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El Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados valora interponer una impugnación legal para evitar que el presidente pretenda convertirse en el jefe de campaña de Morena en los próximos comicios, lo cual indicaron los perredistas, transgrede la Constitución y las leyes electorales.

La coordinadora de la bancada del PRD, Verónica Juárez Piña, acusó que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está decidido a convertirse en jefe de campaña de Morena, rumbo a las elecciones federales intermedias de 2021.

“Ese es el principal objetivo de los spots que ya se están difundiendo en las televisoras con motivo del segundo informe, en los cuales Andrés Manuel López Obrador recicla las principales frases de sus campañas a la Presidencia y alude también al eslogan de la coalición electoral con la que ganó en 2018”.

SPOT 2018 – CAMPAÑA A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

La perredista indicó López Obrador debería de ocuparse en resolver las crisis económica y sanitaria, que enfrenta el país, y “no en andar favoreciendo a su partido o creando cortinas de humo para desviar la atención de los malos resultados de su administración en estos dos años”.

Señaló que dentro de ese “apoyo” que busca darle a su partido, es que no ha soltado el tema de impulsar una consulta ciudadana para preguntar si se debe enjuiciar a los expresidentes, en el marco de las elecciones de 2021, cuando precisó, es claro que no procede poner a consulta los derechos humanos de alguien.

Juárez Piña afirmó que el presidente no tiene voluntad real para combatir la corrupción,, pero si quiere obtener rentabilidad política de este tema, como en el caso Lozoya, que lo ha convertido en un “reality show”, armando un juicio mediático paralelo al proceso legal.

SPOT 2020 – SEGUNDO INFORME DE GOBIERNO

Más de 70 republicanos que ocuparon cargos de seguridad nacional en el Gobierno de Estados Unidos afirmaron que el presidente Donald Trump “carece del carácter y la competencia para conducir esta nación”, en una carta difundida este viernes.

“Nos preocupa profundamente el curso de nuestra nación bajo la conducción de Donald Trump”, indicaron los firmantes en la carta, entre los que están el exdirector de la Agencia Central de Inteligencia Michael Hayden, el exdirector de Inteligencia John Negroponte y el exsecretario de Defensa Chuck Hagel.

“Trump ha demostrado que carece del carácter y la competencia para conducir esta nación y ha incurrido en comportamientos corruptos que lo hacen inepto para servir como presidente”, continuó el documento.

Los exfuncionarios que firmaron la carta, entre ellos también el exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones William Webster, ocuparon cargos de seguridad nacional en las Presidencias de Ronald Reagan, George W. Bush, George H.W. Bush y también en la de Trump.

El texto afirma que Trump “ha dañado gravemente el papel de Estados Unidos como líder mundial”, ha solicitado la influencia extranjera y ha socavado la confianza en nuestra elección presidencial, se ha alineado con dictadores y ha insultado a las fuerzas armadas, las agencias de inteligencia y diplomáticos.

Señala que Trump “ha socavado el imperio de la ley”, ha deshonrado la Presidencia, ha dividido la nación, ha atacado y vilipendiado a los inmigrantes, y ha puesto en peligro la seguridad de Estados Unidos al trastornar el funcionamiento de las agencias de seguridad nacional.

Por todo ello, concluyeron, “estamos firmemente convencidos de que en el mejor interés de nuestra nación el (ex) vicepresidente Joe Biden sea elegido como el próximo presidente de Estados Unidos, y votaremos por él”.

La Convención Nacional del Partido Demócrata concluyó este jueves después de hacer oficial la candidatura de Biden para las elecciones del 3 de noviembre, en las cuales Trump busca un segundo mandato.

Durante la convención, otras figuras republicanas prominentes declararon su respaldo a la candidatura de Biden, incluido el exgobernador de Ohio John Kasich.

En junio, el exsecretario de Estado Colin Powell dijo que votaría este año por el candidato demócrata porque Trump “miente”.

Cuando faltan 74 días para la elección, todas las encuestas dan a Biden una ventaja entorno a los 10 puntos porcentuales sobre Trump, pero el presidente cuenta con un apoyo firme entre los republicanos.

El Partido Demócrata nominó formalmente la noche de ayer a Joe Biden como su candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre.

Los líderes del partido, políticos de nueva generación y votantes de todos los estados se unieron en una convención virtual debido a la pandemia por el coronavirus.

En lugar de en un centro de convenciones de Milwaukee como se planeó en un principio, los delegados participaron con una serie de intervenciones tanto grabadas como en vivo desde lugares del emblemáticos y simbólicos: el Puente Edmund Pettus Bridge de Alabama, la cabecera del Río Mississippi, una comunidad puertorriqueña que sigue recuperándose del un huracán y la Plaza Black Lives Matter de Washington.

Biden celebró su nominación junto a su esposa y a sus nietos en la biblioteca de una escuela en Delaware. Jill Biden, su esposa por más de 40 años, habló más tarde de él en términos profundamente personales.

A menos de tres meses de los comicios, presentó al político ante el electorado estadounidense como un hombre de gran empatía, fe y resiliencia.

“Hay momentos en que no podía imaginar cómo lo hizo, cómo puso un pie delante del otro y siguió adelante”, afirmó. “Pero siempre he entendido por qué lo ha hecho. Lo hace por ustedes”.

