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El gobierno federal conmemoró la noche de ayer los 200 años de la consumación de la Independencia con una recreación histórica en el Zócalo de la Ciudad de México sobre la entrada del Ejército Trigarante a la capital en 1821, un evento en el que destacó la ausencia de autoridades españolas.

“A partir de la Independencia política, la nueva nación pasó por pruebas muy difíciles y dolorosas hasta llegar a ser lo que hoy somos. Gracias a mujeres y hombres que a lo largo de la historia han sabido poner en alto el nombre de México con valor”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al encabezar la ceremonia.

El mandatario señaló que hace 200 años se marcó para siempre la separación política con España y destacó la importancia de mantener relaciones de amistad con todas los países del mundo.

En el evento, decenas de actores, algunos a caballo, escenificaron el periodo prehispánico, el virreinato, el Grito de Independencia, así como los episodios de dos insurgentes destacados: José María Morelos y Vicente Guerrero. También momentos clave del proceso de independencia como el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821, los Tratados de Córdoba del 24 de agosto, la entrada triunfal del Ejército Trigarante el 27 de septiembre y la firma del Acta de Independencia el 28 de septiembre.

Posteriormente continuó una parte musical, número del ballet de la Escuela Nacional de Danza Folclórica, interpretaciones del coro orquesta, mariachi, banda de música, el ballet del Ejército y la entonación del himno nacional.

Durante el evento, hubo breves discursos de representantes de los Gobiernos de Francia, la India, Serbia, Rusia y el Vaticano.

Sobresalió el del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien mediante un mensaje en video declaró que México es el “amigo más cercano” de su país y se comprometió a “fortalecer y expandir” esta relación.

“Estados Unidos no tiene un amigo más cercano que México y espero con ánimo todo lo que nuestras dos naciones lograrán juntas en los años por venir”, expresó el mandatario estadounidense.

Al evento de anoche se esperaba la asistencia del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aunque finalmente canceló su visita.

Biden felicitó a los mexicanos por “este trascendente aniversario” y aseguró que desde siempre los pueblos de México y de Estados Unidos han estado “unidos por valores compartidos” y han aprendido que juntos son “más fuertes”.

“Mi Gobierno está comprometido a seguir construyendo sobre esta base para fortalecer y expandir las relaciones entre nuestros pueblos para que nos beneficien a todos”, expresó.

Además del evento, el gobierno inauguró este lunes una exposición “La Grandeza de México” que reúne piezas arqueológicas y códices regresados al país desde otras naciones, pero sin el ansiado Penacho de Moctezuma que Austria no quiso prestar.

Dicha exposición, que se podrá visitar hasta abril de 2022 en el Museo Nacional de Antropología y en la Secretaría de Educación, contiene más de 1,500 piezas de las culturas Maya, Tolteca, Teotihuacana, Azteca y Mixteca.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este lunes la tercera dosis, o dosis de refuerzo, de la vacuna de contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTec, tres días después de que las autoridades sanitarias de su país autorizaran la administración de esta dosis para grupos poblaciones vulnerables.

En un auditorio de La Casa Blanca y con los periodistas y las cámaras presentes, Biden y la enfermera que le aplicó la vacuna batallaron para subirle la manga de la camisa, con el fin de descubrir la zona en que se le aplicaría la inyección.

Por el momento, la dosis de refuerzo se ha autorizado en Estados Unidos para las personas mayores de 65 años y otros grupos vulnerables.

“Sé que no lo parece, pero tengo más de 65, muchos más, y por eso me pongo hoy mi dosis de refuerzo”, afirmó el presidente, de 78 años.

Recordemos que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EUA dieron luz verde el viernes pasado a la administración de una vacuna de refuerzo de Pfizer para unos veinte millones de personas que se pusieron la segunda dosis hace al menos seis meses y que cumplen una serie de condiciones.

En ese grupo entran los mayores de 65 años, los adultos con enfermedades como la diabetes o la obesidad y los trabajadores con mayor riesgo de contagio como sanitarios, profesores o empleados de tiendas de alimentación; siempre y cuando hubieran recibido antes la pauta completa de Pfizer.

Biden se puso la segunda dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 11 de enero, hace más de ocho meses, por lo que cumplía las condiciones para obtener el refuerzo y lo hizo cuanto antes para animar a más estadounidenses a seguir su ejemplo.

“Las dosis de refuerzo son importantes, pero lo más importante que necesitamos hacer es conseguir que más gente se vacune”, subrayó, no obstante, el presidente.

Y es que alrededor del 25% de la población estadounidense que cumple las condiciones para vacunarse no se ha puesto ni siquiera una dosis, lo que equivale a unos 70 millones de personas y está entorpeciendo la lucha contra la pandemia en el país, especialmente contra la variante Delta.

