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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) instó este viernes a atender de fondo las causas de la migración y aseguró que no quiere que México se convierta en un “campamento de migrantes”.

Desde Palacio Nacional, una periodista le preguntó sobre la posibilidad de que Estados Unidos otorgue recursos a México para que atienda debidamente a los migrantes que se encuentran en la frontera, principalmente de origen haitianos.

“Sí, pero hay que atender el fondo, primero, no queremos que México sea un campamento de migrantes”, afirmó el mandatario. “Queremos que se atienda el problema de fondo, que la gente no se vea obligada a emigrar. Porque si continuamos con lo mismo es retenerlos, ponerlos en albergues, y no enfrentamos el problema de fondo”, destacó.

Lamentó que Estados Unidos lleva décadas sin invertir en América Latina y el Caribe para apoyar a los pueblos pobres, e insistió en su llamado a que se apoye el desarrollo, lo que implicaría que cambie la política migratoria que hasta ahora se ha seguido.

Apuntó que pese a que la administración del presidente Joe Biden entiende la necesidad de apoyar las causas de raíz, y han sido sensibles a las propuestas que se han hecho, tardan “mucho” porque deben presentar la propuesta al Senado, y se mezclan asuntos electorales.

También pidió apoyo para Haití y que intervengan las Naciones Unidas, pues la mayoría de los migrantes que se encuentran en la frontera México-Estados Unidos son de este país.

“No es solamente atender a los migrantes haitianos que por necesidad salen de su país, por necesidad y por la violencia, hay que hacer algo y aquí la ONU se está tardando. Es lo mismo. ¿Dónde están los organismos de defensa de derechos humanos a nivel internacional?”, subrayó.

Y es que la región vive una ola migratoria sin precedentes desde comienzos de año con un flujo histórico, con 147,000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212,000 indocumentados detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este miércoles que existen condiciones “inmejorables” para suscribir junto a Estados Unidos un buen convenio para enfrentar el fenómeno migratorio con desarrollo, bienestar y empleo, especialmente en países de Centroamérica.

“Hay condiciones inmejorables como para suscribir un buen convenio para el desarrollo de América Latina y el Caribe y en particular con los países de Centroamérica”, dijo durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Al ser cuestionado sobre la carta que envió hace unos días a su homólogo, Joe Biden, en la que pidió apoyo para afrontar la crisis migratoria en la región, López Obrador afirmó que tiene esperanza en que el mandatario estadounidense acepte su propuesta.

“Tengo esperanza. Yo veo que el presidente Biden es sensible y tiene interés en atender el problema de fondo”, aseguró.

Señaló que el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha mostrado también interés en el tema e incluso se trasladó a la frontera sur para ver cómo puede ayudar a convencer en Estados Unidos para que se apliquen estas acciones.

También reconoció el trabajo que encomendó Biden a la vicepresidenta, Kamala Harris, y dijo que ya no quiere que existan medidas represivas para afrontar la migración. “Ya basta de querer arreglar un problema social con medidas coercitivas. Nosotros no queremos helicópteros artillados. Lo que queremos es que la gente tenga recursos”, afirmó.

El presidente afirmó que de aceptar la propuesta, el gobierno de nuestro país podría asesorar sobre cómo implementar los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, con los cuales se crearían 240,000 empleos en seis meses, en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Y aunque confió en que la administración del presidente Biden atienda este problema, le invitó a pasar del “discurso” a la “acción” para resolver la crisis migratoria que afecta a los dos países.

“Ya basta de discurso, ya hace falta la acción”, dijo el mandatario al recordar que Washington ofreció 4,000 millones de dólares para invertir en los países donde se origina la migración indocumentada.

“Había el compromiso de que iban a invertir 4,000 millones, 2,000 para Centroamérica y 2,000 para México. No ha llegado nada, nada”, se quejó López Obrador.

Y es que decenas de miles de migrantes, en su mayoría haitianos, han arribado desde hace varias semanas a Tapachula, Chiapas, y en Ciudad Acuña, Coahuila, con la intención de buscar refugio en Estados Unidos; sin embargo, desde el fin de semana, miles de haitianos comenzaron a ser deportados por las autoridades estadounidenses, lo que ha aumentando la presión a los gobiernos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador(AMLO) reveló este lunes la carta que envió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la que insistió en que su país debe apoyar la ampliación de los programas sociales en Centroamérica para mitigar el flujo migratorio.

Le señaló que el fenómeno migratorio requiere de un tratamiento del todo nuevo; en el que indicó que es necesario ordenarlo evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos. Dijo que no se puede quedar todo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo.

Al leer el texto, el mandatario afirmó que si Estados Unidos apoya sus programas Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida, se beneficiaría a 330 mil 000 personas en Guatemala, Honduras y El Salvador.

“Desde luego es necesario ordenar el flujo, evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos, sin embargo, no debemos quedarnos solo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo”, expresó López Obrador en la carta.

El presidente leyó en su conferencia de prensa, que ahora se realizó desde Oaxaca, la carta que envió al de Estados Unidos el pasado 9 de septiembre, cuando las delegaciones de ambos gobiernos sostuvieron en Washington el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN).

Desde que Biden asumió la presidencia en enero pasado, López Obrador ha pedido que La Casa Blanca apoye la ampliación de dos de sus programas sociales emblemáticos e, incluso, que los beneficiarios obtengan visas temporales para trabajar en Estados Unidos.

