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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) condenó este miércoles la propuesta de un congresista estadounidense para que se le revoque la visa a los diputados que participaron en la instalación del grupo de amistad México-Rusia, y afirmó que si la acción se concreta su gobierno emitiría una nota diplomática de protesta.

Durante su conferencia matutina, López Obrador dijo que no consideraba justa ni racional la iniciativa del congresista demócrata Vicente González, quien planteó que se les debería suspender la visa a unos 25 diputados que participaron en la reunión del mes pasado en la Cámara de Diputados, para instalar el grupo de amistad en la que estuvo el embajador ruso en México, Viktor Koronelli.

AMLO sostuvo que eso va en contra de la libre expresión, además de que representa el regreso a “la Guerra Fría, a las épocas de la persecución y de la exclusión y del autoritarismo”. “No se debe dejar pasar estas cosas. se me hace de mal gusto y muy prehistórico, de mucho atraso”, agregó.

Y es que el congresista Vicente González envió a inicios de semana una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, para solicitar que se revoque las visas a los legisladores mexicanos por manifestar su apoyo al gobierno de Vladimir Putin en medio de la invasión a Ucrania.

En la carta, que hizo pública en Twitter, González mencionó que el gobierno de López Obrador defiende una postura neutral en el conflicto armado pero que los congresistas mexicanos envíaban un mensaje equivocado sobre su imparcialidad.

“En los últimos días, y en medio de una crisis internacional perpetrada por Rusia en Europa del Este”, varios diputados de México “aprovecharon esta ocasión para rehuir del mundo libre y apoyar al presidente ruso, Vladimir Putin, formando un Comité de Amistad México-Rusia”, escribió Gonzalez.

“Ya es bastante vergonzoso que México, nuestro vecino más cercano del sur, haya optado por no unirse a la comunidad internacional de democracias. En lugar de eso, se han negado a enviar ayuda a Ucrania o imponer sanciones a Rusia”, añadió.

Y es que durante la instalación del grupo de amistad México-Rusia, Koronelli celebró la posición del gobierno de López Obrador de no unirse a las sanciones que han impuesto otras naciones a Rusia ni apoyar el envío de armas a Ucrania.

El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, también se mostró en contra del encuentro de los legisladores y el diplomático ruso, y dijo que había que ser solidario con Ucrania y estar contra Rusia. Salazar sostuvo durante una visita al Congreso, un día después para la instalación del grupo de amistad México-Estados Unidos que “el embajador de Rusia estuvo ayer y dijo que México y Rusia son cercanos, eso nunca puede pasar”.

México ha condenado enérgicamente la invasión de las fuerzas rusas a Ucrania y ayer rechazó la matanza ocurrida en la ciudad de Bucha, donde han sido hallados más de 400  muertos en las calles y fosas improvisadas, hechos que consideró como “atrocidades”.

“Nada puede justificar lo que estamos viendo”, dijo el canciller Marcelo Ebrard a la prensa al anunciar que México, que integra el Consejo de Seguridad, respaldará la declaración del secretario General de las Naciones Unidas António Guterres para que se realicen a la brevedad investigaciones imparciales que permitan identificar a los responsables y se llegue a una eficaz rendición de cuentas.

Ebrard informó que habrá un seguimiento al trabajo de la Corte Penal Internacional que se encuentra en proceso de investigar los supuestos crímenes internacionales cometidos en Ucrania, así como de la Comisión de Investigación Independiente creada con ese mismo propósito por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En otros temas, López Obrador también dijo que funcionarios de Estados Unidos se han reunido con grupos opositores para hacer lobby contra la reforma eléctrica que envió al Congreso.

López Obrador afirmó que había gobiernos extranjeros que estaban haciendo lobby contra la iniciativa y, al ser preguntado por una periodista por cuáles, señaló a Washington.

“Básicamente Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos, me consta pues han venido a eso, a plantearnos que no están de acuerdo, a insinuar que se viola el tratado, cuando no es cierto”, afirmó en alusión al acuerdo comercial vigente con Canadá y el vecino del norte, el T-MEC.

La portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, está a punto de dejar el puesto para trabajar en el canal de televisión MSNBC, anunciaron este viernes el sitio Axios, el canal CNN y el New York Times.

Psaki, de regreso este viernes a la famosa sala de prensa de La Casa Blanca tras unos días de ausencia tras dar positivo a COVID-19, esquivó las preguntas sobre su futuro.

“No te vas a deshacer de mí todavía”, bromeó en respuesta a un periodista, y agregó: “No tengo nada que confirmar sobre la duración de mi (puesto) de servicio público” o “sobre proyectos futuros”.

También se le preguntó a Jen Psaki sobre los problemas éticos que surgen si continúa respondiendo a toda la prensa mientras negocia un empleo con un medio en particular.

“Esta administración impone a todos una serie de obligaciones legales y éticas estrictas (…) en cuanto a las discusiones con futuros empleadores. (…) Respeté (estas reglas) y he ido más allá”, afirmó.

Según la plataforma informativa Axios, la primera en revelar la información, Jen Psaki, de 43 años, está en negociaciones con MSNBC, un canal progresista que ya reclutó a la exportavoz de la vicepresidenta Kamala Harris, Symone Sanders.

Según CNN, Psaki permanecerá en el cargo hasta la popular “Cena de la asociación de corresponsales en La Casa Blanca”, que tendrá lugar el 30 de abril, luego de dos ediciones canceladas por la pandemia.

La actual portavoz presidencial dijo en 2021 que solo tenía la intención de ocupar el cargo un año más porque quería pasar más tiempo con sus dos hijos pequeños.

Tras ocupar varios puestos gubernamentales durante los dos mandatos de Barack Obama, Psaki se sumó a CNN en 2017 como comentarista política. Luego, en noviembre de 2020, integró el llamado equipo de “transición”, responsable de preparar la llegada de Joe Biden a La Casa Blanca.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó esta mañana que el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, “quedó satisfecho” tras la reunión de ayer en la que abordaron diversos puntos relacionados con la reforma eléctrica que impulsa.

“Ayer estuvimos con el señor Kerry, el embajador de Estados Unidos en México (Ken Salazar), con empresarios, y se les explicó el porqué de esta iniciativa, y al parecer se sintieron atendidos y satisfechos”, aseguró el mandatario en su conferencia matutina.

Al término de la reunión, Kerry declaró que México se comprometió a proteger las energías limpias y respetar contratos hechos dentro de la reforma.

