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El presidente Vladimir Putin asistió este miércoles al entrenamiento de las fuerzas de disuasión estratégica rusas, después de haber reiterado sus acusaciones de que Ucrania prepara una “bomba sucia”.

Ucrania niega cualquier intención de recurrir a ese tipo de armas, constituidas de explosivos convencionales y materiales radiactivos que se esparcen después de la detonación.

Kiev y sus aliados occidentales temen que Rusia busque un pretexto para una escalada del conflicto o para usar armas nucleares, como ya ha amenazado en varias ocasiones.

Putin asistió desde una sala de control al entrenamiento de las fuerzas rusas de disuasión estratégica, encargadas de responder a la amenaza en caso de guerra nuclear.

Aunque este tipo de ejercicio se lleva a cabo periódicamente, éste se produce en plena ofensiva rusa en Ucrania.

“Bajo la dirección del comandante supremo de las fuerzas armadas, Vladimir Putin, las fuerzas de disuasión estratégica terrestres, marítimas y aéreas llevaron a cabo un entrenamiento, durante el cual se efectuaron lanzamientos prácticos de misiles balísticos y de crucero”, indicó el Kremlin en un comunicado.

La televisión rusa mostró a la tripulación de un submarino preparar el lanzamiento de un misil desde las aguas del mar de Barents en el Ártico. El ejercicio involucró aviones bombarderos de largo alcance Tu-95.

“Las tareas establecidas durante el ejercicio de entrenamiento de disuasión estratégica se cumplieron en su totalidad, al alcanzar todos los misiles sus objetivos”, añadió el Kremlin.

Las fuerzas “estratégicas” rusas, en su amplia definición, están concebidas para responder a todo tipo de amenazas, incluida la nuclear. Están equipadas con misiles de alcance intercontinental, de bombarderos estratégicos de largo alcance, de submarinos, de buques de superficie y de la aviación naval.

Poco antes de estas maniobras, Rusia reiteró a China e India que Ucrania estaría preparando el uso de una “bomba sucia”.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, abordó con su homólogo chino, Wei Fenghe, “la situación en Ucrania” y “compartió sus preocupaciones vinculadas a eventuales provocaciones de parte de Ucrania con un recurso a una ‘bomba sucia'”, informó un comunicado del ministerio ruso.

El ministro ruso ya había anticipado esas alegaciones a sus homólogos de la India, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Turquía.

Ucrania y los occidentales han calificado las acusaciones de “absurdas” y “peligrosas” y sugirieron que la propia Rusia preparaba una escalada bélica, tras sufrir una serie de reveses en territorio ucraniano desde septiembre.

Incluso el gobierno de Eslovenia indicó que Rusia usó “de mala fe” una foto de ese país de 2010 para apuntalar sus acusaciones.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este miércoles las leyes que incorporan oficialmente cuatro regiones ucranias al país, mientras su Ejército tiene problemas para mantener el control del territorio que se anexionó ilegalmente.

Los documentos que completan la anexión en desafío al derecho internacional se publicaron en un cibersitio del gobierno de Moscú la mañana de hoy.

A inicios de semana, ambas cámaras del Parlamento ruso ratificaron los tratados que convierten a Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia en parte de la Federación Rusa.

Los trámites legislativos llegaron luego de los referéndums orquestados por el Kremlin en las cuatro regiones, que tanto Ucrania como Occidente han calificado de farsa.

Sobre el terreno, la guerra de Moscú en Ucrania ha entrado en una nueva fase más peligrosa. Rusia enfrenta cada vez más reveses mientras las tropas de Kiev recuperan más y más terreno en el este y en el sur, las mismas regiones que el Kremlin se ha apropiado.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, respondió a la anexión anunciando una solicitud de entrada rápida a la OTAN y descartando formalmente un diálogo con Rusia. El decreto de Zelenskyy, publicado ayer, afirma que mantener negociaciones con Putin es imposible luego de su decisión de tomar las cuatro regiones ucranianas.

Además, el presidente Putin aprobó un decreto nombrando a los líderes regionales de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Jersón y Zaporiyia.

La orden de Putin contempla que Denis Pushilin continúa al frente de la región de Donetsk, mientras que Leonid Pasechnik seguirá al frente de Lugansk. Por su parte, Evgeni Balitski ha sido nombrado gobernador de Zaporiyia y Vladimir Saldo será el gobernador de Jersón.

En su mensaje, Putin dijo sentirse “sorprendido” y no solo “alegre” por los resultados los referéndums de anexión.

Explicó que “incluso él” se sintió “sorprendido” tras conocer la decisión de la población de los territorios en cuestión,
que han sido ocupados en gran medida por las tropas rusas.

Hizo hincapié en que los procesos de consulta se realizaron de forma “transparente” y “objetiva” a pesar del rechazo
de Ucrania y la comunidad internacional.

“La gente ha vivido y sigue viviendo en esas zonas en condiciones muy difíciles, y este es el resultado”, sostuvo antes de asegurar que “los observadores están convencidos de que no ha habido intención de corregir, limpiar o añadir cosas”. “Decidimos por nosotros mismos. Yo decidí que sería tal y como la gente quisiera. La gente habla y nosotros hacemos lo que dicen”, insistió.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy los tratados de anexión con los líderes de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

En la ceremonia de la firma, que tuvo lugar en la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, participaron los líderes separatistas de los cuatro territorios ucranianos, Denis Pushilin, Leonid Pásechnik, Vladímir Saldo y Yevgueni Balitski, respectivamente.

Tras la firma, los centenares de invitados aplaudieron, mientras que el mandatario estrechó la mano a los cuatro jefes prorrusos y sonó el himno de Rusia.

Tras la última nota, Putin, Pushilin, Paséchnik, Saldo y Baliski juntaron sus manos y formaron un semicírculo al coro de: Rusia, Rusia, Rusia.

La firma de la anexión de estas regiones del este y sur de Ucrania, que Rusia solo controla parcialmente, se produjo después de que Putin pronunciara un discurso de 38 minutos de duración en el que defendió la elección “inequívoca” de los ciudadanos de las cuatro provincias.

Además, pidió a Ucrania que cese de inmediato el fuego y prometió que defenderá el territorio ruso con todos los medios.

El presidente ruso dio este paso después de reconocer la independencia de Zaporiyia y Jersón, algo que ya había hecho en febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Previamente el mandatario ruso también informó al presidente de la Duma de la solicitud formal que le dirigieron el pasado día 28 los jefes prorrusos de las cuatro provincias ucranianas para integrar sus territorios en la Federación Rusa, tal y como le obliga la Constitución del país.

Se trata de la tercera anexión por parte de Rusia de un territorio ucraniano en algo más de ocho años, después de la que efectuó con la península de Crimea en marzo de 2014.

Entre el 87% y el 99% de los ciudadanos respaldaron la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón a Rusia, según las autoridades prorrusas.

Rusia se anexiona en torno al 15% del territorio de Ucrania o unos 100,000 kilómetros cuadrados, algo más que la extensión de países como Hungría y Portugal o algo menos que la de Bulgaria. La Federación Rusa, que cuenta con más de 147 millones de habitantes, superará los 150 millones tras el proceso de anexión

En su mensaje, Putin también acusó a países occidentales de estar detrás del sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, en cuyas instalaciones se detectaron esta semana cuatro fugas en el mar Báltico.

“Las sanciones no son suficientes para los anglosajones, han pasado a un sabotaje increíble, pero esto es un hecho, habiendo organizado explosiones en los gasoductos internacionales de Nord Stream, que se extienden por el fondo del mar Báltico”, dijo Putin en su discurso.

“Prácticamente han comenzado a destruir la infraestructura energética europea común”, añadió el mandatario.

Para Putin es obvio para todos quienes que se benefician de la destrucción de los dos gasoductos. “Lo hizo el que se beneficia, por supuesto”, dijo en una referencia indirecta a Estados Unidos.

Putin considera las “explosiones” registradas en Nord Stream y Nord Stream 2 un “ataque terrorista internacional”, por lo que abrió un caso penal por terrorismo internacional después de denunciar que tuvieron lugar “acciones intencionadas encaminadas a dañar los gasoductos”.

Foto: Twitter @vaioantunez

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, señaló que ante la amenaza de Rusia de apoderarse de territorios de Ucrania, temporalmente ocupados, “no hay posibilidad de negociar con ese país para terminar el conflicto bélico y llegar a un acuerdo de paz”.

Explicó que las acciones del presidente Vladímir Putin, de reclutar más soldados y movilizar a sus tropas para reforzar su ofensiva en Ucrania, son una respuesta clara a todas las propuestas de paz, pero también señal de que “van perdiendo y que le tiene miedo al Ejército ucraniano”.

“¿Qué paz puede ser cuando el señor presidente Putin anuncia la movilización de su Estado, de qué paz podemos hablar?”, criticó la diplomática.

Acerca de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de crear un comité para lograr la paz en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que sea avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU, la diplomática señaló que la respuesta de Putin ha sido clara.

Añadió que el jefe de Estado de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho que “la neutralidad hoy en día no es aceptable”.

Dramaretska se expresó así tras una reunión en la Cámara de Diputados, junto a parlamentarios de su país que se encuentran de visita en México.

“Estamos agradecidos con los esfuerzos de todos nuestros socios para ayudar a resolver esta situación, pero ahora vemos en realidad que este diálogo por lástima no es posible”, dijo la diplomática.

“Hasta ahora no vemos posibilidad de negociar con Rusia, el señor Putin ha respondido, ha anunciado movilización y esa es una respuesta clara a toda la paz que se propone de todas partes del mundo”, añadió.

Sobre la anexión de cuatro territorios de Ucrania que pretende, Dramaretska dijo que “esos territorios nunca van a ser parte de Rusia, nadie va a reconocer esto, ni ucranianos ni el resto del mundo, esto sólo está en sueños de Putin”.

Los líderes de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, viajaron a Moscú para formalizar la anexión a Rusia tras los referéndums celebrados en cuatro territorios controlados por tropas rusas en los que la mayoría de los votantes apoyaron esta opción.

“Tengo el documento, el protocolo (final de los referendos sobre la adhesión a Rusia) y ahora me dirijo a Moscú”, dijo el jefe de la autoproclamada Donetsk, Denis Pushílin.

También el líder de Lugansk, Leonid Pásechnik, informó de que se encuentra de camino a la capital rusa con el objetivo de finalizar las gestiones jurídicas para la incorporación del territorio en Rusia.

Antes de partir a Moscú, Pásechnik se dirigió al presidente ruso, Vladímir Putin para pedirle la incorporación de Lugansk a Rusia.

