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El presidente Donald Trump y su rival en las elecciones, el candidato demócrata Joe Biden, se enfrentan esta noche en su primer cara a cara, en su primer debate en la carrera por llegar a La Casa Blanca.

La ciudad de Cleveland, en el estado de Ohio, ha extremado las medidas de seguridad antes del primero de los tres debates entre los dos candidatos, que comenzará a las 21:00 y durará 90 minutos.

Los candidatos debatirán desde podios situados a una distancia superior a la habitual debido a la epidemia de COVID-19, no se darán la mano, como es habitual en este tipo de debates, y hablarán ante un público reducido, de unas 80 ó 90 personas, todas ellas sometidas previamente a pruebas de coronavirus.

Para acceder al recinto de la Universidad de Case Western Reserve donde se celebrará el debate, los miembros de las campañas, invitados y periodistas también han tenido que someterse a pruebas rápidas para descartar que puedan ser portadores del coronavirus que causa el COVID-19.

Aunque el Servicio Secreto de Estados Unidos se encargará de la seguridad en el lugar del debate, las autoridades de Cleveland han cerrado al tráfico un perímetro de varias cuadras alrededor de la universidad, y han activado a los reservistas de la Guardia Nacional de Ohio por si surgieran disturbios.

Activistas de Black Lives Matter tienen programada una manifestación tres horas antes del debate para exigir “el final del reinado de terror de Trump contra la gente negra, las comunidades negras y las comunidades de color”, según una convocatoria en la red social Facebook.

Pese a que la mayoría de estadounidenses ya han decidido por quién votarán en noviembre y muchos ya han enviado por correo sus boletas, el debate puede ser significativo en los estados en los que las preferencias están muy ajustadas, como Ohio, donde se celebra el encuentro.

En 2016, Trump ganó ese estado por 8 puntos, pero en las últimas semanas Biden ha ido recortando distancias y ahora le saca una ventaja de apenas un punto porcentual, dentro del margen de error, según la media de encuestas de la web FiveThirtyEight.

Biden publicó este martes su declaración de impuestos del año pasado previo al primer debate, esto ante la polémica que envuelve a Trump, debido a sus escasas contribuciones al fisco.

En una llamada con la prensa, la directora de comunicación de la campaña del demócrata, Kate Bedingfield, desveló la publicación por parte de Biden y de su esposa, Jill, de su declaración de impuestos relativa al año 2019, de manera que hasta ahora han divulgado las declaraciones de 22 años.

La aspirante a la Vicepresidencia, la senadora Kamala Harris, y su marido, Douglas Emhoff, publicaron también su declaración de impuestos de 2019, con lo que los ciudadanos estadounidenses ya pueden acceder a las declaraciones de sus últimos 15 años para saber cuánto pagaron al fisco.

El presidente Donald Trump dijo el lunes que pagó “muchos millones de dólares en impuestos” y que tiene más activos que pasivos, pero no ofreció evidencia ni se comprometió a entregar algún documento que sustente sus dichos.

En una serie de publicaciones en Twitter, el republicano respondió a un reportaje del diario New York Times (NYT) que reveló que pagó solo 750 dólares en impuestos en 2016 y 2017, luego de años de informar sobre graves pérdidas de sus negocios.

“Pagué muchos millones de dólares en impuestos pero tenía derecho, como todo el mundo, a créditos tributarios y por depreciación”, escribió en su cuenta de Twitter. “Estoy muy desapalancado. Tengo muy poca deuda en relación con el valor de los activos”.

El presidente republicano, que se enfrentará al demócrata Joe Biden mañana por la noche en un primer debate, dijo que tenía “activos extraordinarios” y se aseguró tener una declaración financiera “muy IMPRESIONANTE”.

Trump tiene una deuda de cientos de millones de dólares por pérdidas crónicas en negocios, las que usa para evitar el pago de impuestos, informó el diario. NYT dijo que obtuvo declaraciones de impuestos que cubren más de dos décadas para Trump y sus negocios.

Las deudas de Trump que se reportaron plantean problemas de seguridad nacional, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,  e indicó que la gente merece saber a quién le debe dinero porque podría ser usado como palanca en su contra.

Trump acabó con una tradición de décadas entre los mandatarios y candidatos presidenciales cuando se negó a entregar sus declaraciones de impuestos federales la primera vez que postuló a La Casa Blanca en 2016.

El presidente dice que es porque está siendo auditado por el Servicio de Impuestos Internos, pero la agencia ha dicho que no hay razón para que no pueda liberar la información mientras está siendo auditado.

Donald Trump pagó sólo 750 dólares de impuestos federales sobre la renta el año que se postuló para presidente y también en su primer año en La Casa Blanca, de acuerdo con un artículo publicado ayer en el diario The New York Times (NYT).

Trump, quien ha guardado celosamente sus declaraciones fiscales y es el único presidente de la era moderna que no las hace públicas, no pagó impuestos federales sobre la renta en 10 de los últimos 15 años.

