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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó el envío de más militares al este de Europa, en un claro gesto de apoyo a sus aliados frente a potenciales amenazas derivadas de Rusia, que ha desplegado a más de 100,000 efectivos cerca de las fronteras con Ucrania.

El nuevo refuerzo norteamericano cuenta ya con el visto bueno de Biden y se hará efectivo “en los próximos días”, según confirmó el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby.

En concreto, el compromiso de Washington será el envío de 2,000 efectivos de Fort Bragg, Carolina del Norte, a Polonia y Alemania en los próximos días y trasladará unos 1,000 efectivos de Alemania a Rumania. En total se estarían movilizando cerca de 3,000 soldados.

Recordemos que Estados Unidos ya había puesto en aviso a 8,500 efectivos en caso de que la Alianza necesitara un despliegue rápido, si bien por ahora todo se hará conforme a acuerdos bilaterales.

“Estas fuerzas no van a combatir en Ucrania. No son movimientos permanentes. Responden a las condiciones actuales”, explicaron fuentes consultadas a The Washington Post, uno de los medios que reportó la información previo a la confirmación del Pentágono.

Moscú ha criticado en reiteradas ocasiones la implicación militar norteamericana en territorio europeo, en la medida en que lo percibe como una amenaza. También ha pedido a la OTAN que frene su expansión en el este de Europa.

Y es que aunque Moscú ha repetido en varias ocasiones que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, Estados Unidos considera que el ataque de ruso es “inminente”.

Se espera que el Pentágono haga oficial el anuncio en una rueda de prensa prevista para este mismo miércoles.

El presidente Joe Biden dijo este miércoles que su primer año en La Casa Blanca tuvo “desafíos”, pero también “enormes progresos”, y aseguró que no previó una obstrucción republicana tan fuerte contra su gobierno.

“Ha sido un año de desafíos, pero también ha sido un año de enormes progresos”, afirmó Biden, que respondió preguntas de la prensa.

Reconoció los obstáculos que se presentaron durante los momentos más fuertes de la pandemia, aunque destacó los avances en materia económica, al hacer un balance de su primer año en la presidencia en una conferencia de prensa.

Sobre el manejo de la pandemia, resaltó los avances en materia de vacunación. Indicó que se pasó de dos millones de personas vacunadas en el momento en que asumió el poder, a 210 millones de estadounidenses totalmente vacunados al día de hoy.

En el tema económico, clebró que se crearon 6 millones de nuevos puestos de trabajo, más puestos de trabajo en un año que en cualquier otro momento anterior. Sobre la inflación, Biden advirtió que requerirá un esfuerzo “a largo plazo” para contrarrestarla, y atribuyó la vertiginosa subida de precios a los problemas en las cadenas de suministro provocados por la pandemia.

Llevar a un nivel razonable la inflación, actualmente en su nivel más alto en casi 40 años, “será difícil”, insistió Biden y previó que “hasta entonces, será doloroso para mucha gente”.

Sobre la tensión en la frontera ucraniana, Biden también anticipó que Rusia pagaría un alto precio si decidiera invadir a Ucrania, incluyendo un elevado costo humano y un profundo daño a su economía. “Va a ser un desastre para Rusia”, dijo Biden, y agregó que los rusos podrían finalmente prevalecer, pero que sus pérdidas “van a ser grandes”.

En más temas internacionales, el demócrata recalcó que “no es hora de rendirse” en lo que respecta a las conversaciones con Irán para revivir el acuerdo nuclear de 2015. “Se están haciendo algunos progresos”, celebró.

Biden también aprovechó para revelar que sí buscará la reelección, y lo hará con la vicepresidenta Kamala Harris como compañera de fórmula.

También manifestó su confianza en que el Congreso aprobará “grandes porciones” de su estancado proyecto de ley de gasto social. Recordemos que el proyecto está estancado en el legislativo, pues genera división dentro del mismo Partido Demócrata. También dijo que tiene esperanza de que el Senado apruebe nuevas leyes sobre el derecho al sufragio.

En el marco de su mensaje, una nueva encuesta de la firma Gallup muestra a Biden tiene solo 40% de aprobación, contra el 57% que tenía al inicio de su mandato. Desde la Segunda Guerra Mundial, solo los números del primer año de Trump fueron más bajos, según Gallup.

El gobierno de Estados Unidos abrió este martes la página web para que los ciudadanos soliciten pruebas gratis de COVID-19 a domicilio, un día antes de lo anunciado y cuando faltan dos días para el primer aniversario del presidente Joe Biden en el poder.

