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El nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró que las relaciones bilaterales entre ambos países se encuentran ahora en una etapa de “reajuste” tras la llegada a La Casa Blanca del presidente, Joe Biden, lo que da por terminadas las políticas de “corte conservador” del expresidente Donald Trump.

En entrevista con Milenio, Salazar explicó que parte de “ese reajuste tiene que ver con la problemática que representa para ambos países el tráfico ilegal de armas en la frontera, por lo que ambos deben garantizar que este tipo de cuestiones se resuelven”.

En este sentido, ha dicho sentir “dolor” por ver los estragos de la violencia derivada del narcotráfico que se vive en el país desde, hace al menos, una década, gracias en gran medida al contrabando de armas.

“Me duele en el corazón. Es un tiempo doloroso, doloroso más para la gente afectada”, ha aseverado antes de aceptar la responsabilidad de Estados Unidos en el tráfico ilegal de armas en la frontera. Dichas armas, ha señalado acaban en la mayoría de los casos en manos de grupos de la delincuencia organizada en México, especialmente los
cárteles de la droga,

Este es, sin embargo, un “problema compartido”, tal y como ha indicado. “En Estados Unidos también sufren por esta epidemia de violencia”,

Asimismo, ha afirmado que el tema migratorio “tiene en jaque” la frontera sur, donde miles de migrantes, haitianos y centroamericanos son contenidos por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) y ha adelantado que es necesario implementar un nuevo modelo migratorio entre las partes.

Salazar ha hecho hincapié en que Washington espera construir una nueva relación con México dado que La Casa Blanca no se centrará “en el pasado”.

En ese sentido, el nuevo embajador subrayó que la administración del presidente Biden quiere un trato entre iguales con México, por lo que resaltó la importancia de privilegiar el diálogo y trabajar en la construcción de marcos legales duraderos que beneficien a los países.

En un mensaje en Palacio Nacional, donde el pasado martes entregó sus cartas credenciales al presidente López Obrador, Salazar indicó que era un orgullo para él iniciar su gestión porque “mis raíces mexicanas y estadounidenses siempre han estado presentes en la vida de mi familia. Una familia que refleja a millones de hogares en mi país y que es un testimonio de nuestro pasado compartido y del futuro esperanzador que juntos podemos construir en ambos lados de la frontera. Somos dos naciones con un mismo pueblo”.

Y fue justo Ken Salazar quien este jueves asistió como invitado especial al Desfile Militar, evento en el que AMLO hizo un llamado al gobierno de Estados Unidos para poner fin al bloqueo contra Cuba.

El embajador estadounidense escuchó el discurso de López Obrador desde las gradas que se instalaron para los invitados frente a Palacio Nacional, a un costado del templete en el que estuvo AMLO.

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este lunes que México tiene “las puertas abiertas” para una investigación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre el presunto nexo entre el crimen organizado y las elecciones, esto luego de que la oposición anunciara que presentaría una denuncia al respecto.

“Pues si la OEA lo decide, que vengan, están las puertas abiertas del país, no tenemos nada que ocultar”, expresó López Obrador en su conferencia matutina al ser cuestionado sobre el tema.

El presidente respondió a ‘Va por México’, que integran el PRI, el PRD y el PAN, que anunciaron que este lunes acudirían a Washington para entrevistarse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Los opositores denunciarán la “intervención del crimen organizado” en las elecciones del 6 de junio, cuando los partidos aliados de López Obrador perdieron la mayoría calificada de dos tercios del Congreso, pero ganaron en la mayoría de los 15 estados donde se elegía gobernador.

“Que no se confunda, son otros tiempos, nosotros no establecemos relaciones de complicidad ni con la delincuencia organizada, ni con la delincuencia de cuello blanco. No solo la OEA, sino la ONU, cualquier organismo que quiera venir”, declaró AMLO.

El presidente argumentó que la OEA ya emitió una certificación sobre las elecciones de México y no hubo ninguna violación grave.

Por ello, acusó a los opositores de “politiquería” por su viaje a Washington, donde también visitarán a Tania Reneaum, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los opositores también criticarán “el hostigamiento a las instituciones y la persecución política de los opositores”, de acuerdo con el líder del PAN, Marko Cortés.

Aun así, López Obrador reconoció que “todos tienen derecho a acudir a un organismo internacional” al insistir en que “no le preocupa” que vayan.

“Los entiendo, están muy desesperados porque se unieron todos y pensaron que con dinero, con el apoyo de los medios de información, incluso con el dinero que reciben de la Embajada de Estados Unidos, iban a arrasar en la pasada elección”, dijo el presidente.

