que hagan referencia a un supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales o que insinúen que el resultado de los comicios es ilegal, al igual que cualquier contenido que critique o ataque los distintos métodos de votación.

La compañía aclaró que las nuevas reglas, que se aplican tanto en Facebook como Instagram.

La medida llega un día después de que el presidente Donald Trump dijera en el primer debate electoral que la elección presidencial del 3 de noviembre estará “amañada”.

Trump fue especialmente crítico con el voto por correo y durante el debate se sirvió de una serie de pequeños incidentes para argumentar que el fraude ya estaba ocurriendo.

La Comisión de Debates Presidenciales de Estados Unidos implementará cambios al formato de dichos eventos tras el “desastroso y caótico” encuentro de anoche entre el presidente Donald Trump y Joe Biden.

El debate “demostró la necesidad de añadir estructuras al formato de los siguientes debates a fin de garantizar una discusión más ordenada de los temas”, anunció la comisión este miércoles.

El moderador Chris Wallace tuvo enormes dificultades para controlar el debate, que tuvo lugar en Cleveland, debido a las frecuentes interrupciones, principalmente de Trump.

Una posibilidad que se está discutiendo es darle al moderador la capacidad de cerrar el micrófono de uno de los participantes mientras su oponente está hablando, según una persona con conocimientos en el tema que habló con la condición del anonimato.

El próximo debate presidencial tendrá formato de asamblea pública y tendrá lugar el 15 de octubre en Miami.

Al respecto, Biden calificó este miércoles la actitud de su rival en el debate presidencial de “vergüenza nacional”, en referencia a las continuas interrupciones, que recibió varios llamados de atención del moderador.

“Quizás no debería decir esto, pero el presidente de Estados Unidos se condujo de una forma que creo que fue una vergüenza nacional”, dijo el demócrata durante un acto de campaña en Alliance, en Ohio, un estado clave para llegar a La Casa Blanca, donde Biden es favorito, según las encuestas.

“No sólo me atacó a mí y a mi familia. También atacó al moderador”, dijo el exvicepresidente de Barack Obama.

Wallace, de Fox News, pidió un debate más ordenado, y en un momento mirando a Trump, dijo: “El país estaría mejor servido si permitiéramos que ambas personas hablen con menos interrupciones. Le estoy pidiendo, señor, que lo haga”.

“Pídeselo a él también”, respondió el presidente. “Bueno, francamente, usted ha interrumpido más que él”, replicó Wallace.

Biden también se refirió a la polémica luego que Trump se negara a condenar a los grupos supremacistas blancos y enviara un mensaje de aliento al grupo Proud Boys, una formación de extrema derecha fundada en 2016 y que está vinculada a varios episodios de violencia contra manifestantes antirracistas.

Adicional, Biden dijo que los estadounidenses no se quedarían de brazos cruzados si el presidente Donald Trump pierde y se niega a retirarse, un día después de que el mandatario volvió a negarse a decir si aceptaría los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.

“El presidente se retirará. El pueblo estadounidense no lo tolerará. Ninguna agencia toleraría que eso suceda”, sostuvo el candidato demócrata.

El presidente Donald Trump y su rival en las elecciones, el candidato demócrata Joe Biden, se enfrentan esta noche en su primer cara a cara, en su primer debate en la carrera por llegar a La Casa Blanca.

La ciudad de Cleveland, en el estado de Ohio, ha extremado las medidas de seguridad antes del primero de los tres debates entre los dos candidatos, que comenzará a las 21:00 y durará 90 minutos.

Los candidatos debatirán desde podios situados a una distancia superior a la habitual debido a la epidemia de COVID-19, no se darán la mano, como es habitual en este tipo de debates, y hablarán ante un público reducido, de unas 80 ó 90 personas, todas ellas sometidas previamente a pruebas de coronavirus.

Para acceder al recinto de la Universidad de Case Western Reserve donde se celebrará el debate, los miembros de las campañas, invitados y periodistas también han tenido que someterse a pruebas rápidas para descartar que puedan ser portadores del coronavirus que causa el COVID-19.

Aunque el Servicio Secreto de Estados Unidos se encargará de la seguridad en el lugar del debate, las autoridades de Cleveland han cerrado al tráfico un perímetro de varias cuadras alrededor de la universidad, y han activado a los reservistas de la Guardia Nacional de Ohio por si surgieran disturbios.

Activistas de Black Lives Matter tienen programada una manifestación tres horas antes del debate para exigir “el final del reinado de terror de Trump contra la gente negra, las comunidades negras y las comunidades de color”, según una convocatoria en la red social Facebook.

