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El mandatario estadounidense, Joe Biden, hablará este jueves con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de la propuesta de reforma energética que presentó al Congreso. Así lo afirmaron funcionarios de alto rango de la Administración de Biden en una rueda de prensa telefónica.

López Obrador acude a Washington con su polémica propuesta de reforma eléctrica para limitar la participación de empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras, en el sector y fortalecer así la Comisión Federal de Electricidad (CFE), priorizando incluso el uso de combustibles fósiles.

Durante este jueves, López Obrador se verá con Biden en dos ocasiones, una durante una reunión bilateral y otra en la cumbre trilateral junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Preguntado sobre si la reforma del sector eléctrico estará en la agenda de alguna de las reuniones, uno de los funcionarios dijo que Estados Unidos está dispuesto a hablar todos los temas de cooperación económica, lo que incluye el asunto energético.

La fuente indicó que es un tema que se ha abordado ya, como resultado del Diálogo Económico de Alto Nivel entre EUA y México, y confirmó que Biden y López Obrador lo tocarán este jueves, como así harán en el futuro responsables de ambos gobiernos.

“Diré que, conforme seguimos de cerca las reformas energéticas propuestas por México, y (…) dada la dirección de la economía de EUA durante esta Administración, y la prioridad que este presidente (Biden) ha puesto en la emergencia climática, esta es una área donde vemos grandes oportunidades de colaborar, tanto con Canadá como con México”, dijo el funcionario.

Sobre este punto, a su llegada a la embajada de México en Estados Unidos, el canciller Marcelo Ebrard no descartó que durante la reunión se tocaran otros asuntos que no están en agenda, como la reforma eléctrica, un tema que ha levantado polémica al grado que empresarios y legisladores estadounidenses han enviado cartas al presidente Joe Biden solicitando que defienda sus intereses en México, al señalar que sí la reforma es aprobada se verían afectadas inversiones por alrededor de 44 mil millones de dólares.

Sobre el mismo tema, el presidente López Obrador dijo ayer en que si el presidente Biden o el primer ministro Justin Trudeau le mencionan algo, él no tendrá problema en explicarles los motivos y alcances de su reforma eléctrica. Señaló que ya se acabó la época en que las empresas extranjeras, principalmente españolas, veían a nuestro país como tierra de conquista, por lo que aseguró que sus pares de Canadá y Estados Unidos comprenderán el por qué de la reforma.

Todo listo por parte de México para la Cumbre de Líderes de Norteamérica que se celebrará mañana en Washington. Esta tarde arribó a la capital estadounidense la comitiva del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Es el canciller Marcelo Ebrard quien encabeza el equipo de trabajo del gobierno mexicano; junto a él, acompañarán al presidente la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; el director para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Fue justo el canciller quien ofreció un breve mensaje ante medios de comunicación, en el que confirmó la agenda que se tendrá mañana en Washington.

Destacó que será la primera vez que López Obrador se reúna con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, pues hasta ahora solo han conversado vía telefónica. Indicó que mañana sostendrán una reunión bilateral que durará aproximadamente 45 minutos, y en donde se tocarán entre otros temas, la reconciliación con los pueblos indígenas, la iniciativa que AMLO presentó en la ONU, entre otros.

Después el presidente López Obrador tendrá una reunión bilateral con Joe Biden, que de igual forma se prevé dure 1 hora, y entre los temas que se abordarán estará: actualización del Diálogo de Alto Nivel; que se extiendan los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro a Centroamérica; la producción y liderazgo de vacunas en Norteamérica, así como una actualización del entendimiento Bicentenario.

Posterior se llevará a cabo la reunión trilateral, donde se actualizará la visión de Norteamérica hacia el futuro, y se abordará el tema e la pandemia, la producción de equipo médico y trabajo científico sobre la pandemia; la integración económica, cadenas de valor y el desarrollo del sur de México vinculado a los fenómenos migratorios.

El titular de la SRE también informó que AMLO saludará a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, de 13:30 a 14:30 en su oficina en La Casa Blanca.

“Vamos a tener resultados positivos. Tenemos una visión optimista”, dijo Ebrard, aunque reconoció que no descartan que salgan a la mesa temas en que los países tengan posturas distintas. Dijo que mañana solo se generarán comunicados, y adelantó que aún se está valorando algún mensaje del presidente. Descartó que vaya a haber una conferencia o mensaje trilateral.

Por su parte La Casa Blanca dijo que “la cumbre ilustra nuestros esfuerzos para revitalizar Norteamérica como plataforma para el éxito económico”.

Será la primera vez desde 2016 que se celebra la cumbre trilateral, conocida popularmente como la de los “tres amigos” y que tuvo lugar por primera vez en 2005 en Texas, con una reunión entre los entonces presidentes George W. Bush y Vicente Fox, con el primer ministro canadiense Paul Martin.

Desde entonces, la cita se convocó con carácter anual, con contadas excepciones, hasta 2016, cuando Barack Obama, Enrique Peña Nieto y Trudeau se reunieron en Ottawa, Canadá.