Las autoridades habilitaron el portal COVIDTests.gov, donde los estadounidenses pueden solicitar el envío de un máximo de cuatro pruebas de antígenos gratuitas por hogar, que ya ha recibido cerca de 800,000 visitas, según datos del propio gobierno. Los envíos se harán en los siete y doce días posteriores al encargo.

La Casa Blanca informó la semana pasada que a partir del 19 de enero los estadounidenses podrían comenzar a solicitar las pruebas diagnósticas, luego de que se firmara la compra de al menos 420 millones de un total de 500 millones de pruebas prometidas para enero.

Sin embargo, el Ejecutivo adelantó la fecha y habilitó la página web este martes, un día antes de que Biden ofrezca una rueda de prensa con motivo del primer aniversario de su toma de posesión, que se cumplirá el jueves 20 de enero.

Está previsto que durante su discurso, Biden resalte la gestión de su gobierno contra la pandemia, a pesar de que las autoridades sanitarias han recibido varias críticas durante las últimas semanas por sus confusas recomendaciones sobre los días de aislamiento y el uso de mascarilla ante la variable Ómicron.

Recordemos que Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia con más de 67 millones de casos de COVID-19 y más de 853,000 fallecimientos, de acuerdo con los datos de la Universidad Johns Hopkins.

Biden juró como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2020 tras ganar en noviembre las elecciones a Donald Trump, y tras unas semanas caóticas marcadas por el asalto violento al Capitolio protagonizado por partidarios del expresidente.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, descartó este viernes que la “nueva normalidad” sea que el COVID-19 “esté aquí para quedarse”, esto en medio de un repunte de contagios en varios países del mundo provocado principalmente por la nueva variante del SARS-CoV-2, Ómicron.

“No. No creo que la COVID-19 esté aquí para quedarse”, dijo el mandatario en declaraciones ante la prensa, donde ha insistido en que, con las medidas que se están tomando actualmente, la enfermedad “no está aquí para quedarse”. “La nueva normalidad no tiene por qué ser (así)”, agregó.

En este contexto, ha defendido que los países han desplegado “muchas más herramientas” para atajar la propagación de la enfermedad y ha garantizado que continuarán desplegándose para contener la COVID-19 y otras variantes que puedan surgir.

“No creo que sea así”, ha insistido, remarcando que la situación actualmente “es muy diferente” a la del año pasado.

Y es que un gran número de países alrededor del mundo, incluido México, contabilizan estos días cifras récord de contagios, no vistas durante la pandemia, que las autoridades han atribuido a la circulación de Ómicron del virus.

Estados Unidos no ha sido una excepción y a principios de semana registró más de un millón de nuevos contagios diarios, una cifra sin precedentes en el mundo. Es el más golpeado por la pandemia del mundo y, hasta el momento, ha contabilizado más de 58.6 millones de contagios, incluidas más de 834,300 víctimas mortales a causa de la enfermedad.

El presidente Joe Biden hizo un llamado este martes a estar alerta, aunque no alarmarse, mientras Estados Unidos alcanza récords de casos nuevos de COVID-19 y el gobierno busca aliviar las preocupaciones sobre la escasez de pruebas, cierres escolares y otros estragos provocados por Ómicron del coronavirus.

Biden dio su mensaje antes de reunirse con el equipo de La Casa Blanca encargado de responder a la pandemia.

La idea dijo, es transmitir la urgencia de su gobierno para hacer frente a la nueva variante y convencer a los estadounidenses de que la actual oleada se parece poco al inicio de la pandemia o al mortal invierno del año pasado.

“Aún pueden contraer COVID, pero es muy poco probable, muy improbable, que se enfermen gravemente”, dijo Biden sobre las personas vacunadas.

“No hay excusa para que alguien no esté vacunado”, agregó. “Esto sigue siendo una pandemia de no vacunados”.

El mandatario ha enfatizado anteriormente que las vacunas, dosis de refuerzo y medicamentos terapéuticos han mitigado el peligro para la mayoría de los estadounidenses que están completamente vacunados.

En comparación con el año pasado, más estadounidenses cuentan con empleo, la mayoría de los niños acuden a las escuelas y las cifras de muertes causadas por la enfermedad y los casos graves han disminuido, sobre todo entre los vacunados.

Sin embargo, en las últimas semanas los estadounidenses han visto advertencias funestas sobre hospitales que alcanzaban su capacidad debido a la escasez de personal, miles de cancelaciones de vuelos durante las vacaciones, en parte debido a que los miembros de la tripulación estaban enfermos o en cuarentena, e informes intermitentes sobre el cierre de escuelas debido a la variante más contagiosa.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, aseguró este jueves que no ha hablado con el presidente Joe Biden, sobre la posibilidad de presentarse a la reelección en 2024.

