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El presidente Joe Biden anunció este viernes un acuerdo con Canadá para frenar la migración ilegal en la frontera común, durante su primera visita a su vecino del norte destinada a marcar la renovada amistad entre los dos países.

“Estados Unidos y Canadá trabajarán juntos para desalentar los cruces ilegales por la frontera”, dijo Biden durante un discurso en el parlamento en Ottawa.

Biden saludó además el compromiso de Canadá de acoger a 15,000 migrantes provenientes del continente.

Detrás de este entendimiento, está “Roxham”, una vía de paso irregular por la cual unos 40,000 inmigrantes llegaron desde Estados Unidos a Quebec el año pasado, esquivando los puntos oficiales de entrada.

Estas llegadas detonaron un sin fin de reacciones en el campo político de Canadá, un país donde este problema es relativamente nuevo. Además, provocó cierta tensión con Washington.

La Casa Blanca asegura entender las preocupaciones canadienses pero señala que el tema también es de actualidad en Estados Unidos, en proporciones diferentes.

En enero, las autoridades estadounidenses realizaron más de 128,000 arrestos por intentos de ingresar ilegalmente a territorio nacional desde México, y la derecha republicana no pierde oportunidad de acusar a Biden de laxitud ante el fenómeno migratorio.

Reportes previos al encuentro indicaban que, a cambio del cierre de Roxham Road, Ottawa aceptaría recibir a unos 15,000 solicitantes de asilo de América Latina a través de canales legales como terminó de anunciarse. La medida aliviaría la presión en la frontera sur estadounidense.

“Es un gran placer tener a un gran amigo aquí”, lanzó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, antes de una reunión bilateral en el propio Parlamento.

Biden fue aplaudido en el Legislativo, en particular cuando elogió el compromiso de los dos países de apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia. Estados Unidos y Canadá, son “dos pueblos” que comparten un “mismo corazón”, y “en caso de desacuerdo” resuelven sus problemas “con amistad y buena voluntad”, añadió.

La relación entre Washington y Ottawa es infinitamente más cordial que durante la presidencia del republicano Donald Trump, pero hay algunos puntos conflictivos.

Otro tema de discusión fue Haití, un país azotado por la extrema violencia de las pandillas y una grave crisis humanitaria.

El gasto militar también estuvo en la agenda bilateral, en momentos en que Washington presiona por un esfuerzo de los miembros de la OTAN en medio de la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con China.

Y es que Ottawa está lejos de dedicar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar, el umbral fijado para los países de la alianza atlántica.

Finalmente, la economía fue otro tema en este encuentro, debido a que los dos países están muy integrados , quienes son socios con nuestro país en el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este jueves un proyecto de presupuesto en el que pide al Congreso que apruebe una partida de 1,430 millones de dólares para reducir la inmigración procedente de Latinoamérica.

Cerca de 1,000 millones estarían destinados a ayudar a Centroamérica y otros 430 millones al resto del continente.

Así aparece en el proyecto presupuestario para el año fiscal 2024, que comprende del 1 octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024, que hizo público este jueves La Casa Blanca, y que suele ser visto como el inicio de las negociaciones del presidente con el Congreso,.

Recordemos que es el Congreso el órgano con autoridad para aprobar el presupuesto.

Una de las partidas lleva el título de “Construir seguridad y prosperidad en Centroamérica y Haití”. En ella, el gobierno de Biden pide que se destinen mil millones de dólares a abordar las “causas de raíz”, entre otras la violencia y la falta de oportunidades económicas, que provocan que millones de centroamericanos migren a Estados Unidos.

Recordemos que durante su campaña a la Presidencia y cuando llegó a La Casa Blanca en enero de 2021, Biden dejó clara que su intención era trabajar con el Congreso para aprobar 4,000 millones de dólares en asistencia a Centroamérica, especialmente Honduras, El Salvador y Guatemala, para acabar con la migración forzada.

Los mil millones que pide ahora Biden son un paso en esa dirección, argumenta el texto del proyecto.

Además, se solicitan 291 millones de dólares para Haití, uno de los países del que provienen gran cantidad de los migrantes que llegan a Estados Unidos de manera irregular y al que Washington quiere ayudar a recuperarse de la crisis que vive en materia de seguridad, salud, economía e instituciones democráticas.

El presupuesto incluye otra partida para implementar la llamada “Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección” que Estados Unidos y otros 19 países del continente americano suscribieron durante la Cumbre de las Américas del año pasado.

En concreto, Biden pidió al Congreso 430 millones de dólares para ayudar a los países del continente americano a gestionar los flujos migratorios con medidas que aumenten las oportunidades para migrar legalmente, mientras que al mismo tiempo se trata de contener la migración irregular.

Además, el presupuesto contiene una petición de 40 millones de dólares para programas de ayuda a migrantes en Latinoamérica y 75 millones para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del que Washington ya es el máximo accionista.

Otra de las prioridades de Biden, según muestra el presupuesto, es aumentar las medidas de seguridad en la frontera con México, partida para la que pide una cantidad sustancial de dinero.

Específicamente, el gobierno pide 25,000 millones de dólares para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP), encargada de la seguridad en la frontera, y para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que gestiona entre otras cosas los centros de detención para migrantes.

