Tag

Economía

Browsing

La economía estadounidense cayó a un ritmo anual del 5% en el primer trimestre de 2020 por los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus, siendo la primera caída trimestral registrada desde la crisis financiera de 2008.

El Departamento de Comercio de los Estados Unidos publicó hoy su tercer y último reporte sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) entre enero y marzo en el país, en el que mantuvo su anterior cálculo de una tasa anual del -5%.

Aunque el primer trimestre del año ya refleja parte del impacto de la crisis desencadenada por el coronavirus, los economistas apuntan al segundo trimestre como el periodo en el que se verá en toda su magnitud, con una contracción estimada de la economía que podría rondar el 30% anual.

La actividad económica en el país se paralizó durante casi dos meses por las medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad para contener la expansión del virus, que ha dejado más de 2.3 millones de contagios confirmados y 120,000 muertos por la pandemia.

La pandemia obligó a miles de empresas en EUA a cerrar o restringir severamente sus actividades para frenar la propagación del virus, lo que llevó el índice de empleo al 14.7%, una cifra récord, aunque ahora se encuentra en el 13.3%.

Esta situación provocó el desplome del PIB más grande desde la Gran Recesión, hace más de una década.

Ayer, en una revisión de sus previsiones mundiales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que la economía estadounidense caerá un 8% este año, casi dos puntos más que el 6.1% que preveía en abril pasado.

Para 2021, el FMI espera que Estados Unidos registre un crecimiento del 4.8%, una cifra prometedora pero insuficiente para una recuperación total de la actividad económica del país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rechazó la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé una caída del 10.5% de la economía en 2020. “Está muy pesimista”, dijo el mandatario.

“Yo estoy muy optimista a partir de datos objetivos, datos reales, datos duros. Sostengo que nos vamos a recuperar pronto”, sostuvo el mandatario en su conferencia matutina.

López Obrador recordó que se pronosticaba una caída del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre del año, y “no fue así”, sino que se quedó en el 1.4%.

AMLO reconoció que “el trimestre más difícil, sin duda, es este: abril, mayo y junio. Abril, mayo y junio”; en ese sentido, afirmó que en julio ya no va a haber pérdida de empleos.

Sobre la situación del empleo en el país, López Obrador recordó que en abril se perdieron 555,000 empleos, en mayo 340,000, y con eso dijo, “ya tocamos fondo”. Adelantó que en lo que va de junio, se tienen datos preliminares de que se han perdido 85,000 empleos; incluso dijo que en junio ha habido días en que se han registrados nuevos empleos.

El mandatario estimó que para finales de mes, habrá una pérdida total de aproximadamente 130,000 puestos de
trabajo formales.

“Sigo sosteniendo que (el crecimiento) va a ser una V, ya hay elementos. No como algunos que dicen que va a ser una L”, reiteró.

En sus ya singulares afirmaciones, AMLO dijo que México saldrá adelante, y dijo que si “estamos amargados, con odios, nos enfermamos. Eso no es bueno. Entre más estemos contentos, felices, alegres, nos va a ir muchísimo mejor. Hay un dicho que es muy certero: ‘Al mal tiempo buena cara'”

El presidente aprovechó para hablar de la candidatura de Jesús Seade, actual subsecretario para América del Norte a la dirección de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El mandatario insistió en que Seade es un experto en comercio internacional, por lo que reiteró su apoyo a la candidatura del subsecretario.

“Este organismo se fortalecería mucho con la dirección de Jesús Seade, ese es mi punto de vista”, apuntó.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó este miércoles que en la primera quincena de junio de 2020 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.32% respecto a la quincena inmediata anterior, por lo que la inflación anual se ubicó en 3.17%.

Comparado con el mismo periodo de 2019, las variaciones fueron de 0.01% quincenal y de 4.00% anual. La inflación reportada se ubicó por encima de lo esperado por analistas.

Al interior del INPC, el índice de precios subyacente presentó un alza de 0.29% quincenal y de 3.66% anual, mientras que el índice de precios no subyacente creció 0.39% quincenal y 1.63% anual.

En cuanto al índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se incrementaron 0.43% y los de los servicios 0.15% quincenal. La inflación subyacente es aquella que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles.

Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios retrocedieron 0.92%, en tanto que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 1.48% quincenal.

