El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio positivo a COVID-19, según confirmó la secretaria de prensa de La Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien precisó que el mandatario presenta “síntomas leves” y que comenzó a tomar Paxlovid, un antiviral que atenúa los síntomas.

Jean-Pierre agregó que Biden “se aislará en La Casa Blanca y continuará ejerciendo todas sus funciones en ese lapso”.

Biden es el segundo mandatario de Estados Unidos en funciones que contrae el virus, además de que evidencia la persistencia del virus, altamente contagioso, a medida que nuevas variantes desafían los esfuerzos para retomar la normalidad después de dos años y medio de pandemia.

El presidente estadounidense “ha estado en comunicación con el personal de La Casa Blanca por teléfono esta mañana, y participará en las reuniones planeadas (…) desde la residencia”, agregó la secretaria de prensa. Así lo ha constatado el propio presidente en sus redes sociales.

Biden, de 79 años, está completamente vacunado. Poco antes de asumir el cargo, recibió dos dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus, así como un refuerzo en septiembre y una dosis adicional el pasado 30 de marzo.

Hasta ahora la capacidad de Biden para evitar contagiarse parecía desafiar las probabilidades, incluso con los procedimientos de prueba establecidos para quienes se esperaba que estuvieran en contacto cercano con él.

Oleadas anteriores alcanzaron a una buena parte de la clase política de Washington e infectaron a la vicepresidenta Kamala Harris, a miembros del gabinete, a personal de La Casa Blanca y a legisladores. Biden había intensificado sus viajes y había reanudado la celebración de grandes eventos en espacios cerrados, donde no todos eran sometidos a pruebas diagnósticas.

En los últimos meses, los principales funcionarios de La Casa Blanca habían contemplado la posibilidad de que el presidente contrajera COVID en esta nueva ola.

Respecto al tratamiento que tiene Biden, se ha demostrado que cuando se administra dentro de los cinco días posteriores a la aparición de los síntomas, el Paxlovid reduce en un 90% las hospitalizaciones y muertes entre las personas con mayor probabilidad de contraer una enfermedad grave.

Paxlovid es producido por la farmacéutica Pfizer, la primera vacuna en ser aprobada en el mundo.

Cuando el predecesor de Biden, el presidente Donald Trump, contrajo la enfermedad en octubre de 2020, era un momento muy diferente. No había vacunas disponibles y las opciones de tratamiento eran limitadas y menos avanzadas. Después de ser diagnosticado con COVID-19 en la Casa Blanca, Trump recibió un tratamiento experimental con anticuerpos y esteroides después de que sus niveles de oxígeno en sangre cayeron a niveles peligrosamente bajos.

Recordemos que fue hospitalizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed durante tres días.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario