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En el tercer aniversario de la declaración de la pandemia por COVID-19, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que «confían» en que este año deje de ser una «emergencia de salud pública internacional».

«Confío en que este año podamos decir que la COVID-19 ha terminado como emergencia de salud pública de importancia internacional», aseguró el experto, pese a que reconoció que se siguen produciendo muertes por la enfermedad.

«La semana pasada todavía se registraron más de 5,000 muertes por COVID-19. Son 5,000 de más para una patología que se puede prevenir y tratar», lamentó Tedros.

Por ello, volvió a llamar a la unión entre los países para ofrecer una respuesta conjunta «basada en un compromiso compartido de solidaridad y equidad», y ha reivindicado el ‘Pandemic Accord’, que los países están negociando ahora.

«Es un acuerdo entre naciones para trabajar en cooperación mutua, no en competencia, para prepararse y
responder a epidemias y pandemias», explicó Tedros.

Fue en ese punto, donde el director de la OMS enfatizo que «está siendo negociado por países, para países, y será adoptado e implementado por países, de acuerdo con sus propias leyes nacionales», insistiendo en que se respetarán las competencias de los mismos.

«La afirmación de algunos de que este ‘Pandemic Accord’ es una violación de la soberanía nacional es sencillamente errónea», remarcó, agregando que «los países, y solo los países, decidirán lo que contiene el acuerdo, no el personal de la OMS».

Según Tedros, este acuerdo sería «un instrumento de derecho internacional», similar a los muchos otros acuerdos y tratados que las naciones han acordado. Por ejemplo, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático no otorga a las Naciones Unidas poderes para dictar las políticas de los países sobre el clima o la energía, y el Convenio Marco para el Control del Tabaco no otorga a la OMS poderes para regular el tabaco en ningún país», aclaró.

En este sentido, dijo que el papel de la OMS consistiría en ayudar a aplicar el tratado que acuerden los países, que, en un principio, recogerá todos los retos a los que se ha enfrentado el mundo «para garantizar que no se repitan los errores que se cometieron en esta pandemia».

Una nueva investigación suiza, que se presentará en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) el próximo mes, sostiene que el COVID largo o persistente es mucho menos probable al haber sido con Ómicron la primera infección.

El estudio suizo descubrió que los trabajadores sanitarios infectados con el virus original tenían hasta un 67% más de probabilidades de notificar síntomas de COVID largo que los que no habían padecido esta variante del virus.

Por el contrario, los trabajadores sanitarios cuya primera infección fue por la variante Ómicron tenían menos probabilidades de presentar síntomas de COVID largo.

La investigación también descubrió que tener Ómicron después de una infección de la primera variante no conllevaba un mayor riesgo de COVID largo o fatiga que tener una infección del virus original solamente.

El doctor Carol Strahm, de la División de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología Hospitalaria del Hospital Cantonal de St Gallen (Suiza), evaluó las tasas de síntomas de COVID largo en trabajadores sanitarios infectados por el virus SARS-CoV-2 de tipo salvaje, la variante Ómicron (BA.1) o ambos, y los comparó con controles no infectados.

En el estudio prospectivo participaron 1,201 trabajadores sanitarios, el 81% fueron mujeres, con una  mediana de edad de 43 años de nueve redes sanitarias suizas.

Los participantes, que fueron reclutados entre junio y septiembre de 2020, se sometieron a pruebas regulares de COVID y proporcionaron información sobre su estado de vacunación.

En marzo de 2021 (Q1), septiembre de 2021 (Q2) y junio de 2022 (Q3) rellenaron cuestionarios en línea en los que se les preguntaba cuál de los 18 síntomas prolongados de COVID experimentaban, si es que experimentaban alguno. Los síntomas más frecuentes eran la pérdida del sentido del olfato y el gusto, el cansancio y la debilidad, el agotamiento y la caída del cabello.

En el primer trimestre, el riesgo de síntomas prolongados de COVID fue un 67%mayor en los 157 trabajadores sanitarios que habían tenido la infección original que en los controles no infectados con esta variante. En el tercer trimestre, el riesgo de síntomas prolongados fue un 37% mayor en los que habían tenido la infección de tipo salvaje que en los controles.

En el caso de la fatiga se observó un patrón similar. En el primer trimestre, el riesgo de fatiga era un 45% mayor en los que habían tenido el virus original, pero en el tercer trimestre la diferencia entre los dos grupos ya no era significativa.