La decisión de Estados Unidos de proceder con las dosis de refuerzo para ciertos grupos contradice las peticiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha pedido en reiteradas ocasiones a los países desarrollados que no tomen esa medida al menos hasta diciembre, dada la desigualdad de distribución de dosis en el planeta.

Preguntado al respecto, Biden insistió en que Estados Unidos está “haciendo más que todos los otros países del mundo juntos” por donar vacunas a países en desarrollo, tras adquirir más de 1,100 millones de dosis para compartir con otras naciones.

Estados Unidos prometió este miércoles comprar 500 millones de dosis extras de vacunas contra el COVID-19 y donarlas a otros países.

“Para vencer la pandemia aquí tenemos que vencerla en todas partes”, dijo el presidente Joe Biden al iniciar una cumbre que busca elevar las tasas de vacunación a nivel mundial y que incluye a los líderes de Canadá, Indonesia, Sudáfrica y Gran Bretaña, así como al director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Con esta donación, el total de dosis entregadas por Estados Unidos al resto del mundo sumarán más de 1,100 millones, muy por debajo de los 5,000 a 6,000 millones de dosis que los países más pobres dicen que necesitan.

Adicional, el gobierno de EUA resaltó que han enviado 160 millones de estas dosis a 100 países, más de lo que han entregado todas las demás naciones juntas.

Las vacunas de Pfizer/BioNTech serán producidas en Estados Unidos y serán enviadas a países de ingresos bajos y medios a partir de enero próximo, dijo un funcionario de alto rango del gobierno de Estados Unidos antes del anuncio.

“Este es un gran compromiso de Estados Unidos. De hecho, por cada inyección que hemos administrado en este país hasta la fecha, ahora estamos donando tres inyecciones a otros países”, señaló el funcionario. Una fuente no revelada con conocimiento del tema dijo a la agencia Reuters que el gobierno pagaría unos 7 dólares por dosis.

Recordemos que en junio, el gobierno de Biden acordó comprar y donar 500 millones de dosis de la vacuna. Bajo los términos de ese contrato, Estados Unidos pagará a Pfizer y BioNTech alrededor de 3,500 millones de dólares o 7 dólares por dosis por las inyecciones.

Y es que Estados Unidos ha sido criticado por planificar dosis de refuerzo para los estadounidenses completamente vacunados, mientras que millones de personas en todo el mundo todavía no tienen acceso a las inyecciones.

Incluso el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, “regañó” a los líderes mundiales por la desigual distribución de las vacunas contra el COVID-19, describiéndola como “obscenidad” y agregó que el mundo ha “reprobado en ética”.

El presidente Joe Biden, aseguró este martes en su primer discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas que no quiere una nueva Guerra Fría con China.

“No queremos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, dijo el presidente. Advirtió que “con nuestros valores y nuestra fuerza, vamos a defender a nuestros aliados y a nuestros amigos, y nos oponemos a los intentos de países más fuertes de dominar a los más débiles”.

La cita de la diplomacia mundial, que se abrió este martes y que durará una semana, era particularmente esperada este año, tras la suspensión del año pasado debido a la pandemia de COVID-19, que impidió a las delegaciones viajar a Nueva York.

Biden anunció el “regreso” de su país como socio fiable tras cuatro años de gobierno de su predecesor Donald Trump.

Afirmó que durante los últimos ocho meses ha dado prioridad a la reconstrucción de las alianzas de su país, y a la revitalización con sus socios y el reconocimiento de que son esenciales para la seguridad y la prosperidad duradera de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos también destacó la “lucha” por la democracia en Cuba y Venezuela. Biden aseguró que “el futuro pertenecerá a quienes abrazan la dignidad humana, no a quienes la pisotean”, y condenó “a quienes buscan sofocar a su pueblo con mano de hierro”.

El demócrata también prometió aumentar los esfuerzos internacionales de su país para combatir tanto la pandemia como el cambio climático.

“Buscamos avanzar en la lucha contra el COVID-19 y responsabilizarnos por objetivos específicos en tres desafíos clave: salvar vidas ahora, vacunar al mundo y reconstruir mejor”, dijo.

Para enfrentarse a la pandemia, Biden abogó por la “ciencia y la  voluntad política” y pidió a los países “actuar ahora” para proporcionar vacunas, test diagnósticos, tratamientos y oxígeno para paliar los efectos de la enfermedad. En este contexto, pidió la creación de un mecanismo para “financiar la seguridad sanitaria mundial”, algo que ha considerado fundamental. “Necesitamos un consejo que se ocupe de estas cuestiones, que esté armado para identificar futuras pandemias y  tomar medidas de forma inmediata.

También se comprometió a trabajar con el Congreso estadounidense para “duplicar” la cantidad de ayuda internacional de Estados Unidos a los países menos desarrollados para hacer frente al cambio climático. Según los expertos, el anuncio supone un compromiso de más de 11,000 millones de dólares anuales.

