El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió nuevas alertas de viaje para México, en las que advirtió a sus ciudadanos que eviten viajar a Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas por los altos niveles delincuenciales que se registran en dichos estados.
En su actualización modificó sus evaluaciones sobre Chihuahua, Coahuila, Durango, Morelos, Nayarit y Oaxaca, pero el Gobierno estadounidense puntualizó que en general, se mantiene el nivel dos de la alerta de viaje para México, lo que representa que se debe ejercer la mayor precaución y estar alerta a mayores riesgos a la seguridad.
Los cinco estados mexicanos a los que el Gobierno de Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos no viajar están clasificados en el nivel cuatro, que es el más alto de alerta, debido a una mayor probabilidad de riesgos que amenacen su vida y porque ante una emergencia la administración estadounidense tiene “una habilidad muy limitada de ofrecer apoyo”.
El documento advirtió a los ciudadanos estadounidenses no viajar a Colima, debido a que “la delincuencia violenta y la actividad de pandillas son generalizadas”.
En el caso de Guerrero, señaló que los grupos armados operan independientemente en muchas áreas y con frecuencia pueden usar la violencia con los viajeros.
En Michoacán, la alerta estadounidense indicó que los viajes de los empleados de Gobierno deben estar restringidos a determinadas áreas y marca tramos carreteros entre Morelia, la Ciudad de México y Guadalajara; mientras que en Lázaro Cárdenas deben viajar sólo en avión y limitar las actividades al centro de la ciudad o a las zonas portuarias.
Respecto a Sinaloa, indicó que el crimen violento es generalizado y las organizaciones criminales operan en toda la entidad, por lo que señaló que los viajes para los empleados de Estados Unidos en Mazatlán están limitados por aire o mar.
En tanto, a Tamaulipas señaló que “los delitos violentos, como el asesinato, el robo a mano armada, el robo de autos, el secuestro, la extorsión y el asalto sexual, son comunes. La actividad de pandillas, incluidos los enfrentamientos con armas y los bloqueos, es generalizada. Los grupos criminales armados atacan los autobuses de pasajeros públicos y privados, así como los automóviles privados que viajan a través de Tamaulipas y a menudo toman como rehenes a los pasajeros y exigen pagos de rescate.