No hubo ningún encuentro de este tipo durante los cuatro años de mandato de Donald Trump, que mantuvo una relación tensa tanto con Canadá como con México, aunque consiguió renegociar con ellos el tratado comercial regional para convertirlo en el T-MEC.

La reunión se producirá una semana y media después de que Estados Unidos abriera finalmente las fronteras con México y Canadá a los viajes no esenciales, tras más de un año de clausura por la pandemia.

El canciller Marcelo Ebrard y su homóloga canadiense, Mélanie Joly, hablaron este martes sobre energía, migración y las elecciones en Nicaragua, entre otros temas, durante una reunión en la Ciudad de México, de cara a la cumbre de líderes de Norteamérica que se realizará el jueves en Washington.

“Gran encuentro. Dialogamos sobre la fuerte relación entre Canadá y México y sobre la importancia del comercio y las inversiones, incluso en el sector minero y energético”, anunció la ministra de Exteriores de Canadá en sus redes sociales.

Tras el encuentro en la Cancillería, Joly reveló que también abordaron las situaciones en Nicaragua, Venezuela, Haití y la colaboración en materia de migración.

“Espero trabajar en estrecha colaboración y volver a vernos pronto en la Cumbre de Líderes de América del Norte para discutir las prioridades compartidas y encontrar soluciones de América del Norte a los desafíos de hoy y de mañana”, concluyó la ministra canadiense.

Por su parte, Marcelo Ebrard dijo que tuvo “el honor de recibir y conversar” con la nueva ministra canadiense y auguró “coincidencias relevantes y buena relación” en la cumbre de líderes del jueves.

Recordemos que López Obrador, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunirán por primera vez de forma presencial el próximo jueves en Washington. La última cumbre entre los líderes de Norteamérica, conocida como de los “Tres Amigos”, tuvo lugar en Canadá en 2016 y dejó de celebrarse durante la presidencia de Donald Trump.

Sobre la mesa de la reunión hay temas comerciales relacionados con el tratado de libre comercio entre los tres países , el T-MEC, el combate a la pandemia, el medioambiente y la situación migratoria.

Aunque no está en la agenda oficial del encuentro, la cita tendrá lugar en un momento de tensión por la propuesta de reforma eléctrica de López Obrador, que limita la participación de empresas privadas nacionales y extranjeras en el sector.

Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden y de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunirán con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunirán el próximo 18 de noviembre en Washington, donde celebrarán la novena Cumbre de Líderes de América del Norte.

“Se trata de la primera reunión presencial del presidente López Obrador con el presidente Biden y el primer ministro Trudeau y será la primera reunión trilateral a nivel de jefes de Estado desde hace cinco años”, dijo el canciller Marcelo Ebrard, al intervenir en la conferencia matutina de hoy.

La última cumbre entre los líderes de América del Norte, mejor conocida como de los “Tres Amigos”, tuvo lugar en 2016 y dejó de celebrarse con la llegada de Donald Trump a La Casa Blanca.

“Esta reunión, esta cumbre, está programada para el día 18 de noviembre de la semana entrante y tendrá verificativo en Washington”, añadió el secretario de Relaciones Exteriores. Según expuso, los tres líderes mantendrán una reunión trilateral de cerca de tres horas y posteriormente López Obrador mantendrá reuniones por separado con Biden y con Trudeau de aproximadamente una hora.

Ebrard detalló que los temas que el gobierno mexicano pondrá sobre la mesa en la cumbre son la cooperación para el desarrollo en el sur de México y en Centroamérica, la integración para promover la inversión, prepararse para una eventual próxima pandemia y explorar una recuperación económica más justa.

Ebrard explicó que esta cumbre, la número nueve entre líderes de Norteamérica, se celebrará en Washington porque le tocaba a Estados Unidos albergarla por orden rotatorio, mientras que la décima será en 2023 en México.

En tanto La Casa Blanca confirmó el encuentro en un comunicado en el que subrayó que espera que los tres países estrechen sus lazos y aborden una nueva etapa de colaboración.

Indicó que los objetivos (temas) serán: la pandemia, mejorar la competitividad y el crecimiento sostenible en la región, teniendo en cuenta los retos del cambio climático en la región y compartir una “visión regional para la migración”.

Tras definir esta región como la “más competitiva y dinámica del mundo”, Washington consideró que fortalecer la colaboración entre los tres países es esencial para “reconstruir mejor”, revitalizar el liderazgo de la región y responder a un número importante de retos regionales y globales, siempre con respeto por la soberanía de cada uno.

Esta cumbre será el tercer viaje al extranjero de López Obrador como presidente, tras la reunión en Washington con Donald Trump celebrada el año pasado y su participación ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York.

AMLO señaló que aunque no está en la agenda o temas planteados, si el presidente Joe Biden desea abordar el tema de la reforma eléctrica que se está discutiendo en México, le explicará con facilidad que lo que no quiere es que las empresas extranjeras sigan robando.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)  aseguró este lunes que “es muy positivo” el balance de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realizó el sábado en al capital del país, aunque reconoció “diferencias”.

