Tag

Hong Kong

Browsing

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que es un “día triste” para la libertad de prensa en el mundo tras el cierre del Apple Daily, un periódico de Hong Kong crítico con el poder central chino, tras la presión de las autoridades de Pekín.

“El pueblo de Hong Kong tiene derecho a la libertad de prensa”, señaló el presidente demócrata en un comunicado, denunciando los ataques de Pekín a las “instituciones democráticas” en esa isla, una de las dos regiones administrativas especiales designadas por la República Popular China.

El Apple Daily, que apoya el movimiento prodemocracia desatado en los últimos tiempos en Hong Kong, fue forzado a suspender su circulación.

Es “un bastión realmente necesario del periodismo independiente”, opinó el presidente de Estados Unidos, al tiempo que pidió a Pekín que libere a los periodistas y funcionarios de medios arrestados recientemente en Hong Kong.

El editor adjunto del Apple Daily, Chan Pui-man, por ejemplo, fue arrestado la semana pasada por atentar contra la seguridad nacional.

El propietario del diario, el magnate de medios Jimmy Lai, está detenido por su participación en las protestas a favor de la democracia en 2019. También está acusado en virtud de la Ley de Seguridad Nacional, punible con cadena perpetua.

Otros ejecutivos del periódico fueron arrestados y sus activos resultaron congelados. “Hacer periodismo no es un crimen”, escribió Joe Biden en su declaración.

El Apple Daily publicó este jueves su última edición, luego de que anunciara su cierre después de que las autoridades le congelaran 18 millones de dólares hongkoneses de sus activos tras acusar al medio de violar la Ley de Seguridad Nacional.

El diario ha pasado a la historia tras 26 años en activo y con largas colas de personas que han esperado para hacerse con los últimos ejemplares.

Tras despedirse de sus lectores en su aplicación móvil y en su web en los últimos minutos de ayer, difundió en Hong Kong su edición final, en cuya portada se observa a un empleado del medio agitando su móvil frente a los lectores que acudieron a la sede de la empresa editora Next Digital en Tseung Kwan O para mostrar su apoyo.

“Los habitantes de Hong Kong se despiden de forma dolorosa bajo la lluvia”, ha plasmado el diario en el titular, mientras en el interior se ha disculpado por no cumplir con las expectativas de los lectores, a quienes ha pedido cuidarse y “no perder la esperanza”.

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y su Asociación de Periodistas de Hong Kong han expresado su preocupación por lo que consideran como “un día negro para el periodismo y los medios independientes” en la región administrativa especial china.

Para ambas organizaciones, el ‘Apple Daily’ era uno de los “mayores periódicos a favor de la democracia” en Hong Kong. Así, han señalado que se sienten “dolidos y enfadados por la pérdida de un grupo mediático muy valorado que ha luchado por defender el periodismo durante mucho tiempo”.

Foto: Twitter @zigoraldama

El subsecretario de América del Norte, Jesús Seade, quien fue el negociador del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por parte del entonces gobierno electo, anunció este miércoles su retiro temporal de la vida pública tras recibir la medalla Miguel Hidalgo por parte del gobierno federal.

“Me retiro por ahora para servir a mi país en otras formas”, indicó Seade, quien este año aspiraba a liderar la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Mi familia me reclama”; señaló que se irá a Hong Kong.

Agradeció las opciones para las que el presidente y el canciller lo han considerado, “para representar a mi país en grandes capitales en el exterior”, pero dijo, “con su venia señor presidente, me retiro por ahora”.

Seade fue reconocido este miércoles con la medalla Miguel Hidalgo, en grado banda, por su papel en la negociación del T-MEC. “Acepto este reconocimiento con mucha gratitud”, señaló Seade al recibir la insignia.

Indicó que este no es un premio porque él “solo hizo su trabajo”, aunque recordó que hubo un momento en el cual la negociación se complicó, y tomó un año más llegar a acuerdos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) destacó que Seade supo negociar el nuevo tratado comercial sin ceder, por lo que “se mantuvo nuestra independencia”. En particular destacó que en materia de energía se mantuvo el concepto de que México mantiene el dominio sobre los recursos.

“Hay materias que no forman parte del tratado porque tienen que ver con el dominio soberano del país, como es el caso del petróleo. Y aunque se intentó que este sector formara parte, nosotros logramos convencer a Canadá y a Estados Unidos que México mantendría el control”, aseguró.

La condecoración llega días después e que Seade fuera investigado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por supuestamente haber incurrido en peculado y abuso de poder, luego de haber sido señalado por utilizar recursos públicos para viajar con recursos públicos a ver a su familia a Hong Kong. Sin embargo, fue exonerado por la dependencia.

