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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este viernes que “pronto” se dará la reapertura de la frontera terrestre entre México y Estados Unidos, cerrada desde el comienzo de la pandemia para la mayoría de actividades.

El mandatario fue cuestionado sobre la reciente alerta de viajes emitida por Estados Unidos que advertía de no viajar a México por la delincuencia existente en alguna regiones, así como por la situación de la pandemia en nuestro país.

“Hay muy buen ambiente en las relaciones con Estados Unidos”, respondió López Obrador, quien reiteró que la próxima semana hablará con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, sobre el fenómeno migratorio.

Fue en ese punto donde adelantó que la “apertura de las fronteras se va a dar pronto, completa”. Dijo que del lado estadounidense hay también la demanda de que se normalicen ya las relaciones y los intercambios completos. “No vemos que se prolongue mucho. Vamos a llegar pronto a un acuerdo”.

Recordemos que el 21 de marzo de 2020, México y Estados Unidos acordaron cerrar su frontera para viajes no esenciales, es decir, aquellos con fines recreativos o turísticos. El pasado 18 de marzo, coincidiendo con una nueva ola migratoria, México anunció que restringiría su tránsito terrestre también en su frontera sur, alegando que se debía frenar la propagación del coronavirus.

El pasado 20 de abril, el gobierno del presidente Joe Biden extendió una vez más, hasta el 21 de mayo, las restricciones de los viajes no esenciales por las fronteras con México y Canadá, como parte de las medidas para contener la pandemia de la covid-19.

En el marco de lo expuesto por el presidente López Obrador, se informó que el número de menores no acompañados detenidos por el servicio de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos en la frontera con México ha descendido casi un 84% desde el mes anterior, además de que ha descendido el tiempo de detención de los menores.

De acuerdo con estimaciones de La Casa Blanca compartidas con la cadena CNN, actualmente hay 954 menores bajo
custodia respecto a los 5,767 que se registraron en marzo pasado y el tiempo medio de retención es de 28 horas frente a los aproximadamente cinco días del mes anterior.

En marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a 18,663 menores no acompañados en la frontera entre Estados Unidos y México, según los datos de la agencia; unas cifras sin precedentes en las dos últimas administraciones de Trump y Barack Obama.

Entre los motivos de este repunte se encuentran la devastación que dejaron dos grandes huracanes que azotaron América Central el año pasado, la pandemia y la percepción de que las restricciones de entrada se han relajado bajo la Administración Biden.

La Casa Blanca todavía tiene que lidiar con un número cada vez mayor de niños bajo custodia de Servicios Sociales: más de 22,276 al 27 de abril, de acuerdo con el organismo federal estadounidense.

Las autoridades de Estados Unidos detuvieron a casi 19,000 menores migrantes no acompañados en la frontera con México en el mes de marzo, la cifra mensual más alta jamás registrada.

El aumento obedece a una combinación compleja de factores en Estados Unidos y Centroamérica, y coincide con la decisión del gobierno de exceptuar a los menores no acompañados de la norma, relacionada con la pandemia, de expulsar gente del país sin darle la oportunidad de pedir asilo.

A los niños se los entrega a “sponsors” (patrocinadores), en general sus padres o familiares cercanos, mientras se procesan sus casos en los tribunales de inmigración.

Las autoridades hallaron a 18,890 niños no acompañados en marzo, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), muy por encima de los récords anteriores de 11,475 en mayo de 2019 y 10,620 en junio de 2014 reportados por la Patrulla Fronteriza, que empezó a difundir las cifras en 2009.

El enorme aumento de los niños, algunos de los cuales reportan edades desde los tres años, que viajan solos y de las familias ha sometido a fuertes presiones a los centros de detención de la frontera, que no pueden retener a la gente por más de tres días, pero frecuentemente lo hacen.

El gobierno se ha apresurado a buscar espacios y personal para cuidar de los niños hasta entregarlos a sus patrocinadores.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 171,000 migrantes en la frontera con México en marzo, según datos preliminares obtenidos por la agencia Reuters.

Dicha cifra se trataría del mayor total mensual en dos décadas y la más reciente señal del creciente reto humanitario al que se enfrenta la administración del presidente Joe Biden.

El total incluye unos 19,000 niños migrantes no acompañados y 53,000 miembros de familias que viajan juntos, según las cifras preliminares. Los adultos solteros representan aproximadamente 99,000.

El gobierno de Biden está intentando encontrar alojamiento para los niños no acompañados que llevan días varados en en los puestos fronterizos y centros de procesamiento.