“Hubo un buen encuentro a pesar de las diferencias, llevaba ya mucho tiempo que no se llevaba a cabo una reunión así porque no había coincidencias, había confrontación, esto se expresó en la reunión Celac, pero es parte de la diversidad”, afirmó el mandatario.

La cumbre de la Celac se efectuó el sábado con la presencia de 18 presidentes o jefes de Estado, 12 cancilleres y otros funcionarios de un total de 31 países de la región.

Llamado a que Estados Unidos cambie su relación con la región y renovadas críticas al papel de la OEA se hicieron presentes en la cumbre de la Celac, en que también surgieron cuestionamientos contra los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

López Obrador pidió a Washington el fin de las políticas de embargo y propuso una “nueva y vigorosa relación entre los pueblos de América”.

“Me parece que es tiempo de sustituir la política de bloqueos y malos tratos por la opción de respetarnos, caminar juntos y asociarnos por el bien de América sin vulnerar nuestras soberanías”, afirmó López Obrador.

López Obrador ha sugerido que la OEA es intervencionista y una herramienta de Estados Unidos; y aunque el gobierno federal lo había dejado entrever, durante la cumbre no se propuso formalmente dejar la organización. Más bien, se opuso a cualquier tipo de sanciones y dijo que las cuestiones de derechos humanos y democracia sólo deben considerarse si un país acusado de violaciones lo solicita y que en todo caso deberían dirimirse en “instancias verdaderamente neutrales”, como las de la ONU.

Sin embargo, Venezuela y Cuba fueron el punto de choque durante la cumbre, luego de que los presidentes de Paraguay y Uruguay cuestionaron la legitimidad democrática de sus pares Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.

Las fricciones en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños arrancaron cuando el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, reafirmó que no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela.

“Le digo al presidente de Paraguay: ¡ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina! (…). ¡Ponga usted, presidente Lacalle (de Uruguay), la fecha y el lugar!”, respondió Maduro ante el pleno.

Recordemos que Paraguay rompió relaciones con Caracas tras reconocer al opositor Juan Guaidó, quien en 2019 se autoproclamó presidente interino de la otrora potencia petrolera, sumida en una grave crisis que ha empujado a emigrar a millones de venezolanos.

Por su lado el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, afirmó que participar en la cumbre no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena (…), se utiliza el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores”.

“Vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela”, subrayó Lacalle ante sus colegas.

Estados Unidos elogió dicha condena. “Presidente de Uruguay @LuisLacallePou diciendo las cosas como son”, tuiteó Juan González, jefe para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de La Casa Blanca, junto a un video del discurso.

En marzo de 2020, el Departamento de Justicia estadounidense acusó a Maduro de “narcoterrorismo”, tráfico de drogas y posesión de armas, y ha ofrecido 15 millones de dólares por su captura.

Díaz-Canel también rechazó las declaraciones de Lacalle, afirmando que denotan su “desconocimiento de la realidad”, y lo acusó de imponer un “paquetazo neoliberal” en Uruguay.
“En mi país por suerte la oposición tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano”, reviró Lacalle, quien leyó un fragmento de la canción “Patria y vida”, himno de las protestas de julio en Cuba que dejaron un muerto, decenas de heridos y centenares de detenidos.

La declaración final de la cumbre llamó a un acceso justo y equitativo a las vacunas contra el COVID-19 y a democratizar su producción.

La VI cumbre respaldó además la creación de un fondo de la Celac para responder a los desastres naturales derivados del cambio climático, para el cual, según Ebrard, ya se han reunido 15 millones de dólares.

Integrada por 33 países, la Celac surgió en 2011 con el impulso del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, y otros gobernantes de izquierda como un contrapeso a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que forman parte Estados Unidos y Canadá.

El presidente Joe Biden reunirá en diciembre mediante videoconferencia a líderes mundiales para una “cumbre por la democracia”, convocatoria que ha sido catalogada como un desafío a China y una alternativa al encuentro tradicional del G20.

La reunión virtual, que se celebrará el 9 y 10 de diciembre, congregará a jefes de Estado y de gobierno, así como representantes de la sociedad civil y del mundo económico “de un diverso grupo de países democráticos”, informó La Casa Blanca en un comunicado.

Un año después, Biden planea reunir de nuevo a los mismos participantes, preferiblemente en persona, para evaluar los avances sobre tres temas principales que se discutirán desde esta primera edición: defensa contra el autoritarismo, lucha contra la corrupción y promoción de derechos humanos.

La Casa Blanca no especificó qué países están invitados a esta cumbre que se presenta.

Recordemos que los líderes del G20, que está integrado por las principales economías e incluye regímenes autoritarios como China y Arabia Saudita, deben reunirse a fines de octubre en Italia.

“El desafió de nuestro tiempo es demostrar que las democracias pueden mejorar las vidas de sus ciudadanos y atender los grandes problemas que enfrenta el mundo”, explica el comunicado, retomando un tema recurrente de Biden.