“No voy a hablar de nuestras conversaciones, pero diré esto sin ambigüedad alguna: No hablamos ni hemos hablado de reelección, porque no hemos cumplido nuestro primer año y estamos en medio de una pandemia”, dijo Harris en una entrevista publicada hoy por el diario The Wall Street Journal.

Sus declaraciones se producen tan solo tres días después de que la portavoz de La Casa Blanca, Jen Psaki, asegurara que Joe Biden, de 79 años, tiene “toda la intención” de buscar la reelección en los comicios de 2024.

Además, lo dicho por Harris se da en medio de informaciones que apuntan a la existencia de un debate interno en las filas demócratas sobre la idoneidad de que Biden sea el candidato para las próximas elecciones presidenciales, así como de supuestos toces entre Harris y Biden.

Preguntada sobre si asumía que Biden concurrirá nuevamente, Harris insistió en que era una cuestión sobre la que no pensaba y sobre la que no había hablado con el demócrata.

Por otra parte, Harris, que participó sin éxito en la carrera electoral de las primarias del Partido Demócrata para ser la candidata a la presidencia antes de ser nominada la primera vicepresidenta mujer del país, insistió en las prioridades de su gobierno.

“Estamos reconstruyendo nuestra economía y restableciendo el papel de Estados Unidos entre nuestros aliados y socios en todo el mundo”, dijo.

Y es que en las últimas semanas han crecido los rumores sobre discusiones dentro del Partido Demócrata sobre las posibilidad de que Biden se presente en 2024 debido a la caída de su popularidad y sus 79 años, que le convierten en el mandatario de mayor edad en el historia de Estados Unidos.

La opción lógica para suceder a Biden sería Kamala Harris, ya que muchos vicepresidentes han sido candidatos presidenciales en la historia del país, pero contra esto juega el hecho de que Harris, primera mujer que llega a la Vicepresidencia, ha visto menguado su perfil público y sufre también una caída de su popularidad.

La Cumbre por la Democracia, organizada por Estados Unidos y en la que han estado presentes de forma virtual más de 100 países, con ausencias notables como China y Rusia, acabó este viernes sin acuerdos concretos y con la promesa del presidente Biden de convocar una nueva cumbre en 2022.

Biden llamó a los asistentes a reunirse en un año para revisar el cumplimiento de los compromisos lanzados en estos dos días de discurso, aunque no ha habido un consenso específico alcanzado por los participantes.

Este foro multilateral concluyó como empezó, con un discurso de Biden, en el que insistió en la necesidad de seguir colaborando para fortalecer las democracias de amenazas como la desinformación, la corrupción o los autoritarismos.

Consideró que los líderes de los gobiernos tienen la responsabilidad de fortalecer las democracias impulsando reformas dirigidas a la transparencia y la rendición de cuentas y a la resiliencia frente a quienes apuestan por el autoritarismo.

También dijo que es necesario trabajar con el sector privado para combatir la corrupción y construir economías más igualitarias.

A la hora de hablar de los compromisos estadounidenses, Biden habló no sólo de colaborar en el fortalecimiento de las democracias en el mundo, también citó retos nacionales, y en especial el de defender el “sagrado derecho a votar libremente”, en un momento en varios estados republicanos han aprobado normas que según denuncian los demócratas restringen dicho derecho.

Aunque el discurso de Biden fue un repaso de todo lo hablado en esta cumbre, la jornada de hoy estuvo centrada en temas como el papel de la tecnología y en la necesidad de normas que la regulen para evitar ataques a la democracia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, defendió en este sentido la necesidad de regular el mundo digital para que sirva a los propósitos y el bien común y llamó a combatir todas las formas de extremismo y populismo para fortalecer las democracias.

A pesar del entusiasmo de Biden y su Administración con la celebración de la cumbre, varios de sus altos funcionarios descartaron desde ayer que la reunión fuera a terminar con un acuerdo conjunto firmado por todos los países participantes.

“No planeamos tener un documento o comunicado conjunto al final de la cumbre porque esto es solo el inicio, queda mucho trabajo por hacer”, señaló una de estas fuentes del gobierno estadounidense en una llamada con periodistas.

En esa línea, Biden recalcó este viernes en su discurso que ahora toca poner en práctica los compromisos expresados por unos y otros y examinar lo que se haya hecho en la cita de 2022.

La democracia se enfrenta a “desafíos continuos y alarmantes” en todo el mundo, afirmó este jueves el presidente Joe Biden al inaugurar la Cumbre virtual sobre la Democracia, que cuenta con participación de 110 representantes de todo el mundo.