Sin embargo, los 429 trabajadores sanitarios cuya primera prueba positiva de COVID-19 fue para la variante Ómicron no tenían más probabilidades de manifestar síntomas prolongados de Covid-19 que los controles no infectados. Las tasas de fatiga también fueron similares entre los grupos.

El análisis también reveló que la reinfección tampoco conlleva un mayor riesgo de COVID persistente o fatiga que padecer solamente la infección por la primera variante. Del mismo modo, se probó que la vacunación no afecta al riesgo de padecer COVID largo.

Camila, la esposa del rey Carlos de Inglaterra y reina consorte, dio positivo a COVID-19, informó este lunes el Palacio de Buckingham.

«Tras sufrir los síntomas de un resfriado, su majestad la reina consorte ha dado positivo en las pruebas del virus COVID», dijo el Palacio en un comunicado.

El palacio añadió que la reina consorte, de 75 años, ha cancelado todos sus compromisos públicos para esta semana.

Tanto Carlos como Camila han recibido todas las vacunas contra el COVID-19, incluida una de refuerzo. Ambos habían contraído el virus en febrero del año pasado.

Pese a los síntomas que Presenta, la reina consorte está «de buen ánimo» y descansando, añadió el Palacio de Buckingham.

Camila tenía previsto viajar este martes al condado de West Midlands, en el centro de Inglaterra, donde iba a visitar una escuela de ballet y una biblioteca. También iba a estar presente el miércoles en una recepción en Clarence House para celebrar el segundo aniversario de su club de lectura en línea.

El jueves, Carlos III y la reina consorte habían previsto desplazarse a Milton Keynes para asistir a una celebración con motivo de la concesión del título de ciudad a la localidad, al noroeste de Londres.

Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado una nueva ‘super prueba’ que permite identificar varios virus respiratorios a la vez utilizando como «cebo» el ADN y que ofrece resultados diagnósticos muy precisos en menos de una hora.

La prueba, descrita en la revista Nature Nanotechnology, es capaz de detectar al mismo tiempo los virus respiratorios más comunes, como los de la gripe, rinovirus, el virus sincitial respiratorio (VSR) y el SARS-CoV-2, causante del COVID-19.

La temporada invernal de resfriados, gripe y VSR ha llegado al hemisferio norte, y el personal sanitario debe tomar decisiones rápidas sobre el tratamiento cuando los pacientes se presentan en su hospital o clínica, señala un comunicado de Cambridge.

«Muchos virus respiratorios tienen síntomas similares pero requieren tratamientos distintos: queríamos ver si podíamos buscar varios virus en paralelo», explica Filip Bošković, del Laboratorio Cavendish de Cambridge y primer autor del artículo.

Y es que según la Organización Mundial de la Salud, los virus respiratorios son la causa de muerte del 20% de los niños menores de cinco años. Si se consiguiera una prueba que pudiera detectar múltiples virus de forma rápida y precisa, podría suponer una gran diferencia, añade el experto.

Para Bošković, la investigación también es personal. «De pequeño, estuvo casi un mes en el hospital con fiebre alta. Los médicos no pudieron averiguar la causa de su enfermedad hasta que se dispuso de una máquina de PCR», relata.

Las PCR son potentes, sensibles y precisas, pero requieren copiar un trozo de genoma millones de veces, lo que lleva varias horas.

Por eso, los investigadores querían desarrollar una prueba sin necesidad de copiar el genoma, pero con la sensibilidad suficiente para ser útil en un entorno sanitario; este test utiliza como «cebo» cadenas simples de ADN, programadas para «pescar» regiones específicas en el ARN de los virus objetivos.

Una prueba de este tipo podría utilizarse en cualquier lugar, lo que ayuda a garantizar que los pacientes reciban rápidamente el tratamiento correcto y a reducir el uso de antibióticos injustificados, agrega por su parte Stephen Baker, otro de los autores del artículo.

El equipo demostró que la prueba puede reprogramarse fácilmente para discriminar entre variantes víricas, incluidas las del virus que causa el COVID-19. El método permite una especificidad cercana al 100% gracias a la precisión de unas estructuras programables.

«Este trabajo utiliza con elegancia la nueva tecnología para resolver de una sola vez múltiples limitaciones actuales», afirma Baker.

Cambridge Enterprise, la rama de comercialización de la Universidad británica, ha solicitado la patente de la tecnología.