“Sí se habló del tratado porque se dice que nosotros no estamos cumpliendo con el tratado por este tema”, reconoció ahora López Obrador. Pero el presidente dijo que argumentó ante los estadounidenses que su equipo negociador protegió la soberanía del petróleo en el T-MEC, y que no hay nada que implique que México está incumpliendo en el sector eléctrico.

Además, indicó le recordó a la delegación estadounidense que en el T-MEC los tres países, México, Estados Unidos y Canadá, se comprometieron a no permitir la corrupción, por lo que su gobierno no puede “suscribir nada que signifique corrupción”, esto en referencia a los contratos que se hacían en el pasado.

Sobre la creación de un grupo de Estados Unidos que revise y puede tener injerencia en la reforma eléctrica, el presidente dijo que sí se hizo el planteamiento durante el encuentro, pero que no se aceptó.

“Si hubo un planteamiento de que se mantuviese la comunicación sobre el tema y que participara un grupo, pero ellos plantearon eso y yo me quede callado. No se aceptó, a lo mejor ellos pensaban que eso iba a ser aceptado y alguien se adelantó a decir de que nosotros íbamos a aceptar que un grupo pues casi vigilara nuestra actuación”, enfatizó López Obrador.

El presidente insistió en que no aceptaría una propuesta de esa naturaleza de parte de ningún gobierno, sea EUA, Canadá, China o Rusia. Dijo que su gobierno, a diferencia lo que sucedía en sexenios anteriores, no es “sumiso ni entreguista”.

Consultado sobre si durante la reunión la delegación de EUA planteó algún cambio a la reforma eléctrica, AMLO afirmó que la “reforma se queda como está”. Lo que sí dijo, es que se entregará una copia de la iniciativa a un grupo de Estados Unidos para que la revise y la conozca a fondo, pues alertó que hay temas que no se han ventilado o a los que no se les ha dado mucha difusión.

“Hay cosas que tienen que ver con los principios, y hay un principio básico, que es el de la defensa de nuestra soberanía”, argumentó López Obrador.

López Obrador también respondió que “no es cierto que la iniciativa tenga que ver con promover las energías sucias”. Citó que México solo tiene tres plantas carboníferas que trabajan a 50 % de su capacidad, que producen el 0,35 % de la energía con carbón en China y solo el 2,1 % de Estados Unidos.

“Estamos en condiciones de apoyar a la transición energética de la industria automotriz norteamericana en México, aportándole la energía limpia que requiera”, les comentó.

Sobre petróleo, prometió que “se respetarán los permisos de importación que se entregaron a cinco petroleras (Exxon, Valero, Shell, Tesoro y Koch), para introducir combustible, esto fue en el sexenio anterior, bajo condiciones de precios justos y legalidad”.

Asimismo, ofreció condiciones para que empresas estadounidenses, como Sempra, hagan inversiones de entre 3,000 y 4,000 millones de dólares por plantas de licuefacción de gas en el Pacífico para exportarlo a Asia.

“No hubo realmente protestas, fueron muy respetuosos, estaba el gerente de Sempra y otros empresarios muy importantes del sector energético”, remató.

Estados Unidos creará un equipo especial para analizar la reforma eléctrica que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), informó John Kerry, enviado estadounidense para el clima de La Casa Blanca, tras reunirse con el presidente.

“El tema de la reforma energética está sobre la mesa aquí en México y presentamos junto a nuestro embajador (…) ideas sobre cómo esa reforma puede reflejar las posibilidades de avanzar de manera eficaz”, declaró Kerry a la prensa al término de su tercer encuentro con López Obrador.

Kerry agregó que López Obrador habló sobre su esperanza de que México, Estados Unidos y Canadá coincidan en esfuerzos sobre el clima y también sobre cuestiones económicas más importantes.

“El presidente López Obrador estuvo de acuerdo en que debemos trabajar en esto”, sostuvo antes de agregar que el enfoque se alineaba con la visión del presidente estadounidense Joe Biden.

Los dos funcionarios también discutieron sobre cómo trabajar hacia un enfoque norteamericano para el cambio climático y cuestiones económicas más amplias.

Un equipo en México, dirigido por el embajador estadounidense Ken Salazar, trabajará con La Casa Blanca y su oficina para ayudar con ese esfuerzo, detalló.

López Obrador ha sostenido que su reforma respeta lo convenido en el tratado norteamericano T-MEC y que favorece las energías limpias, además de combatir los “negocios sucios”, pero también que, en su gestión, la forma de hacer acuerdos comerciales “ha cambiado”.

Pero en Estados Unidos y Canadá, la iniciativa del sector eléctrico local ha causado preocupación ya que, consideran, podría afectar inversiones de ambos países, al favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y propiciaría en realidad energías sucias.

Tras el encuentro de ayer, el presidente calificó el diálogo, al que asistieron representantes de empresas estadounidenses y que duró 7 horas, como “amistoso”.

ONG’s y representantes de empresas estadounidenses expresaron la semana pasada en un encuentro virtual con la representante Comercial de Estados Unidos (USTR), Katherine Tai, sus preocupaciones sobre las actuales políticas energéticas de México.

Mencionaron “los retrasos crónicos en los permisos” en el ramo de energías renovables, lo que está “debilitando la confianza de los inversionistas en México, a expensas del medio ambiente”, según reportó en un comunicado el gobierno estadounidense.

Además de López Obrador, Kerry, y Salazar, en el encuentro participaron el representante de la cancillería Roberto Velasco, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el asesor del enviado presidencial especial de Estados Unidos en México, Reed Schuler y el funcionario de la sección económica, Andrew Gene Winkelman.

Previamente el presidente ofreció una comida a la que asistieron por parte del gobierno mexicano, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el director general de la CFE, Manuel Bartlett y el director general de Pemex, Octavio Romero.

Mientras que por parte del Gobierno de Estados Unidos asistieron la asesora del enviado presidencial para cuestiones de comunicación, Whitney Smith; la funcionaria del Servicio Exterior, Jennifer Schmidt y la ministra consejera para Asuntos Económicos en la Embajada de Estados Unidos, Jennifer Davis-Paguada.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reúne este jueves con el enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, y una veintena de empresarios, ante quienes defenderá su iniciativa de reforma en materia eléctrica, además de que dijo, ofrecerá posibilidades de inversión.

“Queremos mantener buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, relaciones de amistad. Y también buscar la integración económica con respeto a nuestras soberanías”, dijo López Obrador en su conferencia matutina, previa a la comida que sostendrá en Palacio Nacional.

Tal y como se anunció este miércoles, John Kerry viaja a México por tercera ocasión para dar seguimiento a las conversaciones bilaterales sobre cómo acelerar la lucha contra la crisis climática.