Pese a que la mayoría de estadounidenses ya han decidido por quién votarán en noviembre y muchos ya han enviado por correo sus boletas, el debate puede ser significativo en los estados en los que las preferencias están muy ajustadas, como Ohio, donde se celebra el encuentro.

En 2016, Trump ganó ese estado por 8 puntos, pero en las últimas semanas Biden ha ido recortando distancias y ahora le saca una ventaja de apenas un punto porcentual, dentro del margen de error, según la media de encuestas de la web FiveThirtyEight.

Biden publicó este martes su declaración de impuestos del año pasado previo al primer debate, esto ante la polémica que envuelve a Trump, debido a sus escasas contribuciones al fisco.

En una llamada con la prensa, la directora de comunicación de la campaña del demócrata, Kate Bedingfield, desveló la publicación por parte de Biden y de su esposa, Jill, de su declaración de impuestos relativa al año 2019, de manera que hasta ahora han divulgado las declaraciones de 22 años.

La aspirante a la Vicepresidencia, la senadora Kamala Harris, y su marido, Douglas Emhoff, publicaron también su declaración de impuestos de 2019, con lo que los ciudadanos estadounidenses ya pueden acceder a las declaraciones de sus últimos 15 años para saber cuánto pagaron al fisco.

El presidente Donald Trump aseguró que Estados Unidos se puede convertir pronto en una Venezuela, si es que Joe Biden llegara a ganar las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

“Podemos ser una Venezuela también”, subrayó el republicano en el evento de “Latinos por Trump”.

“Lo empecé a decir hace dos años, esto realmente puede suceder”, agregó Trump durante la mesa redonda que acogió a puertorriqueños, colombianos, centroamericanos y cubanos y en la que dijo que Biden se había reunido con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin aclarar si fue algo reciente o, como sucedió realmente en 2015, durante su vicepresidencia.

Recordemos que el encuentro Biden-Maduro tuvo lugar en Brasilia durante la toma de posesión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil.

La nicaragüense Carla Salvatierra le dijo a Trump que ella sabía de primera mano qué es “escapar del comunismo”. “Sucede rápido”, le aseguró, a lo que Trump contestó que “sí”.

Relatos como el de la centroamericana dominaron la jornada en la ciudad de Doral, la que el presidente llamó la “Pequeña Venezuela” por su gran población venezolana y donde tiene su club Trump National Doral, donde se celebró el evento.

Más que preguntas, Trump recibió constantes elogios de los latinoamericanos, incluso el salón se inundó de aplausos cuando Salvatierra dijo que nadie más que él se merecía el Premio Nobel de la Paz.

“Gracias por todo lo que ha hecho por Israel”, manifestó la inmigrante.

Los participantes en el foro resaltaron la ayuda oficial a los pequeños negocios durante la pandemia de la COVID-19, las sanciones a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua y los “millones” para la reconstrucción de Puerto Rico tras el huracán María en 2017.

Del tema de Cuba y Venezuela no enfatizaron mucho los congregados y prevalecieron los relatos de boricuas, que en Florida ya alcanzaron una población de más de 1.3 millones y se inclinan más por los demócratas.

Activistas colombiados dijeron a Trump que necesitan “cuatro años más” de su gobierno, no solo por Estados Unidos, sino por América Latina, “porque usted está contra el comunismo”.

Durante el discurso previo a la mesa redonda, Trump criticó en varias ocasiones el respaldo del gobierno del presidente Barack Obama y su vicepresidente Biden al proceso de paz en Colombia impulsado por el expresidente Santos.

Trump por otro lado se mostró muy confiado del apoyo del voto cubano en Florida, un estado que según los demócratas tiene que ganar si no quiere perder un segundo mandato.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este lunes que está considerando a cuatro o cinco juristas para reemplazar a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg en la Suprema Corte y que anunciará a su nominado el próximo viernes o el sábado.

Trump siguió adelante con sus planes para realizar su tercera nominación para la Suprema Corte que consolidaría una mayoría conservadora de 6-3, mientras crece la duda entre republicanos sobre si respaldarán una decisión así semanas antes de una elección.

El mandatario republicano indicó en entrevista con Fox News que quería esperar por respeto a Ginsburg, una magistrada liberal que murió el viernes a los 87 años.

“Deberíamos esperar hasta que hayan concluido los servicios por la jueza Ginsburg”, afirmó.

La muerte de un icono liberal como Ginsburg agitó la campaña, ofreciendo a Trump y su partido la oportunidad de fortalecer su influencia sobre el tribunal, cuyas decisiones influyen en la mayoría de las esferas de la vida estadounidense, desde la salud hasta los derechos sobre las armas y el acceso al voto.

