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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) evitará sobrevolar Perú en su próximo viaje a Chile, debido al enfrentamiento diplomático que mantiene con el gobierno de Dina Boluarte.

López Obrador tiene previsto volar a Santiago desde Colombia la noche del próximo sábado para participar en la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado en Chile y la muerte del presidente Salvador Allende.

“Como no queremos que nos hagan una majadería, porque (…) no tenemos buenas relaciones con el gobierno de Perú, no vamos a solicitar pasar por el espacio aéreo. Vamos a dar un rodeo para llegar a Santiago de Chile”, dijo el presidente durante su conferencia de prensa matutina.

“No lo hacemos porque no queremos que la investidura del presidente, el país nuestro, se vea envuelto en un escándalo si solicitamos el paso por el espacio aéreo y nos lo niegan”, añadió.

Y es que recordemos que López Obrador se ha negado a reconocer como presidenta de Perú a Dina Boluarte, sucesora de Pedro Castillo, quien en diciembre pasado fue detenido tras anunciar que disolvería el Parlamento y gobernaría por decreto justo cuando estaba a punto de enfrentar un juicio de destitución.

En respuesta, el Congreso peruano declaró “persona non grata” a López Obrador, cuyo gobierno concedió asilo a la familia de Castillo.

A su vez, Boluarte ordenó el retiro de su embajador en México, con lo cual la relación se mantiene a nivel de encargados de negocios.

En 2019, un avión del gobierno de nuestro país que sacó al expresidente boliviano Evo Morales de su país para otorgarle asilo político en México tuvo que eludir Ecuador y Bolivia, luego de que ambos países negaran el permiso para sobrevolar su espacio aéreo.

López Obrador iniciará este viernes una gira en Colombia donde sostendrá una reunión con su homólogo Gustavo Petro y al día siguiente participará en un congreso sobre drogas en la ciudad colombiana de Cali para luego partir hacia Santiago de Chile.

El 10 de septiembre se reunirá con el presidente Gabriel Boric y luego acudirá a un encuentro con chilenos que se exiliaron en México durante la dictadura de Augusto Pinochet. El mandatario asistirá el lunes a los actos organizados por el gobierno chileno por los 50 años de la caída del gobierno socialista de Salvador Allende por el golpe militar de Pinochet y ese mismo día regresará a México.

El Gobierno de Perú recibió este martes la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico de parte del gobierno chile, quien actuó como intermediario pues correspondía a México hacer la entrega.

Perú indicó que mientras ostente la Presidencia, impulsará el bloque y retomara “la senda de progresos”, según afirmó la canciller Ana Cecilia Gervasi.

 

A juicio de Gervasi, esta es una “oportunidad significativa”, puesto que “demuestra que los cuatro países miembros” de la organización: México, Colombia, Perú y Chile, han “priorizado” su compromiso con la integración como “vía para avanzar “hacia el desarrollo económico sostenible e inclusivo”.

Para la ministra de Relaciones Exteriores peruana, “la Alianza del Pacífico es uno de los mecanismos más innovadores, flexibles y de vanguardia con que cuenta América Latina”.

La Alianza del Pacífico es una iniciativa de integración comercial que representa la octava potencia económica mundial y sus miembros concentran el 41% del PIB de América Latina y el Caribe.

El Gobierno de Chile entregó este martes a Perú, representado por la canciller Gervasi, la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, con varios meses de retraso debido a que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien debía hacer el traspaso, se negó a hacerlo porque no le reconoce legitimidad a su homóloga peruana, Dina Boluarte.

López Obrador rechaza que el expresidente peruano Pedro Castillo sea procesado y se encuentre encarcelado por el fallido golpe de Estado que intentó dar el pasado 7 de diciembre,  lo que provocó que se negara a reconocer a Boluarte como su sucesora constitucional.

Esta posición del Gobierno de México generó una crisis diplomática con Perú, que se extendió al desenvolvimiento de la Alianza del Pacífico y también provocó una tensión política con el mandatario colombiano, Gustavo Petro.

Perú asumirá la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico el próximo 1 de Agosto de manos de Chile, país que este miércoles asumió dicho cargo de manera provisional a causa de la resistencia de México de cederla a Lima por razones políticas.

“En declaraciones a la prensa, el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, ha dado cuenta de los acuerdos alcanzados, señalando que el 1 de agosto de 2023, el Perú asumirá la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico”, señaló la Cancillería peruana.

El Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó que los países de la Alianza del Pacífico, reunidos en Santiago de Chile, acordaron este miércoles que, a partir de hoy mismo, Chile ejercerá la Presidencia pro tempore del mecanismo de integración y destacó “el rol de la diplomacia como medio para lograr compromisos a través del diálogo”.

La decisión se adoptó en un encuentro realizado en Santiago, instancia en la que participaron el ministro de Relaciones Exteriores de Chile; la embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena; el encargado de Negocios del Perú en Chile, Renzo Villa Prado, y el encargado de Negocios de Colombia en Chile, René Correa Rodríguez.