También se incluye una solicitud de fondos para contratar a 350 nuevos agentes fronterizos de la CBP, 535 millones para mejorar con nueva tecnología la seguridad en los puntos de entrada en la frontera y 40 millones para la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que las políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han dado resultado para controlar el flujo migratorio.

“Estamos viendo que están dando resultados algunas políticas que está llevando a cabo el presidente Biden en materia migratoria, lo puedo probar”, afirmó el mandatario.

El presidente se refirió a la política migratoria implementada en enero pasado por Washington en la que extendió los permisos para personas con lazos en el país y que recibirá a 30,000 migrantes al mes procedentes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.

Sin embargo, dicha política ha sido objeto de innumerables críticas, pues también implica la deportación exprés a nuestro país de quienes no se ajusten las directrices, bajo el Título 42.

“Están dando oportunidad a que los que quieren ir a Estados Unidos puedan, mediante un trámite, obtener una especie de visa de trabajo”, defendió López Obrador.

AMLO dijo el número de deportados por el gobierno estadounidense se ha reducido, pues se han venido otorgando visas temporales a extranjeros, lo que ha impactado en el flujo migratorio de nuestro país, según exhibió en una gráfica en el Palacio Nacional.

“Nosotros lo percibimos porque teníamos todo el istmo (del sureste de México) lleno de hermanos venezolanos y otros países, pusimos campamentos con brigadas médicas, se daba alimentación. Al momento que toman esta decisión pasa esto, esto es ordenar el flujo migratorio, esto es la opción”, añadió López Obrador.

Asimismo, afirmó que en México también ha bajado la emigración, principalmente porque en el sureste se construyeron parques industriales el año pasado que han empleado a muchas personas.

“Es mucho trabajo en México. Todos los parques industriales que se construyeron el año pasado se ocuparon, está llegando mucha inversión extranjera y hay afortunadamente oportunidades de empleo”, presumió el presidente.

Sobre el tema migratorio, AMLO afirmó que con motivo de las elecciones de 2024 en Estados Unidos, el tema se ha convertido en “politiquería”.

En ese sentido, reiteró que no permitirá el maltrato a los migrantes en aquel país, pues de ser así llamará a no votar por quienes discriminan a los extranjeros.

“El maltrato a migrantes no se permite, Estados Unidos se convierte en una gran nación por los migrantes, además es un doble discurso, porque se van a necesitar trabajadores, Estados Unidos no tiene fuerza de trabajo suficiente, ni Canadá”, sostuvo.

Reiteró las acusaciones de hace algunos meses, de cara a las elecciones de medio término de noviembre pasado, al señalar que “ya empezaron a querer agarrar de piñata a los migrantes, con su conservadurismo de estos politiqueros, con su conservadurismo de siempre”.

López Obrador reiteró que le tiene mucho respeto al presidente Biden, pues insistió en que es el único de los presidentes de Estados Unidos de años recientes que no ha propuesto construir muros fronterizos, además de que ha hecho que no se lleven a cabo las famosas redadas.

Sobre la reforma migratoria que Biden prometió, así habló AMLO: “no se ha podido, porque hay una oposición fuerte en Congreso, la regularización de los migrantes, como se ofreció en campaña, pero cuando menos no hay redadas, no hay maltrato, eso lo agradecemos mucho”.

Líderes de la oposición acusaron este miércoles al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de “doblarse” ante las peticiones migratorias de Estados Unidos, esto en relación a acceder a recibir a los migrantes que expulse Estados Unidos.

La dirigencia nacional del PAN afirmó que López Obrador “fue sometido y formalmente convirtió a México en el patio trasero de los Estados Unidos” al aceptar ser el receptor de América Latina de migrantes rechazados por el gobierno estadounidense.

“¿Dónde quedó algún mínimo acuerdo migratorio para nuestros paisanos que decidieron o deciden ir a los Estados Unidos de América? Al contrario, cedió el presidente como nunca había ocurrido, que nosotros vamos a ser el país que reciba a todos los migrantes que Estados Unidos no acepte de América Latina”, expresó Marko Cortés, líder nacional del PAN.

Las críticas surgen después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, agradeció públicamente a López Obrador, ayer durante el mensaje conjunto al término de las reuniones trilaterales, por recibir a los migrantes “que no sigan los caminos legales” establecidos por su país.

Esto en referencia a la nueva política migratoria de Estados Unidos, que el jueves pasado anunció la recepción mensual de 30,000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero la deportación inmediata a nuestro país de quienes lleguen ilegalmente por la frontera.

“Decenas de miles de personas migrantes acampan, y serán miles más, en las fronteras mexicanas. El presidente mexicano perdió la oportunidad de proponer y lograr un acuerdo que se haga cargo de la mayor crisis migratoria del mundo”, señaló el senador independiente Emilio Álvarez Icaza.

En tanto, Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) en el Senado, aseguró que López Obrador criticó la ausencia de una agenda clara para atender los “grandes problemas en común”.

“Lo que las y los mexicanas esperábamos eran acuerdos concretos para atender el tráfico de armas, la flagrante violación de derechos humanos en movimientos migratorios, la crisis climática, entre otros”, expresó el senador opositor en sus redes.