“Afortunadamente John Kerry y el embajador Ken Salazar, han ayudado mucho, y también empresarios que están dispuestos a que se llegue a acuerdos. A regularizar su situación”, agregó el mandatario.

Aunque se anunció que el encuentro entre las delegaciones de México y Estados Unidos tenía el afán de acelerar la cooperación contra la crisis climática, López Obrador centró sus palabras en el mercado energético y de combustibles fósiles y en la necesidad de aprobar su polémica reforma eléctrica.

Aunque en la propuesta de reforma se limita a un máximo de 46% la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), AMLO dijo que a los empresarios de Estados Unidos “se les va a informar sobre nuestro plan de generación de energías limpias y del propósito de fortalecer a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad, es decir a las empresas públicas”, explicó el presidente.

También dijo se va a “definir” cuáles “minerales estratégicos” van a estar manejados por empresas de la nación, como el litio.

“Vamos a hablar con ellos para informarles, decirles que ya son otras condiciones y que no queremos nosotros padecer, como está sucediendo incluso en Estados Unidos, por la invasión a Ucrania”, agregó.

Sobre el proceso de análisis que se lleva a cabo en el Congreso, López Obrador volvió a decir los legisladores, diputados y senadores, van a tener que definirse; se sabrá si están con las empresas o están con la nación.

López Obrador también abrió la puerta a impulsar el mercado del gas nacional. “Van a estar empresarios del sector energético que tienen inversiones y que quieren también invertir en México”, dijo. Y citando a “contratos leoninos” del pasado, dijo que México tiene hoy “gas excedente”. Por ello, habló de un posible foco de inversión en gas para Estados Unidos en México.

Volvió a señalar que una familia en España paga diez veces más por la electricidad que lo que paga una familia en México. “No queremos ese modelo”, subrayó.

“Por eso es la reforma eléctrica, para garantizar que no haya apagones, que no nos falte la energía eléctrica y que no aumente de precio”, apuntó. Dijo que algunas compañías “no se conforman con utilidades razonables” y por ello hay que poner “orden”.

El enviado especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry, visita nuestro país de nueva cuenta hoy jueves, y se reunirá con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para dar seguimiento a las conversaciones bilaterales entre ambos países sobre cómo acelerar la lucha contra el cambio climático.

Kerry viaja a la capital, según informó el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y añadió que además de con López Obrador, mantendrá encuentros con otros responsables del gobierno federal y con miembros de la comunidad empresarial estadounidense en nuestro país.

La última vez que el presidente se reunió con Kerry fue el pasado 9 de febrero, cuando ambos países acordaron “elevar enormemente” el potencial de producción de energías limpias y formar un grupo interinstitucional de trabajo como el que integraron en materia de seguridad.

En octubre pasado, Kerry puso a México como ejemplo en la lucha contra el calentamiento global, haciendo alusión al millón de hectáreas reforestadas como parte de la iniciativa Sembrando Vida.

Sin embargo, un mes después, en enero de este año, la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, expresó las serias “preocupaciones” de Washington por el potencial impacto negativo de la reforma eléctrica que presentó al Congreso López Obrador.

La propuesta de reforma es controvertida porque limitaría a un máximo de 46% la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la CFE, además de que eliminaría los reguladores autónomos de energía, revisaría contratos previos y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados.

El canciller Marcelo Ebrard ha retado este miércoles a Estados Unidos a presentar pruebas sobre la presencia de espías rusos en el país, después de las acusaciones lanzadas días atrás por el Pentágono.

Como respuesta a las acusaciones del jefe del Comando Norte del Pentágono, el general Glen VanHerck, de que México es uno de los países del mundo con mayor presencia de espías rusos, el ministro Ebrard ha pedido a Washington que se “lo hagan saber” formalmente y que si tienen pruebas “que las presenten”.

Al mismo tiempo, ha cuestionado las palabras del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien hace unos días opinó que su vecino del sur no debería tener estrechos vínculos con Rusia y ha descartado que desde el norte se dirija la política exterior de nuestro país en relación a la guerra en Ucrania.

“Está en su papel”, dijo Ebrard en relación a Salazar, a quien, sin embargo, le ha recordado que dicha decisión acerca de cómo tratar y relacionarse con Rusia, o con cualquier otro país, corresponde al Congreso de México.

Así, “la línea que México” ha seguido durante el conflicto en Ucrania se puede encontrar en las posiciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, según dijo en entrevista con El Universal.

Ebrard ha recordado que la propuesta de México presentada la semana pasada en la Asamblea General de Naciones en el marco de la guerra de la guerra en el este de Europa logró 140 votos a favor y ha destacado que “es la diplomacia mexicana, junto con Francia”, la que ha demandado un cese de las hostilidades y la entrega de ayuda humanitaria”.

Por último, el titular de la SRE confió en un cese del conflicto más pronto que tarde. “Eso va ocurrir”, ha enfatizado. “Es una cuestión de días o semanas, y va ocurrir y esa es la posición de México que es una posición de prestigio, de peso relativo”, remató.

Con información de El Universal

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

 

Bien se dice que hay pocas cosas más costosas que una oportunidad perdida. Y es que desde 2018 hemos sido testigos de por lo menos tres oportunidades relevantes para los intereses de política exterior de México derrochadas, cortesía del desinterés y desprecio presidenciales por las relaciones internacionales y lo que sucede en el resto del mundo.

La primera de ellas, quizá más como resultado de la naturaleza de las propias políticas públicas del actual gobierno -ahuyentando y desincentivando potenciales inversiones- que por la desidia del presidente López Obrador, ha sido la incapacidad para actuar de manera oportuna ante las lecciones que arrojó la pandemia al fracturar cadenas de suministro globales y norteamericanas y generar cuellos de botella logísticos, en el contexto además de la gran recalibración que se viene en Estados Unidos con respecto a la competencia estratégica, comercial y tecnológica con China. Esta es una de esas oportunidades que le llegan a México -y a Norteamérica- una sola vez cada generación, una circunstancia que no estamos capitalizando. La segunda ha sido la falta de apetito y sagacidad para aprovechar la llegada de un hombre como Joe Biden a la Oficina Oval, con el kilometraje acumulado en la relación bilateral y dispuesto a invertir capital político y diplomático en la relación con México. No solo se ha desaprovechado esa coyuntura, que hoy se diluye aún más con los acontecimientos en Europa del este que están copando toda la banda-ancha del gobierno estadounidense, sino que tampoco se ponderó de manera correcta cómo establecer un quid pro quo real y estratégico y con visión de futuro para la relación con nuestro principal socio diplomático y comercial a cambio del apoyo mexicano en el tema prioritario hasta ahora de Biden con México, que ha sido detener los flujos de transmigración a través de territorio mexicano hacia nuestra frontera común. En lugar de ello hemos perseguido nonadas, como el que Washington replique “Sembrando Vida” en Centroamérica. Y la tercera, al igual que la primera oportunidad desperdiciada, con ramificaciones para nuestros intereses estructurales y de largo plazo con Estados Unidos, ha sido en la relación con y -de manera más precisa- ante Brasil.

1994 fue un parteaguas en la relación entre México y Brasil. Desde la década de los noventa, cuando Brasil se vio sorprendido y rebasado por el esfuerzo mexicano de negociación de un ambicioso andamiaje de vinculación global a través de acuerdos comerciales, empezando con el tratado de libre comercio con nuestros dos vecinos norteamericanos, y el ingreso a la OCDE, OMC y APEC, Itamarity (la cancillería brasileña) se abocó a la tarea de construir un área de influencia geopolítica enfocada en Sudamérica, procurando convertirse en un hegemón regional de facto, buscando además expandir de manera significativa su huella y presencia diplomáticas en el resto del mundo. Para lograr lo primero, era esencial desvincular geográfica y estratégicamente a México -y de paso a EE.UU- de Sudamérica. La narrativa brasileña era relativamente simple: no hay tal cosa como “Latinoamérica”; lo que hay es Sudamérica, como esfera de influencia lógica y natural de Brasil, Centroamérica y el Caribe y Norteamérica, en la que a ojos de Brasilia, México decidió ubicarse a raíz del TLCAN. Y lo que inició con Mercosur, y la negativa brasileña a considerar la solicitud mexicana de formar parte de ese acuerdo comercial a principios de este siglo, se profundizaría luego -en el contexto hemisférico- con la creación de UNASUR en 2008 y -en el global- con el establecimiento del llamado grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), de la mano de la gran aspiración brasileña de convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La idea de América del Sur como concepto y actor continental y global se fortaleció progresivamente en el comportamiento diplomático de Brasil, hasta llegar a las iniciativas del presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva para estructurar la gobernanza sudamericana bajo el liderazgo y la égida brasileñas. A la par, Itamaraty buscó con éxito -cortesía sobre todo de su inversión notable en expandir su huella diplomática, particularmente en África (Brasil cuenta con 222 misiones en el extranjero contra las 157 de México)- frustrar con su cabildeo diplomático, cualquier intento mexicano por encabezar en este siglo una serie de organismos multilaterales, como la OPS, la OMS y el FMI. México no se quedó cruzado de brazos y la oposición mexicana a la candidatura de Brasil a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU fue un paso lógico, natural y correcto desde el punto de vista de nuestros intereses en materia de política exterior. Pero mientras se daba este pulso entre ambas cancillerías -a veces abierto y la mayoría de las ocasiones soterrado, por debajo de la mesa, aunque edulcorado con un discurso en el que ambas cancillerías siempre subrayaban la importancia de relanzar la relación y alcanzar un horizonte de cooperación estratégica- en Washington, con la administración Obama, llegaron a posiciones relevantes en el Departamento de Estado y en el Consejo de Seguridad Nacional funcionarios que postulaban que la verdadera relación estratégica de EE.UU en el continente era con Brasil, tanto por su vocación y apetito diplomáticos globales como por ubicación geográfica y su peso económico y poblacional. Si bien estas visiones se toparon rápidamente con la realidad de sucesivos gobiernos brasileños -animados por su eje de alineación con los BRICS- confrontando a EE.UU en una serie de frentes diplomáticos regionales y multilaterales, muchos de esos funcionarios están de regreso ahora en la administración Biden en puestos relevantes.

La llegada de Jair Bolsonaro al poder y su relación cercana y de amistad con Trump podría haber profundizado esa visión de un eje estratégico privilegiado en el continente; afortunadamente, las limitaciones de ambos líderes evitaron que ello ocurriese. Y la importancia de que eso no se dé en un futuro no es cosa menor para la agenda e intereses mexicanos en el exterior. Me explico. Es muy sencillo: el día que Brasil se consolide a ojos de los estadounidenses como su principal socio estratégico continental, México pasará a ser -por la característica interméstica (lo internacional entreverado con lo doméstico) de la agenda bilateral, una derivación inevitable de la creciente convergencia económica y social entre nuestro país y Estados Unidos- simplemente un tema de política interna estadounidense, o lo que la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice alguna vez llamó de manera sarcástica una “relación de condóminos”.

Este último año, con la llegada al poder de Biden, con un Bolsonaro que apostó abiertamente a la reelección de Trump, con los vasos comunicantes que persisten entre los equipos del líder brasileño y el ex presidente estadounidense y que encarna a ojos de muchos en el Partido Demócrata un régimen crecientemente antidemocrático, podría haber provisto a México de la oportunidad idónea para, apalancando la decisión de presidente López Obrador de colaborar en medidas de control de flujos transmigratorios y del papel que México podría jugar en la capacidad de EE.UU de competir comercial, tecnológica y cibernéticamente con Beijing, abonar a la lectura de que es Ciudad de México, y no Brasilia, donde Washington debe construir su relación estratégica de gran calado y de siglo XXI en el continente americano. El presidente de México no parece haberse siquiera percatado de esa oportunidad única cara a una relación entre dos países latinoamericanos que han tenido y tendrán aspiraciones y metas geopolíticas rivales. Aunado a lo anterior, el posicionamiento a medias tintas de López Obrador -a pesar del denodado esfuerzo a contrapelo de su cancillería- con respecto a la invasión a Ucrania y al torpe posicionamiento de las bancadas de MORENA y aliados en la Cámara de Diputados con la instalación de un grupo de amistad México-Rusia en la coyuntura actual, ha acreditado la percepción en Washington de que, en temas globales de peso, no se puede en realidad contar hoy con México. Siempre he insistido que una diplomacia libre de riesgos es una diplomacia libre de resultados, y que ni las brújulas sirven si no se sabe a dónde se quiere ir. El saldo de estas dos carencias del presidente para los intereses del Estado mexicano ciertamente no es halagüeño yendo hacia delante.