La denuncia que la oposición presentará se da en medio de diferencias del gobierno de AMLO con la OEA y, en particular con su secretario Almagro. Apenas el mes pasado, López Obrador propuso desaparecer a la OEA y crear un nuevo organismo en un discurso ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La primera reunión entre los presidentes de EEUU y de Rusia, Joe Biden y Vladímir Putin, junto a sus respectivos ministros de Exteriores, ha durado casi dos horas en la Villa La Grange de Ginebra, informó el Kremlin.

“Hemos acabado el formato reducido” de la reunión, es decir los dos presidentes y sus responsables de la diplomacia, Serguéi Lavrov, y Antony Blinken, señaló el portavoz, Dmitri Peskov.

En el programa inicial estaba previsto en torno a una hora y quince minutos para este encuentro, que se celebró en una de las bibliotecas de la mansión construida en el siglo XVIII. Finalmente se prolongó casi dos horas, según Peskov, quien añadió que ahora hay un breve descanso.

La agenda de las conversaciones se iba a centrar en esta primera reunión en el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, temas de seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia.

Además de temas relativos a la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus.

Tras el descanso ambos líderes pasaron al formato ampliado, en el que participan además de Putin y Biden cinco asesores de cada una de las delegaciones. Después aún habrá una segunda parte en el formato extendido antes de que los mandatarios ofrezcan una rueda de prensa por separado.

El formato ampliado estará dedicado, entre otros temas, a conflictos y crisis regionales: Oriente Medio, Siria, Libia y Ucrania, el programa nuclear iraní, el arreglo en Afganistán,y la situación en la península coreana y en Nagorno Karabaj.

Putin y Biden, que se saludaron con un apretón de manos, iniciaron su cumbre con un breve intercambio de palabras ante las cámaras de televisión de todo el mundo.

El estadounidense dijo que es mejor verse cara a cara y el ruso apuntó que esperaba una reunión “productiva”. El primero en hablar fue Putin, quien destacó que “se han acumulado muchas cuestiones en las relaciones ruso-estadounidenses que requieren una reunión al más alto nivel”.

“Espero que nuestro encuentro sea productivo”, apuntó el líder ruso, quien agradeció a su homólogo “su iniciativa de celebrar esta reunión”. Biden respondió con un “gracias”.

El presidente estadounidense agregó que durante esta jornada intentarán determinar dónde están sus intereses mutuos y dónde están sus desacuerdos. “Podemos hacer todo para discutir los asuntos de una manera profesional y predecible”, afirmó.

Más tarde, Putin valoró positivamente la cumbre con su homólogo estadounidense y afirmó que “no hubo ninguna hostilidad” pese a las discrepancias existentes.

“Considero que no hubo ninguna hostilidad. Al revés. Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones”, afirmó.

Además informó que junto a Biden acordaron el regreso de sus respectivos embajadores luego de diferencias en ambos países. “Regresarán a su lugar de trabajo. Cuándo exactamente es una cuestión puramente técnica”.

Las relaciones diplomáticas entre Moscú y Washington estaban muy degradadas desde que el actual mandatario estadounidense llegó al poder en enero. Recordemos que después que Biden comparara a Putin con un “asesino”, Rusia llamó a consultas en marzo a su embajador Anatoli Antonov y dijo que su par estadounidense en Moscú, John Sullivan, debería regresar a Washington.

Sullivan abandonó Moscú en abril cuando ambos países anunciaron una ola de sanciones y de expulsiones de diplomáticos.

En un mensaje a medios, Biden calificó de “bueno” y “positivo” el tono de la cumbre con Putin, a quien dijo que infraestructuras críticas deben quedar al margen de ciberataques.

Indicó que comunicó a Putin que EUA y Rusia pueden colaborar en “áreas de estabilidad estratégica”, puntualizó que advirtió a Putin de que no tolerará ninguna interferencia electoral en Estados Unidos.

Biden dijo que dejó en claro a su homólogo que su agenda no es en contra de Rusia, sino que “es por el pueblo estadounidense”, y en ese sentido, aseguró que seguirá levantando la voz por casos de “derechos fundamentales”, como el del opositor ruso Alexéi Navalni.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

 

 

Hace algunos años y en plena crisis humanitaria causada por los flujos de refugiados sirios cruzando territorio turco hacia Europa, diversos países de la Unión Europea buscaron que el gobierno de Turquía, encabezado por el presidente Recep Erdogan, detuviese ese movimiento masivo y trágico de familias enteras huyendo del conflicto y de crímenes de lesa humanidad propiciados por el régimen sirio. El quid pro quo tácito fue que varios gobiernos europeos se hiciesen de la vista gorda y no se pronunciaran sobre la política interna turca y la creciente degradación democrática en curso en ese país. Hoy, Estados Unidos podría estar cayendo en ese mismo error, o en lo que yo llamaría la “Trampa Erdogan”. Es decir, que cara a las elecciones intermedias legislativas del próximo año y el alcahueteo político y electoral del tema por parte del Partido Republicano, Joe Biden requiere contar, a toda costa, con el apoyo cabal mexicano para encarar los efectos de la transmigración centroamericana y disminuir sensiblemente los flujos de migrantes en la frontera con nuestro país. A cambio, para no contaminar esa posibilidad de cooperación mexicana y ante la particular manera en la cual el Presidente López Obrador concibe en esta coyuntura la relación con EU, Washington decidió que por el momento no cuestionará o presionará al gobierno y presidente de México en otros temas bilaterales sensibles y particularmente en aquellos de política interna mexicana que apuntan a la erosión de la democracia mexicana.

