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El Producto Interno Bruto (PIB) del país avanzó un 0.9% entre enero y marzo de este año, respecto al trimestre anterior, debido al crecimiento de los sectores de servicios y el industrial, según los datos preliminares divulgados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Según cifras desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada, la economía marcó esta subida intertrimestral del 0.9% gracias al avance del sector servicios del 1.1% y del industrial (1.1%, parcialmente frenado por la sustancial caída del sector agropecuario 1.9%.

De esta manera, la economía mexicana marcó finalmente un crecimiento tras mantenerse invariable (0%) en el último trimestre de 2021 y caer un 0.4% en el tercer trimestre del 2021.

En cifras originales, el PIB creció un 1.6% interanual en el primer trimestre del 2022, gracias al alza de las actividades secundarias (2.9%), primarias (1.8%) y terciarias (0.6%).

“Hoy publicamos la estimación oportuna del producto interno bruto. En el primer trimestre de 2022 y considerando cifras reales, las variaciones fueron: aumento del 0,9 % trimestral y del 1,6 % anual”, resumió en Twitter la presidenta del INEGI, Graciela Márquez.

Recordemos que el país tuvo en 2021 un crecimiento anual de 4.8% apoyado por el crecimiento del sector industrial (6.5%), el de servicios (4.1%) y el agrícola (2.9%). Hubo una contracción de 8.2% del PIB en 2020, su peor desplome desde la Gran Depresión de 1932. Creció un 2.1% en 2018,  y tuvo una contracción de 0.3% en 2019.

Para este 2022, instituciones financieras y expertos estiman un crecimiento de entre el 2% y el 3%. Factores como la guerra en Ucrania podrían afectar negativamente el pronóstico. En tanto la Secretaría de Hacienda estima que el PIB crezca un 3.4% este año.

La economía de Estados Unidos se contrajo un 0.4% en el primer trimestre del año frente a los tres meses precedentes, como consecuencia del repunte de casos de COVID-19 por la variante Ómicron y la elevada inflación, informó este jueves el gobierno. A tasa anual la contracción habría sido de 1.4%.

La cifra contrasta con las expectativas de los analistas, que habían anticipado un crecimiento del 1% en el arranque del año, y supone el primer registro negativo desde mediados de 2020.

El dato del primer trimestre de 2022, el primero de las tres estimaciones que hace el Ejecutivo estadounidense, se produce después del crecimiento anual del 5.7% registrado el pasado año, el mayor desde 1984.

El informe de la Oficina de Análisis Económico (BEA) destacó como factores de este retroceso los descensos en la inversión en inventarios y la reducción de las exportaciones, un reflejo de los persistentes problemas en las cadenas de suministro globales y las alteraciones provocadas por la invasión rusa de Ucrania.

También apuntó que ya han expirado la mayoría de los programas de estímulo fiscal lanzados por el gobierno federal para apoyar a las familias y negocios ante el impacto de la pandemia.

Los analistas consideran que, una vez superada la ola de Ómicron y con la reanudación casi completa de la actividad, la economía estadounidense repuntará a lo largo del año, aunque con menor impulso que en 2021.

Esta semana, el principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, consideró que EUA ha dejado atrás la fase “aguda” de la pandemia, y la mayoría del país ha retirado gran parte de las restricciones impuestas para contrarrestar la expansión del virus.

Las recientes previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan un crecimiento de la economía de Estados Unidos, la mayor del mundo, del 3.3% este año, mientras que la Reserva Federal (Fed) estima una expansión del 2.8% para 2022.

El dato del PIB del primer trimestre se produce una semana antes de que la Fed celebre su próxima reunión de política monetaria, en la que se espera que suba los tipos de interés cincuenta puntos básicos, hasta el rango del 0.75% y 1% para tratar de frenar la elevada inflación en el país.

Recordemos que Estados Unidos registró en marzo la tasa de inflación más elevada desde 1981, de un 8.5%, impulsada especialmente por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.

La actividad económica del país avanzó un 2.5% interanual en febrero empujada especialmente por el sector de servicios y por el industrial, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El INEGI indicó en un comunicado que este avance en el Indicador Global de la Actividad Económica de México (IGAE) es el resultado del aumento del sector de los servicios (2.7%) y del industrial (2.5%), mientras que el agrícola cayó un 2.9%, en cifras originales.