China volvió a defender este jueves su manejo del nuevo brote de COVID-19 que vive, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicarfa que Pekín no estaba informando de manera completa las muertes por el virus.

El director de emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo ayer que los funcionarios chinos estaban subrepresentando los datos en varios frentes. Detalló que China las irregularidades en las cifras eran relativas a los ingresos hospitalarios, pacientes en unidades de cuidados intensivos y muertes.

Afirmó además que la definición de Pekín de muertes relacionadas con el COVID eran muy limitadas.

Y es que China eliminó sus estrictos controles de COVID el mes pasado después de las protestas en contra de las medidas, abandonando su política COVID Cero, que había «protegido» del virus a sus 1,400 millones de habitantes.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, dijo este jueves en una conferencia de prensa, que China había compartido de manera transparente y rápida los datos de COVID con la OMS.

Sostuvo que la «situación epidémica de China es controlable» y que esperaba que la OMS mantuviera una posición científica, objetiva e imparcial.

«Los hechos han demostrado que China siempre, de acuerdo con los principios de legalidad, oportunidad, apertura y transparencia, ha mantenido una comunicación cercana y ha compartido información y datos relevantes con la OMS de manera oportuna», dijo Mao.

Horas después de los señalamientos que hiciera la OMS, el presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su preocupación por el manejo del nuevo brote en China.

Estados Unidos es uno de más de una docena de países que han impuesto restricciones a los viajeros de China, algo que Beijing criticó y rechazó, al grado de anunciar que podría responder de manera ‘recíproca’.

El gobierno chino ha minimizado la gravedad de la situación en los últimos días. El diario estatal Global Times, dijo en un artículo que el COVID había alcanzado su punto máximo en varias ciudades, aunque las redes sociales han dejado al descubierto una realidad distinta en distintos puntos del país.

Los expertos en salud internacionales predicen al menos 1 millón de muertes relacionadas con COVID en China este año sin una acción urgente. La firma de datos de salud con sede en Reino Unido Airfinity ha estimado que alrededor de 9,000 personas en China probablemente mueren cada día a causa de COVID.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, encabezó este miércoles la primera rueda de prensa del 2023 del organismo, donde se mostró optimista sobre la evolución de la pandemia de COVID-19.

En la conferencia de prensa, el experto aseguró que «si se trabaja adecuadamente, este será el año en el que la emergencia pública acabe oficialmente».

Recordemos que la COVID-19 fue declarada emergencia internacional el pasado 30 de enero de 2020, antes incluso de que la enfermedad fuera bautizada, y cada tres meses un comité de emergencia de la OMS se reúne para revisar su situación.

Por ahora, la emergencia ha sido mantenida debido al elevado número de casos que se siguen presentando en todas las regiones del planeta, ahora con especial énfasis en China.

«Entramos ahora en el cuarto año de la pandemia con un mundo que está en una situación mucho mejor de lo que estaba hace unos años, gracias a los cuidados clínicos y la gestión de las vacunas y los tratamientos», dijo hoy el experto etíope.

Afirmó que durante la mayor parte de 2022, la COVID fue en descenso, mientras que la vacunación aumentó y se consiguieron progresos sostenidos en el acceso a las vacunas por parte de países de ingresos bajos y medios que habían sido olvidados en 2021 debido al «nacionalismo de vacunas».

Tedros recordó que la semana pasada la OMS aprobó por primera vez dos medicamentos genéricos contra la COVID (Nirmatrelvir y Ritonavir), producidos por una farmacéutica india, lo que aumentará el acceso de países menos desarrollados a tratamientos.

El máximo responsable de la OMS insistió en que pese a los progresos que se tienen «la COVID-19 sigue siendo un peligroso virus para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades», ya que cada semana siguen muriendo en el mundo cerca de 10,000 personas debido a la enfermedad.

Adicional, en la conferencia de la OMS, se informó que las autoridades sanitarias de China presentaron datos sobre los casos de COVID-19 al grupo de expertos de la organización, particularmente secuenciaciones del genoma, y subrayó que por ahora no ha identificado en ellos mutaciones del virus.

«Ninguna nueva variante o mutación significativa ha sido identificada en los datos de secuenciación públicamente disponibles», señaló la OMS tras una reunión del grupo de sus expertos sobre la evolución del virus con representantes del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC).