El magnate de la prensa hongkonesa Jimmy Lai y la destacada activista pro-democracia Agnes Chow, fueron detenidos este lunes en aplicación de la controvertida ley de seguridad nacional impuesta por Pekín a Hong Kong.

El multimillonario fue detenido bajo sospecha de connivencia con fuerzas extranjeras, uno de los delitos contemplados en la nueva ley que entró en vigencia a fines de junio, así como de fraude.

China saludó oficialmente al arresto. “Estos agitadores anti-chinos en concertación con fuerzas extranjeras han puesto gravemente en peligro la seguridad nacional (…) Jimmy Lai es uno de sus representantes”, señaló en un comunicado la oficina china responsable de controlar la situación en Hong Kong y Macao.

Agnes Chow, por su parte, fue detenida en el marco de la misma ley, según una fuente policial.

“Ahora está confirmado que Agnes Chow fue detenida por cargos de ‘incitación a la secesión’ en virtud la ley de seguridad nacional”, se puede leer en la cuenta de Facebook de la reconocida activista.

En total, según la fuente policial, diez personas fueron detenidas este lunes.

Entre ellos figuran dos de los hijos de Lai, y Wilson Li, quien afirma ser camarógrafo independiente que trabaja para el canal de televisión británico ITV News.

Considerada por muchos como una respuesta de Pekín a los meses de manifestaciones prodemocracia que sacudieron el territorio semiautónomo en 2019, la ley de seguridad nacional da a las autoridades nuevos poderes para reprimir cuatro tipos de delitos contra la seguridad del Estado: la subversión, el separatismo, el terrorismo y la colusión con fuerzas exteriores.

Por su parte, la Unión Europea denunció este lunes el recurso a esta ley para “sofocar la libertad de expresión”.

Jimmy Lai es dueño de dos publicaciones abiertamente prodemocracia y críticas con el gobierno de Pekín, el diario Apple Daily y la revista Next Magazine.

A última hora de la mañana, unos 200 policías se presentaron en la sede del grupo de prensa, en una zona industrial del barrio de Lohas Park. Periodistas del Apple Daily retransmitieron en directo en Facebook las imágenes del allanamiento, en las que aparece el redactor jefe del periódico, Law Wai-kwong, pidiéndole a los policías su orden de registro.

Los policías ordenaron a los periodistas que se levantaran y se alinearan para un control de identidad, mientras que otros agentes registraban la redacción. Lai fue llevado esposado.

Chris Yeung, presidente de la Asociación de Periodistas hongkoneses, calificó a este operativo de “impactante y aterrador”. “Esto no tiene precedentes, y era inimaginable hace uno o dos meses”, dijo en entrevista con la agencia AFP.

Law, por su parte, envió una nota a sus periodistas en el que les pide permanecer en sus puestos de trabajo para permitir la salida de la próxima edición del diario, a pesar del operativo policial y las detenciones.

Pocos hongkoneses provocan tanto malestar en Pekín como Lai, a quienes los medios estatales chinos califican de “traidor”, acusándole de haber instigado la movilización de protestas de 2019. Las acusaciones de colusión con una potencia extranjera se acentuaron el año pasado, cuando Lai se reunió con el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, y con el vicepresidente Mike Pence.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este viernes sanciones económicas contra Carrie Lam, jefa del Gobierno de Hong Kong, y contra otros diez altos cargos de la excolonia británica.

La sanción, indicó la dependencia, es por “socavar la autonomía” de la ciudad y “restringir la libertad de expresión y reunión de sus ciudadanos”.

Entre los sancionados, además de Lam, se encuentra el jefe de la Policía, Chris Tang, y su predecesor, Stephen Lo; el
secretario de Seguridad de la ciudad, John Lee Ka-chiu, y la de Justicia, Teresa Cheng.

“Estados Unidos defiende al pueblo de Hong Kong y usaremos nuestras herramientas y autoridad para perseguir a aquellos que socavan su autonomía”, dijo Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de EUA.

El Tesoro acusó a Lam de ser directamente responsable de implementar las políticas de Pekín de supresión de las libertades y procesos democráticos.

“No nos haremos a un lado mientras la gente de Hong Kong sufre la opresión brutal a manos del Partido Comunista Chino o sus facilitadores”, afirmó en paralelo el secretario de Estado, Mike Pompeo.

También son señalados altos cargos en el Gobierno central chino, como Xia Baolong, director de Asuntos de Kong Kong del Consejo de Estado; y su adjunto, Zhang Xiaoming.