Los momentos más esperados de la convención tendrán lugar hoy y mañana. Kamala Harris aceptará su nominación como compañera de fórmula de Biden, convirtiéndose oficialmente en la primera mujer negra en la boleta presidencial de un gran partido.

El expresidente Barack Obama también intervendrá como parte de sus esfuerzos para derrotar a su sucesor.

Biden dará su discurso de aceptación mañana por la noche, en un salón de convenciones cerca de su casa, en Delaware.

El candidato aprovechó la segunda noche de las cuatro de la convención para mostrar a una serie de veteranos políticos, tanto demócratas como republicanos, que argumentaron que tiene experiencia y energía para reparar el caos creado por Trump tanto en el país como fuera.

El expresidente Bill Clinton, el ex secretario de Estado John Kerry, y el ex secretario de Estado republicano Colin Powell aparecieron ayer para hacer énfasis en un tema: el liderazgo importa. El expresidente Jimmy Carter, de 95 años, también hizo una breve aparición.

Algunos de ellos lanzaron ataques inusualmente personales contra Trump, todo en un intento de presentar a Biden como el contrapeso moral y competente del mandatario.

“Donald Trump heredó una economía en crecimiento y un mundo más pacífico”, señaló Kerry. “Y como todo lo demás que ha heredado, lo ha arruinado”.

Según Clinton, la Oficina Oval de Trump es un lugar de caos, no un centro de mando. “Si quieren un presidente que defina el cargo como pasar horas viendo la televisión cada día y atacando a gente en redes sociales, él es su hombre”, añadió.

Solo un presidente en activo ha perdido la reelección desde 1992, George H.W. Bush. Los partidarios de Biden dicen estar más motivados por la oposición a Trump que por el entusiasmo que despierta el candidato demócrata.

El presidente Donald Trump llamó este jueves “loca” e “izquierdista radical” a la aspirante demócrata a vicepresidenta, Kamala Harris, y dijo que junto con su virtual rival en las elecciones, Joe Biden, llevarían al país a una depresión.

“Es una izquierdista radical. Ahora intenta fingir que no lo es, pero es la persona más liberal del Senado de Estados Unidos. Ha hecho cosas terribles (…) y es una gran defensora de los impuestos, como Joe (Biden)”, aseguró Trump en entrevista con la cadena Fox.

Biden presentó este miércoles en Delaware a Harris como su compañera de fórmula en las elecciones del 3 de noviembre, y de cara a que la próxima semana se celebre la Convención Nacional demócrata, en la que será confirmado como candidato presidencial.

“Quieren impuestos por 4 billones de dólares, será el aumento de impuestos más grande de la historia (…) y destruirán la economía”, pronosticó Trump, quien agregó que con Biden y Harris “tendremos una depresión como nunca antes. Tendrás que remontarte a 1929”.

Sobre Kamala Harris aseguró que es “una especie de loca”, y criticó su comportamiento durante las polémicas audiencias de confirmación del magistrado del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh, quien fue acusado de abuso sexual por varias mujeres.

“Estaba tan enfadada y tenía tanto odio con el juez Kavanaugh que nunca había visto una cosa igual. Era la más enfadada del grupo (…) Todos son gente enojada de la izquierda radical”, añadió.

Sobre medio ambiente, una de las principales preocupaciones de los demócratas por el retroceso que ha habido en las normas para combatir el calentamiento global con el Gobierno de Trump, el mandatario dijo que la agenda de Biden y Harris es “absurda y loca”.

Trump va por detrás de Biden en las encuestas de cara a las elecciones del 3 de noviembre, que de celebrarse ahora darían un  49.4% de los votos al aspirante demócrata, frente al 42.4% del republicano, según el promedio de sondeos elaborado por Real Clear Politics.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) rechazó esta mañana que el gobierno federal pretenda intervenir en la realización de los comicios que se celebrarán este año, en Coahuila e Hidalgo, tal como lo han solicitado los partidos políticos, alegando la pandemia que afecta al país.

“Tiene que resolverlo el INE, ellos tienen que decidir, no el gobierno federal, no el Ejecutivo, no la Secretaría de Gobernación, es el INE el que tiene que decidir”, contestó AMLO al tema.

Afirmó que no le corresponde al gobierno federal intervenir en esos temas, pues además de que no es un tema de competencia legal para su administración, indicó que ya no son los tiempos de antes, donde los procesos electorales se manejaba desde la Secretaría de Gobernación.

“Queremos que de verdad haya autonomía en este instituto encargado de organizar las elecciones, en el INE, que sean independientes, que sean autónomos, que no dependan del gobierno. Ya no queremos lo que sucedía anteriormente, que les daban órdenes a los consejeros del INE para avalar irregularidades, por decirlo amablemente”, añadió el mandatario.

Al ser cuestionado sobre si la Secretaría de Salud podría intervenir al emitir algún decreto considerando la pandemia de Covid-19, el presidente dijo que no, y explicó que lo único en lo que podrían participar, como ya se ha hecho, es en la definición de los protocolos que se deben cumplir todos los mexicanos

Y es que el pasado 30 de julio, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) estableció como fecha de la Jornada Electoral de los Procesos Electorales Locales en Coahuila e Hidalgo el 18 de octubre de 2020, además de que  determinó la reanudación de las actividades inherentes a su desarrollo, mismas que habían sido suspendidas temporalmente el 1 de abril de 2020, con motivo de la pandemia.

En consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, señaló que, si bien es responsabilidad de la autoridad electoral garantizar el derecho al voto, ello no puede suponer entrar en conflicto o contradicción con otros derechos fundamentales, como es el derecho a la salud.

En su momento, Córdova Vianello enfatizó que el acuerdo se logró tras alcanzar un consenso entre el INE, los partidos, las autoridades electorales locales, los actores políticos y los gobiernos estatales.

El Consejero Uuc-kib Espadas refirió que la autoridad electoral ha enfrentado elecciones en condiciones adversas en materia de violencia e inseguridad y las elecciones no se han suspendido. “No podemos, en este momento, asumir el precedente de que las elecciones se dan obligatoriamente, a menos que las condiciones no lo permitan”.

En otros temas, el presidente López Obrador se refirió al tema de la inseguridad y combate a los grupos delincuenciales. Dijo que se terminaron los tiempos en que se protegía a un grupo para perseguir a otros, y señaló que eso es lo que tiene hoy en día en la cárcel al que fue secretario de Seguridad de Felipe Calderón, Genaro García Luna.

“Se aplica la ley por parejo, se tiene una nueva estrategia que consiste fundamentalmente en atender las causas que originan la inseguridad y la violencia, atender al pueblo, que no haya pobreza, que los jóvenes no sean abandonados para que no se vean obligados a tomar el camino de las conductas antisociales, que nos los enganchen, que puedan tener trabajo, puedan tener garantizado el derecho al estudio y que no haya corrupción, que no haya impunidad, que se utilice más inteligencia que la fuerza para que no haya torturas, masacres, todo eso que sucedía. Ahora es otra estrategia y nos está dando buenos resultados, vamos a seguir actuando de esa forma”, remató.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

 

Adolf Hitler fue nombrado canciller de Alemania el 30 de enero de 1933. Sin perder tiempo alguno, los dirigentes nazis desarrollaron una actividad frenética para consolidar el poder. El 4 de febrero, un decreto para la protección del pueblo alemán restringió los derechos de la prensa y autorizó a la policía prohibir reuniones y manifestaciones. En los días posteriores, presionaron al presidente Hindenburg para que convocara elecciones anticipadas. Ya en plena campaña electoral, plagada de irregularidades y coacciones, la sede del parlamento, el Reichstag, fue destruida por las llamas la noche del 27 de febrero. Hitler, Goering y Goebbels no esperaron a las primeras indagaciones. Esa misma noche, delante del calcinado Reichstag, culparon a los comunistas. Más allá de si el izquierdista neerlandés Marinus van der Lubbe fue el autor en solitario o fue manipulado por los nazis para incendiar el parlamento alemán, el atentado fue el pretexto para suprimir derechos constitucionales, iniciar la persecución de miles de opositores e imponer un régimen totalitario. Un día más tarde, consiguieron que Hindenburg rubricara el decreto para la Protección del Pueblo y del Estado, que suspendía los derechos de reunión, la libertad de expresión y de prensa y otras garantías constitucionales. La democracia de la República de Weimar no sobrevivió ni un mes al nombramiento de Hitler como canciller y al nacimiento del régimen totalitario nazi.

No pretendo sugerir aquí que Donald Trump sea Hitler ni que Estados Unidos hoy es la Alemania de entre-guerras. Pero que la democracia estadounidense encara en la actual coyuntura la intentona por parte de Trump para replicar un nuevo episodio de “fuego en el Reichstag” es inescapable. Y me refiero particularmente a tres eventos en los últimos diez días que han encendido focos rojos parpadeantes. El primer aviso vino con su ignominiosa entrevista de hace dos domingos con Fox News en la cual armó, a pregunta expresa de Chris Wallace, que no sabía si aceptaría los resultados de la elección y que todas las encuestas, incluida la de Fox -que le son desfavorables- son “fake news”. El segundo foco rojo no se ha apagado desde la ópera bufa del desalojo de la Plaza Lafayette en Washington en los días posteriores al asesinato de George Floyd y a las convulsiones sociales que detonó este nuevo incidente de brutalidad policiaca contra afroamericanos. El despliegue de agentes federales (particularmente de ICE y la Patrulla
Fronteriza) en Portland y otras ciudades donde no han amainado las protestas, es el capitulo más reciente del teatro autoritario de Trump en el cual quiere poner en escena imágenes de disturbios en ciudades gobernadas por Demócratas y alimentar su narrativa de “nosotros vs ellos”, de polarización y descontrol social, y de suburbios -de blancos, claro está- (que son clave si pretende reelegirse) amenazados por hordas de manifestantes urbanos de color que solo él puede defender. Y el tercer foco se prendió la semana pasada con un tuit del presidente sugiriendo
-ante la posibilidad de que más estados opten por el uso del voto por correo postal para mitigar el impacto del COVID- aplazar la elección presidencial porque, según él, esa modalidad de voto abonará a un fraude electoral.

Todo este caos, cilindrado por la Casa Blanca, es táctico y mete de lleno a EEUU al mundo del performance autoritario, un prototipo que ha existido en otras latitudes pero que apenas ahora yergue la cabeza en una de las democracias más emblemáticas del mundo. En muchos sentidos las acciones de Trump en este año de disrupción profunda han sido la crónica de un tuit anunciado.

Habrá quienes insistan que todo esto de nuevo configura el juego de espejos y humo al cual es tan adepto Trump. No les falta razón. De entrada, es un hecho que el presidente no tiene atribuciones constitucionales o legales para aplazar una elección general. Y el que el tuit en cuestión se diese el mismo día en el que se divulgaba la peor caída del PIB estadounidense en décadas abona a esa lectura. Pero el tuit es más que un mero distractor. Trump ha pasado toda su gestión polarizando al país y socavando a la democracia estadounidense, alegando que las elecciones -tanto la del 2016 que perdió por más de 3 millones de votos populares como la intermedia de 2018, en la
que perdió el control de la Cámara de Representantes y muchas gubernaturas- son fraudulentas, atacando a los medios de comunicación y minando la credibilidad de las instituciones y procesos democráticos. Y el COVID y la economía le están pasando un factura onerosa en las encuestas a Trump. Cuando este presidente dice, no obstante del deslinde de este fin de semana por parte del jefe de gabinete de la Casa Blanca, que está considerando retrasar las elecciones, los estadounidenses -y el resto del mundo- deberían dejar de hacerse el tonto y prestar atención.

Trump no podrá detener unos comicios pero bien podría socavar la democracia. Simplemente flotando la posibilidad de posponer una elección presidencial, una idea hasta ahora anatema en Estados Unidos y que evoca a países autoritarios con Estados de derecho frágil, podría erosionar el ingrediente más importante en una democracia: la convicción de la mayoría de que el resultado de una elección, independientemente de sus defectos manifiestos, será fundamentalmente legal. Cualquier sistema constitucional se mantiene unido por un salto de fe. Lo que está haciendo el presidente es sembrar desconfianza sobre la legitimidad del mero hecho de llevar a cabo una elección. Y el caos en Portland y las declaraciones y tuits del presidente podrían ser la primera escaramuza en una colisión por venir aún más incendiaria.

En las postrimerías de la elección de 2016, le recalqué a muchos amigos, tanto Demócratas como Republicanos, que los estadounidenses habían olvidado las lecciones que nos deja la historia del siglo XX con respecto a lo que ocurre cuando una democracia elige a demagogos chovinistas y xenófobos. Hoy, con una elección que se le está escapando de las manos a Trump, lo que ocurra en el camino a los comicios en Estados Unidos -y durante y posteriormente a la jornada electoral- tendrá repercusiones no solo para ese país, sino para la democracia liberal en el resto del mundo. De aquí a noviembre, todos, sin excusas, tenemos que hacer lo que nos toca para garantizar la derrota de Trump -y la de sus sicofantes y facilitadores- en las urnas.

El presidente Donald Trump sugirió este jueves, por primera vez de manera abierta, retrasar la elección presidencial del 3 de noviembre, retomando sus acusaciones de que la votación por correo, que se prevé aumente por la pandemia de Covid-19, pueda dar pie a fraudes.

Sin embargo, las fechas de las elecciones están fijadas en la ley federal, y no pueden ser cambiadas por el presidente, ya que es una facultad exclusiva del Congreso.

Como se ha vuelto costumbre, el presidente Donald Trump utilizó su cuenta de Twitter para señalar que “con el Voto Universal por Correo (no el Voto en Ausencia, que es bueno), 2020 será la elección más IMPRECISA / FRAUDULENTA de la historia. Será una gran vergüenza para EUA. ¿Aplazar la elección hasta que la gente pueda votar de manera debida y con seguridad?”

Su mensaje llega en un día de malas noticias para su gobierno, especialmente en temas económicos: se informó que la economía se contrajo a un vertiginoso 32.9% anual en el trimestre abril-junio, la peor caída trimestral de la historia.

La pandemia de Covid-19 ha provocado cierres de empresas, decenas de millones de empleos perdidos y una tasa de desempleo de 14.7%.

De acuerdo a expertos en seguridad electoral, no hay pruebas de fraude electoral generalizado en la votación por correo, incluso en estados que votan exclusivamente mediante el servicio postal.

Cinco estados votan exclusivamente por correo y aseguran que tienen instaladas las salvaguardas necesarias para impedir que un “actor extranjero hostil” altere el sufragio. Los expertos han indicado que el fraude en todas sus formas es inusual.

Trump ha venido manejando el mismo discurso en contra de la votación por correo o en ausencia desde hace varias semanas. Ha dicho que la votación por vía remota es el “mayor riesgo” para su reelección. Su campaña y el Partido Republicano han intentado combatirla, aunque en otros tiempos les dio una ventaja significativa.

El magnate, en desventaja en las encuestas públicas y privadas, se negó hace algunas semanas en una entrevista a comprometerse a aceptar los resultados, una amenaza similar a la que hizo semanas antes de los comicios de 2016.

“Tengo que ver. Vea… tengo que ver”, le dijo al periodista Chris Wallace durante una entrevista en “Fox News Sunday”. “No voy a decir que sí’, no voy a decir que no’ y la vez pasada tampoco lo hice”.

El mes pasado, Trump dijo en Arizona que “ésta será, en mi opinión, la elección más corrupta de la historia de nuestro país”.

En abril, el presidente había descartado la perspectiva de tratar de cambiar la fecha. “Ni siquiera se me ocurrió cambiar la fecha de la elección”, dijo. “¿Por qué habría de hacerlo? Tres de noviembre. Es un buen número. No, no veo la hora de que se haga esa elección”. “No estoy pensando en eso”, insistió. “En absoluto”.