En la reunión, celebrada ayer después de numerosas peticiones de la OMS a China para que compartiera más información sobre la actual explosión de casos, se presentaron datos sobre más de 2,000 genomas de positivos por COVID-19 recogidos y secuenciados desde el 1 de diciembre de 2022.

China asegura haber «compartido datos e información» sobre los casos de COVID registrados en su país «de forma responsable», y volvió a pedir a la comunidad internacional que evite «politizar la pandemia».

«China ha estado compartiendo información y datos sobre la COVID de forma responsable. La comunidad internacional debe evitar politizar la pandemia», señaló hoy la portavoz de Exteriores Mao Ning en rueda de prensa poco antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofreciera un nuevo balance sobre la COVID y su evolución en el país asiático.

Igualmente, Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud de China, indicó que desde que estalló la pandemia hace tres años, China siempre se ha adherido a una actitud «abierta y transparente», y ha mantenido intercambios pragmáticos y cooperado con la OMS, así como con países y las regiones de todo el mundo.

«China ha celebrado dos reuniones de intercambio técnico con la OMS en las que mantuvo discusiones en profundidad sobre la situación pandémica, el tratamiento médico, la vacunación y otras cuestiones. China está dispuesta a continuar la solidaridad y la cooperación con la comunidad internacional, incluida la OMS, para ayudar al mundo a acabar con la pandemia lo antes posible», aseguró el funcionario.

Y es que la rápida propagación del virus en el país tras retirar las fuertes restricciones de su política COVID Cero, ha generado preocupación sobre la fiabilidad de los datos oficiales de contagios y muertes.

Como muestra: China ha reportado solo 15 muertes por COVID-19 desde que comenzó a levantar las restricciones sanitarias pasado 7 de diciembre, mientras que localidades y provincias han proyectado que una buena proporción de sus poblaciones se ha contagiado.

China anunció a finales de diciembre que reabriría sus fronteras el próximo domingo 8 de enero, por primera vez desde marzo de 2020, lo que ha provocado que varios países hayan decidido en los últimos días exigir a los viajeros procedentes del país asiático pruebas negativos de COVID para viajar a sus territorios.

Pekín calificó como «desproporcionadas» las medidas que han impuesto a los viajeros procedentes de su país, y ha anunciado que podría responder «recíprocamente» a los ciudadanos de dichos países.

A partir del 8 de enero, la COVID dejará de ser una enfermedad de categoría A en China, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para pasar a la categoría B, que contempla un control más relajado, marcando así en la práctica el fin de la política COVID Cero, que mantuvo al país cerrado al mundo por poco más de mil días y que afectó severamente su economía.

La Unión Europea y China parecen dirigirse a un enfrentamiento político grave por la crisis del COVID-19, esto luego de que Beijing rechazara las restricciones de viaje que algunos países del bloque han empezado a imponer a sus ciudadanos, y que se espera podrían ampliarse en los próximos días.

Beijing rechazó una oferta de ayuda de la UE, incluidas donaciones de vacunas, al insistir en que la situación de salud en su territorio estaba «bajo control» y que las provisiones médicas eran «suficientes», según el portavoz del gobierno, Mao Ning.

Y es que a medida que el bloque se acerca a imponer algún tipo de restricciones conjuntas a los viajeros de China, Beijing advirtió que los viajeros de la UE podrían enfrentar represalias similares.

«Nos oponemos firmemente a los intentos de manipular las medidas de COVID con fines políticos y tomaremos represalias con base en el principio de la reciprocidad», advirtió Mao.

Pese a la advertencia, la UE parece decidida a tomar algún tipo de acción conjunta para garantizar que los viajeros entrantes de China no transmitan nuevas variantes potenciales al continente.

«Los viajeros de China deben estar preparados para las decisiones que se tomen con poca antelación», advirtió en un comunicado el gobierno de Suecia, que ocupa la presidencia de la UE.

Varias naciones integrantes de la UE anunciaron medidas individuales durante la semana pasada, aunque paralelamente el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de la UE insistió en que la situación en China no representaba una amenaza inmediata para la salud en general.

«Las variantes que circulan en China ya circulan en la UE y, como tales, no suponen un desafío para la respuesta inmunitaria» de los ciudadanos de la UE, afirmó el centro europeo en su último reporte de impacto.

Recordemos que diversos expertos han dicho con anterioridad que las restricciones a los viajeros tendrían poco impacto en la contención de la enfermedad, aunque también insistieron en el valor de detectar potenciales variantes del COVID-19 que no estén en Europa en este momento.

Estados Unidos, Gran Bretaña, India, Japón, Australia y Canadá, así como varios países de la UE han impuesto medidas más duras contra el COVID-19 a los viajeros chinos ante la preocupación por la falta de datos sobre los contagios en el país y el temor a la propagación de nuevas variantes, mientras el país asiático combate un brote de coronavirus tras suavizar bruscamente las restricciones que llevaban en vigor casi toda la pandemia.

China, que durante la mayor parte de la pandemia adoptó una estrategia de COVID Cero con duras restricciones para erradicar el virus, relajó de forma abrupta el protocolo en diciembre pasado.

Las autoridades chinas habían anunciado antes que, a partir del 8 de enero, los viajeros procedentes del extranjero ya no tendrían que hacer cuarentena a su llegada al país, lo que allanó el camino para que la población volviera a salir del país.

El Informe Técnico Semanal sobre COVID-19 que emite la Secretaría de Salud señala que actualmente hay 13 mil 722 casos activos de COVID-19 en todo el país, lo que significa 5 mil 893 más que la semana pasada, cuando se reportaron 7 mil 829.

La dependencia informó que en la semana epidemiológica 48, que comprende del 27 de noviembre al 3 de diciembre, se registró un promedio diario de mil 181 contagios de COVID y una defunción a causa del virus SARS-CoV-2.

Sin embargo, este aumento de casos no es nuevo. En la semana epidemiológica  46, que abarcó del 23 al 20 de noviembre, hubo un promedio de casos de 785, y una semana después, en las 47, el promedio de nuevos contagios se disparó a 1,296.

En total, México acumula siete millones 145 mil 409 casos de COVID-19, así como 330 mil 592 muertes oficiales.

Las entidades con más contagios siguen siendo la Ciudad de México, el Estado de México, Nuevo León, Guanajuato y Jalisco. Sin embargo, los estados con más casos activos hoy en día son otros: Ciudad de México, Quintana Roo, Yucatán, Estado de México y Chihuahua.

Respecto a la Estrategia Nacional de Vacunación, la SSA indicó que la cobertura es de 84% en personas mayores de cinco años; por grupos de edad, alcanza 91% en mayores de 18 años; 64% en adolescentes; y 60% en niñas y niños de cinco a 11 años.

La Secretaría indicó que en temporada invernal incrementa el riesgo de infecciones respiratorias como COVID-19 e influenza, por lo que recordó que es necesaria la vacunación de personas que se encuentran en grupos específicos definidos para ello.

Pese a que hace algunas semanas se indicó que el uso de cubrebocas en espacios cerrados sería opcional, la SSA dijo que es indispensable mantener las medidas básicas de prevención, entre las que señaló el uso de mascarillas, la sana distancia y el lavado frecuente de manos, entre otras.

La Fórmula Uno (F1) confirmó este viernes que el Gran Premio de China no se llevará a cabo en 2023, siendo el cuarto año consecutivo en que la carrera se cancela debido a la pandemia de coronavirus.

La F1 no ha visitado el circuito de Shanghái desde 2019, dado que China mantiene una estricta política de confinamientos, pruebas del virus y restricciones de acceso por la pandemia, pese a que otros países en el calendario hayan relajado las medidas.

«La Fórmula 1 puede confirmar, luego del diálogo con el promotor y las autoridades pertinentes, que el Gran Premio de China de 2023 no se llevará a cabo debido a las dificultades actuales que presenta la situación del COVID-19», informó la F1 en un comunicado.

Indicó que se evalúan opciones alternativas para reemplazar el lugar en el calendario 2023, sobre lo que dijo, se dará una actualización a su debido tiempo.

El anuncio de la cancelación se da pese a que la F1 extendió su contrato con el Gran Premio de China hasta 2025 apenas el año pasado.

La carrera estaba programada para el próximo 16 de abril como la cuarta carrera de una temporada récord de 24 GPs. Habría sido la primera carrera en casa para Zhou Guanyu, el primer piloto chino en la F1 que hizo su debut con Alfa Romeo esta temporada y está contratado para el próximo año.

China realizó los Juegos Olímpicos de Invierno del año pasado en un entorno llamado «burbuja» con pruebas regulares de COVID para los participantes, pero fuera de eso ha organizado pocos eventos deportivos internacionales debido a la pandemia.

Recordemos que la política «COVID cero» ha generado protestas en China en las últimas semanas.

Al respecto, el presidente chino Xi Jinping dijo al presidente del Consejo Europeo Charles Michel que las protestas en su país se deben a la «frustración» de la población tras tres años de pandemia, y según funcionarios europeos, sugirió una mayor flexibilización de las medidas anticovid.

Las fuentes apuntaron que en la conversación, Xi señaló que la variante Ómicron, menos letal, podría permitir una flexibilización en las estrictas restricciones vigentes en China.

Michel habría sugerido a Xi que China siga el camino europeo de priorizar la vacunación y no los confinamientos.

Twitter informó que dejó de aplicar una política destinada a evitar la difusión de desinformación sobre el COVID-19, mientras su nuevo propietario, Elon Musk, sigue rehaciendo sus políticas de moderación de contenidos.

La medida se produce después de que el magnate, que ya se ha enfrentado a las autoridades estadounidenses por las normas de seguridad contra la pandemia, restableciera una serie de cuentas en la red social que habían sido previamente prohibidas por violar sus reglas de contenido.

«A partir del 23 de noviembre de 2022, Twitter deja de aplicar la política de información engañosa sobre el COVID-19», recién señaló la red en un mensaje publicado en una página web de transparencia.

Durante la pandemia, Twitter se dedicó a etiquetar los tuits engañosos sobre COVID y a expulsar a los usuarios que persistían en difundir esa información errónea.

El contenido prohibido incluía declaraciones que pretendían influir en las personas para que violaran las directrices de las autoridades sanitarias, junto con remedios falsos o la negación de hechos científicos, según un blog de Twitter.

Hasta septiembre de este año, Twitter había suspendido 11,230 cuentas bajo esta política, según el blog.

Recordemos que Musk, que también dirige Tesla, se enfrentó a las autoridades en 2020 por las órdenes de seguridad contra la pandemia que cerraron temporalmente la planta del gigante del automóvil eléctrico en California, calificando las órdenes de confinamiento en el lugar de «fascistas» y «un ultraje» que atentaba contra la libertad personal.

Bajo el mando de Musk, que se autodenomina «absolutista de la libertad de expresión», Twitter ha comenzado a restablecer unas 62,000 cuentas en lo que se denomina internamente «el Big Bang», según el blog de noticias Platformer. Entre estas cuentas se encuentra la del expresidente Donald Trump.

Sin embargo, no es lo único. Desde de que se hizo con la plataforma el mes pasado, Musk ha recortado alrededor de la mitad de la plantilla de Twitter, incluidos muchos empleados encargados de luchar contra la desinformación, mientras que un número desconocido de ellos han renunciado voluntariamente.

Además, el enfoque de Musk ha asustado a la principal fuente de dinero de la compañía: los anunciantes.

En las últimas semanas, la mitad de los 100 principales anunciantes de Twitter dijeron que suspenden o «aparentemente dejan de anunciarse en Twitter», según un análisis realizado por el grupo de vigilancia sin ánimo de lucro Media Matters.

Un estudio realizado por investigadores del Centro Alemán de Primates-Instituto Leibniz para la Investigación de Primates y la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nürnberg ha demostrado que el sublinaje de ómicron BQ.1.1, actualmente en aumento en todo el mundo, es resistente a todas las terapias de anticuerpos aprobadas.

Como resultado de una infección con el coronavirus o de una vacunación contra la COVID-19, se desencadena una respuesta inmunitaria que conlleva la formación de anticuerpos neutralizantes que ayudan a proteger contra la (re)infección con el SRAS-CoV-2 o contra un curso grave de la enfermedad.

Los anticuerpos neutralizantes protegen al unirse a la proteína viral de la espiga, que impide que el virus entre en las células. Sin embargo, debido a mutaciones en la proteína pico, algunas variantes del SARS-CoV-2, en particular la variante ómicron, evaden los anticuerpos neutralizantes y causan infecciones sintomáticas incluso en personas vacunadas o convalecientes.

Esto se denomina evasión inmunitaria y amenaza a los grupos de alto riesgo, como los adultos mayores y las personas con el sistema inmunitario debilitado, quienes a menudo no consiguen desarrollar una respuesta inmunitaria suficiente para protegerse de la enfermedad grave, incluso después de una vacunación completa.

Para proteger a los pacientes de alto riesgo, se administran anticuerpos producidos biotecnológicamente como medida preventiva o como terapia temprana al confirmarse la infección por el SARS-CoV-2.

Las mutaciones en la proteína espiga de las diferentes variantes del SARS-CoV-2 confieren resistencia a las terapias individuales con anticuerpos. Por lo tanto, es importante vigilar regularmente si los anticuerpos terapéuticos siguen siendo eficaces contra las variantes virales que circulan actualmente.

El trabajo, publicado en la revista científica ‘The Lancet Infectious Diseases’, ha investigado la eficacia de las terapias de anticuerpos aprobadas para inhibir las subvariantes ómicron actualmente en circulación.

Los investigadores descubrieron que la subvariante de ómicron BQ.1.1, que está aumentando en todo el mundo, es resistente a todas las terapias de anticuerpos disponibles.

Los investigadores descubrieron que la subvariante BQ.1.1 de ómicron no podía ser neutralizada ni por los anticuerpos individuales ni por los cócteles de anticuerpos. En cambio, la subvariante ómicron BA.5, actualmente predominante, seguía siendo neutralizada por un anticuerpo aprobado y dos cócteles de anticuerpos aprobados.

El gigante farmacéutico estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech anunciaron este jueves el lanzamiento de la primera fase de ensayo de una vacuna a base de ARN mensajero (ARNm) combinando la protección contra la gripe y el COVID-19.

Recordemos que ambos laboratorios ya han desarrollado una de las vacunas contra el COVID más vendidas. En 2020 fueron capaces de crear rápida y exitosamente la primera vacuna contra el COVID-19 aprobada en el mundo.

Una vacuna combinada a partir de la tecnología ARNm «podría simplificar las prácticas de vacunación contra estos dos agentes patógenos respiratorios, conduciendo potencialmente a una mejor cobertura para las dos enfermedades», declaró Annaliesa Anderson, directora científica de Pfizer.

Pfizer y BioNTech precisaron que será la firma de Maguncia, establecida en Alemania occidental, la que se encargará de probar la seguridad, la respuesta inmune y el nivel de dosis óptimo de una vacuna candidata combinada, reclutando 180 voluntarios sanos de 18 a 64 años en Estados Unidos.

Especificaron que el período de seguimiento para cada participante será de seis meses.

El ARN mensajero permite a las células humanas fabricar proteínas presentes en el virus para habituar al sistema inmunitario a reconocerlo y neutralizarlo.

La fase de prueba se utilizará para detectar «el potencial de las vacunas de ARNm dirigidas a más de un patógeno», detalló Ugur Sahin, presidente y cofundador de BioNTech.

Así, Pfizer y BioNTech se unen a otros laboratorios que también están tratando de desarrollar una vacuna combinada.

Moderna inició la fase 1 de una vacuna contra la gripe y el COVID, confirmó este mismo jueves el laboratorio estadounidense al margen del anuncio de sus resultados trimestrales.

A mediados de octubre, el laboratorio biotecnológico también estadounidense Novavax anunció los «resultados positivos del ensayo clínico de fase 1 y 2» de una vacuna de este tipo.

Qatar, anfitrión de la Copa del Mundo, eliminó el requisito de que los visitantes obtengan una prueba negativa de COVID-19 antes de partir hacia dicho país, informó el ministerio de salud.

Anteriormente, Qatar había dicho a los aficionados que asistieran al Mundial que debían mostrar una prueba de COVID-19 negativa, independientemente de su estado de vacunación, antes de partir por aire o en el cruce fronterizo.

Y es que Qatar espera una cifra sin precedentes de 1.2 millones de visitantes durante el torneo, que se jugará del 20 de noviembre al 18 de diciembre.

El Ministerio de Salud también eliminó el requisito de que los adultos muestren su estado de COVID-19 en una aplicación de teléfono inteligente de rastreo de contactos administrada por el gobierno llamada Ehteraz antes de ingresar a estadios u otros establecimientos como tiendas y restaurantes.

Sin embargo, los visitantes y residentes aún deben mostrar la solicitud antes de ingresar a un centro de atención médica, según el comunicado.

Qatar está aliviando las restricciones porque «el número de casos de COVID-19 (sigue) disminuyendo en todo el mundo y en Qatar, y debido al despliegue continuo del Programa Nacional de Vacunación COVID-19 de Qatar», señaló el gobierno en un comunicado.

