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El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este viernes los primeros cinco nombres de su próximo gabinete, confirmando lo que se venía especulando en las últimas semanas, que el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad será ministro de Hacienda, mientras que José Múcio Monteiro liderará  el ministerio de Defensa.

“He tomado la decisión de presentar algunos de los ministros y la semana que viene presentaré algunos más. El domingo vamos a reunirnos para ver la cantidad de ministerios y secretarías que vamos a crear”, señaló Lula, quien tenía previsto en un primer momento hacer el primer anuncio el próximo lunes.

Y es que recordemos que será el próximo 12 de diciembre cuando reciba las credenciales de su triunfo de manos del Tribunal Superior Electoral (TSE).

“(Elegí) al compañero Fernando Haddad como Ministro de Hacienda”, afirmó Lula durante una rueda de prensa en Brasilia.

Haddad, que fue ministro de Educación, alcalde de Sao Paulo y candidato a la Presidencia por del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en 2018, es visto con recelo por el mercado, que teme un aumento excesivo del gasto público bajo su gestión.

Sucederá a Paulo Guedes, que estaba al frente de Economía, un “superministerio” que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro creó al fusionar las carteras de Hacienda, Planificación e Industria.

Además de los ya previstos Haddad y Múcio, Lula ha nombrado al exgobernador de Bahía, Rui Costa dos Santos, para dirigir Casa Civil, posición que equivaldría a  un jefe de gabinete; a Flávio Dino para el Ministerio de Justicia; y a Mauro Vieira para Asuntos Exteriores.

Fue el nombramiento de Vieira el que también causó polémica, ya que volverá a dirigir la diplomacia de Brasil en el futuro gobierno, después de ejercer dicho cargo entre 2015 y 2016, en los dos últimos años de Dilma Rousseff.

Diplomático de carrera y con una amplia experiencia en comercio exterior, Vieira ha ocupado los cargos más importantes en las legaciones de Brasil en el exterior: fue embajador en Estados Unidos (2010-2015), en Argentina (2004-2010) y representante permanente de Brasil ante la ONU (2016-2019).

También fue jefe de la misión brasileña ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), con sede en Montevideo, y, entre otras embajadas, ocupó cargos en la de México, con lo que acumula un profundo conocimiento de la región.

Foto: Ricardo Stuckert vía Twitter @LulaOficial

Neymar igualó este viernes a Pelé como máximo goleador de la selección brasileña, al marcar una anotación en el tiempo extra del partido de Brasil contra Croacia, como parte de los cuartos de final de Qatar 2022.

El astro del Paris Saint Germain, de 30 años, alcanzó el récord justo en momentos en que el llamado ‘O rei’ está internado en una clínica de Sao Paulo para una reevaluación de su tratamiento contra el cáncer de colon detectado el año pasado, según el parte médico.

La familia del que muchos consideran el mejor futbolista de la historia, actualmente de 82 años, asegura que su salud no corre “riesgo” y prevé su regreso a casa, dando un parte de tranquilidad luego de que diferentes medios aseguraran que la situación del exatacante era grave.

Al final de la primera parte del tiempo extra, cuando iban con un marcados en ceros, Neymar recibió un balón en el área, y tras enfrentar al portero croata, Dominik Livakovic, anotó el 1-0 parcial. Con esta anotación, llegó a 77 anotaciones.

El gol contra los croatas es el segundo de ‘Ney’ en Qatar, luego de marcar de penalti en la victoria 4-1 ante Corea del Sur en octavos de final.

‘Ney’ consiguió ese registro en 124 juegos, mientras que Edson Arantes do Nascimento, Pelé, lo hizo en 92 entre 1957 y 1971.

Será en otras canchas donde Neymar tenga posibilidades de superar el récord de Pelé, ya que aún en tiempo extra, Croacia logró empatar el marcador, con lo que seguía con vida en la competencia mundialista.

Sin embargo, fue en penales donde Brasil perdió ante el actual subcampeón del mundo, con lo que los brasileños y Neymar se despidieron de Qatar 2022. Brasil era considerado uno de los favoritos para alzarse con la copa del mundo.

El marcador final quedó 4 a 2 a favor de Croacia. La selección croata llega por tercera vez a una semifinal. Recordemos que los croatas son actuales subcampeones del mundo.

Foto: Twitter @fifaworldcup_es

El jefe de la autoridad electoral de Brasil rechazó la solicitud del presidente Jair Bolsonaro y su partido político de que anularan los sufragios emitidos en la mayoría de las máquinas de votación electrónica, lo que cambiaría el resultado de los comicios del pasado 30 de octubre.