México abrirá un nuevo centro migratorio en el sur del país para recibir a migrantes refugiados, el cual estará apoyado por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, según acordaron los mandatarios de los tres países en el marco de la X Cumbre de Líderes de América del Norte.

El anuncio se hizo público tras la celebración de la Cumbre, que reunió la tarde de ayer en la Ciudad de México al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO); a su homólogo estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

“El Gobierno de México diseña un espacio de servicios de empleo, asistencia y protección para personas refugiadas, en colaboración con organismos internacionales”, detallaron los tres países en un comunicado conjunto.

Dicho centro ofrecería servicios y alternativas de protección, documentación y movilidad laboral, así como tareas de control migratorio, señalaron.

Incluso antes de la reunión trilateral, La Casa Blanca había adelantado que los mandatarios pactarían la creación de “un nuevo centro en el sur de México” para tender a migrantes.

Sin embargo, en el mensaje a medios que ofrecieron los líderes, el presidente López Obrador negó que fueran a construir un centro migratorio, sino invertir en albergues.

“No tenemos pensado construir ningún centro en el sureste para la migración. Lo que hacemos es ayudar con albergues, con atención médica, con alimentos a los migrantes”, sostuvo AMLO al ser cuestionado sobre el tema en la sesión de preguntas y respuestas.

De acuerdo con el comunicado conjunto, los mandatarios se comprometieron a aumentar las “vías regulares como alternativa a la migración irregular en América” y “fortalecer los procesos de asilo”.

Recordemos que antes de la cumbre, Estados Unidos anunció un programa migratorio acordado con México que prevé dar 30,000 visas humanitarios a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, pero deportar a nuestro país a aquellos migrantes que crucen la frontera de forma irregular.

En la rueda de prensa posterior a la cumbre, Biden agradeció públicamente a López Obrador por admitir a los migrantes que sean deportados de Estados Unidos.

“También queremos agradecerle, señor presidente (López Obrador), por haber recibido en México a aquellos que no están siguiendo caminos legales, que están tratando de cruzar ilegalmente la frontera entre nuestros países”, dijo Biden en su mensaje final.

El mandatario estadounidense reconoció que todo el hemisferio está experimentando niveles sin precedentes de migración, por lo que señaló que se mantiene el planteamiento hecho en la cumbre de 2021, de trabajar con un “enfoque regional, para un problema regional”.

“Para poder enfrentar estos retos tenemos que trabajar juntos haciendo que se cumplan las leyes de nuestros países y respetando la condición humana de los migrantes que buscan soluciones desesperadas”, añadió Biden.

El gobierno del presidente Joe Biden, anunció este jueves que aceptará a más de 30,000 migrantes al mes, provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, con lo que expandirá su programa por el que ya concede actualmente permisos humanitarios a venezolanos.

El presidente Biden, quien ofreció un discurso en materia de seguridad fronteriza, indicó que la idea es promover y alentar la migración ordenadas, por las vías legales, y sancionar a quienes busquen burlar la ley.

Como parte de las medidas anunciadas, Estados Unidos expulsará de inmediato a México, a través del Título 42, una normativa instaurada por Trump, a los migrantes de esos países que intenten cruzar a su territorio de manera irregular.

Una vez que que finalice el Título 42, se procederá a realizar las expulsiones ‘exprés’ a través del Título 8.

Biden anunció también que el domingo visitará la frontera sur de su país, específicamente en la zona de El Paso, Texas, por primera vez desde que es presidente. La visita se producirá antes de trasladarse a la Ciudad de México, donde participará en la Cumbre de Líderes de América del Norte.

Sobre el anuncio del presidente Biden, su antecesor, Donald Trump publicó un video en el que acusa al demócrata de estar “del lado de los carteles” de la droga debido a su política migratoria.

“Las políticas en la frontera de Biden son una traición mortal a nuestra nación. Cuando yo sea presidente, la política de Estados Unidos será la de acabar con los carteles, de la misma manera en que acabamos con el Estado Islámico”, dijo el exmandatario en su red social Truth Social.

El republicano, que en noviembre anunció que se presentaría como candidato a la Casa Blanca en 2024, defendió su política migratoria cuando estaba al frente del gobierno, asegurando que la frontera era mucho más segura que ahora.

Trump también dijo que, de ser elegido, pedirá al Congreso que permita aplicar la pena de muerte contra traficantes de drogas y de personas.

Y es que el gobierno de Estados Unidos se enfrenta a una llegada sin precedentes de migrantes en la frontera con México, por las crisis económicas, sanitarias y políticas que viven en sus países de origen.

El secretario de Seguridad estadounidense, Alejandro Mayorkas, y el canciller colombiano, lvaro Leyva, anunciaron este viernes en Bogotá la realización de una conferencia latinoamericana sobre migración en el primer trimestre del próximo año.

“Se va a convocar en el primer trimestre del año entrante una conferencia latinoamericana que toca el tema de la migración (…) que involucra intereses de los Estados Unidos”, declaró Leyva, junto a Mayorkas, tras un encuentro en la sede de la cancillería.

Sin dar detalles sobre el lugar donde se llevará a cabo el encuentro ni la fecha exacta, el secretario de Seguridad estadounidense aseguró que su país participará en la discusión “para abordar lo que no es un desafío exclusivo para Estados Unidos” ni “para Colombia”, sino que “es el desafío hemisférico” de la migración.

