La Policía disparó hoy gases lacrimógenos para dispersar a los cientos de hongkoneses que se concentraron en el centro de la ciudad para conmemorar el primer aniversario del inicio de las protestas, pese a la prohibición de reunirse más de ocho personas por la pandemia de coronavirus.

Centenares de personas comenzaron a congregarse a última hora de la tarde local en el distrito de Central el día que se cumplió un año de la primera gran manifestación contra el proyecto de ley de extradición, ahora retirado, y que se convirtió en un punto decisivo del movimiento antigubernamental durante meses el año pasado.

Las protestas de conmemoración se iniciaron al mediodía, cuando cientos de personas se concentraron en centros comerciales durante la hora del almuerzo, mientras coreaban consignas antigubernamentales y desplegaban pancartas.

La Policía instó a los residentes a no participar en reuniones no autorizadas, ya que las normas de distanciamiento social a causa de la pandemia de coronavirus siguen vigentes y limitan las congregaciones a un máximo de ocho personas.

Por la tarde, un centenar de personas se concentró en el Chater Garden en el distrito de Central, desde donde marcharon a lo largo de las calles Queen’s y Des Voeux, en las que se fue uniendo más gente y donde los manifestantes cortaron el tráfico.

Los participantes atendieron las llamadas de redes sociales para reunirse en varios distritos de la ciudad, aunque los lugares exactos fueron anunciados sólo una hora antes de las acciones previstas para evitar el control policial.

En un comunicado, la Policía hongkonesa advirtió hoy de que las concentraciones serían declaradas ilegales por tratarse de asambleas no autorizadas.

Hace un año, cientos de miles de ciudadanos con camisetas blancas, el color que inicialmente definió el movimiento, antes de ser sustituido por el negro, salieron a las calles Causeway, Wan Chai y el Almirantazgo para oponerse al proyecto de ley propuesto por el Gobierno local; una semana después, el 16 de junio, se celebró una manifestación todavía mayor que congregó a cerca de un millón de asistentes e hizo historia en las movilizaciones en la ciudad desde que fue devuelta por el Reino Unido a China en 1997.

Por su parte la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, aseguró hoy que “no puede permitirse tolerar más el caos que ha asolado la ciudad en los últimos doce meses, con protestas antigubernamentales que han sumido a la ciudad en la confusión”.

Afirmó que los residentes necesitan “probar que son ciudadanos razonables y sensatos de la República Popular China, si quieren que sus libertades y autonomía continúen”.

El principal órgano legislativo de China, la Asamblea Nacional Popular (ANP), aprobó por abrumadora mayoría una ley de seguridad nacional para Hong Kong, que ha sido entendida por abogados y activistas locales como una amenaza a las libertades de la ciudad.

La ley prohibirá “cualquier acto de traición, secesión, sedición y subversión” contra el Gobierno central, además del “robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras”, términos que el Ejecutivo chino ha utilizado anteriormente para frenar a la disidencia.

Según la prensa local, entre junio de 2019 y el 29 de mayo de este año la Policía arrestó a 8,981 personas de entre 11 y 84 años.  Al menos trece de ellas han sido encarceladas entre siete días y cuatro años por delitos que van desde la posesión de armas en un lugar público hasta daños a la propiedad y disturbios.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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