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El gobierno estadounidense determinó que el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, a quien la CIA responsabiliza por el asesinato del periodista saudí y residente estadounidense Jamal Khashoggi, es inmune a una demanda civil presentada por la prometida del fallecido.

Según informó este viernes The Washington Post, el Ejecutivo de Joe Biden ha determinado que, en virtud del derecho internacional, el príncipe es inmune a una demanda civil presentada en Estados Unidos por la prometida de Khashoggi y la organización de derechos humanos que esta fundó.

La administración justificó la inmunidad en que es el “jefe de gobierno en funciones” de Arabia Saudí y lo hizo a través de una carta firmada por el asesor legal interino del Departamento de Estado, Richard C. Visek, enviada al tribunal de distrito en el que se había presentado el caso.

Y es que el derecho internacional prohíbe a los tribunales de un país tomar medidas contra el jefe de estado de otro “mientras esté en el cargo”, y el padre de Bin Salman, el rey Salman, lo nombró primer ministro en septiembre.

Además, el texto recuerda que la Constitución otorga al poder ejecutivo la potestad exclusiva para tomar decisiones relacionadas con la política exterior.

El texto del asesor legal indica, sin embargo, que el departamento “no tiene opinión sobre los méritos de la presente demanda y reitera su condena inequívoca del atroz asesinato de Jamal Khashoggi” en octubre de 2018.

Según la CIA, está demostrado que Bin Salman “aprobó una operación en Estambul para capturar o matar” al periodista saudí porque se le percibía como un disidente cuyas actividades socavaban la monarquía.

Khashoggi escribió columnas para The Washington Post y otros medios que criticaban al príncipe heredero, quien, como gobernante de facto incluso antes de que su padre lo convirtiera en primer ministro, llevó a cabo duras medidas enérgicas contra rivales y disidentes. EFE

En respuesta a la decisión del gobierno, Hatice Cengiz, la prometida de Khashoggi, acusó al presidente Joe Biden de “salvar al asesino”.

“Biden ha salvado al asesino al concederle la inmunidad. Salvó al criminal y se involucró él mismo en el crimen”, dijo en Twitter la novia del periodista saudí asesinado.

“Jamal ha vuelto a morir hoy”, insistió Cengiz, una ciudadana turca que estaba a punto de casarse con Khashoggi cuando fue secuestrado y descuartizado.

“El Departamento de Estado estadounidense ha otorgado inmunidad a MBS (abreviatura de Mohamed bin Salmán). No es una decisión que esperara todo el mundo. Pensábamos que quizás hubiera una luz de justicia desde EE.UU. Pero, de nuevo, el dinero es lo primero”, escribió Cengiz.

La activista pro derechos humanos ya había reprochado en julio pasado a Biden su reunión con Bin Salmán en Arabia Saudí.

México tiene una desaceleración en el alza de contagios de COVID-19 porque en la última semana solo han aumentado un 12 % los casos, indicó este martes el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

“La curva epidémica de agregación semanal nos da un dato preliminar pero alentador si se mantiene como tendencia”, señaló el funcionario en conferencia de prensa desde Palacio Nacional.

Indicó que en las primeras tres semanas del año hubo cambios muy rápidos de aumento en la cantidad de casos debido a la presencia de la variante Ómicron. Sin embargo, en la semana epidémica “número cuatro”, que arrancó este domingo, se observa un incremento de solo 12%, lo que calificó como un cambio sustancial.

“Ya se empieza a ver un cambio en la tendencia y esto reduce desde luego la cantidad o el porcentaje de casos estimados que son activos”, añadió.

No obstante, dijo que esto debe tomarse “con cautela”, aunque de mantenerse el ritmo de incremento “podría ser el inicio de un cambio en tendencia de crecimiento y por lo tanto se reduce” la velocidad de los contagios.

López-Gatell aseguró que con la aplicación de vacunas y ante el contagio menos dañino de Ómicron, se podría hablar de un proceso de inmunidad en México y en el mundo.

“Ómicron característicamente es una variante que produce enfermedad más leve y aunque se propaga rápidamente dando un gran número de casos, no son casos de gravedad. Sumado a una alta proporción de personas vacunadas, permite tener una epidemia más manejable, nunca deseable”, apuntó López-Gatell.

El subsecretario explicó que eventualmente se causará inmunidad en una gran proporción de personas, lo cual podría en su momento contribuir al final del periodo epidémico.

Además, destacó que debido a la continuidad de la campaña de vacunación, se ha presentado en este cuarta ola de COVID-19 una “intensidad 70% menor” en ocupación hospitalaria respecto a la segunda ola de contagios, que tuvo lugar a comienzos del año pasado.