Sobre la lucha contra el terrorismo, Biden indicó que su país no es el mismo que en 2001, por lo que aseguró que Estados Unidos está “mucho mejor equipado” para hacer frente a este grave problema.
Sostuvo que Estados Unidos está “más capacitado” para enfrentarse a este tipo de violencia y ha enumerado aspectos como la creación de alianzas, la financiación del terrorismo, contrarrestar la propaganda o evitar que los terroristas viajen a otros países.
En este sentido, defendió su decisión de que Washington diera por finalizada la guerra más larga de su país, 20 años, en Afganistán, lo que dijo, abre una “nueva era de diplomacia” en la que el país norteamericano tiene previsto “aprovechar” su poder para invertir en las vidas de las personas y renovar y defender la democracia, independientemente de las dificultades.

Otro de los mensajes que llamó la atención fue la del nuevo presidente iraní, Ebrahim Raissi, que se mostró favorable a reanudar las negociaciones para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear de su país, que fueron interrumpidas desde su elección en junio.

Por la tribuna de la ONU también desfilaron varios mandatarios latinoamericanos, como el brasileño Jair Bolsonaro, que presentó una imagen idílica de su país “sin corrupción” y con la “credibilidad recuperada” y la mejor política medioambiental. En definitiva, uno de los “mejores países para invertir”, aseguró.

Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, se mostró escéptico sobre las negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolanos en México y pidió una elección presidencial “libre” en Venezuela.

El presidente chino, Xi Jinping, participa en la Asamblea a través de un mensaje pregrabado desde Pekín, lo que ha sido considerado como un duelo a distancia entre las dos superpotencias, China y Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reprodujo este martes en su conferencia un mensaje de su homólogo estadounidense, Joe Biden, sobre la evasión fiscal de los ricos para justificar su lucha contra la condonación de impuestos.

“Lo último es lo mejor porque él dice al final que no es que paguen más impuestos, sino lo que deben pagar, lo que les corresponde, que no haya evasión y que contribuyan”, manifestó López Obrador.

Y es que López Obrador recordó la recientes fallas que se han presentado en los sistemas digitales de diferentes bancos, lo que lo llevó a decir que era una vergüenza que los bancos no pagaban impuestos en los gobiernos anteriores.

El presidente mostró una lista en la que Banamex, Inbursa, Bancomer (ahora BBVA) y HSBC recibieron condonaciones millonarias en los sexenios de Felipe Calderón  y Enrique Peña Nieto.

“A Banamex le condonaron con Peña 10 mil 824 millones y con Calderón cinco mil 24 (millones). No hay ningún municipio en el país que tenga ese presupuesto. Inbursa, 931 millones con Calderón, pero con Peña seis mil 403 (millones), en total siete mil 344. Bancomer, cinco millones con Felipe Calderón pero con Peña cinco mil 274, en total, cinco mil 279 millones de pesos”, dijo el mandatario.

Pidió darse cuenta de la injusticia que se cometía, pues mientras un campesino, un obrero o profesional tenía que pagar impuestos, a los bancos se les daba privilegios millonarios.

De acuerdo con la información presentada, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se condonaron a empresas 143,615 millones de pesos y con Felipe Calderón 45,402 millones de pesos: en los dos sexenios se condonó 189,018 millones de pesos.

Y es que López Obrador ha rechazado crear nuevos impuestos e impulsar una reforma fiscal pese a que el presupuesto que presentó la Secretaría de Hacienda a inicios de mes prevé un aumento real de 7.5% en los ingresos.

Para ello, el gobierno ha apostado por prohibir la condonación fiscal en la Constitución y por una estrategia más intensiva para cobrar a los grandes contribuyentes.

“Ya esto no existe, ya no hay condonación de impuestos, entonces todo esto es lo que nos ha permitido tener recaudación suficiente, no endeudar al país y que este dinero le llegue al pueblo”, remató AMLO.

El presidente Andrés Manuel López Obrador(AMLO) reveló este lunes la carta que envió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la que insistió en que su país debe apoyar la ampliación de los programas sociales en Centroamérica para mitigar el flujo migratorio.

Le señaló que el fenómeno migratorio requiere de un tratamiento del todo nuevo; en el que indicó que es necesario ordenarlo evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos. Dijo que no se puede quedar todo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo.

Al leer el texto, el mandatario afirmó que si Estados Unidos apoya sus programas Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida, se beneficiaría a 330 mil 000 personas en Guatemala, Honduras y El Salvador.

“Desde luego es necesario ordenar el flujo, evitando el desorden, la violencia y garantizando los derechos humanos, sin embargo, no debemos quedarnos solo en la aplicación de medidas de contención y menos de carácter coercitivo”, expresó López Obrador en la carta.

El presidente leyó en su conferencia de prensa, que ahora se realizó desde Oaxaca, la carta que envió al de Estados Unidos el pasado 9 de septiembre, cuando las delegaciones de ambos gobiernos sostuvieron en Washington el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN).

