Tag

Ucrania

Browsing

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reconoció hoy que Ucrania atraviesa circunstancias complicadas tanto en el campo de batalla como desde el punto de vista de la economía y de las relaciones con algunos de sus socios, pero aseguró que la situación está “plenamente controlada”.

“Podemos hablar largo y tendido sobre lo que está ocurriendo en el campo de batalla y con la economía, sobre cuál es la situación con nuestros socios, cómo las sociedades de los países vecinos nos apoyan o no, qué ocurre en las fronteras de Ucrania”, dijo Zelenski en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro búlgaro, Nikolai Denkov.

El presidente añadió que “es difícil describir en una palabra” el momento actual, y recurrió para hacerlo a la frase que utilizan sus militares “cuando les pregunto qué ocurre en el campo de batalla”. “La situación está difícil, pero plenamente controlada”, dijo Zelenski.

Ucrania sufre en el frente un importante déficit de artillería, munición y defensa antiaérea motivado por los retrasos de sus aliados a la hora de enviar ayuda militar a Kiev.

Rusia aprovecha esta circunstancia para aumentar su presión sobre las defensas ucranianas y está logrando avances en el frente del este.

Además, agricultores polacos están bloqueando puntos fronterizos con Ucrania en protesta por la supuesta competencia desleal que representan los productos del campo ucranianos.

Según el Gobierno ucraniano los manifestantes polacos han tirado en las últimas semanas unas 160 toneladas de grano ucraniano durante esas protestas.

En su reunión de hoy en Kiev, Zelenski y el primer ministro búlgaro acordaron seguir trabajando para “acelerar el desarrollo de la logística y de la infraestructura en la región”.

Zelenski agradeció a Denkov la cooperación de Bulgaria para que Ucrania haya podido reanudar sus exportaciones por el mar Negro.

La guerra en Ucrania cumple dos años con Rusia a la ofensiva en casi todos los sectores del frente, mientras Ucrania intenta compensar la falta de armamento occidental relevando al jefe de su Ejército, Valeri Zaluzhni, una maniobra de resultado incierto.

Si el primer aniversario de la contienda fue positivo para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el segundo llega lleno de dudas para Kiev, que ha decidido apostar por la “defensa estratégica” ante la superioridad enemiga en hombres y munición.

La tan esperada contraofensiva ucraniana de junio, que permitió a los ucranianos avanzar principalmente en la región sureña de Zaporiyia, se estancó en verano y allanó el terreno para una nueva ofensiva rusa.

Sin escatimar ni hombres ni equipos, los rusos han logrado avanzar más en el Donbás durante la campaña invernal que en los anteriores dieciocho meses de combates.

Primero tomaron la estratégica localidad de Márinka, que se encuentra a cinco kilómetros al suroeste de Donetsk, capital de la homónima república popular anexionada por Moscú. Fue su mayor éxito desde la toma de Bájmut en mayo de 2023.

Después, los rusos centraron todos sus esfuerzos en conquistar el bastión de Avdivka, situado en una de las zonas más militarizadas de los más de mil kilómetros de frente ruso-ucraniano.

Al principio, Kiev optó por resistir hasta el final los embates enemigos, como hiciera antes en Mariúpol y después en Severodonetsk y Lisichansk, pero finalmente se tuvo que rendirse. Los defensores de la ciudad recibieron la orden de retirarse.

“Es una decisión muy lógica y profesional para salvar el mayor número posible de vidas ucranianas”, dijo Zelenski, quien estimó que por cada soldado ucraniano que ha muerto en esa zona del frente, siete rusos han perdido la vida. Zelenski añadió: “¿Qué ha conseguido Rusia? La extenuación de su ejército”.

El presidente ruso, Vladímir Putin, clamó victoria en mensajes con tintes claramente electorales; necesita éxitos en el campo de batalla para legitimar su reelección en los comicios presidenciales de próximo mes.

Pero no se conformó con ello. Putin llamó a aprovechar la iniciativa actual para avanzar hacia otras plazas fuertes ucranianas, en clara alusión a Sloviansk y Kramatorsk, pero también Vugledar, todas en la región de Donetsk.

El segundo aniversario de la invasión rusa llega justo después del relevo del hasta ahora jefe del Ejército ucraniano, que fue destituido por el presidente después de meses de desencuentros públicos.

El cese de Zaluzhni, en el que confiaban, según las encuestas, nueve de cada diez ucranianos, fue muy criticado por la oposición y provocó malestar en buena parte de la sociedad.

El nuevo jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, tiene ante sí la difícil tarea de ganarse la confianza de sus compatriotas en un momento de poco propicio, a priori, para Ucrania, donde la unidad en torno Zelenski se desgasta ante la ausencia de buenas noticias del frente.

Ucrania entra en el tercer año de la guerra con la incertidumbre de si seguirá recibiendo asistencia militar de Estados Unidos, donde congresistas republicanos bloquean el paquete de 60,000 millones de dólares propuesto por la Casa Blanca para seguir apoyando a Kiev a lo largo de 2024.

Para Zelenski, la aprobación de esta partida es capital para que Ucrania pueda seguir defendiéndose con garantías de los ataques de Rusia, tanto en el campo de batalla como en la retaguardia. Kiev también está pendiente de recibir prácticamente la mitad del millón de proyectiles para artillería del calibre 155 que la Unión Europea (UE) se comprometió a entregar a Ucrania antes de marzo de este año.

A este segundo aniversario de la guerra, se suma la muerte del líder opositor, Alexéi Navalni.

Pero, ¿qué sucede en Ucrania y que se espera para los próximo meses? ¿Putin y Zelenski mantienen sus apoyos? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Brenda Estefan, analista internacional, sobre la guerra y los dos años de la invasión rusa a Ucrania.

El Senado de Estados Unidos, liderado por los demócratas, aprobó esta mañana, a primera hora, un paquete de ayuda de 95,340 millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, en un contexto de crecientes dudas sobre su destino en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.

Los legisladores aprobaron la medida en una votación de 70-29, lo que superó el umbral de 60 votos de la cámara para su aprobación, y enviaron el proyecto a la Cámara de Representantes. 22 republicanos se unieron a los demócratas para apoyar el proyecto de ley.

“Hacía años, quizá décadas, que el Senado no aprobaba un proyecto de ley que afecta tanto no sólo a nuestra seguridad nacional, no sólo a la seguridad de nuestros aliados, sino también a la seguridad de la democracia occidental”, dijo Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado.

La votación en el Senado inició la madrugada de este martes, después de que ocho republicanos de línea dura contrarios a la ayuda a Ucrania extendieron la sesión con discursos durante más de seis horas.

Recordemos que el presidente demócrata Joe Biden lleva meses instando al Congreso a que apure la nueva ayuda a Ucrania y a los socios de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, incluido Taiwán. Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, también solicitó fondos para el aliado de Estados Unidos, junto con ayuda humanitaria para los palestinos de Gaza.

El presidente Volodímir Zelenski reaccionó a esta aprobación. Agradeció el apoyo y la “asistencia continua a Ucrania mientras luchamos por la libertad, la democracia y los valores que todos apreciamos”.

En su mensaje de redes sociales, dijo que la continua asistencia estadounidense ayuda a salvar vidas humanas del terrorismo ruso. “Significa que la vida continuará en nuestras ciudades y triunfará sobre la guerra. La asistencia estadounidense acerca la paz justa en Ucrania y restablece la estabilidad global”.

Sin embargo hay que recordar que ambas cámaras del Congreso estadounidense deben aprobar el proyecto para que se convierta en ley. En ese sentido, analistas refieren que el proyecto de ley tiene pocas probabilidades de llegar al pleno de la Cámara de Representantes, pues Mike Johnson, líder de los republicanos, lo ha criticó por carecer de medidas para frenar el flujo récord de inmigrantes a través de la frontera entre Estados Unidos y México, algo que habían puesto como condición.

Sobre el tema migratorio, se informó que los solicitantes de asilo que se encuentran en México han ingresado más de 64.3 millones de peticiones en la aplicación oficial implementada por la Administración del presidente Joe Biden, de las cuales unas 450,000 han derivado en el ingreso al país.

Según informó la cadena CBS News, en el poco más de un año de la puesta en marcha de la aplicación para teléfonos y dispositivos inteligentes CBP One, con la que el Gobierno ha buscado agilizar el proceso migratorio en la frontera sur, se han producido de media cada mes unos cinco millones de solicitudes.

La cifra total de más de 64 millones registrada desde la implementación de esta herramienta digital, en enero de 2023, y hasta el pasado 8 de febrero abarca intentos repetidos del mismo solicitante.

La lista de países de origen de los solicitantes está encabezada por Venezuela, México, Haití, Cuba y Honduras, además de Rusia, El Salvador, Colombia, Chile y Guatemala.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ofreció su primera entrevista a un periodista occidental tras casi dos años de guerra en Ucrania. En ella se mostró dispuesto a negociar el final del conflicto, pero se negó a entrar en el debate político interno estadounidense.

El periodista estrella de la ultraderecha estadounidense, Tucker Carlson, expresentador de la cadena conservadora Fox News, fue el elegido para llevar a cabo la entrevista de dos horas, que tuvo siempre un tono amable, a veces entre risas, sin que Carlson le hiciera ninguna pregunta incómoda.

Carlson le preguntó hasta en dos ocasiones si creía que “otra administración después de Joe Biden podría restablecer la comunicación” entre los dos países, y Putin no quiso seguir por esa línea, aun admitiendo que en su carrera ha tenido buena relación con algunos presidentes, como George W. Bush o Donald Trump.

“No se trata de quién es el líder o de la personalidad de uno en concreto, sino de las élites mismas: es la idea de la dominación a toda costa basada en las fuerzas dominantes de la sociedad estadounidense”, reflexionó.

Según diveros analistas, la entrevista resultó decepcionante, pues no solo no quiso hacer comentarios sobre el futuro político en Estados Unidos, como se esperaba, sino que tampoco hizo propuestas concretas para acabar con la guerra en Ucrania, más allá de mostrar una voluntad genérica de negociación.

Esta voluntad se topa con unas supuestas “instrucciones de los países occidentales a las que obedece” el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que lo han llevado incluso a firmar un decreto para prohibir negociar con Rusia, pero en todo caso tampoco Putin puso alguna oferta sobre la mesa.

Aseguró que hay “mercenarios estadounidenses” combatiendo en Ucrania, siendo el grupo más numeroso tras el de los polacos, y advirtió contra cualquier idea de enviar soldados regulares de EUA, algo que “traería a la humanidad al borde de un conflicto global muy serio”.

Volvió a insistir en el interés de EUA por una negociación: “Ustedes tienen problemas en las fronteras con la inmigración, problemas con la deuda nacional de más de 33 billones de dólares… ¿Y no tienen nada mejor que hacer? (…) ¿No sería mejor negociar con Rusia para llegar a un acuerdo?”.

Putin, al que se vio muy relajado durante la entrevista y que pudo explayarse sobre algunos de sus temas favoritos: la historia, el espacio vital ruso, la religión, entre otros; dedicó buena parte de la entrevista para criticar el uso que supuestamente hace Estados Unidos del dólar “como herramienta de lucha en política exterior”, algo que para él supone “uno de los mayores errores estratégicos”.

Según él, este uso político del dólar se aplica a la lógica de las sanciones: “El hecho de que Estados Unidos aplique medidas restrictivas a ciertos países tal como restringir sus transacciones, congelar sus cuentas, etcétera, causa una gran preocupación y envía una señal al mundo entero”, apuntó.

Puso como ejemplo que en su propio país las transacciones antes de empezar la guerra en Ucrania eran en un 80% en dólares y euros, pero que el porcentaje ha bajado en favor del rublo y el yuan, que juntas ya suman el 68%.

Según Putin, con las sanciones de Estados Unidos sobre su economía “creyeron que eso nos llevaría al hundimiento total, pero nada se hundió. Es más, otros países lo están pensando y acelerando sus pagos de petróleo en yuanes”.

En la entrevista se tocó el tema de la Inteligencia Artificial. El líder ruso opinó que la investigación genética es una amenaza para la Humanidad hasta el punto en que “ahora es posible crear un superhumano”, y después comentó que el empresario Elon Musk “ya ha implantado un chip en el cerebro humano en Estados Unidos.”.

“Creo que Elon Musk es imparable, hará lo que considere necesario. No obstante, tienen que encontrar una base común con él, buscar maneras de persuadirlo. Creo que es una persona inteligente, verdaderamente. Así que necesitarán llegar a un acuerdo con él, porque este proceso necesita ser formalizado y sujeto a ciertas reglas”, sostuvo.

Putin también afirmó que podría ser posible liberar al periodista del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, que está a la espera de juicio acusado de espionaje, a cambio de un preso ruso.

Dijo que los servicios especiales rusos y estadounidenses estaban discutiendo el caso y habían hecho algunos progresos. Sugirió que, a cambio, Moscú quería que Alemania liberara a Vadim Krasikov, condenado por el asesinato en 2019 de un disidente checheno en Berlín.

“Estamos dispuestos a resolverlo, pero hay ciertos términos que se están discutiendo a través de los canales de los servicios especiales. Creo que se puede llegar a un acuerdo”, dijo Putin, subrayando que los socios de Rusia tenían que dar lo que él llamó pasos recíprocos.

A raíz de la entrevista, el asesor de la oficina presidencial ucraniana Mijailo Podoliak condenó la aparición de Putin, la cual calificó como “un intento incuestionable” de legitimar la agresión militar rusa contra Ucrania y sus consecuencias.

“Cualquier conversación/entrevista con la entidad (sic) Putin es un intento incuestionable de legalizar ‘las reglas del caníbal ruso’ (asesinatos masivos, violencia ejemplarizante, confiscación/robo de propiedades ajenas, destrucción) en la tradición política occidental”, escribió Podoliak en su cuenta de la red social X.

El asesor de Zelenski, que es conocido por sus mensajes filosóficos sobre actualidad política y suele ejercer de portavoz oficioso de la Administración del presidente Volodímir Zelenski, agregó que “el intento” de Putin de “justificar” el genocidio de ucranianos no cambia la realidad de la guerra ni “devuelve a Rusia a la civilización”.

Las autoridades ucranianas anunciaron este martes que habían detenido a cinco antiguos y actuales agentes de sus servicios de inteligencia, sospechosos de haber proporcionado información a los servicios de seguridad rusos (FSB).

Los servicios de seguridad ucranianos (SBU) aseguraron que habían “neutralizado una poderosa red de agentes del FSB” que operaban en Ucrania. Según la oficina del fiscal general, se trata de “ciudadanos ucranianos”.

Uno de ellos trabajaba para una filial regional del SBU y los otros cuatro habían sido empleados del servicio de inteligencia militar del ministerio de Defensa (GUR) y del servicio de inteligencia exterior.

Los agentes son sospechosos de “alta traición” por haber comunicado estas informaciones a cambio de retribución económica, indicó la oficina del fiscal.

Según el SBU, su tarea consistía en transmitir informaciones a Rusia sobre el ejército ucraniano y “las infraestructuras energéticas esenciales” del país.

En concreto, habrían informado a Moscú sobre el tipo de vehículos utilizados por los servicios de inteligencia militar, la ubicación de soldados ucranianos, los sistemas de seguridad de dos centrales nucleares ucranianas, o las vías de transporte de armamento extranjero en el país, según la oficina del fiscal.