López-Gatell sostuvo que, aunque al inicio de la pandemia sólo el 75% de los mexicanos decía que aceptaría una vacuna, hoy el 89% de la población de 18 años y más ha recibido el esquema completo de vacunación.

Las vacunas anticovid desarrolladas con la tecnología de ARN mensajero, que son las que actualmente son producidas por Moderna y Pfizer-BioNTech, pueden evitar durante tres años que un adulto sufra casos graves de COVID-19.

Así lo reveló un estudio realizado por científicos suizos y hecho público hoy. La investigación, publicada por el Grupo Científico de Trabajo contra la COVID-19 dependiente del gobierno de Suiza, reduce sin embargo a 16 meses la posible inmunidad de los vacunados con ese tipo de preparados ante formas moderadas de la enfermedad.

Según los científicos suizos, las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech crean una respuesta en forma de anticuerpos entre dos y cuatro veces mayor que aquella que presentan quienes han superado la enfermedad, lo que supone una protección más duradera.

El estudio matiza que la duración de esta protección podría disminuir entre personas mayores de 75 años y la reducen por ello a entre 15 y 24 meses contra formas graves de la COVID-19 y de 7 a 10 meses para versiones moderadas.

La duración de la inmunización de las vacunas será importante a la hora de organizar campañas de refuerzo y también para determinar la validez de los “certificados COVID-19”, que al menos a corto plazo podrían ser necesarios para viajar o asistir a actos multitudinarios en Suiza (país donde se desarrolló la investigación) y otros países.

El texto avanza que los periodos de protección calculados podrían reducirse, aunque todavía no se cifra exactamente cuánto, en el caso de la variante ‘Delta’, más contagiosa que anteriores cepas del coronavirus y que también parece necesitar una mayor cantidad de anticuerpos en el organismo para ser neutralizada.

En otros temas de la pandemia, un estudio basado en un modelo matemático que publica Plos Pathogens, sugiere que la COVID-19 habría surgido en China entre principios de octubre y mediados de noviembre de 2019, con la fecha más probable el 17 de ese último mes.

Aunque el primer caso oficialmente identificado de COVID-19 tuvo lugar a principios de diciembre de 2019, como recuerdan los autores, su análisis “sugiere que la expansión del virus se produjo mucho antes y más rápido de lo que implican los casos confirmados”.

El equipo de británicos, estadounidenses y checos, encabezado por David Roberts, de la Universidad de Kent en el Reino Unido, usó para su análisis un método de la ciencia de la conservación, que se emplea para datar extinciones de especies, y los datos procedían de la base de estadísticas en tiempo real Woldometers.

El estudio estima que la enfermedad se habría extendido a nivel mundial en enero de 2020 y sugiere que el primer caso fuera de China se habría dado en Japón el 3 de enero de 2020.

El coronavirus habría salido del este de Asia para llegar a Europa, con el primer caso estimado en España el 12 de enero de 2020.

La investigación apunta a que el SARS-Cov-2 llegó a Norteamérica en Estados Unidos y fija la fecha en el 16 de enero de 2020, mientras en Australia sería el 23 de enero; en África el 9 de febrero en Nigeria y en Sudamérica el 19 de ese mes en Brasil.

Mucho se ha hablado de la llamada inmunidad de rebaño, que se refiere a la situación en donde una población tiene ya suficiente número de personas que son inmunes a ciertos virus debido a los anticuerpos que se generan ya sea por contagio, es decir haber adquirido con anterioridad el virus y haber creado defensas, o bien por haber recibido una vacuna que de igual forma genere los anticuerpos.

Para lograr la inmunidad de rebaño, los especialistas señalan que no se necesita que todos los habitantes de un país hayan generado la inmunidad; basta con que se tenga suficiente cantidad de población para que en la vida diaria la posibilidad de que una persona infectante se encuentre con alguien que se puede infectar sea mínima.

Para un virus como el SARS-CoV-2, que es el causante del COVID-19, se necesita que tres cuartas partes de la población del país tengan esta inmunidad.

Al respecto, fue cuestionado el subsecretario Hugo López-Gatell, quien proyectó a partir del ritmo de vacunación, que para septiembre u octubre se habrá alcanzado la inmunidad de rebaño en nuestro país.

“Hemos calculado, de acuerdo al ritmo esperado de la vacunación y la cantidad de personas que sabemos ya tienen anticuerpos contra COVID, mayormente por la historia de infección, que estaríamos llegando precisamente alrededor de agosto con suficiente cantidad de personas inmunes para que a lo mejor entre agosto y septiembre ya se alcance el punto crítico de la inmunidad de rebaño, que es 75 por ciento”, explicó el funcionario.

A inicios de semana, López-Gatell aseguró que es probable que el 50% de la población mexicana ya sea inmune al coronavirus.

Recordó la encuesta que se presentó en recientes semanas, que levantó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la cual señalaba que había un 34.5% de inmunidad; dicha encuesta se realizó a finales de diciembre y principios de enero.

“Y nosotros mismos habíamos considerado que, dado el aumento en la cantidad de casos nuevos durante esos meses, noviembre, diciembre y la primera semana de enero, era posible que a nivel poblacional quizás cerca del 50 por ciento ya tuviera inmunidad”.

Alejandro Macías, infectólogo y especialista en temas de salud, indicó que según estudios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UALSP), el 60% de los mexicanos ya ha generado anticuerpos contra COVID.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a hablar sobre si se aplicará la vacuna contra el COVID-19, esto luego de que recibiera diversas críticas por “rehusarse” a recibir el fármaco.

El mandatario confirmó que se vacunará en unos “15 o 20 días” y, de acuerdo con el Secretario de Salud, Jorge Alcocer, el mandatario recibirá el biológico de AstraZeneca.

“Me voy a vacunar dentro de unos 15 o 20 días”, aseguró este martes López Obrador durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Explicó que esta decisión la tomó tras volver a consultar con sus médicos, pero también “para disipar dudas, sobre todo para los que tuvieron COVID como yo no esperen tanto tiempo y dar ese ejemplo para que se protejan, por eso me voy a vacunar”, dijo.

AMLO hizo referencia a lo publicado por el diario español El País, quien reportó que el mandatario se estaba negando a aplicarse la vacuna, pues ayer había asegurado que no se vacunaría “por el momento” debido a que contaba con “suficientes anticuerpos”.

Al respecto, Alcocer refirió que la vacuna que recibirá el presidente será la creada por AstraZeneca, la cual es la misma que a él le fue aplicada.

Explicó que el presidente, debido a tener una vida sana, generó anticuerpos suficientes tras padecer COVID-19, lo que le permite estar protegido por más tiempo, aunque reconoció que no se sabe cuánto puede durar esta inmunidad.

Señaló que tener controlada su hipertensión ayudó a que pudiera sobrellevar mejor su enfermedad y afirmó que su capacidad de respuesta “no fue gratuita, se la regaló la población y ha tenido contacto con gente, con alimentos y eso reforzó su inmunidad”, afirmó.

Destacó que por ello es importante que todos los mexicanos que tienen una comorbilidad aprendan que hay que controlarla “pues es diferente el resultado si viene la COVID”.

Refirió que el presidente ya tomó la decisión de inocularse pero destacó que “a nadie se le debe obligar vacunarse”.

Un estudio que encontró que es poco probable que las personas que han tenido Covid-19 contraigan la enfermedad nuevamente durante al menos seis meses es una buena noticia y brinda esperanzas para las vacunas, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Es una muy buena noticia ver que estemos viendo niveles sostenidos de respuesta inmune en humanos”, declaró Mike Ryan, el principal experto en emergencias de la OMS, en una conferencia de prensa. “También nos da esperanza en el lado de la vacuna”.

Por su parte Maria van Kerkhove, líder técnica de la OMS sobre Covid-19, dijo: “Todavía necesitamos hacer seguimiento a esas personas durante un período de tiempo más largo para ver cuánto dura la inmunidad”.

Y es que un estudio publicado este viernes por la Universidad de Oxford asegura que las personas infectadas con el coronavirus tienen pocas posibilidades de volver a contraer la enfermedad en al menos seis meses.

Esta investigación a gran escala sobre la inmunidad ante un nuevo contagio de Covid-19, realizada en colaboración con los Hospitales Universitarios de Oxford, no ha sido aún revisada de forma independiente.

Sus resultados confirman una observación hecha por muchos profesionales sanitarios de que mientras 51 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas con el coronavirus, los casos de reinfección siguen siendo relativamente pocos.

Son “muy buenas noticias”, afirmó el profesor David Eyre, uno de los autores de la investigación. “Podemos estar seguros de que, al menos a corto plazo, la mayoría de las personas que contraen el Covid-19 no lo volverán a contraer”, afirmó.

El estudio se basó en pruebas de coronavirus realizados regularmente a 12,180 trabajadores sanitarios de los hospitales universitarios de Oxford durante un período de 30 semanas.

Ninguno de los 1,246 empleados con anticuerpos desarrolló una infección sintomática y solo tres, sin síntomas, dieron positivo al virus por segunda vez.