El mandatario estadounidense ha expresado su deseo de asumir nuevamente el rol de “líder del mundo libre” que tradicionalmente se otorga al ocupante de La Casa Blanca, luego de las políticas aislacionistas de su antecesor, Donald Trump.

La Casa Blanca describió la cumbre como una oportunidad para los líderes mundiales de escucharse unos a otros y a sus ciudadanos, compartir éxitos, impulsar la colaboración internacional y hablar de manera honesta sobre los desafíos de la democracia en el mundo.

La primera reunión entre los presidentes de EEUU y de Rusia, Joe Biden y Vladímir Putin, junto a sus respectivos ministros de Exteriores, ha durado casi dos horas en la Villa La Grange de Ginebra, informó el Kremlin.

“Hemos acabado el formato reducido” de la reunión, es decir los dos presidentes y sus responsables de la diplomacia, Serguéi Lavrov, y Antony Blinken, señaló el portavoz, Dmitri Peskov.

En el programa inicial estaba previsto en torno a una hora y quince minutos para este encuentro, que se celebró en una de las bibliotecas de la mansión construida en el siglo XVIII. Finalmente se prolongó casi dos horas, según Peskov, quien añadió que ahora hay un breve descanso.

La agenda de las conversaciones se iba a centrar en esta primera reunión en el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, temas de seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia.

Además de temas relativos a la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus.

Tras el descanso ambos líderes pasaron al formato ampliado, en el que participan además de Putin y Biden cinco asesores de cada una de las delegaciones. Después aún habrá una segunda parte en el formato extendido antes de que los mandatarios ofrezcan una rueda de prensa por separado.

El formato ampliado estará dedicado, entre otros temas, a conflictos y crisis regionales: Oriente Medio, Siria, Libia y Ucrania, el programa nuclear iraní, el arreglo en Afganistán,y la situación en la península coreana y en Nagorno Karabaj.

Putin y Biden, que se saludaron con un apretón de manos, iniciaron su cumbre con un breve intercambio de palabras ante las cámaras de televisión de todo el mundo.

El estadounidense dijo que es mejor verse cara a cara y el ruso apuntó que esperaba una reunión “productiva”. El primero en hablar fue Putin, quien destacó que “se han acumulado muchas cuestiones en las relaciones ruso-estadounidenses que requieren una reunión al más alto nivel”.

“Espero que nuestro encuentro sea productivo”, apuntó el líder ruso, quien agradeció a su homólogo “su iniciativa de celebrar esta reunión”. Biden respondió con un “gracias”.

El presidente estadounidense agregó que durante esta jornada intentarán determinar dónde están sus intereses mutuos y dónde están sus desacuerdos. “Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.

Más tarde, Putin valoró positivamente la cumbre con su homólogo estadounidense y afirmó que “no hubo ninguna hostilidad” pese a las discrepancias existentes.

“Considero que no hubo ninguna hostilidad. Al revés. Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones”, afirmó.

Además informó que junto a Biden acordaron el regreso de sus respectivos embajadores luego de diferencias en ambos países. “Regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exactamente es una cuestión puramente técnica”.

Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington estaban muy degradadas desde que el actual mandatario estadounidense llegó al poder en enero. Recordemos que después que Biden comparara a Putin con un “asesino”, Rusia llamó a consultas en marzo a su embajador Anatoli Antonov y dijo que su par estadounidense en Moscú, John Sullivan, debería regresar a Washington.

Sullivan abandonó Moscú en abril cuando ambos países anunciaron una ola de sanciones y de expulsiones de diplomáticos.

En un mensaje a medios, Biden calificó de “bueno” y “positivo” el tono de la cumbre con Putin, a quien dijo que infraestructuras críticas deben quedar al margen de ciberataques.

Indicó que comunicó a Putin que EUA y Rusia pueden colaborar en “áreas de estabilidad estratégica”, puntualizó que advirtió a Putin de que no tolerará ninguna interferencia electoral en Estados Unidos.

Biden dijo que dejó en claro a su homólogo que su agenda no es en contra de Rusia, sino que “es por el pueblo estadounidense”, y en ese sentido, aseguró que seguirá levantando la voz por casos de “derechos fundamentales”, como el del opositor ruso Alexéi Navalni.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) participó este jueves en la cumbre sobre cambio climático a la que convocó Joe Biden; y aunque La Casa Blanca ya había dicho que clima y migración serían temas que se atenderían por separado, AMLO decidió abordar el tema migratorio y su propuesta de visados.

López Obrador inició su intervención asegurando que nuestro país busca generar energía “limpia y barata” a través de hidroeléctricas, aunque a su vez defendió el uso del petróleo para el mercado interno.

“Aunque hemos descubierto tres grandes yacimientos de hidrocarburos, el petróleo que estamos descubriendo se destinará básicamente a cubrir la demanda de combustibles del mercado interno y se acabará con la práctica de exportar crudo”, dijo el mandatario.

López Obrador justificó su planteamiento indicando que de esta “forma ayudaremos a evitar el uso excesivo de combustibles fósiles”.