“Estimado Vladímir Vladímirovich (patronímico de Putin), le escribo en nombre de la gente de la región de Lugansk. Teniendo en cuenta la aprobación por parte de la población de la república en el referéndum, le pido que considere el tema de unir la República Popular de Lugansk a Rusia como un sujeto de la Federación Rusa”, señaló Paséchnik, según la carta publicada por el centro de información del territorio separatista prorruso.

Entre el 87.05% y el 99.23% de los votantes en los referéndums en los territorios controlados por las fuerzas rusas en el este y sur de Ucrania apoyaron la anexión a Rusia, según los resultados difundidos hoy por la autoridades prorrusas con el 100% de la papeletas escrutadas.

El mayor apoyo a la anexión se registró en Donetsk, donde el 99.23% de los votantes habría respaldado la incorporación a Rusia. La cifra fue ligeramente inferior en Lugansk, donde a favor de esta opción se pronunciaron supuestamente el 98.42%.

En los territorios controlados por Rusia en las regiones meridionales ucranianas de Zaporiyia y Jersón a favor de la entrada en Rusia habrían votado el 93.11% y el 87.05% de los ciudadanos, respectivamente.

Según el diario ruso Kommersant, el proceso de la anexión de los cuatro territorios ucranianos a Rusia puede tardar 12 días. Se trata del doble del tiempo que requirió la incorporación de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

De acuerdo con las leyes rusas, Putin, tiene que reconocer primero la independencia de Jersón y Zaporiyia antes de aprobar su adhesión a Rusia.

La independencia de Donetsk y Lugansk ya fue reconocida por Moscú el 21 de febrero, tres días antes del inicio de la campaña militar en Ucrania.

Ayer se supo que el Senado ruso planea debatir la anexión de los nuevos territorios el próximo 4 de octubre. Antes la incorporación tiene que recibir el visto bueno de la Duma o cámara baja rusa.

Una vez que ambas cámaras del Parlamento den su beneplácito, el respectivo documento será ratificado por Putin, lo que puede ocurrir el mismo día.

El presidente ruso, Vladímir Putin, puso hoy en pie de guerra a los rusos al decretar la movilización parcial de 300,000 reservistas rusos para la guerra en Ucrania, medida que busca contrarrestar lo que llamó “chantaje nuclear” de la OTAN, que se propone “destruir” a Rusia.

“Al día de hoy nuestras Fuerzas Armadas actúan a lo largo de una línea de combate que supera los mil kilómetros, combaten no sólo contra formaciones neonazis, sino prácticamente contra la máquina militar del Occidente colectivo”, dijo Putin durante un discurso televisado.

La medida, una reacción “desesperada”, según la propia Unión Europea, es a todas luces un reconocimiento del fracaso de la “operación militar especial” en Ucrania, que en casi siete meses de combates no ha logrado el principal objetivo, conquistar el Donbás, e incluso ha cedido en las últimas semanas territorio en las regiones de Járkov y Lugansk.

Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la movilización es “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso”, y también un resultado de la “incapacidad del Ejército profesional” de Rusia, según dijo hoy su portavoz Serhiy Nikíforov,

Sin mencionarlo, Putin, según los analistas, admitió con esta medida por primera vez que su país está en guerra, aunque el jefe del Kremlin insiste en que los soldados rusos no sólo combaten con Ucrania, sino también con sus aliados occidentales.

La movilización sigue a la convocatoria para este viernes de referendos de integración con Rusia en las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y en los territorios ocupados del sur de Ucrania en las regiones de Jersón y Zaporiyia, consultas ya condenadas por la comunidad internacional.

Putin centró gran parte de su discurso en acusar a Occidente de amenazar a su país con el suministro de armamento ofensivo de largo alcance que permitiría a Ucrania lanzar ataques en Crimea y otras regiones de Rusia. “Con su política agresiva y antirrusa, Occidente ha superado todos los límites”, denunció.

El objetivo de Occidente es “debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país”, dijo el jefe del Kremlin, quien destacó que Occidente dice abiertamente que en “1991 pudieron desmembrar la Unión Soviética y que ahora ha llegado el turno de Rusia”.

“Se trata no solo de los ataques alentados por Occidente contra la central nuclear de Zaporiyia (en Ucrania, aunque bajo control militar ruso), que pueden provocar una catástrofe atómica, sino también de las declaraciones de altos cargos de la OTAN acerca de la posibilidad en emplear contra Rusia armas de destrucción masiva”, precisó.

Putin enfatizó que los ciudadanos de Rusia pueden estar seguros de que la integridad territorial, la independencia y la libertad del país están garantizadas “con todos los medios a nuestro alcance”, lo que incluye armamento más moderno que el de la OTAN.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que “no cree” que Rusia vaya a usar armas nucleares en la guerra.

“No creo que se vayan a utilizar esas armas. No creo que el mundo deje que eso ocurra”, afirmó el jefe del Estado ucraniano, según unos extractos de una entrevista televisiva.

En tanto, en declaraciones a la televisión pública, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, aseguró que serán movilizados 300,000 reservistas, un 1% del potencial del país.

Dichos reservistas deben haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas, aunque es improbable que sean destinados al frente.

Shoigú explicó que hay que “asegurar” y “controlar el territorio” ocupado por las tropas rusas en el Donbás y las regiones de Jersón y Zaporiyia.

Los primeros movilizados serán suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años, según Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados.

