El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, fue sepultado este martes en San Petersburgo, su ciudad natal, a puerta cerrada y en medio de extremas medidas de seguridad, en un funeral al que no asistió el presidente, Vladímir Putin.

La ceremonia estuvo marcada por el secretismo, ya que las autoridades temían posibles incidentes por parte de los más radicales partidarios de Prigozhin, algunos de los cuales acusan a Putin de ordenar su asesinato.

Las muestras de duelo por la muerte del “Héroe de Rusia” no se limitaron a la antigua capital zarista, ya que en Moscú sus correligionarios han erigido un imponente altar a escasa distancia de la plaza Roja.

Menos de medio centenar de familiares y estrechos colaboradores pudieron despedirse del líder de los mercenarios wagneritas en el cementerio Porojóvskoye.

Según medios cercanos a Wagner, la familia eligió dicho ligar por ser donde yacen también los restos del padre del empresario.

Prigozhin falleció el pasado 23 de agosto cuando se estrelló el avión privado en el que volaba a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú.

La prensa local y extranjera no tuvo conocimiento en ningún momento del lugar del entierro hasta que éste ya se había consumado, por lo que incluso se especuló con que sería sepultado en el mismo cementerio que los padres de Putin, también oriundo de San Petersburgo.

En las escasas imágenes ofrecidas por la televisión se ve como la tumba de Prigozhin está presidida por una foto, varios ramos de rosas rojas y una cruz techada.

Las autoridades no informaron de incidentes en las inmediaciones del cementerio, donde la Guardia Nacional se encargó de la seguridad acompañada de perros detectores de explosivos.

Pese al reconocimiento que hiciera Putin tan pronto se conociera su muerte, no hubo funeral de Estado para Prigozhin, que protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin, que le acusó entonces de traición.

No hubo ni salvas de honor ni orquesta militar como es habitual en el entierro de un Héroe de Rusia, según informes de la prensa local.

El Comité de Instrucción de Rusia confirmó el pasado domingo la identificación del cadáver de Prigozhin y los de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión Embraer.

Pero, por el momento, no hay avances en la investigación sobre las causas del siniestro, que Putin calificó en su mensaje de condolencias de “catástrofe aérea”.

La versión de un misil lanzado por error por las baterías antiaéreas rusas aún no ha desaparecido de las redes sociales, aunque las autoridades siguen inclinándose más por una explosión a bordo, por un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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