Según cifras desestacionalizadas, sin factores coyunturales y de calendario, el IGAE se mantuvo invariable respecto al mes previo.

Frente al mes anterior, el sector terciario avanzó un 0.6%, mientras que el primario cayó un 3.8% y el secundario bajó un 1%.

El IGAE es un indicador preliminar de distintos sectores que muestra la tendencia o dirección que la economía tendrá en el corto plazo, detalló el INEGI.

Paralelamente a las cifras divulgadas por el INEGI, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que el el gobierno federal implementará un programa para enfrentar la inflación a través de la autosuficiencia alimentaria.

“Ningún país puede salir adelante si no produce; en estos momentos es fundamental sembrar maíz, frijol y arroz para no depender. Así como debemos ser autosuficientes en energéticos, tenemos que ser autosuficientes en alimentos”, subrayó.

López Obrador sostuvo que en la actualidad es fundamental apoyar al campo y a los productores a fin de resarcir el rezago de sexenios anteriores.

“Eso es lo que estamos tratando ahora, fortalecer la producción y dar facilidades para que haya libre mercado, que no haya aranceles y que podamos adquirir lo que nos convenga en el extranjero, sobre todo, productos de la canasta básica”, explicó.

Reiteró que se buscan alternativas para controlar la inflación, por lo que en breve presentará el plan al pueblo de México.

Recordó que los precios de las gasolinas permanecen estables a partir de las acciones de rescate de Pemex. “Ahora con la inflación no tenemos aumentos de precios y, con relación a Estados Unidos, nosotros tenemos una inflación en energéticos de 0.6 y ellos tienen 2.5”, detalló.

AMLO indicó que la pandemia de COVID-19, así como la guerra entre Rusia y Ucrania generaron un desajuste mundial e impactaron en los precios de servicios y bienes de consumo. “Nosotros nos vamos a proteger aquí, estamos trabajando en eso y vamos a procurar tener inflación baja con relación a otros países, pero es un fenómeno mundial”, añadió.

La actividad económica avanzó un 0.3% en en febrero en relación con el mes anterior, de acuerdo a las estimaciones divulgadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La ligera recuperación de febrero se conoce después de saber que en enero de 2022 el dato registró una caída de 0.1%, respecto al mes previo.

La previsión del crecimiento en febrero apareció en el reporte del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que estimó además que la actividad económica creció un 2.8% interanual en febrero.

El IOAE estima anticipadamente el desempeño de la economía antes de la publicación del índice general IGAE, un referencial del PIB mensual.

El INEGI informó un avance interanual de 3.5% para las actividades secundarias y un alza de 1.6% para el sector terciario. En las cifras correspondientes a enero, el IOAE mostró una baja interanual de 0.7%.

La guerra en Ucrania reducirá en un punto el crecimiento de la economía mundial durante el primer año y el impacto será más alto en la Unión Europea (UE), donde en caso de interrupción completa de las importaciones energéticas procedentes de Rusia el efecto puede ser de cerca de dos puntos de PIB.

Esta es la primera evaluación de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania presentada este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que insiste en que los efectos negativos se verán en todas las regiones del mundo.

La razón es que la demanda global quedará debilitada y el poder adquisitivo en todas partes se verá reducido por las presiones inflacionistas, ya que el aumento de precios será 2.5 puntos porcentuales más de lo que se esperaba.

Antes de que estallara el conflicto, la OCDE había estimado en diciembre que la economía mundial iba a continuar la senda de la recuperación tras la crisis de la pandemia, con una progresión del PIB del 4.5% en 2022 y del 3.2% en 2023. Esas proyecciones han rebasadas.

El secretario general, Mathias Cormann, subrayó que la consecuencia más grave es la pérdida de vidas humanas y “la crisis humanitaria impuesta al pueblo ucraniano” a causa de “la agresión a gran escala” de Rusia contra ese país, que es también un ataque contra los valores democráticos.

La UE pagará su fuerte dependencia de los combustibles fósiles que le compra a Rusia (un 27% del petróleo, un 41% del gas y un 47% del carbón). En la zona euro, la guerra restará 1.4 puntos al PIB, mientras en Estados Unidos el impacto será menor (de 0.9 puntos).

Además, existe un riesgo potencial de que se interrumpan totalmente las exportaciones rusas de energía en dirección de la UE, lo que podría disminuir allí el crecimiento del PIB en 0.5 puntos más y causaría un incremento total de la inflación de unos 3.5 puntos respecto a las expectativas anteriores a la guerra.