Biden estimó que la tendencia “apunta en gran medida en la dirección equivocada”, y dijo que en Estados Unidos la ciudadanía sabe “mejor que nadie” que “renovar la democracia y fortalecer las instituciones democráticas requiere un esfuerzo constante”.

Entre los retos que se enfrentan, Biden mencionó la insatisfacción ciudadana con los regímenes democráticos, que “no cumplen” con sus necesidades, e insistió en hacer una defensa de la democracia como el mejor sistema para garantizar la dignidad humana y resolver problemas, a pesar de que sea un sistema “duro” que necesita “cooperación”.

Pidió a los participantes “apoyar los valores” que les unen, como la libertad de expresión, de prensa, de religión o el
Estado de Derecho, además de reclamar “protección” para los Derechos Humanos de todas las personas.

Durante su intervención, Biden anunció la llamada Iniciativa Presidencial para la Renovación Democrática, un conjunto de medidas del gobierno estadounidense para “reforzar la democracia y defender los Derechos Humanos a nivel mundial”.

Con 424,4 millones de dólares, la iniciativa se enfoca en cinco pilares: el apoyo a los medios de comunicación libres e independientes, la lucha contra la corrupción, el apoyo a los sectores que pueden reformar la democracia (grupos marginados tradicionalmente, como las mujeres), el desarrollo de tecnologías que favorezcan la democracia y la defensa de los procesos políticos y las elecciones justas y libres.

En cuanto al apoyo a los medios de comunicación, la iniciativa prevé la protección física, legal y digital de los periodistas con 9 millones de dólares que se destinarán al Fondo de Defensa de la Difamación para Periodistas, que ofrecerá cobertura a los reporteros de investigación y sus organizaciones.

En referencia a la lucha contra la corrupción, el gobierno estadounidense prevé apoyar a los agentes del cambio a favor de la anticorrupción y, en este sentido, la Administración Biden proporcionará hasta 5 millones de dólares para poner en marcha un programa que promoverá medidas de protección para los denunciantes, los activistas de la sociedad civil, los periodistas y otras personas en riesgo debido a su trabajo contra la corrupción.

El punto tres del plan hace referencia a empoderar a los grupos históricamente marginados y asegurar que todas las personas manifestarse en favor de la democracia. Se destinarán 33.5 millones de dólares para poner en marcha una iniciativa enfocada en el liderazgo político y cívico de las mujeres.

El programa de Biden también prevé avances en la consecución de un internet abierto y seguro para todos y poner en marcha enfoques que fortalezcan la integridad electoral a nivel global.

Para La Casa Blanca, la cumbre, que se realiza de forma virtual debido a la pandemia de coronavirus, encarna el liderazgo de Estados Unidos en una lucha existencial entre democracias y dictaduras o autocracias.

La Cumbre, que comenzó con las palabras de Biden y del secretario de Estado, Antony Blinken, cuenta con la participación de representantes de gobiernos, ONG’s, empresas y organizaciones filantrópicas.

China y Rusia, que Biden considera autocracias, quedaron deliberadamente fuera, lo cual según estos países aviva una “brecha ideológica”. “Ningún país tiene derecho a juzgar el vasto y variado panorama político del mundo con un único criterio”, escribieron el embajador ruso, Anatoly Antonov, y el chino Qin Gang.

Lo que acabó de exasperar a Pekín fue que el gobierno estadounidense invitara a Taiwán, al que China considera parte de su territorio, aunque no esté bajo su control. Esto se suma al anuncio que hiciera el lunes La Casa Blanca sobre que no enviaría a funcionarios gubernamentales a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, a celebrarse en febrero, en protesta por las violaciones de los derechos humanos.

En América Latina y el Caribe, quedaron sin invitación a la Cumbre ocho países: Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala, Haití y Venezuela, aunque se ha invitado a Juan Guaidó, líder opositor enfrentado al gobernante de Nicolás Maduro.

Una de las principales críticas al gobierno de Estados Unidos por la convocatoria a esta Cumbre, es que Biden tiene dificultades para restaurar la fe en la democracia en su propio país, toda vez que Trump se niega a reconocer los resultados de las elecciones de 2020.

El presidente Joe Biden firmó este viernes una ley para evitar un cierre de la Administración solo horas antes de que se quedara sin fondos para seguir funcionando, esta misma medianoche.

La Casa Blanca anunció este viernes que Biden había firmado la ley que aprobaron este jueves las dos cámaras del Congreso para extender la financiación del gobierno hasta el 18 de febrero, momento en el que demócratas y republicanos tendrán que llegar a otro acuerdo para evitar que la Administración se paralice.

Ayer, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprobó la iniciativa con 221 votos a favor y 212 en contra. El único republicano que apoyó la medida fue el moderado Adam Kinzinger. Horas más tarde, el Senado respaldó ese proyecto de ley con el respaldo de 69 senadores y la oposición de 28.

Aunque la iniciativa finalmente salió adelante, durante horas hubo cierta incertidumbre sobre su aprobación debido a que un grupo de senadores republicanos liderado por Mike Lee de Utah amenazó con paralizar el gobierno en protesta por las normas del presidente estadounidense, Joe Biden, para que las grandes empresas obliguen a sus empleados a vacunarse.

Ni el partido de Biden ni el liderazgo del Partido Republicano querían paralizar la Administración durante las Navidades, como ocurrió hace tres años durante la Presidencia de Donald Trump. Ese fue el cierre más largo de la historia de Estados Unidos con 35 días, aunque la Administración se ha quedado sin fondos en 20 ocasiones desde 1976, cuando se aprobaron nuevas leyes presupuestarias.

Este viernes, Biden también ofreció un discurso sobre economía en la Casa Blanca, en el que llamó la atención su voz ronca.

Visiblemente congestionado, Biden habló con un tono bajo y grave, lo que llevó a un periodista a interrogarlo sobre su estado de salud. “Estoy bien”, dijo Biden. “Tengo chequeos diarios… chequeos por el COVID. Me revisan para todas las cepas”, señaló. “Lo que tengo es un nieto de año y medio que estuvo resfriado y que le gusta besar a su abuelo… pero es solo un resfriado”.

Y es que la llegada del invierno junto a la emergencia por la nueva variante del coronavirus Ómicron han aumentado los miedos de un potencial resurgimiento de casos, especialmente de cara a las festividades de fin de año. Biden pasó la semana pasada celebrando el Día de Acción de Gracias con su familia.

Dada su edad, cumplió 79 años en días recientes, hace que la salud de Biden sea un tema de atención entre los medios estadounidenses. A inicios de noviembre, se sometió a un chequeo extenso pero rutinario, después del cual el médico de la Casa Blanca Kevin O’Conner indicó que el presidente estaba “sano” y “vigoroso”.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves una nueva campaña para hacer frente a la temporada invernal ante la pandemia de COVID-19, especialmente tras la llegada al país de la nueva variante, Ómicron.

Llamando a la nación y en particular a sus adversarios políticos a unirse y cerrar filas en torno a la estrategia, Biden dio a conocer una serie de acciones diseñadas para frenar la propagación del COVID-19 en los próximos meses.

“Es un plan que creo que debería unirnos”, dijo Biden, hablando desde la sede de los Institutos Nacionales de Salud, en las afueras de Washington. “Sé que el COVID-19 ha sido muy divisivo. En este país, se ha convertido en un tema político (…), lo cual es una triste constatación. No debería serlo, pero lo ha sido”, agregó.

Hasta ahora se han anunciado dos casos en Estados Unidos, el segundo de ellos en un hombre de Minnesota sin antecedentes de viajes internacionales recientes, lo que indica que la cepa ya está circulando dentro del país.

Las medidas incluyen el requisito de que todos los viajeros internacionales entrantes se sometan a una prueba de coronavirus un día antes de volar. Esto se aplicará a todos los viajeros, tanto estadounidenses como extranjeros, independientemente de su estado de vacunación.

Para los viajeros nacionales, Biden anunciará la ampliación de la obligación de utilizar mascarillas en los aviones, trenes y otros medios de transporte público hasta mediados de marzo.

Biden reiteró que se contemplan nuevos cierres de actividades económicas. Insistió en que la mejor opción es vacunarse, pues es la única manera de poder hacer frente al virus y en especial a la nueva variante. Biden alertó que es probable que suban los contagios a medida que bajan las temperaturas y se producen mayor número de reuniones debido a las fiestas de Navidad.

“Los expertos dicen que los casos seguirán aumentando en las próximas semanas, así que tenemos que estar preparados”, ha dicho.
El plan contempla que se pondrá en marcha un aumento de la promoción de las vacunas y dosis de refuerzo, con una campaña nacional dirigida a los beneficiarios de la asistencia sanitaria pública.

Por otro lado, el gobierno de Biden tratará de asegurar que las escuelas no vuelvan a los cierres masivos.

“Estamos ampliando nuestros esfuerzos para vacunar a los niños, a partir de los cinco años”, dijo. Y a los padres preocupados por las variantes Ómicron y Delta, pidió: “Hagan que sus hijos se vacunen en uno de los 35,000 centros del país”.

En otro refuerzo de las políticas existentes, la Casa Blanca fomentará el uso de kits de pruebas caseras al anunciar que el seguro médico cubrirá el 100% de su costo. Para los que no tienen seguro médico, habrá un aumento de la disponibilidad de los kits gratuitos.

