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Estados Unidos advirtió este martes a Corea del Norte de que “pagará un precio en la comunidad internacional” si suministra armamento a Rusia destinado a la guerra en Ucrania.

El gobierno de Joe Biden llamó a Pyonyang a que respete su compromiso público de que no apoyará con armas a Rusia.

“Proporcionar armas a Rusia para usarlas en el campo de batalla contra silos de grano e infraestructura de calefacción de las principales ciudades mientras nos acercamos al invierno para tratar de conquistar territorio de otra nación soberana no va a dejar bien a Corea del Norte y pagará un precio por ello en la comunidad internacional”, indicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

En conferencia de prensa, el representante estadounidense destacó Washington seguirá buscando oportunidades para disuadir a los norcoreanos de dar ese paso.

Estados Unidos ya había denunciado la semana pasado que la negociación entre Rusia y Corea del Norte para la compra de armas avanzaba activamente y que, de llevarse a cabo, permitiría a Moscú recibir múltiples tipos de municiones.

Ayer, los diarios The New York Times y The Washington Post publicaron que el líder norcoreano, Kim Jong-un, planea viajar a Rusia este mes para hablar con el presidente ruso, Vladímir Putin, y sellar ese intercambio militar.

El Kremlin se negó a confirmar ese posible encuentro, que según la información difundida, podría producirse en próximo domingo en la ciudad de Vladivostok.

Sullivan recordó que, aunque poseen información de que Jong-un “tiene expectativas de que la discusión prosiga, incluso entre líderes y tal vez en persona”, no puede “entrar en detalles” al respecto.

A su vez, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, subrayó que Estados Unidos “ha sido increíblemente claro sobre las potenciales consecuencias de que cualquier país adopte medidas que apoyen a Rusia a avanzar en su ilegal e injusta guerra”.

Estados Unidos afirmó este viernes que el avance de las fuerzas ucranianas “en las últimas 72 horas” ha sido “notable” en el sur del país y señaló que Washington está centrado en que estén preparadas para mantener ese progreso.

“Hemos visto un avance notable. Eso no quiere decir que todavía no les quede una dura lucha por delante a medida que intentan seguir avanzando más hacia el sur”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

Y es que Ucrania ha expandido su contraofensiva en el frente suroriental, mientras que Rusia ha sufrido nuevos ataques con vehículos aéreos no tripulados ucranianos en cinco regiones, incluida la de Pskov, objetivo ya el miércoles de drones enemigos que Kiev lanzó desde territorio ruso.

“Estamos centrados en asegurarnos de que (los ucranianos) están preparados para mantener ese progreso y de que tienen las herramientas y técnicas. Tienen la formación, tienen las capacidades para continuar ese progreso al ritmo que ellos decidan apropiado”, añadió Kirby.

El representante de la Casa Blanca destacó que, independientemente de lo sucedido en las últimas 24 horas, “no se puede negar” que las fuerzas ucranianas han avanzado, aunque en algunas zonas se haya ido más lento de lo que se preveía.

“Ellos han peleado cada día con valentía y nosotros hemos intentado darles lo que necesitan”, aseguró.

Esta semana, el Gobierno de Estados Unidos anunció el envío de un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en 250 millones de dólares que incluye gran cantidad de municiones para hacer frente a la invasión rusa.

Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, Washington ha destinado poco más de 60 mil millones de dólares a Ucrania, incluyendo más de 43 mil en asistencia militar.

Este viernes, las autoridades rusas anunciaron la puesta en servicio de los misiles estratégicos intercontinentales Sarmat, capaces de lanzar múltiples ojivas nucleares. Según dijo en abril el presidente ruso, Vladímir Putin, el Sarmat “garantiza de manera fiable la seguridad de Rusia de las amenazas externas”.

Kirby dijo no poder confirmar esa puesta en servicio, pero recalcó que si Moscú se apoya tanto en misiles balísticos es porque “no puede volar de forma segura e independiente en el espacio aéreo ruso o ucraniano”.

Rusia es actualmente “invencible”, al igual que lo fue durante la Segunda Guerra Mundial, afirmó este viernes el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro con adolescentes al inicio del año escolar.

“Entendí por qué ganamos la Gran Guerra Patria: es imposible vencer un pueblo con esa mentalidad. Éramos absolutamente invencibles y, hoy en día, lo seguimos siendo”, declaró Putin, según afirmaciones transmitidas en televisión.

El presidente ruso suele establecer paralelos entre la guerra contra la Alemania nazi y la actual ofensiva rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022.

Las declaraciones de Putin se dan de forma paralela a que se difundiera una encuesta que señala que el 20% de los rusos cree que la muerte del jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ocurrida la semana pasada, se debe a una “venganza” de las autoridades rusas por la rebelión fallida que encabezó el 23 y 24 de junio pasado.

La muestra, realizada por Levada, el principal centro sociológico independiente de Rusia, indica que el 26% de los encuestados opina que la muerte de Prigozhin se debió a un “trágico accidente”. Un 16% está convencidos de que el dueño de Wagner sigue vivo y que el incidente fue “un montaje”.

Un 14% de los rusos considera que la aeronave de Prigozhin se desplomó como resultado de un “atentado organizado por los servicios secretos extranjeros”, una de las versiones del siniestro sugerida por los medios rusos.

Recordemos que el avión privado Embraer Legacy 600 en el que viajaba Prigozhin se desplomó cuando viajaba de Moscú a San Petersburgo. En él viajaban 10 personas en total, tres de ellas eran tripulación  y el resto milicias de Wagner, incluido su fundador.

Hasta ahora no se ha informado de avances en la investigación de la causa del siniestro del avión. El Kremlin rechazó la participación de instituciones internacionales en la investigación.

Explicó que “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo.

El Kremlin descartó este miércoles la posibilidad de la participación de instituciones internacionales en la investigación del desplome del avión en el que viajaba el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que muchos señalan como un atentado.

“Las investigaciones están a cargo del Comité de Instrucción de Rusia, el presidente (ruso, Vladímir) Putin ya se refirió a esto. Por ello, en este caso no existe la posibilidad de una investigación internacional”, declaró en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Según el representante del Kremlin, “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo. “Esperemos los resultados de la investigación”, añadió.

Hoy, el diario digital independiente Meduza informó, sin revelar sus fuentes, que el Comité Interestatal de Aviación, entidad con sede en Moscú que investiga incidentes y accidentes en la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), no investigará este suceso acorde con las normas internacionales.

Posteriormente, el Comité Interestatal de Aviación emitió una nota informativa breve en la que aseguró que no investiga el siniestro, sin dar más detalles, y se negó a comentar “las circunstancias del suceso”.

Según medios internacionales, el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) y la Empresa Brasileña de Aeronáutica (EMBRAER), fabricante de la siniestrada aeronave, expresaron su disposición a participar en la investigación del siniestro.

El avión Embraer en el que viajaba Prigozhin junto a otros nueve ocupantes, algunos altos mandos del grupo de mercenarios rusos Wagner, se desplomó la semana pasada en la región de Tver mientras se dirigía de Moscú a San Petersburgo.

Las autoridades rusas identificaron a todos los pasajeros y tripulantes, incluido Prigozhin, quien fue enterrado ayer en una ceremonia celebrada en secreto y entre estrictas medidas de seguridad.

Hasta el momento no se ha dado ninguna información oficial sobre las causas del siniestro, pero entre las principales versiones se encuentra el estallido de una bomba a bordo.

Algunos partidarios de Prigozhin, la oposición rusa en el exilio y medios internacionales responsabilizan a Putin de la muerte del jefe de Wagner, quien se había sublevado meses atrás contra el Kremlin.

Putin transmitió públicamente sus condolencias por los fallecidos, tras lo que Peskov negó categóricamente que el jefe del Kremlin diera la orden de liquidar a Prigozhin.

En tanto, los representantes del Grupo Wagner recomendaron hoy a los mercenarios que integran sus filas que se busquen otro trabajo, esto tras la muerte de Prigozhin.

“Varias decenas de miles de combatientes plenamente preparados están listos para trabajar y dispuestos a defender su patria (en Ucrania), pero debido a circunstancias bien conocidas por ahora no nos dejan”, señaló el representante de Wagner en un audio reproducido por el portal “Bashnie Istorii”.

Añade que los wagneritas se ven ahora obligados a buscar trabajo en África y Oriente Medio, pero que “la situación allí tampoco es fácil”.

“Tenemos una dura competencia por parte del Ministerio de Defensa y de la Guardia Nacional que también planean e intentan también acceder (a esas zonas) con actividades análogas a las nuestras”, apunta.

El portavoz de Wagner explicó que Prigozhin abordó ese asunto en su último viaje a África, donde varios países mostraron interés en sus servicios, aunque dichos contratos están en el aire.

“Intentaremos encontrar trabajo para nuestros miembros. Cuándo y cuánto, lo desconocemos. Por eso, esperar o buscar otro trabajo. Seguir de cerca la situación internacional. Si nuestro equipo recibe permiso para volver a la zona de la operación militar especial (en Ucrania), entonces reanudaremos activamente el reclutamiento de hombres. Trabajo habrá”, comentó.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, fue sepultado este martes en San Petersburgo, su ciudad natal, a puerta cerrada y en medio de extremas medidas de seguridad, en un funeral al que no asistió el presidente, Vladímir Putin.

La ceremonia estuvo marcada por el secretismo, ya que las autoridades temían posibles incidentes por parte de los más radicales partidarios de Prigozhin, algunos de los cuales acusan a Putin de ordenar su asesinato.

Las muestras de duelo por la muerte del “Héroe de Rusia” no se limitaron a la antigua capital zarista, ya que en Moscú sus correligionarios han erigido un imponente altar a escasa distancia de la plaza Roja.

Menos de medio centenar de familiares y estrechos colaboradores pudieron despedirse del líder de los mercenarios wagneritas en el cementerio Porojóvskoye.