“Vamos a ejercer la Presidencia Pro Tempore durante un mes y luego vamos a traspasar la Presidencia pro tempore al Perú. Nosotros siempre hemos reconocido el derecho que le corresponde al Perú para ejercer la Presidencia pro tempore y es en ese espíritu que hemos asumido la responsabilidad de actuar como intermediarios justamente para poder resolver esta situación”, expuso el jefe de la diplomacia chilena.

“El acuerdo alcanzado refleja la voluntad política de seguir apostando por la integración latinoamericana, que favorece el diálogo, el intercambio económico-comercial, la cooperación y la inserción internacional”, añadió la Cancillería peruana.

Recordemos que Perú tendría que haber recibido la presidencia del bloque de manos de México en diciembre, pero Andrés Manuel López Obrador(AMLO) no reconoce el Gobierno de Dina Boluarte, a la que ha llamado “usurpadora”; desde entonces, el país ha reclamado dicho cargo en diversas ocasiones.

El pasado 1 de junio, el pleno del Congreso peruano declaró persona non grata al presidente López Obrador por sus repetidas declaraciones sobre asuntos internos de Perú y la negativa a transferir la Presidencia de la Alianza del Pacífico.

AMLO considera que debería dejarle “la Presidencia al que ganó en una elección libre y democrática, a Pedro Castillo”, quien está preso desde el pasado 7 de diciembre tras ser destituido por el Congreso peruano luego de intentar dar un golpe de Estado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a hablar del caso de las relaciones con Perú, al decir que no quiere que México tenga relaciones económicas ni comerciales con Perú, “hasta que haya normalidad democrática”.

Y es que según López Obrador, esta condición no se da en la actualidad bajo el gobierno de Dina Boluarte.

Las declaraciones del mandatario se dan un día después de que el Congreso peruano lo declarara “persona non grata” por sus críticas contra su homóloga peruana y su negativa a entregarle el liderazgo de la Alianza del Pacífico.

“Mientras no haya normalidad democrática en Perú no queremos relaciones económicas ni comerciales con ellos”, afirmó López Obrador este viernes, añadiendo que la relación bilateral ha quedado en un estatus de “pausa”.

Consultado sobre la entrega de la batuta de la Alianza del Pacífico a Perú, bloque que integran los dos países junto a Colombia y Chile, reiteró que no se la va otorgar a Boluarte, porque “está usurpando la presidencia”.

Incluso López Obrador dijo que ya se analiza entregar la presidencia pro tempore a su colega chileno, Gabriel Boric.

“Yo se la puedo entregar a Chile sin ningún problema; a Petro, Gustavo Petro, presidente de Colombia, no, porque también a él lo declararon no grato”, explicó.

Y es que recordemos que México iba a transferir la presidencia pro témpore de la Alianza a Perú a fines del año pasado pero AMLO se negó a hacerlo cuando el Congreso peruano destituyó al presidente Pedro Castillo, y asumió el poder Boluarte.

La Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración basada en la libre circulación de bienes, servicios y capitales que busca convertirse en una potencia, apuntando a los mercados de Asia.

El pleno del Congreso peruano declaró, finalmente este jueves, ‘persona non grata’ al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por sus repetidas declaraciones sobre asuntos internos de Perú y la negativa a transferir al país andino la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico.

La decisión fue tomada con 65 votos a favor, 40 en contra y 2 abstenciones, en relación a una moción con ese planteamiento que fue aprobada el pasado lunes por la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

“Expresar su rechazo a las inaceptables declaraciones del señor Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, que constituyen, una vez más, una violación al principio de no injerencia en los asuntos que son de la jurisdicción interna de otro Estado, recogido en la carta de la Organización de las Naciones Unidas y en la carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como de las obligaciones jurídicas dispuestas en el acuerdo marco de la Alianza del Pacífico; ambas violaciones del derecho internacional, en perjuicio del Perú”, señala la moción.

No es la primera vez que el Congreso peruano declara “non grata” a líderes de otros países. Lo hizo en enero contra el expresidente boliviano Evo Morales y en febrero contra el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, también por sus declaraciones poco favorables al gobierno dirigido por la presidenta Dina Boluarte.

Sin embargo, López Obrador restó importancia a esta moción, ahora aprobada en el Pleno del Congreso peruano, y dijo que para él era “un timbre de orgullo que los que actúan de esa manera me declaren non grato”.

El presidente indicó que el Congreso peruano inventó “delitos de corrupción” contra el expresidente Castillo. “Fue una destitución por el planteamiento que hizo el presidente (Pedro Castillo) de desaparecer el Congreso, lo que hacen es lo destituyen a él y lo encarcelan, y le inventan delitos de corrupción, son cosas distintas”, señaló.

Castillo, ahora encarcelado por tres años de forma preventiva mientras es investigado por los presuntos delitos de corrupción y rebelión, intentó disolver el Parlamento e iniciar un gobierno de excepción el 7 de diciembre.