Alexandre de Moraes había emitido un fallo previo que planteaba implícitamente que el Partido Liberal, al que pertenece Bolsonaro, podría salir perdiendo con la impugnación que presentó.

De Moraes había condicionado el análisis de la petición a que los inconformes presentaran un nuevo informe que incluyera los resultados de la primera vuelta electoral, realizada el 2 de octubre, en la que el Partido Liberal ganó más escaños en ambas cámaras legislativas que cualquier otro partido, y les dio un plazo de 24 horas.

Horas antes de que venciera el plazo, el presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa, y el abogado Marcelo de Bessa, dijeron en conferencia de prensa que no presentarían ningún nuevo informe.

“La absoluta mala fe de la extraña e ilícita petición del demandante… quedó demostrada, tanto por la negativa a enmendar la petición inicial como por la total ausencia de evidencia alguna de irregularidades y la existencia de una narrativa totalmente fraudulenta de los hechos”, escribió De Moraes en su fallo.

Sin embargo, no solo fue un rechazo a la petición hecha, sino que también ordenó la suspensión de los fondos federales para la coalición del Partido Liberal hasta que se pague una multa de 23 millones de reales, cerca de 4.3 millones de dólares, por emprender un litigio de “mala fe”.

El martes pasado, De Bessa presentó una solicitud de 33 páginas a nombre de Bolsonaro y de Costa en la que se mencionaba un error de software en la mayoría de las máquinas en Brasil, que apuntaba que carecían de números de identificación individuales en sus registros internos.

De Bessa dijo que eso daría a Bolsonaro el 51% de los votos válidos restantes, con lo cual el triunfo sería de él y no de Lula da Silva.

En su fallo, De Moraes señaló que la impugnación de la votación parecía dirigida a alentar movimientos antidemocráticos de protesta y crear desórdenes, y ordenó que se investigue a Costa y al consultor contratado para que efectuara la evaluación.

Después de poco más de tres semanas de la segunda vuelta de la elección presidencial, el mandatario de Brasil Jair Bolsonaro atribuyó su derrota a un error de software y exigió a la autoridad electoral que anule los votos emitidos en la mayoría de las máquinas de votación electrónica del país.

Tal acción dejaría a Bolsonaro con el 51% de los votos válidos restantes, y con la reelección, dijo Marcelo de Bessa, el abogado que presentó la solicitud de 33 páginas a nombre del presidente y del Partido Liberal, al que pertenece el ultraderechista.

La autoridad electoral ya ha declarado ganador al rival de Bolsonaro, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, e incluso muchos de los aliados del mandatario han aceptado los resultados.

El líder del Partido Liberal, Valdemar Costa, y un auditor contratado por el partido dijeron a periodistas en Brasilia que su evaluación encontró que todas las máquinas que datan de antes del 2020, casi 280,000 de ellas, o alrededor del 59% del total utilizado el 30 de octubre, carecían de números de identificación individual en los registros internos.

Ninguno de los dos explicó cómo eso podría haber afectado los resultados de las elecciones, pero dijeron que estaban pidiendo a la autoridad electoral que invalide todos los votos emitidos en esas máquinas.

La demanda calificaba el error de software como un “incumplimiento irreparable por mal funcionamiento” que ponía en duda la autenticidad de los resultados.

Al respecto, el titular de la autoridad electoral, Alexandre de Moraes, informó que la impugnación presentada implicaba la posibilidad de que el propio partido de Bolsonaro no saliera bien librado.

De Moraes dijo que el tribunal no consideraría la denuncia a menos que el partido ofreciera un nuevo informe en un plazo de 24 horas que incluyera los resultados de la primera ronda electoral del 2 de octubre, en la que el Partido Liberal obtuvo más escaños en ambas cámaras del Congreso que cualquier otra fuerza política.

Recordemos que la derrota de Bolsonaro por menos de 2 puntos porcentuales frente a Lula el 30 de octubre constituye el resultado electoral más estrecho desde la reinstauración de la democracia en Brasil en 1985.

Aunque el presidente no ha manifestado explícitamente que hubo fraude, se ha rehusado a aceptar su derrota o a felicitar a su oponente, dejando lugar para que sus simpatizantes saquen sus propias conclusiones. Muchos se han estado manifestando incansablemente, asegurando que hubo fraude electoral y exigiendo la intervención de las fuerzas armadas.

Durante más de un año, Bolsonaro insistió en que el sistema de votación electrónica de Brasil se prestaba para el fraude, aunque jamás presentó pruebas. Brasil comenzó a utilizar el sistema de votación electrónica en 1996.