Mientras tanto, la Casa Blanca subrayó que las restricciones impuestas por la administración a los viajeros de ocho países del sur de frica por el creciente temor a la variante Ómicron no eran un “castigo” a esas naciones, sino una medida de seguridad.

“Estamos en contacto diplomático con los líderes de estos países sobre las medidas que hemos tomado”, dijo Psaki, en referencia a la prohibición impuesta la semana pasada a las llegadas de pasajeros procedentes de Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Suazilandia, Mozambique, Malaui y Sudáfrica.

El presidente estadounidense Joe Biden anunció este lunes que nominará a Jerome Powell para un segundo período de cuatro años como presidente de la Reserva Federal.

La decisión representa una expresión de respaldo a la gestión de Powell de la economía del país en medio de la recesión causada por la pandemia del coronavirus.

“El presidente Powell ha ofrecido un firme liderazgo durante un periodo de desafíos sin precedentes, incluida la mayor contracción económica en la historia moderna”, señaló La Casa Blanca en un comunicado. Asimismo, Biden propuso a Lael Brainard, quien forma parte de la junta de gobernadores de la Fed, como nueva vicepresidenta del banco central.

El mandatario remarcó su “confianza” en que Powell y Brainard “continuarán con el foco en mantener la inflación baja, los precios estables y lograr el pleno empleo”. Ambas nominaciones deben ser aprobadas por el Senado de Estados Unidos.

Powell ha estado al frente de la Fed durante la aguda crisis económica provocada por la pandemia, y ante la que ha desplegado un extraordinario estímulo monetario.

El banco central estadounidense mantiene los tipos de interés en el rango de entre el 0% y el 0.25% desde marzo de 2020, y lanzó entonces un multimillonario programa mensual de compra de bonos, cuyo repliegue gradual comenzó este noviembre.

La gran preocupación ahora es la elevada inflación que se vive en Estados Unidos, que cerró octubre con una tasa del 6.2%, la más alta en tres décadas. La Fed ha insistido en que es un fenómeno “transitorio”, aunque ha reconocido que durará más de lo anticipado. Espera que la inflación se modere a mediados de 2022.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que defendió su iniciativa de reforma eléctrica durante su viaje a Washington la semana pasada, para la Cumbre de Líderes de América del Norte.

El mandatario reconoció que abordó el tema en su reunión bilateral con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, con quien espera concretar un acuerdo para que la empresa estatal Hydro-Québec ayude a modernizar las plantas hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Se aclaró también lo de la reforma eléctrica, fue muy receptivo el primer ministro. Le dije que habían utilizado la bandera de las energías limpias para hacer negocios sucios, le expliqué a detalle cómo habían saqueado al país en los últimos tiempos”, expresó López Obrador.

Recordemos que el presidente acudió el jueves pasado a la cumbre trilateral en medio de la polémica que ha generado su reforma eléctrica, que busca limitar a 46% la participación privada en el mercado de generación eléctrica y cancelar contratos.

Empresarios de los tres países de la región han advertido de violaciones al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.

López Obrador destacó la cordialidad del encuentro que sostuvo con Joe Biden y Justin Trudeau. “Hubieron muchas coincidencias, diría que ningún problema, ninguna diferencia de fondo, yo llegué a decirles que era como una conferencia, un encuentro, progresista. Usé el término cumbre progresista por las coincidencias”, sostuvo AMLO..

En su conferencia de este lunes, el mandatario solo habló de la defensa de la reforma eléctrica que hizo ante Trudeau, aunque el canciller Marcelo Ebrard indicó en una rueda de prensa en Washington el jueves pasado que “sí lo comentó” en el encuentro trilateral, aunque “no fue un tema central”.

“(Trudeau) me permitió informarle para que no se prestaran nuestras acciones a malas interpretaciones, fue muy buena por eso la reunión”, añadió hoy López Obrador.

Sobre Estados Unidos, el mandatario mexicano destacó la promesa de Washington de invertir en el programa “Sembrando oportunidades” para mitigar la migración en Centroamérica, inspirado en el programa “Sembrando vida” que ya se encuentra en marcha en nuestro país.

Además, reveló que la vicepresidenta Kamala Harris “aceptó ayudar” en un plan del gobierno para garantizar que haya internet en todo el país.

Asimismo, López Obrador recordó que reconoció la intención de Biden de promover una reforma migratoria para regularizar a 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, donde viven 38 millones de mexicanos entre residentes regulares e irregulares.

López Obrador criticó a sus adversarios por esperar roces en la reunión con Estados Unidos y Canadá, en particular en el sector eléctrico.