“Con ello no se perjudicaría a nadie, pues es sabido que la gran nación que usted preside requiere de fuerza de trabajo adicional para impulsar su crecimiento económico, fortalecer su producción y reducir sus importaciones de Asia”, añade AMLO en el texto.

López Obrador argumentó que con Sembrando Vida se ampliaría la superficie de siembra en Centroamérica en 600 mil hectáreas y daría empleo a 240 mil campesinos. Mientras que, según sus cálculos, Jóvenes Construyendo el Futuro podría mantener en sus países de origen a 90 mil personas de todas las que emigran por falta de trabajo.

“Siempre estaremos dispuestos a ayudar y participar tanto en la búsqueda de soluciones al asunto migratorio como en el propósito superior de consolidar nuestra integración económica en beneficio de nuestros pueblos y con respeto a nuestras soberanías”, concluyó López Obrador.

El presidente indicó que Biden no ha respondido las peticiones de su carta, pero aseguró que el mandatario estadounidense le envió otra carta en la que felicitó a México por los festejos de independencia.

Estados Unidos y México reanudaron este jueves su Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) tras una pausa de cuatro años.

Funcionarios de México y Estados Unidos se reunieron en Washington, donde reiteraron sus intenciones de avanzar en temas importantes para ambas naciones como infraestructura, comercio y migración.

Recordemos que el diálogo fue iniciativa de Biden cuando era vicepresidente en la administración de Barack Obama en 2013, pero fue suspendido bajo la presidencia de Donald Trump.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, fue la encargada de aperturar  la sesión con un breve discurso en el que enfatizó el deseo de Washington de tener mejores relaciones con nuestro país, refiriéndose a los funcionarios de la 4T presentes como “nuestros amigos, nuestros socios”.

Hizo hincapié además en la urgencia de mejorar relaciones en una época donde hay problemas como la pandemia de COVID-19, el cambio climático, los ataques cibernéticos y las interrupciones en las cadenas de suministros.

“Estamos sumamente emocionados por esta nueva etapa en las relaciones y en la asociación entre Estados Unidos y México”, expresó la vicepresidenta. “México es nuestro vecino más cercano… y un socio estratégico y uno de nuestros socios económicos más importantes. La estabilidad económica de México interesa a Estados Unidos”, añadió.

Harris confió que, tras el diálogo que arrancaba hoy, las naciones “seguirán trabajando juntas” y establecerán “un ejemplo de lo que es posible en el hemisferio occidental”.

Después del mensaje de la vicepresidenta, el canciller Marcelo Ebrard ofreció un mensaje en el que destacó la importancia de la cercanía de ambas administraciones, así como la visión estratégica compartida que México y Estados Unidos mantienen respecto de las prioridades para el desarrollo económico sustentable de la región.

Posteriormente, la secretaria Clouthier y la secretaria Raimondo compartieron su visión en la que el DEAN se convierta en la plataforma que permita la recuperación económica post-pandemia mediante el impulso de acciones prioritarias puntuales y de carácter bilateral, que partan de las coincidencias y que permitan sumar a los esfuerzos que ambos gobiernos realizan en el marco del T-MEC y los demás mecanismos de colaboración bilateral ya existentes.

Las secretarías presidieron la reunión en la que las delegaciones conversaron sobre los cuatro pilares acordados: Reconstruir juntos; Promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica; Asegurar las herramientas para la prosperidad futura y Invertir en nuestro pueblo.

Sobre el primer pilar, ‘Reconstruir juntos’, México y Estados Unidos crearán un Grupo de Trabajo Bilateral en Cadenas de Suministro para identificar áreas de complementariedad en las cadenas nuevas y existentes, en aras de mantener su correcto funcionamiento ante posibles disrupciones; incrementar la competitividad; atraer líneas de producción de otras regiones en el mundo y reducir vulnerabilidades en sectores críticos, apegándose a los intereses de cada país. También coincidieron en la importancia de contar con infraestructura fronteriza y procedimientos de facilitación comercial modernos, eficientes y seguros.

El segundo pilar, ‘Promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica’, promoverá que Estados Unidos brinde cooperación técnica para atender las causas estructurales de la migración en el norte de Centroamérica.

Particularmente, colaborará con el gobierno de nuestro país en los programas de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en la región. Asimismo, las respectivas agencias de Estados Unidos implementarán actividades para desarrollar las cadenas de valor; por ejemplo, a través de la mejor vinculación entre productores agrícolas y consumidores o la creación de proyectos bancables que atraigan inversión privada. Ambos países colaborarán para fomentar el comercio y promover la inversión en proyectos productivos que fomenten el desarrollo regional.

Por el momento los funcionarios mexicanos no confirmaron si habrá aportaciones económicas por parte de Estados Unidos; el canciller Marcelo Ebrard señaló que el gobierno de Biden revisará en qué sí y en qué no se pueden comprometer. Adelantó que será en noviembre, cuando se retome el DEAN, que se plantearán las definiciones y entonces se sabrá qué ayuda será la que brindarán, además de la cooperación técnica anunciada hoy.

Reconociendo la importancia de contar con un entorno digital seguro y fuerte, se acordó que el trabajo en torno al tercer pilar ‘Asegurar las herramientas para la prosperidad futura’ se centre en mitigar las amenazas cibernéticas a las cadenas de suministro de manera coordinada y también mejorar el flujo de datos entre los dos países.