Desde que Biden asumió la presidencia en enero pasado, López Obrador ha pedido que La Casa Blanca apoye la ampliación de dos de sus programas sociales emblemáticos e, incluso, que los beneficiarios obtengan visas temporales para trabajar en Estados Unidos.

“Con ello no se perjudicaría a nadie, pues es sabido que la gran nación que usted preside requiere de fuerza de trabajo adicional para impulsar su crecimiento económico, fortalecer su producción y reducir sus importaciones de Asia”, añade AMLO en el texto.

López Obrador argumentó que con Sembrando Vida se ampliaría la superficie de siembra en Centroamérica en 600 mil hectáreas y daría empleo a 240 mil campesinos. Mientras que, según sus cálculos, Jóvenes Construyendo el Futuro podría mantener en sus países de origen a 90 mil personas de todas las que emigran por falta de trabajo.

“Siempre estaremos dispuestos a ayudar y participar tanto en la búsqueda de soluciones al asunto migratorio como en el propósito superior de consolidar nuestra integración económica en beneficio de nuestros pueblos y con respeto a nuestras soberanías”, concluyó López Obrador.

El presidente indicó que Biden no ha respondido las peticiones de su carta, pero aseguró que el mandatario estadounidense le envió otra carta en la que felicitó a México por los festejos de independencia.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó este jueves a México por la conmemoración de la Independencia de nuestro país, y destacó que somos uno de sus socios más preciados.

“De parte del gobierno y del pueblo de los Estados Unidos de América, quiero felicitar a México y a todos los mexicanos por la celebración de los 200 años de la consumación de su independencia”, expresó el mandatario en un comunicado difundido por la embajada estadounidense en México.

Biden destacó que México es uno de sus socios más apreciados y afirmó que ambas naciones juntas son capaces de “promocionar nuestros intereses mutuos y cooperar para abordar los retos conjuntos”.

Recordó que en el último año se han alcanzado acuerdos de cooperación como el tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

“En el último año, nuestras naciones reforzaron el comercio y la inversión a través del Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC; abordamos el fenómeno de la migración en la frontera; y enfrentamos las crisis en materia de salud y económica que surgieron a causa de la pandemia de la covid-19”, puntualizó.

De igual forma manifestó su confianza de seguir avanzando en estos logros el próximo año “al igual que seguir reforzando nuestra resiliencia en cara a los retos globales”.

El gobierno estadounidense destacó la reunión virtual bilateral entre Biden y AMLO en marzo pasado, así como la visita en junio de la vicepresidenta Kamala Harris, donde dijo, se reafirmaron sus “prioridades compartidas”

Biden pidió aceptar “mis más sinceros deseos y felicitaciones por el aniversario de la consumación de la independencia en México”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró “frustrado” con las 80 millones de personas que no se han vacunado contra el COVID-19, advirtiendo que su paciencia “se está agotando”.

Biden se pronunció así durante un discurso en La Casa Blanca, en el que anunció la vacunación obligatoria a todos los empleados del gobierno federal, un total de 2.1 millones de personas, entre otras medidas para contener el repunte de contagios en su país.

“Muchos de nosotros estamos frustrados con los casi 80 millones de estadounidenses que todavía no se han vacunado”, afirmó el mandatario.

Añadió que, aunque los no vacunados equivalen a aproximadamente el 25% de los estadounidenses que cumplen los requisitos para inocularse contra el COVID-19, en un país “tan grande” como Estados Unidos, una minoría como esa “puede causar mucho daño”, y lo está haciendo.

Biden preguntó directamente a quienes se niegan a vacunarse “qué más necesitan ver” para confiar en que las vacunas son seguras, y lamentó que su reticencia esté multiplicando las hospitalizaciones y muertes por la variante delta del coronavirus en el país.

“Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando, y su negativa (a vacunarse) ha tenido costes para todos”, sentenció.

El mandatario firmó un decreto que establece un mandato de vacunación para los empleados federales y los contratistas del Gobierno, que hasta ahora tenían la opción no ser vacunados si se sometían a pruebas de COVID-19 de manera regular.

Además, anunció que el Departamento de Trabajo publicará una norma de emergencia que obligará a todas las compañías que tengan 100 o más empleados a asegurar que están vacunados con la pauta completa o muestran un resultado de una prueba negativa al menos una vez a la semana.

Aseguró que sus nuevos mandatos afectarán a 100 millones de trabajadores, dos tercios de la fuerza laboral del país.

Y es que la expansión de la variante Delta ha devuelto un panorama sombrío a Estados Unidos, el país con más muertes por COVID-19 del mundo, cuya media diaria de casos volvió a superar los 150,000 la semana pasada por primera vez desde enero, lo que ha saturado los hospitales y provoca más de mil fallecimientos cada día.

En otro anuncio, el Departamento de Justicia del gobierno federal informó sobre una demanda contra Texas para bloquear la polémica ley que entró en vigor el pasado 1 de septiembre en dicho estado y, que prohíbe prácticamente todos los abortos, sin excepciones para los casos de incesto o violación.