Según medios cercanos a Wagner, la familia eligió dicho ligar por ser donde yacen también los restos del padre del empresario.

Prigozhin falleció el pasado 23 de agosto cuando se estrelló el avión privado en el que volaba a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú.

La prensa local y extranjera no tuvo conocimiento en ningún momento del lugar del entierro hasta que éste ya se había consumado, por lo que incluso se especuló con que sería sepultado en el mismo cementerio que los padres de Putin, también oriundo de San Petersburgo.

En las escasas imágenes ofrecidas por la televisión se ve como la tumba de Prigozhin está presidida por una foto, varios ramos de rosas rojas y una cruz techada.

Las autoridades no informaron de incidentes en las inmediaciones del cementerio, donde la Guardia Nacional se encargó de la seguridad acompañada de perros detectores de explosivos.

Pese al reconocimiento que hiciera Putin tan pronto se conociera su muerte, no hubo funeral de Estado para Prigozhin, que protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin, que le acusó entonces de traición.

No hubo ni salvas de honor ni orquesta militar como es habitual en el entierro de un Héroe de Rusia, según informes de la prensa local.

El Comité de Instrucción de Rusia confirmó el pasado domingo la identificación del cadáver de Prigozhin y los de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión Embraer.

Pero, por el momento, no hay avances en la investigación sobre las causas del siniestro, que Putin calificó en su mensaje de condolencias de “catástrofe aérea”.

La versión de un misil lanzado por error por las baterías antiaéreas rusas aún no ha desaparecido de las redes sociales, aunque las autoridades siguen inclinándose más por una explosión a bordo, por un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.

La Comisión Investigadora de Rusia informó este fin de semana que confirmó, mediante pruebas de ADN, que el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, murió en el avión que se desplomó la semana pasada cerca de Moscú.

Svetlana Petrenko, portavoz de la Comisión, señaló en un comunicado que, por medio de exámenes forenses y genéticos, se identificaron los 10 cuerpos recuperados en el lugar de los hechos, y los hallazgos “coinciden con la lista” de pasajeros.

Pese al informe sobre la identificación de los cuerpos, no se ofrecieron detalles sobre las causas que podrían haber provocado la caída del avión.

La autoridad de aviación civil de Rusia dijo que Prigozhin, de 62 años, y algunos de sus principales lugartenientes, estaba en la lista de pasajeros que viajaban en el avión, además de los tripulantes.

Los siete pasajeros y tres miembros de la tripulación fallecieron cuando el avión se desplomó entre Moscú y San Petersburgo, ciudad natal de Prigozhin.

Recordemos que hace dos meses, Prigozhin orquestó una rebelión contra las fuerzas armadas rusas, y llevó a sus mercenarios desde Ucrania hacia Moscú. El presidente ruso Vladímir Putin señaló que la acción había sido una “traición” y prometió un castigo para aquellos involucrados.

En lugar de ello, el Kremlin llegó a un acuerdo con Prigozhin para poner fin a la revuelta armada, y le indicó que podría salir libre sin enfrentar algún cargo y que se podía reubicar en Bielorrusia.

Sin embargo, una evaluación preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó que una explosión intencionada provocó la caída del avión. Eso provocó que las sospechas de que el presidente ruso era el artífice del posible atentado, crecieran. El Kremlin las rechazó esto al calificarlo como una “completa mentira”.

Uno de los funcionarios occidentales que describió la evaluación inicial dijo que determinó que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que una explosión estaría en línea con la “larga historia de Putin de tratar de silenciar a sus críticos”.

El segundo al mando de Prigozhin, Dmitry Utkin, así como el cerebro de la logística de Wagner, Valery Chekalov, también murieron en el incidente. Se cree que Utkin fue el fundador de Wagner y bautizó al grupo con su nombre de guerra.

El destino de Wagner, que hasta hace poco desempeñaba un papel destacado en la campaña militar rusa en Ucrania y participaba en varios países de África y Medio Oriente, sigue siendo incierto.

En tanto, el Kremlin afirmó este lunes que no sabe cómo y cuándo se celebrará el funeral de Prigozhin, ya que dijo, las decisiones al respecto las toma la familia del empresario.

“Esas decisiones siempre se toman con los familiares y se basan, en primer lugar, en el deseo de los familiares”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su conferencia de prensa diaria.

Peskov agregó que por el momento no tiene información sobre el funeral de Prigozhin, distinguido con el título Héroe de Rusia. “Cuando haya una decisión, esta se hará pública”, aseguró.

Al ser cuestionado sobre si el presidente ruso, Vladímir Putin, planea asistir al entierro, el portavoz del Kremlin señaló que de momento no se sabe “cuándo y cómo” se celebrarán los funerales, por lo que “no puede haber ahora una respuesta a esa pregunta”.

Según canales de Telegram cercanos al Grupo Wagner, el último adiós a Prigozhin tendrá lugar mañana, martes, en San Petersburgo, su ciudad natal. Al funeral asistiría solo el círculo íntimo del jefe de Wagner, indicó VCHK-OGPU.