Ambos gobiernos comparten la prioridad de una economía más igualitaria, por lo que el cuarto pilar, ‘Invertir en nuestro pueblo, se enfocará en brindar a poblaciones vulnerables como mujeres, juventudes, indígenas y LGBTQ+ capacitación en las habilidades necesarias para que sean competitivas en la economía del siglo XXI. Igualmente se colaborará para integrar a las Pymes en las cadenas regionales  de valor.

Recordemos que el DEAN busca avanzar en las prioridades estratégicas económicas, sociales y comerciales que son centrales para el impulso del crecimiento económico regional, la creación de empleos, la inversión en la gente y la reducción de las desigualdades y la pobreza en todas sus dimensiones.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este miércoles que su gobierno no se deja “presionar” por nadie y no es “pelele” ni “empleado” de Estados Unidos en materia migratoria.

Y es que el mandatario fue cuestionado sobre la situación que se vive en la frontera sur en materia migratoria, donde en días recientes se han desmantelado varias caravanas con personas que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos.

“No aceptamos presiones de ningún gobierno, México es un país independiente, soberano, y somos más libres que nunca. Sí, tenemos esta situación que nos preocupa y que estamos atendiendo, pero no es porque estemos de peleles o de empleados del Gobierno de Estados Unidos, es que estamos poniendo orden y ayudando, protegiendo”, sostuvo el presidente.

La represión de estas caravanas por parte de agentes de migración y de seguridad, como la Guardia Nacional, ha sido muy criticada por defensores de derechos humanos, y se produce en medio de una fuerte ola migratoria, sin precedente en años, en la región.

AMLO insistió en que México no se va a dejar presionar por ningún gobierno extranjero, y aseguró que se actuará con apego a los principios de la política exterior del país.

El presidente fue cuestionado por las denuncias que se han hecho sobre ciudadanos haitianos que se encuentran en la frontera sur, y que se ha reportado viven en condiciones de hacinamiento y llevan meses varados en la región.

López Obrador indicó que se está apoyando a los haitianos en su país de origen, pero se les dificulta enviar ayudas y recursos porque ha habido disturbios. “Es muy triste lo de Haití porque es pobreza, es violencia, afectación por sismos. Es una situación muy difícil”, afirmó.

Fue en ese punto donde el mandatario negó que haya una “doble discurso” en México en materia migratoria. Aseguró que los agentes de migración no van armados, y recordó que los agentes que agredieron a migrantes fueron dados de baja de inmediato.

Reiteró su llamado a que los migrantes se queden en el sur del país para evitar exponerse durante su trayecto por el país.

AMLO se dijo convencido que en la reunión de mañana en Washington, donde se retomará el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) habrá “buenos resultados”, incluido el tema migratorio.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ofreció “ayuda” a Washington en materia de migración tras el fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos que reimpuso el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), conocido como “Remain in Mexico” o “Quédate en México”.

“Nosotros nos hemos propuesto ayudar al Gobierno de Estados Unidos, lo vamos a seguir haciendo, en el tema migratorio, afortunadamente es buena la relación”, manifestó el mandatario al ser consultado sobre el tema en su conferencia de prensa matutina.

Sus declaraciones se producen después de que el martes los jueces de la Corte Suprema estadounidense ordenaron al presidente Joe Biden revivir el MPP que estableció Donald Trump para que los migrantes esperen en nuestro país mientras se resuelve su solicitud de asilo en Estados Unidos.

Al respecto, la cancillería respondió ayer por la noche apuntando que “el gobierno de México no se posiciona con respecto a dicho fallo”, aunque también argumentó que “una decisión judicial de ese tipo no obliga a México y que su política migratoria se diseña y ejecuta de manera soberana”.

Cuestionado por la prensa, el presidente López Obrador señaló que “su opinión” coincidía con el posicionamiento de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero que siempre va a procurar tener una muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos.

“Eso es lo que yo sostengo porque también quisieran, por las diferencias que hay en Estados Unidos y también nuestros adversarios, que nosotros nos peleáramos o entráramos a polémicas que no nos conducen a nada. Tenemos muy buena relación tanto con republicanos como con demócratas”, afirmó el mandatario.

Y es que recordemos que Biden suspendió en su primer día en La Casa Blanca las inscripciones al MPP, impulsado en enero de 2019 por Trump y por el que Estados Unidos envió a más de 70,000 migrantes a México, donde han vivido en malas condiciones, según organizaciones civiles.

Pero en Estados Unidos ha aumentado la presión política de los republicanos por la ola migratoria récord, con más de 212,000 indocumentados detenidos en julio en la frontera de Estados Unidos, una cifra récord, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

AMLO reiteró su compromiso de “cuidar a los migrantes” en particular en el sureste del país, pero reconoció que “esto no puede ser eterno”.

Así, López Obrador reiteró su petición de que Washington invierta en programas de desarrollo para Centroamérica y el sureste de México, e insistió en que Estados Unidos y Canadá deben realizar un diagnóstico de cuánta fuerza de trabajo necesitan de México y Centroamérica para establecer un programa de visas laborales.

“Entonces sí hay alternativas y nosotros estamos hablando con el Gobierno de Estados Unidos y es muy buena relación independientemente de estas resoluciones judiciales porque esto no es un asunto nada más jurídico, legal, es un asunto social, humano, moral”, sostuvo López Obrador.

Una delegación del gobierno de Joe Biden se reunió este martes con autoridades de nuestro país para discutir las estrategias que permitan a ambos países atender las causas del flujo migratorio y las condiciones para la reapertura de la frontera común, que fue cerrada hace más de 17 meses por la pandemia del coronavirus.