López Obrador ha venido insistiendo que la presidenta Dina Boluarte es una “usurpadora”, y ha reiterado México no entregará la presidencia de la Alianza del Pacífico debido a que Boluarte no es legítimamente “presidenta del Perú”.

México y Perú rompieron relaciones diplomáticas y mantienen lazos a nivel de encargado de negocios. Sobre este conflicto diplomático, en Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Brenda Estefan, analista internacional.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que sería un “timbre de orgullo” ser declarado persona “non grata” en Perú, luego de que el Congreso de aquel país debatirá si rechazar o no al mandatario por considerar “inaceptables” sus declaraciones contra Dina Boluarte.

“No es de declarar ‘no grato’ al presidente de México, para mí es un timbre de orgullo que quienes actúan de esa manera me declaren “no grato”, pero no es correcto”, dijo López Obrador esta mañana durante su conferencia de prensa.

López Obrador respondió así a la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú que hoy debate una moción que plantea rechazar las “inaceptables declaraciones” del gobernante, quien la semana pasada calificó de “usurpadora” a la presidenta Boluarte.

La moción remarca que las afirmaciones de López Obrador “constituyen una violación al Derecho Internacional, entre otras consideraciones”.

Al respecto, AMLO reiteró que considera que no fue justo lo que hizo el Congreso de Perú de destituir al presidente Pedro Castillo y encarcelarlo pues, aseguró, fue ilegal.

“Si se hace un análisis del marco legal jurídico del Perú lo incumplieron, lo violaron, fue una decisión arbitraria más la represión que desataron, asesinaron como a 70 personas que protestaron”, denunció.

Dijo que él no puede quedarse callado ante esa decisión que le parece “arbitraria” y acusó a la “clase gobernante” y a la “oligarquía peruana” de aprovecharse de los recursos naturales del país a costa del sufrimiento de Perú.

Además, dijo que no se le hacía “correcto ni normal”, que tras la destitución de Castillo la embajadora de Estados Unidos en Perú avalara la decisión.

Afirmó que el Congreso peruano autorizó que lleguen a ese país 700 soldados estadounidenses armados, a petición de la que está detentando la presidencia, en referencia a Boluarte.

“700 soldados estadounidenses para entrenar a fuerzas armadas del Perú y a la Policía del Perú, no culpo solo a quienes permiten eso, sino hago un llamado de atención al Gobierno de Estados Unidos porque eso es mantener una política injerencista, que en nada ayuda a buscar la hermandad entre los pueblos del continente americano”, dijo.

Señaló que si lo van a declarar “no grato, que sepa cuando menos la gente porqué es”.

Recordemos que la semana pasada, López Obrador calificó  de “usurpadora” a Boluarte y dijo que debería dejarle “la Presidencia al que ganó en una elección libre y democrática”, es decir, a Pedro Castillo, quien está preso desde el pasado 7 de diciembre tras ser destituido por el Congreso peruano luego de intentar dar un golpe de Estado.

López Obrador asegura que Boluarte, que asumió el cargo por sucesión constitucional por ser la vicepresidenta, “fue impuesta” en el gobierno de Perú por lo que tiene “como 25% de aceptación”. Además, reiteró que México no le entregará la Presidencia de la Alianza del Pacífico “porque ella no es legal y legítimamente presidenta del Perú”.

El Gobierno de Perú arremetió nuevamente contra los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Colombia, Gustavo Petro, a los que acusó de ir contra “los principios y valores que rigen la convivencia democrática en la región”.

La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, remarcó que la defensa de la democracia “constituye una obligación que compromete a todos” los estados de la región de acuerdo con los principios de la Carta de la Organización de los Estados Americanos y de la Carta Democrática Interamericana.

Gervasi enfatizó que la posición de López Obrador de no entregar la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a Perú “es una manifestación del nivel de negligencia con el que orienta sus acciones en el ámbito exterior”.

Agregó que Petro, al haberse referido a la fiscal general peruana, ha demostrado “su no reconocimiento a la independencia y autonomía constitucional que tienen las Fiscalías en el marco de un sistema democrático”.

Y es que ayer, López Obrador calificó de “usurpadora” a Boluarte y dijo que debería dejarle “la Presidencia al que ganó en una elección libre y democrática, a Pedro Castillo”, quien está preso desde el pasado 7 de diciembre tras ser destituido por el Congreso peruano luego de intentar dar un golpe de Estado.

Los mandatarios “insisten en desconocer el golpe de Estado perpetrado por el expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022 y la sucesión legítima y constitucional de la señora presidenta de la República, Dina Boluarte, que ha sido ampliamente reconocida por la comunidad internacional”, añadió.

Además, reiteró que México no le entregará la Presidencia de la Alianza del Pacífico “porque ella no es legal y legítimamente presidenta del Perú” a consideración de México.