“La ley de Texas es claramente inconstitucional bajo un prolongado precedente del Tribunal Supremo”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en una rueda prensa.

La demanda, presentada ante una corte federal de Austin, solicita bloquear esta ley y “proteger los derechos que Texas ha violado”.

La nueva ley, firmada ya por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando puede detectarse el latido del corazón del feto, aunque en muchos casos muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares al demandante si gana el juicio.

Garland remarcó que el Gobierno federal tiene la “obligación de asegurar que ningún estado pueda privar a las personas de sus derechos constitucionales”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que representantes del gobierno federal entregarán a sus pares estadounidenses la carta sobre migración de la que ya adelantaba la semana pasada destinada a Joe Biden.

Indicó que la carta se entregará el próximo jueves previo a la reunión que ambas delegaciones sostendrán en Washington en la que retomarán el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN).

“La carta la vamos a entregar. Va a haber un encuentro en Washington, que le llaman de alto nivel, el jueves”, dijo López Obrador.

El gobierno federal ha informado que a la reunión del próximo 9 de septiembre acudirán el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; y el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio.

Se trataría de la primera vez desde 2016 que se celebra el DEAN, pues con la llegada de Donald Trump a La Casa Blanca

Recordemos que López Obrador reveló la pasada semana que enviaría una carta a su homólogo estadounidense para insistir que atienda las “causas” de raíz de la migración forzada, entre lo que busca apoye programas como Sembrado Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro en el sur del país y en países de Centroamérica.

AMLO insiste en que Estados Unidos debe ofrecer visas temporales de trabajo para los centroamericanos, pues dijo, no cuentan con la mano de trabajo que el país requiere.

“Así se lo voy a volver a plantear al presidente Biden la semana próxima a más tardar. Le enviaré una carta porque no podemos solo estar deteniendo, reteniendo, hay que atender las causas”, expresó el presidente en su conferencia matutina.

El regulador farmacéutico de Estados Unidos concedió este lunes la aprobación total a la vacuna contar el COVID-19 de Pfizer y BioNTech, convirtiéndola en la primera en obtener la validación completa de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

La FDA, que en diciembre autorizó el uso de emergencia de la vacuna en dos dosis, dio su aprobación total para el uso en personas de 16 años o más, basándose en los datos actualizados de las pruebas clínicas de las empresas y la revisión de la fabricación.

Las autoridades sanitarias esperan que la medida convenza a los estadounidenses no inmunizados de que la vacuna de Pfizer es segura y eficaz.

“Esta aprobación de la FDA debería dar mayor confianza en que esta vacuna es segura y eficaz”, escribió en Twitter el presidente Joe Biden, que ha tratado de aumentar los niveles de vacunación.

Poco después del anuncio de la FDA, el Pentágono dijo que se está preparando para que la vacuna sea obligatoria para el personal militar estadounidense.

Las autoridades sanitarias estadounidenses esperan que la aprobación total de la FDA también impulse a más gobiernos estatales y locales, y a empresas, a imponer la obligación de vacunarse.

“Si bien millones de personas ya han recibido vacunas contra el COVID-19 de manera segura, reconocemos que para algunos, la aprobación de una vacuna por parte de la FDA puede infundir ahora una confianza adicional para vacunarse”, dijo Janet Woodcock, comisionada interina de la FDA.

Más de 204 millones de personas en Estados Unidos, según los datos disponibles hasta este domingo.

Quien también llamó a sus seguidores a vacunarse contra el COVID-19, fue el expresidente Donald Trump. Sin embargo, fue abucheado durante su mitin ​​en Cullman, Alabama, la noche del sábado por hacer dicha sugerencia a su base.

“Creo totalmente en sus libertades, lo creo, tienen que hacer lo que tienen que hacer”, dijo Trump a la multitud. “Pero te recomiendo que te pongas las vacunas”. El expresidente luego dijo a sus seguidores que las vacunas son “buenas” y una vez más los animó a que se inyectaran.

 

El presidente, Joe Biden, defendió esta tarde su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán, que nuevamente se encuentra bajo control talibán tras 20 años de intervención liderada por Washington.

“Estoy profundamente entristecido por los acontecimientos. Pero no me arrepiento de mi decisión de poner fin a la guerra de Estados Unidos en Afganistán”, dijo el mandatario en un mensaje televisado.

En su mensaje, el primero desde que los insurgentes tomaron control de Afganistán, Biden admitió que el avance talibán fue más acelerado de lo esperado.

Sin embargo, no escatimó críticas al gobierno afgano, respaldado por las potencias occidentales, al decir que sus tropas no podían defender a una nación cuyos líderes “se rindieron y huyeron”, como lo hizo el presidente Ashraf Ghani.

