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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio este jueves las gracias a su homólogo estadounidense, Joe Biden, por no tratar a México como “patio trasero” y celebró el trato respetuoso que ha dado a nuestro país.

“Como lo ha expresado el presidente Biden, él quiere que el trato sea respetuoso y entre iguales”, dijo López Obrador en su primera reunión en persona con Biden, la cual sostuvo previo a la IX Cumbre de los Líderes de Norteamérica.

“Me lo manifestó desde la primera vez que conversamos por teléfono, ya como presidente de Estados Unidos, me dijo que no nos iban a ver como patio trasero, cosa que agradecemos, porque de esa manera no necesitamos estar reafirmando nuestros principios de independencia y de soberanía”, agregó López Obrador.

En sus turno, Biden aseguró que ya no considera a México como el vecino “del sur”, sino que quiere que ambas naciones se relacionen como países iguales, con base en el respeto mutuo.

López Obrador se refirió, además, a la integración económica de América del Norte y “de todo el continente”, y consideró necesario fortalecerla “ante el avance de otras regiones en el mundo”, aunque siempre “con respeto” a la soberanía de cada país.

También reiteró, como dijo en su reunión anterior con la vicepresidenta, Kamala Harris, que México está atento y quiere que avance en el Congreso la propuesta de reforma migratoria de Biden, que describió como “una iniciativa para hacer justicia”.

Biden y López Obrador hablaron con los reporteros presentes previo al encuentro privado que sostuvieron, y lo hicieron con ayuda de sus intérpretes. Durante ele encuentro con la prensa, evitaron responder a preguntas de los periodistas sobre temas como los planes de Washington de volver a implementar la iniciativa “Quédate en México”.

La Casa Blanca ha asegurado que Biden no tenía previsto hablar con López Obrador sobre ese programa, que forzaba a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar el desarrollo de sus solicitudes en el país vecino y que el Gobierno estadounidense suspendió pero está obligado por una orden judicial a reanudar.

Biden aseguró que al igual que México, Estados Unidos está comprometido para que la democracia realmente ayude a los pueblos, pues dijo, la democracia en los últimos 20 años se ha visto reducida.

“Señor presidente, un placer tenerlo aquí, estábamos hablando con el presidente de México de la extensa relación que data de 200 años entre nuestros países y le estaba explicando el por qué del cuadro de Lincoln aquí en el salón Oval, y la razón por la cual el presidente dijo que le gustaba Roosevelt es porque él inicio la política del buen vecino, y en realidad cuando yo era vicepresidente, y ahora durante mi Presidencia siempre dije que no sería la política de buenos vecinos, sino la política de iguales, de igualdad”, sostuvo el demócrata.

Más tarde, la cancillería informó que los mandatarios alcanzaron acuerdos, tales como fortalecer las cadenas de suministros; abordar las causas estructurales para que la migración sea opcional, y no forzada por las condiciones de vida en los países de origen; colaboración en la implementación del programa Jóvenes Construyendo el Futuro en Honduras; Estados Unidos invertirá en el sur de México en el programa Sembrando Vida, en beneficio de 40 mil pequeños agricultores y fortalecer los grupos de trabajo en la frontera para identificar e interrumpir el flujo de armas desde Estados Unidos a México.

Tras su reunión en el Despacho Oval, Biden y López Obrador iniciaron el encuentro trilateral junto al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, hablaron este jueves de la iniciativa estadounidense para incentivar la compra de vehículos eléctricos, esto durante la reunión bilateral que sostuvieron en La Casa Blanca.

Antes del encuentro en Washington, Trudeau había dejado claro que considera injusto para Canadá el proyecto de Biden, que pretende incentivar la compra de este tipo de vehículos que estén fabricados en Estados Unidos.

En el inicio de la reunión bilateral, Biden fue preguntado por los periodistas sobre la oposición canadiense a la medida y reconoció que está evaluando cambios en esos incentivos para contentar a Ottawa. De hecho, el presidente estadounidense indicó que ese sería uno de los temas que iba a abordar con Trudeau este jueves.

La iniciativa “todavía ni ha sido aprobada por la Cámara de Representantes y no sabemos qué va a pasar en el Senado. Hay muchos factores complicados. Lo vamos a hablar ahora”, dijo Biden.

El mandatario estadounidense resaltó, por otro lado, la buena relación que tiene con Trudeau, con quien ha coincidido al menos en una decena de ocasiones en los últimos meses, entre encuentros virtuales y presenciales.

Biden también destacó la “sintonía” que existe entre los dos gobiernos en temas como la lucha contra el cambio climático y la pandemia de COVID-19, así como la reconstrucción económica.

“Ambos creemos que somos mejores cuando la oportunidad, la igualdad y la justicia se alinean. Son valores centrales de los canadienses y de Estados Unidos”, afirmó Biden, antes de concluir que la relación con Canadá “es una de las más fáciles” que tienen los presidentes estadounidenses.

Por su parte, Trudeau también subrayó los puntos de coincidencia entre los dos países, entre ellos, la recuperación de las economías de forma que sirvan para la clase media.