Esta tarde, durante un conversatorio virtual, los diputados de Morena y del PT que buscaban tumbar las quintetas propuestas para ocupar una vacante en el Consejo General del INE, dieron a conocer que sí apoyarán a algunos candidatos en la mañana en la votación.

Al afirmar que “se ha política con lo que se tiene y no con lo que se quiere”, el vicecoordinador de la bancada del PT, Gerardo Fernández Noroña, indicó que de entre los 20 perfiles de las quintetas, se pueden “sacar perfiles decorosos”.

El legislador afirmó que hay perfiles en las quintetas que podrían hacer un papel “decoroso” en el Consejo General del INE.

Reconoció que sería una “irresponsabilidad” no llegar a un acuerdo y dar pie a que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quien defina por insaculación a los nuevos consejeros.

En ese sentido se expresó la diputada de Morena, Dolores Padierna, quien indicó que en las quintetas hay gente “cuya trayectoria no podrían objetar”, por lo que adelantó que seguirán revisando los perfiles que integran las quintetas, para encontrar a quienes serán propuestos a las bancadas de Morena, PT, PVEM y PES para ser apoyados, y eventualmente a los coordinadores del resto de las bancadas.

Dijo que presentarán seis o siete nombres a Mario Delgado, presidente de la Jucopo, para que sea entre esos perfiles que se elijan a los nuevos consejeros y consejeras del INE.

Ante los señalamientos que se hicieron en contra de  los diputados que se manifestaron en contra de las quintetas que el Comité Técnico de Evaluación presentó a la Jucopo, la diputada Ángeles Huerta de Morena aclaró que nunca se buscó imponer candidatos“.

Según ha trascendido, los perfiles que podrían obtener el apoyo de los diputados de la Cuarta Transformación son:

  • Quinteta 1: Rita Bell López y Norma Irene Cruz Magaña
  • Quinteta 2: Carla Humphrey Jordan, y Iulisca Zircey Bautista Arreola
  • Quinteta 3: José Martín Fernando Faz Zamora y Luis Octavio Vado Grajales
  • Quinteta 4: Uuc-Kib Espadas Ancona

Para lograr solo cuatro nombres, la bancada de Morena lleva a cabo esta tarde una ronda de entrevistas con los siete perfiles que podrían avanzar, para así definir a quiénes propondrán para que Mario Delgado los presente a la Jucopo y a los coordinadores de bancada.

A 119 días de que los estadounidenses acudan a votar, el escenario para Trump se le ha complicado. El último presidente en perder la reelección fue el republicano George Bush padre ante Bill Clinton. Si bien Bush fue un muy buen presidente y un año antes de la elección de 1992 tenía una aprobación cercana al 80 por ciento, la recesión económica lo llevó a perder y ser de los pocos presidentes de un solo término en EUA.

A Bill Clinton lo ayudó a ganar el poder atacar a Bush por el lado de la economía. Tanto él como el otro candidato, Ross Perot, supieron que el interés de los electores estaba en sus bolsillos. De ahí la famosa frase de James Carville, el asesor de Bill Clinton: “It’s the economy, stupid”.

Ahora, ante un Trump que apenas hace cuatro meses parecía que iba en caballo de hacienda para reelegirse, el panorama ha cambiado. Citigroup encuestó a 140 directores de fondos de inversión y el 62 por ciento de ellos creen que Joe Biden ganará las elecciones. En diciembre, 70 por ciento de estos mismos encuestados creían que Trump se reelegiría. Casi un viraje de 180 grados.

En el promedio de ocho casas de apuestas, Biden le gana a Trump por más de 17 puntos. Y revisando las encuestas, el promedio de Real Clear Politics tiene a Biden arriba en todos los estados que importan para ganar el Colegio Electoral: en Florida; Pennsylvania; Wisconsin; Carolina del Norte y Arizona.

Sí, ya se que en 2016 las encuestas decían que Hillary Clinton le ganaría a Donald Trump. Pero aquí algunos detalles de por qué el panorama es distinto hoy al de hace cuatro años.

Primero que nada, Trump se enfrenta en esta ocasión a otro hombre blanco, no a una mujer. Por más que eso no guste, desgraciadamente sigue siendo un tema que influye en los votantes. En segundo lugar, Hillary estaba a estas alturas de la elección cuatro puntos en promedio por arriba de Trump. Y así siguió hasta el día de la votación. En el caso de Biden, el Vicepresidente comenzó estando con una ventaja de 6 puntos sobre Trump; ventaja que ha crecido. Hoy, en el promedio de Real Clear Politics, se ubica 9 puntos arriba.

Y el tema más importante en este momento es el coronavirus. Por más que Trump se rehúse a hablar de ello y lo quiera ignorar, vale la pena plantear la pregunta que hizo Stanley Greenberg en un reciente texto en The Atlantic: ¿Qué escenario es más probable a cuatro meses de las elecciones: que Estados Unidos logre controlar la pandemia o que los casos sigan siendo un problema para varios estados con una escalada en el número de infectados y hospitalizados?

Este texto lo escribo desde Miami, una ciudad en la cual se quiso ignorar el virus y, ante la escalada sin control de contagios y la saturación de hospitales, el alcalde ha tenido que anunciar el cierre – nuevamente – de restaurantes, gimnasios y otras áreas públicas.

El virus no va a desaparecer, hasta que no se tenga una vacuna. Básicamente en esa bala de oro recae la salvación de Trump hacia las elecciones de noviembre.

