El presidente Donald Trump devolvió la esperanzas a los empleados de empresa Rexnord Corp., cuando en diciembre amagó con castigar a la compañía por “despedir a los trabajadores” y contemplar mover sus trabajos a México.
Dos meses más tarde, aún con Trump ya en el poder, Rexnord sigue planeando cerrar la fábrica de rodamientos industriales, que emplea a unas 350 personas. Se esperaba que las acciones de Trump detuvieran sus intenciones como lo hizo con Carrier Corp.
Rexnord dice que trasladar la planta a México es parte de un plan para ahorrar $30 millones anuales. Los trabajadores aseguran que han estado trabajando con las máquinas mientras sus reemplazos, provenientes de México, aprenden cómo hacer su trabajo.
“Es algo verdaderamente cruel lo que se nos pide, entrenar a su reemplazo”, dijo el maquinista Tim Mathis, que ha trabajado en Rexnord durante 12 años. “Para entrenar al hombre que va a ganar ahora tu sueldo”
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