También habrían proporcionado elementos sobre los sistemas de defensa instalados cerca de Odesa, ciudad portuaria del mar Negro, y los sistemas de lanzacohetes múltiples de Jarkiv, en el noreste, dos de los sitios blanco habitual de los ataques rusos.

Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, Ucrania anunció haber desenmascarado a un gran número de agentes de Moscú infiltrados en sus estructuras del Estado y en especial en los servicios secretos.

Las autoridades rusas acusaron igualmente a algunos de sus propios ciudadanos o a extranjeros de trabajar en nombre de Ucrania, facilitando informaciones o preparando actos de sabotaje.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llamó hoy a los ucranianos en edad militar que permanecen en el extranjero a contribuir a la defensa del país contra la invasión rusa, ya sea como soldados o como trabajadores que paguen impuestos.

En conferencia de prensa conjunta en Tallín con la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, preguntaron a Zelenski si había planteado la cuestión de la repatriación de los varones en edad militar, de entre las decenas de miles de refugiados ucranianos que se han establecido en países bálticos.

El presidente no dijo explícitamente que Estonia u otros países europeos deban ayudar a devolver a los varones que están evitando la movilización, pero subrayó que quienes no trabajan y pagan impuestos en Ucrania para apoyar a las fuerzas armadas no están contribuyendo a defender el país.

Zelenski matizó que no todos los hombres en edad militar han de regresar necesariamente para luchar en el frente, ya que por cada soldado hay varios ciudadanos que realizan otros trabajos y contribuyen a las arcas públicas.

El mandatario no aclaró si estaba alentando expresamente a todos los refugiados a regresar a Ucrania para reintegrarse en el mercado laboral.

Y es que según los medios locales, desde la invasión rusa han emigrado a Estonia unos 36,000 ucranianos.

Tras la conferencia de prensa con Kallas, Zelenski se dirigió al parlamento de Estonia o Riigikogu, donde agradeció el apoyo del país báltico a la lucha de Ucrania “por la libertad” y contra el intento del Kremlin de “reconstruir el imperio” ruso.

El presidente también hizo un llamado a defender la “unidad” europea por encima de “egoísmos nacionales” para proteger los intereses y los “valores europeos”.

Rusia y Ucrania intercambiaron cientos de prisioneros de guerra este miércoles, en el mayor canje de cautivos desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.

Las autoridades ucranianas informaron que 230 prisioneros de guerra ucranianos regresaron en el primer intercambio en casi cinco meses.

Por su parte el Ministerio de Defensa de Rusia indicó que 248 militares rusos fueron liberados bajo el acuerdo mediado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El Ministerio de Relaciones Exteriores de los Emiratos atribuyó el exitoso canje a las “fuertes y amistosas relaciones entre los EAU y tanto la Federación Rusa como la República de Ucrania, que fueron mantenidas por llamadas sostenidas a los más altos niveles”.

El defensor de derechos humanos de Ucrania, Dmytro Lubinets, dijo que se trata del intercambio número 49 de prisioneros de la guerra. Algunos de los ucranianos llevaban desde 2022 como prisioneros de guerra.

Este mismo miércoles, Rusia informó que derribó 12 misiles ucranianos sobre la región sureña de Belgorod, en la frontera con Ucrania, mientras las fuerzas de Kiev tratan de elevar la presión sobre el presidente ruso Vladímir Putin y socavar su argumento de que la vida allí transcurre con normalidad.

El lado ruso de la frontera con Ucrania ha sufrido frecuentes ataques en los últimos días. Durante la guerra, las localidades fronterizas rusas han sido atacadas esporádicamente con fuego de artillería ucraniano, cohetes, mortero y aviones no tripulados lanzados desde densos bosques donde son difíciles de detectar.

Últimamente, cuando los misiles y drones rusos alcanzan ciudades ucranianas, las tropas de Kiev apuntan a la capital de Belgorod, que está a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.

El sábado, los bombardeos sobre la ciudad mataron a 25 personas, incluso cinco niños, en uno de los ataques más letales en suelo ruso desde la invasión de Ucrania. Otro civil murió ayer en otro ataque.

El presidente Joe Biden está dispuesto a desmantelar el sistema asilo y romper sus promesas de campaña a cambio de que los republicanos le apoyen con el gasto extraordinario de más de 60,000 millones de dólares para seguir financiando la guerra de Ucrania.

En negociaciones con senadores del partido opositor, legisladores demócratas y funcionarios del Gobierno han propuesto reanudar las expulsiones exprés en la frontera y expandir la capacidad del Gobierno para deportar a migrantes, entre otras medidas restrictivas, según informaron fuentes cercanas a las discusiones.

La Casa Blanca no ha confirmado dichas filtraciones, pero sí ha señalado que Biden está “abierto a compromisos” si los negociadores logran reunir los apoyos suficientes, reportó la agencia Efe.

Al agotarse el dinero que el Congreso previamente había aprobado para Kiev y para convencer al escéptico bloque conservador de apoyar un nuevo desembolso en gasto militar, la Casa Blanca decidió incluir también más financiación para “seguridad fronteriza”.

Esto permitió que los republicanos agarraron las riendas de la negociación y aprovecharon para pedir mayores restricciones a la migración y al asilo a cambio de sus votos.

En lugar de rechazar las exigencias, la Casa Blanca redobló su influencia en las conversaciones, enviando a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), entre ellos el secretario Alejandro Mayorkas, al Congreso.

