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Sin que se haya hecho público hasta el momento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 5 Sur del Tren Maya, lo que derivó en una suspensión definitiva que impedía que las obras avanzaran.

El resolutivo no se ha hecho público, ya que forma parte de las pruebas que Fonatur presentó ante el Juzgado Primero de Distrito para el desahogo de la audiencia del próximo viernes 1 de julio.

Fue el pasado martes 21 de junio cuando la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat entregó la resolución, que se dio en tiempo récord.  La autorización condicionada de la MIA en apenas 35 días desde que se presentó el expediente.

De acuerdo a Milenio, una parte de la resolución señala que se determinó que el proyecto del Tren Maya “es ambientalmente viable, por lo tanto, ha resuelto autorizarlo de manera condicionada”, esto en referencia a la Manifestación de Impacto Ambiental.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó la autorización de la MIA ante el Juzgado Primero de Distrito, pues se tiene programado para este viernes 1 de julio que el juez Adrián Fernando Novelo Pérez se pronuncie sobre la suspensión definitiva que impide por el momento que las obras del Tren en este tramo continúen.

Recordemos que el tramo 5 sur del Tren Maya va de Playa del Carmen a Tulum, y las obras se encuentran detenidas desde el pasado 18 de mayo. Posterior a otorgarse la suspensión, Fonatur impugnó el fallo.

El juez definirá este viernes si permiten que se retomen las obras o se mantienen suspendidas.

El diario Excélsior reportó previamente que desde el pasado miércoles, Fonatur informó a través de sus representantes legales que el proyecto ya contaba con la MIA del Tramo 5 Sur, sin embargo no se había confirmado, debido a que Semarnat no ha hecho pública ninguna información al respecto,

Fue el juez primero de distrito en Yucatán quien concedió la suspensión definitiva al reconocer que la construcción no contaba con la Evaluación de Impacto Ambiental, un requisito oficial que tenía que estar listo antes de haber iniciado la obra, por lo que consideró que “existe el peligro inminente que se ejecuten obras con daños irreversibles”.

Desde antes del arranque de las obras del Tren Maya, en junio de 2020, algunas organizaciones civiles presentaron recursos legales contra su construcción. En los últimos meses, activistas y actores crearon la campaña “Selvame del Tren” que pide al gobierno suspender el tramo 5, que va de Playa del Carmen a Tulum, por haber generado la tala de miles de árboles y contaminación a ríos subterráneos.

El presidente López Obrador ha asegurado que su gobierno enfrentaría los amparos en contra de la construcción del tramo 5 del Tren Maya y acusó a “pseudoambientalistas” de promoverlos. Además, ha defendido el decreto que permite que se siga construyendo el Tren Maya sin que haya Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) pues ha dicho que es legal y está validado por la autoridad judicial.

De acuerdo con EL UNIVERSAL, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó ayer ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Manifestación de Impacto Ambiental, modalidad Regional (MIA-R) para el Tramo 5 Sur del Tren Maya, con el fin de evaluar el proyecto.

El diario señala que la dependencia federal dio a conocer el resumen ejecutivo y la MIA, en donde aparecen los logotipos del Conacyt, INECOL y Fonatur, pese a que no se les menciona como instituciones a cargo del estudio de impacto ambiental. Los nombres de los responsables fueron omitidos bajo pretexto de preservar los datos personales.

En los documentos se reconoce que las obras del Tramo 5 Sur del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum, afectará una superficie total de 516,758 hectáreas, con impactos calificados como severos y críticos, incluidos cenotes, algo que se había negado, incluso en voz del presidente López Obrador.

Se menciona que en el trazo actual hay selva mediana, vegetación secundaria, manglar y tular, así como suelos kársticos y flujos subterráneos.

Entre los impactos “adversos moderados” se indica que habrá afectaciones al sistema kárstico en zonas de riesgo y puntos críticos; a la integridad física de los cenotes y daños al suelo. Como impactos “adversos críticos” se mencionan alteraciones del flujo local, procesos de compactación que cambien la permeabilidad del sitio y modificación de infiltración por la remoción de la vegetación y cambio de permeabilidad del suelo. También se señala la pérdida de la cobertura vegetal en 485,476 hectáreas por desmonte.

Como daños “severos”, se menciona la afectación de individuos de especies de flora y fauna en alguna categoría de riesgo en la Norma Oficial Mexicana 059, por el uso de maquinaria; la alteración al paisaje; la modificación del uso del suelo; la alteración de sitios naturales o monumentos en yacimientos arqueológicos. Entre los impactos “irrelevantes”, se señala la reducción de la disponibilidad de agua subterránea.

Como impactos “benéficos”, se menciona la creación de empleos y el mejoramiento y renovación de la infraestructura. Recordemos que la MIA debió presentarse antes de iniciar las obras, que según diversas asociaciones y activistas, ya se ha devastado la selva.

En los documentos entregado, Fonatur señala que se tiene previsto gastar 31 millones 501 mil 606 pesos en la construcción del Tramo 5 Sur del Tren Maya.

El Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Decimocuarto circuito, con sede en Mérida, Yucatán, confirmaron este viernes la suspensión provisional que había sido otorgada por un juez contra la construcción del tramo 5 del Tren Maya.

Por unanimidad, los magistrados indicaron que su decisión de confirmar la medida se debía a que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), instancia encargada de la obra, no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que la ley exige.

Con ello, se declararon infundados los argumentos de Fonatur, quien buscaba se revirtiera la medida, que hace unas semanas, el Juzgado Primero de Distrito en Yucatán otorgó.

Así, la resolución del Tribunal fue que quedaba suspendido “cualquier acto que tenga como finalidad la continuación de la construcción del Tramo Cinco Sur del Tren Maya, de modo que no se permita la ejecución de obras relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implique su ejecución”.

El tramo 5 Sur del Tren Maya es el que va de Playa del Carmen a Tulum, y que es el que mayor critica y resistencia ha generado al gobierno federal.

Recordemos que las obras del proyecto pudieron iniciarse gracias a una autorización provisional que se dio a partir del acuerdo que el gobierno federal publicó en noviembre pasado, por el cual catalogó a las obras de infraestructura como de interés público y seguridad nacional, lo que permitía que las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal autorizar los proyectos y que así no se detuvieran las obras.

Foto: Twitter @gchristy65

Dice el presidente López Obrador que todo está en orden en la construcción del Tren Maya. Todo menos un pequeño detalle que confirmó que falta la Secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores: la manifestación de impacto ambiental, mejor conocida como la MIA. Como no se tiene la MIA, están avanzando en la obra con permisos ambientales provisionales y esto es un problema muy grave.

La MIA no es un mero trámite. Es un documento que determina la viabilidad o no de que lo que dañe un proyecto de construcción pueda ser reparado y, de ser así, en dónde. En este caso, en el tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum, la obra requiere talar 300 mil árboles. Algunos ya han sido retirados y por eso tenemos las fotografías de la selva verde, tupida de vegetación, pero partida por una línea café que es la zona en la que ya no hay árboles, una recta por donde se pretende que pase el Tren.

Cuando el presidente dice que no nos preocupemos por lo que están talando porque en otra parte están sembrando más árboles, o nos está queriendo dar atole con el dedo o no entiende qué es la MIA.

Sin este documento la viabilidad ambiental no solo del Tren Maya, también del proyecto para reparar el daño que ocasiona su construcción no están avalados. La MIA no es un documento engorroso que se otorga a todos los proyectos de infraestructura. Sin viabilidad ambiental, no hay MIA y sin MIA no debe haber obra de infraestructura. Es así de sencillo.

Pero el presidente buscó darle la vuelta a este trámite con la publicación de su decreto que cataloga a ciertas obras como prioritarias y para ellas hay “fast track” o documentación provisional. ¿Qué pasa si ahora la MIA es negada porque se determina que el Tren Maya es un proyecto que no logra ni prevenir, ni mitigar, ni restaurar los daños al ambiente? Los 300 mil árboles ya fueron talados. ¿Cómo van a reparar ese daño que causaron con el permiso provisional?

Las respuestas del gobierno hasta ahora son de espanto. Lejos de calmar las legítimas preocupaciones sobre el impacto ambiental del Tren, las enardecen.

El Coordinador de Comunicación Social de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, subió un video en Twitter de otro desarrollo turístico en la zona, de Xcaret, con el siguiente mensaje “La devastación por el Gpo. Xcaret en el parque Xibalbá, Yuc. es un ecocidio. La empresa perforó cenotes, desvío ríos subterráneos y creó canales artificiales. Lástima q esa destrucción no la vean los ambientalistas q protestan vs el Tren Maya. No al desarrollo turístico depredador.”

En el mismo sentido, la Secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores, se presentó en la conferencia mañanera con un mapa para mostrar los avances en la construcción del Tren Maya y para defender la obra de los reclamos y preocupaciones medioambientales dijo que “solo es un cachito” en el que no se ha obtenido la MIA. Agregó que en esa zona hay muchas empresas que han construido grandes desarrollos sin estudios ambientales.

Supongamos que tanto Xcaret como otros desarrolladores de la zona en efecto causaron daños ambientales y lo hicieron sin los estudios requeridos, ¿eso es razón suficiente para justificar que el gobierno también pueda talar árboles y construir un Tren que afecte la zona?

El titular del Sistema Público de Radiodifusión de México, Jenaro Villamil, parece pensar que sí. Subió a redes el video de la secretaria Albores con el mismo mensaje: Grupo Xcaret nunca ha presentado una manifestación de impacto ambiental en sus proyectos en la zona.

¿Y? ¿Eso qué tiene que ver con que el Tren Maya se esté construyendo sin la MIA? Si otros desarrollos no cumplen con la normatividad, ellos son la autoridad encargada de hacerlos cumplir. Increíble que en lugar de encargarse de ser los primeros en hacer cumplir la ley, justifiquen que dañan el medio ambiente porque otros también lo hacen.

Columna completa en El Universal