La alza del INPC se da como resultado de los índices de 106.495 y de 106.158 en la primera quincena de junio de 2020 y en la quincena inmediata anterior.

El índice de precios de la canasta básica presentó un incremento quincenal de 0.53%  y anual de 2.52%. En la misma quincena de 2019 las cifras fueron de -0.18 y de 3.59%, respectivamente.

La pandemia de Covid-19 está ocasionando daños más profundos y extendidos a la actividad económica que lo previsto inicialmente, dijo este miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI) al ajustar a la baja sus proyecciones sobre crecimiento económico.

El FMI detalló que su nueva proyección indica que el Producto Interno Bruto (PIB) global se contraerá 4.9% en 2020, lo que contrasta con el 3% que informó en abril pasado. Añadió que la recuperación en el 2021 será débil, ya que el crecimiento mundial se situaría en 5.4% en comparación con el avance de 5.8% estimado en el reporte anterior.

Aunque muchas economías han empezado a reactivarse, la institución dijo que las características singulares de las cuarentenas y el distanciamiento social han deteriorado la inversión y el consumo.

“Por lo tanto, existe un choque generalizado en la demanda agregada que incluye interrupciones en las cadenas de suministros provocadas por los confinamientos”, dijo el FMI en su informe Perspectivas de la Economía Global de junio.

La actividad en Estados Unidos registrará un declive de 8% y la zona euro se contraerá 10.2%. China, donde las empresas empezaron a reabrir en abril, será la única gran economía que presentará un crecimiento positivo en 2020, que llegará al 1%.

Las economías de Latinoamérica, donde los contagios de Covid-19 siguen creciendo, sufrieron los mayores ajustes en las estimaciones del FMI. La actividad económica de América Latina y el Caribe se desplomará un 9.4% en 2020.

“En América Latina, donde la mayoría de los países aún luchan por contener infecciones, prevemos que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9.1% y un 105%, respectivamente, en 2020”, detallan los expertos.

En cuanto a nuestro país, detalla que la proyección se ve afectada debido, en gran parte, a sus lazos con Estados Unidos. En su informe previo, el organismo proyectaba una caída de 6.6% de la economía nacional.

México es así el país de América Latina con la previsión más negativa, así como una de las cinco naciones en el mundo que se espera tenga un mayor golpe a su economía.

Las perspectivas para el 2021 mejoran ligeramente para ambos países respecto a lo proyectado en abril pasado, ya que el FMI espera ahora que la economía brasileña avance un 3.6% y que la mexicana lo haga un 3.3%.

El coordinador de los diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, afirmó que México enfrenta cinco grandes crisis: salud, economía, inseguridad, corrupción y falta de gobernanza, todas, con un gobierno que no ejerce el dinero y no sabe ejercerlo, no tiene transparencia ni rendición de cuentas.

Al participar en una conferencia de prensa virtual con el presidente nacional de su partido, Marko Cortés, y el coordinador de los senadores, Mauricio Kuri, el diputado aseveró que las cinco grandes crisis son una mezcla explosiva.

“La crisis de salud no atendida; segundo, la crisis de economía, que se descompone todos los días; tercero, la de inseguridad, que se incrementa; cuarto, de la corrupción, que también tiene casos cada semana; y la quinta, que es una falta de gobernanza, porque no hay un espíritu federalista del gobierno nacional hacia los gobiernos locales”, sostuvo Romero Hicks.

Acusó que además ha quedado claro que el gobierno no reconoce el Estado de derecho y no respeta instituciones.

Señaló que mientras en el país cada día mueren cientos de personas a consecuencia de la pandemia, y se pierden miles de empleos, el presidente sólo está concentrado en las elecciones; por ello, le pidieron se concentre en la atención de la pandemia, pues aunque se quiera simular y decir que ya se aplanó la curva, no es cierto.

Romero Hicks subrayó que la crisis de salud no empezó recientemente, inició desde el año pasado, cuando la 4T desmanteló el sector salud, el Seguro Popular, el presupuesto del área y las estancias infantiles, además de que desde el año pasado empezó el desabasto de medicinas.

Por otra parte, agregó que otra de las crisis que más está afectado al país, es la de la inseguridad. Indicó que se necesita una mayor cooperación entre la parte estatal y la parte federal.