Estos resultados contradicen sin embargo los de otro estudio británico, publicado en octubre por el Imperial College London y el instituto Ipsos Mori, según el cual la inmunidad adquirida por las personas recuperadas del coronavirus disminuye “con bastante rapidez”, en particular en los pacientes asintomáticos, y podía durar sólo unos pocos meses.

¿Y qué ocurre más allá de los seis meses? Los investigadores de Oxford precisaron no haber reunido aún suficientes datos para emitir un juicio al respecto. Sin embargo, su estudio tiene como objetivo final verificar cuánto tiempo dura en total la inmunidad.

El laboratorio farmacéutico británico AstraZeneca anunció este lunes que los ensayos de su vacuna contra el Covid-19 daban resultados prometedores sobre una respuesta inmunitaria entre los jóvenes adultos y las personas mayores.

“Es alentador ver respuestas inmunitarias parecidas entre las personas mayores y los jóvenes adultos”, señaló un portavoz de AstraZeneca, que colabora con la Universidad de Oxford en el desarrollo de la vacuna.

“Los resultados sustentan las pruebas sobre la seguridad y la respuesta inmunitaria” de la vacuna, según la firma.

La Universidad de Oxford precisó por su parte que estos datos provienen de los primeros ensayos clínicos, los llamados de fase 2.

La vacuna se encuentra actualmente en el nivel de ensayos clínicos más amplios (fase 3), a etapa previa a su autorización por parte de las autoridades.

Los ensayos clínicos fueron reanudados en Estados Unidos, el único país donde estaban suspendidos después de que un participante se enfermara hace más de seis semanas, anunció el viernes pasado AstraZeneca.

Los resultados del ensayo de este proyecto de vacuna, uno de los más avanzados del mundo, están previstos para este año.

Es uno de los diez que están siendo probados en decenas de miles de voluntarios en ensayos de fase 3, junto a proyectos estadounidenses, chinos y uno ruso.

Esta vacuna es una de las más esperadas. El grupo farmacéutico ha vendido previamente cientos de millones de dosis en varios continentes y ha firmado acuerdos con otros laboratorios para que las dosis sean fabricadas a nivel local.

La duración de los anticuerpos generados por los enfermos de COVID-19 sigue siendo una pregunta para el mundo entero y en especial para la comunidad científica; sin embargo, esta sería de, al menos, tres meses tras la aparición de los síntomas, tiempo durante el que se detectaron en sangre y saliva por dos estudios que publica hoy Science.

Estas investigaciones se unen a las ya disponibles que han investigado la duración de la inmunidad, algunas de los cuales señalan que los anticuerpos neutralizantes podrían persistir hasta seis meses.

Los nuevos informes coinciden en señalar que la inmunoglobulina G (IgG) son los anticuerpos de mayor duración detectables en la sangre y la saliva de los pacientes, al menos durante tres meses, lo que sugiere que estos “pueden servir como objetivos prometedores para detectar y evaluar las respuestas inmunitarias contra el virus”, señala la publicación.

El hecho de que estos anticuerpos puedan detectarse a niveles similares, tanto en la sangre como en la saliva, “sugiere” que esta última podría utilizarse como un biofluido alternativo para las pruebas de anticuerpos.

El primer estudio, encabezado por Anita Iyer de la Universidad de Boston en Estados Unidos, midió las respuestas de los anticuerpos en la sangre de 343 pacientes con COVID-19 durante un máximo de 122 días después de la aparición de los síntomas y lo compararon con las de 1,548 individuos de control muestreados antes de la pandemia.

Los resultados señalaron que los anticuerpos IgM e IgA fueron “de corta duración”, cayendo por debajo de los niveles de detección a los 49 y 71 días, respectivamente, después de la aparición de los síntomas.

Por el contrario, la respuesta de los IgG dirigidos contra la proteína Spike del coronavirus (la usa para entrar en las células humanas) “decayó lentamente en un período de 90 días” y solo tres individuos los perdieron dentro de este plazo.

El segundo estudio, realizado con 402 pacientes y dirigido por Baweleta Isho, de la Universidad de Canadá, señala que los anticuerpos IgG permanecían “relativamente estable” hasta 105 días tras la aparición de los síntomas.

Los datos indicaron que los niveles máximos de IgG se producían entre 16 y 30 días después de la aparición de los síntomas.

“Nuestro estudio muestra que los anticuerpos IgG contra la proteína Spike del virus son relativamente duraderos tanto en la sangre como en la saliva”, según Jennifer Gommerman, una de las autoras de la investigación y profesora de la Universidad de Toronto.

Los autores señalan que este es el primer estudio que demuestra que los anticuerpos pueden también detectarse en la saliva, lo que sugiere que esta “podría servir como alternativa para las pruebas de anticuerpos” y aunque esta no es tan sensible como el suero, es fácil de recoger”, dijo Gommerman.

Ante la pandemia, una de las preguntas que sigue sin respuesta es cuánto dura la inmunidad adquirida tras la enfermedad. Hoy, un estudio publicado en Nature Medicine advierte de que la inmunidad protectora contra el SARS-CoV-2 podría ser corta.

Para determinarlo, un equipo de investigadores liderados por la responsable del laboratorio de virología experimental de la Universidad de Amsterdam (Holanda), Lia van der Hoek, ha analizado la inmunidad en cuatro cepas de coronavirus estacionales similares al SARS-CoV-2.

Las cuatro cepas (HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HCoV-HKU1) causan infecciones del tracto respiratorio y, según los autores del estudio, comprender qué características compartidas tienen estos coronavirus, podría servir para conocer algo más sobre el SARS-CoV-2.

Para hacer el estudio, los autores examinaron 513 muestras de suero recogidas de manera regular a diez varones adultos sanos de Amsterdam desde 1980, es decir, durante más de 35 años.

Los autores midieron el aumento de los anticuerpos contra la proteína nucleocápside (abundante en el coronavirus) para cada coronavirus estacional y consideraron cada aumento de anticuerpos como una nueva infección.

Según los resultados del estudio, cada paciente registró entre 3 y 17 infecciones de coronavirus en periodos de reinfección de entre 6 y 105 meses (8.7 años), y que los individuos estudiados se contagiaban con el mismo coronavirus estacional doce meses después de la infección inicial.

Los autores creen que las reinfecciones son frecuentes en los cuatro coronavirus estacionales, lo que sugiere que puede ser una característica común de todos los coronavirus humanos, incluido el SARS-CoV-2.

La directora técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargada de la pandemia de COVID-19, Maria Van Kerkhove, subrayó que por ahora son “casi irrelevantes estadísticamente hablando” los casos de reinfección del coronavirus en el mundo.

“De los más de 26 millones de contagios contabilizados en el mundo sólo ha habido unos pocos casos de reinfección, por ahora no muy relevantes. De todos modos seguimos estudiándolos junto a laboratorios de distintos países”, subrayó la experta estadounidense.

Van Kerkhove añadió que por ahora se ha comprobado que los pacientes infectados de coronavirus, incluso aquéllos que no han presentado síntomas, han creado al cabo de una o dos semanas anticuerpos que suponen cierta inmunización ante posibles reinfecciones, aunque se ignora la duración de ésta.

“Vemos resultados muy esperanzadores, en los que esta respuesta (inmunológica) dura varios meses, pero como sólo llevamos ocho meses de pandemia no podemos saber cuánto durará”, admitió.

En los casos de reinfección registrados, entre ellos el de un paciente de Hong Kong que había viajado a España poco antes de desarrollar por segunda vez COVID-19, los expertos investigan qué tipo de anticuerpos se habían formado en sus organismos tras enfermar en la primera y la segunda ocasión, añadió la experta.

Preguntada sobre las medidas que las escuelas deben implementar para garantizar un seguro retorno a las aulas de los alumnos, Van Kerkhove afirmó que cada escuela debe tener un plan específico para atender a niños que presenten enfermedades respiratorias, fiebre o COVID-19, y para rastrear los contactos.

“Lo importante es que los planes sean lo más claros posible y se comuniquen bien a los padres, para que éstos sepan qué hacer y cuándo”, remató.

Por su parte el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que esta semana se celebrará la primera reunión de expertos para examinar la respuesta del organismo a la pandemia de COVID-19 desde su inicio.

El comité, que celebrará su primer encuentro los días 8 y 9 de septiembre, “evaluará el funcionamiento de las Regulaciones Sanitarias Internacionales durante la pandemia y recomendará cambios si lo considera necesario”, señaló Tedros.

Entre los distintos puntos a revisar estarán la convocatoria de comités de emergencia en enero, cuando se conocían los primeros casos en China, o la declaración de emergencia internacional a finales de ese mes, precisó Tedros.

Paralelamente a este comité, otro totalmente independiente de la OMS deberá llevar a cabo su propia revisión de la gestión que el organismo ha hecho de la pandemia.

La gestión de la pandemia por parte de la OMS ha recibido diversas críticas, especialmente desde Estados Unidos, que llevaron al Gobierno de ese país a anunciar su salida de la organización el próximo año.

Un hombre de 25 años residente en Reno, Nevada, podría ser el primer caso de reinfección de Covid-19 detectado en Estados Unidos, según un estudio difundido este viernes por medios locales.