Con este escenario, Andrés Manuel López Obrador decidió ir a encontrarse hoy en Washington con Donald Trump. Esto es una clara muestra de lo poco estratégico que es el presidente de México. Si quería encontrarse con su amigo Trump, aquel al que le dedicó un libro completito señalando que al llegar a la presidencia no le permitiría ni un solo insulto para el pueblo mexicano, de menos habría podido planear un encuentro con los demócratas y con integrantes de la comunidad mexicana. Pero es tan poco estratégico, que se fue a entregar a los brazos de quien más ha maltratado a los mexicanos de ambos lados de la frontera. ¿A cambio de qué? Al parecer, ni siquiera de un plato de lentejas.

 

Columna completa en El Universal

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, expresó este viernes sus sospechas de una alianza electoral contra su candidatura para las elecciones de septiembre en Bolivia.

El propio Morales, que dirige desde Argentina la campaña electoral de su partido, advirtió de un “pacto” entre la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, candidata de la alianza Juntos, y el expresidente boliviano Carlos Mesa, que se presenta por la agrupación Comunidad Ciudadana, para los comicios del 6 de septiembre.

El candidato del MAS, el exministro Luis Arce, encabezaba las encuestas en marzo pasado, antes de que se aplazaran los comicios, seguido de Mesa y de Áñez, aunque sin una victoria clara en primera vuelta.

El expresidente Evo Morales manifestó en Twitter que ese pacto obedece a “instrucciones” del Gobierno de Donald Trump desde Estados Unidos, “para reeditar la megacoalición del neoliberalismo”, en referencia a gobiernos en Bolivia anteriores al ascenso del MAS al poder en 2006.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, del MAS, declaró que “ojalá que ahora tomen la invitación que hizo la presidente transitoria y veamos cuáles son los resultados”, confiado en una victoria de su partido.

“Sabemos que por la situación política que ellos tienen, de solo pensar en ellos, no van a poder unirse, hay intereses de por medio que impiden que se puedan unificar en un solo frente político. Por eso, no tenemos miedo y estamos seguros del apoyo del pueblo y de ganar estas elecciones en la primera vuelta”, indicó en conferencia de prensa.

El diario boliviano El Deber publica unas declaraciones del ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, uno de los hombres fuertes del gabinete de Áñez, en las que asegura que no ve difícil un pacto y anuncia sorpresas en próximos días, sin dar detalles, pero cita una posible “apertura” por parte de Mesa.

Los comicios estaban inicialmente previstos para el 3 de mayo, pero al declararse en el país estado de emergencia por la pandemia de Covid-19, se aplazaron a septiembre próximo.

Las elecciones generales están pendientes desde la anulación de los comicios de octubre pasado, en los que el entonces mandatario Evo Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido, con un escaso margen sobre Mesa; las dudas de la elección y los señalamiento de fraude electoral lo orilló a renunciar.

Alejandro Moreno, Presidente nacional del PRI, afirmó que el tricolor está abierto a escuchar y a dialogar con otros partidos, como el PRD, para concretar una alianza electoral de cara a las elecciones del próximo año.

“El Partido de la Revolución Democrática (PRD) “es un partido de izquierda que surgió de un legítimo derecho de construir y aportar a la democracia mexicana”, declaró el priísta.

El dirigente señaló que lo que buscarán será abrir un puente de comunicación dentro de lo que permite la ley electoral.

Subrayó que con Ángel Ávila, integrante de la Dirección Extraordinaria del PRD, tiene una excelente relación, además de que lo considera un político profesional y congruente.

“Ambos estamos conscientes de los puntos de coincidencia que tienen nuestros partidos políticos”, añadió.

Ante las críticas que ha recibido por dicho acercamiento, Alejandro Moreno puntualizó que los priístas siempre han tenido respeto por todos los partidos políticos de México, tanto en el gobierno y ahora como oposición.

La campaña del exvicepresidente estadounidense y virtual candidato demócrata Joe Biden anunció este viernes que ha conformado un comité de liderazgo latino, encabezado por los exsecretarios Hilda Solís y Ken Salazar, como parte de su esfuerzo por conquistar el voto hispano.

El comité reúne líderes estatales y locales de distintos puntos del país, entre ellos de Florida y Arizona, estados a donde la campaña de Biden llegará con anuncios en español y en inglés.

Solís, quien fue secretaria de trabajo del presidente Barack Obama (2009-2017), y Salazar, quien también colaboró en la pasada Administración como secretario del interior, estarán a la cabeza del comité, conformado además por congresistas como Raúl Grijalva, Rubén Gallego, Tony Cárdenas, Darren Soto, Debbie Murcasel-Powell y Verónica Escobar, entre otros líderes.

“Dado que la comunidad latina se ha visto afectada de manera desproporcionada por el COVID-19, tanto desde el punto de vista económico como de salud, será fundamental tener un aliado en La Casa Blanca. Ese aliado es Joe Biden”, afirmó Solís, nacida en Los Ángeles, de madre nicaragüense y padre mexicano.

La exfuncionaria, que también fue congresista, consideró que Estados Unidos necesita un líder con “la experiencia, la fortaleza moral y la compasión, no solo para guiar a esta nación y salir de esta crisis, sino para ayudar a sanar al país”.