El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) informó hoy de que ha encontrado las cajas negras del avión privado Embraer, en el que viajaba el  jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que se estrelló el miércoles pasado cerca de Moscú.

“La investigación ha recuperado las cajas negras. Continúa el estudio pormenorizado del lugar del siniestro”, informó el CIR a las agencias locales.

Añadió que también se están recuperando diferentes objetos y documentos que son fundamentales “para esclarecer las circunstancias de la catástrofe aérea”.

La prensa local había especulado con que alguien había robado las cajas negras con el fin de impedir que se aclarara si se trató de un asesinato, como diversas voces lo han señalado y que se ha visto reforzado por la prensa independiente rusa.

A su vez, el CIR explicó que para, identificar a los ocupantes del aparato, se tendrán que realizar “exámenes genéticos moleculares” (de ADN). Pese a que en un inicio de informó que los cuerpos recuperado eran ocho, ahora se indicó que “en el lugar del accidente se encontraron diez cadáveres”.

Debido al impacto del avión, los tres tripulantes y los siete pasajeros resultaron carbonizados.

Por su parte el Kremlin negó hoy rotundamente las “especulaciones” de que el presidente ruso, Vladímir Putin, esté detrás de la tragedia.

“Es todo mentira”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su primera rueda de prensa tras un paréntesis de casi tres semanas.

“Al abordar ese tema hay que basarse en hechos”, indicando que que éstos, por el momento, “no son muchos”, porque hay una investigación en marcha.

“Hay mucha especulación en torno al accidente de avión y la trágica muerte de los pasajeros, incluido Yevgueni Prigozhin, y ya sabemos en qué sentido se especula en Occidente”, agregó Peskov.

Y es que opositores al gobierno ruso o expartidarios caídos en desgracia fueron asesinados o sufrieron intentos de asesinato, aunque el Kremlin siempre ha negado su implicación en cualquiera de esos casos.

Según Peskov, la investigación sobre las causas de la caída del avión seguirá.

Mientras, fuentes oficiales estadounidenses informaron al Wall Street Journal que el incidente fue, en realidad, un asesinato, pero no con un misil tierra-aire, algo que también ha descartado el Pentágono, sino un sabotaje con una bomba colocada en la aeronave.

En tanto, Putin rompió ayer el silencio sobre lo ocurrido al avión de Prigozhin, al que recordó conocer desde hacía 30 años y cuya figura reconoció; destacó que los exámenes técnicos y genéticos que realizarán los especialistas requerirán “algún tiempo”.

Recordemos que el líder ruso le acusó de traición cuando el jefe de Wagner se sublevó hace dos meses y llegó con sus tropas a unos 200 kilómetros de Moscú, pero después lo recibió en el Kremlin y acordó que trasladaría a sus mercenarios a Bielorrusia.

Al respecto, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko aseguró hoy que para las autoridades rusas “no tenía ningún sentido” liquidar a Prigozhin y también descartó la implicación del jefe del Kremlin.

“Para un jefe de Estado, eso es una locura. Y él no es un loco”, aseveró y tachó de “inadmisible” si se confirma que fue un asesinato.

El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó este jueves sus condolencias a la familia del jefe de los mercenarios de Wagner, Yevgeny Prigozhin, tras su muerte en el desplome del avión en que viajaba la tarde de ayer, y se refirió a él como un “empresario de talento”.

Los investigadores del accidente aún no han identificado de forma concluyente los restos de las 10 personas que murieron en el accidente al noroeste de Moscú; incluso Putin dijo que el examen llevaría tiempo.

“En cuanto a la tragedia aérea, en primer lugar quiero expresar mis más sinceras condolencias a las familias de todas las víctimas. Siempre es una tragedia”, dijo Putin en declaraciones televisadas durante una reunión en el Kremlin con el jefe de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, nombrado por Moscú.

“De hecho, si los empleados de la compañía Wagner estaban allí, y los datos preliminares indican que lo estaban, me gustaría señalar que estas personas hicieron una contribución significativa a nuestra causa común de combatir el régimen neonazi en Ucrania, lo recordamos, lo sabemos y no lo olvidaremos”, añadió.

Sus declaraciones confirmarían los reportes que, por ahora, solo han dado las autoridades rusas sobre la muerte del líder del Grupo Wagner.

El percance aéreo ocurrió exactamente dos meses después de que Prigozhin encabezó un motín contra la cúpula del Ejército ruso, un acto de rebelión que Putin condenó en su momento como una traicionera “puñalada por la espalda”.

Putin recordó este jueves que conocía a Prigozhin, un exconvicto que llegó a establecer una exitosa empresa de catering antes de fundar el grupo mercenario Wagner, de ahí el sobrenombre con que se le conocía: el cocinero de Putin; desde principios de la década de 1990, inmediatamente después del colapso de la Unión Soviética.