La economía mexicana será de los países emergentes más afectados por la pandemia del Covid-19, con efectos negativos en el producto interior bruto (PIB), que podría cerrar el 2020 con una caída de hasta 12%, apuntó este viernes BBVA.

Las economías del mundo encaran un efecto devastador por las medidas de distanciamiento a causa de la pandemia, y en el caso de México, “será una de las economías emergentes más afectadas”, apuntó el BBVA en su reporte “La recuperación económica de México será lenta y con forma de raíz cuadrada”.

El grupo financiero explicó que la incertidumbre asociada al impacto económico de la pandemia y el tiempo que durarán las medidas de distanciamiento le han llevado a pronosticar que el PIB pasará del escenario base del -7% al escenario adverso de -12% al cierre del 2020.

BBVA consideró que la recuperación económica no ocurrirá en forma de “V” ni de “U”, como espera el gobierno, sino que será más parecida al símbolo de la raíz cuadrada, aunque una nueva ola de contagios haría que tuviera la forma de una “W”.

El banco estimó en su análisis que el efecto de la pandemia en el PIB del segundo trimestre del año será de entre -10.8% y -16% con respecto al primer trimestre del 2020.

“La magnitud de dicho efecto se desvanecerá muy gradualmente hasta ser menor a 1.0% dentro de dos y cuatro años, bajo los escenarios base y adverso, respectivamente”, señaló BBVA.

Añadió en su valoración que el desplome previsto del PIB mexicano en el segundo trimestre del 2020 no solamente será una preocupación para el desempeño económico del año, “sino también para los siguientes años”.

El grupo financiero reconoció que México tiene un espacio fiscal reducido para enfrentar los choques negativos actuales.  Aun así, consideró, la disciplina fiscal podría mantenerse mientras cualquier aumento del gasto público sea acompañado de una propuesta de reforma fiscal que entre en vigor cuando se haya superado la contingencia sanitaria.

La economía mexicana ya no está en la lista de los 25 países prioritarios del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED), reveló este martes la firma global de consultoría Kearney.

“Esto refleja que los inversionistas consideran que México es un destino menos atractivo para la IED respecto a otros países. Es la segunda vez desde la creación del índice en la que México se encuentra fuera, lo estuvo previamente en 2011”, advirtió la consultoría en un informe.

El índice se elaboró con base en una encuesta a 500 altos ejecutivos de las principales corporaciones del mundo realizada entre enero y marzo, antes de que la economía mexicana resintiera los efectos plenos de la pandemia de la COVID-19.

Para superar la crisis, el gobierno mexicano ha presumido el crecimiento anual de 1.7% en IED en el primer trimestre del año, hasta 10,334 millones de dólares, y el nuevo Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entrará en vigor el 1 de julio.

Sin embargo, la firma alertó que esto no será suficiente para atraer el capital extranjero.

“A pesar de la ratificación del T-MEC y el efecto ‘nearshoring’ (estar cerca de las cadenas de valor), México necesita reenfocar sus esfuerzos para recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros”, consideró.

México se encontraba en el lugar 25 del índice en 2019, aunque llegó a ocupar el octavo puesto en 2010 y el noveno en 2013 y 2015.  En esta ocasión, lo superan países como Brasil, en el lugar 22 y el único latinoamericano de la lista.

En los primeros cinco puestos aparecen Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón y Francia.  Las únicas economías emergentes que aparecen, además de Brasil, son China en el octavo lugar y Emiratos Árabes Unidos en el decimonoveno escalón.

“Los mercados emergentes y fronterizos sufrirán mucho más a manos de Covid-19. Está en juego una confluencia de factores, que incluyen infraestructura médica inadecuada, opciones fiscales limitadas, sobreendeudamiento significativo y niveles más altos de pobreza”, expuso Erik Peterson, coautor del estudio.

Este anuncio ocurre el mismo día en el que se reveló que México cayó tres posiciones en el Índice Mundial de Competitividad que elabora la escuela de negocios IMD Business School en conjunto con el Foro Económico Mundial (WEF).

El país está ahora en el sitio número 53 de un total de 63 tras la contracción del 0.3 % del PIB que sufrió en 2019. El factor que mayor influencia ha tenido en este declive es el económico; en los últimoscinco años el país pasó de la posición 23 a la 38.