Qué duda cabe que la actual administración estadounidense debe hilar fino con México. A diferencia de Trump, a quien le importaba un pepino la relación con México o la política interna de nuestro país, Biden entiende que las fortalezas económica y democrática mexicanas son factores estratégicos para el bienestar y la seguridad de EE.UU. También tiene clara la proclividad del presidente mexicano por el hombre al que él derrotó en las urnas en noviembre pasado. Y ha detectado la inclinación de su homólogo de estar buscando en este momento -ante un gobierno que, a diferencia del de Trump, busca compartimentalizar de nuevo la relación y evitar que diferendos en un tema específico contaminen la agenda en su conjunto- un pulso de tensión con Washington, enmarcado en su narrativa de ellos vs nosotros, en su perspectiva particular de las relaciones internacionales y del vínculo con EU, así como su rechazo a una realidad inexorable: los vasos comunicantes que existen entre la política interna de cada nación y la agenda bilateral. Por ello Biden y su equipo han buscado desde el primer día minimizar las probabilidades de que López Obrador encuentre oportunidades para detonar casus belli con el gobierno estadounidense, tal y como ha ocurrido con el frente que abrió atacando el financiamiento a organizaciones de la sociedad civil en México (después de haber ignorado convenientemente que éste se dio también durante la gestión de Trump en la Casa Blanca) y que de manera tácita e indirecta fue atajado con el pronunciamiento general en el sentido de que EU seguirá apoyando, como eje de seguridad nacional interno y en el mundo, a ONG dedicadas a fomentar la transparencia y combatir la corrupción. Es en este contexto complicado que se encuadra la visita de la Vicepresidenta Kamala Harris a México.

Su viaje a México se originó como parte de la estrategia estadounidense para detener la escalada en los flujos migratorios estacionales en la región y como un esfuerzo para convertirla en pieza central de interlocución con el gobierno mexicano. Por ello fue ella quien anticipó la semana pasada a López Obrador el anuncio que haría la Casa Blanca más tarde ese día acerca del envío de dosis de vacunas a nuestro país. Y si bien pasarán algunos días antes de que tengamos una lectura más granular de los temas que se abordaron -y sobre cómo fueron abordados- en la reunión de ayer en Palacio Nacional, la vicepresidenta aterrizó el lunes por la noche en la Ciudad de México con una agenda conformada básicamente por el tema migratorio y la cooperación bilateral en la materia; los esfuerzos para garantizar que la vacunación blinde a ambos lados de la región fronteriza de nuevos casos o rebrotes, evitando en una especie de cordón sanitario nuevas disrupciones en las cadenas esenciales de suministro y dando pasos hacia la reapertura total de la frontera; la importancia de los temas ambientales y laborales como parte de las obligaciones mexicanas al amparo del TMEC; y un apuesta al reinicio de conversaciones sobre la cooperación en materia de seguridad. Dada la enorme complejidad y amplitud de la agenda bilateral -para Washington, única quizás en el mundo en función de ese abanico temático tan amplio- y ya no digamos los innumerables temas de política interna que impactan esa agenda y la relación entre ambas naciones, esta es una agenda temática indudablemente constreñida.

Los flujos migratorios centroamericanos ya han empezado a disminuir, como ocurre año con año con la temporada de lluvias. Y con una administración que con el paso de los meses ha alcanzado una mejor capacidad de gestión -ciertamente facilitada por la labor mexicana en prevenir cruces indocumentados hacia Estados Unidos- para enderezar la situación desastrosa que se encontró como legado envenenado trumpista en materia de política migratoria y de asilo a fines de enero cuando tomó las riendas de gobierno, la pregunta obligada es si Biden empezará a ampliar la agenda diplomática con México para incluir, de manera pública o en privado, otros temas esenciales para el futuro de la relación.