“Les dimos todas las oportunidades para determinar su propio futuro. No pudimos darles la voluntad de luchar por ese futuro”, señaló Biden, al advertir que no seguiría arriesgando la vida de soldados estadounidenses por otros 20 años.

El mandatario subrayó que la guerra más larga en la historia de Estados Unidos acaba con él, e insistió en que no pasaría el conflicto “a otro presidente”, en referencia a sus tres predecesores que han ocupado la Casa Blanca con tropas militares desplegadas en Afganistán desde 2001.

Biden recordó que la misión de EUA en Afganistán nunca fue crear “una democracia unificada y centralizada”, sino evitar los ataques terroristas contra suelo estadounidense. “Se supone que nuestra misión en Afganistán nunca fue construir una nación”, dijo Biden.

Por otro lado, advirtió de que su país defenderá a su gente con “fuerza devastadora” si los talibanes atacan a personal estadounidense o sabotean la evacuación de Afganistán.

Y es que Estados Unidos ha enviado 6,000 soldados en los últimos días y otros 1,000 van en camino para ayudar en la evacuación de civiles estadounidenses y sus aliados, después de la toma de Kabul por parte de los insurgentes.

Al menos dos personas armadas han muerto por disparos de las fuerzas de Estados Unidos en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul, confirmó este lunes el portavoz del Pentágono, John Kirby.

En declaraciones a la prensa, Kirby explicó que los soldados estadounidenses “respondieron a amenazas hostiles, que resultaron en la muerte de dos individuos armados”, en dos incidentes separados en el aeropuerto, pero no precisó si los fallecidos tienen algún tipo de vinculación con los talibanes.

El asesor de Seguridad Nacional de La Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró este lunes que el presidente estadounidense, Joe Biden, no consideraba “inevitable” que los talibanes controlaran Kabul tras la retirada de las tropas de Estados Unidos, y culpó a las fuerzas afganas de no haber querido defender su país de los insurgentes.

En una entrevista con la cadena ABC, Sullivan hizo frente a las críticas que afronta el gobierno de EUA y el presidente Joe Biden por la abrupta caída de Afganistán bajo control talibán y las escenas de pánico en la capital, donde miles de personas buscan abandonar el país.

Sullivan acusó a las fuerzas afganas de “no dar un paso al frente” para defender Afganistán, pese a “los miles de millones de dólares” que Washington ha aportado en entrenamiento y equipamiento militar.

No obstante, subrayó que Biden sigue considerando la decisión de ordenar la retirada militar de Afganistán como la correcta tras más de 20 años de guerra.

“La cuestión que encaró el presidente en abril (…) es si deberíamos enviar a hombres y mujeres de Estados Unidos una guerra civil en otro país cuando su propio Ejército no lucha por defenderlos. Y la respuesta a esa pregunta es no”, afirmó Sullivan.

Las palabras del funcionario estadounidense coinciden con las informaciones sobre el caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de personas que tratan de abandonar el país por avión y que ha dejado al menos seis muertos.

Sullivan indicó que Biden se dirigirá “pronto” al pueblo estadounidense para comentar los acontecimientos en Afganistán, aunque no dio más detalles al respecto. Más tarde, a través de sus redes sociales, el presidente Biden indicó que daría un mensaje esta tarde, a las 15:45 hora local (14:45 hora México).

Y es que Estados Unidos culminó el domingo el traslado al aeropuerto de Kabul de todo el personal de su embajada en Afganistán, horas después de iniciar una evacuación aérea desde ese complejo.

A última hora del domingo en Washington, cerca de las 6:00 horas de la mañana del lunes en Kabul, el Departamento de Estado confirmó que había “completado” el proceso para transportar al aeropuerto a los aproximadamente 4,000 empleados de su embajada en la capital afgana.

Por su parte, el Pentágono autorizó también este domingo el envío de 1,000 soldados más a Kabul, lo que significa que, en un plazo de 48 horas, habrá “aproximadamente 6,000” militares estadounidenses en el aeropuerto de la capital afgana.

Además, las fuerzas estadounidenses han “asumido” las riendas del control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Kabul, para facilitar las evacuaciones de ciudadanos de Estados Unidos y las de sus aliados.

Se ha criticado fuertemente que el presidente de Estados Unidos guarde silencio en estos momentos. Fue el martes 10 de agosto que el presidente Biden habló por última vez en público, para decir que no “lamentaba” su decisión de retirar a los últimos soldados estadounidenses del país para el 31 de agosto.

El jueves y el viernes, mientras los talibanes tomaban el control de Afganistán a una velocidad asombrosa, la prioridad de La Casa Blanca seguía siendo resaltar el “plan Biden” relacionado con la recuperación económica del país.

La oposición republicana, hasta ahora callada porque la opinión pública estadounidense era mayoritariamente favorable a la retirada de las tropas, se precipitó contra la administración demócrata por lo que considera una humillación para el ejército estadounidense.

Contra Biden también se lanzó su antecesor, Donald Trump, pidiendo su renuncia a pesar de que el mismo había decidido el retiro definitivo de las tropas estadounidenses a partir del 1 de mayo de 2021, fecha límite aplazada hasta el 31 de agosto por el gobierno demócrata.

“El resultado en Afganistán, incluida la retirada, habría sido totalmente diferente si la Administración Trump hubiera estado a cargo. ¿Ante quién o ante qué se rendirá Joe Biden a continuación? Alguien debería preguntarle si pueden encontrarlo”, dijo el republicado en un comunicado.

El presidente Joe Biden reunirá en diciembre mediante videoconferencia a líderes mundiales para una “cumbre por la democracia”, convocatoria que ha sido catalogada como un desafío a China y una alternativa al encuentro tradicional del G20.

La reunión virtual, que se celebrará el 9 y 10 de diciembre, congregará a jefes de Estado y de gobierno, así como representantes de la sociedad civil y del mundo económico “de un diverso grupo de países democráticos”, informó La Casa Blanca en un comunicado.

Un año después, Biden planea reunir de nuevo a los mismos participantes, preferiblemente en persona, para evaluar los avances sobre tres temas principales que se discutirán desde esta primera edición: defensa contra el autoritarismo, lucha contra la corrupción y promoción de derechos humanos.

La Casa Blanca no especificó qué países están invitados a esta cumbre que se presenta.

Recordemos que los líderes del G20, que está integrado por las principales economías e incluye regímenes autoritarios como China y Arabia Saudita, deben reunirse a fines de octubre en Italia.

“El desafió de nuestro tiempo es demostrar que las democracias pueden mejorar las vidas de sus ciudadanos y atender los grandes problemas que enfrenta el mundo”, explica el comunicado, retomando un tema recurrente de Biden.

El mandatario estadounidense ha expresado su deseo de asumir nuevamente el rol de “líder del mundo libre” que tradicionalmente se otorga al ocupante de La Casa Blanca, luego de las políticas aislacionistas de su antecesor, Donald Trump.

La Casa Blanca describió la cumbre como una oportunidad para los líderes mundiales de escucharse unos a otros y a sus ciudadanos, compartir éxitos, impulsar la colaboración internacional y hablar de manera honesta sobre los desafíos de la democracia en el mundo.

Estados Unidos ha vacunado ya a la mitad de su población con esquema completo contra la COVID-19, meta que se alcanza días después de que la Unión Europea (UE) llegara a la misma cifra, informó este viernes La Casa Blanca.

“El 50% de los estadounidenses (de todas las edades) están ya completamente vacunados”, indicó el director de datos sobre la COVID-19 de La Casa Blanca, Cyrus Shahpar, en su cuenta oficial de Twitter.

Así, más de 165.6 millones de estadounidenses han recibido el esquema completo de las vacunas, lo que equivale a la mitad de la población del país y el 58.4% de los mayores de 12 años, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El anuncio llega cuatro días después de que Estados Unidos alcanzara, con un mes de retraso, el objetivo que se había marcado el presidente Joe Biden para el pasado 4 de julio: tener al 70% de su población adulta inmunizada con al menos una dosis de la vacuna.

Después de un inicio fluido de la campaña de vacunación entre diciembre y mayo, el proceso se ha ralentizado en los últimos dos meses en Estados Unidos, esto, debido al rechazo de una buena parte de la población a recibir la vacuna, especialmente en varios estados del sur y el centro del país.

La situación con los llamados ‘antivacunas’ ha coincidido a una nueva explosión de contagios y hospitalizaciones que han devuelto la situación epidemiológica en el país a los niveles que registraba en febrero, debido a la expansión de la variante Delta, mucho más contagiosa.

En los últimos días, no obstante, las autoridades sanitarias estadounidenses se han mostrado optimistas sobre el aumento de las vacunaciones y han asegurado que la inmunización está subiendo en los estados con mayores tasas de contagios, como Luisiana, Arkansas, Misuri, Alabama, Oklahoma o Misisipi.

Shahpar mantuvo ese optimismo en su tuit de este viernes, en el que aseguró que la media semanal de personas que han recibido la primera dosis de la vacuna ha crecido 11% desde la semana pasada y 44% en las dos últimas semanas.

La Unión Europea superó el pasado martes la marca de la mitad de la población vacunada, semanas después de que alcanzaran individualmente dicha cifra países como Alemania, Francia o España.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este viernes que los contagios probablemente “subirán” más en el país antes de que se tenga bajo control la situación, aunque subrayó que la situación es diferente a la de hace un año, porque la enfermedad está afectando fundamentalmente a los no vacunados.

“Estados Unidos puede derrotar a la variante Delta, igual que derrotamos a la COVID-19 original”, dijo Biden durante un discurso en La Casa Blanca con motivo de la publicación del dato de desempleo relativo al mes de julio.