Esta reunión bilateral se celebró previo al inicio de la IX Cumbre de los Líderes de Norteamérica, también en La Casa Blanca.

Foto: Twitter @M_Vastel

El director ejecutivo de Human Rights Watch (HMR), Kenneth Roth, instó a los presidentes de Estados Unidos y México y al primer ministro de Canadá, a que cesen los “abusos” contra inmigrantes y solicitantes de asilo.

Roth hizo esta petición de cara a la cumbre trilateral que mantendrán este jueves en Washington los líderes de los tres países.

El directivo de HRW denunció que “durante la gestión de los presidentes Biden y López Obrador, Estados Unidos y México han cometido violaciones graves, sistémicas y persistentes de los derechos de migrantes y solicitantes de asilo”.

También dijo que Canadá, aunque “se jacta de ser un país que acoge a refugiados y respeta los derechos humanos, el gobierno de Trudeau encarcela a miles de migrantes y solicitantes de asilo cada año”.

Por todo ello instó a los tres líderes a aprovechar la cumbre como una “oportunidad para asumir un compromiso conjunto de poner fin a los abusos contra migrantes y solicitantes de asilo, frenar las expulsiones sumarias (…) y asegurar que todas las personas que lleguen a América del Norte huyendo de contextos de violencia y persecución tengan acceso a protección.

Además del asunto migratorio, Roth también abordó el tema de la crisis climática al recordar que “Canadá, México y Estados Unidos contribuyen a la crisis como tres de los principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo”.

El director de HRW llamó a los líderes a empezar a disminuir la brecha entre las promesas realizadas y las medidas necesarias para cumplir con el objetivo establecido en el Acuerdo de París.

Finalmente, Roth sobre el tema de la pandemia de COVID-19, señaló a AMLO como “una fuente de desinformación respecto al virus” restando gravedad a sus riesgos, negándose a usar cubrebocas y organizando eventos públicos en los peores momentos de la pandemia. El resultado, advirtió Roth, es que nuestro país ha tenido una de las tasas de muerte por COVID-19 más altas del mundo.

Ante esta situación, el director de HRW pidió a Biden y Trudeau a que usen el encuentro de hoy en La Casa Blanca para “alentar al presidente López Obrador a tomar con mayor seriedad los datos científicos”.

El mandatario estadounidense, Joe Biden, hablará este jueves con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de la propuesta de reforma energética que presentó al Congreso. Así lo afirmaron funcionarios de alto rango de la Administración de Biden en una rueda de prensa telefónica.

López Obrador acude a Washington con su polémica propuesta de reforma eléctrica para limitar la participación de empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras, en el sector y fortalecer así la Comisión Federal de Electricidad (CFE), priorizando incluso el uso de combustibles fósiles.

Durante este jueves, López Obrador se verá con Biden en dos ocasiones, una durante una reunión bilateral y otra en la cumbre trilateral junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Preguntado sobre si la reforma del sector eléctrico estará en la agenda de alguna de las reuniones, uno de los funcionarios dijo que Estados Unidos está dispuesto a hablar todos los temas de cooperación económica, lo que incluye el asunto energético.

La fuente indicó que es un tema que se ha abordado ya, como resultado del Diálogo Económico de Alto Nivel entre EUA y México, y confirmó que Biden y López Obrador lo tocarán este jueves, como así harán en el futuro responsables de ambos gobiernos.

“Diré que, conforme seguimos de cerca las reformas energéticas propuestas por México, y (…) dada la dirección de la economía de EUA durante esta Administración, y la prioridad que este presidente (Biden) ha puesto en la emergencia climática, esta es una área donde vemos grandes oportunidades de colaborar, tanto con Canadá como con México”, dijo el funcionario.

Sobre este punto, a su llegada a la embajada de México en Estados Unidos, el canciller Marcelo Ebrard no descartó que durante la reunión se tocaran otros asuntos que no están en agenda, como la reforma eléctrica, un tema que ha levantado polémica al grado que empresarios y legisladores estadounidenses han enviado cartas al presidente Joe Biden solicitando que defienda sus intereses en México, al señalar que sí la reforma es aprobada se verían afectadas inversiones por alrededor de 44 mil millones de dólares.

Sobre el mismo tema, el presidente López Obrador dijo ayer en que si el presidente Biden o el primer ministro Justin Trudeau le mencionan algo, él no tendrá problema en explicarles los motivos y alcances de su reforma eléctrica. Señaló que ya se acabó la época en que las empresas extranjeras, principalmente españolas, veían a nuestro país como tierra de conquista, por lo que aseguró que sus pares de Canadá y Estados Unidos comprenderán el por qué de la reforma.

Todo listo por parte de México para la Cumbre de Líderes de Norteamérica que se celebrará mañana en Washington. Esta tarde arribó a la capital estadounidense la comitiva del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Es el canciller Marcelo Ebrard quien encabeza el equipo de trabajo del gobierno mexicano; junto a él, acompañarán al presidente la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; el director para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Fue justo el canciller quien ofreció un breve mensaje ante medios de comunicación, en el que confirmó la agenda que se tendrá mañana en Washington.