Los detalles de las declaraciones de impuestos complican la descripción que hace Trump de sí mismo de ser un empresario astuto y patriota, porque revelan una cadena de pérdidas financieras e ingresos procedentes del exterior que podrían entrar en conflicto con sus responsabilidades como presidente.

La información financiera que Trump ha revelado dice que ganó por lo menos 434.9 millones de dólares en 2018, pero en sus declaraciones fiscales reportó pérdidas por 47.4 millones.

Las declaraciones fiscales también muestran cómo un multimillonario podría pagar de poco a nada en impuestos, mientras que alguien de clase media podría pagar sustancialmente más.

Aproximadamente la mitad de los estadounidenses no pagan impuesto sobre la renta, principalmente por lo bajo de sus ingresos.

Pero las cifras oficiales indican que el contribuyente promedio pagó aproximadamente 12,200 dólares en 2017, unas 16 veces más de lo que pagó el presidente.

La divulgación, que según el NYT proviene de datos de declaraciones de impuestos que abarcan un periodo de dos décadas, se da en un momento crucial, ya que el primer debate presidencial entre Trump y su rival demócrata Joe Biden está programado para mañana, a pocas semanas de las elecciones presidenciales.

En una conferencia de prensa en La Casa Blanca, Trump calificó el reporte como “noticias falsas” y dijo que ha pagado impuestos, aunque no dio detalles. También dijo que la información sobre sus impuestos “será revelada”, pero no dijo cuándo; volvió a hacer promesas similares durante la campaña de 2016 que nunca cumplió.

De hecho, el presidente ha impugnado en tribunales los intentos de quienes buscan acceder a sus declaraciones fiscales, entre ellos la Cámara de Representantes federal, que presentó una demanda para acceder a esos documentos como parte de la supervisión legislativa.

Durante sus primeros dos años como presidente, Trump obtuvo 73 millones de dólares de sus negocios en el extranjero, que además de sus campos de golf en Escocia e Irlanda incluyeron 3 millones procedentes de Filipinas, 2.3 millones de India y 1 millón de Turquía.

En 2017, el presidente pagó 145,400 dólares de impuestos en India y 156,824 dólares en Filipinas, en comparación con los apenas 750 dólares de impuesto sobre la renta en Estados Unidos.

Según expertos, Trump encontró múltiples maneras de reducir sus pagos de impuestos. Ha conseguido deducciones por gastos personales en vivienda, transporte aéreo y 70,000 dólares por arreglo de cabello mientras filmaba “The Apprentice”.

Las pérdidas en sus negocios de bienes raíces de propiedad única y administrados por Trump al parecer contrarrestaron los ingresos de su participación en “The Apprentice” y otras entidades con múltiples propietarios. En los primeros dos años de su presidencia, Trump recurrió a créditos fiscales para negocios a fin de reducir sus obligaciones impositivas.

El NYT dijo que 9.7 millones de dólares de créditos por inversión empresarial que fueron presentados después de que Trump solicitara una extensión para presentar sus impuestos le permitieron reducir sus obligaciones y pagar sólo 750 dólares tanto en 2016 como en 2017.

Trump, a partir de 2010, hizo un reclamo y recibió una devolución de impuestos por 72.9 millones de dólares, que el NYT dijo era el centro de una auditoria en marcha del Servicio Interno de Impuestos. El diario señaló que un fallo contra Trump podría costarle 100 millones de dólares o más. Trump también tiene más de 300 millones de dólares en créditos que deben ser pagados en los próximos cuatro años.

El presidente Donald Trump aseguró que Estados Unidos se puede convertir pronto en una Venezuela, si es que Joe Biden llegara a ganar las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

“Podemos ser una Venezuela también”, subrayó el republicano en el evento de “Latinos por Trump”.

“Lo empecé a decir hace dos años, esto realmente puede suceder”, agregó Trump durante la mesa redonda que acogió a puertorriqueños, colombianos, centroamericanos y cubanos y en la que dijo que Biden se había reunido con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin aclarar si fue algo reciente o, como sucedió realmente en 2015, durante su vicepresidencia.

Recordemos que el encuentro Biden-Maduro tuvo lugar en Brasilia durante la toma de posesión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil.

La nicaragüense Carla Salvatierra le dijo a Trump que ella sabía de primera mano qué es “escapar del comunismo”. “Sucede rápido”, le aseguró, a lo que Trump contestó que “sí”.

Relatos como el de la centroamericana dominaron la jornada en la ciudad de Doral, la que el presidente llamó la “Pequeña Venezuela” por su gran población venezolana y donde tiene su club Trump National Doral, donde se celebró el evento.

Más que preguntas, Trump recibió constantes elogios de los latinoamericanos, incluso el salón se inundó de aplausos cuando Salvatierra dijo que nadie más que él se merecía el Premio Nobel de la Paz.

“Gracias por todo lo que ha hecho por Israel”, manifestó la inmigrante.

Los participantes en el foro resaltaron la ayuda oficial a los pequeños negocios durante la pandemia de la COVID-19, las sanciones a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua y los “millones” para la reconstrucción de Puerto Rico tras el huracán María en 2017.