A principios de este mes, en una reunión con diputados de Morena y sus aliados legislativos, el expresidente Lula, en el marco de un viaje a México de proselitismo político y electoral, declaró que “AMLO es un regalo para México; no todos los días nace alguien como él.” Claro, Lula encantado; se debe estar frotando las manos al pensar que, de ganar en los comicios presidenciales en octubre, hoy por hoy altamente probable, tendrá a López Obrador como homólogo un par de años para poder liderar y hacer y deshacer a su antojo en la región. No hay que olvidar que durante su gestión se dedicó -de la mano de su asesor diplomático, Marco Aurelio García- a minar de manera puntual y persistente los intereses y la posición de México en Latinoamérica y organismos multilaterales. G. K. Chesterton apuntó que “la única manera de tomar un tren a tiempo es perder el tren anterior.” El presidente mexicano no solo ha perdido varios trenes con destinos relevantes para la política exterior mexicana; no ha logrado tomar uno a tiempo.

El regulador de medicamentos en Estados Unidos autorizó este martes una nueva vacuna de refuerzo contra el COVID-19 para las personas de 50 años en adelante, un paso para ofrecer protección adicional para los más vulnerables en caso de que el coronavirus cobre fuerza de nuevo.

La decisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) abre el acceso a una cuarta dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna para ese grupo etario al menos cuatro meses después de su refuerzo previo.

La FDA ya había autorizado una segunda dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer para ciertas personas inmunodeprimidas mayores de 12 años, y la vacuna de Moderna para una población similar mayor de 18 años.

Horas después del anuncio de la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron la dosis adicional como una opción, pero se abstuvieron de pedir a las personas elegibles que acudan a recibirla.

La nueva expansión, independiente de la salud de la persona, permite una dosis adicional para millones de personas en Estados Unidos.

El jefe de vacunas de la FDA, Peter Marks, dijo que toda persona elegible para el primer refuerzo que no lo haya recibido necesita hacerlo. Pero el segundo refuerzo es solamente para esos grupos en alto riesgo porque “la evidencia actual indica cierta reducción de la protección” para ellos.

La decisión se produce en momentos de gran incertidumbre. Los casos de coronavirus han caído a niveles bajos luego del aumento en el invierno causado por la contagiosa variante Ómicron. Dos dosis de la vacuna y un refuerzo aún proveen una fuerte protección contra síntomas severos y muerte, muestran los datos de los CDC.

Pero una nueva variante está causando un aumento preocupante de las infecciones en Europa, y se está diseminando en Estados Unidos, en momentos en que las vacunaciones se han estancado.

Unas dos terceras partes de las personas en Estados Unidos están vacunadas y la mitad de aquellas elegibles para un primer refuerzo no lo habían recibido.

Las autoridades sanitarias estadounidenses han apostado por el uso de dosis de refuerzo como una herramienta, cada vez más fiable, para hacer frente a nuevos brotes, especialmente en aquellos puntos del país donde más se están relajando las medidas de seguridad, como el uso de mascarilla o el teletrabajo.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo este lunes que ve una situación difícil e incierta por la reforma eléctrica que envió el presidente López Obrador al Congreso, y que esta semana comienza su discusión en la Cámara de Diputados.

“Esto de la energía, de la reforma, de todo lo que está pasando, es difícil. No sé a dónde vamos a llegar”, declaró Salazar en la asamblea anual de socios de la American Chamber of Commerce (AmCham).

El diplomático indicó que ha manifestado al gabinete del presidente que “se requiere la energía confiable, limpia y asequible” para la relación comercial entre Estados Unidos y México.

“Si vamos a tener éxito en este enlace económico, también tiene que ser el enlace de la energía”, apuntó ante la AmCham, que agrupa a casi 1,500 empresas que representan 21% del PIB nacional y 20% de la inversión privada.

Sus declaraciones se producen horas después de que López Obrador informó que este lunes se inicia el debate formal en la Cámara de Diputados sobre la reforma que presentó, la cual pretende garantizar a la CFE el control de un mínimo del 54% de la generación eléctrica, mientras que a los privados destina un máximo del 46%.

La iniciativa, que el presidente pide que se vote a más tardar en abril en ambas Cámaras, también causa controversia porque revisaría contratos previos, eliminaría reguladores autónomos y priorizaría el despacho de plantas de combustibles fósiles de la CFE sobre las renovables de privados.

“Existe una gran incertidumbre desde este punto y creo que muchos de nosotros aquí no sabemos dónde va a quedar, filosóficamente, el sistema eléctrica mexicano”, apuntó en la asamblea de AmCham Emilio Medina, presidente de la US-Mexico Foundation.

Medina también vio incertidumbre por el próximo fallo de la Suprema Corte que la próxima semana tiene previsto votar un proyecto de la ministra Loretta Ortiz, nombrada por López Obrador, que se pronuncia a favor de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), con disposiciones similares.

“Nosotros sentimos que sin la participación de la iniciativa privada es imposible darle batería a todo el crecimiento potencial que tenemos, a estas grandes oportunidades”, comentó Medina.

Pese a las preocupaciones, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, defendió la iniciativa del presidente. Aseguró que la reforma busca que la producción y el abastecimiento propiamente de la energía para la población en general sea o venga desde la instancia gubernamental.

También aseveró que el Gobierno de México se comprometió a no afectar la relación durante la visita de enero pasado de Jennifer Granholm, titular del Departamento de Energía estadounidense.

“El bullicio del ruido que se hace hacia afuera es lo que nos pone muy nerviosos, pero el presidente fue muy claro con la secretaria de Energía de Estados Unidos y le dijo: no vamos a hacer nada que ponga en tela de juicio nuestra relación”, afirmó Clouthier.

Ken Salazar también reconoció que hay “muchísimo” trabajo por hacer en materia de seguridad ante la violencia de los cárteles mexicanos y el tráfico de migrantes.

“No importa dónde vive uno en México, Michoacán, Guanajuato, en el sur, Nuevo León, Nuevo Laredo, tenemos que hacer muchísimo más en esto de la seguridad”, manifestó Salazar en la asamblea.

Sus declaraciones ocurren horas después de que se conociera sobre la masacre de al menos 20 personas en un palenque en Michoacán por el choque de grupos criminales rivales.

Sin referirse a este episodio en específico, el representante de Washington resaltó la violencia en Michoacán. “¿Cómo ahí en Michoacán se puede controlar la violencia? La violencia y los delincuentes, los cárteles, no reconocen las fronteras políticas”, advirtió Salazar.

Será este domingo 27 de marzo cuando se lleve a cabo la entrega número 94 de los premios Oscar, en el Teatro Dolby en Los Ángeles, California.