El golpe será mucho más duro para Rusia, que con las sanciones occidentales ha quedado aislado del sistema financiero, y debería sufrir un hundimiento del 10% de su producción. La OCDE ni siquiera ha querido especular con cifras sobre cómo podría quedar Ucrania.

Estos dos países apenas representan un 2% del PIB mundial, pero tienen una importancia significativa como proveedores de materias primas, no solo de gas o petróleo, sino que por ejemplo representan el 30% de las exportaciones de trigo, el 20% de las de maíz.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció este miércoles una alza en las tasas de interés de 0.25 puntos base, con el objetivo de luchar contra una inflación que se registra en el país, que está en niveles máximos en 40 años y que podría seguir aumentando, según sus previsiones.

Con esta subida, la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo se sitúa entre el 0.25% y el 0.50%. Se trata del primer incremento desde 2018. Llamó la atención que la decisión no se tomó por unanimidad. El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, discrepó de la decisión de la Fed.

La Fed también elevó su proyección de inflación para el 2022 a un 4.3% desde su estimación previa de 2.6%. En tanto, la Reserva ve una inflación de 2.7% para el próximo año y del 2.3% en 2024.

La situación en Ucrania “podría crear una presión adicional al alza sobre la inflación y pesar sobre la actividad económica”, dijo la Fed, tras dos días de reunión de su Comité de política monetaria; la Fed también hizo hincapié en la actual crisis sanitaria. Dijo que “serán apropiados” los “aumentos continuos” de las tasas de los fondos federales para frenar la inflación.

Los responsables del organismo prevén alzas adicionales de tasas este año, y vaticinan una expansión del PIB de 2.8% en 2022 frente a 4% de su pronóstico anterior de diciembre.

La tasa de desempleo se espera que caiga en 3.5% este año, se mantenga el próximo y suba levemente al 3.6% en 2024.

Finalmente, se informó que la Fed espera comenzar a reducir su balance de casi 9 billones de dólares “en una próxima reunión”. Proyecta siete aumentos para elevar la tasa a corto plazo a entre 1.75% y 2% para finales de 2022. Podría elevarla en medio punto en futuras reuniones.

La economía de México registró un crecimiento nulo entre octubre y diciembre frente al trimestre anterior, principalmente debido a la caída del sector servicios, según los datos definitivos divulgados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El dato preliminar del INEGI, divulgado el 31 de enero, señalaba que en el último trimestre la economía había caído un 0.1%, lo que sumado a la disminución del 0.4% del tercer trimestre, sumía el país en una recesión técnica al hilar dos trimestres a la baja.

Pero con el dato actual, México habría evitado finalmente entrar en recesión técnica.

Según cifras desestacionalizadas, es decir, sin factores coyunturales por temporada, la economía marcó este dato intertrimestral debido a la caída del sector servicios del 0.6%, parcialmente compensada por el alza del sector industrial (0.4%) y en el agropecuario (0.2%).

En cifras originales, el PIB creció un 1.1% interanual en el cuarto trimestre debido al alza de las actividades primarias (4.7%), secundarias (1.7%) y terciarias (0.2%).

De esta manera, el país tuvo en 2021 un crecimiento anual del 4.8% apoyado por el crecimiento del sector industrial (6.5%), el de servicios (4.1%) y el agrícola (2.9%). Este dato definitivo del 4.8% es idéntico al pronosticado de manera preliminar hace casi un mes.

El INEGI también dio a conocer este viernes el indicador global de la actividad económica del mes de diciembre pasado.

En cifras desestacionalizadas, el indicador creció un 0.8% frente al mes anterior gracias al alza de la industria (1.2%) y de los servicios (0.7%), pese a la caída del sector agrícola del 1.1%.

Si se compara este dato con el de diciembre de 2020, la economía creció un 1.3% en el último mes del pasado año gracias al alza de las actividades primarias (8.4%), de las actividades secundarias (3%) y de las actividades terciarias (0.2%).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dijo este lunes que espera que la economía de nuestro país regrese a los niveles previos a la pandemia de COVID-19 en el tercer trimestre de este año, con una débil expansión hacia adelante.

