Al considerar que acabó un ciclo de su vida política luego de 20 años en el ejercicio público, Roberto Gil Zuarth asegura que una de las razones por las que hace una pausa a su carrera política es debido a las diferencias que guarda con la dirigencia nacional de su partido.
“Hemos debatido públicamente la forma en la que el partido se ha comportado y ha tomado un derrotero que no comparto. No soy y no quiero ser de los políticos que, con tal de conservar ciertos privilegios que da la política, buscan acomodarse a como dé lugar en lo que sea y a costa de lo que sea. Mi convicción es que es momento de asumir que hay política sin poder”, dijo el legislador en entrevista con El Universal.
El panista aseguró que no dejará su partido, aunque adelantó que no sabe cuándo se reincorporará, y dijo, lo que pase en el país, en el PAN y en la elección de 2018, podría definir muchas cosas al respecto.
Sostuvo que si bien una forma de hacer política es incluir al adversario, el PAN actualmente ha optado por excluirlo, generar cofradías de leales, excluyendo a todo aquel que no piensa como la cúpula del partido. Refirió que el blanquiazul tiene tres grandes problemas: está desdibujado desde el punto de vista programático, está en una condición de división extrema, carece de una política de unidad y gobernabilidad interna, de disposición al diálogo, y, en tercer lugar, un problema de identificación de cuáles son las causas vivas que representa.
Fue ahí donde encontró una de las principales discrepancias en el partido, pues dijo que la lucha democrática del PAN iniciaba con los propios procesos internos. “¿Qué diferencia marca el PAN respecto al dedazo del PRI o el autodedazo de Morena? Absolutamente nada. No, lo que fue el partido más democrático de México, que nació combatiendo la simulación del PRI, hoy es un mal remedo de esas formas. El PAN está extraviado en su propia historia”.
Remató al decir que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), está muy lejos de aquella narrativa de que era un peligro para México, y aseguró hoy en el ánimo social prevalece más la indignación que el miedo, por lo cual esa estrategia ya no funcionará.
Con información de El Universal / Foto: Archivo APO
