El mundo extraña a Barack Obama por varias razones, entre otras, la tolerancia que procuró a lo largo de su mandato. Si bien fue el heredero de un Estados Unidos que había sufrido el primer ataque terrorista en su propio terreno, el 11 de septiembre del 2001 con las dos guerras que le siguieron, la de Irak y Afganistán, Obama intentó siempre cultivar tolerancia hacia los distintos credos y religiones. Panorama sumamente distinto al que ha caracterizado el gobierno de Donald Trump.
El nuevo presidente de Estados Unidos no solamente se ha abstenido de mostrar solidaridad con Londres, Paris o Bruselas tras los recientes ataques terroristas, sino que ha parecido ser leña para encenderlos aun más.
Mientras que otros líderes occidentales han hablado de lo lamentable que es cualquier ataque terrorista como un recordatorio de que el extremismo de cualquier tipo es reprobable, Trump prefiere ver estos ataques como una oportunidad para…
Columna completa en El Universal
Foto: Archivo APO