Tres mujeres compartirán los roles de presentadoras: las comediantes Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes. Es la primera vez que tres mujeres presentarán la ceremonia, aportando cada una su propio sentido del humor. Los seguidores elegirán dos premios y algunos discursos de aceptación se grabarán antes de la emisión en vivo.

Eso es parte del plan para transformar la transmisión de los Premios de la Academia de este año, que se enfrenta a una prueba para tratar de recuperarse de los bajos índices de audiencia del año pasado.

El productor Will Packer promete que la 94 edición de los Oscar celebrará las películas en torno al lema “Amantes del cine, únanse”. Algunos presentadores, como el patinador Tony Hawk y el rapero Sean Combs, proceden de fuera del mundo del cine, una señal de que el espectáculo no es sólo para cinéfilos.

En su época de esplendor, los premios de la Academia eran una cita obligada para la televisión y servían como un deslumbrante anuncio para Hollywood. Más de 55 millones de espectadores estadounidenses sintonizaron cuando el éxito Titanic arrasó en 1998.

El año pasado, cuando la pandemia de COVID-19 obligó a los organizadores a trasladar la ceremonia a una estación de tren con una asistencia limitada y sin actuaciones musicales, la audiencia se redujo a 10.4 millones en la cadena ABC, que tiene los derechos para televisar el espectáculo hasta 2028.

Los productores pretenden que el evento no supere las tres horas. Algunos años se ha alargado más de cuatro. Para ayudar a mantener ese límite de tiempo, los ganadores de ocho premios, incluidos los de sonido y diseño de producción, se anunciarán en el Teatro Dolby justo antes de la emisión por televisión. Las grabaciones editadas de sus discursos se reproducirán durante la emisión.

Las dos películas favoritas de este año provienen de servicios de streaming, que no han ganado aún el premio a la mejor película.

La principal candidata con 12 nominaciones, “The Power of the Dog” (“El poder del perro”) de Jane Campion, fue durante mucho tiempo la presunta favorita y posiblemente represente para Netflix su mejor oportunidad hasta la fecha de ganar el máximo galardón de Hollywood. Pero después de obtener victorias consecutivas en los premios de los sindicatos de actores y productores (SAG y PGA), el drama sobre una familia de sordos “CODA” de Sian Heder podría tener una ventaja.

Su patrocinador, Apple TV+, ha invertido mucho para impulsar la cinta independiente y optimista al frente del grupo. Si “CODA” gana, será la primera vez desde “Grand Hotel” (“Gran hotel”) de 1932 que una película con menos de cuatro nominaciones (“CODA” tiene tres) se lleve el trofeo. Sin embargo, algunas predicciones de este año han sido muy desacertadas, por lo que otras nominadas como “Belfast” de Kenneth Branagh podrían dar la sorpresa.

Aquí te presentamos la lista de los nominados:

MEJOR PELÍCULA

  • Belfast
  • CODA
  • No mires arriba
  • Drive My Car
  • Dune
  • El método Williams
  • Licorice Pizza
  • El callejón de las almas perdidas
  • El poder del perro
  • West Side Story

MEJOR DIRECCIÓN

  • Kenneth Branagh – Belfast
  • Ryûsuke Hamaguchi – Drive My Car
  • Paul Thomas Anderson – Licorice Pizza
  • Jane Campion – El Poder del Perro
  • Steven Spielberg – West Side Story

MEJOR ACTOR

  • Javier Bardem – Ser los Ricardo
  • Benedict Cumberbatch – El poder del perro
  • Andrew Garfield – Tick Tick Boom
  • Will Smith – El método Williams
  • Denzel Washington – Macbeth

MEJOR ACTRIZ

  • Jessica Chastain – Los Ojos De Tammy Faye
  • Penélope Cruz – Madres Paralelas
  • Nicole Kidman – Ser Los Ricardo
  • Olivia Colman – La Hija Oscura
  • Kristen Stewart – Spencer

MEJOR PELÍCULA INTERNACIONAL

  • Drive My Car
  • Flee
  • Fue la Mano de Dios
  • Lunana
  • La Peor Persona del Mundo

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO

  • Jessie Buckley – La hija oscura
  • Ariana DeBose – West Side Story
  • Judi Dench – Belfast
  • Kristen Dunst – El poder del perro
  • Aunjanue Ellis – El método Williams

MEJOR ACTOR DE REPARTO

  • Ciarán Hinds – Belfast
  • Troy Kotsur – Coda
  • Jesse Plemons – El Poder del Perro
  • J.K. Simmons – Ser los Ricardo
  • Kodi Smith-McPhee – El poder del Perro

MEJOR CORTO ANIMADO

  • El limpiaparabrisas
  • AffaisOfTheArt
  • Bestia
  • Boxballet
  • RobinRobin

MEJOR CORTO

  • The Dress
  • Alakachuu
  • The Long Goodbye
  • OnMyMind
  • PleaseHold

MEJOR PELÍCULA ANIMADA

  • Encanto
  • Flee
  • Los Mitcher Contra Las Máquinas
  • Rayay El Último Dragón
  • Luca

MEJOR DOCUMENTAL

  • Ascensión
  • Attica
  • Flee
  • Summer os soul
  • Writting with fire

MEJOR CORTOMETRAJE DOCUMENTAL

  • Audible
  • LeadMeHome
  • 3 Song For Benazir
  • The Queen Of Basketball
  • When We Where Bullies

MEJOR CANCIÓN ORIGINAL

  • Be Alive – El Método Williams (Beyoncé y Dixson)
  • Dos Oruguitas – Encanto (Lin-Manuel Miranda)
  • No Time To Die – Sin Tiempo Para Morir (Billie Eilish y Finneas O’Connell)
  • Down to Joy – Belfast (Van Morrison)
  • Somwhow You Do – Cuatro días más (Diane Warren)

MEJOR GUION ADAPTADO

  • Coda
  • Drive My Car
  • Dune
  • La Hija Oscura
  • El Poder del Perro

MEJOR FOTOGRAFÍA

  • Dune
  • El callejón de las almas perdidas
  • Macbeth
  • West Side Story
  • El poder del perro

MEJORES EFECTOS VISUALES

  • Dune
  • Free Guy
  • Sin tiempo para morir
  • Shang Chi
  • Spider-man No Way Home

MEJOR SONIDO

  • Belfast
  • Dune
  • Sin Tiempo para Morir
  • El poder del Perro
  • West Side Story

MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL

  • No Mires Arriba
  • Dune
  • Encanto
  • Madres Paralelas
  • El poder del perro

MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO

  • Cruella
  • Cyrano
  • Dune
  • El callejón de las almas perdidas
  • El método Williams

MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA

  • El Rey de Zamunda
  • Cruella
  • Dune
  • Los Ojos de Tammy Faye
  • La Casa Gucci

MEJOR MONTAJE

  • No Mires Arriba
  • Dune
  • El Método Williams
  • Tick, Tick… Boom!
  • El Poder del Perro

MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN

  • Dune
  • El Callejón de las Almas Perdidas
  • La tragedia de Macbeth
  • West Side Story
  • El poder del perro

 

El gobierno estadounidense publicó este jueves una normativa para agilizar el proceso de asilo en los casos “creíbles” de miedo a persecución o tortura y expulsar “rápidamente” a quienes incumplan los requisitos, informó el Departamento de Justicia.