El organismo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 2.3% en 2022, desde un pronóstico previo de 3.3%, y un 2.6% en 2023, después del 5.3% del año pasado, influido aún por los estragos de la pandemia, y los problemas en las cadenas de suministros, incluida la escasez de semiconductores.

La OCDE anticipa que las exportaciones seguirán beneficiándose de la recuperación en Estados Unidos y que el consumo mejorará por la creciente proporción de población vacunada.

Recomendó al Banco de México (Banxico) que siga subiendo la tasa clave ante la elevada inflación.

Recordemos que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 7.07% en enero y la variable subyacente se aceleró a su nivel más alto en más de 20 años al llegar al 6.21%.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, expuso que “hubo un repunte en la actividad económica sólido en la primera parte de 2021, pero se ha debilitado debido a restricciones de abastecimiento y nuevos brotes del virus”.

La OCDE también anticipó un crecimiento de 2% en el consumo privado en México para 2022, además de incrementos de 6.5% en las exportaciones y de 6% en las importaciones. La organización calculó que la tasa de desempleo se situará en 4% en el año, casi idéntica a la de 4.1% de 2021.

La organización también advirtió que la preocupación por la polémica propuesta de reforma para reforzar el control estatal del mercado de la electricidad ha obstaculizado la inversión, que ya venía cayendo desde 2019, así como por Pemex argumentando que es un “riesgo significativo para el soberano”.

El Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió un 0.1% entre octubre y diciembre del año pasado, frente al trimestre anterior principalmente por la caída del sector servicios, según los datos preliminares divulgados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

De esta manera, la economía mexicana entró en recesión al sumar dos trimestres consecutivos con tasas negativas tras la caída del PIB del 0.4 % en el tercer trimestre de 2021.

Según cifras desestacionalizadas, es decir, sin factores coyunturales por temporada, la economía marcó esta contracción intertrimestral del 0.1% debido a la caída del sector servicios del 0.7%, parcialmente compensada por el alza del sector industrial (0.4%) y agropecuario (0.3%).

“Con relación al tercer trimestre del 2021, el PIB tuvo una disminución de 0.1% en términos reales”, explicó la presidenta del INEGI, Graciela Márquez, en Twitter.

En cifras originales, el PIB creció un 1% interanual en el cuarto trimestre de 2021, debido al alza de las actividades primarias (4.8%) y secundarias (1.6%), mientras que el sector terciario se mantuvo invariable. De esta manera, el país tuvo en 2021 un crecimiento anual de 4.8% apoyado por el crecimiento del sector industrial (6.5%), el de servicios (4%) y el agrícola (2.9%).

Gobierno y analistas estimaban para el 2021 un alza del PIB de alrededor del 6%, por lo que este dato preliminar del 4.8% significaría una caída respecto a los pronósticos y un reflejo de la ralentización de la economía en la segunda mitad del pasado año.

Recordemos que la economía se desplomó un 8.2% en 2020, su peor contracción desde la Gran Depresión de 1932. Y creció un 2.1% en 2018, aunque tuvo una contracción de 0.3% en 2019.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estimó este jueves un crecimiento de entre 5.6% y 5.7% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2021, por debajo de la meta oficial de más de 6% que espera el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Se nos ha caído el crecimiento del PIB comparado con el año anterior y al caerse hace que el 6.2% (esperado) sea insostenible. ¿Y entonces qué estamos viendo? Un crecimiento, el mismo que ya pronóstico el Banco de México, más del orden del 5.6% o 5.7%”, expresó Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE.

El líder de la cúpula del sector privado empresarial lamentó que el crecimiento sea “insuficiente” para recuperar lo perdido en 2020, cuando la crisis de la pandemia dejó una contracción histórica de 8.2% del PIB.

Para 2022, el CEE prevé un crecimiento del 3% del PIB, similar a lo que espera el Banco de México, aunque por debajo del 4.1% que proyecta el presupuesto oficial del gobierno federal.

“Entonces (vemos) una economía creciendo a tasas relativamente pequeñas. Una inversión que no se alcanza a recuperar. No esperamos llegar, ni por mucho, a los niveles del famoso 25 % (de inversión) con respecto al PIB”, indicó en una reunión con medios de comunicación.

Como reflejo de esta desaceleración, el PIB de México decreció un 0,4 % trimestral entre julio y septiembre, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El presidente del CCE también expresó que le “preocupa enormemente la inflación”, que alcanzó en noviembre una tasa general interanual superior al 7 %, su mayor nivel en dos décadas.