Del tema de Cuba y Venezuela no enfatizaron mucho los congregados y prevalecieron los relatos de boricuas, que en Florida ya alcanzaron una población de más de 1.3 millones y se inclinan más por los demócratas.

Activistas colombiados dijeron a Trump que necesitan “cuatro años más” de su gobierno, no solo por Estados Unidos, sino por América Latina, “porque usted está contra el comunismo”.

Durante el discurso previo a la mesa redonda, Trump criticó en varias ocasiones el respaldo del gobierno del presidente Barack Obama y su vicepresidente Biden al proceso de paz en Colombia impulsado por el expresidente Santos.

Trump por otro lado se mostró muy confiado del apoyo del voto cubano en Florida, un estado que según los demócratas tiene que ganar si no quiere perder un segundo mandato.

Vladimir Putin propuso este viernes a Estados Unidos intercambiar promesas de “no injerencia” electoral y cooperar en materia de tecnologías para promover un pacto de no agresión en ese sector, de cara a la elección presidencial estadounidense.

Esta propuesta se produce además cuando las autoridades rusas están acusadas de haber envenenado a fines de agosto pasado al principal opositor al Kremlin, Alexei Navalni, mediante un agente neurotóxico. Moscú rechaza estas acusaciones.

En una declaración publicada por el Kremlin, el presidente ruso propone a Washington, “intercambiar garantías mutuas de no injerencia, incluyendo los procesos electorales”, ponerse de acuerdo en un “conjunto de medidas prácticas” y un pacto mundial contra las agresiones que utilizan “tecnologías de la información y comunicación”.

“Uno de los mayores desafíos estratégicos del mundo contemporáneo es el riesgo de una confrontación a escala en el sector digital. Una responsabilidad particular para evitarla incumbe a los actores clave de la seguridad mundial en el área de la información”, escribe Putin.

“Al dirigirme a todos los países, inclusive a Estados Unidos propongo llegar a un acuerdo sobre un compromiso político de los Estados de no lanzar la primera ofensiva usando tecnologías de la información y de la comunicación”.

El texto de la declaración fue leída en la televisión por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, mientras Putin asistía a las maniobras militares “Cáucaso-2020” en el sur del país.

“No seamos rehenes de nuestros desacuerdos políticos” expresó Putin en el texto leído.

Y es que Rusia es acusada desde hace años de utilizar piratas informáticos y fábricas de troles en internet y de preparar informaciones falsas virales para influenciar en los procesos electorales. En particular se sospecha que apoyó en secreto en 2016 la candidatura de Donald Trump, favoreciendo su victoria.

El Kremlin es sospechoso de buscar la manera de influir también en la actual campaña presidencial estadounidense.

Francia acusó asimismo a Rusia de haber intentado desestablizar la candidatura del actual presidente Emmanuel Macron, mientras que en Reino Unido Moscú ha sido acusado de interferencias en favor del Brexit.

Varios ciudadanos y entidades rusas han sido sancionados por Estados Unidos en los últimos años, debido a sus intentos de injerencia, vinculados con los servicios secretos (FSB) rusos.

También se han movilizado los gigantes de la tecnología. Facebook, Twitter, Google y Microsoft multiplican los anuncios sobre ciberataques desbaratados y operaciones de propaganda desmanteladas, orquestadas desde el extranjero, especialmente de Rusia.

El impacto del coronavirus en Estados Unidos hubiese sido menor de haber seguido las recomendaciones de las autoridades médicas, afirmó este jueves Anthony Fauci, principal epidemiólogo del gobierno del presidente Donald Trump.

El director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas dijo que la pandemia hubiese sido menor si el país, en lugar de estar dividido, hubiese seguido un plan orientado por las recomendaciones de salud pública”.

Fauci señaló que “aquello de fase 1, fase 2, no debió considerarse un obstáculo para la reactivación económica, sino una vía para alcanzarla”.

Trump ha insistido en numerosas ocasiones en una reactivación apresurada de la economía y, más recientemente, en la reapertura de escuelas y universidades, al tiempo que ha mostrado menosprecio por los consejos de los científicos.

Incluso ha reconocido que minimizó deliberadamente la gravedad del COVID-19 al principio de la pandemia para no crear pánico, en un intento por no dañar la economía del país.

“El enemigo no es quien trata de controlar el virus, el enemigo es el virus”, afirmó Fauci, quien recordó que se transmite por la vía respiratoria, por ejemplo “cuando hablamos en un restaurante con mucha gente, en el gimnasio o en un bar”.

Fauci indicó que “es razonable” pensar en tener una vacuna efectiva contra el coronavirus hacia noviembre o diciembre, y es concebible, aunque improbable, que se cuente con ella en en octubre o antes, tal y como desea Trump para que llegue previo a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

El presidente ruso, Vladímir Putin, fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz de 2021, galardón al que también aspira el mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció hoy el escritor Serguéi Komkov.

“Nuestro aspirante es el número uno. La propuesta fue enviada el 9 de septiembre y el 10 ya había sido recibida por el comité Nobel en Oslo”, dijo Komkov en una rueda de prensa en la agencia Rosbalt.