Salazar, quien se desempeñó igualmente como senador y fiscal general de Colorado, destacó que los latinos, con 32 millones de personas elegibles para participar en los comicios de noviembre, serán el bloque más grande de votantes no blancos en las próximas elecciones.

Al referirse al comité, Biden dijo sentirse “honrado de tener un grupo tan sólido de líderes”, que, aseguró, encarnan la diversidad de la comunidad latina.

“Me estoy postulando para construir un Estados Unidos que funcione para todos, y darle a los latinos una oportunidad para lograr el sueño americano, es una parte fundamental de mi visión para esta nación”, apunto Biden.

El jueves, el equipo de campaña de Biden informó que en junio recaudaron 141 millones de dólares, superando así por segundo mes consecutivo a la de su rival, el presidente Donald Trump, que obtuvo 131 millones en el mismo lapso.

De cara a la contienda electoral del próximo año, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue cuestionado sobre si apoyaría a algunos miembros de su gabinete en sus intenciones por contender a cargos públicos, a lo que respondió que prefiere no meterse en esos temas.

Dijo que aunque algunos de sus colaboradores estén bien posicionados y tengan intenciones de participar en el proceso electora, serpa responsabilidad de cada quien decidirlo en momento, y dejó en claro que el gobierno federal no se entrometerá.

López Obrador aprovechó para asegurar que “vamos a estar pendientes para que no haya fraude electoral. Me voy a convertir en guardián para que se respete la libertad de los ciudadanos a elegir libremente a sus autoridades”.

Y aunque dijo que eso puede ser una tarea que le corresponda al INE, él denunciará si hay intentos de fraude. Recordó la reforma que convirtió al fraude electoral en delito grave.

Dijo que “es en serio” que a la persona que se le acuse de fraude electoral por estas comprando votos, condicionando el voto, utilizar dinero del presupuesto para favorecer a partidos o candidatos, o el que se falsifique actas o embarace urnas, se irá a la cárcel sin derecho a fianza.

AMLO dijo que él padeció el fraude electoral, además de que provocó que el país se estancara y retrocediera por la antidemocracia.

Acusó que anteriormente, las autoridades resolvían todo con dinero y con el aparato. “Se acaban los fraudes electorales”, remató el mandatario.

López Obrador también aprovechó para hacer un llamado a sus simpatizantes a no responder a sus opositores con caravanas de automóviles tal y como se ha comenzado a convocar en redes sociales, pues dijo, la Cuarta Trasformación no lo necesita. Señaló que en caso de hacerlo, se caería en la trampa y solo se haría bulla.

“Hago un llamado muy respetuoso, que no se vaya a malentender, porque me enteré de que simpatizantes nuestros, a favor de la transformación de México, están organizando una caravana de vehículos de apoyo al gobierno entonces yo les pido que por favor ojalá y no lo hagan, no hace falta hacer lo mismo”.

Esta tarde, el presidente interino del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, anunció una alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), enfocada en respaldar la labor del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Este evento es un evento de respaldo al presidente de la República, a las medidas que está tomando y un compromiso expreso para continuar desarrollando las acciones comunes en el poder legislativo”.

Indicó que la alianza tiene como objetivo el respaldar e impulsar las reformas legales y constituciones que el presidente López Obrador ha presentado al Congreso, con el fin de lograr la transformación del país.

Afirmó que los tres partidos políticos coinciden y reiteran su compromiso de defender la estabilidad política y social.

Ramírez Cuéllar aprovechó para confirmar que sí se busca conformar una alianza electoral para las elecciones de 2021, por lo que los partido comenzarán las pláticas para definir los detalles y los puntos de encuentro.

Señaló que serán los órganos de cada partido quienes tendrán que decidir el tema de la alianza electoral, e indicó que aún hay tiempo para concretarla.

Recordó que en el caso de Morena y el PT, llevan varios años trabajando de manera estrecha, lo que ha permitido la actual alianza parlamentaria. Afirmó que todas las agrupaciones y partidos que estén dispuestos a emprender la consolidación de la 4T deben comenzar el diálogo para llegar a buen puerto.

Al respecto, Alejandro Rojas Díaz-Durán, aspirante a la dirigencia nacional de Morena, afirmó que Alfonso Ramírez Cuéllar no puede concretar ninguna coalición rumbo al 2021, pues recordó que su cargo es provisional, y si acuerda algo con el PT y el PVEM, carecerá de validez.

Señaló que concretar una alianza y ceder candidaturas para la próxima elección, son decisiones que deben ser aprobada en un Congreso Nacional y por el Consejo Nacional del partido.

Joe Biden dio a conocer este jueves un plan de ocho puntos para reabrir la economía de Estados Unidos tras la pandemia del nuevo coronavirus, Covid-19.

Al presentar su plan, Biden aseguró que está mejor preparado, a diferencia del presidente Donald Trump, para proteger a las empresas y los empleados, y crear más plazas sin tomar riesgos innecesarios para la salud.

El democrata prometió garantizar la aplicación de más prueba de Covid-19 virus y dotar del equipo de protección necesario para las personas que regresan al trabajo; además, propuso usar dinero federal para garantizar la licencia pagada para cualquier persona que se enferme.

“Trump básicamente ha tenido un plan de un punto: abrir negocios”, dijo Biden. “No hace nada para mantener seguros a los trabajadores, para mantener a las empresas abiertas y, en segundo lugar, hace muy poco para aumentar la confianza de los consumidores”.

