El joven empresario Daniel Noboa ganó las elecciones presidenciales en Ecuador, lo que lo convertirá en el mandatario más joven en el país, además de que lo llevarán a afrontar uno de los mayores desafíos en la historia reciente del país: solucionar la violencia que aqueja el país.

Con 35 años, la edad mínima para postularse a la presidencia, Noboa tuvo un breve paso de dos años como legislador en la Asamblea, que fue disuelta en mayo por el presidente Guillermo Lasso cuando se impulsaba un juicio político para destituirlo en medio de acusaciones de corrupción en el sector energético del país.

En la primera vuelta electoral, el ahora virtual presidente electo, no aparecía en las encuestas y tampoco en la mira de sus siete rivales de entonces, entre otros factores, porque no confrontaba. Llevaba un discurso que hablaba de seguridad para el país, empleo a los jóvenes o libre ingreso a las universidades públicas, lo que le permitió conectar con esos electores.

El debutante en los comicios presidenciales desplazó con 52.12% votos a su contrincante, la izquierdista Luisa González, que obtuvo un 47.88%, con un avance del 98,12% de las actas escrutadas.

La victoria de Noboa frustra el anhelo de la Revolución Ciudadana, el partido del expresidente Rafael Correa, de retornar al poder. La propia González reconoció en un mensaje público su derrota en la segunda vuelta electoral y felicitó a su contendiente.

“A los que no votaron por nosotros, también nuestras felicitaciones”, dijo la candidata que tenía en estas elecciones una prueba de fuego para recuperar el poder. Y expresó: “Ha ganado aquel candidato que eligieron y como ecuatorianos también abrazarlos”.

El heredero de una de las mayores fortunas del país entró a la contienda sin mayor experiencia política previa y se coló inesperadamente en la segunda vuelta presidencial.

Ganó en unos comicios con más del 82% de participación, en donde cosechó el respaldo de las provincias de la cordillera andina ecuatoriana y de buena parte de la Amazonía. González fue la más votada en la zona costera, en las provincias más sacudidas por la violencia y la acción del narcotráfico como Guayas, Esmeraldas y Manabí.

Noboa se autodefine como un defensor de la libertad de empresa y con vocación de servicio social. Llega al poder con un bloque legislativo de 13 asambleístas, de minoría, de un total de 137 legisladores.

Hay que tomar en cuenta que el próximo mandatario solo tendrá 18 meses para tratar de corregir el rumbo del país, agobiado por la violencia desatada de grupos criminales que han multiplicado exponencialmente delitos como la extorsión, secuestro, robos y asesinatos.

Sin embargo, podría postularse nuevamente en las elecciones programadas regularmente para ese año.

En su discurso de victoria, prometió reconstruir el país, que ha tenido problemas económicos desde la pandemia de coronavirus, lo que ha empujado a muchos miles de ecuatorianos a emigrar.

Noboa se ha comprometido a atraer inversión extranjera y crear empleos para los jóvenes, pero también ha dicho que equilibrará el cumplimiento de las obligaciones de la deuda externa del país con las necesidades de la población.

Su victoria cumple una ambición familiar de larga data, ya que creció acompañando a su padre, el magnate bananero Álvaro Noboa, durante sus intentos fallidos de convertirse en presidente.

Lasso dijo en redes sociales a última hora del domingo que estará encantado de ver a Noboa en el Palacio presidencial mañana, para comenzar con el proceso de transición en el que dijo, conocerá a fondo la situación del Ecuador.

La embajada de Estados Unidos en Ecuador emitió un comunicado de reacción ante los resultados electorales asegurando que seguirá trabajando con el presidente saliente durante la etapa de transición y ofreciendo colaboración a Noboa.

En tanto, esta mañana al inicio de su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) felicitó a Noboa quien dijo, “el día de ayer triunfó en las elecciones presidenciales de Ecuador; va a ser el próximo presidente de Ecuador y le enviamos un saludo y una felicitación”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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