Por su parte, Petro criticó el domingo las visitas que hicieron políticos y funcionarios a la fiscal general de Perú, Patricia Benavides, y la señaló como “protagonista” de lo que consideró “un golpe de estado” contra Castillo.

La canciller peruana consideró que la posición de los dos gobernantes “muestra también un evidente interés de tergiversar la realidad, con el aparente fin de ocultar los problemas internos de gobernabilidad que ambos enfrentan en sus respectivos países”.

Añadió que los países que no deseen trabajar en el marco de la Alianza del Pacífico “deben considerar suspender su participación en este mecanismo, permitiendo así que el mismo continúe avanzando con aquellos que nos encontramos comprometidos con sus principios y objetivos fundacionales”.

“El Perú reitera que la negativa del señor López a entregar al Perú la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico constituye el incumplimiento de una obligación internacional por parte de México, que puede conllevar a responsabilidad internacional para dicho Estado”, concluyó la canciller.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, reiteró este martes que no piensa renunciar a ejercer la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, y lamentó “la postura reacia” que tiene México a transferirle ese cargo.

“No puedo dejar de deplorar la postura reacia del actual presidente de México de cumplir con la transferencia de la presidencia pro tempore de la Alianza a Perú”, enfatizó Boluarte durante una ceremonia en el Palacio de Gobierno de Lima.

La presidenta ha acusado en reiteradas ocasiones a López Obrador de no querer hacer ese traspaso porque “sigue apoyando” al exmandatario Pedro Castillo, quien fue destituido tras intentar dar un golpe de Estado el pasado 7 de diciembre.

Boluarte presidió una ceremonia de conmemoración de los 12 años de la Alianza del Pacífico, a la que asistieron el expresidente de México Felipe Calderón y el excanciller chileno Alfredo Moreno, además de emitirse un saludo en video del exmandatario colombiano Juan Manuel Santos.

La mandataria enfatizó que “todos los líderes” de la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú, han surgido “de procesos constitucionales y democráticos” y lamentó que sus ideas hayan sido “desplazadas por cuestiones ideológicas usadas como excusas para poner trabas”.

Denunció que la negativa de López Obrador “constituye el incumplimiento de una obligación institucional que a su vez ha generado la paralización de la mayoría de las acciones” de la Alianza.

Aseguró que esto también afecta el proceso de incorporación como miembros de Costa Rica y Ecuador, que “el Perú respalda”, así como “el ingreso de los candidatos a Estados asociados”.

“No renunciaremos a mantener viva la Alianza del Pacífico y a ejercer su presidencia, ya lo estamos haciendo a través del trabajo conjunto que tenemos acá en el Perú (…) no permitiremos que coartadas políticas vulneren este exitoso mecanismo”, sostuvo.

Por su parte, el expresidente Calderón “saludó con aprecio” a Boluarte y a las demás autoridades y diplomáticos que participaron en la ceremonia, y destacó la gran amistad que existía entre los presidentes de los países miembros cuando se fundó la Alianza.

Perú reclamó este martes la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico mediante una comunicación a las cancillerías de México, Colombia y Chile, en la que planteó realizar una consulta al respecto y alertó a nuestro país que no formalizar el traspaso “acarrearía responsabilidad internacional”.

“En la fecha, el gobierno del Perú ha planteado la realización de consultas entre todas las partes del acuerdo marco de la Alianza del Pacífico a fin de llevar a cabo el traspaso de la Presidencia Pro Tempore al Perú, sin mayores dilaciones”, señaló la cancillería peruana en un comunicado.

El gobierno de Dina Boluarte recalcó que el incumplimiento de una obligación internacional por parte de un Estado, como es rehusarse a traspasar la Presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, acarrearía responsabilidad internacional para dicho Estado.

La cancillería puntualizó que, en esta comunicación, la primera remitida a todos los ministerios de Relaciones Exteriores de los países miembros, se invocó el principio “pacta sunt servanda”, consagrado en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, que establece que “todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe”.

Sobre las consultas referentes al traspaso de México a Perú de la Presidencia pro tempore, el país andino defendió que estas se contemplan en el propio Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico, según el cual “las partes realizarán todos los esfuerzos, mediante consultas u otros medios, para alcanzar una solución satisfactoria ante cualquier diferencia sobre la interpretación o aplicación de las disposiciones” del mismo.

Adicionalmente, el gobierno de Perú ha dejado abierta la puerta para utilizar los medios políticos y jurídicos a su disposición para lograr el cabal cumplimiento de las obligaciones internacionales contenidas en el Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico.

Por otro lado, la cancillería expresó su “alto aprecio” ante los diversos pronunciamientos por parte de sectores gubernamentales, empresariales y académicos tanto nacionales como de otros países, que “coinciden en la urgente necesidad de continuar con los trabajos” de este proceso de integración regional.

“Los cuatro estados miembro debemos preservar a la Alianza del Pacífico como un mecanismo de integración económico-comercial sin politizaciones y así continuar generando oportunidades para el comercio, las inversiones y la cooperación, en beneficio de nuestros ciudadanos”, insistió el ministerio.

El comunicado de la cancillería concluye señalando que el gobierno de Boluarte “no renunciará a mantener viva la Alianza del Pacífico y ejercer su Presidencia Pro Tempore, la que le corresponde de conformidad con el derecho internacional”.

Y es que recordemos que en reiteradas ocasiones, la mandataria peruana ha acusado a López Obrador de no querer hacer el traspaso porque “sigue apoyando al expresidente” Pedro Castillo.

Desde la destitución de Castillo en diciembre pasado, López Obrador se ha alineado con el exjefe de Estado, otorgando asilo a su mujer e hijos y denunciando que fue víctima de un golpe de Estado supuestamente orquestado por la oligarquía.

El expresidente peruano Pedro Castillo, quien se encuentra en prisión preventiva desde diciembre pasado por su fallido autogolpe, fue sancionado con 15 días de limitación de las comunicaciones, después de haber publicado una carta en Twitter, según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

El comunicado del INPE precisó que el pasado 26 de enero se abrió un procedimiento administrativo disciplinario contra Castillo por una presunta falta disciplinaria con respecto a una carta firmada y publicada en Twitter, teniendo en cuenta que los internos no pueden usar teléfonos móviles.

La misiva de Castillo iba dirigida a los mandatarios asistentes a la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en la que se declaró “prisionero político de la dictadura” de Dina Boluarte, la actual presidenta del país.

El Consejo Técnico Penitenciario del penal de Barbadillo, en el que se encuentra recluido el exmandatario, determinó que se le imponga “la sanción disciplinaria de limitación de las comunicaciones con el exterior, por el periodo de 15 días”, conforme al Código de Ejecución Penal.

El INPE agregó que esta medida implica “la restricción de las visitas de familiares y amistades durante el periodo” de la sanción, pero no impide el ingreso de sus abogados ni su participación en las audiencias judiciales.

Recordemos que Castillo fue detenido el 7 de diciembre pasado cuando anunció un golpe de Estado e intentó dirigirse a la embajada de México, donde finalmente su esposa e hijos recibieron asilo.

El exmandatario afronta en prisión preventiva un proceso por los delitos de conspiración y rebelión, y otro como presunto líder de una organización criminal que supuestamente se instaló en el Estado, durante su gobierno, para adjudicar obras públicas a cambio de dinero y favores políticos.

Este martes, Castillo afirmó, durante una audiencia de apelación contra su detención, que es un “preso político” y pidió la intervención de organismos de derechos humanos y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para hallar “justicia” ante la “inseguridad jurídica” que, asegura, se está “creando” en Perú.

El Congreso peruano rechazó este martes una solicitud para iniciar un proceso de juicio político contra la presidenta Dina Bolaurte, presentada por partidos de izquierda, que piden su destitución por las decenas de muertes durante las protestas sociales.

La moción en busca de la vacancia de Boluarte por su “incapacidad moral” para gobernar fue denegada con 64 votos. Otros 37 votaron a favor y se requería un mínimo de 52 votos de los 130 miembros del Congreso para iniciar el proceso.

Como se esperaba, los partidos de derecha que dominan el Congreso desestimaron el primer intento para destituir a Boluarte.

La oposición responsabiliza a la presidenta de la muerte de más de 50 personas, entre civiles y militares, durante los últimos tres meses de violentos enfrentamientos que estallaron tras la asunción de Boluarte, de 60 años, en reemplazo de Pedro Castillo.

“Existen razones para la vacancia de Boluarte, ha instaurado un gobierno de represión y muerte”, dijo durante el debate antes de la votación el legislador Jaime Quito, del partido marxista Perú Libre, que llevó a la presidencia a Castillo.

La expulsión de Castillo, que intentó de forma ilegal disolver el Congreso, desató una ola de protestas en demanda de la renuncia de Boluarte, elecciones anticipadas, el cierre del Parlamento y una asamblea para redactar una nueva Constitución.

Las protestas con bloqueos de carreteras, que por momentos paralizaron la operación de importantes minas en el segundo mayor productor mundial de cobre, se han reducido drásticamente desde más de un centenar en enero y solo se mantienen de forma esporádica en la región de Puno, frontera con Bolivia.

“Se debe individualizar las responsabilidades”, dijo la legisladora Patricia Juárez, del partido de derecha Fuerza Popular, el mayor bloque en el Congreso. “Pretender una vacancia en estos momentos no resulta prudente”, afirmó en el debate.

Recordemos que Amnistía Internacional dijo en febrero que tenía evidencias documentadas de “uso excesivo y desproporcional” de armas letales por parte de las fuerzas de seguridad en Perú al enfrentar las protestas.

Boluarte, que debe completar el actual mandato gubernamental hasta julio del 2026, enfrenta en la fiscalía una investigación por los presuntos delitos de “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves” por las muertes en las protestas, en la que se ha incluido a parte de su gabinete.