Decenas de legisladores demócratas, incluyendo su número dos en el Senado, Dick Durbin, y los miembros del caucus hispano de la Cámara de Representantes, han rechazado firmemente el trueque que está considerando la Administración.

A su vez, han pedido a Biden que respete sus promesas de campaña de revertir las políticas antiinmigración del expresidente Donald Trump.

Expertos en migración y organizaciones en defensa de los derechos humanos han señalado que las propuestas que se están barajando, en especial la de reanudar las deportaciones exprés, desmantelarían el sistema de asilo en Estados Unidos al que actualmente se están acogiendo la mayoría de personas que cruzan la frontera.

Bajo la ley actual, que se adoptó tras la Segunda Guerra Mundial, EUA se comprometió a dar protección a las personas que no pueden volver a sus países por miedo a persecución por motivos de “raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política”.

Para obtener esta protección, es requisito también que la persona esté en suelo estadounidense. Deportación “en caliente” significa entonces que las autoridades pueden expulsar a alguien sin darle oportunidad a pedir asilo.

Hasta mayo de este año, la frontera sur de Estados Unidos estuvo regida por el Título 42, una restricción similar a la que se está negociando y que impuso en su momento el Gobierno de Trump con el pretexto de la pandemia.

El Título 42, mientras estuvo en vigor, infló las cifras de detenciones en la frontera por la cantidad de personas que cruzaban más de una vez después de ser expulsadas.

Entre 2020 y 2021 se llevaron a cabo más de 1.8 millones de deportaciones de migrantes bajo el Título 42, aunque más de la mitad fueron personas que ya habían sido detenidas y expulsadas a México anteriormente, según datos del American Immigration Council.

El continente está registrando cifras récord de movimiento de personas, a causa de profundas crisis políticas en varios países como Venezuela, Nicaragua o Ecuador y los estragos económicos que dejó la pandemia.

El presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed, abordó hoy la guerra en Ucrania con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y le transmitió que su país apoya la solución de los conflictos “a través del diálogo y la diplomacia”.

En una reunión en Abu Dabi, ambos líderes abordaron “la evolución de la crisis ucraniana”. Bin Zayed apuntó que la política emiratí se basa en “apoyar la paz, la cooperación y la estabilidad a nivel regional y global”, indicó la agencia de noticias oficial emiratí, WAM.

Durante el encuentro, Bin Zayed y Putin también “intercambiaron opiniones” sobre la guerra en la Franja de Gaza y coincidieron en “la necesidad de que la comunidad internacional adopte medidas para lograr un alto el fuego”, así como para proteger civiles y afianzar la llegada de ayuda humanitaria al enclave palestino.

“Ambas partes subrayaron la importancia de trabajar para encontrar un horizonte claro para una paz permanente e integral en la región basada en la solución de dos Estados”, añadió WAM.

El presidente ruso llegó hoy a Abu Dabi, en su primera visita al golfo Pérsico desde 2019, en un avión que fue escoltado por cuatro cazas rusos Su-35C durante el vuelo que le llevó a los Emiratos, según informó el Kremlin.

Al entrar al espacio aéreo emiratí, el avión de Putin fue entonces escoltado por cazas de la Fuerza Aérea del país árabe.

Estados Unidos advirtió a gobiernos y ciudadanos latinoamericanos sobre las intenciones de Rusia a “manipularlos” mediante una supuesta campaña de desinformación en español con la que el Kremlin busca justificar la invasión de Ucrania y denigrar la imagen de Washington en la región.

El encargado de la oficina antipropaganda del Departamento de Estado, James Rubin, señaló que la Administración del presidente Joe Biden está preocupada por las dificultades de Ucrania para lograr el apoyo de los Gobiernos de América Latina.

“Rusia planeó una campaña de desinformación en todo el continente para tratar de manipular a los votantes de América Latina mediante desinformación y difusión de ideas disparatadas”, explica el coordinador del Centro para la Participación Mundial del Departamento de Estado, en entrevista con la agencia Efe.

Según la Administración de Biden, el Gobierno ruso orquesta desde Chile una campaña para captar a medios locales y creadores de opinión de toda América Latina para que difundan su propaganda escondiendo la mano del Kremlin que hay detrás.

Un equipo se encarga de elaborar el contenido en Rusia y envía el material a su gente en la región para que lo difunda en español y portugués a través de medios locales y que parezca información independiente.

“Creemos que eso ocurre en toda la región, en todos los países, como Argentina, Chile, Colombia, México, Cuba, Venezuela y Brasil”, dijo Rubin.

Según el alto funcionario, los mensajes que el Kremlin difunde en Latinoamérica tratan de “justificar lo injustificable”, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.

Acusan por ejemplo a Kiev de poseer “armas biológicas, entre otras ideas disparatadas”. “Pero la gente en América Latina debería recordar que no es una opinión sino un hecho que Rusia decidió una mañana invadir a su vecino con cientos de miles de tropas y luego cometer atrocidades en Ucrania contra la gente que vive allí”, afirmó el funcionario.

El coordinador de la oficina antipropaganda también denuncia que Moscú quiere hacer creer que Estados Unidos “tiene la culpa” de esta guerra, pero “fue una decisión de Rusia invadir a su vecino”, insiste.