México ha caído ocho lugares en el ranking desde 2016, pasando del lugar 45 al sitio 53.

El índice considera el desempeño económico, la eficiencia del gobierno, la eficiencia de los negocios y la infraestructura, como elementos para determinar la posición de los países. Esta medición se lleva a cabo desde 1989.

A pesar de algunas señales positivas recientes, persiste una “gran incertidumbre” sobre la recuperación de la economía de Estados Unidos, dijo este martes el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.

Y a menos que la población tenga certeza de que se superó la epidemia del Covid-19, “una recuperación total es poco probable”, advirtió en su testimonio semestral ante el Comité Bancario del Senado.

Powell prometió una vez más que la Fed usará todas sus herramientas para ayudar a garantizar la recuperación del país, que, según explicó, ha perjudicado más a las minorías y a los grupos de bajos ingresos.

Aunque hubo un repunte en el empleo en mayo, se perdieron casi 20 millones de puestos de trabajo desde febrero; Powell advirtió que la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en el trimestre abril-junio “probablemente sea la más grave registrada” en Estados Unidos.

Dijo que incluso con algunos datos prometedores, los niveles de producción y empleo permanecen muy por debajo de sus niveles previos a la pandemia, y persiste una gran incertidumbre sobre el momento y la fortaleza de la recuperación.

Powell aseguró que el golpe económico de los cierres de los negocios para contener la propagación del virus “no ha recaído por igual en todos los estadounidenses”; indicó que los menos capaces de resistir la recesión han sido los más afectados”.

Apuntó que la mayor pérdida de empleos se dio entre los hispanos, los afroestadounidenses y las mujeres.

Y dijo que “si no se contiene y revierte, la recesión podría ampliar aún más las brechas en el bienestar económico que la larga expansión había logrado empezar a cerrar”.

La economía de Estados Unidos entró en recesión en febrero, terminando 128 meses de crecimiento en medio de la recesión brutal causada por la pandemia.

Incluso antes de que entraran en vigor las órdenes de detener la actividad en todo el país a partir de mediados de marzo, la Fed redujo las tasas de interés a cero e inundó el sistema financiero con efectivo, y luego lanzó una serie de programas de préstamos para apoyar a las empresas, así como a los gobiernos estatales y locales.

Joe Biden dio a conocer este jueves un plan de ocho puntos para reabrir la economía de Estados Unidos tras la pandemia del nuevo coronavirus, Covid-19.

Al presentar su plan, Biden aseguró que está mejor preparado, a diferencia del presidente Donald Trump, para proteger a las empresas y los empleados, y crear más plazas sin tomar riesgos innecesarios para la salud.

El democrata prometió garantizar la aplicación de más prueba de Covid-19 virus y dotar del equipo de protección necesario para las personas que regresan al trabajo; además, propuso usar dinero federal para garantizar la licencia pagada para cualquier persona que se enferme.

“Trump básicamente ha tenido un plan de un punto: abrir negocios”, dijo Biden. “No hace nada para mantener seguros a los trabajadores, para mantener a las empresas abiertas y, en segundo lugar, hace muy poco para aumentar la confianza de los consumidores”.

El plan busca proteger contra la discriminación a las personas mayores, personas con discapacidad y otras personas con alto riesgo de infección por el coronavirus. Habló dd un programa de “compradores seguros” destinado a hacer que los consumidores se sientan más seguros. Proporcionaría dinero a los funcionarios estatales y locales para certificar a las empresas cumplan con las normas de prueba y realicen “verificaciones puntuales según sea necesario” para evitar la propagación del coronavirus.

También quiere dotar de mayores recursos a pequeñas y medianas empresas, así como inyectar capital para la reapertura de escuelas y centros de cuidado infantil.

El plan de Biden llega un día después de manifestar su preocupación de que el presidente Donald Trump tratará de “robarse” las elecciones de noviembre o se niegue a dejar La Casa Blanca si pierde.

En respuesta, la secretaria de prensa de la Casa Blanca acusó a Biden de “traficar teorías de conspiración”.

Sobre sus declaraciones, a Biden se le preguntó si había considerado qué pasaría si Trump se niega a dejar la presidencia si no es reelecto. “Lo he considerado”, dijo, antes de indicar que las fuerzas armadas pudieran intervenir para garantizar una transición política pacífica.