Asimismo, la fiscalía ha iniciado una investigación a Boluarte por los presuntos delitos de financiamiento prohibido de organizaciones políticas y lavado de activos, relacionados a aportaciones de campaña electoral en el 2021 que llevó al poder al profesor rural y exdirigente sindical Castillo.

Boluarte es la sexta presidenta desde el 2016. En el 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció a la presidencia minutos antes de una votación de destitución que tenía perdida, mientras que Martín Vizcarra fue destituido en noviembre del 2020 en una votación en el Parlamento, entre otros mandatarios de transición o que no lograron terminar su mandato.

Perú retiró a su embajador en Colombia, de la misma forma que hizo con México en febrero, debido a las “continuas expresiones injerencistas” del presidente colombiano, Gustavo Petro, que no reconoce que el exmandatario Pedro Castillo dio un fallido golpe de Estado.

La cancillería de Perú comunicó que la actitud de Petro y sus “continuas expresiones injerencistas, han deteriorado seriamente la histórica relación de amistad, cooperación y respeto mutuo” que ha existido entre Perú y Colombia.

Explicó que Perú ha reaccionado de manera “ponderada, progresiva y proporcional, conforme a la práctica diplomática y teniendo en consideración la estrecha relación que lo une a Colombia, desde hace más de 200 años”.

Subrayó que el país “hace votos para que la estrecha y bicentenaria relación bilateral con Colombia retome su cauce en el marco del respeto mutuo y las normas, principios y valores que rigen la convivencia entre los estados”.

Asimismo, el ministerio precisó que con el retiro definitivo del embajador del Perú en Colombia, las relaciones diplomáticas entre el Perú y dicho país quedan formalmente a nivel de encargado de negocios, de la misma forma que procedió en febrero al retirar a su embajador en México por los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, que desconoce el actual gobierno de Dina Boluarte.

También en febrero último, el Congreso peruano ya había declarado persona non grata a Petro por sus comentarios contra la administración de Boluarte y otras entidades del Estado, al no reconocer la legitimidad de su gestión.

Recordemos que en la última Cumbre Iberoamericana celebrada en República Dominicana, Petro afirmó que quien debería estar presente en ese encuentro de jefes de Estado era Pedro Castillo, quien se encuentra detenido mientras es investigado por los delitos de rebelión y conspiración a raíz del fallido intento de golpe de Estado.

“Hoy debería estar aquí, lo sacaron. Está preso”, expresó Petro ante la presencia de la ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Ana Cecilia Gervasi, quien le contestó que si Castillo no está presente es porque “dio un golpe de Estado”.

“Si estuviera, tendrían a un dictador”, expresó Gervasi en la cumbre.

Ayer, López Obrador reiteró que “el presidente legal y legítimo del Perú es Pedro Castillo, que está injustamente en la cárcel. Lo están acusando, desde que entró lo empezaron a acusar, y lo tienen en la cárcel”.

Sin embargo, el mandatario agregó que dialogará con Petro y con el presidente de Chile, Gabriel Boric, para ver cómo entregar la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico a Perú, después de haberse negado a hacerlo en los últimos meses.

Con la salida del embajador peruano en Colombia, Félix Denegri Boza, ya son tres los representantes diplomáticos que la presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha mandado retirar por las críticas hacia su gestión.

Antes de Boza, fueron retirados los embajadores en Honduras, Jorge Raffo Carbajal, y en México, Manuel Talavera Espinar. A su vez, el representante diplomático de Chile en Perú, Óscar Fuentes Lira, fue convocado por Lima después de que Santiago criticara la represión policial de las protestas contra Boluarte.

A pesar de todas estas salidas, las relaciones diplomáticas no han quedado del todo rotas, pues algunos países como México siguen con representación en Lima, mientras que Perú mantienen a sus encargados
de negocios, quienes cuenta con funciones similares a las de un ministro de Asuntos Exteriores, pero sin capacidad de reunirse con su homólogo o el jefe del Estado.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aceptó este viernes la petición de reunirse con Guido Leonardo Croxatto, abogado del expresidente peruano Pedro Castillo, a quien ha manifestado su total respaldo.

“Nosotros vamos a recibirlo, nada más nos ponemos de acuerdo”, dijo López Obrador cuestionado por el tema en su conferencia de prensa.

El presidente accedió al encuentro sin pensarlo, y a diferencia de otras ocasiones donde alega tener que ver agenda o redirigirle al solicitante con alguno de sus colaboradores, al abogado le dio un sí automático.

La petición de encuentro llegó tras la reunión que tuvo Croxatto la semana pasada con el mandatario de Colombia, Gustavo Petro.

López Obrador insistió en que la destitución de Castillo en diciembre pasado, cuando intentó dar un autogolpe de Estado, “fue una injusticia que se cometió”.

“Se violó la democracia porque el presidente Castillo fue electo por el pueblo de Perú y se le destituyó con argucias o maniobras legaloides. Se le destituyó por consigna de los potentados del Perú y del extranjero”, dijo.