El representante empresarial rechazó que todo corresponda a una inflación “importada”, como ha argumentado el Gobierno.

“Es preocupante ver que los productos agrícolas traen un crecimiento muy alto, esto no es importado, esta no es una inflación importada”, manifestó.

Salazar también enunció como una de las principales preocupaciones la reforma constitucional del sector eléctrico que propone el presidente, Andrés Manuel López Obrador, y que comenzará a discutirse el próximo enero en el Congreso.

La reforma prevé limitar al 46 % la participación del sector privado en la generación eléctrica y que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado, tenga garantizado el resto.

En este contexto, el presidente del CCE recordó que el sector privado ha invertido 44.000 millones de dólares en el ramo, mientras que solo ha habido 13.000 millones de dólares de inversión pública.

“En los últimos cuatro o cinco años en nuestro país, no se ha invertido en una nueva generadora de electricidad pública, ha habido inversión privada, pero no ha habido pública”, manifestó.

La economía informal representó en 2020 el 21.9 % del Producto Interno Bruto (PIB), su nivel más bajo en 18 años, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El dato de 2020, registrado en medio de la pandemia de COVID-19, equivale a una reducción de 1.2 puntos porcentuales frente a 2019, cuando la informalidad representaba el 23.1% del PIB nacional.

“Debido a la pandemia y el consecuente confinamiento y disminución de la ocupación, la economía informal participó con 21.9% del PIB nacional, el menor valor en la historia de esta serie”, destacó Julio A. Santaella, presidente del INEGI.

El Valor Agregado Bruto (VAB) de la informalidad alcanzó más de 2.4 billones de pesos en 2020. Esto es casi 8% menos que en 2019, cuando el VAB fue de 2.6 billones de pesos.

Además, el comercio minorista representó el 40.5% del valor de la economía informal en 2020, seguido por la construcción con un 25.7%, la manufactura con 13.9% y el resto de otros rubros.

La medición considera dentro de la economía informal al sector informal y unidades económicas constituidas por micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar. También contempla Otras Modalidades de la Informalidad (OMI), como la agricultura, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como todas las variedades de trabajo que estén en unidades económicas formales, pero trabajan sin protección legal.

“Por cada 100 pesos generados del PIB del país, 78 pesos lo generan 44% de ocupados formales, mientras que 22 pesos los generan 56% de ocupados en informalidad”, detalló el INEGI.

La proporción de trabajadores informales dentro del total de la población ocupada pasó de 56.5% en 2019 a 55.6% en 2020, una reducción de casi un punto porcentual.

La OCDE recortó ligeramente su previsión para el crecimiento mundial para 2021 y pidió acelerar la distribución de vacunas, en un momento en que la pandemia del COVID-19 retoma fuerza con la propagación de la nueva variante, Ómicron.

La economía mundial podría crecer 5.6% este año, anticipó en sus proyecciones la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es decir un retroceso de 0.1 puntos en comparación sus anteriores previsiones hechas en septiembre.

En tanto, las proyecciones para la actividad en 2022 siguen acorde a sus anteriores pronósticos de una expansión de 4.5%. Para 2023 su proyección es de 3.2%

La OCDE advirtió que Ómicron puede ser una amenaza para la recuperación económica global, por ellos que recortó sus proyecciones, mientras llamó a una distribución más rápida de las vacunas.

Este informe no contiene estimaciones sobre el surgimiento de la variante Ómicron, detectada hace unos pocos días y cuyas consecuencias para la economía mundial todavía son inciertas.

En la conferencia de prensa para presentar el informe, la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, expresó sus preocupaciones. “Estamos preocupados por el hecho de que esta nueva variante, ómicron, agrega incertidumbre al clima ya existente, lo que puede representar una amenaza para la recuperación” económica, afirmó la economista.

El organismo señaló la existencia de “realidades económicas muy diferentes” entre distintas regiones y estimó que “la recuperación seguirá siendo precaria” mientras no se distribuyan vacunas en todo el mundo. indicó que la recuperación global sigue en marcha, pero que ha perdido “impuso”.

Advirtió que las desigualdades en los sistemas de salud, las políticas públicas, las dificultades de trabajadores de algunos sectores y un alza de los precios más duradera a lo anticipado son “preocupaciones clave”.