Biden y Harris ciertamente hacen bien en buscar evitar darle excusas al presidente mexicano para torpedear el diálogo integral que debe darse entre ambas naciones, y considero que es buena apuesta que la vicepresidenta se consolide como interlocutora privilegiada del gabinete estadounidense con México, sobre todo si se trata de buscar mitigar y darle la vuelta al recelo y resentimiento que López Obrador carga con los Demócratas en virtud de que considera que no lo apoyaron cuando buscó impugnar y cuestionar los resultados electorales de 2006 y 2012 en México. Pero en algún momento, la Administración Biden tendrá que empezar a ocuparse de los demás temas de la agenda bilateral: desde la infraestructura fronteriza, las energías renovables y el cambio climático hasta la indispensable cooperación en todos los temas de seguridad e inteligencia, el agua de los ríos Bravo y Colorado y la mitigación del impacto ambiental que generó el muro de Trump o la construcción de un andamiaje comercial y económico que permita a Norteamérica competir con China. Y como parte de esa ampliación temática, la preocupación por una presidencia imperial y por la vitalidad democrática en México, por sus pesos y contrapesos, su separación de poderes y sus organismos autónomos, por el papel de medios y sociedad civil en la rendición de cuentas, la pluralidad, la tolerancia y una democracia participativa, tendrán que jugar un papel en el cálculo estadounidense de cómo interactuar con este gobierno mexicano. Veremos si con la visita de la vicepresidenta -o a partir de ella- se empieza a perfilar esa agenda y si Estados Unidos sale de esa trampa en la que podría haber caído y en lugar de jugar matatenas, empieza a jugar ajedrez en la relación bilateral.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que su gobierno hizo “lo correcto” y “ético” al publicar el expediente que la DEA envió a México en torno al general Salvador Cienfuegos, quien el jueves pasado fue exonerado de las acusaciones de narcotráfico por la Fiscalía General de la República (FGR).

“No se pueden fabricar delitos a nadie. Lo que hicimos fue lo correcto, es ético, independientemente del derecho, que tampoco se viola”, señaló el presidente en su conferencia de prensa matutina.

Los comentarios del mandatario llegan luego de que de que este fin de semana, el Gobierno de Estados Unidos expresara su “profunda decepción” por la exoneración de Cienfuegos por parte de la FGR, que decidió no investigarlo por falta de pruebas.

Además, el Departamento de Justicia acusó a México de violar un tratado al divulgar información que le había compartido de manera confidencial.

Ante lo expuesto por la dependencia estadounidense, AMLO respondió que “no es posible que se lleve a cabo una investigación sin sustento y quedarnos callados”. Justificó que el expediente se dio a conocer el viernes porque las circunstancias así lo exigían, pues estaba en entredicho el prestigio de México.

“Es inédito (la publicación del expediente) pero así lo exigían las circunstancias, porque esta de por medio el prestigio de México, y ningún grupo, ningún gobierno puede socavar el prestigio de nuestra nación”, sostuvo López Obrador.

Destacó que por ello el compromiso de su gobierno fue dar a conocer la información que envió el Departamento de Justicia estadounidense “sin borrar nada”, aunque reconoció que el expediente de la Fiscalía, dado a conocer el sábado pasado, sí tenía partes borradas por la naturaleza de la investigación.

El jefe del Ejecutivo reiteró que la investigación de la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) fue “irresponsable” pues se fabricaron delitos con base solamente en fotografías de capturas de pantallas de un celular. Indicó que no se debe pensar que las agencias de investigación extranjeras son “infalibles o perfectos”, ni que todo lo malo tiene que ver con su gobierno.

López Obrador descartó que la relación con Estados Unidos se hayan fracturado tras hacerse público el expediente que el país vecino compartió con México.

“Actuamos bien y esto no afecta las relaciones, son buenas las relaciones con el gobierno actual y con el gobierno que entrará en funcionamiento esta semana”, apuntó.

El jefe de la diplomacia rusa calificó este jueves al sistema electoral estadounidense de uno de los más “arcaicos” del mundo, tras la virtual victoria de Joe Biden, rechazada por el presidente Donald Trump.

“Tienen probablemente el sistema electoral más arcaico que existe comparado a otros países importantes del mundo”, declaró Serguéi Lavrov, durante una rueda de prensa.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso criticó sobre todo el carácter indirecto de la elección del presidente, que es elegido por grandes electores designados por sufragio universal. Y es que según el sistema, el vencedor no es aquel que consiga más votos a nivel nacional, sino el que gana el colegio electoral, constituido por 270 representantes de todos los estados.

“Si los estadounidenses están dispuestos a vivir con esta tradición que deforma considerablemente la voluntad del pueblo (…) que lo hagan”, dijo Lavrov, quien reiteró que Moscú solo felicitaría al vencedor de la elección tras la publicación de los resultados oficiales.

“Las felicitaciones son enviadas antes de la publicación de los resultados cuando no hay litigios”, señaló el ministro ruso.

Lavrov indicó que no espera que las relaciones entre Moscú y Washington, deterioradas en los últimos años, vayan a cambiar con el demócrata Joe Biden al frente de Estados Unidos.

“Nuestros politólogos, y yo concuerdo totalmente con ellos, no esperan cambios revolucionarios” en la política exterior de EUA respecto a Rusia, aunque admitió que “hacer pronósticos en estos momentos no es una idea muy provechosa”.

