Los líderes del G7, las siete democracias más avanzadas del mundo, amenazaron este viernes a Irán “con medidas nuevas e importantes” si Teherán sigue apoyando a Rusia en la guerra de Ucrania con misiles balísticos y otra tecnología.

“Pedimos a Irán que deje de ayudar a Rusia en la guerra en Ucrania y que no transfiera misiles balísticos y tecnología relacionada, ya que eso representaría una importante escalada material y una amenaza directa para la seguridad europea”, señala la declaración final de la cumbre que tuvo ligar en Apulia, Italia.

Los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Canadá e Italia están “dispuestos a responder de manera rápida y coordinada, incluso con medidas nuevas e importantes”.

También “exigen” que “Irán ponga fin a sus actividades maliciosas y a sus acciones desestabilizadoras en el Oriente Medio” y se muestran “dispuestos a adoptar nuevas sanciones u otras medidas en respuesta a nuevas iniciativas desestabilizadoras”.

Sobre el programa nuclear iraní, los mandatarios aseguran que Irán “debe poner fin” a sus “acciones desestabilizadores” y reiteran su “determinación de que nunca debe desarrollar ni adquirir armas nucleares”.

Los líderes del G7 también anunciaron su compromiso para castigar con “robustas acciones” a entes de China y de otros países, incluidas entidades financieras, que estén ayudando a Rusia en la guerra contra Ucrania.

“Continuaremos tomando medidas contra actores en China y terceros países que apoyen materialmente la maquinaria de guerra rusa, incluidas instituciones financieras, de acuerdo con nuestros sistemas legales, y otras entidades en China que faciliten la adquisición por parte de Rusia de elementos para su base industrial de defensa”, se lee en el comunicado final.

Específicamente, los líderes se comprometen a tomar “medidas restrictivas” de acuerdo con sus sistemas legales, que podrían ir desde sanciones a controles de exportaciones, para “prevenir el abuso” y restringir el acceso de sus sistemas financieros a esas entidades, incluidos bancos y empresas chinas.

Los líderes de las siete democracias más industrializadas del mundo, también pidieron a Hamás que acepte el acuerdo de alto el fuego incluido en el plan del presidente estadounidense, Joe Biden, para Gaza, al tiempo que instaron a Israel a limitar la ofensiva de Israel en Rafah.

“Reiteramos nuestro llamamiento a Hamás para que acepte y aplique plena e inequívocamente la propuesta de alto el fuego” e “instamos a los países que tienen influencia” sobre el grupo islamista “que ayuden a garantizar que lo haga”, se lee en la declaración final de la cumbre del grupo en Apulia (sur de Italia).

Además, instaron a Israel a “que se abstenga de llevar a cabo” una “ofensiva militar a gran escala” en Rafah, que “tendría aún más consecuencias nefastas para los civiles”.

Tras reiterar su más enérgica condena de los brutales ataques terroristas del 7 de octubre, los líderes reunidos en Italia reiteraron su “pleno apoyo” al plan de Biden para un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el respaldo y la protección de la población civil.

Adicional, expresaron su preocupación por la crisis en Venezuela, reclamaron elecciones limpias el próximo 28 de julio y llamaron a no emprender “iniciativas desestabilizadores” en el Esequibo, territorio en disputa con Guyana.

“Estamos profundamente preocupados por la actual crisis política, económica y humanitaria en Venezuela y por la falta de avances en la implementación del Acuerdo de Barbados de octubre de 2023”, añadió la declaración final de la cumbre.

Finalmente, y en uno de los temas que en las últimas horas acaparó los titulares de la prensa, los líderes del G7 evitaron la palabra “aborto” en la declaración final de la cumbre, tras las divisiones surgidas entre ellos, sobre todo entre Italia y Francia en torno al trma.

Las negociaciones evidenciaron los distintos puntos de vista de los líderes, encarnados por la primera ministra anfitriona Giorgia Meloni, ultraderechista, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Finalmente la declaración no incluyó la palabra “aborto”, como sí hiciera en el encuentro del año pasado de Hiroshima, en el que participaron ambos mandatarios.

En aquel texto, el G7 firmó su “pleno compromiso de lograr una salud y derechos sexuales y reproductivos integrales para todos, abordando además el acceso al aborto legal y seguro y la atención en el postaborto”.

La declaración de esta edición es mucho más parca en este sentido y no figura escrito el término, un detalle que ha suscitado un amplio debate entre los observadores dado que en la diplomacia cada palabra plasmada tiene un sentido.

El acuerdo alcanzado ha sido el siguiente: “Reiteramos nuestros compromisos con el ‘Comunicado de Líderes de Hiroshima’ por un acceso universal a servicios de salud adecuados, asequibles y de calidad para las mujeres, incluida la salud y los derechos sexuales y reproductivos integrales para todos”.

Macron, que ha incluido el derecho al aborto en la Constitución gala, lamentó ante los periodistas que la palabra en cuestión hubiera desaparecido de la declaración y admitió “diferentes sensibilidades” entre socios. La anfitriona respondió irritada acusándole de hacer “campaña electoral”, por su decisión de adelantar elecciones legislativas tras su derrota en las elecciones europeas, en el lugar menos oportuno, donde se discuten los grandes temas de la geopolítica.

Por otro lado, la declaración de la cumbre italiana sobre los derechos LGBTQ+ es más corta que su precedente japonés.

Antes, el G7 prometió “esforzarse por trabajar con todos los sectores de la sociedad para garantizar la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres y las niñas de toda diversidad, así como de las personas LGBTQIA+, en la política, la economía, la educación y todas las demás esferas de la sociedad”.

Ahora, mantienen su compromiso en “lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en toda su diversidad, a través de una participación plena, igualitaria y significativa” en la sociedad y se limita a expresar la “gran preocupación” del grupo “por el retroceso de los derechos de las mujeres, niñas y personas LGBTQIA+ en todo el mundo, en particular en tiempos de crisis”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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