Como consecuencia de las sanciones, quedan bloqueados los activos que pudiesen tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe cualquier transacción financiera con entidades estadounidenses.

El anuncio del gobierno del presidente Donald Trump se produce en plena ofensiva económica de Estados Unidos contra China apenas un día después de que firmase órdenes sin precedentes contra TikTok y WeChat para que ambas aplicaciones se desvinculen de su matriz china antes de 45 días.

La tensión entre Reino Unido y China aumentó este lunes luego de que el gobierno de Boris Johnson decidiera suspender su tratado de extradición con Hong Kong, en protesta por la controvertida nueva ley de seguridad aplicada por Pekín en el territorio.

El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, anunció la suspensión “inmediata y por una duración indeterminada” del tratado de extradición con Hong Kong, en reacción a la imposición por China de esta ley en la excolonia británica.

En un anuncio muy esperado ante el Parlamento, el ministro justificó esta decisión en el hecho de que la ley de seguridad impuesta en Hong Kong ha “modificado considerablemente” la manera en que funciona su sistema judicial.

China puede ahora reclamar “la jurisdicción en ciertos asuntos”, que entonces pasarían “ante los tribunales chinos”, argumentó el jefe de la diplomacia británica.

Raab también anunció ante el Parlamento que el Reino Unido decidió además extender a Hong Kong el embargo de armas “potencialmente letales” que aplica a China desde 1989.

“La extensión de este embargo significa que no habrá más exportaciones de armas potencialmente letales, sus componentes o municiones”, explicó el ministro, añadiendo que esto también se refiere a “todo equipo que no esté ya prohibido (en China) pero que podría ser utilizado para la represión interna”.

Y es que con la promulgación de la ley de seguridad nacional, la cual castiga, entre otras cosas, las actividades separatistas, “terroristas”, la subversión o las injerencias extranjeras en el territorio autónomo de China, para el gobierno de Reino Unido, se incurrió en una “violación clara y seria” del tratado sino-británico que había organizado en 1997 la retrocesión de Hong Kong a Pekín.

Gracias a dicho texto, a Hong Kong se le garantizaban hasta 2047 libertades desconocidas en el resto de China, según el principio “un país, dos sistemas”.

A las tensiones se han sumado las críticas británicas sobre el trato de China al grupo étnico minoritario uigur, musulmanes a los cuales, de acuerdo con denuncias de grupois humanitarios, se traslada a centros de reeducación y se somete a esterilizaciones forzadas.

Wang Wenbin, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, había advertido a Gran Bretaña sobre eventuales represalias por inmiscuirse en sus asuntos internos, y calificó de “calumnias” las críticas a la política de Pekín respecto a los uigures.

La suspensión del tratado de extradición por parte de de Reino Unido tiene lugar después de que Estados Unidos, Canadá y Australia tomaran medidas similares.

El presidente Donald Trump firmó una ley para imponer sanciones a China en respuesta a la Ley de Seguridad Nacional aprobada por Pekín para Hong Kong, y ha anunciado  la firma de una orden ejecutiva para poner fin al trato preferencial del que gozaba dicho territorio.

Trump explicó que la llamada ‘Ley de Autonomía de Hong Kong’ autoriza la imposición de sanciones a personas extranjeras, entidades e instituciones financieras que contribuyen “a las acciones de China para eliminar la autonomía de Hong Kong”.

“La ley aborda el incumplimiento por parte de China de ciertas obligaciones de la Declaración Conjunta Sino-Británica”, agregó el mandatario.

En el marco del anuncio, Trump  aseguró que ningún gobierno ha sido más duro con China que el suyo, y aprovechó para atacar a su contrincante demócrata, al decir que Joe Biden se aliado con Pekín una y otra vez.

“Ahora Hong Kong va a ser tratado igual que China continental”, añadió Trump indicando que perderá privilegios, como un tratamiento económico especial y el acceso a exportaciones de tecnología sensibles.

Trump aseguró que muchas personas van a abandonar Hong Kong, por el final de las preferencias que ayudaban a la región a ser un enlace comercial.

Esta nueva decisión del gobierno estadounidense, se suma a la confrontación que el país mantiene con China, especialmente respecto al manejo de la pandemia de coronavirus, que Trump atribuye a China.

La reacción china no se hizo esperar, y anunció que para proteger sus intereses legítimos, China aportará la respuesta necesaria e impondrá sanciones a las personas y entidades estadounidenses pertinentes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China llamó a EUA a corregir “sus errores”, y a abstenerse de poner en marcha la ‘Ley de Autonomía de Hong Kong’, así como a dejar de interferir en los asuntos internos de China, incluidos los de Hong Kong.