El jefe de la diplomacia rusa afirmó que en estos momentos Estados Unidos está “profundamente dividido”, algo que se ha evidenciado en las elecciones presidenciales. “Está claro que los políticos responsables deben buscar algunos asideros que les permitan superar esta división y promover ideas unificadoras que aglutinen al pueblo estadounidense”, señaló.

Para muchos observadores, argumentó Lavrov, uno de estos “denominadores comunes” son las relaciones con Rusia; denunció que durante los últimos años en EUA se ha sembrado una profunda rusofobia.

En todo caso, estimó, las declaraciones de Biden indican que su política exterior seguirá el curso de la que aplicó la Administración de Barack Obama.

Una decena de legisladores de la Liga de Congresistas Hispanos denunciaron en Washington la “politización” de las relaciones entre Estados Unidos y México y urgieron al presidente Donald Trump a cancelar su encuentro con Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Y es que recordemos que López Obrador viajará a Washington el 8 y 9 de julio para reunirse con Trump con motivo de la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de América del Norte, el T-MEC.

Los congresistas demócratas denunciaron en una carta para Trump que el mandatario reciba a AMLO en un momento en que el Congreso no está en sesión y señalaron que es “un intento flagrante de politizar” el vínculo con México.

“Lo instamos encarecidamente a que reconsidere esta reunión y la cancele”, dijeron los congresistas en un momento en que ambos países viven una aguda crisis por el coronavirus y Estados Unidos es el lugar del mundo más golpeado por la pandemia, con más de 127,000 fallecidos.

López Obrador, que no ha viajado al extranjero desde que asumió el poder, efectuará este viaje pese a que el primer ministro de Canadá, el tercer país firmante del T-MEC-, Justin Trudeau, no acudirá al encuentro.

Los congresistas pidieron, además, un plan para terminar con los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), un programa por el que los migrantes que buscan refugio en Estados Unidos deben esperar en territorio mexicano el trámite de sus solicitudes.

Los legisladores señalaron que este acuerdo ha dejado varados a 60,000 demandantes de asilo, violando la ley internacional y colocando en una situación de vulnerabilidad a los migrantes.

Entre los firmantes de la carta están el presidente de la Liga de Congresistas Hispanos, Joaquin Castro, así como las representantes Verónica Escobar y Alexandria Ocasio-Cortez.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que, aunque sean sus conocidos, no solapará a los 15 grandes empresarios que adeudan al fisco 50 mil millones de pesos.

“Hay gente que conozco, que tengo relación con ellos, pero si hay deudas no puedo solaparlo, además, esto yo siempre lo he dicho, a todos, yo ya no me pertenezco, yo no puedo permitir, ni ser cómplice de la corrupción, de la inmpunidad”, afirmó.

Al cuestionarle si hay un trato especial para la empresa de Ricardo Salinas Pliego, TV Azteca, indicó que su gobierno no da trato preferencial.

“Para nadie, lo que pasa que también dar a conocer los nombres de los 15, no solo es un asunto legal, es un asunto que tiene que ver con no humillar a nadie, porque podrán ser muy fuertes económicamente, pero los ponemos aquí y les afecta no sólo en su prestigio. Les afecta en la Bolsa, no la del pantalón… aunque también, participan en la Bolsa de Valores, en estas 15 hay como cinco extranjeras grandes, ponemos los nombres y les puede ir mal en sus acciones, eso no lo podemos hacer”.

Y es que mucho se ha hablado que Salinas Pliego es uno de los empresarios consentidos del gobierno de la Cuarta Transformación, pues además de haberle adjudicado diversos contratos, el empresario forma parte del consejo asesor del presidente.

Al insistirle si no era mejor exhibir los nombre de las empresas, AMLO dijo que es ilegal, humillante y además no conviene económicamente.

López Obrador reiteró que no considera justo que los campesinos o trabajadores paguen sus impuestos, y los que tienen más dinero (los empresarios) no lo hagan. Incluso dijo que no le preocupa que se fueran a “enojar”, pues con sus influencias, se les podrían ir “encima”.

El mandatario tocó de nueva cuenta el tema de Javier Alatorre, quien emitió un comentario en contra de la estrategia de comunicación de la Secretaría de Salud.

“Sí hicimos nosotros nuestro planteamiento, yo mencioné que fue un error de (Javier) Alatorre y que lo consideraba mi amigo, que fue irreflexivo y que todos cometemos errores, y yo espero que (los medios) cambien esa conducta porque los otros son distintos porque pues es consigna”, remató.

Donald Trump y el primer ministro indio Narendra Modi celebraron este lunes un mitin multitudinario ante 100,000 personas en un estadio de críquet, en el marco de la la visita de Estado de dos días del presidente estadounidense.

Los dos dirigentes destacaron sus buenas relaciones personales y de sus países en un contexto de tensiones comerciales en el mundo.