Aseguró que también se están “modernizado” las plantas hidroeléctricas del país para reducir el uso del combustóleo y el carbón para producir energía.

“La energía que se produce con agua es limpia y barata. Y de ahí que hemos decidido cambiar turbinas antiguas por equipos modernos, lo cual nos permitirá aprovechar el agua de los embalses para producir más energía sin construir nuevas presas y sin causar afectaciones”, remarcó López Obrador.

Y aunque previamente dijo que se había pedido que las participaciones fueran de aproximadamente 3 minutos, su mensaje se prolongó por cerca de seis.

En su intervención, López Obrador se dirigió directamente a su homólogo estadounidense para invitarlo a cooperar en la implementación del programa ‘Sembrando Vida’ en Centroamérica para frenar la ola migratoria.

Calificó este programa como una “experiencia exitosa”. “Posiblemente sea el esfuerzo más grande de reforestación en el mundo”, dijo López Obrador.

De esta manera, apeló a Joe Biden para que le ayude a extender este programa a Centroamérica. “Que juntos ampliemos dicho programa en el sureste de México y en Centroamérica para sembrar 3,000 millones de árboles adicionales y así generar 1.2 millones de empleos”, subrayó.

Dijo que México asumiría su parte económica y desde Estados Unidos se podría financiar dicho programa en Guatemala, Honduras y El Salvador.

“Agrego una propuesta complementaria, con todo respeto. El gobierno de Estados Unidos podría ofrecer a quienes participen en este programa que después de sembrar su tierras durante tres años consecutivos tendrían posibilidad de obtener una visa de trabajo temporal, y luego de otros tres o cuatros años podrían obtener hasta la residencia en Estados Unidos o su doble nacionalidad”, dijo.

López Obrador defendió que el fenómeno migratorio no se resuelve con medidas coercitivas sino con justicia y bienestar, y concluyó diciendo que Biden es un hombre “sensible” que conoce la valía de los migrantes para hacer crecer las naciones.

Sobre el tema, México y Estados Unidos coincidieron en la prioridad de reducir las emisiones de gas metano y recuperar las selvas del sur mexicano y Centroamérica, tras una conversación telefónica la tarde de ayer entre el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y John Kerry, enviado especial para el Cambio Climático de Estados Unidos.

El presidente Joe Biden inauguró este jueves la cumbre climática global a la que convocó, y que estaba dirigida a que los líderes mundiales profundicen los recortes de emisiones, con la declaración de que Estados Unidos y otras grandes economías “tenemos que conseguirlo”.

Estados Unidos prometió reducir a la mitad la cantidad de vapores de carbón y petróleo que emite.

“Reunirnos en este momento es para algo más que preservar el planeta”, dijo Biden desde un estudio de tipo televisivo a una cumbre virtual que reunió a 40 líderes mundiales. “Se trata de proveer un futuro mejor para todos”, dijo, y lo llamo “un momento de peligro, pero también de oportunidad”.

“Los indicios son inconfundibles. La ciencia es innegable. El costo de la inacción sigue acumulándose”, dijo.

El gobierno de Biden está trazando una visión de país próspero, con energía limpia, en que las fábricas producen baterías modernas para la exportación, los trabajadores dependen de una red eléctrica nacional eficiente y equipos sellan plataformas petrolíferas y gasíferas y minas de carbón abandonadas.

Su compromiso de reducir las emisiones estadounidenses por hasta 52% para el 20230 marca el regreso del país a los esfuerzos climáticos mundiales luego de cuatro años de retirada bajo el presidente Donald Trump. Japón, un importante consumidor de carbón, anunció su propio objetivo de reducción de 46% el jueves antes de la apertura de la cumbre.

La promesa de Biden requeriría el mayor esfuerzo climático realizado por Estados Unidos, elevando a casi el doble las reducciones a las que se había comprometido el gobierno de Barack Obama en el histórico acuerdo climático de París de 2015.

Los científicos dicen que los cambios climáticos causados por plantas de carbón, motores de automóviles y el consumo de combustibles fósiles en general agravan ya las sequías, las inundaciones, los huracanes, incendios forestales y otros desastres y que se acaba el tiempo para evitar extremos más catastróficos de calentamiento global.

Pero funcionarios del gobierno, al hablar del nuevo objetivo, revelaron aspiraciones y viñetas en lugar de planes concretos, líneas de presupuesto o propuestas legislativas para conseguirlo.

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris inauguraron la cumbre del Día de la Tierra, Biden desde la Casa Blanca ante líderes mundiales, incluyendo los de China, Rusia, India, los estados del Golfo Pérsico, aliados europeos y asiáticos y naciones costeras e islas que lidian ya con los efectos de los cambios climáticos.

El presidente López Obrador está convocado para asistir mañana de forma virtual a la Cumbre Climática organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con otros 39 Jefes de Estado. Biden ha sido claro desde que ganó la presidencia en la importancia de revertir el daño al combate al calentamiento global que se dio durante la presidencia de Donald Trump.