La cancillería colombiana informó en un boletín que la conferencia tiene como “objetivo establecer unas reglas de juego claras para todas las partes que vayan a concurrir”.

“Lo que acordamos hoy es reunirnos todos y asegurarnos de que todos participen en desarrollar y ejecutar una solución para lo que es un desafío colectivo”, insistió Mayorkas.

El secretario de Seguridad estadounidense llegó a Colombia desde Ecuador en una visita sobre cooperación en la gestión de los flujos migratorios hacia Norteamérica.

Mayorkas y Leyva también discutieron sobre el proceso de regularización de 2.4 millones de venezolanos que migraron a Colombia, huyendo de la crisis en su país.

Los nuevos compromisos se dan luego de la Declaración de Los Ángeles sobre inmigración, adoptada en la IX Cumbre de las Américas en junio pasado en California.

Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021, su administración ha tenido que lidiar, tanto operativa como políticamente, con un número récord de migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México de forma ilegal.

Autoridades fronterizas estadounidenses realizaron 2.2 millones de detenciones de migrantes en la frontera en el año fiscal 2022, que finalizó el pasado 30 de septiembre, aunque muchas incluyeron a personas que cruzaron la frontera repetidamente.

Además, un juez federal estadounidense invalidó en noviembre una orden fronteriza de la era COVID-19 conocida como Título 42, implementada en marzo de 2020 bajo el mandato de Donald Trump, que permitía a las autoridades expulsar rápidamente a migrantes detenidos al cruzar la frontera sin darles la oportunidad de solicitar asilo.

Un grupo de congresistas republicanos de Texas anunciaron este jueves que buscará reinstaurar el programa migratorio “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar fuera de Estados Unidos, cuando su partido tome el control de la Cámara de Representantes el próximo año.

Los legisladores presentaron ante la prensa una hoja de ruta sobre inmigración, llamada “Un Compromiso para Proteger la Frontera”, que incluye medidas aplicadas por la Administración de Donald Trump como el programa “Quédate en México” o la construcción del muro fronterizo.

“La nueva mayoría republicana del Congreso usará toda las herramientas que tengamos a nuestra disposición para hacer rendir cuentas” al presidente, Joe Biden, y al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo el legislador republicano Jodey Arrington.

En el documento señalaron su plan para el próximo periodo legislativo, que comenzará en enero, en el que piden que se destinen más recursos a las Patrulla Fronteriza y que se retiren los fondos a las agencias de Naciones Unidas y ONG que “apoyen a individuos en su travesía hacia la frontera” sur de Estados Unidos.

“Hay una crisis en la frontera causada por la Administración de Biden al abrir la frontera (…) es peligroso para los migrantes y es malo para nuestras comunidades”, señaló la congresista electa Mónica de la Cruz.

Varios de los legisladores subrayaron además que existe una “urgencia” para aprobar una legislación que refuerce la frontera ante un eventual fin del Título 42, la norma de salud pública instaurada por Trump que permite devolver a la mayoría de los migrantes que llegan a la frontera con México y que un juez ha ordenado suspender.

“La suspensión del Título 42 va a cambiar Texas para siempre, es por ello que tiene que haber un sentido mayor de urgencia”, dijo el congresista Jodey Arrington.

El líder republicano en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, cuyo partido recuperará la mayoría parlamentaria en enero como resultado de las elecciones legislativas de noviembre pasado, anunció semanas atrás que buscará un juicio político contra Mayorkas por su gestión de la frontera.

La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dificultaría la búsqueda de asilo en la frontera con México bajo varios planes que se están considerando y que tienen similitudes con las políticas impulsadas por el expresidente Donald Trump.

Dos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y una persona familiarizada con el asunto, que hablaron bajo anonimato con la agencia Reuters, dijeron que la administración está discutiendo una regulación de vía rápida para negar el asilo a los migrantes adultos solteros si no buscan primero protección en otros países.

Las fuentes dijeron que no habían visto una copia de la regulación propuesta, por lo que no podían dar más detalles.

Desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, su administración ha tenido que lidiar, tanto operativa como políticamente, con un número récord de migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México de forma ilegal.

Autoridades fronterizas estadounidenses realizaron 2.2 millones de detenciones de migrantes en la frontera en el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre, aunque muchas de ellas incluían a personas que cruzaban la frontera repetidamente.

Otro funcionario estadounidense dijo que el gobierno de Biden también está considerando otras medidas disuasorias de la era Trump que incluyen que los agentes de la Patrulla Fronteriza realicen revisiones aceleradas de asilo.

Otra posibilidad era aumentar una práctica conocida como “medición”, que limita el número de migrantes que pueden acercarse a un puerto de entrada para pedir asilo.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo este viernes que no se había tomado ninguna decisión para hacer cambios en la política.

Biden venció a Trump en las elecciones presidenciales del 2020 prometiendo deshacer las políticas de inmigración de su predecesor y “reafirmar el compromiso de Estados Unidos con los solicitantes de asilo y los refugiados”.