Para su auditoría, el Partido Liberal contrató al Instituto del Voto Legal, un grupo que ha criticado al sistema actual y señala que el uso de máquinas contraviene la ley porque no proporciona un registro digital de cada voto individual.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) eligió como presidente al brasileño Ilan Goldfajn, quien ha señalado que su gestión se centrará en combatir la pobreza y la desigualdad, así como el cambio climático y la inversión en infraestructura física y digital.

“Por primera vez en la historia, el BID será presidido por un brasileño”, elegido con el 80% de los votos, informó el ministerio de Economía de Brasil.

“Seré el presidente del BID en toda su diversidad, seré el presidente de los países de altos, medios y bajos ingresos”, de los regionales y no regionales, del Sur, de Centroamérica, de Norteamérica y del Caribe, afirmó Goldfajn tras su elección.

El poder de voto de cada país varía en función del número de acciones. Los tres principales contribuyentes del BID son Estados Unidos (30% del capital), Brasil y Argentina (11.4% cada uno).

Para ser elegido necesitaba la mayoría absoluta de los votos de los 48 países miembros y el respaldo de al menos 15 de los 28 Estados americanos (26 de América Latina y el Caribe junto con Canadá y Estados Unidos).

Llamó la atención que Argentina retiró a su candidata Cecilia Todesca Bocco y apoyó al de Brasil.

“Acordamos y sumamos al consenso mayoritario y Argentina logra dos puestos claves, la vicepresidencia y la gerencia de infraestructura más el instituto de género”, informaron fuentes oficiales argentinas a la agencia AFP.

De modo que solo quedaban, aparte del brasileño, el de México, Gerardo Esquivel, que obtuvo el 8.21% de los votos; el de Chile, Nicolás Eyzaguirre (9.93%); y el de Trinidad y Tobago, Gerard Johnson (1.61%)..

En un comunicado, el BID anunció la elección de Goldfajn durante una reunión extraordinaria de la asamblea de gobernadores en la sede del banco en Washington, con delegaciones que participaron en persona y de manera virtual.

“Como presidente, Goldfajn supervisará las operaciones y administración del banco, que trabaja con el sector público de América Latina y el Caribe”, señala.

Además presidirá los directorios ejecutivos del BID y de BID Invest (que trabaja con el sector privado de la región) y liderará el comité de donantes de BID Lab, el laboratorio del Banco para proyectos de desarrollo innovadores, detalla.

El gobierno de Joe Biden felicitó al brasileño, con quien espera trabajar “para implementar el conjunto de reformas que los accionistas han establecido para impulsar el desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, crecimiento liderado por el sector privado, ambición climática y mejorar la eficacia institucional del BID”, informó el Departamento del Tesoro en un comunicado.

Recordemos que Goldfajn sustituye en el cargo al estadounidense Mauricio Claver-Carone, destituido en septiembre por violar las normas favoreciendo a una empleada con la que mantenía una relación sentimental y cuyo mandato estuvo envuelto en polémica.

Goldfajn, de 56 años, quiere convertir al BID en la “institución multilateral más importante de la región” y considera esencial que el presidente sea “independiente, no partidario”.

Aunque su nombre sonaba como favorito desde que se presentó al puesto, se desconocía si contaba con el visto bueno del presidente electo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ya que fue designado por el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien perdió las elecciones.

El todavía vicepresidente de Jair Bolsonaro, Hamilton Mourao, aseguró este miércoles que si bien no comparte los señalamientos de quienes afirman que hubo fraude en las elecciones, sí considera que “uno de los jugadores”, en clara alusión a Luiz Inácio Lula da Silva, no debió de haber participado.

“Nosotros estuvimos de acuerdo en participar en un juego con otro jugador que no debería de haber jugado. Si estuvimos de acuerdo no hay nada que reclamar. A partir de ahí no tiene sentido llorar más, perdimos el juego”, dijo Mourao en una entrevista para el diario ‘O Globo’.

Mourao, quien fue elegido senador en este proceso electoral, se refirió a las protestas y bloqueos que desde el domingo pasado afectan las principales carreteras del país. Dijo que las protestas tendrían que haberse producido cuando “el jugador que no debería haber jugado” fue autorizado.

“Ahí deberían haber salido a las calles, pero no lo hicieron. Hay 58 millones de inconformes, pero aceptaron participar en el juego, así que tienen que calmarse”, pidió.

Los aliados y los electores de Bolsonaro, que han salido a protestar por los resultados de las elecciones e incluso piden una intervención militar, sostienen que Lula da Silva no debería haber participado en las elecciones debido a unas sentencias por corrupción que después se declararon improcedentes.