Trump dijo que la votación sobre su candidato a la Suprema Corte debería celebrarse antes de la elección del 3 de noviembre.

“Ganamos la elección y tenemos derecho hacerlo, así que tenemos mucho tiempo, bastante tiempo”, dijo Trump a Fox. “La votación final debería celebrarse antes de la elección. Tenemos mucho tiempo para eso”.

Al respecto, el candidato del Partido Demócrata a La Casa Blanca, Joe Biden, ha instado a los senadores republicanos a “seguir su conciencia” y aplazar hasta después de las elecciones de noviembre el debate sobre la vacante que dejó Ruth Bader Ginsburg.

Biden se ha dirigido durante un mitin en Filadelfia al “puñado” de senadores republicanos que, en la práctica, “decidirán” si finalmente hay un sustituto para Ginsburg antes de que pueda saberse quién será presidente de Estados Unidos durante los próximos cuatro años.

“No voten para confirmar a nadie nominado en las circunstancias que  Trump y (Mitch) McConnell han creado”, ha dicho, en alusión al líder de  la mayoría en la Cámara Alta. “Dejen que el pueblo hable”, añadió, apelando a los senadores que, según sus propias palabras,  “saben lo que conviene al país”.

En este sentido, Biden ha reivindicado su derecho a proponer el nombre del nuevo magistrado si es él quien se impone en los comicios del 3 de noviembre.

La senadora republicana Lisa Murkowski anunció este domingo que se opone a que se cubra la vacante antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre, con lo que son ya dos las legisladoras conservadoras que lo rechazan.

“Durante semanas he afirmado que no apoyaría ocupar una potencial vacante en la Suprema Corte tan cerca de las elecciones. Lamentablemente lo que entonces era hipotético ahora es nuestra realidad, pero mi postura no ha cambiado”, dijo Murkowski, que representa al estado de Alaska, en un comunicado.

“No respaldé aceptar una nominación (de un juez) ocho meses antes de las elecciones de 2016 para cubrir la vacante que dejó el juez (Antonin) Scalia. Ahora estamos incluso más cerca de las elecciones de 2020, a menos de dos meses, y creo que deben aplicarse los mismos estándares”.

De esta manera Murkowski se une a la senadora republicana por Maine Susan Collins en su oposición a que Ginsburg sea reemplazada en la Corte antes de los comicios.

Collins consideró el sábado que “la decisión de un nombramiento vitalicio para el Tribunal Supremo debería ser hecha por el presidente que sea elegido el 3 de noviembre”.

Recordemos que Ginsburg falleció el pasado viernes a los 87 años; con ella, la corte tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas, con lo que si Trump logra la confirmación de su nominado apuntalaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas y adoptar decisiones de suma importancia en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para su base de votantes.

Los jueces de ese tribunal son designados por el presidente y confirmados en el Senado.

Los republicanos son mayoría en la Cámara Alta con 53 de los 100 escaños, y necesitarían 51 votos para confirmar al nominado por Trump para la Suprema Corte, con lo que solo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente de la Cámara, el vicepresidente del país Mike Pence, pudiera emitir un voto de desempate.

Si aparte de Collins y de Murkowski, otros dos senadores republicanos se oponen a celebrar la confirmación del nominado por Trump antes de las elecciones, los demócratas tendrían entonces apoyo suficiente para evitar que se produjera la nominación.

Foto: Twitter @Politico

Twitter puso este miércoles la etiqueta de “contenido multimedia alterado” en un video que compartió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su rival y aspirante a La Casa Blanca, el demócrata Joe Biden.

El video que compartió el mandatario muestra a Biden reproduciendo el tema “Fuck tha Police” de NWA.

Sin embargo, en la grabación original, Biden sí saca su teléfono pero para reproducir el tema “Despacito” de Luis Fonsi, quien lo presentó en un evento del Mes de la Herencia Hispana en Florida la tarde ayer.

Trump tuiteó con el video editado: “¿De qué se trata todo esto?”.

El republicano se ha presentado durante su campaña como un mandatario que defiende “la ley y el orden”, en respuesta a las protestas generalizadas, la mayoría de ellas pacíficas, tras la muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció bajo custodia policial en Mineápolis.

Una portavoz de Twitter dijo que el video, que obtuvo más de 2.8 millones de visitas, fue etiquetado en base a su política de contenidos manipulados.

Las imágenes manipuladas fueron publicadas originalmente por The United Spot, cuenta que se describe como creadora de videos satíricos.