Komkov, director de la revista “President”, explicó que sólo después de su propuesta un parlamentario noruego propuso conceder el premio a Trump por su apoyo al acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

En cuanto al motivo de su iniciativa, el escritor, que es apoderado del jefe del Kremlin, explicó que es apoyada por las principales personalidades de la cultura rusa y la ciencia rusas.

“Como dirigente de uno de los principales países del mundo, él hace el máximo esfuerzo en mantener la paz y la tranquilidad no sólo en el territorio de su propio país, sino que contribuye activamente al arreglo pacífico de los conflictos que surgen en el planeta”, señala la carta enviada por Komkov.

En los motivos de la candidatura destaca que durante la pandemia de la COVID-19, Putin ordenó el envío de ayuda humanitaria a casi una treintena de países, incluidos EUA, China, Venezuela, Italia e Irán.

Además, precisa que Putin demostró su apego a los valores humanitarios y religiosos al incluir la palabra “Dios” en la Constitución rusa, enmienda que fue aprobada por los rusos en referéndum el pasado 1 de julio.

Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que si Putin recibe el Nobel, “fantástico”, pero si no se produce, “no pasa nada”.

Putin ya fue propuesto al premio Nobel de la Paz en 2014 por presentar un plan para desmantelar el arsenal químico sirio y evitar así una intervención militar occidental.

Entonces, los activistas de derechos humanos rusos rechazaron categóricamente esa posibilidad, aduciendo que Putin había comenzado su Presidencia en 2000 con la segunda guerra chechena.

Hasta ahora, sólo dos rusos han obtenido el Nobel de la Paz, el científico y disidente Andréi Sájarov, y el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, quien tendría derecho a promover la candidatura de Putin, pero difícilmente lo hará, ya que ha criticado su gestión, entre otras cosas, por la involución democrática vivida por Rusia en los últimos años.

El presidente Donald Trump fue abucheado este jueves por un grupo de personas cuando visitó el funeral de la fallecida juez Ruth Bader Ginsburg al exterior de la Corte Suprema.

Trump, que llevaba una mascarilla negra y estaba acompañado por la primera dama, Melania Trump, se situó cerca del féretro en el edificio de mármol en medio de los abucheos y consignas como “voten para echarlo”.

El momento puso en evidencia la importancia simbólica que ha tenido el fallecimiento de Ginsburg para mucha gente antes de la elección presidencial del 3 de noviembre.

El mandatario republicano, que ya nombró dos integrantes para la corte desde que asumió el cargo en 2017, dijo antes que dará a conocer el nombre de su sustituta el sábado, una semana después del fallecimiento de la magistrada de 87 años.

Su decisión de avanzar rápidamente en su sustitución a menos de dos meses de los comicios aumentó el enfrentamiento entre republicanos y demócratas, al tiempo que reformuló la carrera electoral, en la que Trump busca la reelección.

Ginsburg, nombrada por el presidente demócrata Bill Clinton en 1993, era un icono para los liberales, sobre todo en un momento en que la corte se había vuelto más conservadora. Su muerte dio un renovado impulso de los demócratas para intentar que la gente acuda a las urnas en noviembre, además de un aumento de las donaciones de campaña.

Antes de la elección de 2016, en la que Trump llegó a la presidencia, Ginsburg le criticó públicamente, calificándole de “impostor” en una entrevista. Trump respondió escribiendo en Twitter que Ginsburg “no está en su sano juicio”.

Ella se disculpó más tarde, lamentando sus “desacertados” comentarios.

El mandatario fue criticado en los últimos días por no cumplir el deseo de Ginsburg al final de su vida, que según se reportó dijo a su nieta que quería que su sustituto fuera nombrado por el próximo presidente.

El presidente Donald Trump dijo el miércoles que cree que las elecciones de 2020 terminarán en la Corte Suprema, y que por eso es importante tener nueve jueces en ese tribunal.

Trump, hablando en La Casa Blanca, dijo que el senador Lindsey Graham, que preside el Comité Judicial del Senado, ni siquiera tendrá que celebrar una audiencia para el candidato a la Corte Suprema y que el proceso marchará rápidamente.

“Creo que esto terminará en la Corte Suprema y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces”, dijo Trump cuando se le preguntó si se necesitaba una dotación completa de magistrados para manejar cualquier impugnación a las elecciones del 3 de noviembre entre él y el demócrata Joe Biden.

Trump ha puesto en duda la integridad de la elección, diciendo sin pruebas que el uso del voto por correo durante el coronavirus provocaría un fraude.

“Esta estafa que los demócratas están llevando a cabo, es una estafa, la estafa se verá en la Corte Suprema de los Estados Unidos, y creo que tener una situación de 4 a 4 no es una buena situación”, dijo.

Sólo una elección presidencial anterior en Estados Unidos, la contienda del 2000 entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore, tuvo un resultado determinado por la Corte Suprema.

Trump quiere proponer a un sucesor de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg, que murió el viernes, y sus compañeros republicanos en el Senado dicen que podrían celebrar una votación antes de la elección. Eso dejaría a la corte con una mayoría conservadora de 6-3.