“Él (Prigozhin) era una persona con talento, un hombre de negocios con talento, trabajó no sólo en nuestro país, y consiguió resultados, sino también en el extranjero, sobre todo en África. Allí se dedicó al petróleo, el gas, los metales preciosos y las joyas”, detalló.

En tanto, Estados Unidos está analizando una serie de teorías sobre las causas en las que se estrelló.

Dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato con la agencia Reuters, dijeron que el causante del incidente probablemente fue un misil tierra-aire disparado desde Rusia.

Los funcionarios enfatizaron que la información aún era preliminar y estaba bajo revisión, y no descartaron un cambio en la evaluación.

Este jueves, el Wall Street Journal publicó una teoría diferente: que una bomba a bordo del avión o algún otro sabotaje causó el incidente.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que no le sorprendieron los informes de que Prigozhin había muerto en un accidente aéreo, y añadió que no suceden muchas cosas en Rusia en que el presidente Vladimir Putin no esté detrás.

Los líderes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) anunciaron este jueves la “histórica” admisión de seis nuevos miembros a partir del próximo año, en momentos en que el club de países emergentes busca ganar influencia en la escena internacional.

Argentina, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos se incorporarán al grupo a partir del 1 de enero de 2024, declaró el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en una rueda de prensa conjunta con dirigentes de los cinco países que componen actualmente el bloque.

“Con esta cumbre, los BRICS inician un nuevo capítulo”, afirmó Ramaphosa.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dio la bienvenida a los nuevos miembros y dedicó “un mensaje especial” al presidente argentino, Alberto Fernández, un “gran amigo de Brasil y del mundo en desarrollo”.

Desde Buenos Aires, Fernández dijo que Argentina se propuso ser parte de los BRICS por ser “un referente geopolítico y financiero importante, aunque no el único, para este mundo en desarrollo”.

Para el presidente chino, Xi Jinping, esta “ampliación histórica” augura un “futuro radiante para los países” del bloque.

La cuestión de la expansión de la alianza era una prioridad en esta cumbre, que termina la noche de este jueves.

Unas cuarenta naciones habían solicitado la adhesión o mostraron su deseo de incorporarse al bloque creado en 2009, que representa casi un cuarto del PIB y un 42% de la población mundial.

Las negociaciones tuvieron lugar durante una sesión plenaria el miércoles a puerta cerrada y en varios encuentros bilaterales.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sobre el que pesa una orden de arresto internacional por crímenes de guerra en Ucrania, intervino en la cumbre por videoconferencia.

Según los observadores, los países miembros deben hallar un equilibrio entre su proximidad con China y Rusia y el riesgo de alejarse de un socio comercial importante como lo es Washington.

Estados Unidos ya ha dicho que no ve en los BRICS a futuros “rivales geopolíticos” y que desea mantener sus actualmente “sólidas relaciones” con Brasil, India y Sudáfrica.

Un avión privado Embraer se estrelló hoy en la región rusa de Tver con diez pasajeros a bordo, entre los que se encuentra el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien lideró una rebelión contra el gobierno de Vladímir Putin hace unos meses.

“Se ha abierto una investigación sobre la catástrofe del avión Embraer ocurrida esta tarde en la región de Tver. Según la lista de pasajeros, entre ellos se encuentra el nombre y apellidos de Yevgueni Prigozhin”, informó la agencia de aviación civil, Rossaviatsia, a agencias locales.

Por su parte, el Ministerio para Situaciones de Emergencia confirmó que el siniestro tuvo lugar cerca de la localidad de Kuzhenkino y que tres de las diez personas que viajaban a bordo del aparato eran tripulantes.

“Según datos preliminares, todos los que iban a bordo han muerto”, informó el Ministerio para Situaciones de Emergencia.

El avión se estrelló en Tver, que se encuentra a menos de 200 kilómetros de Moscú, cuando efectuaba un vuelo entre la ciudad de San Petersburgo y la capital rusa.

Efectivos de Emergencias se han desplazado a la zona del accidente para iniciar las labores de búsqueda y rescate .

En tanto, el gobernador de Tver, Ígor Rudenia, asumió el control personal de la investigación de lo ocurrido con el avión civil.

Los servicios de emergencia rusos rescataron ocho cadáveres en el lugar del siniestro. Por ahora, según informa la agencia oficial RIA Nóvosti, los servicios de salvamento no han confirmado la identidad de los cadáveres hallados cerca de la localidad de Kuzhenkino.

Según la prensa, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que será probablemente necesario realizar una prueba de ADN para confirmar su identidad.El portal Baza asegura que uno de los pasajeros resultó decapitado en el accidente.

Prigozhin, de 62 años, protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin en la que llegó a tomar una de las ciudades más importantes del sur de Rusia, Rostov del Don.

Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prigozhin aceptó replegar a sus mercenarios y trasladar su base a territorio de esa antigua república soviética.

Después de acusarle de traición, el presidente ruso, Vladímir Putin, lo recibió en el Kremlin, tras lo que Prigozhin anunció el reinicio de las operaciones de Wagner en África.