Por ello, su primer anuncio apenas llegó a La Casa Blanca, fue el del regreso de EUA al Acuerdo Climático de Paris. Fuera del rescate económico ante la pandemia, su otro gran anuncio ha sido el plan de infraestructura que está enfocado en acelerar el proceso para que la economía estadounidense sea verde y las emisiones de CO2 sean 50 por ciento por debajo de las que se emitían en 2005.

En el plan de infraestructura de Biden me sorprendió que busca, entre otras cosas, reemplazar todas las tuberías de agua del país para que estén libres de plomo. Eso es ayudar a la economía, ya que implicará una inversión de 45 mil millones de dólares, y además a la salud porque es bien sabido el daño que ocasiona el plomo del agua en los humanos.

El plan que el presidente de México presentará en esta cumbre va enfocado a la migración utilizando el programa Sembrando Vida que López Obrador considera el sello de su preocupación por el medio ambiente.

Este programa ha demostrado ser un completo fracaso. Lejos de ser la panacea que el presidente presume, mediante el cual se están plantando mil millones de árboles frutales y maderables a cambio de 4 mil 500 pesos, Sembrando Vida está generando deforestación.

Como los campesinos deben plantar las semillas que reciben como parte del programa para poder recibir los 4 mil 500 pesos, lo que están haciendo es talar y quemar sus tierras para poder tener en donde plantar los árboles. Pero el programa no se preocupa por saber qué árbol es nativo a cada lugar. Entregan semillas; piden que las planten y listo. Si después mueren más de la mitad, eso ya no importa.

Según imágenes satelitales recolectadas por el Instituto de Recursos Mundiales, el programa generó una deforestación de casi 80 mil hectáreas en su primer año. Así lo publicó el Instituto en su Análisis de los impactos en las coberturas forestales y potencial de mitigación de las parcelas del programa Sembrando Vida implementadas en 2019.

Pues este programa, con todo y sus fracasos, es la gran propuesta con la que llegará mañana AMLO a la Cumbre Climática. Ahí no solo va a presumir que Sembrando Vida es un éxito. Va a solicitar que el programa se expanda a Guatemala, Honduras y El Salvador y que esta ampliación la pague el gobierno de EUA para genera empleos y combatir la migración. Además AMLO quiere que quienes se adhieran en Centroamérica al programa puedan, al cabo de 3 años de trabajo, nacionalizarse estadounidenses si así lo desean.

No puedo imaginar la cara de Biden al escuchar esta propuesta de AMLO, el presidente que no lo quiso felicitar cuando ganó la elección de noviembre para no intervenir en los asuntos internos de Estados Unidos.

El record de México en materia de Medio Ambiente está manchado también por los asesinatos de activistas ambientalistas. Ya van cinco asesinatos en lo que va del año. El más reciente fue el 28 de marzo cuando fue asesinado en Oaxaca el activista ambientalista Jaime Jiménez Ruiz, quien se oponía a la construcción de proyectos hidroeléctricos en Río Verde. Todos estos asesinatos están impunes.

Pero AMLO quiere darle instrucciones sobre migración a Biden. AMLO, el ambientalista.

 

Columna completa en El Universal

Estados Unidos impuso este jueves sanciones a Rusia por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020 y su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds, además de que impuso castigos relacionados con las acciones rusas en Ucrania y Afganistán.

El gobierno del presidente Joe Biden anunció además la expulsión de Estados Unidos de diez miembros de la misión diplomática rusa en Washington, incluidos integrantes de los servicios de Inteligencia.

La Casa Blanca acusó formalmente al Servicio de Espionaje Exterior de Rusia (SVR) de haber “perpetrado” el ciberataque masivo que comenzó presuntamente en 2019 y penetró en los sistemas del gobierno estadounidense y grandes compañías mediante un programa de la empresa SolarWinds.

Hasta ahora, Washington solo había hablado de sus sospechas de que Moscú estuvo detrás de ese jaqueo, pero este jueves aseguró que la comunidad de inteligencia está “completamente segura” de que se trató del SVR.

“Al comprometer la cadena de suministro del software de SolarWinds, SVR pudo espiar o alterar potencialmente más de 16,000 sistemas informáticos en todo el mundo”, indicó La Casa Blanca.

En total, Washington sancionó a 6 compañías rusas por sus actividades de ciberespionaje, a 32 organizaciones y personas rusas por injerencia electoral; y a 8 individuos y entidades por la ocupación rusa de la península ucraniana de Crimea.

Además, el Departamento del Tesoro emitió una orden que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado principal de bonos emitidos a partir del próximo 14 de junio por el banco central ruso y otras instituciones del país, en un intento de coartar su venta de deuda soberana.

Las sanciones a Rusia responden a “acciones que ha tomado su gobierno y sus servicios de inteligencia contra la soberanía y los intereses de Estados Unidos”. Entre ellas se citan las supuestas recompensas que Rusia ofreció en 2019 a las milicias afganas por la muerte de soldados estadounidenses, reveladas el año pasado por el diario The New York Times.

Biden concluyó que todas esas acciones de Rusia suponen una “emergencia nacional” para Estados Unidos, una declaración que activa poderes para imponer una amplia gama de sanciones contra Moscú, ahora y en el futuro.