Trump ya ha nombrado a dos conservadores para puestos vitalicios en la corte, Neil Gorsuch en 2017 y Brett Kavanaugh en 2018.

Los nombramientos para la Corte Suprema requieren la confirmación del Senado, y los compañeros republicanos de Trump tienen 53 de los 100 escaños de la Cámara alta. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, ha dicho que tiene la intención de tramitar cualquier propuesta que haga Trump.

El presidente Donald Trump confiró este martes que el sábado próximo anunciará desde La Casa Blanca al sucesor de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg en la Suprema Corte de Estados Unidos.

“Voy a anunciar la nominación para la Suprema Corte el sábado en la Casa Blanca”, dijo Trump que precisó que la hora exacta todavía no está definida.

La muerte de Ginsburg el viernes a los 87 años y su última voluntad de que su reemplazante fuera nombrado por el gobierno resultante de las elecciones del 3 de noviembre, ha llegado a sacudir la ya agitada campaña electoral en Estados Unidos.

Los demócratas, liderados por Joe Biden, exigen que los republicanos que controlan el Senado se abstengan de ratificar la designación para llenar la vacante.

Pero Trump y el jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, afirman que van a seguir con el proceso.

Recordemos que los jueces de la Suprema Corte resuelven sobre una amplia gama de asuntos de la vida de los ciudadanos, desde el derecho al aborto pasando por temas migratorios e incluso el acceso a la salud.

La Corte está integrada por nueve magistrados y antes de la muerte de Ginsburg los conservadores tenían una mayoría de 5 contra 4, pero a veces jueces más moderados se aliaban con los progresistas en algunas votaciones.

Si Trump logra nominar un nuevo magistrado, el nuevo equilibrio sería 6 contra 3.

Los republicanos tienen los votos para confirmar a la persona que el presidente Donald Trump nomine para juez de la Corte Suprema, aseguró Lindsey Graham, senador que guiará la nominación en la cámara alta.

“El nominado será apoyado por todos los republicanos en la Comisión Judicial”, dijo Graham en entrevista con Fox News.

Por su parte el senador republicano Mitt Romney dijo que no se opondrá a la votación. Esto garantiza que Trump tenga el respaldo necesario para su nominado.

“Si el nominado llega al pleno del Senado, intentaré votar con base en sus calificaciones”, indicó el congresista de Utah.

El presidente se reunió con la jueza conservadora Amy Coney Barrett en La Casa Blanca la tarde de ayer, y dijo a los periodistas que entrevistaría a otros candidatos y que podría reunirse con la jueza Barbara Lagoa cuando viaje a Florida a finales de esta semana.

Las conversaciones entre La Casa Blanca y el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se centran cada vez más en Barrett y Lagoa, según una persona al tanto del tema pero que pidió el anonimato por no estar autorizada a comentar al respecto.

El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró este martes que el mundo se enfrenta a un momento histórico por la pandemia del coronavirus, por lo que llamó a los líderes internacionales a guiarse por la ciencia y a dejar de lado el populismo y el nacionalismo.

“El populismo y el nacionalismo han fracasado. Usados como enfoques para contener el virus, muchas veces han llevado a un empeoramiento palpable”, dijo Guterres en su discurso de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas.

El jefe de la organización subrayó que los Gobiernos deben unirse, actuar con más solidaridad y tener humildad para admitir que “un virus microscópico ha puesto de rodillas al mundo”.

“En un mundo interconectado, es hora de admitir una sencilla verdad: la solidaridad es en interés propio. Si no logramos entender eso, todo el mundo saldrá perdiendo”, insistió.

Guterres reiteró la idea de que esta generación se enfrenta ahora a su 1945, en referencia al año clave del siglo XX en el que terminó la II Guerra Mundial y se estableció el orden internacional que ha regido el mundo desde entonces.

“Esta pandemia es una crisis como ninguna otra que hayamos visto, pero también es el tipo de crisis que vamos a ver en distintas formas una y otra vez. La COVID-19 no es sólo una llamada de atención, es un ensayo general para el mundo de desafíos que está por venir”, apuntó.

Señaló que la ONU está trabajando para que los tratamientos para la enfermedad sean un “bien público global” y para que haya una “vacuna popular” que esté a disposición de todos.

Así, criticó que “algunos países” estén cerrando acuerdos para vacunas exclusivamente para sus poblaciones.

“Este vacunacionalismo (un término que usó en inglés) no es solo injusto, sino que es contraproducente. Ninguno de nosotros estará seguro hasta que todos estemos seguros”, señaló.

También insistió a los gobernantes en la necesidad de guiarse por la ciencia y de aferrarse a la realidad, al tiempo que alertó de la generalización de la desinformación en internet.

Guterres reclamó además más apoyo financiero a los países en vías de desarrollo para evitar que la pandemia suponga su ruina, un aumento de la pobreza y crisis de deuda y aseguró que la recuperación debe ser una oportunidad para establecer un nuevo “contrato social”.

El diplomático portugués repitió además su llamamiento a un alto el fuego global, una iniciativa que lanzó el pasado marzo con motivo de la pandemia y que ha dado resultado en algunos conflictos, pero ha sido ignorada en otros.