El sistema de refugios que alberga a los niños se ha visto desbordado y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) se ha apresurado en las últimas semanas a abrir refugios de emergencia, incluyendo centros de convenciones de Dallas y San Diego.

La Casa Blanca cada vez está más presionada para reducir el hacinamiento en los centros de detención para migrantes, sobre todo en aquellos que albergan a menores.

Se ha reportado que el gobierno del presidente Joe Biden ha tenido problemas para colocar refugios temporales en otros sitios, desde bases militares a centros de convenciones y un antiguo campamento petrolífero.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, encargó a la vicepresidenta Kamala Harris la gestión de los esfuerzos diplomáticos del país relacionados con México y los países del Triángulo Norte de América Central para frenar la migración en la frontera sur, esto ante la creciente llegada de migrantes y las críticas que ha ocasionado a la respuesta que el gobierno ha dado.

“No puedo pensar en nadie más calificado”, afirmó Biden a los periodistas en una reunión en La Casa Blanca junto a Harris y los jefes del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, y del Departamento de Salud, Xavier Becerra.

El mandatario afirmó que le encargó a Harris “una dura tarea”, refiriéndose al aumento de la llegada de migrantes indocumentados, sobre todo niños no acompañados, a la frontera sur. “Cuando ella habla, habla por mí”, dijo Biden sobre su vicepresidenta.

Esta es la primera misión específica que Biden encarga a Harris, percibida como parte de una generación más joven del Partido Demócrata, y quien siempre lo escolta en sus comparecencias desde que entraron en funciones el 20 de enero pasado.

Este miércoles, La Casa Blanca envió una delegación de congresistas a la frontera con México para a visitar un centro para migrantes en Carrizo Springs, en Texas.

Harris reconoció que Estados Unidos necesita aumentar la capacidad de procesar las demandas de asilo y de acoger a los migrantes, principalmente personas de América Central que huyen de la pobreza, la violencia y los desastres naturales.

“Es un gran problema”, dijo en una entrevista con la cadena CBS, en la que también afirmó que el gobierno heredó una estructura muy maltrecha de la anterior administración, que además defendió una política muy agresiva contra la inmigración irregular.

El gobierno de Biden revirtió las grandes líneas que marcaron la estrategia migratoria de Donald Trump, como la política de obligar a los demandantes de asilo a esperar en México a que se resuelva su caso. Sin embargo, toda la cadena de mando del actual Ejecutivo ha reiterado el mensaje de que no es el momento de inmigrar y de que la frontera está cerrada.

La promesa de Biden de mantener una política migratoria más humana se ha complicado con el aumento de la llegada de personas, que pone una fuerte presión en la frontera, aunque el gobierno se niegue a catalogar la situación como una “crisis”.

“Hay niños que se presentan en nuestra frontera que huyen de la violencia, que huyen de la persecución, de situaciones terribles, pero no es una crisis”, insistió esta semana la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki.

Roberta Jacobson, coordinadora para la frontera sur del gobierno de los Estados Unidos, hizo un llamado a migrantes indocumentados a que no se dirijan a la frontera entre su país y México, pues recordó que “la frontera está cerrada”.

“No vengan a la frontera. La frontera está cerrada. Las personas que intentan viajar a Estados Unidos de manera irregular corren el riesgo de convertirse en víctimas de delitos y trata de personas”, dice Jacobson.

El mensaje fue difundido después de que Jacobson y Juan González, encargado de los asuntos latinoamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), sostuvieran una reunión con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en momentos en que una creciente ola de migrantes está llegando a la frontera sur estadounidense.

Jacobson advierte en el mensaje a los migrantes que llegar a la frontera norte de México representa “un viaje peligroso y los coyotes (traficantes) con los que se endeudan los migrantes son personas peligrosas”.

Además, recuerda que en este momento de pandemia global, viajar y vivir en grandes grupos o campamentos aumenta el riesgo de contraer y transmitir el COVID-19. La funcionaria de la administración del presidente Biden pidió mantenerse a salvo, y a la espera de información sobre el proceso de asilo.

Y es que recordemos que miles de personas, principalmente centroamericanos, se han encaminado nuevamente a la frontera esperanzados en cruzar y solicitar asilo, alegando la pobreza y la violencia que sufren en sus países de origen.

Datos de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense indican que solo en febrero 100,000 personas fueron capturadas tratando de ingresar irregularmente a ese país.

El gobierno de México, por su parte, ha reforzado la vigilancia en la frontera con Guatemala para impedir el paso de indocumentados que intentan llegar a Estados Unidos, tras identificar desde enero a 4,180 menores centroamericanos que viajaban de forma irregular.