Y es que recordemos que el mandatario ha apoyado desde un inicio a Castillo y ha tachado de “espurio” el gobierno de Dina Boluarte, quien en febrero retiró a su embajador por la “injerencia” de López Obrador.

“Nosotros sabemos que es una injusticia (la destitución de Castillo), que es una flagrante violación a la democracia, a los derechos humanos, que es muy lamentable lo que sucedió con él y luego la represión a la gente”, sostuvo.

López Obrador también justificó el asilo que México ofreció en diciembre pasado a Lilia Paredes, esposa de Castillo, y a sus dos hijos.

“Están bien, como otras personas que están recibiendo asilo en nuestro país de otras naciones porque nosotros tenemos la tradición del asilo, la protección de quienes son perseguidos en sus países”, remató.

El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, respaldó a la presidenta Dina Boluarte durante una ceremonia en la que recibió la máxima condecoración del gobierno de Perú, en medio de protestas que exigen la renuncia de la mandataria.

Se trata del único apoyo de un intelectual reconocido que ha recibido la presidenta desde el inicio de su gobierno en diciembre y que ha enfrentado manifestaciones continuas.

En el palacio presidencial, Boluarte impuso al escritor la Orden del Sol en el grado de Gran Collar. El escritor ya había manifestado antes su apoyo a Boluarte

La presidenta dijo que Vargas Llosa es “un defensor estoico de la democracia y la libertad” e indicó que la democracia debe defenderse con “armas democráticas que son las de la inteligencia y la razón”.

A su vez, Vargas Llosa dijo que es una “injusticia sostener, como lo hacen algunos grupos interesados, que en el Perú se ha producido una ruptura del orden constitucional y de la democracia”.

El escritor peruano añadió que algunos gobiernos de la región latinoamericana, “movidos por razones ideológicas o intereses políticos”, han intervenido de manera indecorosa en los asuntos peruanos, poniendo en duda la “legitimidad” de la gestión de Boluarte.

Aunque no mencionó casos concretos, todo indica que se refería a México y al Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien el mes  pasado llamó a Boluarte “presidenta espuria”, término que utiliza para denostar al titular del Ejecutivo.

De hecho, Perú y México han retirado a sus embajadores y mantienen relaciones diplomáticas a nivel de encargados de negocios, dados los roces que se han presentado entre ambos países.

Boluarte asumió el poder el pasado 7 de diciembre cuando su antecesor, el entonces presidente Pedro Castillo, fue destituido tras intentar disolver el Parlamento para evitar una votación para removerlo del cargo.

Castillo está en prisión preventiva por 18 meses por el presunto delito de rebelión en una cárcel para mandatarios en Lima.

Las protestas, sobre todo del sector rural del sur de los Andes, estallaron días después de la llegada de Boluarte al poder, y se han expandido por el sur y Lima.

Hasta el momento se tiene el registro de 66 muertos durante las protestas, de los cuales 48 son civiles que recibieron disparos de de arma de fuego, según sus necropsias.

El Congreso no ha decidido al momento adelantar las elecciones presidenciales y parlamentarias. Cuatro planes para acortar el mandato de Boluarte y de los legisladores fueron congelados al no alcanzar los votos necesarios.

Sin embargo, la más reciente encuesta del Instituto de Estudios Peruanos, el 88% de los consultados pide un adelanto de las elecciones, el 90% desaprueba al Parlamento y el 77% a la mandataria Dina Boluarte.

Los reclamos a la mandatario no se hicieron esperar. Colectivos cuestionaron la decisión de Boluarte de condecorar a un hombre en el marco del Día Internacional de la Mujer.

Sobre el tema, el presidente López Obrador criticó durante su conferencia matutina que Boluarte condecorara a Vargas Llosa.

Insistió que la mandataria fue impuesta por grupos de la élite autoritaria, y la acusó de haber entregado los recursos naturales del país.

Además, dijo que tiene en la cárcel injustamente a quien fue elegido por los peruanos como presidente, en referencia a Pedro Castillo.

El ministro de Justicia de Perú, José Tello Alfaro, ha condicionado la mejora de las relaciones diplomáticas con México a un “cambio de actitud” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en los últimos días ha insistido en sus críticas a su gobierno.

“Eso es algo que depende del cambio de actitud que pueda tener el presidente de México, eso no depende de nosotros”, explicó el ministro Alfaro.

“Tenemos el interés en conservar una buena relación con México. Existiría la posibilidad de mejorar solo en la medida en que el señor López Obrador cambie su narrativa y, realmente, hasta que ofrezca unas disculpas”, propuso.

Y es que como consecuencia de las críticas de López Obrador a la gestión de la crisis en Perú, la presidenta Dina Boluarte ordenó la retirada del embajador peruano en México, Manuel Talavera, algo que ya hizo también hace un mes en Honduras, alegando en ambas ocasiones “injerencia” por parte de las autoridades locales.