Las empresas tecnológicas Facebook (propietaria de WhatsApp), Twitter y Google anunciaron hoy que dejarán de colaborar con la Policía de Hong Kong en la entrega de datos de los usuarios, como respuesta a la nueva ley de seguridad nacional sobre el territorio impuesta desde Pekín.

Las empresas emitieron sus respectivos comunicados en los que explicaron que pondrán “en pausa” las peticiones de las Fuerzas de Seguridad hongkonesas mientras analizan las implicaciones de la controvertida nueva normativa y si esta atenta contra los derechos humanos.

“Creemos que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental y apoyamos el derecho de las personas a expresarse sin temor por su seguridad u otras repercusiones”, indicaron desde la firma que dirige Mark Zuckerberg.

Por su parte, desde Twitter apuntó que “igual que muchas organizaciones de interés público, líderes de la sociedad civil y colegas de la industria”, están “muy preocupados” ante el proceso que ha seguido y las intenciones de la ley de seguridad nacional.

Por su parte, Google, el buscador online más usado del mundo, informó que ya empezó a poner en suspenso las peticiones por parte de las autoridades desde el pasado miércoles “mientras revisan los detalles de la nueva ley”.

La ley, aprobada el 30 de junio pasado, y bajo la que ya se han producido las primeras acusaciones de detenidos, es vista por abogados y activistas hongkoneses como el posible fin de los derechos y libertades de las que se goza en la ciudad frente al resto de China, aunque el gobierno local insista en que tan solo afectará a una “minoría extremadamente pequeña” de personas.

Entre otras cosas, la nueva normativa criminaliza la secesión, la subversión, la confabulación con terceros países e insta a castigar aquellos actos que inciten al odio contra China y el Gobierno del Partido Comunista.

A diferencia de la China continental, donde internet está fuertemente censurado y Facebook, Google y Twitter están prohibidas, las redes sociales sí operan en Hong Kong y, como en el resto de países, es habitual que la Policía les pida datos de usuarios en el marco de sus investigaciones.

Son estas peticiones a las que las firmas de Silicon Valley dejarán de responder a partir de ahora y hasta que concluya su evaluación de la nueva ley de seguridad nacional.

El presidente chino, Xi Jinping, promulgó este martes la polémica ley de seguridad nacional para Hong Kong, considerada como una forma de amordazar a la oposición y socavar la autonomía del territorio autónomo.

Ignorando los llamamientos de la comunidad internacional, el parlamento nacional aprobó el texto, un año después de las manifestaciones multitudinarias en la antigua colonia británica contra la influencia del gobierno central.

El texto será incorporado a la “Ley Fundamental” que sirve desde 1997 de mini-Constitución en Hong Kong y entrará en vigor este mismo martes, anunció la jefa del gobierno hongkonés, Carrie Lam.

Elaborado en seis semanas, el contenido de la ley que fue sometido el domingo pasado al comité permanente del Parlamento Nacional, una instancia que depende del Partido Comunista chino (CPC).

La agencia oficial Xinhua esbozó en junio las grandes líneas, afirmando que pretende erradicar el “separatismo, el terrorismo”, la subversión” y la colusión con las fuerzas exteriores y extranjeras”.

“Esto supone el fin de Hong Kong tal como lo conocía todo el mundo. Con poderes ampliados y una ley mal definida, la ciudad se convertirá en un “estadodepolicíasecreta”, tuiteó el martes Joshua Wong, uno de los líderes del movimiento prodemocracia de Hong Kong, cuyo partido político Demosisto anunció su disolución.

La nueva ley será una arma que penderá sobre la cabeza de aquellos que afecten la seguridad nacional, dijo la Oficina de Asuntos para Hong Kong y Macao poco después de su promulgación.

“Para una vasta mayoría de los residentes de Hong Kong (…) esta ley es un espíritu guardián de sus libertades”, agregó.

Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos habían advertido del riesgo de que la ley sea utilizada para callar las voces críticas con Pekín, que utiliza leyes similares para aplastar a la disidencia en el continente.

Pero Carrie Lam defendió “el derecho de nuestro país a garantizar la seguridad nacional y las aspiraciones a la estabilidad y la armonía de la población de Hong Kong”, en un mensaje en vídeo en la apertura de la 44 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

El compromiso alcanzado por Reino Unido con China para la devolución de Hong Kong en 1997 fue que la excolonia mantendría ciertas libertades, así como una autonomía legislativa y judicial, durante 50 años, en lo que se denominó un “país, dos sistemas”.

Los hongkoneses tienen libertad de expresión, libertad de prensa, una justicia independiente y un sistema capitalista.

