El jefe de inteligencia militar israelí renunció este lunes su cargo tras reconocer que no hizo lo suficiente respecto al ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.

Es el primer funcionario de alto rango israelí en dimitir por su papel en la asombrosa incapacidad de anticipar o responder rápidamente al ataque más mortífero en la historia de Israel.

La renuncia del mayor general Aharon Haliva podría abrir camino a más renuncias previstas de miembros de la cúpula de seguridad israelí, en que los milicianos sobrepasaron las defensas fronterizas de Israel, asaltaron poblaciones israelíes sin oposición durante horas y mataron a 1,200 personas, la mayoría civiles, además de llevarse unos 250 rehenes a Gaza.

El suceso desencadenó la guerra contra Hamás que aún continúa en la Franja de Gaza y que ha cobrado miles de vidas civiles en la zona del conflicto.

“La dirección de inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos había confiado. Desde entonces llevo conmigo ese día negro, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo para siempre el espantoso dolor de la guerra”, escribió Haliva en su carta de renuncia, que fue proporcionada por el ejército.

Haliva explicó que seguirá en el cargo hasta que se cuente con su sustituto.

Añadió que tuvo la intención de renunciar inmediatamente después del 7 de octubre, pero que permaneció en el puesto durante la parte inicial de la guerra y que dimite en un momento en que se aceleraban las investigaciones internas del Ejército.

Su anuncio se produjo al comienzo del Pésaj, una importante festividad judía, y cuando las operaciones militares en la Franja de Gaza se han ralentizado en las últimas semanas ante una posible ofensiva sobre Rafah.

Algunos expertos militares han dicho que dimitir en un momento en que Israel está comprometido en múltiples frentes es irresponsable y podría interpretarse como un signo de debilidad.

Poco después del ataque, Haliva y otros habían dicho públicamente que ellos eran los culpables de no haber evitado el asalto del 7 de octubre.

El líder opositor israelí Yair Lapid celebró la renuncia, que calificó de “justificada y digna”. “Sería apropiado que el primer ministro Netanyahu hiciera lo mismo”, escribió en X.

El ataque de Hamás, ocurrido durante un feriado judío, tomó completamente por sorpresa a Israel y su reconocida estructura de seguridad. La confianza israelí en su Ejército, que muchos consideran como una de las instituciones más fiables del país, se destrozó ante la incursión de Hamás. La renuncia podría ayudar a restaurar parte de esa confianza.

Desde el comienzo de la guerra de la Franja de Gaza, ambos bandos han intercambiado disparos casi a diario a lo largo de la frontera.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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