Destacó que será la primera vez que López Obrador se reúna con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, pues hasta ahora solo han conversado vía telefónica. Indicó que mañana sostendrán una reunión bilateral que durará aproximadamente 45 minutos, y en donde se tocarán entre otros temas, la reconciliación con los pueblos indígenas, la iniciativa que AMLO presentó en la ONU, entre otros.

Después el presidente López Obrador tendrá una reunión bilateral con Joe Biden, que de igual forma se prevé dure 1 hora, y entre los temas que se abordarán estará: actualización del Diálogo de Alto Nivel; que se extiendan los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro a Centroamérica; la producción y liderazgo de vacunas en Norteamérica, así como una actualización del entendimiento Bicentenario.

Posterior se llevará a cabo la reunión trilateral, donde se actualizará la visión de Norteamérica hacia el futuro, y se abordará el tema e la pandemia, la producción de equipo médico y trabajo científico sobre la pandemia; la integración económica, cadenas de valor y el desarrollo del sur de México vinculado a los fenómenos migratorios.

El titular de la SRE también informó que AMLO saludará a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, de 13:30 a 14:30 en su oficina en La Casa Blanca.

“Vamos a tener resultados positivos. Tenemos una visión optimista”, dijo Ebrard, aunque reconoció que no descartan que salgan a la mesa temas en que los países tengan posturas distintas. Dijo que mañana solo se generarán comunicados, y adelantó que aún se está valorando algún mensaje del presidente. Descartó que vaya a haber una conferencia o mensaje trilateral.

Por su parte La Casa Blanca dijo que “la cumbre ilustra nuestros esfuerzos para revitalizar Norteamérica como plataforma para el éxito económico”.

Será la primera vez desde 2016 que se celebra la cumbre trilateral, conocida popularmente como la de los “tres amigos” y que tuvo lugar por primera vez en 2005 en Texas, con una reunión entre los entonces presidentes George W. Bush y Vicente Fox, con el primer ministro canadiense Paul Martin.

Desde entonces, la cita se convocó con carácter anual, con contadas excepciones, hasta 2016, cuando Barack Obama, Enrique Peña Nieto y Trudeau se reunieron en Ottawa, Canadá.

No hubo ningún encuentro de este tipo durante los cuatro años de mandato de Donald Trump, que mantuvo una relación tensa tanto con Canadá como con México, aunque consiguió renegociar con ellos el tratado comercial regional para convertirlo en el T-MEC.

La reunión se producirá una semana y media después de que Estados Unidos abriera finalmente las fronteras con México y Canadá a los viajes no esenciales, tras más de un año de clausura por la pandemia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró esta mañana que, de ser necesario y salga el tema, explicará y defenderá su reforma eléctrica en la reunión que tendrá mañana en Washington con su homólogo estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

“No está (el tema en la agenda) pero si sale en la conversación pues también lo tratamos”, respondió el mandatario al ser cuestionado sobre el tema.

López Obrador señaló que en caso de que hablen de la reforma eléctrica, no dudará en explicar a Trudeau y a Biden las razones por las cuales busca que se refuerce a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Muy sencillo. Lo que queremos es que no aumente el precio de la luz y se termine con los abusos de las empresas particulares. Sobre todo las empresas extranjeras y en especial de las empresas españolas que nos veían como tierra de conquista”, reiteró.

Este discurso es el que ha mantenido el presidente desde que presentó la iniciativa, y que ha aprovechado para lanzarse contra los privados, especialmente contra las empresas españolas.

“¿Creen que me va a costar trabajo decirle eso a Biden o Trudeau? Pues no. Ni modo que ellos estén a favor o protejan a corruptos”, agregó. En ese sentido aseguró que los líderes de EUA y Canadá son gentes íntegras y que “defienden los intereses de su pueblo”.

Recordemos que la reforma ha levantado críticas porque limita a 46% la participación de entes privados en la generación eléctrica, elimina los reguladores autónomos como el CRE y la Cenace, y prioriza el despacho de las plantas de la empresa del Estado, incluyendo las de combustibles fósiles, sobre las renovables de privados.

Las declaraciones del mandatario llegan previo a la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebrará mañana para abordar temas como la integración económica, la migración y la salud. Se tiene programado que los mandatarios sostengan reuniones bilaterales y un encuentro trilateral.

Además, de acuerdo con López Obrador, en su agenda también está un encuentro con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.

De cara a la reunión que sostendrán el próximo jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que ningún mandatario estadounidense ha tenido un compromiso tan profundo con los migrantes como Joe Biden.

“Ningún presidente ha hecho un compromiso más profundo en beneficio de los migrantes que el presidente Biden, él se comprometió a regularizar la situación de 11 millones de migrantes, nosotros vemos muy bien esa decisión”, manifestó López Obrador en su conferencia de prensa matutina.

Recordemos que el presidente viajará el próximo jueves a Washington, donde participará en la Cumbre de Líderes de América del Norte junto a Biden y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

En su viaje a Nueva York la semana pasada, el mandatario ya había adelantado que pediría Biden que “no se maltrate a los migrantes mexicanos” y que se cumpliera el compromiso de regularizar la situación de los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.

El presidente consideró que “merecen justicia” los cerca de 38 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, de los que aproximadamente 5 millones son indocumentados.

Por ello, manifestó el apoyo el gobierno de México a la reforma migratoria que se espera presente el presidente Biden para regular a los casi 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en Estados Unidos.

Adelantó que “si el presidente Biden presenta la iniciativa para la regularización de los 11 millones de migrantes, nosotros vamos a estar atentos, pendientes, dándole seguimiento, tomando nota de la postura que asuman los legisladores de un partido u otro”.

López Obrador avisó que desde México señalará a los legisladores estadounidenses que se opongan a la regularización migratoria, sean demócratas o republicanos.

“Si legisladores de un partido bloquean esta iniciativa, nosotros lo vamos a señalar en su momento, lo vamos a dar a conocer desde aquí, que un partido, sus legisladores, no ayudaron a algo que es justo, humanitario”, argumentó.

Por su parte el canciller Marcelo Ebrard añadió que en la cumbre de Washington, a la que López Obrador viajará en un vuelo comercial, también se abordará el reconocimiento en la región de todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). También se hablará de acciones conjuntas para proveer de vacunas contra COVID-19 a Latinoamérica y se estudiará la posibilidad de producir en Norteamérica vacunas para diversas enfermedades.

“El día de hoy voy a recibir en la Cancillería a la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, que hizo el viaje para revisar la agenda conjunta, vamos a tener una reunión bilateral con el primer ministro Trudeau”, reveló Ebrard.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) adelantó este lunes que tendrá reuniones bilaterales con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para abordar temas como la integración económica, migración y salud, durante la Cumbre de países de Norteamérica que se llevará a cabo el próximo 18 de noviembre en Washington.

“(La reunión) girará en tres temas: relación económica, migración y salud, especialmente sobre lo relacionado con la COVID-19, para tratar la pandemia”, adelantó López Obrador-

Señaló que en estas reuniones se busca evaluar los avances y el futuro para la integración económica, todo ello con respeto a la soberanía de cada país. Además, dijo, tras las reuniones bilaterales habrá una sesión trilateral donde espera discutir los mismos temas, llegar a acuerdos que se traduzcan en acciones, ya que, apuntó, ninguno de los países está “para perder el tiempo”.

“Lo importante es que lleguemos a acuerdos y se apliquen esos acuerdos, diálogo con compromisos y que se conviertan lo más pronto posible en hechos porque es muy importante el reunirnos, pero lo más importantes son los resultados, que se lleven a la práctica los acuerdos”, aseguró.

Confió en que esto será posible porque tanto Biden como Trudeau son hombres de acción, y enfatizó que el viaje no es para ir a conceptualizar o solo al análisis de la realidad, “es para tomar decisiones”.

Precisó que en el viaje a Washington irá acompañado del canciller Marcelo Ebrard; el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; el director de migración, Francisco Garduño, y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Sobre su visita a Estados Unidos, aprovechó para asegurar que fue “ofensivo y absurdo” que se dijera que algunos migrantes que viven Estados Unidos fueron a apoyarlo la semana pasada a Nueva York, a cambio de 100 dólares, como sus detractores han señalado.

Recordemos que el pasado miércoles, el canciller Marcelo Ebrard anunció que Biden, López Obrador y Trudeau se encontrarán el 18 de noviembre en Washington para la Cumbre de Líderes de América del Norte.

“Se trata de la primera reunión presencial del presidente López Obrador con el presidente Biden y el primer ministro Trudeau y será la primera reunión trilateral a nivel de jefes de Estado desde hace cinco años”, dijo entonces Ebrard.

La Casa Blanca confirmó el encuentro y subrayó que espera que los tres países estrechen sus lazos y aborden una nueva etapa de colaboración que tenga como objetivos acabar con la pandemia, mejorar la competitividad y el crecimiento sostenible en la región.

El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunirá virtualmente con su homólogo chino, Xi Jinping, el próximo lunes, 15 de noviembre, en su primer encuentro formal en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Pekín, confirmó este viernes La Casa Blanca.

En la cita, según una nota oficial, los dos líderes discutirán “modos para gestionar de manera responsable la competición entre Estados Unidos y China, así como las maneras para trabajar juntos donde los intereses confluyan”.

Asimismo, agregó, Biden dejará claras las intenciones y prioridades de Estados Unidos y será “franco” sobre sus preocupaciones respecto a China.

El encuentro, previsto para la noche del lunes, será el primero formal entre ambos mandatarios desde que Biden asumió la Presidencia en enero de este año y llegará después de la conversación telefónica que mantuvieron los dos dirigentes en septiembre pasado.

En ella, Biden y Xi reconocieron su responsabilidad de asegurar que las disputas entre sus respectivos países “no derive en un conflicto”.

El mes pasado, el asesor de seguridad nacional de La Casa Blanca, Jake Sullivan, y el máximo responsable de la diplomacia china, Yang Jiechi, sostuvieron un encuentro en Suiza para relajar las tensiones entre las dos potencias, con fricciones tanto en los planos comercial, tecnológico, de derechos humanos y de seguridad, entre otros.