La fórmula fue el pilar de la transformación de la ciudad en una plataforma financiera mundial, anclada en su seguridad jurídica y las libertades políticas de las que carece el continente.

A partir de ahora, parece difícil que los hongkoneses puedan organizar manifestaciones masivas ya que las autoridades de la excolonia siguen prohibiendo las concentraciones de más de 50 personas debido a la epidemia de Covid-19.

El gobierno de Donald Trump anunció este viernes que restringirá la entrada de algunos funcionarios chinos acusados de amenazar la autonomía de Hong Kong, medida que coincide con que el Congreso de Estados Unidos busca endurecer las sanciones contra el país.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, informó que se restringirán las visas para los funcionarios chinos que sean responsables de “menoscabar las libertades de Hong Kong”. Las familias de los funcionarios que sean designados también se verán afectados por las restricciones.

Además acusó a Pekín de incumplir los compromisos adquiridos cuando este territorio colonial británico pasó a formar parte de China en 1997.

“Estados Unidos insta a China a honrar sus compromisos y obligaciones, según la declaración conjunta chino-británica”, señaló Pompeo urgiendo a Pekín a proteger la “libertad de expresión y de reunión pacífica”.

Este anuncio se produce en un momento en que China busca aprobar una ley de seguridad para endurecer los castigos por actividades que se consideren subversivas, después de que el año pasado Hong Kong viviera multitudinarias movilizaciones en contra del poder de Pekín.

Según varios activistas, esta ley terminaría con las libertades que hacen de Hong Kong uno de los principales centros financieros del mundo.

El anuncio de Pompeo se produce un día después de que el Senado de Estados Unidos aprobara una ley para sancionar a funcionarios chinos que socaven la autonomía de Hong Kong. Este proyecto, que debe ser votado por la Cámara de Representantes, permite sanciones en Estados Unidos contra funcionarios chinos y la policía de Hong Kong, así como contra los bancos que realizan transacciones con ellos.

En los últimos meses Washington ha criticado a China por su gestión de la pandemia del coronavirus, que fue detectado por primera vez en Wuhan en diciembre del año pasado.

Twitter reveló este jueves que ha suspendido 174,000 cuentas vinculadas al gobierno chino que participaban de un esfuerzo coordinado para promover narrativas favorables a su gestión de la crisis del coronavirus y de las protestas pro-democracia de Hong Kong, entre otros asuntos.

Las cuentas fueron desactivadas durante los primeros tres meses de 2020 y, según Twitter, en su mayoría escribían mensajes en mandarín y buscaban mejorar la imagen del gobierno liderado por el Partido Comunista Chino, fundamentalmente en Asia.

Según la red social, la red propagandística no consiguió demasiada repercusión online, y la mayoría de mensajes que
creaba terminaban siendo compartidos por otras cuentas que formaban parte de la misma operación, en lugar de propagarse de forma independiente mediante el resto de usuarios.

Twitter explicó que ha hallado vínculos entre esta operación y otra llevada a cabo también por el gobierno chino a
mediados de 2019 que se extendió, además a Facebook y Youtube.

En esa ocasión, el objetivo principal de la campaña era influir sobre la percepción de la crisis desatada entre Pekín y la autonomía de Hong Kong, y contó con 210 canales de Youtube, 200,000 cuentas en Twitter, y siete páginas, tres grupos y cinco cuentas de usuarios en Facebook.

“Tenemos pruebas certeras de que esto es una operación con apoyo estatal. Específicamente, hemos identificado grandes grupos de cuentas que se comportan de forma coordinada para amplificar los mensajes relacionados con las protestas en Hong Kong”, indicaron en ese momento los responsables de Twitter.

La red social del pájaro azul está prohibida en China por el Gobierno, de manera que las cuentas se conectaban a la plataforma mediante redes privadas virtuales, aunque algunas de ellas usaban direcciones IP no bloqueadas.

Además de las cuentas chinas, Twitter también informó este jueves de que ha desactivado 1,153 cuentas con vínculos con una campaña propagandística con origen en Rusia, y otras 7,340 de una operación vinculada al Gobierno turco.

La Policía disparó hoy gases lacrimógenos para dispersar a los cientos de hongkoneses que se concentraron en el centro de la ciudad para conmemorar el primer aniversario del inicio de las protestas, pese a la prohibición de reunirse más de ocho personas por la pandemia de coronavirus.

Centenares de personas comenzaron a congregarse a última hora de la tarde local en el distrito de Central el día que se cumplió un año de la primera gran manifestación contra el proyecto de ley de extradición, ahora retirado, y que se convirtió en un punto decisivo del movimiento antigubernamental durante meses el año pasado.