La Casa Blanca afirmó que, a pesar de las sanciones, no quiere continuar en una “trayectoria negativa” con Rusia, por lo que Biden ha propuesto a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que mantengan pronto una cumbre bilateral en un tercer país.

Al respecto, Rusia prometió una respuesta “inevitable” a las sanciones impuestas, además de que llamó al embajador estadounidense en Moscú para una “conversación difícil”.

“Estados Unidos no está listo a aceptar la realidad objetiva de un mundo multipolar, sin hegemonía estadounidense (…). Un comportamiento agresivo de este tipo recibirá una fuerte respuesta. La respuesta a la sanciones será inevitable”, declaró la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova.

Indicó que Washington debe entender que tendrá que “pagar el precio del deterioro de las relaciones bilaterales”, y aseguró que la responsabilidad de lo que está sucediendo recae enteramente en Estados Unidos.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que las sanciones “no ayudarán” a la organización de una cumbre entre Joe Biden y Vladimir Putin, tal como se lo propuso Biden en días pasado.

El presidente Joe Biden exigió este martes a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que “rebaje las tensiones” con Ucrania; esto durante una llamada telefónica que sostuvieron este martes, y en la que le expresó su “preocupación” por la movilización militar rusa en la frontera con ese país.

Durante la conversación, Biden le propuso a Putin mantener “una cumbre en un tercer país” en algún momento de los “próximos meses”, para “conversar sobre todos los temas que enfrentan Estados Unidos y Rusia”, informó La Casa Blanca.

La llamada es la segunda que sostienen ambos líderes que se ha hecho pública desde que Biden llegó al poder en enero pasado, y se produce después de que Rusia anunciara que había enviado dos ejércitos y tres unidades aerotransportadas a sus fronteras occidentales.

“El presidente Biden expresó nuestras preocupaciones por el repentino aumento de tropas en la Crimea ocupada y en las fronteras de Ucrania, y pidió a Rusia que rebaje las tensiones”, afirmó La Casa Blanca.

Y es que Ucrania ha alertado en las últimas semanas a la comunidad internacional del aumento de la presencia militar rusa cerca de su frontera y en Crimea, además del incremento de las violaciones del alto el fuego en el Donbás, donde desde 2014 se enfrentan el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.

Biden enfatizó el “férreo compromis”o de Estados Unidos con la soberanía e integridad de territorial de Ucrania, de acuerdo con su oficina.

Moscú aseguró este martes que el movimiento de tropas a la frontera se enmarca en ejercicios militares para hacer frente a las actividades de la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, reclamó después que Rusia detenga “de manera inmediata” su movilización alrededor de Ucrania.

Durante la llamada, Biden también le dejó claro a Putin “que Estados Unidos actuará de forma firme en defensa de sus intereses nacionales como respuesta a las acciones de Rusia, como sus intrusiones cibernéticas y su interferencia electoral”, indica el comunicado.

Recordemos que Estados Unidos sospecha que Rusia estuvo detrás de un ciberataque masivo que comenzó presuntamente en 2019 y penetró en los sistemas del gobierno federal y grandes compañías del país mediante un programa de la empresa SolarWinds, y ha prometido que habrá represalias por lo ocurrido en cuestión de “semanas”.

Además, las agencias de inteligencia de EUA acusaron en marzo a Rusia de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 a favor del expresidente Donald Trump, quien perdió frente a Biden.

El Kremlin ha negado cualquier injerencia electoral como una implicación en el ciberataque de SolarWinds; ahora a la tensión por esos temas se ha sumado la situación en Ucrania y la decisión de Biden de describir a Putin como un “asesino” durante una entrevista en marzo.

Pekín, Tokio y Seúl pidieron este martes a Corea del Norte que se abstenga de “provocaciones”, refiriéndose a su programa nuclear, esto durante una cumbre tripartita celebrada en China que estuvo marcada por un tímido deshielo de las relaciones entre Japón y Corea del Sur.

“Hemos reafirmado que la desnuclearización de la península (coreana) y la paz durable en Asia del Este son los objetivos comunes de los tres países”, indicó este martes el primer ministro chino, Li Keqiang, a la salida de esta cumbre organizada en Chengdu.

Corea del Norte “tiene que abstenerse de provocaciones”, señaló su homólogo japonés Shizo Abe precisando que se trata de un mensaje común de Pekín, Tokio y Seúl.

Y es que Pyongyang llevó a cabo recientemente pruebas en su base de lanzamiento de cohetes de Sohae, después de una serie de disparos de proyectiles en las semanas anteriores pese a varias resoluciones de la ONU.

En las últimas semanas el régimen de Kim Jong Un también ha hecho una serie de declaraciones contundentes y ha dado un ultimátum a Washington, dándole un plazo hasta fin de año y prometiéndole un “regalo de Navidad” lleno de amenazas si las negociaciones no avanzan.

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este martes que espera que Pyongyang desista de hacer este ensayo de misiles presentado como un “regalo de Navidad”.