Las políticas que se están considerando, si se adoptan, significarían un fuerte retroceso a esas promesas y ya han provocado la preocupación de defensores de la inmigración.

Recordemos que políticas similares de Trump fueron impugnadas en los tribunales y anuladas.

Para que se les conceda asilo en Estados Unidos, los inmigrantes que entran al país deben demostrar que buscan protección contra la persecución en otro lugar por su raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a un grupo social determinado.

El portal Axios informó por primera vez de las discusiones en torno a una nueva prohibición de asilo a principios de esta semana. No se ha informado previamente de las otras medidas que se están considerando.

Tras la noticia de Axios, un funcionario de Biden dijo en un comunicado que Estados Unidos trataría de acelerar los tiempos de tramitación del asilo, desarticular las redes de contrabando que se aprovechan de los inmigrantes y trabajar con otros países de la región para gestionar el flujo de inmigrantes.

Los republicanos, que tomarán el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en enero, han atacado la gestión de Biden en la frontera y han amenazado con destituir a su principal funcionario, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas.

El mes pasado, un juez federal estadounidense invalidó una orden fronteriza de la era COVID-19 conocida como Título 42.

Implementada en marzo de 2020 bajo el mandato de Trump, permitía a las autoridades expulsar rápidamente a migrantes detenidos al cruzar la frontera sin darles la oportunidad de solicitar asilo.

El juez retrasó la fecha de entrada en vigor del fallo hasta el 21 de diciembre para dar tiempo a las autoridades fronterizas a prepararse. Una semana más tarde, una coalición de estados con fiscales generales republicanos lanzó un recurso legal para revertir la decisión.

La administración se está preparando para la posibilidad de que entre 9,000 y 14,000 inmigrantes al día intenten cruzar la frontera si se levanta el Título 42, según el Departamento de Seguridad Nacional, aproximadamente el doble del registro diario reciente.

La situación de los inmigrantes que cruzan Centroamérica en su ruta hacia Estados Unidos es “bastante compleja” porque la región se encuentra en una “tempestad migratoria”, según el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Honduras y El Salvador, Nicola Graviano.

“Es una situación bastante compleja en este momento porque la región se encuentra en medio de una tempestad migratoria, una tempestad perfecta en el sentido de que confluyen en esta región flujos migratorios importantes de diferentes tipos”, indicó Graviano.

En entrevista con la agencia Efe, el jefe de misión agregó que Honduras en particular es un país de origen, de tránsito, de retorno, pero además afectado por el desplazamiento interno y con volúmenes bastante altos de inmigrantes que cruzan por su territorio, sobre todo este año.

Graviano dijo que por Honduras, entre enero y el 16 de noviembre del presente año, habían transitado 154,451 personas buscando oportunidades de migrar a otros países de la región, con destino a Estados Unidos.

En lo que respecta a los inmigrantes hondureños retornados, en su mayoría de Estados Unidos y México, por vía aérea y terrestre, señaló que superan los 100.000.

El alto funcionario de la OIM subrayó que hay preocupación en las Naciones Unidas porque la migración irregular pone desafíos importantes para los inmigrantes en tránsito por los múltiples abusos de que son víctimas durante el recorrido por varios países.

La situación de los que van en tránsito es de “vulnerabilidad y potencial y real explotación por parte de grupos de traficantes que se aprovechan del deseo, las aspiraciones y las necesidades de los migrantes para explotarlos y quebrar sus derechos a la vida, a la salud”, añadió.

Graviano recalcó que “todos los derechos de la niñez están en peligro cuando los migrantes mueren de manera irregular”, y que en la OIM han conocido de extorsiones, abusos físicos y psicológicos.

“Es una situación muy difícil a lo largo de todo el camino migratorio, desde su punto de salida hasta su punto de destino, pasando por nuestra región, muchas veces por la zona del Darién (en Panamá) donde está en peligro la integridad física y la vida de muchas de estas personas”, acotó.

Y mientras la OIM reconoce este problema, ,migrantes de Cuba, Panamá, Ecuador y Venezuela comunicaron este lunes de una posible caravana de 2,000 personas que saldría desde la frontera sur del país ante la negativa del gobierno federal de otorgarles permisos de tránsito.

Cientos de migrantes en Tapachula, en la frontera con Guatemala, rechazaron las Fórmulas Migratorias Múltiples (FMM) del Instituto Nacional de Migración (INM) para estar de manera legal en el estado de Chiapas por 30 días, pero con el impedimento de transitar a otras entidades.

Este grupo de extranjeros empezó este mismo lunes a organizar una nueva caravana para salir caminando sin documentos a la frontera norte con Estados Unidos.

Estados Unidos ha entregado hasta ahora 6,800 permisos humanitarios para venezolanos y al menos 490 beneficiarios ya han entrado al país como parte del nuevo programa migratorio para los ciudadanos de ese país, informó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Recordemos que el gobierno de Joe Biden lanzó el pasado 18 de octubre un nuevo programa que busca frenar la llegada de inmigrantes venezolanos a su frontera sur, que contempla entregar 24,000 permisos humanitarios a quienes cumplan ciertos requisitos, aunque también implica deportar a México a todos los que crucen la frontera de forma irregular.