Las protestas de conmemoración se iniciaron al mediodía, cuando cientos de personas se concentraron en centros comerciales durante la hora del almuerzo, mientras coreaban consignas antigubernamentales y desplegaban pancartas.

La Policía instó a los residentes a no participar en reuniones no autorizadas, ya que las normas de distanciamiento social a causa de la pandemia de coronavirus siguen vigentes y limitan las congregaciones a un máximo de ocho personas.

Por la tarde, un centenar de personas se concentró en el Chater Garden en el distrito de Central, desde donde marcharon a lo largo de las calles Queen’s y Des Voeux, en las que se fue uniendo más gente y donde los manifestantes cortaron el tráfico.

Los participantes atendieron las llamadas de redes sociales para reunirse en varios distritos de la ciudad, aunque los lugares exactos fueron anunciados sólo una hora antes de las acciones previstas para evitar el control policial.

En un comunicado, la Policía hongkonesa advirtió hoy de que las concentraciones serían declaradas ilegales por tratarse de asambleas no autorizadas.

Hace un año, cientos de miles de ciudadanos con camisetas blancas, el color que inicialmente definió el movimiento, antes de ser sustituido por el negro, salieron a las calles Causeway, Wan Chai y el Almirantazgo para oponerse al proyecto de ley propuesto por el Gobierno local; una semana después, el 16 de junio, se celebró una manifestación todavía mayor que congregó a cerca de un millón de asistentes e hizo historia en las movilizaciones en la ciudad desde que fue devuelta por el Reino Unido a China en 1997.

Por su parte la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, aseguró hoy que “no puede permitirse tolerar más el caos que ha asolado la ciudad en los últimos doce meses, con protestas antigubernamentales que han sumido a la ciudad en la confusión”.

Afirmó que los residentes necesitan “probar que son ciudadanos razonables y sensatos de la República Popular China, si quieren que sus libertades y autonomía continúen”.

El principal órgano legislativo de China, la Asamblea Nacional Popular (ANP), aprobó por abrumadora mayoría una ley de seguridad nacional para Hong Kong, que ha sido entendida por abogados y activistas locales como una amenaza a las libertades de la ciudad.

La ley prohibirá “cualquier acto de traición, secesión, sedición y subversión” contra el Gobierno central, además del “robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras”, términos que el Ejecutivo chino ha utilizado anteriormente para frenar a la disidencia.

Según la prensa local, entre junio de 2019 y el 29 de mayo de este año la Policía arrestó a 8,981 personas de entre 11 y 84 años.  Al menos trece de ellas han sido encarceladas entre siete días y cuatro años por delitos que van desde la posesión de armas en un lugar público hasta daños a la propiedad y disturbios.

China acusó a Estados Unidos de “tomar como rehén” al Consejo de Seguridad de la ONU, tras la solicitud de Washington de celebrar una reunión centrada en el proyecto de ley chino sobre la seguridad nacional de Hong Kong.

La tensión crece entre Pekín y países occidentales, que ven con inquietud un texto legislativo que podría significar el fin de la autonomía política del territorio.

“El Consejo de Seguridad no es un instrumento que Estados Unidos puede manipular como le plazca”, dijo Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, en una rueda de prensa.

Washington y Londres lograron organizar este viernes una discusión informal en el Consejo de Seguridad de la ONU, a puerta cerrada y por videoconferencia, según reportan diversas agencias internacionales.

Estados Unidos, el Reino Unido (la ex potencia colonial en Hong Kong), Canadá y Australia advirtieron el jueves en un comunicado conjunto que Pekín violaba sus compromisos adquiridos décadas atrás, cuando Hong Kong volvió a su jurisdicción.

“Exhortamos a esos países a que cesen de entrometerse en los asuntos de Hong Kong y en los asuntos internos chinos”, replicó el viernes Zhao Lijian.

El proyecto de ley chino castigará la secesión, la subversión del poder del Estado, el terrorismo y actos que pongan en riesgo la seguridad nacional, y permitirá que las agencias de seguridad del continente operen abiertamente en Hong Kong. Además, castiga la injerencia extranjera en este territorio semiautónomo chino.

Para los países occidentales, el objetivo es acallar a la oposición hongkonesa y mermar las libertades, lo que desmiente formalmente Pekín.

“Nuestra relación con China está basada en el respeto mutuo y la confianza (…) pero esta decisión lo cuestiona”, aseguró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, al término de una reunión de los cancilleres de la UE consagrada al gigante asiático.