La misión es encabezada por el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, quienes arribaron este mismo martes a la Ciudad de México para sostener los encuentros con las autoridades de México, en especial con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Antes del encuentro con López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard dijo que la primera sesión de conversaciones, donde estaban presentes funcionarios civiles y militares, fue “cordial y productiva”. “La relación bilateral avanza y va muy bien”, escribió en su cuenta de Twitter.

Más temprano, Ebrard dijo que los estadounidenses tenían previsto presentarles los planes para atender las causas de fondo del flujo migratorio hacia la frontera sur de Estados Unidos que se ha incrementado de manera significativa durante este año tras la llegada al gobierno de Biden.

La delegación estadounidense incluye también a Juan González, asistente especial de Biden y director principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, y a Ricardo Zúñiga, enviado especial del Departamento de Estado para el llamado Triángulo Norte, que conforman Guatemala, El Salvador y Honduras.

Parte de la agenda prevista fue adelantada por la vicepresidenta Kamala Harris durante una conversación telefónica con López Obrador, quien consideró la plática como “muy buena”. Sin ofrecer mayores detalles de lo hablado, AMLO reconoció a Harris asegurando que es “muy sensible, muy respetuosa, muy eficaz”.

Recordemos que Harris y Mayorkas visitaron en junio pasado la Ciudad de México para discutir con López Obrador y miembros de su gabinete acciones para atender el masivo flujo de migrantes que se ha convertido en uno de los dolores de cabeza de la administración Biden.

“No es usual que haya un contacto tan frecuente pero es muy positivo, (y) habla de la intensidad y capacidad de diálogo”, dijo Ebrard al referirse a las visitas que han hecho representantes de ambos gobiernos a Washington y Ciudad de México en los últimos meses.

Ebrard indicó que durante la visita de la delegación estadounidense también se discutirá la reapertura de la frontera con Estados Unidos para “hacerles ver la conveniencia para que se regularice la situación”.

El titular de la SRE expresó que México tiene un “avance muy notable” en la vacunación de la población adulta de los municipios fronterizos, situación que aseguró que garantiza las condiciones para la reapertura que se espera lograr después de agosto.

Y es que Estados Unidos decidió el mes pasado extender hasta el 21 de agosto las restricciones de tránsito terrestre para viajes no esenciales en su frontera sur, ante el aumento de los casos de coronavirus en ambos países y la aparición de la variante Delta, que es mucho más contagiosa que otras.

Se adelantó que comitivas de ambos países se podrían reunir el próximo mes para un “diálogo económico de alto nivel” en el que se discutirá el mejoramiento de la infraestructura y la reactivación del proyecto del Banco de América del Norte.

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump visitará este miércoles la frontera con México, en un intento por volver a atraer la atención mediática, aprovechando las críticas de los republicanos contra el gobierno de Joe Biden por el aumento en la detención de inmigrantes que intentan entrar al país.

El viaje junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, a una sección inacabada del muro fronterizo cerca de Weslaco, en el extremo sur de Texas, es la segunda aparición pública esta semana de Trump, quien fue derrotado por Biden en las elecciones de noviembre.

Trump se burló de Biden en un mitin realizado el sábado en Ohio, su primer evento de este tipo desde que dejó La Casa Blanca. Lo acusó de haber “desmantelado las defensas fronterizas de Estados Unidos e incitado a una avalancha de inmigrantes ilegales como este país nunca ha visto”.

Desde que asumió el cargo hace cinco meses, Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de Trump y ha prometido un sistema más humano. Detuvo la construcción del emblemático muro de Trump y cerró un programa que obligó a decenas de miles de migrantes a esperar en México a la espera de la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos.

En lo que va de la administración Biden, los arrestos en la frontera han aumentado a los niveles mensuales más altos en dos décadas, incremento que los republicanos atribuyen a políticas más relajadas.

Aunque los republicanos han señalado que la inmigración será un punto focal de su campaña para retomar el control del Congreso el próximo año, un sondeo de Reuters/Ipsos sugiere que sus ataques están teniendo poco efecto.

La vicepresidenta Kamala Harris, a quien Biden encomendó abordar las causas fundamentales de la migración a Estados Unidos desde Centroamérica, visitó la semana pasada al frontera entre Estados Unidos y México cerca de El Paso, Texas. Muchos republicanos, incluidos Trump y Abbott, criticaron a Harris por no ir antes.

Abbott sostuvo en un comunicado que Harris estaba ignorando las “áreas problemáticas reales” a lo largo de la frontera y auguró que “fracasaría en su misión si se niega a hablar con los residentes del sector de Del Rio cuyas casas y ranchos están siendo invadidos por pandillas y contrabandistas”.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

 

 

Hace algunos años y en plena crisis humanitaria causada por los flujos de refugiados sirios cruzando territorio turco hacia Europa, diversos países de la Unión Europea buscaron que el gobierno de Turquía, encabezado por el presidente Recep Erdogan, detuviese ese movimiento masivo y trágico de familias enteras huyendo del conflicto y de crímenes de lesa humanidad propiciados por el régimen sirio. El quid pro quo tácito fue que varios gobiernos europeos se hiciesen de la vista gorda y no se pronunciaran sobre la política interna turca y la creciente degradación democrática en curso en ese país. Hoy, Estados Unidos podría estar cayendo en ese mismo error, o en lo que yo llamaría la “Trampa Erdogan”. Es decir, que cara a las elecciones intermedias legislativas del próximo año y el alcahueteo político y electoral del tema por parte del Partido Republicano, Joe Biden requiere contar, a toda costa, con el apoyo cabal mexicano para encarar los efectos de la transmigración centroamericana y disminuir sensiblemente los flujos de migrantes en la frontera con nuestro país. A cambio, para no contaminar esa posibilidad de cooperación mexicana y ante la particular manera en la cual el Presidente López Obrador concibe en esta coyuntura la relación con EU, Washington decidió que por el momento no cuestionará o presionará al gobierno y presidente de México en otros temas bilaterales sensibles y particularmente en aquellos de política interna mexicana que apuntan a la erosión de la democracia mexicana.