El Tribunal Supremo de Brasil decidió ponerle en libertad y anular sus condenas en marzo de 2021, recuperando así sus derechos políticos, después de que considerara que el tribunal que le juzgó carecía de competencias y posteriormente evidenciar que existió parcialidad durante un proceso en el que el juez Sergio Moro, posterior ministro de Justicia de Bolsonaro, ejerció como una suerte de fiscal.

Mourao ha hecho balance de estos tres años como vicepresidente de Brasil, un cargo, ha dicho, que le ha ocasionado cierta “frustración” debido a las pocas competencias de las que dispone, a diferencia de otros regímenes presidencialistas.

“Lo que he aprendido es que hay que saber cuál es el papel del vicepresidente. La Constitución dice que el Ejecutivo es ejercido por el presidente y sus ministros, el vicepresidente es solo un apéndice”, lamentó Mourao, quien durante estos años ha protagonizado varias disputas con Bolsonaro.

Sin embargo, ha negado discusiones con el mandatario tal y como se ha acusado en redes y medios. “Nunca me estresé con él, ni me quitó el sueño. Tomo whisky todos los días antes de dormir, así que no pierdo el sueño”, relató en la entrevista con el diario.

En lo que respecta al tiempo que ha tardado Bolsonaro en salir a dar la cara tras su derrota, Mourao ha defendido que “cada uno actúa a su manera” y que si se demoró casi dos días es porque buscaba la mejor manera de actuar “sin incurrir en ofensas ni ilegalidades”.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, omitió referirse a los resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo, donde perdió ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, aunque dijo que “cumplirá” con la Constitución.

En sus primeras declaraciones desde la jornada electoral, Bolsonaro omitió referirse a los resultados, aunque dijo que continuará siguiendo las reglas de la Constitución.

“Siempre me han etiquetado como antidemocrático y, a diferencia de mis detractores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, dijo Bolsonaro acompañado de más de una docena de ministros y aliados, desde la residencia oficial en Brasilia.

El mandatario ultraderechista “autorizó” el inicio del proceso de transición con el equipo de Lula, según añadió por el jefe de gabinete, Ciro Nogueira, pues Bolsonaro prefirió no abordar el tema a profundidad.

El presidente aprovechó su mensaje para hablar de los bloqueos de camioneros que se viven en varias carreteras del país.

“Los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia por cómo se dio el proceso electoral”, e indicó que “las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas”, pero reforzó que sus métodos “no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio” y no permitir “el derecho de ir y venir”.

Recordemos que Bolsonaro, que aspiraba a la reelección, perdió con un 49.1% de los votos, frente al 50.9% que obtuvo Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT).

Camioneros que apoyan al presidente brasileño Jair Bolsonaro bloquean cientos de carreteras en Brasil en protesta por los resultados de las elecciones del pasado domingo, en las que el mandatario fue derrotado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Desde la victoria de Lula el domingo por la noche, muchos camioneros han afectado el tráfico en zonas de todo el país, alegando que no reconocerán la derrota de Bolsonaro.

Los bloqueos se producen ya que el mandatario no ha hablado públicamente desde que se difundieron los resultados oficiales hace más de 36 horas.

La carretera hacia y desde el aeropuerto internacional de Sao Paulo, el estado más poblado y con la economía más grande de Brasil, fue bloqueada y se cancelaron decenas de vuelos. Las redes sociales difundieron videos que mostraban a los viajeros caminando con sus maletas por la noche a lo largo de la carretera hacia el aeropuerto.

En 2018, una huelga de camioneros de 11 días paralizó Brasil, provocó un aumento en los precios de los alimentos y dejó los estantes de los supermercados sin productos mientras las gasolineras se quedaron sin combustible. La protesta causó pérdidas multimillonarias y reveló el gran poder que poseen los conductores de camiones, particularmente cuando se organizan a través de las redes sociales.

Bolsonaro, legislador en ese momento y meses antes de ganar las elecciones presidenciales de ese año, era un partidario abierto de los camioneros, que se convirtieron en su base electoral. Este año, su gobierno limitó los impuestos interestatales al combustible a fin de ayudar a bajar los precios y lanzó un programa de ayuda financiera para los camioneros justo antes de la campaña electoral presidencial.

La mayoría de los jueces del Supremo Tribunal Federal votó este martes para ordenar a la policía federal de caminos que despeje de inmediato las carreteras bloqueadas.

Hasta las 8 de la mañana de hoy, la policía de caminos había retirado casi 200 bloqueos, según el Ministerio de Justicia.  Los fiscales federales en los estados de Sao Paulo y Goiás dijeron que habían abierto investigaciones sobre los bloqueos.