Los comentarios de Biden se produjeron en momentos en que Trump intensifica sus afirmaciones de que los votos por correo, que muchos estados han adoptado para evitar grandes congregaciones ante  la pandemia de coronavirus, aumenta las posibilidades de fraude.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió este miércoles al gobierno federal adquirir deuda por hasta 2% del PIB, tras el pronóstico del Banco Mundial (BM), que prevé una contracción de 7.5% de la economía para 2020.

En específico, la Coparmex pidió destinar dichos recursos al llamado salario solidario, una iniciativa para garantizar el ingreso de 19.9 millones de trabajadores afectados por la pandemia.

“Para implementarlo, hemos propuesto que los recursos se obtengan a partir de la adquisición de deuda de forma responsable. Consideramos que la adquisición de deuda del orden del 1% y 2% del PIB es totalmente sostenible dado nuestro nivel de endeudamiento”, aseguró en un comunicado.

La Confederación indicó que México se verá afectado por diversos frentes, tales como la caída en las exportaciones, la caída en los precios del petróleo y las medidas de confinamiento que afectan la actividad económica, sobre todo a
sectores como el turismo.

Pese a los efectos de la pandemia, López Obrador ha rechazado contraer más deuda pública al argumentar que su política de austeridad y el cobro de adeudos fiscales le permitirán apoyar a la población.

“Para poner en perspectiva, la aplicación del #SalarioSolidario para todo el empleo formal implica solo el 20% de dicha línea de crédito”, aseveró la Coparmex.

Destacó los remanentes de las reservas internacionales que entregará el Banco de México (Banxico) al gobierno en abril de 2021 por la depreciación del tipo de cambio, lo que “podría ser una fuente de recursos para pagar la contratación de deuda”.

La Confederación reprochó “el apoyo fiscal limitado” del gobierno ante la pandemia, que equivale a menos del 1% del PIB, según el FMI, situándose en el nivel más bajo de la región.

Además, solicitó al Gobierno no usar los recursos públicos “para un uso clientelar o para pagar ‘elefantes blancos’, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto de Santa Lucía, que en nada contribuyen a incrementar la competitividad y productividad del país”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo este miércoles que México atraviesa por el peor momento económico derivado de la crisis del nuevo coronavirus, Covid-19, aunque adelantó que pronto habrá un repunte.

“Hasta cierto punto es alentador (el panorama) porque estamos tocando fondo con la crisis económica. Sin embargo, en recaudación de impuestos y lo que tiene que ver con el impuesto sobre la renta tenemos 1.3% de aumento y en IVA tenemos un aumento del 0.5% a pesar de la situación tan complicada”, dijo el mandatario.

Detalló que los ingresos tributarios tienen 50 mil millones de pesos adicionales y en total 35 mil millones de pesos en comparación con el 2019.

También mencionó la recuperación del peso frente al dólar de las últimas semanas, que dijo, es un indicador positivo al igual que el alza del precio del barril de petróleo.

El presidente reconoció que una asignatura pendiente para lo que resta del año es la recuperación de empleos. Indicó que sólo en abril se perdieron 555 mil empleos, y en mayo, adelantó, la cifra rondará los 350 mil.

“Mi pronóstico es que vamos a perder en empleos de la economía formal alrededor de un millón con la crisis, por eso estamos incentivado la economía para crear dos millones de nuevos empleos y se están otorgando cuatro millones de créditos para pequeños negocios de la economía formal y de la informal y créditos personales”, agregó.

López Obrador admitió que la peor parte se la han llevado los trabajadores informales, por lo que insistió en el discurso que ha venido manejando al decir que si se atiende a los de ‘abajo’, se benefician los de ‘arriba’.

Sostuvo que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entrará en vigor el 1 de julio, ayudará a empresas nacionales y extranjeras. Puso como ejemplo que el sector de la maquila generará 3 millones de empleos y un millón la industria automotriz.

“México tiene una situación muy favorable. Tenemos confianza de que va a llegar más inversión extranjera por el Tratado y todo esto nos ayudará a reactivar la economía”, remató.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé una recesión mundial de 6% para 2020 si la pandemia de Covid-19 “permanece bajo control” y de 7.6% en caso de una segunda ola.