“Están esperando que nos regañen, que nos jalen la oreja, pero muy colonialistas, se mal acostumbraron. México es un país libre, independiente y soberano, y afortunadamente así nos ven y nos respetan. México tiene un prestigio como nunca en el mundo”, manifestó.

En su primera reunión en persona con su homólogo estadounidense, Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se extendió en su mensaje, dando un gran reto a la traductora de Estados Unidos, quien tuvo que hacer lo imposible para captar con exactitud cada una de las palabras del mexicano.

Biden fue el primero con un discurso de 5 minutos y medio en el que repasó los lazos entre ambos países y expresó confianza en que la alianza con López Obrador demuestre que “las democracias pueden funcionar” ante el auge de modelos autocráticos como el chino.

Cada vez que Biden decía una o dos frases se paraba para que la interprete sentada a su lado pudiera traducir del inglés al español.

Sin embargo, con López Obrador pasó lo contrario. Habló sin parar durante 8 minutos y 35 segundos sin hacer pausas para la traducción simultánea.

López Obrador dio las gracias a Biden por no tratar a México como “patio trasero”. Además, repasó la historia compartida de las dos naciones, habló de la amistad entre Abraham Lincoln y Benito Juárez , “el mejor presidente de México”, y dijo que su país quiere que avance en el Congreso la propuesta de reforma migratoria de Biden, que beneficiaría a muchos mexicanos que viven de manera irregular en Estados Unidos.

Durante todo ese tiempo, la traductora fue tomando notas a toda velocidad apoyada en una mesa que tenía frente a ella.

“Nos da mucho gusto estar aquí, presidente”, afirmó López Obrador al término de su discurso. Fijó la mirada durante unos segundos en Biden y, enseguida, volteó la cabeza para decirle a la traductora: “A ver si puede”. Ese comentario desató las risas entre los presentes, incluso de Biden. Uno de los presentes expresó: “Sí, ella puede hacerlo”.

A continuación, la intérprete tradujo del español al inglés las palabras de López Obrador y, como hablaba a un ritmo más rápido, redujo el discurso de más de ocho minutos a unos cuatro y medio.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, traspasará temporalmente el poder a la vicepresidenta, Kamala Harris, mientras dura la anestesia de una colonoscopia a la que se someterá este viernes en el hospital Walter Reed.

Este procedimiento “de rutina”, informa La Casa Blanca, forma parte del examen médico que el mandatario está atravesando este viernes, el primero desde que tomó posesión del cargo en enero.

La secretaria de prensa de La Casa Blanca, Jen Psaki, ha recordado que esta situación no es nueva; recordemos que ya ocurrió en 2002 y 2007, cuando el entonces presidente George W. Bush se sometió al mismo procedimiento, pero se trata de la primera vez que el poder recae en una mujer.

“Siguiendo el proceso establecido en la Constitución, el presidente Biden transferirá el poder al vicepresidente durante el breve período de tiempo en que esté bajo anestesia. La vicepresidenta trabajará desde su oficina en el Ala Oeste durante este tiempo”, ha confirmado La Casa Blanca.

El gobierno estadounidense dará a conocer en las próximas horas los resultados del examen médico al presidente.

Biden, quien no fuma ni bebe alcohol, está vacunado contra el covid-19 y recibió la tercera dosis a finales de septiembre. Es el presidente con más edad de la historia de Estados Unidos y ha hecho público que prevé presentarse a un nuevo mandato en 2024, pero se especula con que podría renunciar a ello debido a su edad.

En el marco de la IX Cumbre de los Líderes de Norteamérica, Estados Unidos acordó invertir en Centroamérica y el sur de México para promover el desarrollo y ayudar a contener la migración, confirmó el canciller Marcelo Ebrard, luego de que finalizara el encuentro entre los líderes.

El funcionario dio a conocer algunas de las conclusiones del encuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en Washington.

“Se va a invertir por parte de Estados Unidos en un programa que probablemente se va a llamar ‘Sembrando Oportunidades’, que es la respuesta a lo que el presidente López Obrador vino planteando, respecto a Centroamérica, principalmente, y el sur de México”, dijo Ebrard.

En conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no dio detalles ni cuánto se invertiría, pero dijo que el gobierno mexicano trabajará el tema con agencias estadounidenses en los próximos días.

“Vamos a trabajar con las agencias de Estados Unidos en los próximos días para dar los detalles, pero lo más importante es que ya hay una respuesta”, aseguró el funcionario, asegurando que tendrá impacto sobre 540,000 personas.

Añadió que los líderes de América del Norte acordaron en la llamada reunión de los “Tres Amigos” fortalecer las cadenas de suministro, pues los cuellos de botella han golpeado fuertemente a la industria automotriz y a otros  sectores.