Sullivan planteó su inquietud por los derechos humanos en la región de Xinjiang y en Hong Kong, así como por la situación en el mar de la China Meridional y las últimas incursiones aéreas chinas cerca de Taiwán, que han provocado que las relaciones entre Taipéi y Pekín atraviesen su peor momento en las últimas décadas, según las autoridades de la isla.

Además, Washington y Pekín han estado discutiendo sobre temas que van desde los orígenes de la pandemia de COVID-19 hasta la expansión del arsenal nuclear chino. Funcionarios estadounidenses creen que el compromiso directo con Xi es la mejor manera de evitar que los lazos entre las dos economías más grandes del mundo se conviertan en conflictos.

Pekín también desea evitar la confrontación, ya que Xi enfrenta un año crucial por delante con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín y un Congreso clave del Partido Comunista en el que busca asegurar un tercer mandato.

Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden y de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunirán con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunirán el próximo 18 de noviembre en Washington, donde celebrarán la novena Cumbre de Líderes de América del Norte.

“Se trata de la primera reunión presencial del presidente López Obrador con el presidente Biden y el primer ministro Trudeau y será la primera reunión trilateral a nivel de jefes de Estado desde hace cinco años”, dijo el canciller Marcelo Ebrard, al intervenir en la conferencia matutina de hoy.

La última cumbre entre los líderes de América del Norte, mejor conocida como de los “Tres Amigos”, tuvo lugar en 2016 y dejó de celebrarse con la llegada de Donald Trump a La Casa Blanca.

“Esta reunión, esta cumbre, está programada para el día 18 de noviembre de la semana entrante y tendrá verificativo en Washington”, añadió el secretario de Relaciones Exteriores. Según expuso, los tres líderes mantendrán una reunión trilateral de cerca de tres horas y posteriormente López Obrador mantendrá reuniones por separado con Biden y con Trudeau de aproximadamente una hora.

Ebrard detalló que los temas que el gobierno mexicano pondrá sobre la mesa en la cumbre son la cooperación para el desarrollo en el sur de México y en Centroamérica, la integración para promover la inversión, prepararse para una eventual próxima pandemia y explorar una recuperación económica más justa.

Ebrard explicó que esta cumbre, la número nueve entre líderes de Norteamérica, se celebrará en Washington porque le tocaba a Estados Unidos albergarla por orden rotatorio, mientras que la décima será en 2023 en México.

En tanto La Casa Blanca confirmó el encuentro en un comunicado en el que subrayó que espera que los tres países estrechen sus lazos y aborden una nueva etapa de colaboración.

Indicó que los objetivos (temas) serán: la pandemia, mejorar la competitividad y el crecimiento sostenible en la región, teniendo en cuenta los retos del cambio climático en la región y compartir una “visión regional para la migración”.

Tras definir esta región como la “más competitiva y dinámica del mundo”, Washington consideró que fortalecer la colaboración entre los tres países es esencial para “reconstruir mejor”, revitalizar el liderazgo de la región y responder a un número importante de retos regionales y globales, siempre con respeto por la soberanía de cada uno.

Esta cumbre será el tercer viaje al extranjero de López Obrador como presidente, tras la reunión en Washington con Donald Trump celebrada el año pasado y su participación ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York.

AMLO señaló que aunque no está en la agenda o temas planteados, si el presidente Joe Biden desea abordar el tema de la reforma eléctrica que se está discutiendo en México, le explicará con facilidad que lo que no quiere es que las empresas extranjeras sigan robando.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer esta mañana la carta que envió hace unos días al presidente Joe Biden, aprovechando la visita que hizo el enviado especial para temas climáticos, John Kerry a nuestro país.

En la carta, el mandatario mexicano se comprometió a trabajar para evitar que el calentamiento global supere los 1.5 grados.

“Cuente usted con nosotros en el trascendente y responsable propósito de evitar que el calentamiento global rebase los 1.5 grados centígrados. Es un compromiso que hacemos en nombre del pueblo y del gobierno de México por el bien del plantea y de la humanidad”, se lee en la carta revelada esta mañana.

López Obrador enfatizó que la carta, en la que hacía sus compromisos “puntuales” se envió previo al inicio de la cumbre de la ONU sobre el clima, la COP26, que está en pleno desarrollo en Glasgow.

En el texto, el presidente mexicano respalda el “esfuerzo” de Biden “para enfrentar el grave problema del cambio climático originado por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y de otros contaminantes”.

Se comprometió a que durante su mandato no se extraigan más de 2 millones de barriles diarios de petróleo y a reservar los combustibles fósiles solo para consumo interno.

AMLO también informó a Biden que su gobierno está modernizando 14 plantas hidroeléctricas para “producir más energía eléctrica con el mismo caudal de agua” y disminuir el uso de combustóleo y carbón, así como lograr que el 35% de la energía eléctrica provenga de fuentes renovables.

Insistió en que México tiene en marcha el más importante programa de reforestación del mundo con el programa Sembrando Vida, en el cual invierte 1,300 millones de dólares al año.