La creciente problemática obligó al presidente estadounidense Joe Biden a pedir directamente a los migrantes: “No vengan”.

Ayer, las delegaciones de México y Estados Unidos discutieron temas de migración y desarrollo regional durante una serie de reuniones de alto nivel, a las que también asistió Ricardo Zúñiga, quien fue nombrado recientemente como enviado especial para el Triángulo Norte.

El gobierno de Estados Unidos ha comenzado a desmantelar las políticas de la era Trump que dificultaban el proceso de asilo, pero han mantenido vigentes algunas medidas, como una política relacionada a la pandemia que le permite a Estados Unidos devolver a México a la mayoría de los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera.

Por su parte el titular de la SRE enfatizó el objetivo compartido de desarrollo en la región para atender la migración.

“Si perseveramos y actuamos en conjunto, les dijimos, podemos lograr que estos países y el sur de México tengan otro futuro, tengan otras posibilidades”, dijo el canciller en un video difundido en sus redes sociales. “Que nadie tenga que emigrar por pobreza, por inseguridad, por desesperanza”.

La Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, planea convertir los centros de detención de inmigrantes en el sur de Texas en lugares para procesar rápidamente a familias migrantes que hayan cruzado de forma irregular la frontera y liberarlas en las siguientes 72 horas.

Según dio a conocer el diario The Washington Post, que tuvo acceso a borradores de los planes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el gobierno de Biden se está preparando para atender a migrantes que crucen indocumentados la frontera desde México, situación que distintos sectores temen pueda aumentar en los próximos meses.

El Post cita un correo electrónico enviado por Russell Hott, alto funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en el que notifica al personal sobre el plan de procesamiento rápido y advierte que para este año se espera que la llegada de menores inmigrantes no acompañados y familias alcance “las cifras más altas observadas en más de 20 años”.

Consultada sobre la llegada de niños inmigrantes, la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, admitió que hay una gran cantidad de menores no acompañados que cruzan la frontera.

“Creemos que el enfoque humano es tratar a estos niños con humanidad y garantizar que tengan un lugar seguro donde estar”, agregó la portavoz, que se abstuvo de confirmar el porcentaje de ocupación de los espacios destinados para albergar a estos pequeños.

Recordemos que en 2019, durante la administración de Donald Trump, un total de 851,508 inmigrantes fueron detenidos por las autoridades estadounidenses después de que cruzaran la frontera de forma irregular, entre ellos 76,020 menores de edad. Mayo de ese año marcó un récord de detenciones, con 132,856 casos.

Esta situación llevó a Trump a declarar una emergencia en la frontera y a implementar una serie de medidas como la separación de familias y la devolución de los solicitantes de asilo a México que, combinadas con el denominado “Título 42”, una disposición emitida como parte de la respuesta de su gobierno a la pandemia de la Covid-19, lograron frenar el flujo de migrantes.

El diario estadounidense detalló que en el correo Hott advirtió que si los funcionarios fronterizos continúan acogiendo a más de 500 familias al día y que el plan de usar los centros de detención para el procesamiento de estas personas “puede no ser suficiente”. Añadió que las personas que no puedan ser llevadas a los centros de procesamiento rápido podrían ser trasladadas a hoteles en McAllen y El Paso, en Texas, así como Phoenix (Arizona).

El Post también reveló igualmente que el Gobierno de Biden quiere utilizar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en el sur de Texas para ayudar a hacer frente a la creciente entrada de niños y adolescentes inmigrantes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que el gobierno federal protege los derechos humanos de los migrantes, al hablar por primer vez en público de la masacre que se registró en Tamaulipas, donde aparecieron 19 cuerpos calcinados, la mayoría de ellos migrantes de origen guatemaltecos.

“Nosotros cuidamos a los migrantes, no se auspicia la violación de los derechos humanos, y lo segundo es que, si se dan casos como este, tan graves y lamentables, se busca hacer justicia, que no haya impunidad, como se actuó en el caso de estos migrantes guatemaltecos”, manifestó el mandatario en su conferencia matutina.

Recordemos que el pasado 22 de enero se reportó de la masacre en Camargo, municipio fronterizo con Estados Unidos, donde se han identificado a 16 de las 19 personas fallecidas, dos de nacionalidad mexicana y 14 ciudadanos de Guatemala, incluyendo al menos un menor de edad.

Por el crimen, adjudicado a cárteles de la droga, están detenidos doce agentes de la Policía estatal y se investiga a ocho funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) por su presunta participación. Al respecto, el presidente indicó que se ha avanzado en el caso.

“Ya hay detenidos, en efecto policías del Estado de Tamaulipas, hay cesados y también están sujetos a proceso funcionarios de migración, servidores públicos y no va a haber impunidad para nadie, y tenemos una relación constante con los familiares de las víctimas”, añadió López Obrador.

Las autoridades mantienen la línea de investigación que apunta al crimen organizado y el tráfico de personas como causantes de esta masacre, que la ONU ha comparado con la de San Fernando del 2010, cuando asesinaron a 72 migrantes en la misma región; el gobierno ha rechazado estas comparaciones al insistir en que no habrá impunidad.

Pese a los esfuerzos que se hace desde el gobierno federal, el presidente reconoció la violencia que padecen los migrantes que van al norte del país, especialmente a Tamaulipas con la intención de cruzar a Texas, Estados Unidos.

“Es lamentable decir esto, pero los antecedentes que se tienen es que los migrantes corren más peligro en los estados de la frontera norte, en particular en Tamaulipas, por todo lo que sabemos, entonces fue siempre un argumento de nuestra parte decir: necesitamos cuidarlos, protegerlos”, admitió.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), el Banco de México (Banxico), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco del Bienestar y la Asociación de Bancos de México (ABM) anunciaron este lunes la implementación de un programa de bancarización en apoyo a migrantes y familias.

Las autoridades financieras del país se comprometieron a reforzar y ampliar la cobertura de servicios financieros, en los mejores términos y condiciones, a fin de que los envíos de remesas de las mexicanos que se encuentran en el extranjero hacia sus familias en México se realicen de manera sencilla, segura y económica.

En el marco de este programa, el gobierno federal dio a conocer una estrategia para mejorar el tipo de cambio que reciben las personas migrantes y sus familias por el envío de remesas, así como para reducir los costos en tiempo y los riesgos por transacciones que hoy realizan en efectivo.

La estrategia consiste en bancarizar a las personas migrantes mexicanos en Estados Unidos y a sus familias en México a través del Banco del Bienestar, mediante la apertura de cuentas por migrantes y sus familias para transferencias bancarias Estados Unidos-México; el envío de recursos a través de remesadoras y liquidadas por Banco del Bienestar; la compra de dólares en efectivo a migrantes y sus familias con cuenta en dicho banco.

Adicional, las cuentas en el Banco del Bienestar se podrán abrir de manera remota desde Estados Unidos, con la matrícula consular o el pasaporte expedidos por la SRE.

Las personas migrantes y sus familias tendrán acceso a la recepción de remesas en México a través de 2,393 puntos de atención, entre sucursales del Banco del Bienestar, sociedades financieras populares y cooperativas de ahorro y préstamo que integran la llamada ‘Red de la Gente’, así como corresponsales de Telecomm.

Adicionalmente, las autoridades financieras facilitarán la apertura de cuentas en pesos para personas migrantes de manera remota, a través de instituciones de crédito y de fondos de pago electrónico, con el objetivo de recibir remesas electrónicas al mismo tipo de cambio que el aplicable para cargos a tarjetas de crédito y débito.

Entre las acciones también está la creación de un sitio web y un aplicativo (app), desarrollados por el Banco de México, que permitirá a los migrantes conocer los productos financieros a su alcance y realizar la búsqueda de centros de canje de divisas y la ubicación geográfica de las sucursales más cercanas.

Adicional, se ofrecerán operaciones cambiarias en las sucursales bancarias ubicadas en los módulos de trámite a personas migrantes para la internación temporal de vehículos particulares, donde se podrán canjear divisas en efectivo al entrar al país; habrá atención especial a personas migrantes por parte de las unidades especializadas de atención a usuarios de las instituciones financieras; venta de tarjetas prepagadas denominadas en pesos, emitidas por bancos, para personas que ingresen a territorio nacional, para pago de bienes y servicios.

Destaca que el Banco de México brindará facilidades a las instituciones de crédito que tengan dificultad para repatriar dólares en efectivo, a través de financiamiento contingente garantizado.

También se agilizará el procedimiento para incorporar los recursos de divisas en efectivo incautados a favor del Estado Mexicano; para ello, el Banxoico establecerá un procedimiento claro en disposiciones de carácter general para que las instituciones financieras puedan recibir los billetes y monedas extranjeros del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP).

“La ABM se compromete a que las instituciones de crédito adopten e impulsen estas medidas, de tal forma que las personas migrantes y sus familias puedan tener acceso al mejor tipo de cambio que les ofrezca su banco, donde sea que requieran disponer de los recursos de sus remesas dentro del territorio nacional. Esto permitirá disminuir la disparidad en los tipos de cambio que pueden obtener las personas migrantes y sus familias en diversas regiones del país”, apuntaron las autoridades en un comunicado conjunto.