El portavoz que habló con la agencia Efe, aseguró que durante las dos semanas de aplicación del programa, los cruces irregulares “se han reducido sustancialmente”, al pasar de una media diaria de 1,100 a unos 300 en la actualidad.

“Los venezolanos que traten de cruzar la frontera sur de Estados Unidos de forma ilegal serán regresados a México y serán descartados para participar en el programa”, advirtió el DHS.

Sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este jueves que “está dando resultados” la nueva política de Estados Unidos de visas humanitarias a migrantes venezolanos.

“Sí hay una actitud de parte del gobierno de Estados Unidos distinta, eso de que se está permitiendo que haya un flujo ordenado de venezolanos que quieren estar en Estados Unidos y está dando resultados”, aseguró el mandatario en su conferencia matutina.

El respaldo de AMLO llega a pesar de la polémica que ha causado el programa desde su anuncio el pasado 12 de octubre pasado porque, a pesar de incluir visas humanitarias, se contempla la expulsión de quienes lleguen por tierra por la expansión del Título 42.

Desde entonces, han trascendido imágenes de venezolanos que duermen en las calles de la frontera norte del país, de cientos más que piden asilo en Ciudad de México y de otros más que deambulan en los estados del sur porque no saben si seguir su camino hacia Estados Unidos o volver a Venezuela.

Pero López Obrador aseguró que se “está notando” en México el resultado de la nueva política. “Lo estamos notando aquí porque están haciendo sus trámites y ya hay un número importante que han obtenido o están por obtener sus visas temporales o sus permisos, que eso es lo que nosotros planteamos”, sostuvo.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó este martes que finalizó un polémico programa que permitía enviar a nuestro país a solicitantes de asilo en Estados Unidos mientras dure su proceso de petición de asilo, conocido como “Quédate en México”.

A través de un comunicado, la cancillería dijo que durante el tiempo que estuvo vigente la medida,se verificó que se otorgara la atención humanitaria necesaria a las personas migrantes participantes en el programa, incluyendo la administración de pruebas para COVID-19 y la atención de casos positivos.

La dependencia agregó que el gobierno de México seguirá garantizando la adecuada estancia y protección a los migrantes durante la etapa de terminación del programa Protocolos de Protección al Migrante (MPP).

El gobierno de nuestro país reiteró que la media había sido implementada unilateralmente por Estados Unidos.

Recordó que el pasado 17 de junio, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) notificó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sobre la falta de espacio en los albergues en Tijuana, Baja California, para procesar más casos bajo el citado programa.

Por tal razón, el ingreso de personas migrantes a México por ese punto de entrada se detuvo a partir del 19 de junio.

Añadió que el 8 de agosto, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS) informó que, a partir de esa fecha, comenzaría el fin de la implementación de dicha sección, en cumplimiento con el mandato ordenado por una Corte Federal de Distrito y en concordancia con la decisión de la Suprema Corte de los Estados Unidos del 30 de junio.

El presidente Joe Biden y su homólogo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvieron ayer una conversación telefónica en momentos en que un alto número de migrantes venezolanos llegan a la frontera entre ambos países.

El gobierno de Biden anunció la semana pasada que aceptaría hasta 24,000 migrantes venezolanos en los aeropuertos de Estados Unidos. México, por su parte, ha accedido a recibir a los venezolanos que ingresen ilegalmente a territorio estadounidense por vía terrestre y sean expulsados.

Pero al mismo tiempo, Biden está restringiendo los viajes de venezolanos hacia Estados Unidos con la ayuda de una orden de la era de su predecesor Donald Trump conocida como Título 42, la cual suspende los derechos para solicitar asilo consagrados en las leyes nacionales e internacionales con el argumento de evitar la propagación del COVID-19.

En ese sentido, La Casa Blanca señaló en un comunicado que los presidentes discutieron “las labores conjuntas de gestión migratoria, incluyendo las acciones para reducir el número de individuos que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, y para expandir los recursos legales como una alternativa a la migración irregular”.

Después de la llamada telefónica, López Obrador señaló en Twitter que Biden confirmó que viajará a México para la Cumbre de América del Norte, encuentro al que también se sumará el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Recordemos que los tres gobernantes se reunieron el año pasado en Washington, reanudando los encuentros que quedaron suspendidos durante el gobierno del presidente Trump.

“Tuvimos una cordial conversación con el presidente Joe Biden sobre migración, seguridad y cooperación para el desarrollo”, tuiteó López Obrador desde Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde hoy encabezó la reunión de seguridad y la conferencia matutina.

La Casa Blanca señaló que Biden y López Obrador también hablaron sobre las labores conjuntas para combatir el tráfico de fentanilo y los esfuerzos para procesar a los traficantes de armas de fuego.

En su conferencia de esta mañana, el presidente López Obrador fue cuestionado sobre el tema, y dijo que fue muy buena entrevista, donde el presidente Biden fue muy afectuoso y respetuoso, que reconoció las buenas relaciones que hay entre ambos gobiernos.

“Hablamos del intercambio económico, comercial. Hablamos de que México es el principal socio comercial de Estados Unidos esto de acuerdo a los últimos datos”, indicó.

Confirmó que el tema principal fue el migratorio. “Celebramos que se haya tomado la decisión de otorgar visas temporales a hermanos venezolanos y que también se esté planteando hacer lo mismo con hermanos centroamericanos, y que se continúa con el plan de apoyar a los países de Centroamérica y a otros países para que la gente no se vea en la necesidad de abandonas sus pueblos y familias”.

AMLO dijo que Biden está muy consciente de que debe haber migración por deseos de superación, por gusto, más no obligatoria o por falta de oportunidades en los lugares de origen, ya sea por falta de trabajo o por violencia.

“Hablamos también seguridad, del tema del fentanilo, lo que se está haciendo en México y se va a compartir para que se aplique en los dos países, sobre todo la campaña de información a los jóvenes sobre los daños que causa el fentanilo y otras drogas sintéticas”, sostuvo.

Añadió que se trató el terma del control de armas, apuntando que todo fue en un ambiente de mucho respeto y afecto.

Tal como lo adelantó ayer, dijo que Biden confirmó que va a visitar México para la Cumbre de América del Norte, que aunque no se definió la fecha o el lugar, se hizo una invitación a que asista acompañado de su esposa.

“Voy a cometer una indiscreción, aunque es por teléfono siempre hay golondrinas en el alambre: invitamos a la señora Biden, que es maestra y que lleva buena relación con mi esposa, Beatriz. Vamos a hacer lo mismo con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeu y su esposa, para que además de tratar todos estos temas, podamos tener una convivencia más familiar”.

El gobierno federal anunció este miércoles que Estados Unidos respondió positivamente a una solicitud de aumentar la movilidad laboral en la región con 65,000 nuevas visas de trabajo y el acceso de 24,000 personas de origen venezolano con vías a incorporarse al mercado laboral estadounidense.

Además, informó que los dos gobiernos pondrán en ejecución a partir de hoy un nuevo sistema de solicitud de acceso a Estados Unidos “que prioriza la entrada por vía aérea y no a través de la frontera con México”, basado en la exitosa implementación del programa Uniting for Ukraine.

En un comunicado conjunto, la Secretarías de Gobernación (Segob) y Relaciones Exteriores (SRE) señalaron que el gobierno de Estados Unidos aceptó la solicitud de México “para aumentar substancialmente los mecanismos de movilidad laboral en la región”.

En ese sentido, apuntó que la nueva propuesta representa “un avance significativo e innovador” hacia el objetivo compartido de gestionar flujos migratorios ordenados, seguros, regulares y humanos”.

Las dependencias puntualizaron que en respuesta a la solicitud de México, y a la visión compartida en materia de movilidad laboral, Estados Unidos “ha anunciado que otorgará 65,000 visas H2-B adicionales para trabajadores temporales no agrícolas, de las cuales 20,000 estarán destinadas para personas de Centroamérica y Haití”.

Además, ambos gobiernos reiteraron su respaldo a mecanismos de cooperación internacional para el desarrollo, a fin de brindar oportunidades directamente a las comunidades de origen de las personas migrantes.

“A partir del día de hoy, las autoridades de Estados Unidos comenzarán a gestionar el acceso de 24,000 personas migrantes de nacionalidad venezolana por vía aérea”, se añade en el comunicado.

Se explicó que el nuevo proceso aceptará únicamente a los solicitantes “que cumplan con las reglas del programa y que no se presenten en la frontera entre México y dicho país”, mientras que las personas migrantes que se encuentran en territorio mexicano deberán comprobar su ingreso a México previo al día de hoy a fin de poder solicitar de manera ordenada su acceso a Estados Unidos.

Según el comunicado, para acceder al nuevo programa una persona u organización basada en Estados Unidos debe respaldar la petición del solicitante, quien ingresará a dicho país por vía aérea y podrá solicitar empleo durante su proceso migratorio correspondiente.

En una primera etapa, el nuevo programa está dirigido a nacionales de Venezuela.

“De este modo, aquellas personas que busquen acceder a Estados Unidos podrán hacerlo de una manera más ordenada, segura, regular y humana, desincentivando el tránsito indocumentado que pone en riesgo su seguridad al cruzar la región”.

Durante su reunión de ayer con el mandatario estadounidense Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acordó invertir 1,500 millones de dólares en los próximos dos años para mejorar la tecnología fronteriza “inteligente”, una medida que la Casa Blanca dice muestra la cooperación entre las naciones vecinas.

Se alcanzaron diversos acuerdos entre los dos países y se habló de otras medidas concretas, como aumentar el número de visas de trabajo que emite Estados Unidos, algo que a López Obrador le interesaba bastante y en lo que había insistido.

Aseguró que Estados Unidos y México coinciden en la necesidad de aumentar las oportunidades para la migración legal, especialmente porque más trabajadores pueden ayudar a reducir la escasez de mano de obra en Estados Unidos y contribuir a frenar el alza de precios.

La migración ha sido un tema importante para Biden, ya que los líderes republicanos han señalado el creciente número de personas de México y Centroamérica que cruzan la frontera sur de Estados Unidos sin autorización legal y han criticado al gobierno federal y a líderes demócratas por no hacer más para frenar la migración. López Obrador reconoció esas críticas, pero aseguró que la situación en la frontera requerirá de soluciones, no sólo de política.

También se acordó crear un grupo de trabajo bilateral sobre programas de migrantes con fines laborales y protección a los trabajadores, y aceptar más refugiados.