Bolsonaro perdió la contienda por un margen muy estrecho, al obtener el 49.1% de los votos frente al 50.9% de Lula, por lo que es considerada la elección presidencial más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia hace más de tres décadas.

Al igual que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, Bolsonaro cuestionó repetidamente la confiabilidad del sistema electoral del país, alegando que las máquinas de votación electrónica son propensas al fraude. Nunca aportó ninguna prueba, ni siquiera cuando se lo ordenó el tribunal electoral. El presidente de extrema derecha admira abiertamente a Trump.

Se espera que sea este martes cuando Bolsonaro emita su primera declaración sobre la contienda electoral y su futuro político. El ministro de comunicaciones adelantó ayer que hoy habría un posicionamiento oficial.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó que Luiz Inácio Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales, por un margen de 2.1 millones de votos sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro, según los datos oficiales divulgados con el 100 % de las urnas escrutadas.

El ahora presidente electo de Brasil, que asumirá el poder el 1 de enero de 2023, venció con un 50.9% de los sufragios, mientras que el líder ultraderechista se quedó con el 49.1%.

Al respecto, el Partido de los Trabajadores (PT), del presidente electo, espera poder iniciar el proceso de transición en un plazo de 48 horas, como indica la ley.

La presidenta del PT, Gleissi Hoffmann, explicó que la formación realizó este lunes una primera reunión interna y deberá definir en un plazo de 48 horas el nombre del coordinador y del equipo de transición, que estará integrado por 50 personas.

“Por ley tenemos 48 horas para iniciar eso (la transición), para organizarnos y después conversar con el gobierno”, precisó la dirigente del PT.

Con muchas horas después que perdiera la reelección, Bolsonaro ha preferido permanecer en silencio y no admitir su derrota, aunque tampoco ha cuestionado los resultados de la contienda, como algunos expertos habían advertido podría suceder.

Bolsonaro no ha dirigido una palabra a los periodistas que acamparon afuera de la residencia oficial ni a los simpatizantes que se reúnen regularmente en las inmediaciones. Tampoco ha publicado nada en sus redes sociales.

La única señal de protesta provino de los camioneros partidarios de Bolsonaro que bloquearon algunas carreteras en diferentes puntos del país.

Sin embargo, recordemos que Bolsonaro ha cuestionado repetidamente la confiabilidad del sistema de votación electrónica de Brasil. Incluso llegó a decir que poseía pruebas de fraude, aunque no proporcionó ninguna evidencia.

Hasta el mes pasado, comentó que si no ganaba en la primera vuelta de las elecciones, sería algo “anormal”, incluso cuando la mayoría de las encuestas lo ubicaban en desventaja.

El ministro de comunicaciones del gobierno, anunció que será hasta mañana que Bolsonaro emita una declaración sobre la jornada electoral.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) indicó esta mañana que está “feliz, feliz” por el triunfo de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, y dijo admirar el sistema electoral de ese país, del cual dijo, México debería aprender lo bueno.

“(El triunfo de Lula) me tiene muy contento, estoy feliz, feliz, feliz”, apuntó el mandatario durante su rueda de prensa matutina desde el Palacio Nacional.

López Obrador celebró el triunfo del político brasileño en las elecciones presidenciales de ayer, y destacó la “lección” que deja el funcionamiento del instituto electoral de Brasil.

“La elección de ayer fue muy aleccionadora, es la lección de la elección, yo creo que la lección de la elección es el buen funcionamiento del instituto electoral en Brasil”, indicó.

Afirmó que a pesar de que Brasil tiene unos 148 millones de electores y es mucho más grande en territorio, los resultados de la elección se tuvieron en poco tiempo.

“Lo increíble es que a las 2 horas después de cerradas las casillas ya tenían el 90% de los votos contados, a las 2 horas. Es como si pensáramos que se cierran las casillas en México a las 6 y a las 8 ya tenemos el 90% del resultado. Aquí hay que esperar hasta las 11 el preliminar”, criticó.

Señaló que esto se debe al voto electrónico, que espera pueda implementarse pronto en México. “Sí hay que analizar cómo le hacen, creo que hay voto electrónico, sí debe haber voto electrónico y voto directo”, añadió.

El mandatario exaltó que el pueblo brasileño está “muy consciente” de que les va a ir bien.

“El pueblo brasileño está muy consciente, bendito pueblo, porque les va a ir muy bien, va a haber igualdad, humanismo, estoy muy contento y además fueron un ejemplo los brasileños, porque también hasta el presidente Bolsonaro guardó silencio, se encerró, no le hace (que no haya reconocido), pero se quedó callado, entonces vamos a seguir adelante”, dijo.