Foto: Twitter @RaulRodriguezC

Al menos 3,000 hondureños salieron este viernes en una caravana hacia Estados Unidos con la ilusión de mejorar sus condiciones de vida, aunque antes tendrán que sortear las restricciones impuestas por los gobierno de Guatemala y México.

La crisis que dejó el paso de dos huracanes en noviembre y la falta de empleo por la pandemia incrementaron los problemas económicos del país, que se sumaron a la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.

La gran mayoría de migrantes partieron minutos después de las 04:00 hora local de la terminal de transporte de San Pedro Sula, al norte de Tegucigalpa, para recorrer los cerca de 260 km que les separa de Agua Caliente, en la frontera con Guatemala, el primer punto internacional que tendrán lograr cruzar.

El grupo camina por las vías laterales de la carretera con la mochila al hombro, unos pocos con la bandera de Honduras y la mayoría con mascarilla por la pandemia. Para entrar en Guatemala deben llevar documentación en regla y una prueba negativa de Covid-19, un requisito que no todos cumplen.

Varios participantes de esta caravana consideran que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asume el próximo 20 de enero, será más flexible que su antecesor, Donald Trump, con las normas migratorias, aunque Washington ya descartó esa posibilidad.

“No pierdan su tiempo y dinero y no arriesguen su seguridad y salud (…) Es un viaje mortal”, precisó el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), Mark A. Morgan.

Guatemala decretó ayer “estado de prevención” en siete departamentos (localidades), lo que le permite disolver aglomeraciones públicas incluso “por la fuerza”. Pero también dispuso en el trayecto puestos de control y apoyo a personas que lo necesiten. Un centenar de hondureños que comenzaron el viaje el jueves sin la prueba negativa de Covid-19 fueron detectados en Guatemala y devueltos a Honduras.

En tanto, nuestro país recordó que “no promueve ni permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes, y continuará actuando en apego a su ley migratoria y a los protocolos sanitarios establecidos”. Para ello, el gobierno desplegó 500 agentes en Chiapas y Tabasco.

“El Instituto Nacional de Migración estará pendiente de que el ingreso de cualquier persona extranjera, especialmente en los puntos de internación de Chiapas y Tabasco, se lleve a cabo en cumplimiento de las leyes mexicanas, con total respeto y salvaguarda a los derechos humanos”, indicó la Secretaría de gobernación.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó esta mañana que, luego de que el Colegio Electoral ratificara a Joe Biden como próximo presidente de Estados Unidos,  la noche de ayer envió una carta al demócrata, donde lo felicitó por su triunfo, y le reiteró la disposición del gobierno de México a seguir trabajando por el bien de los pueblos.

AMLO indicó que de acuerdo a reportes de la cancillería, el equipo de Biden recibió la carta enviada, misma que dio a conocer mañana durante su conferencia de prensa.

La carta fue compartida por el canciller Marcelo Ebrard en sus redes sociales minutos después de que finalizara la conferencia en Palacio Nacional.

“Escribo este texto para felicitarlo por el triunfo que le otorgó el pueblo y que le ha refrendado las autoridades electorales de Estados Unidos de América”, comienza el mensaje.

AMLO le recordó a Biden en su carta que, hace nueve años que se conocieron, le expresó su ideal de transformar a México, así como su propósito de desterrar la corrupción política, que insistió, es la causa principal de la desigualdad y de la violencia que padece nuestro país.

López Obrador le expresó que México y Estados Unidos están vinculados por la vecindad, además de que a los pueblos los hermana la historia, la economía y la cultura; por ello le dijo, los gobernantes deben esforzarse en mantener buenas relaciones bilaterales fincadas en la colaboración, la amistad y el respeto a las soberanías.

“Tenemos la certeza de que con usted en la presidencia de Estados Unidos será posible seguir aplicando los principios básicos de política exterior establecidos en nuestra Constitución; en especial el de no intervención y autodeterminación de los pueblos”.

AMLO reconoció la postura de Biden a favor de los migrantes de México y del mundo, lo cual dijo, permitirá continuar con el plan de promover el desarrollo y el bienestar de las comunidades del sureste de México y de los países de Centroamérica.

Confió en que lograrán construir la solución definitiva a los flujos migratorios desde y a través de México hacia Estados Unidos.

“Espero que próximamente, Sr. Biden, se presente la oportunidad de hablar de éste y de otros asuntos; en tanto, le reitero nuestra felicitación y le deseo la mejor de las suertes por el bien de su pueblo y de nuestras naciones”, finalizó AMLO.