El encuentro tuvo lugar en el mayor estadio de críquet del mundo, en la ciudad de Ahmedabad, en un mitin llamado “Namaste Trump” (“Hola Trump” en hindi).

“La relación entre India y Estados Unidos no es solo la de un socio más. Es una relación mucho más profunda y más grande”, dijo Narendra Modi a Trump.

Trump agradeció la “acogida fenomenal” en India. “Estados Unidos quiere a India. Estados Unidos respeta a India, y Estados Unidos será siempre un amigo fiel y leal del pueblo indio”, dijo Trump, elogiando la diversidad cultural del gigante asiático, así como su cine y sus jugadores de críquet.

Las gradas del estadio Sardar Patel estaban llenas cuando llegaron los dos líderes. Las colas para entrar habían empezado a las cuatro de la mañana.

Sin embargo, en el calor de la tarde, casi la mitad de la gente abandonó el estadio antes de que terminara el discurso de Trump.

La primera jornada de esta visita de Estado de Donald Trump fue una exhibición de la amistad entre ambos líderes y el martes tendrán lugar las reuniones bilaterales.

Trump empezó su visita en Gujarat, el rico estado donde nació Narendra Modi y del que fue gobernador durante mucho tiempo.

El presidente estadounidense visitó el áshram (lugar de meditación) de Gandhi y con su limusina recorrió varios lugares de la ciudad de Ahmedabad, decoradas con inmensas pancartas dándole la bienvenida.

Miles de indios le saludaron cuando pasaba aunque no fueron los “millones” que había augurado Trump antes de su viaje.

Luego tomó una avión rumbo a Agra, donde visitará el Taj Mahal, antes de dirigirse a Nueva Delhi para una serie de reuniones y firmas de contratos el martes.

El mitin “Namaste Trump” en el estadio de críquet fue la respuesta de Modi a uno similar celebrado en septiembre en Houston (Estados Unidos) con el lema “Howdy Modi” (“Cómo estás Modi”).

No se esperan grandes anuncios durante la visita de Donald Trump a India. Los dos países están enfrentados en un guerra comercial desde el año pasado y de momento no se espera un nuevo acuerdo comercial.

El gobierno de Reino Unido indicó este viernes, que el día de mañana, 1 de febrero, comenzará un nuevo capítulo en su historia, al dejar de formar parte de la Unión Europea.

“Así, se cumple con la voluntad de la mayoría del pueblo británico que votó en el referéndum de salida en el año 2016”. 

Señaló que para garantizar una transición sin problemas y la continuidad del comercio en países clave como México, habrá un período de transición hasta diciembre de 2020 durante el cual el Reino Unido puede seguir siendo tratado como un Estado miembro para efecto de los acuerdos internacionales de la Unión Europea, incluidos los acuerdos comerciales.

“La continuidad de nuestros acuerdos internacionales durante el período de implementación brinda estabilidad en sectores claves, y ofrece seguridad y confianza a las empresas, los ciudadanos y nuestros socios internacionales”.

Al afirmar que el Reino Unido fue el primer país europeo en reconocer la independencia de México hace casi 200 años, así como el primero en firmar un acuerdo de libre comercio, el gobierno reconoció que existen grandes oportunidades para las relaciones entre ambos países. 

“Como señal del compromiso del Gobierno Británico con México, se están invirtiendo alrededor de $6 mil millones de pesos en programas de cooperación durante los próximos tres años en áreas como Salud, Educación, Cambio Climático, Ciudades del Futuro, Servicios Financieros, Cooperación Científica y Anticorrupción/Derecho de Estado. También hay un sólido compromiso con apoyar la igualdad de género, en línea con el nuevo énfasis que el Gobierno de México ha puesto en ese tema”. 

Recordó que las conexiones comerciales entre ambos países están aumentando, y el comercio bilateral total ha crecido a un ritmo constante del 7% desde 2010. 

“El Reino Unido busca construir la economía más innovadora y abierta del mundo a la vanguardia de las nuevas industrias. Este es el momento de mirar hacia el futuro con confianza y estoy muy emocionada de liderar ese esfuerzo aquí en México y de lograr cada vez más con nuestros amigos mexicanos”, dijo Corin Robertson, Embajadora Británica en México.

Corea del Norte anunció el martes que mantendrá reuniones de trabajo sobre temas nucleares con Estados Unidos el próximo sábado, lo cual confirmaría la reanudación de las negociaciones después del fracaso de la cumbre de Hanói en febrero pasado.

Las dos partes acordaron mantener una reunión de “contacto preliminar” el 4 de octubre y negociaciones de trabajo el día después, dijo la viceministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, en un comunicado difundido por la agencia de prensa oficial KCNA.

“Mi deseo es que estas reuniones de trabajo impulsen la positiva evolución de las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos”, dijo la responsable.