Durante la Asamblea General de la ONU, Jair Bolsonaro aseguró que Brasil “es víctima de una de las más brutales campañas de desinformación sobre la Amazonía y el Pantanal” y culpó a los indígenas de los incendios que devastan parte de la selva y la sabana.

“Los incendios tienen lugar prácticamente en los mismos lugares, en la parte este de la selva donde agricultores locales e indígenas queman sus pequeños cultivos para sobrevivir, en áreas ya desmatadas”, dijo Bolsonaro en un discurso virtual pregrabado a raíz de la pandemia de coronavirus.

“Brasil se destaca como el mayor productor mundial de alimentos. Y por eso hay tanto interés en propagar desinformaciones sobre nuestro medio ambiente”, añadió.

Por su parte el presidente Donald Trump utilizó su discurso ante la Asamblea General para arremeter de nuevo contra China, a la que acusa de plantear “falsedades” sobre la  expansión del coronavirus, y ha instado a la organización internacional a “hacer responsable de sus actos” al gigante asiático.

El inquilino de La Casa Blanca se ha mostrado convencido de que Estados Unidos podrá “derrotar” el coronavirus y distribuir una vacuna, dando pie a “una nueva era de prosperidad, cooperación y paz sin precedentes”, pero alega que, a su juicio, la pandemia no habría llegado a los niveles actuales si China hubiese actuado de otra forma.

Además, ha criticado que el Gobierno chino, “y la Organización  Mundial de la Salud, que está ‘de facto’ controlada por China”, aseguró que no había indicios de contagios entre humanos. “Más tarde, dijo falsamente que las personas sin síntomas no transmitían la  enfermedad”, añadió el republicano.

El presidente Donald Trump advirtió este lunes que no aprobará un acuerdo sobre TikTok si el grupo chino dueño de la popular aplicación conserva el control.

Estos comentarios generaron preocupación por el destino del acuerdo alcanzado el fin de semana para eludir el bloqueo ordenado por Estados Unidos contra la aplicación, que Trump considera un riesgo para la seguridad nacional.

El mandatario fue interrogado en una entrevista con la cadena Fox News sobre la posibilidad de que la compañía china ByteDance conserve un 80% de las acciones y respondió que si las empresas estadounidenses Oracle y Walmart no tienen un “control total”, no va a aprobar un acuerdo.

Trump indicó que Oracle y Walmart “tienen una asociación” para TikTok y aseguró que “van a tener un control total”.
“Van a tener una partida de control. Todo va a ir a la nube”, afirmó.

Sin embargo, los detalles de la participación no están claros y según los diferentes recuentos varían los porcentajes de acciones que se quedarían en manos de Estados Unidos y de China y sobre todo quien controlaría los datos y los algoritmos.

La red social TikTok está bajo la amenaza de una prohibición en Estados Unidos, donde tiene más de 100 millones de usuarios, ya que Washington acusa a la empresa, sin dar pruebas, de estar espiando para el gobierno de Pekín.

El sábado, la popular aplicación confirmó un proyecto para crear una asociación llamada TikTok Global con Oracle como socio tecnológico y con Walmart como aporte comercial para Estados Unidos.

ByteDance, que a su vez está bajo la presión del gobierno chino para no ceder a las pretensiones de Estados Unidos, afirmó que conservaría un 80% de control en la empresa TikTok Global tras salir a bolsa. La empresa china indicó que el plan no implica “transferencia ni del algoritmo ni de tecnología” e indicó que informaciones en este sentido son “rumores”.

El comunicado de las empresas estadounidenses ofrece otra versión sobre las mayorías de control.

“Con la creación de TikTok Global, Oracle/Walmart harán sus inversiones y las acciones de TikTok Global van a ser distribuidas a sus dueños, los estadounidenses van a ser mayoritarios”, afirmó el vicepresidente de Oracle, Ken Glueck.

El plan desvelado el fin de semana permitiría que Oracle compre un 12.5% de TikTok y Walmart un 7.5%, según una oferta que valoraría la plataforma en 60,000 millones de dólares.

El porcentaje que quedaría en manos chinas es objeto de controversia dado que ByteDance tiene un 40% de participación estadounidense.

Oracle y Walmart indicaron que TikTok Global va a pagar “más de 5,000 millones” en impuestos para Estados Unidos, como parte del plan, lo que según funcionarios estadounidenses va a crear 25,000 nuevos empleos en el país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este lunes que está considerando a cuatro o cinco juristas para reemplazar a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg en la Suprema Corte y que anunciará a su nominado el próximo viernes o el sábado.

Trump siguió adelante con sus planes para realizar su tercera nominación para la Suprema Corte que consolidaría una mayoría conservadora de 6-3, mientras crece la duda entre republicanos sobre si respaldarán una decisión así semanas antes de una elección.

El mandatario republicano indicó en entrevista con Fox News que quería esperar por respeto a Ginsburg, una magistrada liberal que murió el viernes a los 87 años.

“Deberíamos esperar hasta que hayan concluido los servicios por la jueza Ginsburg”, afirmó.