Aseguró que nuestro país es “el primer país del mundo que reglamentó las emisiones de metano en toda la cadena de valor del sector hidrocarburos” y recordó que su gobierno no ha entregado “ni una sola concesión para la explotación de la minería tóxica” ni de fracturación hidráulica.

La carta se da a conocer luego de días en que activistas medioambientales han criticado a López Obrador por su ausencia en la COP26, así como por su empeño en apuntalar a Pemex y por su polémica iniciativa de reforma eléctrica que relega las plantas de energía eólica y solar de compañías privadas.

Recordemos que ayer, López Obrador arremetió contra cumbres como la COP26, pues dijo, están llenas de “hipocresía y de modas”; reprochó que las grandes potencias se reúnan para hablar de medioambiente al tiempo que aumentan la extracción de petróleo y criticó que sus mandatarios acudan en avión a la cita.

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En más sobre la COP26, el gobierno de México insistió en que los países ricos deben cumplir con su parte proporcional para combatir la crisis.

En entrevista con la agencia Efe, Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicó que a esta situación (calentamiento global) “hemos llegado no en el mismo nivel de responsabilidad. Y que los países desarrollados deben cumplir su compromiso de movilizar los 100,000 millones de dólares mínimos anuales a partir del 2020 y hasta el 2025, que no se hizo”.

En tanto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanart), María Luisa Albores, reconoció que México está entre los 20 países de mayor emisión de gases de efecto invernadero, pero no entre los primeros 10, que son “responsables de alrededor del 66% de las emisiones totales”.

El gobierno del presidente Joe Biden inició este viernes un segundo intento para acabar con el programa de la época de Donald Trump que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México sus audiencias ante los tribunales de inmigración en Estados Unidos.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que “Quédate en México” probablemente contribuyó a un descenso en los cruces ilegales en 2019, pero con “costos humanos sustanciales e injustificados” para los solicitantes de asilo expuestos a la violencia mientras esperaban en México.

El anuncio se hizo más de dos meses después de que un juez federal en Texas ordenara que el programa se reanudara “de buena fe”, mientras dejaba una puerta abierta para que el gobierno intentara otra vez justificar su medida.

El gobierno dijo hace unas semanas que esperaba reanudar el programa, oficialmente llamado “Protocolos de Protección al Migrante”, para mediados de noviembre, sujeto a la aprobación del gobierno mexicano.

Pero en un memorando enviado hoy a los titulares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), el secretario Mayorkas les comunicó su decisión de poner fin al programa.

El gobierno de México ha solicitado que los casos concluyan en aproximadamente seis meses y que mejore el acceso de los solicitantes de asilo a asesoría legal e información de su caso.

Algunos de los aliados más reconocidos a favor de la inmigración del gobierno, señalaron que el tiempo que demoró Mayorkas en emitir su opinión demostraba una falta de sentido de urgencia, algo que funcionarios estadounidenses niegan.

Muchos grupos de apoyo basados en Estados Unidos que han representado a solicitantes de asilo en México que fueron sujetos al programa, dicen que ya no aceptarán dichos casos, lo que genera dudas sobre cómo Estados Unidos podrá satisfacer la insistencia de México de que tengan mejor acceso a asesoría.

Funcionarios del gobierno dicen que consideran que hay suficientes abogados más para representar a los solicitantes de asilo que son regresados a México.

Aproximadamente 70,000 solicitantes de asilo han sido sujetos al programa, que Trump introdujo en enero de 2019 y Biden suspendió en su primer día al mando. Mayorkas puso fin a la norma en junio después de que una revisión interna demostrara “efectividad mixta”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó este jueves el Congreso para presentar un nuevo paquete de gasto social de costo reducido, valorado en unos 1.75 billones de dólares, con el que espera conseguir el apoyo de las alas moderada y progresista del Partido Demócrata.

El plan mantiene las inversiones en el clima y la educación infantil que estaban previstas en el proyecto inicial de 3.5 billones de dólares, pero deja fuera la garantía de una baja familiar y de maternidad pagada a nivel nacional, y baja las expectativas de un plan de regularización para los inmigrantes indocumentados.

“Todo el mundo está de acuerdo con esto”, aseguró Biden a los periodistas al llegar al Congreso para reunirse con los demócratas, en un intento de llegar con ellos a un acuerdo antes de salir en unas horas de viaje a Roma para participar en la cumbre del G20.

Sin embargo, el senador demócrata Dick Durbin dijo a periodistas que hay “mucha incertidumbre” sobre si el nuevo plan conseguirá unir a las facciones del partido, y que estaba por ver si el ala progresista aceptará un proyecto que recorta a la mitad el gasto social previsto originalmente.

El paquete, anunciado este jueves por La Casa Blanca, mantiene una inversión de 555,000 millones de dólares en la lucha contra la crisis climática, sobre todo a través de incentivos fiscales para el uso de fuentes de energía limpias.

Otros 400,000 millones se destinarán a la educación gratuita para los niños de entre 3 y 4 años, los dos años previos al ingreso a la escuela primaria; y 200,000 millones más permitirán ampliar un año más los créditos fiscales para los estadounidenses de menores ingresos que tienen hijos.