Y es que varios Gobiernos de izquierda en América Latina han marcado distancias con Estados Unidos y han expresado neutralidad ante la guerra de Ucrania, algo que ha evidenciado la influencia que tiene Rusia en la región.

Por ello, Washington quiere que Rusia deje de “engañar a los pueblos de Latinoamérica y de hacerles pensar que hay alguna justificación para una invasión a gran escala de su vecino”.

Rubin recalca que Moscú tiene todo el derecho a expresar sus opiniones a través de canales y medios de comunicación oficiales, como RT o Sputnik, pero lo censurable es que “esconda su mano” detrás de una presunta campaña de noticias falsas.

La Administración de Biden cree que el Kremlin ha escogido manipular a los medios de esta región porque en Latinoamérica existe libertad de prensa y un apoyo histórico a lo que fue la Unión Soviética.

La Administración estadounidense asegura que se ha puesto en contacto con los Gobiernos del continente para avisarles de la supuesta campaña de desinformación rusa.

El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió hoy que “hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, en alusión a la guerra en Ucrania durante su intervención en la cumbre virtual de líderes del G20.

“Por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia para personas y familias concretas, y para el país en general. Sin lugar a dudas, hay que pensar en cómo detener esta tragedia”, dijo Putin durante al tiempo que añadió que Rusia “nunca” se ha negado a entablar negociaciones de paz con Kiev.

En ese sentido, el mandatario ruso recordó que fue el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien prohibió por decreto dialogar con Rusia para poner fin a la contienda que Moscú inició en febrero de 2022.

Además, aludió a sus homólogos que se mostraron “conmocionados” con las consecuencias de la “agresión” rusa contra el país vecino.

“Entiendo que la guerra, la muerte de personas, no puede no conmover. ¿Y el golpe sangriento en Ucrania en 2014 que desembocó en la guerra del régimen de Kiev contra su propio pueblo en el Donbás ? ¿Eso no conmueve?”, dijo.

Aprovechó para manifestarse sobre lo sucedido en Medio Oriente. Preguntó a los presentes: “Y el exterminio de la población civil en Palestina, en la Franja de Gaza, ¿no impresiona? Y el hecho de que médicos tengan que operar a niños (…), utilizar escalpelos en cuerpos de niños sin anestesia, ¿no impacta?”.

También cuestionó si las declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre que Gaza se ha convertido en un gran cementerio infantil, no conmueve.

Putin no acudió a las últimas tres cumbres del G20 en Italia, Indonesia y en septiembre pasado en la India. En esta última fue representado por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. Ahora sí participa, dado que se realiza de forma virtual.

La reunión se celebra a puerta cerrada, excepto por la apertura y el cierre, y reúne a los líderes de las principales economías del mundo, así como a los representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea o la Unión Africana.

Por su parte el primer ministro de la India, Narendra Modi, también abordó el conflicto en Gaza durante la cumbre de líderes del G20. Manifestó su preocupación por la muerte de civiles, al tiempo que reclamó la puesta en libertad de los rehenes.

“En los últimos meses han surgido nuevos desafíos. La situación de inseguridad e inestabilidad en la región de Asia occidental es motivo de preocupación para todos nosotros. Creemos que el terrorismo es inaceptable para todos nosotros. La muerte de civiles, dondequiera que ocurra, es condenable”, dijo en su intervención inicial el primer ministro indio.

Y es que se espera que la guerra entre Israel y Hamás ocupe un papel primordial en la cumbre, que coincide con el anuncio este miércoles de una tregua temporal de carácter humanitario que ha recibido el respaldo masivo de la comunidad internacional.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a criticar el gasto militar de Estados Unidos en Ucrania, insistiendo en que Washington debe destinar más recursos a ayudar a los países latinoamericanos y no al conflicto bélico.

López Obrador lleva tiempo pidiendo a Estados Unidos que dedique más fondos para apoyar el desarrollo económico de Centroamérica y el Caribe y aliviar las presiones migratorias.

Durante su conferencia de rueda de prensa matutina, criticó al Congreso de Estados Unidos por no liberar fondos para la región, y posteriormente hizo referencia a las disputas de la semana pasada sobre un proyecto de ley de financiamiento provisional que eliminó más ayuda estadounidense para Ucrania.

“Ahora estaba viendo que ya no están autorizando el apoyo para la guerra en Ucrania”, señaló. “Pero cuánto han destinado a la guerra en Ucrania, 30 ó 50 mil millones de dólares para la guerra, que es lo más irracional que puede haber, y dañino”.

El mandatario ha optado por mantener una postura neutral/ambigua sobre la guerra. Ha criticado la ayuda militar occidental a Kiev, se ha negado a sumarse a las sanciones a Rusia, aunque ha propuesto conversaciones de paz para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Sobre el tema, este lunes la Casa Blanca reafirmó que la ayuda estadounidense a Ucrania se mantendrá “el tiempo necesario”, pese a que la ley que el sábado pasado amplió la financiación de la Administración para asuntos clave durante 45 días no incluyó un aumento de ese apoyo.

“Ese compromiso va a continuar. Vamos a seguir ayudando a Ucrania el tiempo necesario”, dijo en su rueda de prensa la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre.