Qué duda cabe que la actual administración estadounidense debe hilar fino con México. A diferencia de Trump, a quien le importaba un pepino la relación con México o la política interna de nuestro país, Biden entiende que las fortalezas económica y democrática mexicanas son factores estratégicos para el bienestar y la seguridad de EE.UU. También tiene clara la proclividad del presidente mexicano por el hombre al que él derrotó en las urnas en noviembre pasado. Y ha detectado la inclinación de su homólogo de estar buscando en este momento -ante un gobierno que, a diferencia del de Trump, busca compartimentalizar de nuevo la relación y evitar que diferendos en un tema específico contaminen la agenda en su conjunto- un pulso de tensión con Washington, enmarcado en su narrativa de ellos vs nosotros, en su perspectiva particular de las relaciones internacionales y del vínculo con EU, así como su rechazo a una realidad inexorable: los vasos comunicantes que existen entre la política interna de cada nación y la agenda bilateral. Por ello Biden y su equipo han buscado desde el primer día minimizar las probabilidades de que López Obrador encuentre oportunidades para detonar casus belli con el gobierno estadounidense, tal y como ha ocurrido con el frente que abrió atacando el financiamiento a organizaciones de la sociedad civil en México (después de haber ignorado convenientemente que éste se dio también durante la gestión de Trump en la Casa Blanca) y que de manera tácita e indirecta fue atajado con el pronunciamiento general en el sentido de que EU seguirá apoyando, como eje de seguridad nacional interno y en el mundo, a ONG dedicadas a fomentar la transparencia y combatir la corrupción. Es en este contexto complicado que se encuadra la visita de la Vicepresidenta Kamala Harris a México.

Su viaje a México se originó como parte de la estrategia estadounidense para detener la escalada en los flujos migratorios estacionales en la región y como un esfuerzo para convertirla en pieza central de interlocución con el gobierno mexicano. Por ello fue ella quien anticipó la semana pasada a López Obrador el anuncio que haría la Casa Blanca más tarde ese día acerca del envío de dosis de vacunas a nuestro país. Y si bien pasarán algunos días antes de que tengamos una lectura más granular de los temas que se abordaron -y sobre cómo fueron abordados- en la reunión de ayer en Palacio Nacional, la vicepresidenta aterrizó el lunes por la noche en la Ciudad de México con una agenda conformada básicamente por el tema migratorio y la cooperación bilateral en la materia; los esfuerzos para garantizar que la vacunación blinde a ambos lados de la región fronteriza de nuevos casos o rebrotes, evitando en una especie de cordón sanitario nuevas disrupciones en las cadenas esenciales de suministro y dando pasos hacia la reapertura total de la frontera; la importancia de los temas ambientales y laborales como parte de las obligaciones mexicanas al amparo del TMEC; y un apuesta al reinicio de conversaciones sobre la cooperación en materia de seguridad. Dada la enorme complejidad y amplitud de la agenda bilateral -para Washington, única quizás en el mundo en función de ese abanico temático tan amplio- y ya no digamos los innumerables temas de política interna que impactan esa agenda y la relación entre ambas naciones, esta es una agenda temática indudablemente constreñida.

Los flujos migratorios centroamericanos ya han empezado a disminuir, como ocurre año con año con la temporada de lluvias. Y con una administración que con el paso de los meses ha alcanzado una mejor capacidad de gestión -ciertamente facilitada por la labor mexicana en prevenir cruces indocumentados hacia Estados Unidos- para enderezar la situación desastrosa que se encontró como legado envenenado trumpista en materia de política migratoria y de asilo a fines de enero cuando tomó las riendas de gobierno, la pregunta obligada es si Biden empezará a ampliar la agenda diplomática con México para incluir, de manera pública o en privado, otros temas esenciales para el futuro de la relación.

Biden y Harris ciertamente hacen bien en buscar evitar darle excusas al presidente mexicano para torpedear el diálogo integral que debe darse entre ambas naciones, y considero que es buena apuesta que la vicepresidenta se consolide como interlocutora privilegiada del gabinete estadounidense con México, sobre todo si se trata de buscar mitigar y darle la vuelta al recelo y resentimiento que López Obrador carga con los Demócratas en virtud de que considera que no lo apoyaron cuando buscó impugnar y cuestionar los resultados electorales de 2006 y 2012 en México. Pero en algún momento, la Administración Biden tendrá que empezar a ocuparse de los demás temas de la agenda bilateral: desde la infraestructura fronteriza, las energías renovables y el cambio climático hasta la indispensable cooperación en todos los temas de seguridad e inteligencia, el agua de los ríos Bravo y Colorado y la mitigación del impacto ambiental que generó el muro de Trump o la construcción de un andamiaje comercial y económico que permita a Norteamérica competir con China. Y como parte de esa ampliación temática, la preocupación por una presidencia imperial y por la vitalidad democrática en México, por sus pesos y contrapesos, su separación de poderes y sus organismos autónomos, por el papel de medios y sociedad civil en la rendición de cuentas, la pluralidad, la tolerancia y una democracia participativa, tendrán que jugar un papel en el cálculo estadounidense de cómo interactuar con este gobierno mexicano. Veremos si con la visita de la vicepresidenta -o a partir de ella- se empieza a perfilar esa agenda y si Estados Unidos sale de esa trampa en la que podría haber caído y en lugar de jugar matatenas, empieza a jugar ajedrez en la relación bilateral.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunió esta mañana en Palacio Nacional con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, con quien abordó el tema del fenómeno migratorio, entre otros puntos.