La nueva tramitación de asilo y deportaciones en la frontera entre Estados Unidos y México,  llega cuando un número récord de migrantes está intentando entrar en su territorio.

La mayoría de los migrantes varados en la frontera sur de Estados Unidos proceden de México y Centroamérica, pero cada vez son más los que llegan de lugares más lejanos buscando refugio, incluidos en las últimas semanas los ucranianos que huyen de la invasión rusa de su país, una acción que Moscú califica de “operación militar especial”.

Con esta nueva medida, los funcionarios de asilo de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) podrán tratar las solicitudes de las personas que alegan que no pueden regresar a sus países por temor de ser víctimas de persecución o tortura.

Actualmente el proceso de asilo es competencia de los jueces de inmigración y suele tardar de varios años debido a la cantidad de solicitudes que reciben.

Esta normativa, con la que el gobierno del presidente Joe Biden espera reducir la demora a varios meses, está destinada a “garantizar que las solicitudes de asilo se procesen de manera justa, diligentemente y de acuerdo con el debido proceso”, afirmó el secretario de Justicia Merrick Garland.

“Ayudará a reducir la carga de nuestros tribunales de inmigración, protegerá los derechos de quienes huyen de la persecución y la violencia y permitirá que los jueces de inmigración emitan órdenes de expulsión cuando corresponda”, añadió.

Para el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas, se trata de construir un sistema de asilo más funcional y sensato para garantizar que las personas elegibles reciban protección más rápidamente, mientras que las que no son elegibles sean expulsadas rápidamente.

En los casos en los que el temor de persecución o tortura es “creíble”, el solicitante pasará a una entrevista con un funcionario de asilo que recabará información y a continuación el USCIS decidirá si le otorga asilo. Si no se lo concede, el solicitante entra en un proceso de deportación ante un juez de inmigración.

Aunque la normativa simplifica las expulsiones, no se aplicará a los niños no acompañados.

Su puesta en marcha se hará de forma gradual, por fases, comenzando con un número limitado de personas que se irá ampliando a medida que la División de Asilo de USCIS se desarrolle y reciba más recursos, informa el comunicado.

Según el Centro de Información y Acceso de Registros Transnacionales (TRAC), los tribunales de inmigración, dependientes del Departamento de Justicia, acumulan atrasos, con montañas de casos pendientes en los despachos de los jueces.

Algunos defensores de los derechos de los inmigrantes se oponen al cambio de norma, cuyo objetivo es tramitar los casos en 90 días, por temor a que provoque más deportaciones.

Recordemos que el presidente Biden ha mantenido un polémico decreto conocido como Título 42, puesto en marcha en marzo de 2020 por su predecesor, Donald Trump, y que permite expulsar rápidamente hacia México u otros países a la mayoría de los migrantes sorprendidos cruzando la frontera para limitar la propagación del COVID-19.

El poder de combate de Rusia en Ucrania ha disminuido por debajo del 90% desde niveles previos a la invasión por primera vez desde que comenzaron los ataques, dijo este martes un alto funcionario de Defensa de Estados Unidos, lo que sugiere grandes pérdidas de armamento y un aumento de las bajas.

Estados Unidos estima que Rusia reunió más de 150,000 soldados alrededor de Ucrania antes de la invasión del 24 de febrero, junto con suficientes aviones, artillería, tanques y otros artefactos de guerra para su ataque a gran escala.

“Por primera vez, pueden estar un poco por debajo del 90%”, dijo el funcionario estadounidense a periodistas bajo condición de anonimato.

Casi un mes después de la guerra, las tropas rusas no han logrado capturar una sola ciudad importante y las fuerzas ucranianas han detenido su avance en casi todos los frentes. En cambio, Moscú ha recurrido a bombardear ciudades con artillería, misiles y morteros. Rusia niega haber atacado a civiles.

Además, el funcionario estadounidense sugirió que no había indicios de que Rusia todavía estuviera enviando suministros adicionales a Ucrania.

Gran parte de ese bombardeo se ha centrado en la ciudad de Mariúpol, en el sureste. El alto funcionario estadounidense dijo que las fuerzas navales rusas probablemente han estado disparando contra Mariúpol desde el Mar de Azov durante las últimas 24 horas.

Rusia no ha actualizado oficialmente sus cifras de víctimas desde que declaró el pasado 2 de marzo que 498 militares habían muerto y 1,597 resultaron heridos. Desde entonces, su ofensiva se ha topado con una fuerte resistencia del ejército y las fuerzas de defensa voluntarias de Ucrania.

El asesor de Seguridad Nacional de La Casa Blanca, Jake Sullivan, estimó este martes que el número de víctimas rusas era de miles de efectivos o civiles, pero se negó a ofrecer una cifra precisa.

A medida que el conflicto pasa factura, Estados Unidos ha advertido que Rusia podría buscar ayuda de China. Aún así, La Casa Blanca dijo el martes que no había visto ninguna evidencia de que China proporcionara equipo militar a Rusia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lamentó que Estados Unidos destine más recursos, y con mayor rapidez,  a la guerra en Ucrania que a fomentar el desarrollo para resolver la crisis migratoria en la región, y que es un problema que al igual que a México le aqueja.

“Lo que queremos es que se invierta. Acaban de autorizar recursos para Ucrania, y está bien, porque es su política de proteger a Ucrania, han decidido eso. Pero se lo aprobó el Congreso creo que en dos días, y el apoyo para los hermanos centroamericanos, ya va para cuatro años, y no se aprueba”, reprochó el mandatario.

Las declaraciones de López Obrador surgieron luego de que fuera cuestionado sobre la reciente visita del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, que coincidió con la detención de un líder criminal en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

AMLO aseguró que todo volvió a la “normalidad” en este municipio fronterizo, que padeció durante el día del arresto diversos hechos como el incendio de autos, la instalación de barricadas y enfrentamientos entre las autoridades e integrantes del crimen organizado.