El anuncio de Corea del Norte fue confirmado por el gobierno de los Estados Unidos poco después.

“Puedo confirmar que oficiales de Estados Unidos y de Corea del Norte planean reunirse la semana que viene”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, sin dar mayores detalles.

Las negociaciones entre Pyongyang y Washington se encuentran en un punto muerto desde la segunda cumbre, en febrero en Hanói, entre el dirigente norcoreano Kim Jong Un, y el presidente Donald Trump.

Los dos dirigentes se reunieron de nuevo brevemente en junio en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas y acordaron reanudar el diálogo sobre el apartado nuclear.

Sin embargo, estas discusiones no se reanudaron hasta ahora. Pyongyang no ocultó su decepción ante la negativa estadounidense de anular sus maniobras militares con Seúl. Las relaciones sí mejoraron cuando el exconsejero para la Seguridad de Trump, John Bolton, conocido por su tono duro hacia Corea del Norte, salió del gobierno.

Kimberly Breier, la encargada de las relaciones con América Latina en el Departamento de Estado de Estados Unidos, anunció este jueves su dimisión sin mencionar las razones de su decisión.

En un mensaje publicado en español en su cuenta de Twitter, la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica agradeció al presidente Donald Trump y al secretario de Estado, Mike Pompeo, “por la oportunidad de servir” en ese cargo.

Fue Pompeo quien indicó que la decisión de Breier de dejar el gobierno federal es para pasar más tiempo con su familia.

Asimismo, Breier expresó su gratitud hacia la hija del presidente, Ivanka Trump, y a su esposo Jared “por su amistad y apoyo”.

Breier, de 46 años, formó parte del Consejo de Seguridad Nacional en la Presidencia de George W. Bush entre 2001 y 2009, donde analizó  informes de la Agencia Central de Inteligencia sobre la región; se integró a la Administración de Trump el 7 de noviembre del año pasado.

El portal Politico citó funcionarios no identificados según los cuales la dimisión de Breier se debe, principalmente, a sus responsabilidades familiares, aunque una fuente mencionó al medio, que el motivo de su salida eran discrepancias con el manejo de las políticas de Trump en materia de migración y comercio.

El diario The Washington Post, por su lado, sostuvo que Breier puso objeciones al reciente acuerdo entre Estados Unidos y Guatemala bajo el cual el país centroamericano alojará a migrantes de otros países, principalmente El Salvador y Honduras, mientras tramitan sus peticiones de asilo en Estados Unidos.

Las fuentes del Post comentaron que Breier no se ha opuesto a las políticas de Trump en la región pero que estaba incómoda con el nivel de control ejercido por La Casa Blanca sobre la cuestión de la inmigración y las relaciones comerciales con México.

La renuncia de Breier se suma a la dimisión de otros subsecretarios en el Departamento de Estado. Entre los diplomáticos que han abandonado la Administración Trump se cuentan A. Wess Mitchell, quien estaba encargado de asuntos europeos; Yleem Poblete quien trabajaba en control y verificación de pactos sobre armamentos, y Kiron Skinner, quien dirigía la oficina de planificación política en el Departamento de Estado.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró este martes que ha llegado la hora de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abandone el poder.

“Ha llegado la hora de que Maduro deje el poder”, dijo Pompeo en una rueda de prensa tras reunirse con su colega ruso, Serguéi Lavrov.

El colaborador del presidente Donald Trump reveló que exhortó a Rusia a que dejara de apoyar a Nicolás Maduro. Además, pidió a Rusia demostrar que interferir en elecciones “es cosa del pasado”.

Lavrov por su parte defendió la posición rusa y dijo que las amenazas que recibe el gobierno de Maduro por parte de funcionarios estadounidenses, unido al aparente apoyo de Guaidó a una intervención militar extranjera “no tienen relación con la democracia”.

Pompeo aprovechó para afirmar que el presidente Tump está “decidido a mejorar” las tensas relaciones con Rusia. “Estoy aquí porque el presidente Trump está decidido a mejorar esta relación”, dijo Pompeo en Sochi, una ciudad balnearia a orillas del Mar Negro.

Lavrov pidió a Estados Unidos relaciones “más responsables” entre ambos para salir de la “triste situación” actual.

“Creo que es hora de empezar a construir un modelo nuevo, más responsable y constructivo, de nuestra percepción mutua (…) Nosotros estamos listos”, remató el funcionario ruso.

Alfonso Romo, quien ha sido perfilado como futuro Jefe de la Oficina de la Presidencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se reunió con el Secretario del Tesoro del gobierno de Estados Unidos, Steven Mnuchin.

Lo anterior fue confirmado por el estadounidense a través de su cuenta de Twitter, quien además de la fotografía, añadió un breve mensaje en el que indicó que la reunión tuvo como objetivo “continuar con una relación bilateral fuerte”.