La semana pasada, Qatar suavizó sus reglas sobre mascarillas y ahora solo requiere su uso para quienes visitan los centros de atención médica.

Qatar, que tiene una población de casi 3 millones de personas, ha registrado más de 440,000 casos confirmados de COVID-19 y 692 muertes por el virus, según datos oficiales.

México registró más de 1.12 millones de muertes durante 2021, siendo las principales causas COVID-19, enfermedades del corazón y diabetes mellitus, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Del total de un millón 122 mil 249 defunciones registradas durante 2021, un 57.6% fueron hombres, 42.3% mujeres. La mayor parte de estas defunciones se concentraron en personas de 65 años y más, con un total de 618,327 casos (59.59%).

El INEGI precisó que se registró una tasa de defunciones registradas por cada 10,000 habitantes de 88, superior en 2 unidades a la correspondiente a 2020. Según la serie histórica, esta es la segunda vez que se reporta una cifra tan alta.

La Ciudad de México encabeza la lista de la tasa de defunciones registradas por cada 10 mil habitantes con 138; le siguen Morelos (115); Colima (102); Puebla (99) y Veracruz (96). Las entidades en que menos defunciones registradas hubo fueron Baja California Sur, Durango, Chiapas, Aguascalientes y Quintana Roo.

En 2011, cuando comenzó el registro, fallecieron 590,693 personas, una cifra que ascendió paulatinamente hasta los 747,784 en 2019, y se disparó en 2020 al alcanzar 1,076,417.

El INEGI detalló que hubo un exceso de mortalidad de 704,358 personas de enero de 2020 a diciembre 2022, un 47.2% más a las esperadas para el mismo periodo anterior, cuando se estimaba que habría 1,490,355 decesos y en realidad ocurrieron 2,194,713 muertes.

Enero y agosto fueron los meses en que más defunciones se registraron, mientras que junio y diciembre fueron los meses en que menos. Las muertes en el hogar ocupan el primer lugar de ocurrencia, seguido de alguna clínica u hospital del IMSS y de la Secretaría de Salud.

Durante 2021, 1,037,551 defunciones se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, mientras que los homicidios sumaron 35,700; los accidentes 34,604; suicidios 8,432 y eventos de intención no determinada 5,898.

La COVID-19 fue la principal causa de muerte en el rubro de enfermedades y problemas relacionados con la salud con 238 mil 772 casos. En 2020 las muertes por el virus fueron 200 mil 270. Las enfermedades del corazón fueron la segunda causa con 225 mil 449, y la diabetes mellitus con 140 mil 729.

Los homicidios son la octava causa de muerte en la población en general y la sexta causa de muerte en hombres, que registran 31.263 asesinatos, casi la totalidad de los casos. Según los datos del INEGI, hubo una baja de los asesinatos al pasar de 36,773 en 2020 a 35,700 en 2021.

Los datos facilitados por el INEGI confirman que en México existe un desfase entre los muertos por COVID que ha reportado la Secretaría de Salud frente a los reportes de exceso de mortalidad, tanto generales como asociados al coronavirus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió hoy mantener la pandemia de COVID como emergencia sanitaria internacional ante las incertidumbres que persisten, en particular la relativa a la evolución del virus, que podría mutar para ser más peligroso y evadir la inmunidad.

«Aunque es obvio que la situación global ha mejorado desde que empezó la pandemia, el virus sigue cambiando y siguen habiendo incertidumbre y muchos riesgos», declaró a la prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Esta decisión fue recomendada por un grupo internacional de expertos que forman el Comité de Emergencia de la OMS, responsable de evaluar cada tres meses si la propagación de una enfermedad constituye una amenaza para la salud pública internacional.

Según los últimos datos notificados por los países a la OMS, las muertes por COVID-19 han bajado a un nivel comparable al inicio de la pandemia. Al mismo tiempo, dos tercios de la población mundial han recibido al menos la dosis inicial de alguna de las vacunas disponibles contra esta enfermedad.

No obstante, el Comité de Emergencia subrayó que las desigualdades en las tasas de vacunación no han desaparecido. Igualmente subsisten los problemas de acceso a los antivirales y otros tratamientos en países de bajos recursos.

El presidente del comité, Didier Houssin, explicó que levantar la declaración de emergencia relacionada con la COVID-19 podría llevar a que se levanten una serie de medidas sanitarias y sociales justo antes del aumento previsto de casos en el hemisferio norte en los próximos meses de invierno.