También incluye inversiones en seguros médicos y vivienda asequible para personas de bajos ingresos, pero deja fuera un pilar clave de lo que había sido la agenda de Biden, la garantía de una baja remunerada por maternidad o paternidad, un derecho que en EUA no está garantizado a nivel federal.

El plan de La Casa Blanca deja la puerta abierta a añadir otros 100,000 millones de dólares que se destinarían a inmigración, pero todo apunta a que irían a parar a gastos de visados y no a la regularización de millones de indocumentados, como querían inicialmente los demócratas.

La financiación del plan de gasto de Biden se basa en la imposición de una tasa del 15% para las grandes empresas, dentro del acuerdo global de un impuesto mínimo internacional a las multinacionales. Asimismo, aumenta un 5% los impuestos para las personas con ingresos superiores a 10 millones de dólares; y 3% adicional para las de más de 25 millones de dólares.

Penaliza, por otro lado, con un 1% la recompra de acciones por parte de las grandes empresas, mecanismo utilizado para elevar el precio de los activos. Queda fuera, finalmente, la propuesta de aplicar impuestos a los multimillonarios, quienes ganan más 100 millones de dólares al año o cuyos activos están valorados en más de mil millones de dólares.

Más tarde, desde La Casa Blanca, el presidente calificó como “histórico” el nuevo paquete de gasto social, reconociendo que tuvo que reducirlo para lograr el apoyo de todas las corrientes del partido demócrata.

“Nadie consiguió todo lo que quería, incluido yo mismo (…) Pero eso es con lo que hice campaña. Hace tiempo que digo que el compromiso y el consenso son las únicas maneras de hacer algo grande en una democracia”, dijo el mandatario horas antes de salir de viaje por Europa.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este miércoles tener “relaciones de trabajo estables” con su homólogo estadounidense, Joe Biden, como parte de los esfuerzos de ambos países por mejorar las relaciones bilaterales.

“Estamos en contacto con la administración estadounidense. Y en general, en mi opinión, tenemos relaciones estables de trabajo con el presidente Biden”, afirmó durante su intervención en el foro “Semana de la Energía de Rusia”.

Putin aseguró que Rusia está dispuesta a trabajar con cualquier presidente que sea elegido por el pueblo estadounidense.

“Siempre lo he dicho, antes de las elecciones de (el presidente Donald) Trump y después, y antes de las últimas elecciones. Trabajaremos con el presidente de Estados Unidos que sea elegido por los votantes estadounidenses, el pueblo estadounidense”, dijo.

El mandatario ruso se refirió a la visita de la subsecretaria de Estado de EUA para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, a Rusia, que aborda con sus colegas rusos los contactos futuros con el presidente Biden.

“Así que nuestras relaciones con la actual administración estadounidense son bastante constructivas”, afirmó el mandatario.

Nuland se reunió este martes con el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, y sostuvo hoy encuentros con el jefe adjunto de la Administración Presidencial, Dmitri Kozak, experto como ella en Ucrania, y el asesor para Asuntos Internacionales del Kremlin, Yuri Ushakov.

La diplomática estadounidense valoró el análisis “honesto y productivo” de las relaciones entre EUA y Rusia hecho durante la reunión con Ushakov en Moscú. “Seguimos comprometidos con la posibilidad de lograr una relación estable y predecible” entre Rusia y Estados Unidos, añadió la diplomática.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que viajará a Nueva York el 9 de noviembre para ofrecer un mensaje en la sede las Naciones Unidas por la presidencia que México asumirá en el Consejo de Seguridad.

“Voy a ir a las Naciones Unidas el 9 de noviembre porque México va a asumir la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU y voy a participar en una reunión en la ONU, voy a hablar de lo que considero el principal problema del mundo: la corrupción que produce desigualdad”, adelantó el mandatario.

En junio de 2020, la Asamblea General de Naciones Unidas eligió a México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2021-2023.

México, que ya ocupó un asiento no permanente en otras cuatro ocasiones, la última entre 2009 y 2010, llegó a la elección con el respaldo unánime de los países de América Latina y del Caribe y como único candidato a este puesto.

Los 33 países adheridos al Grupo Regional de América Latina y el Caribe, conocido por sus siglas Grulac, mostraron su apoyo a la candidatura mexicana. Nuestro país obtuvo el apoyo de 187 países, cuando eran necesarios 125.

El viaje de López Obrador a Nueva York será el segundo del mandatario fuera del país después de acudir en julio del año pasado a Washington para la entrada en vigor del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), todavía con Donald Trump en la presidencia de EUA.

Supone además su primera intervención en persona ante la ONU, aunque con anterioridad ya ha participado virtualmente en reuniones de foros internacionales

Y aunque la visita a la ONU implica su traslado a Estados Unidos, descartó que vaya a aprovechar para reunirse con el presidente Joe Biden: “No (voy a reunirme con Biden), voy a Naciones Unidas. Estamos invitando al presidente Biden a que venga a México”.

