La Cámara de Senadores aprobó, en lo general y lo particular, el dictamen que modifica cuatro leyes, para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ejerza el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional, tal y como lo propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

En lo general, el Pleno del Senado de la República avaló el proyecto con 71 votos a favor, 51 en contra y una abstención. Aquí llamó la atención que la abstención que se registró fue ni más ni menos que del coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal.

En lo particular fue aprobado con 69 votos a favor, 50 en contra y dos abstenciones, donde también repitió Monreal su voto en abstención, y se le sumó la senadora Alejandra Lagunes.

También llamó la atención que entre las cinco ausencias que se registraron, dos fueron de perfiles cercanos al presidente López Obrador: los morenistas Cristóbal Arias Covarrubias e Ifigenia Martínez.

Aprovechando su mayoría, Morena y partidos aliados dieron trámite a las 200 reservas que presentaron los partidos de oposición, las cuales fueron desechadas, especialmente las mociones suspensivas presentadas en contra de la minuta.

Fue una sesión de más de 12 horas de discusión, en la que no se le hizo ni un solo cambio a la minuta. Tal como fue recibida de San Lazara, así se aprobó.

“Hoy vemos que las Fuerzas Armadas gozan de mayor confianza y han participado en diversas acciones que permiten vislumbrar una organización transformada”, dijo el senador de Morena, Gabriel García Hernández, al afirmar que los Senadores debe velar por lo que es justo y necesario. 

Por parte del PVEM, partido aliado de Morena, el senador Israel Zamora Guzmán señaló que los Grupos Parlamentarios de oposición, sin ningún fundamento, acusaban que con la reforma se perdía el carácter civil de la Guardia Nacional; sin embargo, apuntó, es algo que jamás ocurre “y cualquier persona puede comprobar en el documento que no hay un solo artículo donde se pierda el estado civil de la misma”.

La senadora Cora Cecilia Pinedo del PT sostuvo que el país carece de una institución policial con visión ciudadana, presencia y alcance nacional, y sobre todo con credibilidad, por lo que resultaba de suma relevancia brindar un marco jurídico claro para la Guardia Nacional, pues es el elemento más fuerte para combatir la seguridad y la delincuencia.

En los planteamientos de la oposición, la senadora del PAN, Indira Rosales, lamentó que se pretenda “perpetuar un modelo de seguridad que es un fracaso”. Señaló que si el objetivo es lograr la paz en el país se tienen que fortalecer y profesionalizar los cuerpos de seguridad pública civiles, apostarle a la prevención, la procuración y formar nuevas policías.

El senador Jorge Carlos Ramírez Marín del PRI aseguró que no debía pasarse la Guardia Nacional al Ejército, porque no hay argumentos sólidos que lo justifiquen, y los que existen, son meramente políticos. Coincidió en que debe fortalecerse a las fuerzas civiles en las entidades.

La bancada de Movimiento Ciudadano precisó que el modelo de militarización de la seguridad pública del Presidente no ha logrado disminuir la inseguridad en el país, porque no entienden los roles y tareas que realizan policías y militares.

Finalmente, el senador Gustavo Madero, del Grupo Plural, afirmó que el rumbo por el que está llevando el presidente  a México es el de la creciente militarización y criminalización.

El dictamen, que reforma diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; de la Ley de la Guardia Nacional; de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; y de la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, fue remitido al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales. 

Tal como lo habían adelantado, la oposición amagó con que promoverá una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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