La muerte de un icono liberal como Ginsburg agitó la campaña, ofreciendo a Trump y su partido la oportunidad de fortalecer su influencia sobre el tribunal, cuyas decisiones influyen en la mayoría de las esferas de la vida estadounidense, desde la salud hasta los derechos sobre las armas y el acceso al voto.

Trump dijo que la votación sobre su candidato a la Suprema Corte debería celebrarse antes de la elección del 3 de noviembre.

“Ganamos la elección y tenemos derecho hacerlo, así que tenemos mucho tiempo, bastante tiempo”, dijo Trump a Fox. “La votación final debería celebrarse antes de la elección. Tenemos mucho tiempo para eso”.

Al respecto, el candidato del Partido Demócrata a La Casa Blanca, Joe Biden, ha instado a los senadores republicanos a “seguir su conciencia” y aplazar hasta después de las elecciones de noviembre el debate sobre la vacante que dejó Ruth Bader Ginsburg.

Biden se ha dirigido durante un mitin en Filadelfia al “puñado” de senadores republicanos que, en la práctica, “decidirán” si finalmente hay un sustituto para Ginsburg antes de que pueda saberse quién será presidente de Estados Unidos durante los próximos cuatro años.

“No voten para confirmar a nadie nominado en las circunstancias que  Trump y (Mitch) McConnell han creado”, ha dicho, en alusión al líder de  la mayoría en la Cámara Alta. “Dejen que el pueblo hable”, añadió, apelando a los senadores que, según sus propias palabras,  “saben lo que conviene al país”.

En este sentido, Biden ha reivindicado su derecho a proponer el nombre del nuevo magistrado si es él quien se impone en los comicios del 3 de noviembre.

La senadora republicana Lisa Murkowski anunció este domingo que se opone a que se cubra la vacante antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre, con lo que son ya dos las legisladoras conservadoras que lo rechazan.

“Durante semanas he afirmado que no apoyaría ocupar una potencial vacante en la Suprema Corte tan cerca de las elecciones. Lamentablemente lo que entonces era hipotético ahora es nuestra realidad, pero mi postura no ha cambiado”, dijo Murkowski, que representa al estado de Alaska, en un comunicado.

“No respaldé aceptar una nominación (de un juez) ocho meses antes de las elecciones de 2016 para cubrir la vacante que dejó el juez (Antonin) Scalia. Ahora estamos incluso más cerca de las elecciones de 2020, a menos de dos meses, y creo que deben aplicarse los mismos estándares”.

De esta manera Murkowski se une a la senadora republicana por Maine Susan Collins en su oposición a que Ginsburg sea reemplazada en la Corte antes de los comicios.

Collins consideró el sábado que “la decisión de un nombramiento vitalicio para el Tribunal Supremo debería ser hecha por el presidente que sea elegido el 3 de noviembre”.

Recordemos que Ginsburg falleció el pasado viernes a los 87 años; con ella, la corte tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas, con lo que si Trump logra la confirmación de su nominado apuntalaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas y adoptar decisiones de suma importancia en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para su base de votantes.

Los jueces de ese tribunal son designados por el presidente y confirmados en el Senado.

Los republicanos son mayoría en la Cámara Alta con 53 de los 100 escaños, y necesitarían 51 votos para confirmar al nominado por Trump para la Suprema Corte, con lo que solo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente de la Cámara, el vicepresidente del país Mike Pence, pudiera emitir un voto de desempate.

Si aparte de Collins y de Murkowski, otros dos senadores republicanos se oponen a celebrar la confirmación del nominado por Trump antes de las elecciones, los demócratas tendrían entonces apoyo suficiente para evitar que se produjera la nominación.

Foto: Twitter @Politico

El presidente Donald Trump anunció el viernes que entregará casi 13,000 millones de dólares en ayuda a Puerto Rico para la reconstrucción de la red eléctrica y la reparación de escuelas tras los estragos causados por el huracán María hace tres años.

El anuncio ha levantado un sin fin de críticas, ya que sus críticos aseguran que dicha asistencia debió entregarse hace mucho tiempo, por lo que ahora es señalado de hacerlo para obtener algún beneficio de cara a la elección presidencial del próximo 3 de noviembre.

Trump, que previamente se ha mostrado reacio a proveer asistencia a la isla, y el candidato presidencial demócrata Joe Biden se disputan el respaldo de los electores en el estado de Florida, donde viven numerosos puertorriqueños, incluidos muchos que huyeron de los destrozos de María. El estado es clave en las elecciones presidenciales.

Trump responsabilizó del retraso a los demócratas en el Congreso que aprobaron la financiación y presionaron para su entrega.

“Soy lo mejor que le ha pasado a Puerto Rico, no hay quien se acerque siquiera”, afirmó el mandatario en una conferencia de prensa en La Casa Blanca.

La gobernadora puertorriqueña Wanda Vázquez le agradeció a Trump y al gobierno la entrega de los fondos, una de las mayores sumas jamás proporcionadas por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para ayuda por desastres. “Trabajar en equipo da resultados”, dijo Vázquez en una serie de tuits.