El plan busca proteger contra la discriminación a las personas mayores, personas con discapacidad y otras personas con alto riesgo de infección por el coronavirus. Habló dd un programa de “compradores seguros” destinado a hacer que los consumidores se sientan más seguros. Proporcionaría dinero a los funcionarios estatales y locales para certificar a las empresas cumplan con las normas de prueba y realicen “verificaciones puntuales según sea necesario” para evitar la propagación del coronavirus.

También quiere dotar de mayores recursos a pequeñas y medianas empresas, así como inyectar capital para la reapertura de escuelas y centros de cuidado infantil.

El plan de Biden llega un día después de manifestar su preocupación de que el presidente Donald Trump tratará de “robarse” las elecciones de noviembre o se niegue a dejar La Casa Blanca si pierde.

En respuesta, la secretaria de prensa de la Casa Blanca acusó a Biden de “traficar teorías de conspiración”.

Sobre sus declaraciones, a Biden se le preguntó si había considerado qué pasaría si Trump se niega a dejar la presidencia si no es reelecto. “Lo he considerado”, dijo, antes de indicar que las fuerzas armadas pudieran intervenir para garantizar una transición política pacífica.

Los comentarios de Biden se produjeron en momentos en que Trump intensifica sus afirmaciones de que los votos por correo, que muchos estados han adoptado para evitar grandes congregaciones ante  la pandemia de coronavirus, aumenta las posibilidades de fraude.

JORGE SUÁREZ-VÉLEZ

REFORMA

 

 

El presidente López Obrador nos quiere convencer de que su gobierno es una “transformación” y su partido un “movimiento”. Es posible que, lejos de eso, la historia no vea al primero más que como el error que confirmó por qué este camino era, es y siempre será el equivocado, y al segundo como una deforme amalgama de inconformes y reprobados cuyo único talento es destruir, pero que crecientemente se mostrarán incapaces no sólo de articular políticas coherentes, sino incluso de alcanzar acuerdos medianamente sostenibles entre ellos.

AMLO nos quiere convencer de que la aberración histórica que su gobierno probará haber sido era un capítulo ineludible, un destino expreso. Pero, cómo le dijo Peter O’Toole a Omar Sharif en La inolvidable película Lawrence of Arabia: “no hay nada escrito”.

La grave pandemia que vivimos es como un gran espejo en el que vemos reflejado todo lo que preferiríamos ignorar. En las condiciones de México hoy es imposible contener el descomunal daño que provocó una crisis que ocurre quizá cada cien años. ¿Cómo pedirle a quien vive al día que se quede en casa? ¿Cómo evitar contagio entre familias que viven en hacinamiento extremo? (Con desafortunada frecuencia se encuentra a todos los miembros de algunas muertos por contagio) ¿Cómo implementar programas efectivos de apoyo con niveles tan altos de informalidad en la economía? ¿Cómo convencer a los más pobres de que acudan al hospital cuando presentan síntomas si creen que “en los hospitales los matan”? Hace mucho se dejó de hablar del Insabi.

La pandemia no sólo no está “domada”, está en franco ascenso. Dado el paupérrimo manejo sanitario absurdamente politizado, y la irresponsable comunicación social, está se prolongará mucho más allá de lo esperado, y provocará muchas más muertes de las que eran inevitables. La falta de medidas económicas paliativas no sólo incrementará en diez millones el número de pobres, sino que hará que mucho del daño que esta crisis provocará se vuelva permanente.

Morena se desintegrará conforme crezca el enfrentamiento entre tribus que serán incapaces de nominar en forma civilizada y pacífica a los candidatos para tres mil puestos de elección popular por los que votaremos el próximo año. Veremos defecciones de aquellos que no resulten seleccionados, y por mucho buscarán acomodo bajo los colores de otros partidos. La brutal ineptitud en el manejo de la economía no sólo provocará la caída más pronunciada en nuestro PIB en casi un siglo, sino que dejará sin recursos a un gobierno que, en su obsesión por la austeridad está incrementando los niveles de endeudamiento del país como nunca antes pero, paradójicamente, lo hará sin que entre un centavo nuevo a las arcas públicas.

Ante la inminente pérdida de mayoría en la Cámara de Diputados en 2021, el creciente autoritarismo de un gobierno desesperado le quitará a ésta el control presupuestal, para que el Ejecutivo lo retenga, pero aun así carecerán de recursos para sus caprichos y elefantes blancos porque la recaudación colapsará a tal nivel que los recursos discrecionales que quedarán serán una miseria.

A López Obrador se le está yendo el poder entre los dedos. Él lo sabe. Su risa en las mañaneras no refleja su estado emocional, sino su desesperado deseo de ocultar el miedo. Ante lo que viene, sabe que reprimir será quizá su única salida, y por eso hizo lo que siempre criticó: le dio carta blanca al Ejército.

Hoy es importante que empresarios, oposición, medios y todos quienes nos hemos opuesto las barbaridades del gobierno, nos demos cuenta de que escribiremos en las urnas el capítulo que viene, podremos tomar nuestro país de regreso, preparémonos para hacerlo.

México es mucho más que este gobierno de mediocres balbuciendo ante la brutal pandemia. Hay muchos mexicanos comprometidos, trabajadores y talentosos. En la pandemia también hay héroes anónimos que nos recuerdan lo que podemos ser. Y, por eso, no hay que olvidar que hoy, más que nunca, no hay nada escrito.