AMLO insistió ante Kamala Harris que la propuesta de México es fomentar la cooperación para el desarrollo a fin de generar oportunidades en los lugares de origen de las personas, pues dijo, se deben atender las cusas que la originan, ya que ninguna persona sale de sus ciudades por gusto.

La visita oficial inició con la firma del Memorándum de Entendimiento entre la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMECXID). El documento fue firmado por el encargado de Negocios de Estados Unidos, John Creamer y por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

El presidente López Obrador y la vicepresidenta Kamala Harris fungieron como testigos de honor.

Posteriormente se trasladaron a la Escalinata de Honor para dirigirse al despacho presidencial, donde se reunieron en privado. “El encuentro fue trascendente, benéfico para nuestros pueblos y muy agradable”, afirmó López Obrador en un mensaje posterior publicado en sus redes sociales.

La vicepresidenta estadounidense se comprometió a apoyar la expansión de programas sociales de México a otros países de Centroamérica, como el de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.

En un evento posterior con mujeres empresarias en México, y ya en hotel de la Ciudad de México, Kamala Harris reconoció que existen retos de género compartidos, como disparidad salarial y desigualdad.

“Tenemos mucho trabajo que hacer, en términos de paridad, cuando vemos a la desigualdad salarial por ejemplo, tenemos mucho trabajo que hacer, especialmente si los analizamos por sueldo”, manifestó en el evento en el que buscaba conocer las experiencias y analizar posibilidades de colaboración con las mujeres líderes en el sector empresarial.

Entre las asistentes estuvieron Paula Santilli, directora general de PepsiCo Latinoamérica; Michelle Ferrari, presidenta del Foro de Mujeres Iberoamericano, y Frissia Monsiváis, presidenta y fundadora de We.Men, entre otras. También estuvieron presentes Nancy McEldowney, asesora de seguridad nacional de la vicepresidenta, y John S. Creamer, encargado de negocios de la Embajada de Washington en México.

“Creo que todos estamos de acuerdo en que cuando elevamos las condiciones económicas de las mujeres, elevamos las condiciones económicas de las familias, vecindarios, comunidades y toda la sociedad se beneficia”, sostuvo la vicepresidenta.

En ese marco, Harris anunció un paquete asistencia y préstamos de Estados Unidos para atraer inversión por 250 millones de dólares en el sur-sureste de México, una de las prioridades del presidente López Obrador. También reveló un apoyo de 130 millones de dólares para que México implemente la reforma laboral, esencial para el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Después del encuentro con las mujeres, la vicepresidenta sostuvo un encuentro con líderes sindicales para abordar los derechos laborales en México, un aspecto clave para los sindicatos estadounidenses.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó este martes al Palacio Nacional para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con quien abordará la crisis migratoria en la región.

Harris arribó a las 9:59 hora loca, en medio de un fuerte operativo de seguridad. Fue recibida por el mandatario quien tocándose el pecho le dio la bienvenida. “Kamala, mucho gusto”, quien le respondió en español para luego hablarle en inglés.

Tal como había sido anunciado, se procedió a la firma de un memorándum de cooperación entre ambos países.

México y EUA buscan mejorar las condiciones de vida en los países del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) desde donde, cada año, miles de migrantes huyen de la violencia y pobreza con la intención de llegar a Estados Unidos.

Esta mañana, el canciller Marcelo Ebrard indicó que el acuerdo tiene como propósito intercambiar experiencias y no implica transferencias de recursos.

La vicepresidenta estadounidense, encargada de la gestión migratoria por parte de La Casa Blanca, aterrizó anoche en Ciudad de México tras una visita a Guatemala. Se espera que Harris parta esta misma tarde hacia Washington.

“Me da mucho gusto que nos visite la vicepresidenta y vamos a hablar del tema migratorio pero atendiendo las causas en lo fundamental”, dijo López Obrador al recibir a Harris en el patio central del Palacio Nacional, a quien le mostró los murales del pintor Diego Rivera.

López Obrador caminó junto a Harris a las oficinas donde se celebra el encuentro.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, coincidió este viernes con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre la necesidad de abordar las causas de raíz de la inmigración que se da desde los países del Triángulo Norte, Guatemala, Honduras y el Salvador.

Indicó que está en el interés de ambos países “proporcionar un alivio inmediato al Triángulo Norte y abordar las causas de raíz de la migración”.

Harris recordó que ambos países ya han hablado del tema en el pasado y recordaron en que han coincidido en que “la mayor parte de la gente no quiere dejar sus casas y cuando lo hacen es a menudo porque huyen de algún peligro o se ven forzados a marcharse porque no hay oportunidades”.

