La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, viajará mañana a la ciudad fronteriza de Douglas, en el estado de Arizona, para abordar sus planes en torno a la inmigración, esto en medio de la campaña electoral.
Se espera que la vicepresidenta aborde “cómo está impulsando el plan bipartidista de seguridad fronteriza más estricto en una generación (que incluye nuevos agentes fronterizos y tecnologías para detener el fentanilo), y de cómo Donald Trump lo mató con fines políticos”, según adelantó el equipo de campaña de la demócrata.
Al señalar que el viaje aún se está planeando, se señaló que se espera que Harris también hable de su experiencia como exfiscal de California, cuando tuvo que enfrentarse a “criminales que trafican con drogas, armas y seres humanos”.
“La vicepresidenta Harris cree que necesitamos un sistema de inmigración que sea seguro, justo, ordenado y humano, en un marcado contraste con la política divisiva y peligrosa de Donald Trump”, ahonda.
Ayer la candidata presidencial tuvo una entrevista con la cadena MSNBC, en donde abordó principalmente su punto de vista sobre la economía y su interés en hacer crecer la clase media en el país.
También abordó el tema migratorio al asegurar que Estados Unidos tiene “un sistema de inmigración que no funciona” y que hay que “arreglar”, y acusó a Trump de “postularse sobre un problema, en lugar de arreglar el problema”.
Y es que recordemos que el tema migratorio es uno de los principales para el electorado de cara a la elección del próximo 5 de noviembre. Su rival, el expresidente Donald Trump, ha utilizado el tema como una de las principales banderas de campaña.
Al respecto, ayer Donald Trump advirtió que si gana las elecciones de noviembre expulsará a los cientos de miles de inmigrantes que han ingresado al país bajo dos programas clave del gobierno del presidente Joe Biden.
En declaraciones a la cadena Fox News, Trump arremetió contra dos programas migratorios para disuadir a los migrantes de llegar directamente a la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo con el fin de reducir el caos en la región.
Trump dijo que obligaría a más de un millón de personas que han ingresado a Estados Unidos en virtud de los dos programas a abandonar el país: “Prepárense para irse porque se irán de aquí muy rápido”.