Con respecto a una de las preocupaciones claves que pesan sobre la economía mundial, la OCDE indicó que espera que la inflación alcance un pico a finales de este año, antes de ceder gradualmente en los 38 países que componen el organismo, que incluye a países ricos y a naciones en vías de desarrollo como México y Chile.

Para la zona euro, la OCDE proyectó un leve recorte de su previsión de crecimiento para 2021 a 5.2% y para Estados Unidos, la OCDE volvió a revisar sus pronósticos, estimando un crecimiento de 5.6% para este año y de 3.7% para el próximo.

Para China, la segunda economía mundial, el pronóstico fue recortado a una expansión de 8.1% este año y 5.1% en 2022.

Para Brasil, la OCDE recortó en 0.2 puntos sus previsiones para 2021, esperando un crecimiento de 5%, con un panorama también más sombrío que en su anterior informe para el próximo año, con una expansión proyectada de 1.4%, es decir 0.9 puntos porcentuales menos.

En el caso de México, su previsión de crecimiento para este año es de 5.9%, para 2022 de 3.3% y para 2023 de 2.5%. En cuanto a la inflación, para México la proyección es, en 2021, de 5.6%, para 2022 de 4.4% y para 2023 de 3.3%.

El INEGI presentó este jueves los resultados del Producto Interno Bruto (PIB), los cuales indican una disminución de 0.4% en términos reales en el tercer trimestre de 2021 respecto al trimestre precedente, con cifras ajustadas por estacionalidad.

El retroceso del PIB es dos décimas mayor al dato preliminar del 0.2% difundido por el INEGI el pasado 29 de octubre.

Por componentes, el PIB de las Actividades Terciarias se redujo 0.9%, mientras que el de las Primarias creció 1.3% y el de las Actividades Secundarias se incrementó 0.3%, en el tercer trimestre del año en curso frente al trimestre previo.

En su comparación anual, el Producto Interno Bruto registró un alza de 4.7% en términos reales en el trimestre en cuestión. Por grandes grupos de actividades económicas, el PIB de las Actividades Secundarias avanzó 5.1%, el de las Terciarias 4.4% y el de las Actividades Primarias ascendió 0.3% en el trimestre julio-septiembre de este año.

Durante los primeros nueve meses de 2021, el PIB a precios constantes registró un aumento de 6.4% con relación a igual periodo de 2020, con cifras desestacionalizadas.

Con esto, se confirma que la economía nacional se contrajo en el tercer trimestre más de lo que se estimó preliminarmente y lo que esperaba el mercado; es su primera caída desde que comenzó la recuperación tras la pandemia, golpeada por la tercera ola de COVID-19 y cuellos de botella en las cadenas de suministro.

Recordemos que el mayor golpe de la pandemia a la economía se produjo en el trimestre abril-junio de 2020, con un desplome de un 17.8%, cifra que fue revisada. Desde entonces, México había registrado cuatro períodos consecutivos de crecimiento trimestral.

Al respecto, esta mañana en su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que la economía de México crecerá este año un 6%, como estaba pronosticado, a pesar de que se contrajo en el tercer trimestre más de lo esperado.

La economía mexicana sufrió el año pasado una contracción de un 8.5%, su peor desempeño desde 1932 durante la Gran Depresión.

Finalmente, el INEGI también informó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró una disminución de 0.4% en términos reales en el noveno mes del año en curso respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas. En términos anuales, el IGAE registró un avance real de 1.3% en el mes de referencia.

El Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió un 0.2% entre julio y septiembre frente al trimestre anterior por la caída del sector servicios, según cifras preliminares difundidas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Según cifras desestacionalizadas, es decir, sin factores coyunturales por temporada, la economía mexicana marcó esta contracción intertrimestral del 0.2% debido a la caída del sector servicios del 0.6%, parcialmente compensada por el alza del sector agrícola e industrial que fue del 0.7% respectivamente.

“El PIB interrumpió su recuperación al registrar su primer retroceso trimestral post-pandemia: la estimación oportuna arroja una variación de -0.2% trimestre contra trimestre en el tercer trimestre de 2021. Las actividades terciarias (-0,6 %) estarían detrás de esta baja del PIB”, indicó el presidente del Inegi, Julio A. Santaella, en Twitter.

En cifras originales, el PIB creció un 4.6% interanual en el tercer trimestre y acumula en los primeros nueve meses del año un crecimiento del 6.1%, en línea con los pronósticos oficiales.