La vicepresidenta llamó a López Obrador a continuar trabajando de manera bilateral y multilateral sobre el tema migratorio, y subrayó que Estados Unidos defiende un enfoque internacional y global. “Nuestro enfoque es trabajar con instituciones internacionales, con naciones de todo el mundo, el sector privado y organizaciones comunitarias”, detalló.

Harris destacó que tanto Estados Unidos como México comparten la creencia de que “juntos” pueden progresar para “crear y construir un sentimiento de esperanza en el futuro para la gente del Triángulo Norte”. Asimismo, urgió a luchar juntos contra la violencia y la corrupción.

Aparte de la inmigración, Harris citó otros “desafíos” para ambas naciones como la COVID y sus repercusiones económicas, y afirmó que la colaboración con México no puede ser más importante en la actualidad.

“No es necesario decirlo pero lo haré, México es nuestro vecino más próximo y, por supuesto, compartimos una frontera, pero también los valores de dignidad y respeto. Compartimos vínculos familiares y de amistad, y también compartimos una historia larga, profunda y compleja”.

La Casa Blanca indicó que los líderes acordaron trabajar juntos para para hacer frente a diversos desafíos, entre ellos a falta de empleo, el acceso limitado al mercado y la deforestación e inestabilidad regional causada por el cambio climático.

Por su parte AMLO celebró la decisión de celebrar la reunión virtual y deseó que la relación con Harris sea permanente y constante. Recordó que ambos países comparten una frontera de unos 3.000 kilómetros de largo, con lo que necesitan entenderse más que pelear.

Aprovechó para mencionar una vez más la frase que le dijo a Biden durante la reunión virtual que mantuvo con él a principios de marzo, atribuida erróneamente al expresidente Porfirio Díaz; dijo que como ahora las relaciones están mucho mejor se puede decir que México está cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos, lo que desencadenó las risas de los presentes.

Por ello, auguró que ambos gobiernos se van a entender, dado que tienen muchas cosas en común y están de acuerdo en las políticas que hay que adoptar en lo que se refiere a migración. Reiteró su propuesta de ampliar el programa Sembrando Vida a Centroamérica que, según dijo, debería conducir a la obtención de visados de trabajo en Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó este jueves que “es muy probable” que aborde la reapertura de la frontera con Estados Unidos en la reunión virtual que tendrá mañana viernes con la vicepresidenta de ese país, Kamala Harris.

“El tema de mañana va a ser el migratorio básicamente, eso es lo que está en la agenda, pero seguramente vamos a poder conversar sobre otros asuntos de interés para las dos naciones”, respondió AMLO al ser cuestionado sobre el tema.

López Obrador y Harris, a quien el presidente Joe Biden encargó el tema de la migración regional, hablarán este viernes en un encuentro digital, para luego, en junio próximo, hacerlo de forma presencial.

AMLO manifestó su interés de abordar la reapertura de la frontera común, que está cerrada desde el 21 de marzo de 2020 para viajes no esenciales, es decir, recreativos o turísticos, debido a la pandemia de COVID-19.

“Necesitamos ya normalizar la relación en la frontera, ellos así lo están considerando y lo mismo nosotros, entonces es muy probable de que esto se logre pronto, ellos ya han avanzado bastante en la vacunación”, comentó el presidente.

Mientras México acumula más de 2,35 millones de casos de covid-19 y 218.000 muertes, la cuarta cifra más alta del mundo, Estados Unidos suma 32.5 millones de contagios y casi 580,000 decesos, el mayor número del mundo.

Sin embargo, se ha señalado que mientras Estados Unidos ha aplicado al menos una dosis a casi 45% de su población, en nuestro país solo ha inmunizado a cerca del 10%.

Al respecto reconoció que Estados Unidos ha avanzado bastante en la vacunación, y ha logrado disminuir el numero de contagios y  de muertos.

“Sobre todo se han afectado comercios del lado estadounidense, más que de lado nuestro, por eso es un interés mutuo el que se abra completamente la frontera”, añadió López Obrador. El mandatario aseveró que “hay condiciones inmejorables en la relación con Estados Unidos”.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, visitará México el próximo 8 de junio, según informó este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Sí, va a estar en México creo que el 8 de junio, pasando las elecciones” intermedias del 6 de junio, expresó el mandatario en su rueda de prensa matutina, aunque no ofreció mayores detalles.

Destaca que con lo informado, la demócrata sí esperara a que concluya la jornada electoral para visitar México pese a ser la migración un tema de gran interés para ambos países, a diferencia de la visita que López Obrador hiciera a Estados Unidos en el marco de la contienda que dicho país vivía, y que se justificó con la importancia que el TMEC tenía para la región.

La visita presencial de Harris ocurrirá después de un primer encuentro virtual que tendrá lugar este viernes entre la vicepresidenta y el mandatario, quienes han informado que discutirán temas como la migración y las propuestas para enfrentar dicha problemática.

López Obrador insistirá a la vicepresidenta que Estados Unidos apoye la ampliación a Centroamérica de dos de los programas sociales más emblemáticos de su gobierno: Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.

Recordemos que López Obrador propuso Sembrando Vida al presidente Joe Biden en el marco de la Cumbre de Líderes sobre el Clima; sugirió que los beneficiarios accedan después de 3 años a visas temporales para trabajar en Estados Unidos con la posterior opción de residencia o ciudadanía.

“Ya Canadá tiene un buen programa de visas temporales porque Canadá, y sobre todo Estados Unidos, necesita la fuerza de trabajo de México y de Centroamérica, entonces es ordenar y dar esta opción, esta alternativa”, argumenta el mandatario.