Prigozhin apareció este lunes por primera vez desde el motín en vídeo, en el que sugirió que había vuelto a África para hacer que Rusia sea “aún más grande en todos los continentes”.

“El Grupo Wagner hace que Rusia sea aún más grande en todos los continentes y que África sea aún más libre”, dice Prigozhin en la grabación, difundida por canales de Telegram próximos a la milicia rusa.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, admitió hoy por primera vez que varias unidades militares rusas penetraron en Ucrania desde territorio bielorruso en el marco de la operación militar que Rusia inició el año pasado..

“Sí, algunas unidades (del Ejército ruso) cruzaron la frontera de Ucrania”, afirmó en una entrevista con la exiliada periodista ucraniana Diana Pánchenko, antigua presentadora del canal prorruso NewsOne, clausurado por Kiev, publicada en YouTube.

Hasta el momento, Bielorrusia, el aliado más cercano de Rusia en su invasión a Ucrania, no había admitido públicamente haber permitido a Moscú usar su territorio para atacar el país vecino.

Lukashenko instó a la periodista a preguntarle al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, “por qué las tropas rusas cruzaron la frontera entre Bielorrusia y Ucrania por la región de Chernóbil”.

“Nadie puede reclamarme nada, ningún soldado bielorruso cruzó la frontera. Pero ustedes (los ucranianos) nos provocaron. Cuatro unidades ucranianas armadas con misiles Tochka U se emplazaron junto a nuestra frontera. Mucho antes del 24 de febrero”, fecha en que comenzó la ofensiva rusa, dijo.

Según el presidente bielorruso, “para muchos esto fue una sorpresa y para nosotros fue una sorpresa”, pese a que Occidente llevaba meses advirtiendo sobre las intenciones rusas de atacar a Ucrania.

Lukashenko denunció que estas unidades ucranianas apuntaron los misiles contra territorio bielorruso, pero “los militares rusos las destruyeron en cuanto entraron”.

“Nos acusan de que nosotros promovimos el comienzo de la guerra. Pero no, la guerra ya estaba en marcha. Y ustedes la desataron, los ucranianos la desataron, la guerra con Bielorrusia. La guerra económica, ante todo”, reclamó.

Recordó que Ucrania declaró el bloqueo aéreo a Bielorrusia “antes de que lo hicieran los europeos”, y requisó miles de vagones con fertilizantes bielorrusos en el puerto de Odesa, en el mar Negro.

Según el mandatario, “esto podía y debía de haberse evitado” y recalcó que cualquier negociación entre Ucrania y Rusia debe arrancar “sin condiciones previas”.

El Banco de Rusia celebrará este martes una reunión extraordinaria de su junta directiva en la que analizará el nivel del tipo de interés de referencia, según ha anunciado la institución, que no tenía previsto revisar su política monetaria hasta el próximo 15 de septiembre.

La convocatoria extraordinaria responde a la presión que ha desatado la moneda rusa en las últimas sesiones, después de que el cambio del dólar y el euro frente al rublo haya alcanzado máximos desde marzo de 2022.

En concreto, durante la sesión de este lunes el dólar llegaba a cambiarse por 101.0538 rublos, mientras que el euro cotizaba en 111.225 rublos, cruces que no se habían visto desde marzo de 2022.

En declaraciones a la agencia rusa Interfax, el Banco de Rusia subrayó que “no hay amenaza para la estabilidad financiera”, señalando que el tipo de cambio de la moneda se forma bajo la influencia de una gran cantidad de factores, incluyendo una reducción significativa en el valor de las exportaciones, mientras hay una expansión en la demanda de importaciones asociada con un crecimiento activo en la demanda interna.

La semana pasada, el banco central ruso anunció que, desde el 10 de agosto hasta el 31 de diciembre de 2023, no comprará moneda extranjera en el mercado con el objetivo de reducir la volatilidad en los mercados financieros, mientras que la institución continuará con las operaciones de venta de moneda extranjera.

En su anterior reunión de política monetaria, celebrada el pasado 21 de julio, el Banco de Rusia decidió elevar en 100 puntos base el tipo de interés de referencia, hasta el 8.50% desde el 7.50%, nivel en el que e había permanecido estable desde septiembre del año pasado.

El aumento del tipo de interés, el primero hecho por la institución presidida por Elvira Nabiullina desde que a finales de febrero de 2022 elevase la tasa al 20% desde el 9.50% tras el comienzo de la invasión de Ucrania, buscaba responder a la depreciación del rublo y la persistencia de la inflación.

De este modo, el Banco de Rusia dejó entonces abierta la puerta a un mayor aumento de los tipos de interés en sus próximas reuniones para estabilizar la inflación cerca del objetivo del 4% para 2024 y más adelante.

Rusia lanzará el próximo viernes su primera misión robótica a la Luna desde 1976, anunció este lunes la agencia espacial Roscosmos.