Hong Kong, que siempre ha mantenido una actitud desafiante ante Pekín, reinició en 2019 un movimiento de protesta contra la influencia de China, con gigantescas manifestaciones que contribuyeron a un aumento de las ideas proindependencia, hasta entonces minoritarias en la excolonia británica.

China ha afirmado que Washington juega con fuego al apoyar públicamente las protestas y acusó a los manifestantes más radicales de actividades “terroristas”.

En virtud del principio “un país, dos sistemas”, que rige las relaciones con Pekín desde que el territorio fue devuelto por Reino Unido a China en 1997, Hong Kong tiene una amplia autonomía, libertad de expresión y una justicia independiente.

Pero Pekín arguye que la “Ley fundamental”, una pequeña Constitución que rige en Hong Kong desde 1997, obliga a las autoridades hongkonesas a implementar una ley sobre seguridad nacional.

Ya en la reunión convocada, Johnathan Allen, segundo en la representación de Reino Unido ante la ONU dijo que “esperamos que el gobierno chino haga una pausa y reflexione sobre las serias y legítimas preocupaciones que esta propuesta ha planteado tanto en Hong Kong como en todo el mundo”.

Advirtió que si se aplica la ley, exacerbará las profundas divisiones en la sociedad de Hong Kong.

Por su lado, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Kelly Craft, instó a los países de la ONU “a que se unan a nosotros y exijan que la RPC (República Populal de China) revierta el rumbo y honre los compromisos internacionales asumidos con esta institución y con el pueblo de Hong Kong”.

Tras la reunión del Consejo, el embajador de Pekín ante la ONU, Zhang Jun, advirtió que “cualquier intento de utilizar a Hong Kong para intervenir en los asuntos internos de China estará condenado al fracaso”.

El diplomático también exhortó a Estados Unidos y el Reino Unido a dejar de hacer acusaciones sin fundamento contra China.

Por su parte el presidente Donald Trump aseguró que anunciará lo que van “a hacer con China” en una conferencia de prensa prevista este viernes.

El parlamento chino adoptó este jueves la polémica ley sobre la seguridad nacional en Hong Kong, como respuesta a las grandes manifestaciones prodemocracia que se vivieron el año pasado en la excolonia británica, y pese a las amenazas de sanciones de Estados Unidos.

Como se esperaba, los casi 3,000 diputados de la Asamblea Nacional Popular (ANP) china adoptaron esta medida que ha reactivado las protestas en Hong Kong. Solo un diputado votó en contra y seis se abstuvieron.

El anuncio del resultado de la votación fue celebrado con un largo y fuerte aplauso en el marco solemne del Palacio del Pueblo en Pekín, ante la presencia del presidente Xi Jinping.

En Hong Kong, los opositores demócratas a la influencia del gobierno central afirman que la medida abre el camino a un retroceso sin precedentes de las libertades en la metrópolis financiera de siete millones de habitantes.

“Es el fin de Hong Kong”, declaró Claudia Mo, diputada prodemocracia en el Consejo Legislativo hongkonés. “A partir de ahora, Hong Kong será una ciudad china como las otras”.

Joshua Wong, una de las figuras más destacadas de la oposición, estimó que la ley iba a “matar los movimientos democráticos” en el territorio autónomo.

En el bando pro-Pekín, la jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, aplaudió la votación en el Parlamento nacional. Como lo exige el proyecto de ley, la dirigente prometió “reforzar la aplicación de la ley y la educación para defender la seguridad nacional”.

En los últimos meses, las movilizaciones se había interrumpido debido a las medidas sanitarias para frenar la pandemia del Covid-19, pero miles de manifestantes salieron el domingo pasado a las calles para protestar contra el proyecto de ley, anunciado solo tres días antes.

El voto otorga mandato al comité permanente de la ANP para redactar un proyecto de ley que será incorporado a la pequeña Constitución de Hong Kong, evitando así la opinión del Consejo Legislativo local.

Esta ley deberá “impedir, detener y reprimir toda acción que amenace de manera grave la seguridad nacional, como el separatismo, la subversión, la preparación o la ejecución de actividades terroristas, así como las actividades de fuerzas extranjeras que constituyen una injerencia en los asuntos” de Hong Kong, según un proyecto que había sido sometido a la ANP.

El régimen comunista ha acusado en múltiples ocasiones a las “fuerzas extranjeras”, especialmente a Estados Unidos, de fomentar las protestas en Hong Kong. También ha acusado a los manifestantes radicales de librarse a actividades “terroristas”.

El Comité Permanente de la ANP podría examinar el texto a partir de junio y el proyecto de ley sería adoptado a finales de agosto, según la web NPC Observer, especialista en temas legislativos chinos.