La representante demócrata Nydia M. Velázquez dijo que el momento escogido era digno de resaltar, tres años después de que la tormenta destruyó la red eléctrica de Puerto Rico y causó el apagón más prolongado en la historia de Estados Unidos.

“El gobierno de Trump demoró y se resistió a asignar esos fondos tan necesarios”, dijo Velázquez, que nació en Puerto Rico. “Ahora, cuarenta y seis días antes de las elecciones, el gobierno finalmente considera adecuado entregar esos fondos”.

Tras el paso de la tormenta, el mandatario se enfrascó en una disputa pública con la alcaldesa de San Juan por sus críticas a la respuesta de su gobierno.

Recordemos que Trump hizo enfurecer a muchos al lanzar rollos de toallas de papel a una multitud de personas durante una visita a una iglesia de la isla. Este año, los demócratas colocaron una imagen de la escena en una valla publicitaria en Kissimee, una ciudad de gran población puertorriqueña del centro de Florida.

Por su parte la campaña de Joe Biden afirmó este viernes que los 13,000 millones de dólares para Puerto Rico es “claramente una maniobra política desesperada para ganarse a los partidarios puertorriqueños”.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se negó esta mañana a responder sobre el informe del gobierno de Donald Trump en el que pide a nuestro país hacer “más” contra el narcotráfico, o que de lo contrario habrá consecuencias.

AMLO afirmó que la relación entre Estados Unidos y México es “muy buena”, y recordó que el país vecino está inmerso en una campaña para las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Y es que ayer, el gobierno estadounidense publicó un memorándum anual sobre los países productores de droga en el que pidió a nuestro país mostrar un mayor compromiso en desmantelar cárteles del narcotráfico y extraditar a criminales, así como evitar la producción de narcóticos ilegales sintéticos.

“Es un informe que se presenta cada año por parte del gobierno de Estados Unidos y tiene cosas buenas y otras que no aceptamos”, dijo López Obrador sin dar detalles. “Es un punto de vista que se respeta, es una opinión básicamente y no vamos nosotros a confrontarnos”, añadió el mandatario.

“¿No hay riesgo de que le quiten ayuda financiera?”, se le preguntó a AMLO. “No, al contrario”, contestó.

El presidente dijo que Estados Unidos tiene derecho de opinar, por lo que México tiene que respetar, “pero con Estados Unidos amor y paz pidió ‘amor y paz'”.

Detalló que será la cancillería quien emitirá en las próximas horas un comunicado sobre el tema.

El presidente Donald Trump advirtió a México que habrá consecuencias si no hace “más” para combatir el narcotráfico.

“A menos que el gobierno mexicano demuestre un progreso sustancial en el próximo año respaldado por datos verificables, México correrá un grave riesgo de que se concluya que no ha cumplido de manera demostrable sus compromisos internacionales de control de drogas”, dijo Trump en un memorando publicado por La Casa Blanca.

Recordemos que el republicano ya había advertido en 2019 al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que consideraría descertificar a México en su lucha antidrogas, lo cual implica un cese de la asistencia financiera y del respaldo de Washington en organismos internacionales.

Y es que según las agencias estadounidenses, México es la fuente de casi toda la heroína y metanfetamina incautada en Estados Unidos y una ruta de tránsito para la mayor parte de la cocaína disponible en el país.

Trump reconoció que tras su exhortación hace un año, México aprobó “con éxito” reformas para el decomiso de activos, aumentó las extradiciones de narcotraficantes a Estados Unidos, produjo el primer estudio en 17 años sobre el cultivo de amapola, y elaboró una estrategia contra las drogas.

Pero señaló que “si bien estas son señales de progreso, se debe hacer más”.

Por eso, urgió al gobierno de López Obrador a combatir y desintegrar las organizaciones criminales, seguir extraditando a sus integrantes, incrementar las confiscaciones de droga, e implementar un programa de desarrollo sostenible alternativo para erradicar el cultivo de amapola.

También lo instó a parar la “alarmante tendencia” a la producción en su territorio de fentanilo, la principal droga vinculada a muertes por sobredosis en Estados Unidos, y de metanfetaminas, así como a fortalecer los mecanismos para impedir el tráfico de precursores desde China.

“México debe demostrar claramente su compromiso de desmantelar los cárteles y sus empresas criminales y hacer más para proteger las vidas de los ciudadanos mexicanos y estadounidenses amenazados por estos grupos”, subrayó Trump.

El mandatario estadounidense hizo estas advertencias en un memorando que por ley debe enviar anualmente al secretario de Estado en el marco de las asignaciones de gastos, en el que identifica los principales países de tránsito y producción de drogas, y determina si éstos han incumplido sus obligaciones de lucha antinarcóticos.

Las naciones que son señaladas por EUA como principales países de tránsito de drogas o principales productores de drogas ilícitas, además de México, son: Afganistán, Las Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.

Trump volvió a descertificar a Bolivia y a Venezuela “por haber fallado de manera demostrable durante los 12 meses anteriores en cumplir con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales contra el narcotráfico”.