“Tal vez es un buen regalo, tal vez es un regalo en el que me envía un hermoso jarrón en lugar de una prueba de misiles”, bromeó el dirigente republicano desde su club de vacaciones de Mar-a-Lago, en Florida.

Después del espectacular acercamiento de 2018, las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte se han estancado desde el fracaso en febrero de la cumbre de Hanói entre Kim y Trump. Japón, aliado de Estados Unidos, es habitualmente uno de los blancos favoritos de las pruebas de misiles del régimen de Pyongyang, cuyos artefactos suelen caer en el mar de Japón o sobrevolar el archipiélago.

La cumbre de Chengdu ha permitido también un acercamiento entre Japón y Corea del Sur con un encuentro, por primera vez en quince meses, entre Shinzo Abe y el presidente surcoreano Moon Jae-in.

En una rueda de prensa tras la reunión, el primer ministro japonés pidió a Seúl hacer lo necesario para que Japón y Corea del Sur “vuelvan a establecer relaciones sólidas”, y Moon hizo saber a su interlocutor la importancia de mantener “conversaciones francas” en persona para resolver diferendos entre sus países.

El jefe de la ONU, António Guterres, inauguró este lunes la Cumbre de Acción Climática con un mensaje de urgencia, pero también de esperanza: “Nos estamos quedando sin tiempo, pero aún no es demasiado tarde”.

“La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar. La crisis climática está causada por nosotros y las soluciones deben venir de nosotros. Tenemos las herramientas: la tecnología está de nuestro lado”, dijo Guterres en un discurso ante decenas de líderes internacionales.

El secretario general de Naciones Unidas insistió en que la cita de este lunes no es una Cumbre ni de discursos ni de negociaciones, sino una reunión para la “acción” que debe mostrar compromisos concretos.

En el marco de la Cumbre, enojada y con lágrimas en los ojos, la activista sueca Greta Thunberg acusó a los líderes mundiales de traicionar a su generación por su inacción frente al cambio climático.

“Vienen a nosotros, los jóvenes, buscando esperanza. ¿Cómo se atreven?”, preguntó al abrir la cumbre sobre el clima. “Han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras huecas, y sin embargo soy una de las más suertudas. La gente está sufriendo, la gente está muriendo, ecosistemas enteros están colapsando”, dijo la menor de 16 años.

Quien también sorprendió y no por sus declaraciones, fue el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien hizo este lunes una breve aparición sorpresa en la Cumbre, en la cual no tenía previsto participar.

Trump, que sacó a su país del Acuerdo de París de 2015 y no pronunció este lunes ningún discurso, se sentó durante unos minutos en la tribuna donde escuchó al primer ministro de India, Narendra Modi, a quien aplaudió.

Y aunque no se saludaron, circula en redes sociales un fragmento de video en el que de lejos, Greta observa la llegada de Trump a la Cumbre.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, acudirá a la Cumbre Mundial por los Premios Nobel de la Paz en Mérida, Yucatán, para la cena que se ofrecerá a los galardonados.

Así lo adelantó el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, quien explicó que AMLO ya le confirmó su asistencia a este encuentro internacional que se llevará a cabo el próximo 19 de septiembre.

De acuerdo con El Heraldo de México, López Obrador no inaugurará la Cumbre, será el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard quien lo haga en el Centro Internacional de Congresos.

Según indicó Vila, este es el evento más importante en la historia del estado, porque 30 ganadores del Premio Nobel de la Paz asistirán, y nunca han estado tantas personas: “de este nivel en México”.

Entre las primeras invitadas a la cumbre llegó Shirin Ebadi, originaria de Irán, quien en 2003 recibió el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en favor de la democracia y los derechos humanos.

Este domingo, Estados Unidos y Japón alcanzaron un principio de acuerdo comercial que el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro japonés dijeron esperaban firmar en Nueva York el próximo mes.

Si se finaliza, el acuerdo enfriaría una disputa comercial entre los dos aliados justo en momentos en que escala la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.

El representante comercial estadounidense Robert Lighthizer dijo que el acuerdo cubría agricultura, aranceles industriales y comercio digital. Los aranceles del sector automotriz continuarían sin cambios.

Trump dijo que Japón había aceptado comprar el exceso de maíz con el que cuentan los productores de Estados Unidos como resultado de la pelea comercial entre Washington y Pekín. Abe se refirió a una potencial adquisición del maíz y dijo que sería manejada por el sector privado.

“Es una transacción muy grande y hemos acordado en principio. Es por miles de millones de dólares. Tremendo para los productores agrícolas”, dijo Trump a los reporteros sobre el acuerdo durante un anuncio junto con Abe en el encuentro del G7 en Francia.

El líder japonés dijo que había trabajo por delante pero expresó optimismo de que se completaría para el momento de la Asamblea General de la ONU el próximo mes.

Lighthizer resaltó que Japón importa productos agrícolas de Estados Unidos por alrededor de 14 mil millones de dólares y dijo que el trato abriría mercados a más de 7 mil millones de dólares en productos.