Recordemos que los reservistas que sean movilizados no tienen elección. El Parlamento ruso aprobó recientemente leyes que endurecen hasta con diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

Adelantándose a la oposición de muchos rusos, especialmente en las grandes ciudades, a enviar a sus hijos al frente, Shoigú aseguró que “no habrá movilización de estudiantes universitarios”. En principio, tampoco serán movilizados los reclutas, aunque las organizaciones de derechos humanos denunciaron el despliegue en las últimas semanas de un gran número de reclutas en la frontera con Ucrania.

El anuncio de Putin hizo temer que algunos hombres en edad de combatir no pudieran salir del país. El Kremlin se negó a comentar si las fronteras se cerrarán para los sujetos a la orden de movilización, y pidió a la gente que tenga paciencia mientras se aclara la ley.

Sin embargo, los vuelos de ida desde Rusia se dispararon en precio y se agotaron rápidamente este mismo miércoles.

Por su parte Estados Unidos dijo que se toma “en serio” la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin de usar armas nucleares en la guerra de Ucrania, y anunció “graves consecuencias” si Moscú avanza en ese sentido.

“Es una retórica irresponsable de una potencia nuclear”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, entrevistado por la cadena ABC. “Estamos monitoreando lo mejor que podemos su postura estratégica para poder modificar la nuestra si es necesario. No hemos visto ninguna indicación de que eso sea necesario en este momento”, agregó.

El primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que “no es el momento de hacer la guerra”, en un encuentro durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Uzbekistán, según reportaron este viernes medios indios.

“Excelencia, sé que ahora no es el momento de hacer la guerra”, le dijo Modi a Putin en Samarcanda, en el primer encuentro entre ambos líderes desde que Rusia inició en febrero la invasión de Ucrania, según imágenes difundidas por el canal público indio Doordashan.

Putin contestó que él quiere acabar “lo antes posible” el conflicto en Ucrania, y dijo entender las “preocupaciones” de India.

“Conozco su posición respecto al conflicto en Ucrania, sus preocupaciones (…) Lo haremos todo por tal de que se termine todo lo antes posible”, contestó Putin en su encuentro con Modi.

Recordemos que India se ha abstenido de condenar explícitamente la invasión lanzada por Rusia, que es de lejos el mayor proveedor de armas de Nueva Delhi.

Pero Modi se esforzó en destacar la importancia de “la democracia, la diplomacia y el diálogo”. Igualmente, el primer ministro indio dijo que hablaría con Putin de la forma de “avanzar en el camino de la paz”.

Previo al encuentro, Putin dijo entender también las “preocupaciones” de China, un importante aliado de Moscú, por el conflicto de Ucrania, que disparó los precios del petróleo y otras materias primas.

Sin embargo, en una intervención tras una cumbre, Putin minimizó la contraofensiva ucraniana y advirtió que Rusia respondería con más fuerza si sus tropas se ven sometidas a mayor presión.

Putin calificó la invasión como un paso necesario para evitar lo que, según él, era un complot occidental para dividir a Rusia, y dijo que no tenía prisa en Ucrania, además de que sus objetivos seguían siendo los mismos.

“Las autoridades de Kiev anunciaron que han lanzado y están llevando a cabo una operación activa de contraofensiva. Bueno, vamos a ver cómo se desarrolla, cómo acaba”, dijo Putin con una sonrisa.

“Recientemente, las fuerzas armadas rusas han infligido un par de golpes sensibles. Supongamos que son una advertencia. Si la situación sigue desarrollándose así, la respuesta será más seria”, advirtió el mandatario ruso.

El presidente de China, Xi Jinping, y su homologo ruso, Vladimir Putin, se reunieron este jueves para estrechar sus relaciones bilaterales, luego de que Rusia sufriera un importante revés en el campo de batalla en Ucrania.

Los dos líderes se reunieron en Uzbekistán al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, una alianza de seguridad de ocho naciones creada para contrarrestar la influencia estadounidense. Sus otros miembros son India, Pakistán y cuatro antiguas naciones soviéticas.

Además del ataque ruso a Ucrania, la reunión se da con conflictos entre Armenia y Azerbaiyán de fondo, así como las tensiones entre China y Estados Unidos, Europa y Japón debido a disputas tecnológicas, de seguridad y territoriales.

Al inicio de su reunión privada con Xi, Putin acusó lo que calificó de esfuerzo “indignante” de Estados Unidos y sus aliados para mantener su supuesta dominación global.

“Los intentos de crear un mundo unipolar han tomado últimamente una forma absolutamente indignante. Son absolutamente inaceptables para la vasta mayoría de los países del globo”, aseguró el presidente ruso.

Más cauteloso, Xi dijo que China estaba dispuesta con Rusia a “dar un ejemplo de potencia mundial responsable y cumplir un papel de líder para llevar a un mundo que cambia rápidamente por el camino del desarrollo sostenible y positivo”.

La cumbre en la antigua ciudad de Samarcanda es una escala en el primer viaje de Xi al exterior desde el comienzo de la pandemia de coronavirus hace dos años y medio, en el que busca afirmar a China como potencia regional.

De acuerdo a especialistas, el trasfondo de la reunión fue la retirada forzada de tropas rusas de grandes territorios en el noreste de Ucrania la semana pasada ante la contraofensiva ucraniana lanzada a inicios de mes.

Ucrania recuperó el control de varias ciudades y aldeas ocupadas por Rusia, lo que significó el mayor revés para Moscú desde que sus fuerzas se retiraran de los alrededores de la capital Kiev a principios de la guerra.

El gobierno de Xi, que antes de la invasión de Ucrania dijo que su amistad con Moscú era “ilimitada”, se ha negado a criticar las operaciones militares rusas.

Beijing e India han incrementado sus compras de petróleo y gas ruso, lo que ha permitido a Moscú compensar el impacto de las sanciones impuestas por Occidente desde la invasión.

“Apreciamos la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en relación con la crisis ucraniana”, dijo Putin.

Los países de la Unión Europea deberían poner un tope a los precios del gas natural ruso y solicitar un “aporte solidario” a las empresas europeas de petróleo y gas que están obteniendo ganancias a medida que la guerra en Ucrania eleva los costos de la energía, dijo este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

De cara al periodo invernal, los 27 países miembros de la UE se esfuerzan por contener una crisis energética que podría conducir a apagones, fábricas cerradas y una recesión profunda.

Y es que Rusia ha cortado parcial o totalmente el suministro de gas a 13 países europeos que utilizan el combustible para calentar hogares, generar electricidad y hacer marchar las fábricas.

“Enfrentamos una situación extraordinaria porque Rusia es un proveedor en el cual no se puede confiar, pero también porque manipula activamente el mercado del gas”, advirtió von der Leyen en conferencia desde Bruselas.

“Debemos reducir los ingresos de Rusia, que (el presidente ruso Vladimir) Putin utiliza para financiar su guerra atroz en Ucrania”, añadió.

Sin embargo, se negó a recomendar topes de precios y dijo que estos se deben acordar durante las conversaciones de emergencia de los ministros de energía de la UE que tendrá lugar el próximo viernes.

El organismo ejecutivo de la UE someterá una serie de propuestas a debatir entre los ministros.

Y es que el gas que llegaba por el ducto ruso representaba el 40% del fluido importado por Europa hasta que Putin ordenó la invasión de Ucrania, pero ahora representa el 9%, según Von der Leyen. Ahora, Noruega vende más gas al bloque que Rusia.

Al respecto, el presidente Vladímir Putin amenazó hoy a Occidente con cortarle la llave del gas y el petróleo si pone un tope a los precios de los hidrocarburos de su país, y también con romper el contrato de exportación de cereal con Ucrania si no levanta las sanciones.

“Existen obligaciones contractuales, contratos de suministro. Y si se toma algún tipo de medida política que contradiga los contratos, simplemente no los cumpliremos”, dijo Putin durante el VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del lejano oriente ruso.

Rusia “no suministrará nada si va en contra de nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón”, agregó.

Putin insistió en que el Kremlin tiene intención de cumplir con sus compromisos, pero si alguien intenta imponerle su voluntad al margen de los contratos adquiridos, advirtió que responderá como en el famoso cuento ruso popular ruso sobre el zorro y el lobo, en el que el primero invita al segundo a pescar metiendo la cola en un agujero de hielo en el río y al final lo pilla congelado por ingenuo.

“¡Congélate, congélate, cola de lobo!”, recitó, en alusión a los europeos.

El líder ruso no dudó en considerar una “tontería” la iniciativa de limitar el coste del gas suministrado por el consorcio estatal Gazprom, aduciendo que eso “únicamente provocará un aumento de los precios”.

Putin culpó del dramático encarecimiento del hidrocarburo a los propios clientes europeos de Gazprom, que les ofreció contratos con precios fijos a largo plazo cuando la tarifa era de 300 dólares, pero Europa optó por pagar al contado.

Recordó que durante décadas la UE contó con una “ventaja competitiva” gracias a los hidrocarburos rusos, ya que son mucho más rentables que el gas natural licuado de Estados Unidos.

“Si quieren renunciar a esa ventaja, nosotros no nos enfadaremos. El mercado de Europa siempre se consideró premium, pero la situación en el mundo cambia muy rápido y desde hace no mucho, al comienzo de la crisis en torno a Ucrania, dejó de serlo”, señaló.

Negó que el Kremlin utilice la energía como arma contra Europa, a la que acusó de meterse en un callejón sin salida debido a las sanciones adoptadas por la campaña militar rusa en Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este jueves un incremento del número de soldados que integran su Ejército justo cuando los ucranianos y sus aliados occidentales esperan un inminente cambio de estrategia de Rusia ante la estabilización del frente, luego de que se cumplieran seis meses de la invasión.

El Ejército ruso contará a partir del 1 de enero próximo con un millón 150 mil 628 soldados, es decir, se tendrá que reclutar a 137,000 elementos, en un momento en el que Moscú es incapaz de cumplir con su objetivo de “liberar” el Donbás y doblegar la resistencia ucraniana en el sur.

Con el decreto presidencial, el próximo año la plantilla de las Fuerzas Armadas, formada también por personal civil, superará los dos millones de personas, aunque poco más de la mitad serán soldados.

Desde hace ya un par de meses tanto la inteligencia ucraniana como la occidental denunciaron que el Ejército ruso sufría una falta de hombres, problema que se ve agravado por la negativa del Kremlin a declarar la movilización general.

Esto motivó la creación de decenas de patrullas de voluntarios, algunos de los cuales ya han sido desplegados en el este y el sur de Ucrania, aunque con escaso impacto en la marcha de la ofensiva rusa.

El hecho de que la medida no entre en vigor hasta 2023 podría significar el reconocimiento de que la campaña militar se alargará hasta el próximo año, ya que el invierno es un factor decisivo en esta parte del mundo.

La amenaza de un ataque a gran escala con ocasión el miércoles del Día de la Independencia de Ucrania y los seis meses de combates no se consumó, aunque la aviación rusa sí efectuó casi 200 vuelos, incluidos con bombarderos, muchos de los cuales no conllevaron el lanzamiento de misiles.

La orden de Putin sobre crecer su Ejército, llega a la par que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, garantizó este jueves a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que su gobierno “seguirá ayudando a Ucrania y a su población mientras luchan para defender su soberanía”.

Los dos mandatarios hablaron por teléfono, un día después de la celebración del Día de la Independencia de Ucrania. Ayer, Washington anunció otro paquete de ayuda valorado en unos 3.000 millones de dólares.

Zelenski agradeció a Biden el “inquebrantable” apoyo demostrado desde febrero, cuando el presidente de Rusia dio
orden de iniciar una ofensiva militar que se mantiene hasta el día de hoy, y que según analistas está lejos de llegar a su fin.

Según el mandatario ucraniano, el respaldo norteamericano es tanto económico como de seguridad. “Hemos hablado de futuros pasos en nuestra senda hacia la victoria sobre el agresor y en la importancia de que Rusia rinda cuentas por los crímenes de guerra”, dijo Zelenski en su cuenta de Twitter.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ratificó este martes el apoyo de su país a la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN y aseguró que su homólogo ruso, Vladímir Putin, no ha logrado dividir la alianza, sino fortalecerla.

“Putin pensó que podría dividirnos, y en su lugar ha conseguido exactamente lo que no quería”, dijo Biden en un acto celebrado en La Casa Blanca, donde firmó los documentos con el respaldo de Estados Unidos a la adhesión de Finlandia y Suecia, que el Senado estadounidense apoyó la semana pasada.

Biden ironizó sobre el hecho de que el presidente ruso “quisiera federalizar la OTAN, pero haya conseguido la ‘OTANización’ de Finlandia y Suecia”.

El mandatario consideró que, con su entrada en la alianza, Finlandia y Suecia contraen un compromiso “sagrado” y la OTAN, a su vez, se compromete a defenderlos.

“Atacar a uno es atacar a todos como dice el artículo 5”, dijo Biden, en alusión a la cláusula del tratado de la alianza sobre la defensa colectiva, y aseguró que en este momento dicho compromiso es “más fuerte que nunca”.

Recordó que la única vez en la historia en que se invocó dicho artículo fue tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, y recordó que entonces los aliados brindaron su apoyo, algo que este país “no olvidará nunca”.

En el contexto actual de la guerra en Ucrania, recalcó el compromiso de reforzar el flanco este de la OTAN y fortalecer la defensa contra “cualquier amenaza de agresión” hacia los países miembros, añadió Biden.

Con la firma de Estados Unidos, el país se convierte en el vigésimo tercer país de la OTAN en ratificar la entrada de Finlandia y Suecia. Son 30 los miembros, y se convertirán en 32 con estos dos nuevos países.

El Kremlin afirmó este lunes que no existen condiciones para una reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que Turquía reiterara la disposición a acoger ese encuentro.

“Ahora no se dan las condiciones necesarias para la reunión mencionada por el señor (Recep Tayyip) Erdogan”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El mandatario turco dijo la semana pasada que había recordado a su par ruso durante una reunión entre ambos en Sochi que Ankara estaba dispuesta a acoger una cumbre entre Putin y Zelenski para resolver el conflicto ruso-ucraniano en la mesa de negociaciones.

Peskov indicó hoy que esa reunión sería posible solo después de que las delegaciones de las partes “hagan sus deberes” para preparar el encuentro.

El portavoz del Kremlin aseguró que actualmente la parte ucraniana “ha desaparecido de los radares” y el proceso de negociación se ha detenido, por lo que “la operación militar especial continúa hasta que se alcancen sus objetivos”.

Kiev dijo previamente que si Moscú organiza referéndum en territorios ucranianos bajo su control para unirlos a Rusia, “cerrará toda posibilidad de negociaciones con Ucrania”.

Adicional, el Kremlin informó que Putin no tiene previsto acudir presencialmente ni intervenir por videoconferencia en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, prevista para septiembre.

“No. No hay planes de viajar o intervenir”, ha señalado el portavoz a la agencia rusa de noticias TASS cuando fue consultado sobre este asunto.

Más tarde, el portal oficial del Gobierno ruso publicó un comunicado en el que recoge que el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, será el encargado de liderar la delegación rusa en la cita.

Junto a Lavrov, la delegación estará formada por el viceministro de Exteriores, Serfei Vershinin; el presidente del Comité del Consejo de la Federación sobre Asuntos Internacionales, Gregori Karasin; el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, y el presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, Leonid Slutski.

Asimismo, acudirá un grupo de asesores de departamentos del Ministerio de Exteriores relacionados con la cooperación humanitaria, la no proliferación de armas, sectores jurídicos o especializados en nuevas amenazas.

Y mientras el Kremlin sierra las puertas en estos dos frentes, el Pentágono de Estados Unidos informó que cerca de 80,000 militares rusos murieron o resultaron heridos en Ucrania desde que comenzó la guerra a finales de febrero.

“Los rusos probablemente han sufrido entre 70 y 80,000 bajas en menos de seis meses”, dijo el subsecretario de Defensa, Colin Kahl.

Kahl también aseguró que las fuerzas rusas han perdido “3,000 o 4,000” vehículos blindados y podrían estar agotando los misiles guiados de precisión disponibles, incluidos los de aire-tierra y los de mar-tierra, después de haber disparado a una gran cantidad de blancos en Ucrania desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.

Esas pérdidas son “bastante considerables teniendo en cuenta que los rusos no lograron ninguno de los objetivos de Vladimir Putin al comienzo de la guerra”, declaró a los periodistas.

Añadió que el hecho de que las tropas rusas usen menos misiles guiados de precisión y de mayor alcance es un indicador de que sus suministros han caído cerca de lo que se necesita mantener en reserva para “otras contingencias”.

Kahl reconoció que los ucranianos también han registrado bajas significativas en el campo de batalla, pero no dio cifras. Sin embargo, Ucrania informó de al menos 10,000 muertos y 30,000 heridos en sus tropas.

Según una fuente militar que pidió el anonimato, el ejército ucraniano, que contaba con 170,000 soldados activos y 100,000 reservistas al comienzo de la guerra el 24 de febrero se ha reforzado hasta alcanzar entre 300,000 y 350,000 militares.

El presidente ruso, Vladimir Putin, desafió este jueves a las potencias occidentales que dan apoyo militar a Ucrania frente a las tropas rusas, a enfrentarse directamente en “un campo de batalla” en ese país.

“Oímos actualmente que los occidentales quieren derrotarnos en un campo de batalla. ¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!”, declaró Putin en una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.

Además, Putin señaló que su Ejército aún no ha dado comienzo a “nada serio” en Ucrania.

En esta línea, Putin ha lamentado que Occidente quiera combatir a Rusia en el frente de batalla, pues esto supone una “tragedia” para el pueblo ucraniano. “Pero parece que todo se dirige hacia esto”, reconoció.

Sin embargo, el presidente ruso sostuvo que Moscú no rechaza las negociaciones de paz en el marco de la guerra, iniciada tras su orden de invadir el territorio ucraniano a finales de febrero.

Por otro lado, Putin señaló que la guerra en Ucrania ha sido originada realmente por las potencias occidentales, que “organizaron y apoyaron un golpe armado inconstitucional en Ucrania en 2014”, en alusión a las revueltas del Euromaidán.

“El Occidente colectivo es el instigador directo, el culpable de lo que está sucediendo hoy”, acusó el líder ruso, quien sin embargo ha reconocido el mérito de dichas potencias si su objetivo era pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia.

“Si este mismo Occidente quiso provocar un conflicto para pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia, a una nueva etapa en la contención de nuestro país, entonces podemos decir que lo logró hasta cierto punto (…) Se ha desatado la guerra y se han introducido sanciones. En condiciones normales, probablemente sería difícil hacer esto”, añadió.

Finalmente, Putin advirtió  a las potencias occidentales que “el curso de la historia es inexorable” y que los intentos de “imponer su propio orden mundial están condenados al fracaso”.

Según diversos analistas internacionales, Rusia podría detener de forma temporal su ofensiva en Ucrania mientras su ejército intenta reorganizarse para una nueva ofensiva.

Las fuerzas rusas no anunciaron avances en Ucrania el miércoles “por primera vez en 133 días de guerra”, indicó el Institute for the Study of War. El centro de estudios, con sede en Washington, indicó que Moscú podría estar en una “pausa operativa” que no implica “el cese completo de las hostilidades activas”.

“Probablemente, las fuerzas rusas se limitarán a acciones ofensivas de escala relativamente pequeña en un intento de sentar las bases para operaciones ofensivas más significativas y recuperar la capacidad de combate necesaria para emprender esos objetivos más ambiciosos”, señaló el instituto.

Un comunicado el jueves del Ministerio ruso de Defensa pareció confirmar ese análisis. El ejército dijo que se había dado tiempo para descansar a las unidades militares rusas implicadas en combates en Ucrania.

“Las unidades que realizaron misiones de combate durante la operación militar especial están tomando medidas para recuperar su capacidad de combate. Sus efectivos reciben la oportunidad de descansar, recibir cartas y paquetes de casa”, indicó el comunicado, citado por la agencia estatal noticiosa rusa Tass.

El presidente ruso, Vladimir Putin, no habría ordenado la invasión de Ucrania si fuera una mujer, estimó el primer ministro británico, Boris Johnson, que consideró que sería mejor que hubiera más mujeres en el poder.

“Si Putin fuera una mujer, lo que obviamente no es, no creo realmente que se hubiera lanzado en esta guerra loca de macho, de invasión y violencia de la manera que lo hizo”, declaró el primer ministro británico a la cadena de televisión alemana ZDF.

El inicio de esta guerra es “un ejemplo perfecto de toxicidad masculina”, prosiguió.

En la misma entrevista, el dirigente instó a una mayor educación para las niñas en el mundo y abogó para que haya más “mujeres en los puestos de poder”.

Sus comentarios fueron objeto de burlas por parte de las autoridades rusas. “A Freud le habría encantado tener en vida un tema así para sus investigaciones”, destacó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a la agencia de prensa Ria Novosti respecto al jefe del gobierno británico.

“Boris Johnson tiene una gran imaginación. ¿Qué demonios hicieron los Siete juntos?”, comentó por su parte Maria Zakharova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Telegram, en referencia a la cumbre de los dirigentes de las siete principales potencias del G7.

En su entrevista a la cadena alemana, el jefe del gobierno británico también reconoció que “todo el mundo quiere que la guerra termine” pero, por el momento, “no hay acuerdo posible. Putin no hace una oferta de paz”.

El objetivo inmediato de la estrategia occidental es apoyar a Ucrania para que esté en la mejor posición estratégica posible el día en que puedan comenzar las negociaciones de paz con Moscú, añadió.

El presidente ruso, Vladímir Putin, consideró hoy como “prácticamente una agresión” la presión que ejercen algunos países inamistosos, como suele denominar Moscú a las naciones han adoptado sanciones contra Rusia por su operación militar en Ucrania.

“La ventajas de la política de integración son especialmente evidentes ahora en actual compleja situación internacional, en condiciones de prácticamente agresión por parte de algunos Estados que nos son inamistosos”, dijo Putin al participar en la cumbre de la Unión Económica Euroasiática (UEE).

En su intervención a distancia, el jefe del Kremlin recalcó que para Moscú profundizar la alianza con todos los Estados de UEE, que además de Rusia agrupa a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, es una prioridad.

“Suscita satisfacción que, pese a la compleja situación internacional, a la confrontación desatada por el llamado Occidente colectivo, a que nuestros detractores intentan poner todo tipo de obstáculos a nuestra integración, para nosotros está claro que aumenta el interés de muchos socios extranjeros en la UEE”, dijo.

Putin respaldó la prolongación del acuerdo provisional de libre comercio con Irán actualmente en vigor.

Destacó que gracias a dicho acuerdo los intercambios comerciales entre la UEE e Irán aumentaron en 2021 en un 73.5%, hasta los 5,000 millones de dólares y que las exportaciones de la Unión se duplicaron y alcanzaron los 3,400 millones de dólares.

El mandatario ruso hizo un llamado a sus homólogos de la Unión a prestar especial atención a los asuntos relativos a la seguridad alimentaria, ya que en el mundo se enfrenta a una situación complicada.

“Nuestros países hacen un importante aporte a la solución de estos problemas, y Rusia y todos lo miembros de nuestra organización se comportan con la mayor responsabilidad”, añadió. “Tomando en cuenta que la UEE es el mayor exportador mundial de productos agrícolas, en la organización se adoptan todas las medidas posibles (…) para garantizar la estabilidad de las cadenas de suministro”, indicó.

La UEE se constituyó formalmente el 1 de enero de 2015 y abarca un territorio de poco más de 20.8 millones de kilómetros cuadrados con más de 182 millones de habitantes.

La economía rusa se contraerá un 7.8% en 2022, por debajo de las predicciones del Banco Central, según informó el Ministerio de Economía, atribuyendo el desempeño a las sanciones por la “operación militar especial” en Ucrania.

Según los parámetros económicos para los próximos cuatros años, la economía se recuperará en 2023 con una leve contracción del 0.7%, frente a las previsiones del 0.3% por parte del banco emisor.

El Producto Interno Bruto (PIB) crecerá ya un 3.2% en 2024 y un 2.6% en 2025, previsiones que han sido consensuadas con el Ministerio de Finanzas.

Las predicciones de contracción coinciden con el mayor descenso de la economía rusa -7.8% en 2009, desde que el presidente Vladímir Putin llegara al poder en el 2000.

La economía rusa ya ha notado los efectos de las sanciones occidentales sin precedentes debido a la invasión militar en Ucrania en el primer trimestre del año, en el que su PIB creció solo un 1.6%.

Se espera que el punto más bajo sea el tercer trimestre, tras lo que comenzará la recuperación, que no se notará en la vida de los rusos hasta la segunda mitad de 2023.

La inflación ascenderá a finales de este año al 17.5%, mientras que las inversiones en capital caerán un 19.4% y los ingresos reales descenderán un 6.8%. El desempleo aumentará hasta el 6.7%.

El Ministerio de Economía también pronostica que las exportaciones caerán un 14%, descenso que en el caso de la industria de hidrocarburos será del 8%.

En anticipación de un nuevo paquete de sanciones occidentales, el presidente Putin llamó “suicidio económico” la posible renuncia de la Unión Europea al gas y petróleo rusos.

En el plano diplomático, el Kremlin anunció este miércoles la expulsión de 27 diplomáticos españoles, 34 franceses y 24 italianos, medidas denunciadas por los países afectados.

En Kiev, la capital de Ucrania, un soldado ruso se declaró culpable ante un tribunal local en el primer juicio por crímenes de guerra desde el inicio de la invasión lanzada el 24 de febrero.

El sargento Vadim Shishimarin, de 21 años, admitió haber matado a un civil desarmado de 62 años en la región de Sumy el 28 de febrero.

“Con este primer juicio, estamos enviando una señal clara que cada perpetrador, cada persona que ordene o ayude a que se cometan crímenes de guerra en Ucrania no podrá evadir su responsabilidad”, dijo la fiscal ucraniana Irina Venediktova.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que su gobierno no tiene información sobre Shishimarin y aseguró que todas las acusaciones de crímenes de guerra en Ucrania son “falsas” o meros “montajes”.

Foto: Facebook Embajada de Rusia en México