La resolución que evitó un cierre temporal de la Administración estadounidense a partir de la medianoche del sábado por falta de fondos dejó fuera la ayuda a Ucrania solicitada por el presidente, Joe Biden, que se elevaba a 24,000 millones de dólares.

El Senado había rebajado esos fondos a los 6,000 millones, aunque en su aprobación final, por 88 votos a favor y 9 en contra, esa prórroga no incluyó tampoco esa financiación.

Se espera ahora que la Cámara de Representantes someta a votación un proyecto de ley aparte con la ayuda a ese país para afrontar la invasión rusa.

La portavoz recalcó que hay apoyo bipartidista en el Congreso para continuar la financiación a Ucrania y subrayó que eso es lo que se espera desde la Casa Blanca.

El veto a la ayuda a Ucrania en la resolución aprobada el sábado partió del ala más dura del Partido Republicano, que considera que se está entregando un cheque en blanco a ese país sin comprobar el uso que se da a esos fondos.

Por primera vez, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acude a la Asamblea General de la ONU; el pasado año lo hizo por videoconferencia.

“Es muy importante que nuestra palabra, nuestros mensajes sean oídos por nuestros socios”, dijo Zelenski ayer durante una visita a un hospital neoyorquino donde se recuperan soldados ucranianos que han resultado gravemente heridos en la defensa de su país tras la invasión rusa hace año y medio.

El mensaje del presidente ucraniano comenzará alrededor de las 11:00 hora México.

“Ucrania presentará una propuesta concreta a los estados miembros de la ONU para reforzar el principio de integridad territorial y mejorar la capacidad de la ONU para impedir y parar una agresión”, dijo previamente en la red social X.

Con Ucrania, “queremos una paz justa”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “Aquí es el momento de hacerlo para garantizar un amplio apoyo a la fórmula ucraniana”, agregó en una conferencia de prensa.

Ucrania siempre ha encontrado en la Asamblea General un gran apoyo, ante la imposibilidad de hacerlo en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia.

Pero cada vez son más las voces del Sur Global que reclaman una solución pacífica tras un año y medio de guerra, que ha tenido consecuencias en todo el mundo con el aumento de los precios de los alimentos, en particular para los más vulnerables.

Recordemos que Ucrania es uno de los principales productores de cereales del mundo.

Más de 140 mandatarios desfilarán a partir de hoy por la tribuna de la 78º Asamblea de la ONU en un mundo fragmentado y asolado por crisis como la del COVID-19, la climática, la escalada de conflictos en África, en Ucrania, la crisis migratoria o la inflación.

A ello se suman las tensiones geopolíticas sin precedentes en décadas, que han transformado al mundo en un espacio “multipolar y menos multilateral”, como lo definió Borrell.

El primero en hablar este martes será Brasil, seguido de Estados Unidos, Colombia y Cuba, representados por sus respectivos mandatarios.

Los grandes ausentes de esta cita mundial serán los mandatarios de Rusia, China, Francia, Reino Unido, todos ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Por América Latina no asisten los mandatarios de México ni Venezuela.

La participación de militares rusos durante el Desfile Cívico-Militar del sábado pasado desató nuevas críticas sobre la postura del país ante la invasión rusa a Ucrania.

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, afirmó que el acto conmemorativo se vio “mancillado” por los militares rusos porque “sus botas y manos de criminales de guerra están manchadas de sangre”.

“¿Cómo de coherente es, señor Andrés Manuel López Obrador, su política de neutralidad y su condena de la agresión contra mi país?”, se preguntó Dramaretska en un mensaje publicado en X.

A las críticas también se sumaron diversas voces de la oposición, como el senador independiente Emilio Álvarez Icaza, quien expresó que “miles de ucranianos muertos bajo bombardeos rusos, y hoy el ‘humanismo mexicano’ se coloca del lado de Putin el invasor”, refiriéndose al presidente de Rusia Vladímir Putin.

Aunque López Obrador ha defendido en reiteradas ocasiones la neutralidad de México frente a la guerra en Ucrania, algunos han acusado al mandatario de tener preferencia por Rusia.

México tardó en expresar una postura clara de rechazo a la invasión rusa a Ucrania y se negó apoyar cualquier sanción sobre Rusia que no fuera aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que puso en duda la neutralidad del nuestro país ante el conflicto bélico.

El mandatario mexicano también cuestionó los envíos de armas y dinero de Estados Unidos y otros países a Ucrania, y propuso la creación de un comité internacional para promover un diálogo y lograr la paz en Ucrania.

La virtual candidata de la oposición a la Presidencia, Xóchitl Gálvez, también se manifestó sobre la polémica desatada.

En sus redes sociales, indicó que ella sueña que en el desfile del 2025, esté un contingente de Ucrania y no uno de Rusia ni de Nicaragua. “Los contingentes extranjeros deben ser digna compañía de nuestras fuerzas armadas”, señaló.

Y es que en el Desfile también intervinieron representaciones de China, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, entre otros.

Estas últimas delegaciones, también ocasionaron críticas al gobierno, por haberles extendido una invitación a participar.

Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió la participación del contingente ruso en un desfile Cívico-Militar, pues dijo, es tradición invitar a todos los países.