Si se compara con el mismo trimestre del año anterior, el sector industrial creció un 5.3%, el de servicios un 4.1% y el agrícola un 0.7%. Mientras que en los primeros nueve meses del año el alza del PIB del 6.1% se debió al aumento del 8.7% del sector secundario, del 5.2% del terciario y del 3.4% del primario.

Recordemos que la economía nacional se desplomó un 8.2% en 2020, su peor contracción desde la Gran Depresión de 1932. El PIB creció un 2.1% en 2018, pero tuvo una contracción de 0.3% en 2019.

La actividad económica en México repuntó un 4.3% anual en agosto frente al mismo mes del año anterior por el alza de la actividad industrial y de servicios, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El avance en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) es el resultado del aumento del sector industrial (5.5%) y del sector servicios (3.8%), mientras que las actividades agrícolas crecieron apenas un 0.5%.

Sin embargo, según cifras desestacionalizadas, sin factores coyunturales y de calendario, el IGAE cayó un 1.6% respecto al mes previo, lo que significa su mayor caída en 15 meses, pues es el nivel más bajo desde mayo del 2020, cuando retrocedió 2.45%.

El sector industrial avanzó un 0.4%, mientras que el sector servicios cayó 2.5% y el agropecuario bajó 2.4%.

“El IGAE disminuyó 1,6 % mes contra mes en agosto 2021, su segunda disminución en 3 meses, con lo que exhibe una incipiente tendencia decreciente que lo aleja de su nivel prepandemia. Quedó -4,5 % por debajo del nivel registrado en enero 2020”, indicó en Twitter el presidente del INEGI, Julio A. Santaella.

El IGAE es un indicador preliminar de distintos sectores que muestra la tendencia o dirección que la economía tendrá en el corto plazo.

Recordemos que ante la pandemia de COVID-19, en abril del año pasado México suspendió las actividades no esenciales en abril y mayo de 2020.

Ante dicho panorama, la economía se desplomó un 8.2% en 2020, su peor contracción desde la Gran Depresión de 1932, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2.1% en 2018, pero tuvo una contracción de 0.3% en 2019.

Para este año, el gobierno y diversos analistas estiman un crecimiento de al menos 6% para México, impulsado especialmente por el comercio exterior y la recuperación de Estados Unidos.

Especialistas del sector privado ajustaron a la baja su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), hasta el 5.99%, para el 2021, según la encuesta mensual correspondiente a agosto que realiza el Banco de México (Banxico).

Esta estimación es inferior a la prevista en julio, cuando los especialistas consultados por el Banco Central calculaban un crecimiento del 6.06% de la economía nacional para este año.

Sin embargo, el sector privado considera que la economía repuntará en 2021 tras el desplome histórico de 8.2% registrado en 2020 por la crisis del coronavirus, la peor contracción desde la Gran Depresión.

El pronóstico develado este miércoles es ligeramente menor al del propio Banco de México, que ayer elevó su previsión al 6.2% para 2021.

Los analistas consultados en el estudio también bajaron las perspectivas para 2022, del 2.83% previsto el mes pasado al 2.81%.

Las respuestas a la encuesta se recogieron entre el 20 y el 30 de agosto, y en el sondeo participaron 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado mexicano y extranjero.

La encuesta también apunta una subida en el pronóstico de la inflación general para el cierre de 2021, la cual esperan se sitúe en 6.06%, frente al 5.94% estimado el mes anterior. Esto es más del doble de la meta de Banxico, que es mantenerla cercana al 3% anual.

Para 2022, la nueva expectativa es que la inflación general cierre en 3.79%, una cifra superior al 3.70% proyectado por los especialistas en julio.

Sobre el tipo de cambio, los analistas previeron que el peso cierre este año en 20.28 unidades por dólares. Para el final de 2022, los analistas calculan que se intercambiará en 20.83 unidades por dólar. Recordemos que en los niveles previos a la pandemia de la COVID-19 el tipo de cambio era cercano a los 18.5 pesos por dólar.

Para 2021, las expectativas sobre la balanza comercial se revisaron al alza al pasar de un superávit estimado de 5,239 millones de dólares a uno de 5,477 millones de dólares para este año. Mientras que el pronóstico de inversión extranjera directa (IED) se elevó a 27,863 millones de dólares de una proyección previa de 27,787 millones de dólares.