El índice de desempleo en Estados Unidos disminuyó cinco décimas hasta el 5.4% en julio pasado, el nivel más bajo desde marzo de 2020, cuando golpeó de lleno la pandemia de COVID-19 a las economías del mundo.

En el séptimo mes del año, la economía estadounidense sumó 943,000 puestos de trabajo, informó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró estos datos en un discurso desde La Casa Blanca, donde afirmó que “por primera vez la economía ha añadido empleos cada mes durante seis meses, y eso representa 4 millones de nuevos puestos de trabajo”.

No obstante, “nuestra labor está lejos de haberse completado”, advirtió. Sostuvo que el plan funciona y sigue impulsando el país adelante.

Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lo consideró como “una prueba decisiva” de que las iniciativas del gobierno de Biden y de su partido están funcionando.

La cifra de desempleados en julio se ubicó en 8.7 millones, esto es 782,000 personas menos que en el mes anterior, lo que indica que el mercado laboral estadounidense venía recuperándose con vigor cuando hizo su aparición la variante Delta del coronavirus.

La encuesta que sustenta este informe de BLS se realizó a mediados del mes pasado antes de que algunos estados y municipios restauraran el uso de mascarillas y otras restricciones, y de que muchas empresas postergaran sus planes de retorno de los empleados a las oficinas.

Aunque los números han bajado considerablemente desde el fin de la recesión siguen estando por encima del índice de desempleo del 3.5% y los 5.7 millones de desempleados de febrero de 2020, antes del impacto de la pandemia.

El índice de desempleo entre los hombres adultos bajó del 5.9% en junio al 5.4% en julio, en tanto que la tasa entre las mujeres adultas disminuyó del 5.5% al 5%.

Otro dato de BLS muestra que el índice de trabajadores que han abandonado la búsqueda de empleo o los que ocupan labores temporales por razones económicas, bajó del 9.8% en junio al 9.2% en julio.

El mes pasado el sector privado añadió 703,000 empleos, frente a los 769,000 del mes anterior, mientras que el sector público agregó 240,000, comparados con los 169,000 de junio.

BLS señaló que las remuneraciones promedio de los trabajadores subieron el mes pasado un 0.4%, con lo que han aumentado un 4% desde julio de 2020. “El plan Biden funciona”, remarcó el presidente en su discurso de este viernes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, tomar una decisión respecto al embargo comercial que mantiene contra Cuba, y pidió que se permita a las familias de la isla recibir remesas.

En ese sentido destacó que nuestro país recibe apoyo de mexicanos en el extranjero por 4,000 millones de dólares al mes.

“Ahora que hay una situación difícil de salud en Cuba, en vez de bloquear, todos deberíamos de ayudar. No es concebible que en estos tiempos se quiera castigar a un país independiente con un bloqueo”, dijo López Obrador, durante su conferencia de prensa matutina.

“Pienso que el presidente Biden debe tomar una decisión al respecto”, añadió.

López Obrador destacó el envío a la isla de dos barcos que México enviará con ayuda médica y alimentaria, días después de que la administración de Biden anunciara sanciones contra una entidad y un funcionario cubano por su papel en la represión de las protestas.

“Podrían hacerse muchas cosas, solo sugiero una: que se permita el que puedan recibirlas familias de Cuba remesas de quienes viven y trabajan en Estados Unidos o en cualquier otro país del mundo (…) ¿Cómo bloquear eso si ni siquiera es dinero del gobierno?”, sostuvo AMLO.

El morenista aclaró que su palabras eran un “llamado respetuoso”, y pidió que desde ningún punto de vista se considere como un acto injerencista. Justificó que habría que separar lo político de lo humanitario, y dijo que la vida es lo más importante, “es lo principal de los derechos humanos”.

Insistió que ante la situación de salud que vive actualmente la isla, que es “difícil”, no debería haber bloqueos.

Recordemos que el embargo estadounidense causó el año pasado más de 9,000 millones de dólares en pérdidas, según el gobierno comunista de Cuba, lo cual ha dicho, perjudicó su capacidad para afrontar la pandemia del coronavirus.

La medida data de 1960 como represalia a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de ciudadanos estadounidenses en la isla por parte del nuevo gobierno de Fidel Castro. Aunque inicialmente excluía alimentos y medicinas, en 1962 las medidas se endurecieron y las restricciones llegaron a ser casi totales.

Sobre la propuesta que realizó el fin de semana sobre sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA) y crear algo semejante a Unión Europea en América Latina, el presidente no quiso abundar en dicha sugerencia.

No obstante, dijo que se debe buscar una nueva relación entre todos los países de América y se debe convencer y persuadir a las autoridades de Estados Unidos para que “nos integremos con respeto a la soberanía de cada país”.

Aseguró que la política que se definió hace 200 años ya no funciona. “No es buena para nadie”, apuntó. Señaló que ya no deben haber invasiones, anexiones, bloqueos y debe haber cooperación para el desarrollo entre todos los pueblos.