De Gaza a Ucrania, pasando por Sudán y Birmania o México, 2023 ha sido un “año terrorífico” para los Derechos Humanos en todo el mundo, alertó Human Rights Watch (HRW) en su informe anual publicado este jueves.

El documento, de 700 páginas, abarca más de 100 países, y en él la organización describe el “inmenso sufrimiento” causado por la guerra entre Israel y Hamás, la guerra entre los dos generales rivales en Sudán y los continuos conflictos en Ucrania, Birmania, Etiopía y el Sahel.

“En 2023, la población civil fue blanco de ataques y asesinatos a una escala sin precedentes en la historia reciente de Israel y Palestina”, señala el informe.

Acusa tanto a Hamás de “crímenes de guerra” por los ataques del 7 de octubre contra Israel, como a las fuerzas israelíes por las represalias contra la Franja de Gaza.

Human Rights Watch también condena las “violaciones masivas” de los derechos de los civiles en Sudán por parte de los dos generales rivales Abdel Fattah al Burhan y Mohamed Hamdan Daglo, y critica la “impunidad” que ha conducido a “ciclos repetidos de violencia” en el país durante los últimos veinte años.

Además de los conflictos armados, Human Rights Watch ha identificado varias tendencias que marcan la “erosión de los Derechos Humanos”, cuando se acaban de cumplir 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU.

Así, “ha sido un año aterrador no sólo por la represión de los Derechos Humanos y las atrocidades de la guerra, sino también por la ira selectiva de los gobiernos y la diplomacia transaccional que hace pagar el precio a aquellos cuyos derechos quedan excluidos”, insiste el informe.

Este comportamiento envía “el mensaje de que la dignidad de algunos merece ser protegida, pero no la de todos, que algunas vidas valen más que otras”; una situación que la ONG resume en una palabra: “hipocresía”.

El informe critica en particular a la Unión Europea (UE), cuya “prioridad en política exterior con sus vecinos del sur sigue siendo contener a toda costa la salida de migrantes hacia Europa, perseverando en un enfoque fallido que ha puesto de relieve la erosión de los compromisos del bloque con los derechos humanos”.

Otro blanco de este “doble rasero” es la diferencia entre la “rápida y justificada condena” de muchos países a los atentados de Hamás del 7 de octubre y las respuestas “mucho más comedidas”, sobre todo de Estados Unidos y la UE, a los bombardeos israelíes de Gaza.

O la falta de condena de la “intensificación de la represión” en China, especialmente en Xinjiang y el Tíbet o el trato en materia migratoria que convierte a México, guardián para que no entren en Estados Unidos.

En el caso de nuestro país, HRW indicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha hecho pocos avances para atender a los desafíos en materia de Derechos Humanos, incluyendo la violencia criminal extrema, abusos contra migrantes, violencia de género, ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos, tortura, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales.

Señala que López Obrador ha intentado socavar la independencia del sistema judicial y otros órganos constitucionales, demonizando a los periodistas y a los activistas de derechos humanos y ha permitido bloquear el rendimiento de cuentas de tales abusos aterradores.

En materia de seguridad, recordó que al igual que sus predecesores, el presidente López Obrador ha dependido en gran medida de los militares para realizar tareas de la seguridad pública, y apuntó que el Congreso, controlado por Morena, disolvió la Policía Federal en 2019 y la sustituyó por la Guardia Nacional, otra fuerza militar.

Sostuvo que existen evidencias de que la Secretaría de la Defensa ha utilizado el programa de espionaje Pegasus durante el gobierno de López Obrador para espiar ilegalmente a defensores de Derechos Humanos, periodistas, políticos de partidos de la oposición y altos funcionarios del gobierno.

Human Rights Watch describe un sistema internacional de derechos humanos “amenazado”. Pero no roto.

“El sistema de derechos humanos sigue ahí. Lo único que nos falta es el compromiso, la coherencia y la voluntad política de los Estados que componen el sistema y dan vida a los derechos humanos”, insiste HRW, haciendo hincapié en la necesidad de hacerlo mejor en 2024, cuando una gran parte de la población mundial, desde Estados Unidos hasta Rusia, acudirá a las urnas.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario