Las fuerzas israelíes asaltaron a primera hora de hoy, el mayor hospital de Gaza, una institución asediada llena de cientos de pacientes, entre los que hay recién nacidos.

Israel considera el hospital Shifa un blanco crucial en un conflicto que ha matado a miles de palestinos y provocado la destrucción generalizada de Gaza.

Y es que Israel sostiene que Hamás tiene un enorme centro de mando dentro y debajo del hospital, pero no ha proporcionado evidencias de ello. Es parte de su argumento de que Hamás emplea a los civiles como escudos humanos, mientras que los palestinos y los grupos de derechos dicen que Israel ha puesto en peligro de forma temeraria a la población en su intento de erradicar al grupo insurgente.

Mientras tanto, la escasez creciente de combustibles amenaza con paralizar la entrega de servicios humanitarios en Gaza y clausurado la red de telefonía celular e internet.

Munir al-Boursh, un alto funcionario del Ministerio de Salud de Gaza, dijo que las fuerzas israelíes habían saqueado el sótano y otros edificios en Shifa, incluso los que alojan las secciones de urgencia y cirugía.

El ejército israelí indicó que está llevando a cabo una “operación precisa y selectiva contra Hamás en una zona específica del hospital de Shifa”, la cual estaba separada de los lugares donde se encontraban pacientes y personal médico. Dijo que los soldados estaban acompañados de equipos médicos y tenían suministros y alimentos para bebés, además de incubadoras y otros materiales.

De acuerdo con el ejército, las fuerzas que están cateando Shifa buscaban también a los rehenes. La difícil situación de los cautivos, entre los que hay hombres, mujeres y niños, ha movilizado el apoyo a Israel en el conflicto.

Dos semanas y media después del inicio de su campaña terrestre en el norte de la Franja, las tropas israelíes han tomado el control de varios edificios clave y de un barrio céntrico de la Ciudad de Gaza.

La mayoría de los cientos de miles de habitantes de la ciudad y de sus alrededores han huido tras semanas de bombardeos israelíes.

Más de 11,200 personas, dos tercios de ellas mujeres y niños, han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino en Ramala, y dos tercios de los 2.3 millones de habitantes del territorio han huido de sus hogares. Alrededor de 2,700 personas fueron reportadas como desaparecidas y se cree que la mayoría estarían sepultadas bajo los escombros. El recuento del ministerio no distingue entre muertos civiles y combatientes.

Casi toda la población de Gaza se ha refugiado en dos terceras partes del pequeño enclave, en el sur, donde las condiciones se han ido deteriorando a medida que continúan los bombardeos.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) dijo ayer que sus instalaciones de almacenamiento de combustible en Gaza estaban vacías y que pronto pondría fin a las operaciones de ayuda, incluyendo el reparto limitado de alimentos y medicinas desde Egipto para más de 600,000 personas refugiadas en escuelas y otras instalaciones gestionadas por la entidad en el sur.

Las autoridades de defensa israelíes cambiaron de opinión a primera hora del miércoles para permitir la entrada de 24,000 litros de combustible para las labores humanitarias. Antes habían prohibido repetidamente la entrada de combustible alegando que Hamás podría desviarlo para uso militar.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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