Estas declaraciones de AMLO se producen un día después de la reunión bilateral con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, con quien firmó un acuerdo de intención para ampliar a ese país dichos programas sociales.

“Platiqué ampliamente con el presidente de Guatemala, él también expresó su apoyo para que Estados Unidos invierta en Centroamérica, que se ayude a los países centroamericanos que quedaron muy mal, devastados, por inundaciones, hay mucha necesidad, mucha pobreza”, dijo López Obrador.

López Obrador ha insistido en que sus proyectos ayudarán a aliviar la creciente ola migratoria de la región, reflejada en las cifras récord de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Estadounidense (CBP), que reportó 172,000 indocumentados detenidos en marzo.

“Entender que no es mala la migración, las naciones más prósperas del mundo se han hecho con migrantes y la mejor enseñanza, o el mejor ejemplo, es Estados Unidos, esa gran nación se construyó con migrantes, entonces no se va a resolver esto con medidas coercitivas”, remató el presidente.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acordó este martes con su homólogo guatemalteco, Alejandro Giammattei, llevar a su país dos de los programas sociales más emblemáticos del gobierno de la Cuarta Transformación: Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida.

Recordemos que ambos programas han sido impulsados por el gobierno de México como solución a la crisis migratoria que se vive en la región.

“Fuimos testigos de la firma de los cancilleres de México (Marcelo Ebrard) y Guatemala (Pedro Brolo) para aplicar en ese país los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro”, informó López Obrador en sus redes sociales tras el encuentro en el Palacio Nacional de México.

El nuevo acuerdo es parte del Plan de Desarrollo Integral que México presentó en 2019 para abordar las causas de la migración de Guatemala, Honduras, El Salvador y el sureste mexicano, apuntó Maximiliano Reyes, subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina de la Cancillería mexicana.

El presidente Giammattei, quien concluyó con esta firma su visita oficial de dos días a nuestro país, aseguró que México va a apoyar con el fondo, pero el monto aún está por especificarse.

Los mandatarios reconocieron que la relación bilateral presenta importantes retos, dado el carácter de países vecinos que comparten una frontera común, por lo que resaltaron que es importante potenciar el desarrollo, particularmente en la región fronteriza, para evitar que se presenten situaciones que puedan vulnerar las condiciones de vida de las comunidades en ambos lados de la frontera.

López Obrador ha insistido en que sus proyectos ayudarán a aliviar la creciente ola migratoria de la región, reflejada en las cifras récord de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Estadounidense (CBP), que reportó 172,000 indocumentados detenidos en marzo.

Sobre ello, reiteraron el compromiso de fortalecer los mecanismos de protección y atención integral a niñas, niños y adolescentes acompañados y no acompañados, además de facilitar la cooperación y el intercambio de información para identificar los flujos financieros asociados a la trata de personas.

Recordemos que AMLO pidió al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Cumbre de Líderes sobre el Clima del pasado 22 de abril, que apoye a extender el programa en Centroamérica para sembrar 3,000 millones de árboles adicionales y así generar 1.2 millones de empleos.

Adicional, México y Guatemala arrancaron en marzo un operativo binacional en su frontera común para contener la migración.

Durante el encuentro y las pláticas que se mantuvieron también se acordó generar un programa binacional de investigación para fortalecer y agilizar el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 “Patria”, que incluya la participación de científicos y universidades de México y Guatemala.

Alejandro Giammattei, mandatario de Guatemala, visitará México a principios de la próxima semana para tratar el tema migratorio, informó este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“El lunes próximo llega a México el presidente de Guatemala, y estaría con nosotros el martes”, anunció AMLO en su conferencia matutina.

López Obrador dijo tener “información” sobre la reunión de Giammattei con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para “tratar el tema migratorio”. “Y yo voy a tener una conversación telefónica con la vicepresidenta de Estados Unidos, creo que la semana próxima, y vamos a abordar el tema” migratorio, indicó.

López Obrador insistió en la importancia de impulsar el programa de reforestación Sembrando Vida a Centroamérica con el apoyo de Estados Unidos. Dijo que de momento, la aportación estadounidense, “no se descarta”.

La vicepresidenta de EUA, Kamala Harris, y el mandatario de Guatemala, Alejandro Giammattei, ratificaron este lunes su interés de trabajar juntos para abordar los factores que generan la migración irregular y de generar “esperanza” para evitar que más guatemaltecos quieran abandonar su país.

“Valoro la relación entre nuestros países y nuestros pueblos y deseo trabajar juntos para profundizar y fortalecer nuestros lazos en torno a nuestros intereses comunes”, afirmó Harris al comienzo de la cita que mantuvieron este lunes por videoconferencia.

El encuentro “virtual” al que este martes hizo referencia el López Obrador tendrá lugar el próximo 7 de mayo, si se mantiene la fecha anunciada por la cancillería.

Además, López Obrador reveló que sostendría este martes una llamada telefónica con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a quien le expresará “el agradecimiento” de México por su “generosidad” durante los momentos más difíciles de la pandemia.

“El pueblo cubano, el pueblo hermano de Cuba y su gobierno nos ayudaron en momentos difíciles cuando se incrementó el número de contagios en el país, ellos nos enviaron alrededor de mil trabajadores de la salud”, comentó.

Más tarde, a través de sus redes sociales, AMLO actualizó sobre la conversación con el presidente de Cuba. “México y Cuba son pueblos hermanados por la historia y la solidaridad”.