Aseguró que durante la reunión con Mayorkas se habló sobre todo del tema migratorio. Y se insistió en que EUA debe invertir y tienen que apoyar en El Salvador, en Honduras, en Guatemala. “No se ha podido lograr una respuesta favorable”, añadió, convencido que este apoyo ayudaría a “atemperar el fenómeno migratorio”.

Destacó que ya México está ayudando con los programas Sembrando Vida y con Jóvenes Construyendo el Futuro, pero insistió en que no se tienen los recursos que se necesitan.

“De eso hablamos (con Mayorkas) y no solo es que haya trabajo sino que también tengan la posibilidad de obtener visas de trabajo, ordenar el flujo migratorio y cambiar la política”, agregó el mandatario. Deseó que también se regularice a millones de mexicanos que trabajan y viven en Estados Unidos.

“¿Por qué no se aprueban los recursos para Centroamérica? Lo que se aprobó para Ucrania fue una cantidad mucho mayor que lo que se está necesitando para apoyar a los pueblos pobres de los países de Centroamérica y del Caribe”, reclamó.

Pese al reclamo que hizo, López Obrador dijo que es muy buena la relación con la administración Biden, aunque reconoció que hay mucha burocracia, lo que le sirvió para decir que el “elefante ese está más grande y más reumático que el de nosotros” en EUA.

Y es que recordemos que el pasado 13 de marzo, el Senado de Estados Unidos aprobó un gran paquete de gasto de 1.5 billones de dólares que incluye 13,600 millones de dólares en ayuda para Ucrania, fondos contra la violencia de género y una partida para evitar una parálisis del gobierno.

El presidente de México también fue cuestionado sobre un posible apoyo del Congreso de Estados Unidos de unos 158 millones de dólares a México. “No tengo información oficial sobre este caso. Y nosotros no queremos ayudar militar”, dijo el mandatario.

Autoridades de Miami Beach, Florida declararon este lunes estado de emergencia e impusieron toque de queda para contrarrestar los desórdenes registrados durante el fin de semana que dejaron cinco personas heridas de bala, en medio de las vacaciones de primavera.

El toque de queda entrará en vigor desde este jueves y se mantendrá hasta el lunes, y será entre las 12 de la madrugada y las seis de la mañana, según precisó hoy en rueda de prensa la administradora de la ciudad, Alina Hudak, quien agregó que la medida se aplicará en la porción de la ciudad que va desde la calle 23 hasta su límite sur.

La funcionaria señaló que firmará una orden de emergencia para el toque de queda de este fin de semana, mientras que para el del próximo fin de semana hará una solicitud formal al pleno de la Comisión (Concejo) de Miami Beach, la cual confía que salga adelante.

“Nuestra ciudad ha pasado su tope final”, señaló en la rueda de prensa el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, quien lamentó el número de recursos de efectivos policiales que las autoridades se han visto obligadas a desplegar.

“No queremos aquí el Spring Break, pero la gente sigue viniendo”, lamentó Gelber, quien confesó que no tiene autoridad para cerrar las carreteras elevadas que la conectan con la vecina ciudad de Miami, como medida de prevención.

En tanto, el jefe de la Policía local, Richard Clements, señaló que en las últimas cuatro semanas los efectivos de esta dependencia han decomisado más de un centenar de armas de fuego, de las cuales 75 correspondieron al pasado fin de semana, considerado el ecuador del Spring Break.

El anuncio de hoy se da luego de que la madrugada de este lunes dos mujeres resultaran heridas de bala en un tiroteo ocurrido en la popular calle de Ocean Drive, en primera línea de playa y poblada de edificios Art Déco que representa en los carteles turísticos a esta ciudad vecina a Miami.

Las dos mujeres, que debieron ser llevadas a un hospital local aunque sin presentar riesgo, se sumaron a otras tres personas que a primera hora del domingo fueron ingresadas por heridas de arma de fuego.

La concurrida Ocean Drive y sus alrededores, llenas de bares y discotecas, son desde hace unas semanas el punto de encuentro de cientos de jóvenes que pasan sus vacaciones de primavera en esta turística ciudad del sur de Florida, y donde estos días sus autoridades han redoblado la seguridad.

Al cabo de los desordenes del año pasado, en los que una persona resultó muerta y hubo más de un millar de detenidos, además del decomiso de drogas y un centenar de armas de fuego, las autoridades locales se vieron obligadas a decretar el toque de queda.

La jueza Ketanji Brown Jackson, nominada por el presidente Joe Biden para ocupar una posición en el Tribunal Supremo, indicó este lunes ante el Senado que actuará de manera “independiente” sin “favoritismos” ni “temor” y siguiendo lo que establece la Constitución.

Jackson aspira a convertirse en la primera jueza afroamericana en llegar al Tribunal Supremo en sus 232 años de historia.

En su primera comparecencia ante el comité judicial del Senado, encargado de examinar su nombramiento, Jackson prometió que si su nombramiento es aprobado trabajará de manera productiva para apoyar y defender la Constitución y el gran experimento de la democracia estadounidense.

“He sido jueza durante casi una década y me tomo muy en serio esa responsabilidad y mi deber de ser independiente. Decido los casos desde una postura neutral. Evalúo los hechos e interpreto y aplico la ley a esos hechos que se presentan ante mí, sin temor y sin favoritismos, de manera consistente con mi juramento judicial”, afirmó.

Jackson hizo referencia a lo histórico de su nombramiento y rindió homenaje a Constance Baker Motley, la primera mujer negra que se convirtió en jueza en 1966. “Gracias por esta oportunidad histórica para unirme a la corte con compañeros brillantes y para inspirar a futuras generaciones y para asegurarnos de que hay libertad y justicia para todos”.

Los demócratas quieren que la nominación de Jackson sea aprobada en el pleno del Senado antes del 8 de abril.

El camino debería ser relativamente fácil porque solo se necesita una mayoría simple de 51 votos y los demócratas cuentan con 50 escaños, además del voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.

La llegada de Jackson a la Corte no cambiaría la composición ideológica del Supremo estadounidense, que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas; está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.

Sin embargo, sí ampliará la diversidad de una corte en la que ahora mismo hay cinco hombres blancos, uno negro y tres mujeres, una de ellas la latina Sonia Sotomayor.

De ser confirmada, Jackson reemplazará a uno de esos hombres blancos, Stephen Breyer, que es uno de los tres únicos miembros de la bancada progresista de la Corte y que anunció en enero que planea jubilarse a los 83 años.