Ambos mandatarios también se comprometieron a continuar con los patrullajes conjuntos para México y Guatemala para ir tras los contrabandistas de personas en su frontera compartida.

Pero el gobierno de Biden se mostró entusiasmado con el hecho de que México destine fondos a la frontera, algo con lo que el expresidente Donald Trump fracasó durante años, incluso con la promesa de levantar el muro fronterizo y querer obligar a México a pagarlo.

“Las fronteras más resilientes, más eficientes y más seguras mejorarán nuestro comercio compartido”, declararon Biden y López Obrador en un comunicado oficial conjunto. “Estamos comprometidos como nunca antes para completar un plan conjunto de varios años de modernización de la infraestructura fronteriza México-Estados Unidos para proyectos a lo largo de la frontera de más de 3.000 kilómetros”.

Los acuerdos se produjeron después de que López Obrador comenzara las conversaciones hablando durante más de media hora ante los reporteros, cuando Biden se tomó poco más de 10 minutos.

AMLO habló de todo, desde los estadounidenses que viajan a México para comprar gasolina más barata, hasta las políticas del Nuevo Acuerdo de Franklin Delano Roosevelt. Además, arremetió contra los conservadores y dijo que Estados Unidos y México deberían rechazar el statu quo en la frontera.

Tal como lo había adelantado, López Obrador recalcó que México y Estados Unidos deberían cerrar filas para ayudarse mutuamente en medio de la elevada inflación.

“El aumento acelerado de la inflación representa una amenaza directa para el bienestar de las familias en ambos países y requiere acciones robustas, inmediatas y concertadas”, señalaron los mandatarios en el comunicado. “Por tal motivo hemos acordado combatir de forma conjunta la inflación acelerando la facilitación del comercio bilateral y reduciendo los costos comerciales”.

Aunque en ocasiones anteriores no se ha abstenido de criticar a Estados Unidos, en esta ocasión López Obrador mantuvo un tono positivo con Biden y elogió a la vicepresidenta Kamala Harris. Biden también se mostró conciliador, señalando que “vemos a México como un socio en igualdad”, y desestimó las diferencias de opinión con López Obrador: “Usted y yo tenemos una sólida y productiva relación, y, yo diría, una alianza”, a pesar de los encabezados de los medios, dijo.

En Broojula, Ana Paula Ordorica te presenta el mejor análisis sobre la segunda reunión presencial entre Biden y López Obrador en La Casa Blanca, con la opinión de Lila Abed, consultora, analista internacional y directora adjunta de México Institute.

Estados Unidos dejó para este viernes, último día de la Cumbre de las Américas, la declaración sobre migración que presenta como una asociación regional de responsabilidad compartida sobre el asilo y el control fronterizo.

“Una migración segura y ordenada es buena para todas nuestras economías, incluida la de Estados Unidos. Puede ser un catalizador para el crecimiento sostenible, mientras que la migración irregular no es aceptable”, afirmó el presidente estadounidense el miércoles, durante el discurso inaugural de la novena Cumbre de las Américas.

El término clave para Biden es responsabilidad compartida, debido a que Estados Unidos no quiere cargar con todo el peso del flujo migratorio.

Y aún menos a pocos meses de las elecciones de medio término en Estados Unidos que se tienen programadas para noviembre próximo.

Una funcionaria gubernamental que solicitó el anonimato afirmó que Biden “está pidiendo a todos los gobiernos a lo largo de la ruta migratoria que establezcan o fortalezcan el proceso de asilo en sus respectivos países”. También se pedirá que “refuercen sus fronteras de manera más efectiva, realizando controles y expulsando a las personas que no son elegibles para el asilo”.

Quienes firmen, se comprometerán a ampliar los programas de trabajo temporal para migrantes y mejorar sus opciones legales, a medida que la región trabaja para gestionar niveles récord de indocumentados.

Un borrador revisado por la agencia Reuters muestra que los países también acordarían impulsar el acceso a los servicios públicos y privados para los migrantes, mejorar la aplicación de la ley e instar a las instituciones financieras a revisar el apoyo a los países con poblaciones migrantes.

Entre las opciones para la migración legal descritas en la declaración de migrantes se encuentran la acogida de refugiados y la reunificación de familias.

Según datos del propio gobierno estadounidense, unos 7,500 migrantes irregulares, en su mayoría de Centroamérica, pero también de Cuba, Nicaragua Venezuela y Haití, intentan cruzar a diario la frontera.

La incógnita ahora es cuántos países firmarán la declaración, en un momento en que la relación de Washington con algunos de sus vecinos no pasa por su mejor momento. Según la funcionaria gubernamental, Estados Unidos “no espera que todos los países firmen”, pero priorizará por “aquellos más afectados por la migración y los flujos de refugiados”.

En la jornada de ayer, el mandatario argentino Alberto Fernández se dirigió a Biden hablando en calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a la que pertenecen los tres excluidos por Estados Unidos.

“El hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión”, dijo.

El primer ministro de Belice, John Briceño, se sumó a la protesta. “Esta cumbre es de todas las Américas. Por lo tanto, es imperdonable que todos los países de las Américas no estén aquí”.