“En el desfile marcharon, desfilaron, contingentes de Rusia. Hicieron un escándalo. Me llamó la atención porque también desfilaron de China y no hubo tanto escándalo, todo fue Rusia. Se invitó a todos los Gobiernos con los que México tiene relaciones, siempre se hace”, respondió el mandatario al ser consultado sobre el tema.

López Obrador desestimó las críticas, al insistir en que es costumbre invitar a todos los países al desfile, como también lo hizo el expresidente derechista Felipe Calderón.

“Fue un escándalo, nosotros tenemos relaciones con todos los países del mundo, y a todos se invita, pero no es a partir de que estoy yo como presidente, siempre se ha hecho”, insistió.

El mandatario explicó que, en el desfile, las invitaciones están a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“El día 15 (de septiembre) vinieron comisiones, incluso hasta secretarios de Defensa, de dos o tres países y representaciones militares de muchos países del mundo. Estuvo el comandante del Comando Norte de Estados Unidos el día 15, en entrevista con el secretario de la Defensa y así otros representantes militares”, añadió.

Rusia garantizó hoy el apoyo de Corea del Norte en su “lucha santa” en Ucrania en el marco del encuentro de Vladímir Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que ambos exhibieron su sintonía y el rechazo al imperialismo occidental.

“Rusia se ha levantado ahora en una lucha santa para la defensa de su soberanía y seguridad (…). Nosotros siempre hemos apoyado y apoyamos todas las decisiones del presidente Putin”, dijo Kim durante el segundo encuentro entre ambos desde 2019 en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur.

El dirigente norcoreano llegó al territorio ruso en medio de fuertes sospechas de Occidente sobre la intención de ambos países de reforzar la cooperación militar y espacial a través de un acuerdo de suministro de armas y tecnología.

Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de proyectiles y munición para artillería.

Kim viajó a Rusia con una delegación que incluía a su hermana Kim Yo-Jong, y a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.

Pese a las advertencias de Occidente y Asia de que puede haber nuevas sanciones para ambos países, Putin y Kim mostraron su disposición a reforzar los lazos militares.

“Hay ciertas restricciones. Rusia cumple todas estas restricciones, pero hay cosas sobre las que, por supuesto, podemos hablar (…). Aquí también hay perspectivas”, dijo el jefe del Kremlin al término de la cumbre.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que, si Occidente pretende impulsar una nueva resolución de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, no contará con el apoyo ni de Rusia ni de China.

Mientras Rusia necesita a Corea del Norte para poder sostener su esfuerzo bélico en Ucrania, el régimen de Pyongyang busca el apoyo de Moscú para desarrollar su sector espacial.

El líder norcoreano de hecho mostró “un gran interés por los cohetes”, dijo el jefe del Kremlin, quien mostró a su homólogo en el cosmódromo de Vostochni el ensamblaje de los cohetes Angará y el complejo de lanzamiento de los portadores Soyuz-2.

Putin y Kim también hablaron sobre el desarrollo de la agricultura, sector en el que Rusia, “por supuesto, tiene algo que ofrecer”, indicó el mandatario ruso, que recordó que Moscú envía ayuda humanitaria a Corea del Norte.

Kim adelantó a Putin que las relaciones con Moscú son ahora la “máxima prioridad de Pyongyang”. “Espero que siempre luchemos juntos contra el imperialismo y la construcción de estados soberanos”, enfatizó.

Kim se mostró convencido de la victoria de Rusia en su “operación militar especial” en Ucrania, eufemismo con el que Moscú se refiere a la guerra que lanzó en el país vecino hace 567 días.

Estados Unidos advirtió este martes a Corea del Norte de que “pagará un precio en la comunidad internacional” si suministra armamento a Rusia destinado a la guerra en Ucrania.

El gobierno de Joe Biden llamó a Pyonyang a que respete su compromiso público de que no apoyará con armas a Rusia.

“Proporcionar armas a Rusia para usarlas en el campo de batalla contra silos de grano e infraestructura de calefacción de las principales ciudades mientras nos acercamos al invierno para tratar de conquistar territorio de otra nación soberana no va a dejar bien a Corea del Norte y pagará un precio por ello en la comunidad internacional”, indicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

En conferencia de prensa, el representante estadounidense destacó Washington seguirá buscando oportunidades para disuadir a los norcoreanos de dar ese paso.

Estados Unidos ya había denunciado la semana pasado que la negociación entre Rusia y Corea del Norte para la compra de armas avanzaba activamente y que, de llevarse a cabo, permitiría a Moscú recibir múltiples tipos de municiones.

Ayer, los diarios The New York Times y The Washington Post publicaron que el líder norcoreano, Kim Jong-un, planea viajar a Rusia este mes para hablar con el presidente ruso, Vladímir Putin, y sellar ese intercambio militar.

El Kremlin se negó a confirmar ese posible encuentro, que según la información difundida, podría producirse en próximo domingo en la ciudad de Vladivostok.

Sullivan recordó que, aunque poseen información de que Jong-un “tiene expectativas de que la discusión prosiga, incluso entre líderes y tal vez en persona”, no puede “entrar en detalles” al respecto.

A su vez, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, subrayó que Estados Unidos “ha sido increíblemente claro sobre las potenciales consecuencias de que cualquier país adopte medidas que apoyen a Rusia a avanzar en su ilegal e injusta guerra”.