Otra conclusión fue que buscarán un enfoque coordinado para resolver el problema que representa que cientos de miles de armas de fuego crucen hacia México anualmente, añadió.

Los tres países norteamericanos también apoyarán al Caribe y a naciones de América Latina que no han tenido la posibilidad de acceder al número de vacunas contra COVID-19 que necesitan. Ebrard dijo que los gobiernos acordaron que la Ciudad de México será la sede de la próxima cumbre de líderes norteamericanos el próximo año.

Ebrard también detalló que López Obrador planteo a Trudeau un acuerdo para modernizar las hidroeléctricas del país, sobre lo que el canciller señaló que ya se han adelantado “varias conversaciones” con la empresa pública quebequesa Hydro-Québec.

“Canadá nos dijo que estaba muy interesado”, afirmó Ebrard. “En Canadá, cuanto menos, hay una empresa estatal que es de las más eficientes del mundo, Hydro-Québec; de hecho producen y transmiten energía con niveles de energía muy altos”, agregó.

Luego de 5 años de no llevarse a cabo, esta tarde se celebró en Washington la IX Cumbre de los Líderes de Norteamérica, en la que participaron los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

En su papel de anfitrión, el presidente Biden dio la bienvenida a sus pares a La Casa Blanca. Al prenunciar un breve mensaje, Biden retomó temas como el fortalecimiento de la democracia, la pandemia, el cambio climático, la migración y sobre lo que se espera para lograr una recuperación económica de la región.

El presidente Biden se tomó unos minutos para hablar sobre las acciones de su gobierno respecto a la vacunación de su población contra el COVID-19. Se refirió a la vacunación de los menores, las dosis de refuerzo para toda la población adulta, así como los esfuerzos que ha hecho su país en donación de vacunas a diferentes países.

El segundo en hablar fue el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien agradeció el haber retomado la cumbre, luego de la última en 2016 que el encabezó en Otawa, cuando los mandatarios eran Barack Obama y Enrique Peña Nieto, respectivamente.

Trudeau aseguró que a México, Estados Unidos y Canadá los unen fuertes lazos de amistad. Enfatizó que la prioridad es acabar con la pandemia, y dar paso a la recuperación económica.

En su turno, el presidente López Obrador, propuso que los tres países apuesten por “planear conjuntamente” su desarrollo y “por impulsar un programa de inversión productiva en América del Norte para la sustitución de importaciones”.

“¿Por qué no podemos producir en América del Norte lo que consumimos? Claro que sí. Es asunto de definición y de estrategia económica regional”, dijo López Obrador.

AMLO se refirió a la escasez de semiconductores o “chips” y a los problemas en las cadenas de suministro, y consideró “una paradoja” que haya tanto circulante en América del Norte y que los puertos del Pacífico estén saturados de mercancías procedentes de Asia.

“El problema de fondo es que no estamos produciendo lo suficiente y estamos obligados a importar mercancías de otros países”, recalcó. Se refirió en concreto a China, y dijo que si se mantiene la tendencia actual, para 2051 ese país tendría el dominio del 42% del mercado mundial, mientras que Estados Unidos, Canadá y México se quedarían en conjunto con el 12 %.

López Obrador subrayó la necesidad de “fortalecer económicamente” a América del Norte y todo el continente para evitar que esta situación continúe, y aseguró que el consumo per cápita en la región es superior al de Asia.

“La integración económica, con respeto a nuestras soberanías, es el mejor instrumento para hacer frente a la competencia derivada del crecimiento de otras regiones del mundo, en particular la expansión productiva y comercial de China”, señaló el mandatario.

López Obrador también pidió a Estados Unidos “dejar de rechazar a migrantes”, porque los necesita para su crecimiento económico, al tiempo que extendió esta solicitud a Canadá.

“¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?”, planteó López Obrador durante el inicio de la Cumbre de Líderes de Norteamérica.

Casi al final de su mensaje, López Obrador se dirigió específicamente a Biden para “reconocer” que “ningún mandatario en la historia de Estados Unidos ha manifestado como usted un compromiso tan claro e inequívoco para mejorar la situación de los migrantes”. Dijo que si Estados Unidos finalmente regulariza a los 11 millones de migrantes indocumentados, tal y como Biden ha propuesto, México “sabrá corresponder con gratitud y amistad”.

Posterior a sus mensajes, dieron un tiempo para que la prensa saliera del salón e iniciar el encuentro privado. Según lo informado, no habrá mensaje de los líderes a la prensa al término del encuentro; los tres países se limitarán a firmar una declaración conjunta.