El presidente evitó responder preguntas de la prensa sobre la carta que envió a Biden; dijo que mañana hablará más al respecto, así como de la decisión de la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, de jubilarse.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) informó esta mañana que la caravana de migrantes que salió la semana pasada de Honduras con el intención de llegar a Estados Unidos, ya no “continúa”, pues en conjunto con los gobiernos de Honduras y Guatemala se “convenció” a sus integrantes de que no había las condiciones sanitarias para permitir su avance.

“Ayudó mucho el llamado que hicimos sobre todo la advertencia de que podía haber intereses políticos porque no es casualidad de que se organizó una caravana cuando estamos a menos de un mes de las elecciones en Estados Unidos desde luego no podemos asegurar que fue por eso que se organizó la caravana si no se generó extrañeza”, dijo AMLO.

Y aunque refirió que había estas sospechas, reconoció que también es una realidad que hay mucha gente necesitada de trabajo, lo que los orilla a salir de sus ciudades.

Indicó que el gobierno de México tenía un cálculo de que aproximadamente 2,500 personas estarían entrando al país como parte de la caravana; sin embargo ahora son “grupos muy pequeños” los que podrían intentar hacerlo, pues la caravana perdió fuerza.

Adelantó que aunque ya no se espera una llegada masiva de migrantes, su gobierno seguirá atendiendo el tema, y aseguró que se tiene un plan para atender la situación.

Al respecto, el Instituto Nacional de Migración (INM), informó que junto dependencias como la SRE, Sedena, Semar y Guardia Nacional, así como los gobiernos estatales de Chiapas y Tabasco, y la Embajada de Guatemala en México, coordinan acciones para garantizar un flujo migratorio seguro, ordenado y regular en la frontera sur del país.

Se indicó que está en marcha un operativo permanente a lo largo del río Suchiate, en Chiapas, el cual se mantiene instalado hasta El Ceibo, Tabasco.

Insistió en la aplicación de la Ley de Migración con el fin de mantener un tránsito seguro, ordenado y regular, así como garantizar la integridad de todas las personas migrantes.

“Nuestro mensaje es muy claro para todos los que deseen migrar ¡Quédense en casa! Es el momento de hacerlo en medio de la pandemia. Los gobiernos de Guatemala y de México trabajamos unidos, precisamente, para preservar sus vidas. Aquí estamos juntos, derechos humanos, gobiernos y relaciones exteriores e INM, para trabajar en pro de nuestros hermanos centroamericanos”, enfatizó el embajador de Guatemala, Mario Adolfo Búcaro, quien junto al titular del INM visitó este fin de semana las inmediaciones del río Suchiate.

El gobierno federal ordenó el despliegue de cientos de militares y agentes migratorios en la frontera sur para impedir el ingreso de una caravana de miles de migrantes hondureños que intenta llegar a Estados Unidos, informó este viernes el Instituto Nacional de Migración (INM).

“Va a haber cientos de personal de migración, Guardia Nacional y de Fuerzas Armadas”, dijo Francisco Garduño, director del INM.

“No van a pasar”, expresó tajantemente Garduño en relación a la caravana que avanza en su paso por Guatemala, esto tras verificar una extensa formación de agentes migratorios en las orillas del río Suchiate, que divide a México y Guatemala.

Los funcionarios hicieron una demostración de las acciones a realizar en caso de que los migrantes lleguen a ese punto del estado de Chiapas, donde el puente internacional Rodolfo Robles fue cerrado con una reja.

Miles de hondureños continuaban este viernes su travesía por Guatemala hacia los puestos fronterizos con México en su ruta hacia Estados Unidos, aunque algunos regresaron a su país luego de que el gobierno guatemalteco ordenara su captura y expulsión.

Unas 3,000 personas, según las autoridades migratorias guatemaltecas, ingresaron el jueves al país en estampida tras romper un primer cerco militar en la línea fronteriza.

Garduño pidió a los migrantes que “respeten la ley de migración”. “No es un delito venir al país, pero nosotros decimos que sea con total respeto a la legislación migratoria mexicana. Bienvenidos todos, pero con orden”, añadió.

“Trataremos a todas las personas con respeto, las orientaremos, se les hará saber la ley migratoria de nuestro país”, declaró por su parte Vicente Sánchez, comandante de la 36 Zona Militar, con sede en la vecina ciudad de Tapachula.

Las acciones llegan luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) denunciara esta mañana que existen indicios de que la nueva caravana “se armó” para involucrar a México en la campaña electoral de Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) consideró que la caravana migrante que partió desde Honduras en las últimas horas y este viernes avanza por Guatemala, estuvo orquestada y tiene como “propósito” influir en las elecciones de Estados Unidos.

“Es un asunto que tiene que ver con la elección en Estados Unidos, no tengo todos los elementos pero hay indicios que esto se armó con este propósito. No sé en beneficio de quien (…) de parte de quien, pero no nos estamos chupando el dedo”, dijo el mandatario.

Y es que más de 3,000 hondureños que ingresaron este jueves ilegalmente a Guatemala en busca del sueño americano, a traviesan el país, muchos de ellos sin cubrebocas y con necesidad de asistencia humanitaria.

La caravana migrante se ha dividido por diversas rutas a su paso por Guatemala, con el objetivo de adentrarse en México, según indicaron diversas fuentes.

Cuestionado sobre la caravana migrante, el presidente consideró “muy raro” y “muy extraño” que el contingente salga en “vísperas” de la elección presidencial de Estados Unidos, el 3 de noviembre.

“Es mucha casualidad”, aseguró AMLO, al tiempo que recordó que en Honduras hay toque de queda, lo que dificultaría que se integrara un contingente tan grande, y que fue convocado en redes sociales.

No obstante, aseguró que México está dando seguimiento al tema y buscará evitar la “confrontación” al ser un país “de paz”. “Tenemos que ver cómo evadimos la provocación si es que está montado este asunto con este propósito”, aseveró.

Sin hacer referencia a la nueva caravana migrante, este jueves el Instituto Nacional de Migración (INM) advirtió de sanciones y hasta 10 años de cárcel para extranjeros que “ingresen al país sin medidas sanitarias derivadas del SARS-CoV-2”.

El INM resaltó que de acuerdo al Código Penal Federal, en su Artículo 199-Bis, se establece que será sancionado de tres días a tres años de prisión y hasta 40 días de multa, quien “a sabiendas que está enfermo de un mal grave en período infectante, ponga en peligro de contagio la salud de otro”.

Además, citó el artículo 444 del Código Penal del Estado de Chiapas, que determina hasta cinco años de prisión; mientras, el artículo 120 del Código Penal del Estado de Tabasco fija de dos y hasta 10 años de prisión a que cause a otro un daño de salud.

La relación entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado perplejos a muchos desde el arranque del sexenio.

Cuando candidato, López Obrador no solo habló sobre la relación que llevaría con Trump, también escribió un libro que se llama Oye Trump en el que destacaba que, él, a diferencia de su antecesor, Enrique Peña Nieto, asumiría una defensa implacable de los mexicanos en general, de los migrantes en particular y respondería a todas y cada una de las bravuconerías del presidente de Estados Unidos. Así lo escribió en varios tuits y lo repitió a lo largo de su campaña.

Una vez asumido el poder, Andrés Manuel López Obrador ha sido extremadamente dócil con Donald Trump, a quien se refiere como su amigo.

Lo anterior vuelve a ser relevante ya que el lunes por la noche el presidente Trump informó a través de sus redes sociales que, debido a la pandemia por el COVID19, suspenderá temporalmente la migración a Estados Unidos con el fin de proteger los trabajos de los estadounidenses. La orden ejecutiva la firmará el día de hoy y arranca con una vigencia de 60 días. Así Trump vuelve a recurrir a la migración como el villano que acecha al pueblo estadounidense. La pandemia es una nueva excusa para sus instintos nativistas.

El anuncio se da cuando apenas la semana pasada el presidente López Obrador presumió que tuvo una llamada con el presidente de Estados Unidos quien le prometió dar mil ventiladores a México y programar una reunión para junio o julio en la que quiere agradecerle la entrada en vigor del TMEC.

Trump sigue siendo Trump. Cuando Peña Nieto era presidente, el mismo día en el que vino a México como candidato y se le dio trato de Jefe de Estado, en la noche fue a Arizona a atacar a los mexicanos en un rally. Ahora, habla con AMLO un día y a los tres saca un decreto anti migrante.

Lo peor es que tanto en el tema TMEC como en la entrega de ventiladores, Trump no va a cumplirle a López Obrador.

El agradecimiento sobre la entrada en vigor del TMEC sería prematuro porque el acuerdo comercial renegociado está atorado. Su fecha de entrada en vigor estaba prevista para el 1º de junio, algo que ya no ocurrirá porque quedan por definir reglas en el sector automotriz. Por el momento la fecha está retrasada hasta el 1º de julio. Pero existe un grupo de asesores del sector privado estadounidense que se reunieron con el encargado comercial de Trump, Robert Lighthizer, el pasado 15 de abril en donde le pidieron a La Casa Blanca posponer la entrada en vigor del TMEC hasta enero del 2021 argumentando que la pandemia ha complicado las condiciones para que el acuerdo entre en vigor antes.

En cuanto a los ventiladores, parece poco probable que Trump le envíe a México mil cuando el 1º de abril FEMA, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, declaró que Estados Unidos enfrentaría un déficit de 13 mil ventiladores. Por ello el gobierno federal y los estados han estado peleando por el abastecimiento de éstos.

Columna completa en El Universal

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió al gobierno de Donald Trump suspender “de forma inmediata” el programa migratorio por el que envía a solicitantes de asilo a ciudades, consideradas por la organización como “altamente peligrosas” de México, donde aseguran sufren secuestros y violaciones, además de experimentar pensamientos suicidas.

En enero de 2019, Estados Unidos firmó con México los Protocolos de Protección del Migrante (MPP), donde se estipula que los demandantes de asilo deben esperar en este país el trámite de sus solicitudes. A raíz de eso, afirman, ese año las agresiones contra extranjeros se dispararon.

“En los primeros nueve meses de 2019, el número de casos (277) de violencia sexual atendidos por MSF aumentó más del doble (un 134%) en relación al mismo periodo del año anterior (118)”, denuncia el informe titulado ‘Sin salida’ y presentado este martes en Ciudad de México.

Uno de los médicos de la organización, con sede en Suiza, relató en el informe el horror vivido por una mujer migrante. “Tuve una paciente que había sufrido numerosos abusos. Me contaba cómo veía su cuerpo desdoblado (…) Le costaba tener contacto físico con su propio cuerpo y no dejaba que nadie se le acercara”, relata el informe.

Entre la mujeres encuestadas de Guatemala, Honduras y El Salvador un 37% habían tenido pensamientos suicidas, advierte Médicos Sin Fronteras.

Bajo el MPP, también conocido como “Quédate en México”, han sido devueltas a este país de enero a octubre de 2019 “más de 55,000 personas (…) incluyendo embarazadas”, detalla el informe.

Algunos de los puntos a los que están siendo devueltos son los municipios fronterizos de Nuevo Laredo y Matamoros, en Tamaulipas, una región que el Departamento de Estado estadounidense cataloga tan insegura como Irak o Afganistán y a la que recomienda a sus ciudadanos no viajar bajo ninguna circunstancia.

Estados Unidos debe “suspender de forma inmediata cualquier proceso de deportación de solicitantes de asilo a terceros países”, recalca el informe.

Hasta diciembre de 2019, solo 11 personas habían recibido asilo bajo los Protocolos de Protección de Migrantes, apuntó el informe.

Indican que las políticas migratorias de Estados Unidos están teniendo un efecto “perverso” y aún no existe ayuda humanitaria internacional coordinada para atender a quienes padecen esta situación.

Aunque la migración irregular de Centroamérica es una problemática desde hace décadas, miles de indocumentados empezaron a marchar en caravanas hacia Estados Unidos desde finales de 2018 huyendo de la violencia y la pobreza, lo que generó un endurecimiento de las políticas migratorias de Washington.

Un grupo de unas 150 personas, entre hombres, mujeres y menores de edad partió este viernes de San Pedro Sula, Honduras, en la segunda caravana del año que intentará llegar a Estados Unidos huyendo de la pobreza y de los peligros de su país.

Al atender una convocatoria anónima en redes sociales, los hondureños se empezaron a reunir desde el jueves en la terminal metropolitana de autobuses, donde pasaron la noche para salir hoy rumbo a Guatemala y luego por México.

A pesar de las restricciones que los integrantes de la primera caravana tuvieron frente a los gobiernos de Guatemala y México, los migrantes aseguran que aunque el camino hacia el Estados Unidos es peligroso, “es más peligroso vivir en Honduras”.

Anoche cuando se empezaron a reunir procedentes de varios departamentos cercanos a San Pedro Sula, los migrantes dijeron que se enteraron de esta caravana por las redes sociales, pero que no tienen preciso hacia a qué frontera se van a dirigir, si a Agua Caliente, en Ocotepeque o Corintos en Omoa Cortés.

Algunos medios han indicado que a esta marcha se han ido integrando también migrantes que fueron regresados de la primera caravana y que posiblemente lleguen procedentes de El Salvador.

Con mochilas al hombro, los integrantes de la segunda caravana se dirigen a Guatemala, donde sólo podrán ingresar las personas que porten sus documentos personales y quienes logren pasar, llegarán a la frontera con nuestro país.

En un reciente informe, del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho) de la cancillería hondureña, del 1 al 26 de enero fueron regresados a ese país cinco mil 615 personas.