Según la cadena CBS News, se trata de un hombre que dio positivo por primera vez al coronavirus a mediados de abril pasado y, tras recuperarse, volvió a enfermarse a finales de mayo.

“La segunda vez, su enfermedad fue más grave, según el informe del caso”, agregó el reporte.

Akiko Iwasaki, profesora de la escuela de medicina de la Universidad de Yale y experta en el tema, detalló en su cuenta de Twitter que hubo un intervalo de 48 días entre ambos casos.

“Esta vez (…) el sistema inmunológico no protegió a la persona de la reinfección o enfermedad”, detalló.

La experta explicó que en la primera infección, en abril, el paciente se recuperó después de aproximadamente un mes de aislamiento, pero que en mayo, cuando volvió a enfermarse, necesitó hospitalización y apoyo de oxígeno.

“El genoma viral del primer y segundo aislamiento difirió significativamente, indicando que se produjo una reinfección”, detalló.

En el estudio, que está pendiente de revisión para su publicación en la revista médica The Lancet, los autores, un grupo de expertos de distintas áreas y entidades, concluyeron que “es posible que los seres humanos se infecten varias veces por el SARS-CoV-2”, pero indicaron que desconocen “la posibilidad de generalizar este hallazgo”.

Hasta el momento han sido descritos tres casos de reinfección por coronavirus en Hong Kong, Holanda y Bélgica.

El caso de Hong Kong es el de un hombre de 33 años asintomático, el de Bélgica el de una mujer con síntomas leves que no ha requerido hospitalización, mientras que el de Holanda es una persona de la tercera edad con el sistema inmune deteriorado y del que no se ha informado acerca de sus síntomas.

La posible reinfección en Estados Unidos se conoce cuando el país contabiliza 5,889,652 casos confirmados de Covid-19 y 181,186 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este martes que los informes que ha recibido hasta el momento sobre personas que se han reinfectado con el coronavirus son muy “raros”, tras conocerse el caso documentado de un hombre en Hong Kong que contrajo el virus dos veces.

“Recibimos de vez en cuando reportes anecdóticos de gente que se hace la prueba y sale negativo y luego positivo, pero no ha quedado claro hasta ahora si se trata de un problema del propio test o si hubo gente que realmente se infectó una segunda vez”, dijo la portavoz de la OMS, Margaret Harris.

Enfatizó que, en cualquier caso, las posibles reinfecciones de las que se habla representan una cifra muy baja. “Estamos ante un caso documentado frente a más de 23 millones de casos confirmados”, recordó.

Harris dijo que es posible que tras el caso en Hong Kong aparezcan otros, pero que esto “no parece ser un hecho habitual de ninguna manera”.

Afirmó que la OMS recibe a diario resultados de parte de las miles de investigaciones que se están realizando en el mundo sobre distintos aspectos de la pandemia de Covid-19, entre ellos, el relativo a la inmunidad que genera una persona cuando ya ha superado la enfermedad.

“Necesitamos entender lo que esto significa en términos de inmunidad y para eso hay muchos grupos que están haciendo el seguimiento de gente, midiendo sus anticuerpos e intentando entender cuanto dura la protección natural”, explico Harris.

Explicó que esa inmunidad es distinta a la que producen las vacunas, que provocan un estímulo inmunitario muy preciso” y más potente, y que decenas de farmacéuticas y biotecnológicas están intentando recrear en sus laboratorios para encontrar una vacuna contra el coronavirus.

Detalló que la duración de la inmunidad que genere la esperada vacuna solo podrá establecerse tras varios años de seguimiento de las personas inmunizadas.

Un grupo de investigadores de Hong Kong dieron a conocer este lunes que fue descubierto el primer caso probado en el mundo de reinfección de Covid-19, es decir, que una persona que había superado la enfermedad, volvió a infectarse.

“Este caso muestra que es posible reinfectarse solo unos meses después de haberse curado de una primera infección”, indicó en un comunicado el departamento de microbiología de la Universidad de Hong Kong (HKU).

El paciente en cuestión, un hombre de 33 años residente en Hong Kong, se contagió dos veces en el lapso de cuatro meses y medio, según la nota.

“Los pacientes que ya sufrieron Covid-19 deben tener presente que pueden infectarse de nuevo y deben respetar el distanciamiento físico, llevar mascarilla y lavarse las manos”, declaró Kelvin Kai-Wang To, uno de los autores del estudio en entrevista con la agencia AFP.

El experto señaló que el caso en cuestión muestra que podría ser muy difícil eliminar el Covid-19, puesto que el virus puede circular entre la población y reinfectar a la gente, tal y como lo hacen otros coronavirus responsables de resfriados comunes.

Los investigadores señalaron que un análisis genético mostró que las dos infecciones sucesivas fueron causadas por dos cepas diferentes del virus SARS-CoV-2, responsable de la Covid-19.

“Puesto que la inmunidad puede que no se prolongue mucho tiempo tras una infección, la vacunación debería plantearse incluso para quienes ya se infectaron”, añade el estudio.

Advirtieron que incluso la vacuna podrían no ser capaces de garantizar una protección de por vida contra la Covid-19″, explicaron.

El paciente dio por primera vez positivo a la prueba de coronavirus el 26 de marzo, tras haber presentado síntomas como tos, dolor de cabeza, de garganta y fiebre. Una vez curado, dio negativo en dos ocasiones. Pero el 15 de agosto fue diagnosticado positivo de nuevo.

Esta vez no presentaba ningún síntoma: su enfermedad fue detectada gracias a la prueba que se realizó en el aeropuerto de Hong Kong, de regreso de un viaje a España vía el Reino Unido.

“Es posible que las infecciones posteriores sean menos severas que la primera, como fue el caso de este paciente”, escriben los autores del estudio, aceptado el lunes, según aseguraron, por la revista médica estadounidense Clinical Infectious Diseases, y a la espera de publicación.

La compañía farmacéutica más grande del mundo, la estadounidense Johnson & Johnson (J&J), anunció este jueves que ha comenzado a probar en humanos su vacuna experimental contra el Covid-19, tras obtener resultados positivos en un estudio previo con primates.

En un comunicado, J&J señaló la “solidez de los datos” de ese estudio, que muestra una respuesta inmune en los animales con tan solo una dosis, y confirmó que ha comenzado la fase “1/2a” del ensayo clínico de su vacuna, llamada Ad26.COV2.S, en unos 1,000 voluntarios sanos en EUA y Bélgica.

El estudio fue publicado hoy en la revista científica Nature y explica que su prototipo de vacuna de una sola dosis generó anticuerpos neutralizadores en macacos rhesus, que impidieron con éxito la infección de Covid-19 y dieron a sus pulmones una protección “completa o casi completa” contra el coronavirus.

“Estamos emocionados de ver estos datos preclínicos porque muestran que nuestra candidata a vacuna contra SARS-CoV-2 genera una respuesta inmune fuerte y da protección con una sola dosis. Los hallazgos nos dan confianza en el progreso del desarrollo de la vacuna y la mayor escala de producción”, indica el texto citado el jefe científico de J&J, Paul Stoffels.

J&J había adelantado que iniciaría la fase de prueba con humanos en algún momento de la segunda mitad de julio, como confirmó hoy que ha hecho, y reiteró que tiene previsto entrar en la fase 3 en septiembre.

La firma está evaluando tanto la vacuna de una dosis como otra de dos dosis, y el objetivo de la fase 1/2a que está en curso es conocer la seguridad y las reacciones al tratamiento, tanto a nivel de inflamación como de inmunidad, en ese millar de adultos, con grupos entre 18 y 55 años por un lado y mayores de 65 por otro.

De acuerdo con la nota, la farmacéutica planea llevar a cabo una fase “2a” en España, Países Bajos y Alemania, y una fase 1 en Japón, aunque no dio más detalles sobre estas pruebas.

En esa fase 3, la farmacéutica se comprometió a “enfatizar la representación de poblaciones impactadas desproporcionadamente por la pandemia”, lo que en EUA implicará un número “significativo” de voluntarios de raza negra e hispanos, así como personas mayores de 65 años.

El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que hasta ahora no hay evidencia científica que garantice que el haber superado la infección de Covid-19 genere inmunidad, por lo que pidió a la población no confiarse.

“Sobre volverse a infectar (…) todavía no, todavía no, en el mundo entero todavía no se tiene certeza de que la infección por el virus SARS-Cov-2 causante de COVID permita tener inmunidad permanente”, indicó el encargado de la estrategia contra la pandemia en nuestro país

Indicó que en todo el mundo se tiene la idea, debido a experiencias previas con otros coronavirus, que permiten darse una idea, pero no se tienen garantías de que la infección por el virus SARS-Cov-2 causante de Covid-19 permita estar protegido en el futuro.

“Entonces no hay que confiarse y esta falta de conocimiento a nivel mundial es lo que ha hecho que la Organización Mundial de la Salud sea muy clara en no recomendar la idea del pasaporte inmunitario”, añadió López-Gatell. Explicó que la idea del pasaporte inmunitario es que la que algunas personas o algunas organizaciones en el mundo han pensado que se podría usar, el hacer pruebas de anticuerpos contra el virus causante de Covid-19, y quien saliera positivo podría regresar a actividades normales.

Indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el 24 de abril hizo un pronunciamiento explícito sobre dicha situación, recomendando que no se considere las pruebas de anticuerpos como demostrativas de la historia de infección y mucho menos que se considere que la historia de infección es garantía de que no se volverá a infectar una persona.

Y mientras ha habido un amplio debate sobre las vías de transmisión del virus, que según la OMS, la principal vía de contagio son las gotas cargadas de virus que se expulsan con la tos, estornudos, etc., y que acaban en la boca, ojos y nariz de otra persona, desde hace meses, expertos en contagios por vía aérea solicitan a la Organización que reconozca que el virus puede quedar suspendido en partículas microscópicas y terminan siendo respirados por alguien cercano pasados unos minutos.

239 especialistas publicaron una carta abierta a las autoridades sanitarias en la que aseguran que “existe evidencia más que suficiente para que se aplique el principio de precaución. Para controlar la pandemia, a la espera de disponer de una vacuna, se deben interrumpir todas las vías de transmisión”.

La carta, que se publicará en la revista Clinical Infectious Diseases, expone algunos casos para creer en dicha vía de transmisión, por ejemplo, un restaurante chino en el que cinco comensales de las mesas cercanas terminaron infectados por el paciente cero. Gracias a las cámaras de seguridad del establecimiento, los científicos pudieron constatar que no hubo ninguna interacción entre los contagiados y el paciente cero, por lo que la vía de infección tuvo que ser las ‘gotitas en suspensión’ que circularon en el lugar, apoyadas por la nula ventilación de la sala y el aire en recirculación.

Los autores de la carta se muestran preocupados, sobre todo ahora cuando la mayor parte de los países comienza a permitir de nuevo la actividad en interiores, como centros de trabajo, restaurantes, entre otros.

“El problema no es si la transmisión por el aire es una vía más o menos importante, la clave es dónde. En lugares bien ventilados, esto no es un problema en absoluto porque las gotitas cargadas de virus se eliminan rápida y eficientemente. Pero si la ventilación no es eficiente, como en muchos lugares públicos cotidianos, esta podría ser la ruta principal”, señala Lidia Morawska, una de las primeras defensoras de esta vía de transmisión, y quien dirige el Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y Salud (de referencia para la OMS) de la Universidad de Tecnología de Queensland.

A partir de julio o agosto del presente año, se medirá mediante una encuesta de seroprevalencia el número de personas que han tenido contacto con el virus SARS-CoV-2 y por lo tanto han alcanzado cierto nivel de inmunidad al Covid-19, informó el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá.

Detalló que dicho ejercicio se realizará para identificar el momento en que la población mexicana alcance una “inmunidad de rebaño, en la cual al menos 70% de las personas en el país se habrán infectado, así hayan desarrollado sintomatología o no.

El funcionario explicó que será el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en coordinación con la Secretaria de Salud, quien se encargue de tomar los datos y muestras de sangre de una parte representativa de la población para saber cuál es la prevalencia del Covid-19 en el país.

“Entonces, se toma una muestra representativa a nivel nacional, se toma muestra de sangre y se analiza en los laboratorios ya sea del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) o del mismo Instituto Nacional de Salud Pública”, indicó.

Precisó que las pruebas se harán a finales de julio, principios de agosto, para hacer los análisis a final de año y tener una idea de cuál fue el comportamiento nacional del coronavirus en México en esta primera ola.

Cortés Alcalá afirmó que esta encuesta permitirá a las autoridades tomar nuevas decisiones respecto a la pandemia. “Si en este primer acercamiento vemos que la seroprevalencia es del cinco por ciento, todavía tenemos un 95 por ciento de población susceptible, (…), si nos sale que tenemos un 50 por ciento de seroprevalencia, potencialmente quiere decir que al menos 50 por ciento de la población ya tuvo contacto con el virus y con eso podemos tomar más decisiones, comentó.

El director de Promoción de la Salud señaló que si bien aún queda un largo camino por recorrer en la pandemia de Covid-19, llegará el momento en que el virus ataque a menos a la población mediante la “inmunidad de rebaño”, aunque advirtió, quedarán otras secuelas.

“Ansiedad, depresión y violencia pueden ser tres temas que hay que estar analizando muy de cerca por cómo pudo haber afectado la Jornada Nacional de Sana Distancia. (…) Alcoholismo y uso de sustancias legales e ilegales seguro que incrementa”, afirmó.

Indicó que también la salud mental del personal de salud será una secuela, especialmente en los profesionales que laboran en hospitales, pues ven a personas enfermas que sufren, lidian con los familiares y son testigos de pacientes que pierden la vida.