El texto también prevé autorizar a los organismos que dependen del gobierno central a abrir en Hong Kong oficinas con autoridad en materia de seguridad nacional.

Según sus detractores, la medida supone el fin del principio “un país, dos sistemas”, que rige las relaciones entre Hong Kong y Pekín desde que el territorio fue devuelto por el Reino Unido a China en 1997.

La policía de Hong Kong anuncio este lunes la detención de 230 personas, entre ellas un niño de 12 años, durante el fin de semana, que se vivieron las primeras manifestaciones políticas en el territorio desde que empezó la pandemia de coronavirus.

La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, favorable al poder de Pekín, anunció este lunes una reforma educativa porque considera que el sistema actual contribuye a alimentar el movimiento prodemocracia, que el año pasado sacudió el territorio.

“En lo que concierne la manera, en el futuro, de abordar las clases de ‘liberal studies’ [una clase de cultura general para desarrollar el espíritu crítico] vamos a clarificar las cosas antes de que termine el año”, declaró en una entrevista publicada el lunes por el periódico Ta Kung Pao, favorable a Pékin.

El domingo, dos días después de que se levantara entre otras medidas la prohibición de reunirse por el coronavirus, la policía antidisturbios dispersó a los manifestantes que se juntaron en varios centros comerciales del distrito de Mong Kok, usando gas pimienta y porras.

Según los responsables hospitalarios, 18 personas resultaron heridas.

En medio de nuevas tensiones políticas, las declaraciones de Lam podrían desatar el enojo de los militantes prodemocracia de Hong Kong, que temen que Pekín reduzca las libertades que tiene el territorio.

Con el apoyo de Pekín, el gobierno de Lam también intenta aprobar un proyecto de ley para sancionar las ofensas al himno nacional chino. Varias personalidades cercanas al poder piden por su parte una ley contra la sedición.

La nueva legislación tiene el objetivo de frenar el movimiento, cada más amplio, en particular entre los jóvenes, a favor de la democracia y pidiendo más autonomía a China. La oposición cree que estas leyes reducirán la libertad de expresión.

Las escuelas y universidades de Hong Kong están entre las mejores de Asia y la educación tiene una libertad que no existe en la China continental.

Los cursos de cultura general fueron introducidos en 2009 y las escuelas pueden elegir la manera de enseñarlos. Por eso se han convertido en objeto de las críticas de los medios oficiales chinos y de los políticos pro-Pekín, que reclaman una educación más patriótica.

En la entrevista, Lam asegura que esas clases permiten a los profesores promover sus posiciones políticas y que tienen que estar más vigiladas por el gobierno.

Entre junio y diciembre de 2019, Hong Kong vivió grandes manifestaciones, acompañadas de enfrentamientos entre radicales y policías para denunciar la influencia de Pekín.

Foto: Twitter

El primer ministro de China, Li Keqiang, se reunió este lunes en esta capital con la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, para tratar los desafíos que presenta la ciudad tras casi siete meses de protestas que han supuesto un “serio revés” para la economía local.

Li señaló en su reunión con Lam que Hong Kong tiene que continuar con sus esfuerzos para poner fin a la violencia y detener el caos de acuerdo con la ley y restablecer el orden, además de la necesidad de estudiar con urgencia cómo solucionar los conflictos más arraigados en la sociedad hongkonesa.

Hong Kong registra una recesión económica, luego de que varios sectores registraron un duro revés, pero el Gobierno chino sigue confiando en el Ejecutivo local de Lam para “restaurar el orden” en la ciudad financiera.

Según el primer ministro chino, Lam ha hecho “todo lo posible” para salvaguardar la estabilidad social, y ha puesto en marcha una serie de medidas para “estabilizar el empleo y ayudar a los negocios”.

Lam, se encuentra en Beijing, donde tiene previsto reunirse también con el presidente chino, Xi Jinping, en el marco de su segunda visita a la capital del país asiático desde principios de noviembre, y la primera desde que la oposición hongkonesa arrasara en las elecciones a consejeros del distrito del mes pasado.

Las reuniones se producen después de que la policía de Hong Kong disparó gas lacrimógen en enfrentamientos callejeros nocturnos con manifestantes el domingo, mientras la peor crisis política de la antigua colonia británica en décadas se prolonga hasta el séptimo mes.

Hong Hong registra una serie de manifestaciones que comenzaron el 9 de junio a raíz de un polémico proyecto de ley de extradición, ya retirado por el gobierno, pero el movimiento se transformó en una denuncia por el recorte de libertades y la falta de reformas democráticas, en el mayor desafío de la excolonia británica desde la Revolución de los Paraguas de 2014.