El despegue del módulo Luna-25 tendrá lugar el 11 de agosto a las 02:10:57 hora de Moscú, indicó Roscosmos en un comunicado, cuando potencias mundiales como Estados Unidos y China intensifican sus misiones hacia la luna.

Roscosmos indicó además que un cohete Soyuz fue “ensamblado” en la base espacial de Vostochni, en el extremo oriente del país, para el despegue de Luna-25, que deberá descender cerca del polo sur de la Luna, un “terreno difícil”.

Está previsto que el vuelo tarde entre “cuatro días y medio y cinco días y medio”, según los datos publicados por Roscosmos y citados por la agencia de prensa oficial TASS.

Una vez en la Luna, el módulo, cuya masa es de 800 kilos, deberá “tomar muestras y analizar el suelo, así como llevar a cabo investigaciones científicas a largo plazo”.

Se tratará de la primera misión del nuevo programa lunar de Rusia, que busca reforzar su cooperación espacial con China en medio de tensiones con las potencias espaciales occidentales por la ofensiva rusa en Ucrania.

La última misión lunar de la Unión Soviética fue la de la sonda espacial Luna-24 en 1976.

Desde la caída de la URSS, Moscú se enfrenta a una serie de dificultades para innovar en el sector, en el que han surgido nuevas iniciativas privadas, como Space X del multimillonario Elon Musk.

Las autoridades de la región de Jabarovsk, ya anunciaron la evacuación de un pueblo desde el viernes por la mañana, pues se encuentra en un lugar donde puede caer el primer piso del lanzador.

Tras el inicio de la operación militar en Ucrania, la Agencia Espacial Europea (ESA) afirmó que ya no cooperaría con Rusia para el despegue de Luna-25, ni para futuras misiones.

Rusia declaró que continuaría sus proyectos lunares y reemplazaría los equipos de la ESA por equipos científicos de fabricación nacional, pues se considera todavía como gran potencia espacial teniendo en cuenta su pasado soviético.

En abril de 2022 en un viaje al cosmódromo Vostotchny, Vladimir Putin recordó que la URSS logró en 1961 a enviar al primer hombre al espacio, Yuri Gagarin, pese a las sanciones “totales” que tomaron en su contra.

Putin aseguró que Rusia seguiría implementando su programa lunar pese a las represalias occidentales a causa del conflicto en Ucrania.

Un tribunal en Rusia declaró este viernes al líder opositor Alexei Navalny culpable de extremismo y lo sentenció a 19 años de prisión, informaron su portavoz y medios de prensa rusos.

Navalny ya cumple una pena de nueve años en prisión por una serie de cargos que él considera políticamente motivados.

Los nuevos cargos están relacionados con las actividades de la fundación anticorrupción de Navalny y declaraciones que han hecho personas de si círculo más cercano.

Se trata de la quinta condena penal y la tercera y más larga pena de prisión que se le ha impuesto al líder ruso opositor; todas son consideradas por sus partidarios como una estrategia del Kremlin para silenciarlo.

Agencias de noticias estatales rusas informaron que cumplirá esta nueva sentencia al mismo tiempo que la actual por cargos de fraude y desacato al tribunal. La fiscalía había pedido una sentencia de 20 años de prisión y el mismo Navalny había anticipado que recibiría una “larga condena”.

Navalny también fue sentenciado en 2021 a dos años y medio de cárcel por violación de su libertad condicional. El juicio por extremismo tuvo lugar a puertas cerradas en una colonia penal al este de Moscú, donde el líder opositor se encuentra detenido.

Cuando el juez leyó el veredicto, Navalny se puso de pie junto a sus abogados y coacusados, con los brazos cruzados y escuchando con una expresión seria en el rostro. Le tomó al juez menos de 10 minutos anunciar el veredicto y la sentencia, algo que en Rusia usualmente toma horas o incluso días.

La audiencia fue transmitida a reporteros en una sala separada, pero la voz del juez era apenas perceptible. La portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, confirmó el veredicto en las redes sociales, y las agencias noticiosas estatales RIA Novosti y Tass reprodujeron citas textuales del veredicto.

Navalny, de 47 años, es el rival más acérrimo del presidente Vladímir Putin y ha destapado casos de corrupción gubernamental y organizado protestas masivas contra el Kremlin. Fue arrestado en enero de 2021 al regresar a Moscú tras estar recuperándose en Alemania de un intento de envenenarlo que él atribuye al Kremlin.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusó este jueves a las autoridades rusas de “chantaje” por su reciente retirada del acuerdo para exportación de cereales ucranianos, en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El jefe de la diplomacia estadounidense, que preside una reunión sobre inseguridad alimentaria en la sede de la ONU en Nueva York, dijo a los 15 miembros del máximo órgano de Naciones Unidas para la garantía de la paz en el mundo, que “el hambre no debe convertirse en arma” de guerra.

Asimismo, acusó a Rusia de provocar un “asalto” al sistema alimentario mundial a raíz de la invasión de Ucrania en febrero del pasado año y su retirada el mes pasado de la llamada Iniciativa del Grano del Mar Negro, que había permitido la exportación de cereales ucranianos durante el último año.