El pasado fin de semana, López Obrador volvió a referirse a la “injusta” detención de Castillo y a la “espuria” presidenta Boluarte, de quien recordó los últimos y muy bajos índices de aprobación en su contra.

“Ya van más de 60 asesinados y en esas mismas encuestas la mayoría de la gente de Perú está pidiendo que se convoque elecciones”, dijo el presidente.

La desaprobación del Congreso peruano ha llegado al 90%, según la última encuesta de IEP publicada por la emisora RPP y que sitúa en 88% quienes demandan la convocatoria de elecciones generales.

El 69% de los consultados  exige elecciones generales este mismo año, mientras que 19% cree que deben ser en 2024. Además, un 73% considera que la presidenta Dina Boluarte debería dimitir y un 77% rechaza su gestión. En la macrorregión sur este rechazo llega a 86%.

En cuanto a las fuerzas de seguridad, un 55% rechaza la labor de la Policía Nacional del Perú (PNP) y el 48% rechaza el desempeño de las Fuerzas Armadas en la crisis actual.

Boluarte insiste en que no dimitirá y en que el adelanto de las elecciones es competencia exclusiva del Congreso, por lo que continuará en la jefatura del Gobierno hasta que el Legislativo decida la fecha de dichos comicios.

Sobre lo ordenado por Boluarte, esta mañana el presidente López Obrador insistió en que “nosotros no aceptamos toda la farsa que ha significado la destitución del presidente Pedro Castillo”.

AMLO acusó que no se puede quedar callado, pues no se respetó la voluntad del pueblo de Perú, quien eligió democráticamente a Castillo como su presidente. Además dijo, se pisoteó la democracia y se cometió una gran injusticia al destituir y encarcelar al mandatario.

Se volvió a referir al gobierno que encabeza Dina Boluarte como un “gobierno autoritario, represor, y nosotros no coincidimos con eso”

También fijo que “molesta mucho” que todos callan, en especial instancia como la ONU, la OEA u organizaciones de Derechos Humanos.

Reiteró que el fondo de la crisis que atraviesa Perú es que la oligarquía de ese país, apoyada por intereses extranjeros, está saqueando los bienes naturales, como el gas o los recursos mineros, por lo que “necesitan tener un títere, un pelele” como gobernante, alguien que sea a modo y al igual que el Congreso.

“Molesta indigna, es una injusticia, no se puede quedar uno callado”, remató.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró este viernes su solidaridad con Lilia Paredes, esposa del exmandatario peruano Pedro Castillo, luego de que la haya recibido ayer en Palacio Nacional.

“No puede uno callar ante la injusticia, nosotros vamos a seguir apoyando a la señora del presidente Pedro Castillo, y a eso vino, y la abracé y expresé mi solidaridad con el pueblo del Perú, sobre todo con el pueblo humilde, pobre, indígena, humillado”, respondió López Obrador al ser consultado sobre el tema.

Paredes, quien desde diciembre tiene asilo político en México tras el encarcelamiento de Castillo por intentar un autogolpe de Estado, se reunió con el mandatario para buscar que su gobierno eleve sus reclamos para la liberación de su esposo.

“La recibí. Ella es una mujer excepcional, una mujer humilde, buena, que vino a agradecerme por lo que se hizo con ellos, a platicarme de sus hijos que ya están estudiando, su hija de 10 años, su hijo de 14″, contó el presidente.

AMLO añadió que su gobierno está procurando que no le falte nada a la familia del expresidente peruano.

Sobre Castillo, quien se encuentra en prisión, indicó que México considera que fue una gran injusticia el haberlo destituido de su cargo, pues insistió en que fue electo por el pueblo. Incluso señaló que los conservadores del Perú “violaron la Constitución”.

“México va a seguir apoyando al presidente injusta e ilegalmente destituido y va a seguir demandando que se le libere. No puede estar en la cárcel, es una gran injusticia”.

El gobernante mexicano reiteró su acusación de que la ahora mandataria de Perú, Dina Boluarte, es una “presidenta espuria” y condenó la muerte de cerca de 60 personas en las protestas que la llegada de Boluarte al gobierno provocó.

“He visto encuestas en donde la presidenta espuria tiene el 15% de aceptación, el 85% la desaprueba. Pero todavía tiene menos aprobación el Congreso, los diputados. Tienen el 90% del rechazo, 90%, y aún así ellos mandan con las bayonetas, con la represión, con la fuerza”, sostuvo.

López Obrador insistió en que detrás de la destitución de Castillo hay mucho racismo y clasismo, y muchos intereses creados, ya que Perú es un país con muchos recursos naturales. “Esos recursos naturales son muy ambicionados por las grandes empresas trasnacionales, apoyadas por gobiernos extranjeros”.

Finalmente, AMLO aprovechó para seguir con sus cuestionamiento a la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la crisis, que dijo, ha guardado silencio.

“La OEA y su organismo de derechos humanos están al servicio de los potentados”, remató.