De acuerdo con las perspectivas económicas publicadas este miércoles, para 2021, la OCDE anticipa un fuerte rebote en el primer caso con un crecimiento de 5.2%, que se verá limitado al 2.8% si se produce una segunda ola de la pandemia.

“La elección entre salud y economía es un falso dilema. Si la pandemia no es controlada, no habrá recuperación económica robusta”, advirtió por videoconferencia el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, en referencia al impacto de la pandemia que obligó a confinar a la mitad de la humanidad.

A principios de marzo, mientras que el coronavirus ya había golpeado de lleno a China pero todavía no a las otras grandes economías del planeta, la OCDE apostaba por un crecimiento mundial de 2.4% para este año.

Se registre o no una segunda ola del nuevo coronavirus, “al final de 2021 la pérdida de ingresos superará a la de todas las recesiones anteriores de los últimos cien años salvo en periodo de guerra, con consecuencias terribles y duraderas para las poblaciones, las empresas y los gobiernos”, afirmó la economista en jefe de la OCDE, Laurence Boone.

La zona euro se verá particularmente afectada con un retroceso previsto del Producto Interior Bruto (PIB) de 9.1% en el escenario más favorable, y de 11.5% en caso de segunda ola en 2020.

En América Latina, Argentina tendrá un retroceso de 8.3% y 10.1% en su PIB respectivamente según ambos escenarios posibles. El impacto será algo más leve en Brasil: -7.4% o -9.1%.

En el caso de México, la OCDE apunta que la pandemia empujará a la economía a una recesión severa en 2020, impulsada por la contracción global, la caída en el turismo, menores precios del petróleo y las medidas de confinamiento interno necesarias tomadas.

Señala que el PIB caería en 8.6% este año si hay un segundo brote en lo que resta del año, y si se mantiene solo el brote actual, la economía se contraería en un 7.5%, con una recuperación en la segunda mitad del año liderado por las exportaciones y el consumo.

Advierte que en ambos escenarios, el nivel del PIB se mantendría más bajo que en a fines de 2019, ya que los sectores de turismo y exportación tardarán un tiempo en volver a los niveles previos a la pandemia.

Y aunque reconoce que México ha implementado una amplia gama de medidas fiscales, financieras y monetarias para enfrentar la crisis, la OCDE indica que dada la gravedad de la recesión, se justificarían medidas adicionales, las cuales deberían centrarse en proporcionar ayuda (ingreso) los trabajadores afectados, tanto en el sector informal como en el formal; añade que se debe evitar que desaparezcan empresas, así como reforzar la inversión privada, que será clave para lograr una recuperación en empleos, lo cual requerirá reducir la carga reguladora e incertidumbre.

Para Estados Unidos, la OCDE prevé una caída del PIB de 7.3% u 8.5%, respectivamente según los escenarios. China, que el año pasado creció 6.1%, sufrirá en 2020 una contracción de 2.6% en su economía, que puede ser de 3.7% si el virus regresa con fuerza.

Gurría instó a que la crisis actual sea la ocasión para una transición hacia un “crecimiento más sólido y más duradero”. “El objetivo no es regresar a la normalidad”, porque “la normalidad es lo que nos llevó adonde nos encontramos actualmente”.

Para que las economías puedan recuperarse, la OCDE propone reforzar los sistemas de salud y facilitar las evoluciones de los oficios reforzando al mismo tiempo la protección de los ingresos, así como volver más resistentes a las cadenas de abastecimiento.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó este martes, que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un crecimiento de 0.38% en mayo, respecto al mes inmediato anterior, así como una inflación anual de 2.84% .

El Instituto recordó que en el mismo mes de 2019 las cifras fueron de -0.29% mensual y de 4.28% anual.

Al interior del INPC, el índice de precios subyacente aumentó 0.30% mensual y 3.64% anual; por su parte, el índice de precios no subyacente se incrementó 0.66% mensual y 0.35% anual.

En el índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se elevaron 0.46% y los de los servicios 0.12% mensual.

En cuanto al índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.34% mensual y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 0.09%.

Si bien la inflación interanual se habría acelerado, se ubicó por debajo de lo que esperaba el mercado y dentro de la meta del Banco de México (Banxico), lo que podría dar margen de maniobra para seguir recortando la tasa referencial.

La estimación de un sondeo realizado por Reuters, entre analistas, apuntaba a una inflación de 2.97%. Banco Base, por su parte, previó que la inflación se colocaría en una tasa interanual de 3%.