Y es que las autoridades rusas rechazaron prolongar el acuerdo, lo que según diversos expertos y organizaciones, está repercutiendo en el aumento de los precios de los alimentos, que afecta sobre todo a los países más desfavorecidos.

“Cada miembro de este Consejo, cada miembro de Naciones Unidas debería decir a Moscú basta, basta de usar el mar Negro como chantaje”, dijo Blinken, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad.

“Basta de utilizar a la población más vulnerable del planeta. Basta de esta guerra injustificada y desmedida”, instó.

El acuerdo, firmado en julio de 2022 y respaldado por la ONU y Turquía, que ejercieron de facilitadores entre Ucrania y Rusia, permitió la venta de grano ucraniano a pesar de la guerra.

Sin embargo, Moscú exige garantías sobre otro acuerdo para sus propias exportaciones, en particular de fertilizantes y productos agrícolas.

En respuesta a los señalamientos, el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyanskiy, dijo que las sanciones occidentales están impactando las exportaciones de fertilizantes y alimentos rusos.

“Mientras no se eliminen los obstáculos ilegítimos creados artificialmente por Occidente que afectan a la capacidad de los operadores económicos rusos para suministrar productos agrícolas, difícilmente será posible restablecer el funcionamiento normal de las cadenas de suministro y abordar otros problemas de seguridad alimentaria mundial”, declaró en el debate.

En medio de este conflicto, drones rusos dañaron esta semana un puerto ucraniano en el Danubio, en un nuevo ataque de Moscú contra instalaciones vitales para la salida de grano de Ucrania.

Blinken dijo que los precios de los cereales han subido más de un 8% en todo el mundo desde el fin del acuerdo. Por ello, su país tiene la intención de hacer público un “comunicado conjunto de condena del uso de los alimentos como arma de guerra” adoptado al margen de la reunión, que ya han firmado 91 países.

Una serie de ataques rusos con drones causaron este miércoles daños en las infraestructuras portuarias de Ucrania en el Danubio, cruciales para el tránsito de granos tras el fin de un acuerdo de exportación con Rusia.

Kiev, la capital, también fue blanco de artefactos explosivos, pero todos fueron derribados, según las autoridades ucranianas.

Desde que Rusia puso fin en julio pasado al acuerdo que permitía a Kiev exportar pese a la guerra, dos pequeños puertos fluviales ucranianos fronterizos con Rumania, Reni e Izmaíl, en la región de Odesa, se han convertido en la principal ruta de salida para los productos agrícolas ucranianos.

Desde entonces, Moscú ha multiplicado los ataques contra las infraestructuras portuarias ucranianas.

Los drones del miércoles, de tipo Shahed y fabricación iraní, apuntaron al sur de la región de Odesa, dijo el ejército ucraniano en Telegram, sin especificar la ubicación, pero explicando que “el objetivo evidente del enemigo era la infraestructura portuaria e industrial de la región”.

Por su parte el fiscal general de Ucrania explicó en un comunicado que “las instalaciones portuarias y la infraestructura industrial en el Danubio” se vieron afectadas, dañando un elevador, varios silos de cereales, tanques de terminales de carga, depósitos y locales administrativos.

No se reportaron víctimas a pesar de los ataques que causaron un incendio, dijo el gobernador de la región, Oleg Kiper, en Telegram.

El ataque ruso con drones iraníes ha destruido 40,000 toneladas de grano destinado a África, China e Israel, según el Ministerio de Desarrollo Territorial de Ucrania.

“Los ataques contra los puertos ucranianos son una amenaza para el mundo”, afirmó el viceministro de dicho Ministerio, Oleksadr Kubrakov, a través de su cuenta en twitter.

Los bombardeos en esta zona comenzaron después del fin del acuerdo que, bajo los auspicios de la ONU y Turquía, había permitido la exportación de 33 millones de toneladas de cereales y oleaginosas ucranianos, a pesar de la invasión rusa.

En este sentido, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo a su homólogo ruso, Vladimir Putin en una llamada telefónica que “no se deben tomar medidas que aumenten las tensiones en la guerra entre Rusia y Ucrania”.

También enfatizó la importancia del acuerdo que considera un “puente para la paz”, según un resumen de la conversación de la oficina del líder turco.

En la misma llamada, Putin le pidió a Erdogan que ayude a Rusia a exportar cereales a los “países más necesitados” por la escasez de alimentos.

Rusia también dijo este miércoles que había empezado ejercicios navales en el mar Báltico, en los que participaron unos 30 buques de guerra. Durante los ejercicios, la armada practicará cómo proteger las rutas marítimas, transportar tropas y carga militar, y defender la costa, según el ministerio de Defensa ruso.

Antes de los puertos del Danubio, las fuerzas rusas habían atacado las infraestructuras portuarias ucranianas del Mar Negro varias veces en las últimas semanas, particularmente Odesa, desde donde se exportaba grano ucraniano.