López Obrador aprovechó para señalar que el escritor peruano Mario Vargas Llosa, “todo lo que toca lo sala”, en referencia al apoyo que el autor ha mostrado a políticos de derecha y que han perdido las recientes elecciones en América Latina.

Recordemos que AMLO ha mostrado siempre su sintonía con Lula, a quien llamó una “bendición” y “alternativa” para Brasil en julio pasado.

Además, el morenista aprovechó para reprochar “respetuosamente” que ayer por la mañana, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, había expresado en Twitter que Lula era “un peligro para Brasil” y había llamado a votar por Jair Bolsonaro.

Tal como se anticipada y vaticinaban las encuestas, Luiz Inácio Lula da Silva se impuso por un escaso margen al presidente Jair Bolsonaro en la segunda vuelta de la elección presidencial de Brasil, con lo que marca el regreso de la izquiersa al país.

Bolsonaro se convirtió en el primer presidente en ejercicio que pierde una elección, mientras Lula ha prometido revocar su legado, incluidas las políticas a favor de las armas y la débil protección de la selva amazónica.

Lula, que presentó la contienda como una batalla por la democracia después de que su rival hizo afirmaciones infundadas de que el sistema electoral se prestaba al fraude, dijo que las elecciones eran una señal de que los brasileños “quieren más y no menos democracia”, en un discurso de victoria en el que celebró lo que llamó su “resurrección”.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró a Lula como próximo presidente, con el 50.9% de los votos frente al 49.1% de Bolsonaro.

La toma de posesión de Lula está prevista para el 1 de enero, mientras ha prometido que en esta periodo de transición, unirá a un país profundamente dividido.

El resultado en la nación más grande de América Latina significa que la izquierda gobernará todas las economías importantes de la región después de una serie de éxitos electorales desde México hasta Argentina en los últimos años.

Recordemos que Lula formó parte de la llamada ‘marea rosa’, con la que llegaron al poder líderes como Evo Morales en Bolivia, Michelle Bachelet en Chile, Rafael Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela.
Luego llegó la crisis financiera mundial que azotó a América Latina, región dependiente de las exportaciones, lo que desencadenó en un cambio reactivo hacia la derecha.
Pero esos gobiernos no afrontaron eficientemente la situación, agravada por una pandemia que puso de manifiesto la desigualdad en el acceso a la salud y la educación.

Pese a que el presidente Bolsonaro se ha mantenido en completo silencio, las felicitaciones a Lula llegaron de diversos líderes extranjeros, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su par de Rusia, Vladimir Putin, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

De la región, los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México), Nicolás Maduro (Venezuela), Alberto Fernández (Argentina), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Gabriel Boric (Chile), Xiomara Castro (Honduras), Mario Abdo (Paraguay), Luis Abinader (República Dominicana), Alejandro Giammattei (Guatemala), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Pedro Castillo (Perú), Guillermo Lasso (Ecuador), entre otros, se sumaron a las felicitaciones.

Analistas anticipan que los mercados financieros podrían vivir una semana volátil, con los inversores calibrando las especulaciones sobre la conformación del  gabinete de Lula y el riesgo de que Bolsonaro no reconozca los resultados e incluso los impugne.

Los observadores electorales internacionales dijeron que las elecciones del domingo se llevaron a cabo de forma eficiente. Una delegación de México, encabezada por el INE, acompañó la contienda.

El candidato presidencial en Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, aumentó ligeramente la ventaja sobre su adversario de extrema derecha, el actual mandatario Jair Bolsonaro, esto a días de la segunda vuelta electoral del domingo.

Lula lidera la intención de voto con un 52% frente al 46.2% de Bolsonaro, según el sondeo de AtlasIntel dado a conocer este lunes, ampliando la brecha que mostraba la encuesta anterior de hace dos semanas.

La encuesta se completó antes de un incidente con disparos el domingo que involucró a Roberto Jefferson, un partidario de Bolsonaro.

La encuesta también se conoce cuando el presidente Jair Bolsonaro afirmara que su adversario “no respeta la propiedad privada”.

El mandatario visitó un campamento de campesinos cuyos integrantes dicen haber pertenecido en el pasado al Movimiento Sin Tierra (MST), vinculado históricamente a la izquierda y a Lula.

“Los felicito por poder haberse liberado de esa ideología nefasta llamada comunismo”, declaró Bolsonaro ante cientos de campesinos, a los que animó a votar por su candidatura el próximo domingo para que “la izquierda quede definitivamente en el pasado”.

El líder de la ultraderecha reiteró su discurso en favor de los “valores tradicionales” e insistió en que Lula “no cree en la familia y quiere liberar las drogas”, una propuesta que no ha sido siquiera barajada por el candidato progresista, que gobernó entre 2003 y 2010.

Recordemos que Lula ganó la primera vuelta del pasado 2 de octubre con un 48.4% de los votos, frente al 43.2% que obtuvo Bolsonaro, resultado que llevó la definición de los comicios a una segunda vuelta, que será celebrada el próximo domingo.

La primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, se sumó la campaña rumbo a la segunda vuelta de la elección presidencial, y encabezó este miércoles un acto político donde llamó a “extirpar el cáncer” de la izquierda y a impedir que el país caiga en “las tinieblas”.

Será el próximo 30 de octubre cuando el líder de la ultraderecha y actual presidente del país se medirá con el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, candidato de un frente progresista y quien lidera todos los sondeos.

En un evento con líderes de otras religiones, militares y policías, que conforman parte de la base de la ultraderecha brasileña, Michelle Bolsonaro aseguró que es “dueña de casa” y “ayudante” de su marido, pero que el momento que enfrenta Brasil la “obliga” a sumarse a la “lucha por la libertad de la nación”, que consideró amenazada por una posible victoria de Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT).

“Estamos luchando contra las fuerzas de las tinieblas”, contra “un hombre mentiroso que quiere volver a la escena del crimen para volver a robar”, afirmó en referencia a los asuntos de corrupción en que se ha visto involucrado Lula.

También aseguró que el exmandatario “está con sed de venganza” de “todos los que se levantaron contra él” y pidió a los brasileños que “luchen por la libertad”, para que “ese cáncer de la izquierda, del partido de las tinieblas, sea extirpado”.

Según Michelle Bolsonaro, Brasil es hoy “la última barrera contra el comunismo” y sólo el triunfo de su esposo impedirá que en el país “sean cerradas las iglesias” y “perseguidos los religiosos”, como “ocurre hoy en Nicaragua”.

Este mismo miércoles, con el objetivo de contrarrestar su mala imagen entre los evangélicos, Lula se reunió con cientos de líderes de esa corriente cristiana y se comprometió con la libertad de culto y religión, a reforzar el papel de la familia y a no interferir políticamente en el uso de la fe.

El llamado de la esposa de Bolsonaro llega a la par de saberse que la ventaja de Lula da Silva sobre el mandatario se redujo a menos de 5 puntos porcentuales, según una nueva encuesta de opinión de la firma AtlasIntel.

En la nueva encuesta, primera desde la votación del pasado 2 de octubre, AtlasIntel reporta que el 51.1% de los votantes está a favor de Lula y el 46.5% se inclina por Bolsonaro. Excluyendo los indecisos y los votos nulos, Lula tiene un 52.4% de apoyo y Bolsonaro un 47.6%.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró esta mañana su felicitación a Luis Inácio Lula Da Silva por su triunfo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil que se llevaron a cabo ayer domingo.

“Felicitar a todos los brasileños, nuestros hermanos, porque fue una jornada democrática, ejemplar. Ya quedó atrás el tiempo aciago de los golpes de Estado, de tomar el poder por la fuerza, ya en Brasil y toda América es la vía democrática la que predomina”, expresó el mandatario.

López Obrador mencionó que Brasil fue un ejemplo de cómo se deben llevar a cabo las elecciones, sin que haya quejas o acusaciones de fraude como, dijo, ocurrió en México durante muchos años.-

“En ese sentido fue un ejemplo la elección en Brasil, en el terreno de lo democrático. Ustedes no escuchan ninguna queja, no se menciona la palabra fraude, se van dando los resultados apenas van cerrando las mesas todo es transparente”, destacó AMLO.

Lula da Silva, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), deberá enfrentar al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en una segunda vuelta electoral el próximo 30 de octubre, al no alcanzar superar el 50% de los votos.

Y es que con el 99.99% de los votos contabilizados, Lula da Silva se impuso con el 48.43% (57.25 millones de votos) frente al 43.2% (51.07 millones de votos) de Bolsonaro.

“Felicité ayer a quien ganó la primera vuelta, Lula obtuvo alrededor del 48% de los votos, el presidente Bolsonaro el 43%”, recordó López Obrador.

Sus declaraciones llegan a pesar de que López Obrador ha señala que en distintas ocasiones que no le gusta opinar sobre asuntos internos de otros países. Sin embargo, desde la semana pasada ha dejado en claro “su sintonía” con Lula, por quien reafirmó su simpatía y a quien llamó una “bendición” y “alternativa” para Brasil.

Ayer, López Obrador, felicitó a Lula da Silva a través de sus redes sociales.

“Felicidades, hermano y compañero Lula. El pueblo de Brasil demostró una vez más su vocación democrática y, en especial, su inclinación por la igualdad y la justicia”, escribió López Obrador en sus redes sociales.

Recordemos que el expresidente brasileño visitó México apenas en marzo pasado, cuando se reunió con López Obrador, quien en 2021 celebró la anulación de las penas de cárcel que pesaban contra él, tras haber recibido condenas que sumaban casi 26 años de cárcel por corrupción en 2017.

Jair Bolsonaro y Luis Inácio Lula da Silva se medirán este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en las que el izquierdista es favorito, según los sondeos que el mandatario ultraderechista se empeña en rechazar.

A dos días de la disputa más polarizada en décadas en la mayor economía de América Latina, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva mantiene una ventaja de 14 puntos sobre el actual presidente, abriendo la posibilidad de que le pueda vencer en la primera vuelta.

Según la última encuesta del Instituto Datafolha, Lula, un exobrero metalúrgico de 76 años que cofundó el Partido de los Trabajadores y lideró el país entre 2003 y 2010, tiene el 48% de las intenciones de voto frente al 34% de Bolsonaro.

El exmandatario parece encaminado a llegar al poder por tercera vez. La duda parece ser más bien si lo logrará en la primera vuelta: necesita superar el 50% de los votos válidos. Por eso, en los últimos días, Lula ha intentado atraer el voto útil de seguidores del centroizquierdista Ciro Gomes (6%) y la centrista Simone Tebet (5%) que quieran evitar una segunda vuelta el 30 de octubre.

En la campaña, Lula se ha hecho del apoyo de celebridades como los músicos Caetano Veloso y Anitta, y se ha rodeado de figuras inesperadas, como el exjuez del Supremo Tribunal Federal Joaquim Barbosa, que lideró el juicio del escándalo de compra de votos en el Congreso que marcó el primer gobierno de Lula. Bolsonaro, en cambio, obtuvo el jueves el apoyo explícito de la estrella del fútbol, Neymar.

Excapitán del Ejército y exdiputado de 67 años, Bolsonaro, ha centrado su estrategia en la exaltación de las armas, los valores morales y los ataques a su adversario. Es respaldado por influyentes sectores como el evangélico, empresarial y agropecuario.

Lula, que dejó la presidencia con una aprobación superior al 80%  ha visto golpeada su imagen por el escándalo de corrupción “Lava Jato”, ligado a una red de sobornos en la petrolera Petrobras, asegura que volverá al poder para “arreglar el país” y cita los logros sociales de sus gobiernos, sin aclarar su futuro programa.

Lula da Silva dijo este viernes que teme una transición “tumultuosa” en caso de que derrote a Jair Bolsonaro.

“La gente del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) hacía política, cuando ganaba festejaba, y cuando perdía, permitía que festejase quien ganaba. No es ése el comportamiento de Bolsonaro, él puede intentar crear cualquier tumulto durante la transición”, dijo Lula, durante una rueda de prensa en Rio de Janeiro.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Cecilia Soto, analista, exembajadora de México en Brasil, sobre la situación de Brasil y cuáles son los retos que enfrentan los ciudadanos de ese país ante la elección del próximo domingo.

Estados Unidos instó este martes a Brasil a realizar elecciones “libres y limpias” el próximo 2 de octubre, indicando que seguirá “de cerca” la votación.

“Como socio, como democracia socia de Brasil, seguiremos las elecciones con la plena expectativa de que se llevarán a cabo de manera libre, justa, limpia y creíble, con todas las instituciones relevantes operando de acuerdo con el (orden) constitucional”, dijo a periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Recordemos que los brasileños acuden el domingo a las urnas en medio de los comicios presidenciales, legislativos y regionales.

Las encuestas muestran que el exmandatario de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva lidera las preferencia, frente al presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, que busca la reelección.

Si ninguno obtiene más del 50% de los votos en la jornada del próximo domingo, habrá una segunda vuelta el 30 de octubre.

Las tensiones están en aumento en medio de la creciente violencia y temores de que Bolsonaro, que ha criticado las urnas electrónicas y advertido contra un presunto fraude, pueda no aceptar los resultados.

“Hemos visto informes recientes de violencia y aunque el derecho a protestar es fundamental en cualquier democracia, Estados Unidos condena cualquier acto de violencia e insta a los brasileños a hacer oír sus voces de manera pacífica”, añadió Jean-Pierre.