Recordemos que Mnuchin estuvo en la Ciudad de México a mediados de julio, donde formó parte de una delegación encabezada por el Secretario de Estado, Mike Pompeo, quien visitó nuestro país para reunirse con López Obrador y autoridades mexicanas.

Romo ha sido una pieza clave para el tabasqueño y su relación con los empresarios; fue el puente que en su tercer intento por llegar a la Presidencia de la República, logró que AMLO tendiera relaciones con uno de los sectores que más trabajo le había costado en sus otros intentos.

 

España y Venezuela anunciaron hoy el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y el regreso de sus embajadores, con el fin de restituir los canales de diálogo diplomático entre ambos gobiernos, en el marco del respeto mutuo y el derecho internacional.

En un comunicado conjunto, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España y el Ministerio de Exteriores venezolano anunciaron el inicio del “proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas en beneficio de sus ciudadanos, que están unidos por estrechos vínculos que deben preservarse”.

En enero pasado, las relaciones entre España y Venezuela se enturbiaron a raíz de las sanciones acordadas por la Unión Europea contra siete altos funcionarios venezolanos.

El 25 de ese mes el Gobierno venezolano declaró persona no grata al embajador español en Caracas, Jesús Silva Fernández, por las “continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia” del gobierno español en los asuntos de Venezuela, y le dio un plazo de 72 horas para abandonar el país.

Al día siguiente el Gobierno español hizo lo mismo con el embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea.

 

Con información de EFE / Foto: Archivo APO

Los candidatos presidenciales en México iniciaron sus campañas el pasado domingo, y coincidentemente, el presidente Trump recurrió a Twitter para destrozar a nuestro país. Entre otras cosas, afirmó que México no estaba haciendo nada para impedir que los inmigrantes fluyeran a través de su frontera sur y hacia los Estados Unidos, y estaba “haciendo una fortuna con el TLCAN”. Sus acusaciones eran imprecisas y falsas, y aunque probablemente no fueran dirigidos a los políticos mexicanos o a los votantes, puede que ayuden a que la elección del próximo 1 de julio sea ganada por un populista de izquierda que es tan hostil al libre comercio y pueda cerra de las relaciones entre México y Estados Unidos como Trump.

 

Andrés Manuel López Obrador, quien ha tomado la delantera en las encuestas sobre los dos contendientes de partidos, resulta ser el candidato que se ha rebelado más enérgicamente contra los abusos que Trump ha dirigido contra los mexicanos. En su discurso de apertura del domingo, López Obrador prometió que “ni México ni su pueblo serán tratados como una piñata por ningún gobierno extranjero”, y agregó que la política exterior de Trump y la actitud despectiva hacia los mexicanos estaba mal.

 

Por supuesto, si los mexicanos eligen a López Obrador, las razones principales serán nacionales. En ese dominio, la retórica del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México es similar a la de Trump. López Obrador critica la “economía de la élite”, promete luchar contra la corrupción arraigada y se queja de las reformas que han abierto a México a la competencia internacional. Él hábilmente explota los fracasos del presidente saliente de mentalidad liberal, Enrique Peña Nieto, cuyas reformas no han logrado hasta ahora el crecimiento económico que prometió ya que su administración ha estado plagada de escándalos. La violencia que afecta a partes del país aumenta el apetito del público por el cambio.

 

Al igual que Trump, López Obrador aparentemente le gustaría llevar a su país a un tiempo anterior, en su caso, el México estatista de los años setenta. Él rivaliza con el presidente de los Estados Unidos en su desprecio por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), del cual dice que “los pocos beneficios han tenido un costo extremadamente alto”. Se opone a un acuerdo que revise el acuerdo antes de las elecciones, aunque eso es lo que la administración Trump supuestamente está buscando.

 

Los mexicanos que advierten que López Obrador conduciría a México a una catástrofe similar a la Venezuela de Hugo Chávez probablemente estén equivocados. Habiendo perdido dos elecciones presidenciales anteriores, se ha desplazado hacia el centro, al menos retóricamente, y probablemente fracasaría si tratara de desmantelar las instituciones democráticas; el Congreso permanecería bajo el control de los partidos rivales.

 

Sin embargo, está empezando a parecer probable que, después de un cuarto de siglo de una mejora constante, las relaciones entre Estados Unidos y México estarán en manos de los populistas en duelo que verán una ventaja política al destrozarlos. Eso, por supuesto, simplemente empeoraría los problemas que los dos demagogos critican, desde el tráfico de drogas y armas a través de la frontera hasta la inmigración ilegal. Pero tal vez Trump agradecería más oportunidades para unir su base contra la supuesta maldad mexicana. Si las tendencias actuales continúan, algunos de los tuits de los políticos podrían incluso hacerse realidad.

 

 

Texto publicado en The Washington Post / Editorial

Foto: Archivo APO