Sobre el tema de Estados Unidos, AMLO agradeció el apoyo y la solidaridad de la administración Biden, esto luego de la reunió de la semana pasada entre comitivas de México y Estados Unidos sobre temas de seguridad, y que estuvo encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

Al respecto, esta mañana el canciller Marcelo Ebrard presentó la carta que Biden envió en respuesta a la misiva que López Obrador le envió en septiembre pasado.

Según el contenido, Biden está dispuesto a abordar las causas del flujo migratorio hacia territorio estadounidense. El estadounidense señaló que comparte “la misma visión del sistema migratorio” que AMLO, e indicó que desde que asumió el cargo redirigió los recursos del “innecesario muro fronterizo” hacia inversiones como la tecnología y modernización de los puertos de entrada terrestres.

“Estamos trabajando para mejorar el procesamiento y para que identifique mejor a las personas que tienen solicitudes legítimas de asilo y otras formas de protección, mientras desechamos rápidamente a las que no lo tienen”, indica en la carta el presidente Biden. Añade que ha “dejado claro al Congreso de Estados Unidos que también es hora de que actúen para proporcionar un camino hacia la ciudadanía y un sistema de inmigración legal, justo y eficiente”.

Enfatizó que para disuadir a los posibles migrantes de que huyan de sus hogares se deben abordar las causas fundamentales de la migración, entre las que mencionó la falta de oportunidades económicas, la débil gobernanza, la corrupción, la violencia y la inseguridad.

Para Biden, un aspecto fundamental de este enfoque requiere de la asociación con México para “garantizar que la migración regional es segura, ordenada y humana”. Biden recordó que pidió al Congreso unos 861 millones de dólares adicionales para su presupuesto de cara a 2022.

Todo indicaba que la llegada de Biden significaría un viraje de los desplantes de su antecesor que tanto dañaron la imagen de Estados Unidos en el mundo. A La Casa Blanca llegaba un expertazo en temas internacionales. Durante décadas presidió el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y después estuvo ocho años de Vicepresidente con Obama encargado de temas de política exterior que, entre otras cosas, lo trajeron de visita a México en más de una ocasión.

La llegada de gente profesional; pragmática y estratégica auguraba una recomposición de Estados Unidos ante sus aliados que, si bien no sería sencilla, sí sería posible. Pero tan solo en estos primeros ocho meses de gobierno lo que hemos visto es a un Biden actuando como Trump: agresivo; impulsivo y poco leal con aliados tradicionales de Estados Unidos.

Trump-ada 1: La retirada de Afganistán

Cuando el 8 de julio, Joe Biden ofreció una conferencia de prensa para anunciar la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán después de veinte años de guerra en aquel país, aseguró que la salida sería ordenada y que los Talibanes no serían una amenaza para los ciudadanos afganos ni un refugio para el terrorismo internacional. Menos de un mes después vimos la caída de Kabul a manos de los talibanes y una salida de los estadounidenses desordenada y poco preocupada por los afganos que los ayudaron. La salida fue una buena decisión, muy mal instrumentada. Recordé aquella frase de un guerrillero del Frente Nacional de Liberación de Vietnam sobre Estados Unidos cuando la salida de Saigón “Sólo existe algo peor que ser enemigo de Estados Unidos: ser su amigo”.

Así como los norteamericanos pudieron entrar y salir de Afganistán, de un momento a otro aun habiendo pasado veinte años en aquel país, así pueden ayudar y abandonar a cualquier otro aliado. Esa fue la primera Trump-ada de Biden.

Trump-ada 2: El trato a los migrantes haitianos

Si la salida de Afganistán fue tan caótica, quizás fue porque no había de otra, pensamos algunos. Pero al ver el manejo de la crisis migratoria de los haitianos que han llegado a la frontera de Coahuila con Texas en busca de asilo para ser o sacados de vuelta a México o volados de regreso a Puerto Príncipe como ganado, es evidente que hay un problema agudo en el gobierno de Biden. Las imágenes de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo atrapando a los migrantes con la rienda de montar o golpeándolos con fuetes coronaron la visión de que entre los gobierno de Trump y Biden, no hay una diferencia en el trato inhumano a los migrantes.

Trump-ada 3: La estocada a Francia

El anuncio del acuerdo entre Australia; Gran Bretaña y Estados Unidos, AUKUS, para compartir con los australianos tecnología que les permitiera tener submarinos de propulsión nuclear fue una estocada a Francia porque el país perdió un contrato de 40 mil millones de dólares de ventas pactadas con Australia para submarinos convencionales sin que los estadounidenses ni los australianos les dieran un aviso previo.

¿Cómo es que el gobierno de Biden no pensó que debía informar al de Macron de algo así para lograr de AUKUS un acuerdo aprobado y avalado hasta por Francia? El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, denunció la puñalada por la espalda que recibió por parte de Estados Unidos. Para el Palacio del Elíseo, el cambio de Trump a Biden no resultó tan positivo como esperaban.

La idea de que el gobierno de Biden sería uno de poco drama y mucha estrategia se está cayendo a pedazos. Una razón para ello es la fijación de Biden con China que al parecer le está nublando visión. En la siguiente entrega ese nueva Guerra Fría con China será mi análisis.

Columna completa en El Universal