El Banco Mundial revisó a la baja las previsiones de la economía latinoamericana en 2020, con una contracción del 7.2% en 2020, desde la proyección anterior que apuntaba una caída del 4.6% este año.

Así lo ha indicado la entidad a través de su informe de previsiones macroeconómicas globales de junio, en el que ha destacado que el Covid-19 ha empeorado de manera significativa las condiciones económicas de la región.

“Las condiciones económicas en América Latina y el Caribe han empeorado de manera dramática a raíz de los efectos que la Covid-19 ha tenido a través de América Latina y el Caribe. La región comenzó con un pequeño número de casos de Covid-19, pero las propagaciones en la región se han propagado de manera rápida. Además, en muchos países el número de casos registrados podría ser mayor a los datos oficiales”, ha explicado el organismo.

En concreto, el Banco Mundial subraya que las previsiones en América Latina y el Caribe, las cuales son “mucho peores que las de la crisis financiera global”, reflejan el deterioro en las condiciones financieras y la caída en los precios de las materias primas, así como la propagación de una recesión global.

Por países, el Banco Mundial proyecta una caída del 8% en 2020 y una recuperación del 2.2% en Brasil; en México anticipa una contracción del 7.5% en 2020 y un repunte del 3% en 2021; en Argentina apunta a un descenso del 7.3% en 2020 y una subida del 2.1% en 2021 y en Colombia estima una contracción del 4.9% en 2020 y un repunte del 3.6% en 2021.

Además, en Ecuador prevé un descenso del 7.4% en 2020 y una recuperación del 4.1% en 2021; en Bolivia contempla una caída del 5.9% en 2020 y un repunte del 2.2% en 2021; en Chile apunta a una contracción del 4.3% en 2020 y un repunte del 3.1% en 2021; en Perú se proyecta una caída del 12% en 2020 y una recuperación del 7% en 2021; y en Uruguay el informe prevé una caída del 3.7% este año y un repunte del 4.6% en 2021.

En Centroamérica, las previsiones para la economía estiman que se contraiga en un 3.6% en 2020, como consecuencia de las medidas de aislamiento social instauradas para evitar la propagación del Covid durante la primera mitad del año, así como por la caída pronunciada de las remesas, el detenimiento del turismo y una bajada en los precios de productos agrícolas con respecto a 2019. Las previsiones para 2021 de esta región apuntan a un crecimiento del 1.8%.

El informe explica que el crecimiento del 2.8% de Latinoamérica y el Caribe en 2021 se debe a que las medidas para contener el virus cada vez son menos intensas en los diferentes países, así como porque las condiciones financieras y las condiciones de la demanda externa apoyan más a la región.

Estados Unidos, por su parte, se contraerá un 6.1% este año y la zona euro un 9.1%, según el reporte de la principal institución de desarrollo mundial.

Adicional, señaló que la economía mundial se contraerá este año un 5.2%, el mayor desplome desde el fin de la II Guerra Mundial en 1945; Asia será la única región que registrará un crecimiento positivo, pronosticó el Banco Mundial (BM).

“Estas son unas perspectivas profundamente aleccionadoras, con una crisis que probablemente dejará cicatrices duraderas y planteará gigantes desafíos globales”, dijo Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidente de Crecimiento Equitativo del BM.

Los ingresos per cápita se prevé que desciendan un 3.6 % a nivel global, lo que supondrá que entre 70 y 100 millones de personas puedan quedar por debajo del umbral de la extrema pobreza (menos de 1.90 dólares al día).

El presidente Donald Trump afirmó este viernes que la peor parte de la pandemia del coronavirus en su país ya quedó atrás.

“Teníamos la mayor economía de la historia. Y esa fuerza nos permitió superar esta horrible pandemia, que ya hemos superado en gran medida, creo que nos está yendo bien”, indicó en una conferencia de prensa en la que celebró que el desempleo en mayo bajó a 13.3%, cuando en abril la tasa alcanzó un 14.7%.

Trump defendió su gestión de la crisis, aun siendo Estados Unidos el país con más muertes en todo el mundo, con más de 108,000 muertos a causa del coronavirus.

“Tomamos todas las decisiones correctas”, agregó en un mensaje en el que llamó a los gobernadores de los estados que todavía tienen medidas de confinamiento parcial a que levanten las restricciones.

El presidente estadounidense se refirió a la pandemia como la “plaga de China” y dijo que China, donde surgió la pandemia a fines de 2019, “se ha aprovechado enormemente de Estados Unidos”.

“Somos tan poderosos que podemos cerrar el país muy rápidamente, impedir que la gente de China venga a contagiarnos salvando miles de vidas, como incluso lo reconocen mis enemigos, y ofrecer estos números”, declaró Trump en una rueda de prensa desde La Casa Blanca.

Al afirmar que antes de la pandemia, Estados Unidos registraba el mayor número de empleados de la historia del país, anticipado que el país “volverá mejor el año que viene a no ser que aparezca una mala política, de izquierdas o ridículos acuerdos medioambientales cuando tenemos el aire más limpio de la era moderna”.

El presidente reconoció las medidas de cuarentena como “un mal necesario” antes de reiterar su deseo de reimpulsar la economía y la normalidad en todos los ámbitos, incluso dijo, se deben reabrir las escuelas en todo el país.

Y es que según han dicho diversos analistas, el aumento de empleos en mayo indica que las empresas han estado recontratando rápidamente a sus trabajadores a medida que los estados reanudan sus actividades económicas. Otra interpretación de las cifras es que el colapso del mercado laboral provocado por el coronavirus ha tocado fondo.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió este martes que la pandemia por el nuevo coronavirus podría ocasionar que 60 millones de personas en todo el mundo caigan en pobreza extrema este 2020.

Al presentar el Informe de Perspectivas de la Economía Global, correspondiente a junio de 2020, indicó que la economía global sufre un golpe devastador debido a la pandemia, pues las medidas de confinamiento ha provocado el cierre de diversas industrias, dejando grandes pérdidas económicas, y con ello afectando a miles de millones de personas.

Sostuvo que los países en desarrollo se enfrentan a una crisis económica y de salud sin precedentes.

“El alcance y la velocidad de los efectos devastadores de la pandemia de Covid-19 y los confinamientos económicos en los habitantes pobres de todo el mundo no tienen precedentes en los tiempos modernos. Las estimaciones actuales indican que 60 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema en 2020. Es probable que estas estimaciones aumenten aún más, lo que dependerá, primordialmente, de la reapertura de las economías avanzadas”, declaró Malpass.

Señaló que los pobres y los más vulnerables serán los grupos poblacionales más afectados, lo que se suma a la profunda desigualdad causada por el crecimiento que no fue lo necesariamente rápido para generar los empleos suficientes, y garantizar mayores ingresos y mejores niveles de vida.

Aseguró que desde el Banco Mundial están trabajando para limitar el daño económico y ayudar a los países a prepararse para una recuperación adecuada.

Ante ello, dijo que los países deberán propiciar una asignación ordenada de capital hacia sectores que sean productivos en las nuevas estructuras pospandémicas, utilizando sistemas que puedan construir y retener más capital humano y físico durante la recuperación. Adelantó que habrá la necesidad de nuevos tipos de trabajos, negocios y sistemas de gobierno.

Explicó que los recursos del Banco Mundial se han ampliando drásticamente, especialmente a los países más pobres; destacó que han alcanzado la implementación de programas de ayuda en más de 100 países en desarrollo.

Puntualizó que el informe de Perspectivas de la Economía Global señala una profunda recesión global, acompañada de un colapso en el comercio mundial, el turismo y los precios de los productos básicos y una volatilidad extraordinaria del mercado.

Advirtió que la pandemia también tendrá impactos socioeconómicos severos y duraderos que pueden debilitar las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo, reducir la inversión debido a la elevada incertidumbre y conducir a la erosión del capital humano.

Malpass reconoció que a pesar de los desafíos que se enfrentan, algunas de las preocupaciones que el Banco Mundial tenía no se han cumplido; por ejemplo dijo, la mayoría de las restricciones a la exportación que se anunciaron a principios del año no se han implementado, por lo que los precios mundiales de los alimentos se han mantenido estables.

“Estoy muy satisfecho con las acciones del personal del Banco Mundial para apoyar a nuestros países socios (…) Continuaremos tomando medidas amplias y rápidas en nuestra respuesta a las necesidades de las personas en los países en desarrollo”, remató.