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Especialistas del sector privado elevaron a 3.37% el pronóstico de crecimiento para este 2023, desde la estimación previa del 3.25%, según reveló este viernes la encuesta mensual correspondiente a noviembre del Banco de México (Banxico).

La previsión para 2024 también creció al 2.18% tras la estimación anterior del 2.02%, de acuerdo con la media de los 37 grupos de análisis y consultoría nacionales y extranjeros consultados por Banxico entre el 16 y el 29 de noviembre.

Estas proyecciones se difunden tras revelarse el viernes pasado que el PIB creció un 3.3% interanual y un 1.1% trimestral en el tercer trimestre, por encima de lo estimado, según las cifras definitivas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Asimismo, los expertos mejoraron la perspectiva de la inflación general para el cierre de 2023 al reducirla a una estimación del 4.57% desde una proyección previa del 4.61%.

Esta previsión llega también después de que la tasa de inflación cayera hasta el 4.26% en octubre, su menor nivel desde febrero de 2021.

Por otro lado, los especialistas consultados por el Banxico mantuvieron la proyección de la inflación de 2024 en 4.01%.

Como factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico del país en los próximos seis meses, los expertos destacaron a nivel general la gobernanza (50%) y las condiciones económicas internas (21%). A nivel particular resaltaron los problemas de inseguridad pública (24%), la ausencia de cambio estructural (12%) y la falta de Estado de derecho (11%).

Sobre el tipo de cambio, los analistas estimaron que el peso cierre 2023 en 17.72 unidades por dólar, menor a la proyección anterior de 18.02 pesos por billete estadounidense. Para el cierre de 2024, los analistas calculan ahora que la moneda se intercambiará en 18.68 unidades por dólar, un dato menor al estimado de 18.89 del mes anterior.

El Banco de México (Banxico) elevó este miércoles a 3.3% su pronóstico de crecimiento para 2023, desde la previsión previa del 3%, ante un crecimiento mejor al esperado en el tercer trimestre.

En su ‘Informe trimestral julio-septiembre 2023’, el Banxico estimó un escenario central de crecimiento económico de 3.3% con un límite inferior de 3.1% y uno superior de 3.5%. Elevó también a 3% su proyección central del PIB para 2024, desde una estimación anterior de 2.1%.

La mejora de la perspectiva ocurre tras confirmarse el viernes pasado que la economía creció un 1.1% trimestral y un 3.3% interanual en el tercer trimestre del año, con lo que el PIB acumula un avance de 3.4% en lo que va del año.

La proyección de Banxico también llega el línea con lo anunciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que elevó la previsión de crecimiento para nuestro país al 3.4%, para 2023 desde un pronóstico previo del 3.3%.

“Este ajuste responde, principalmente, a que en el tercer trimestre del año la actividad económica de México presentó un desempeño mejor al previamente anticipado, como resultado de la resiliencia de la demanda externa y del dinamismo del gasto interno”, expuso el Banco de México en su reporte.

La Junta de Gobierno también mejoró su pronóstico de la inflación general, que ahora promediaría un 4.4% anual en el último trimestre de 2023, frente a la previsión pasada de 4.6%, aunque subió del 5.1% al 5.3% la estimación de la inflación subyacente.

“No obstante, mientras que en el informe previo se anticipaba que ambos indicadores se situarían en niveles cercanos a 3 % en el cuarto trimestre de 2024, ahora se prevé que ello ocurra en el segundo trimestre de 2025”, añadió Banxico.

Banxico justificó así su decisión de política monetaria, que el 9 de noviembre pasado mantuvo por quinta ocasión consecutiva, la tasa de interés en el 11.25% récord.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos avanzó 1.3% en el tercer trimestre, una décima más de lo estimado por la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA) en su cálculo inicial.

Según las cifras de la primera revisión del PIB publicadas este miércoles, el ritmo anual de crecimiento fue del 5.2%, tres décimas más de lo estimado en octubre.

Con esto queda atrás la desaceleración que la primera economía del mundo registró en el segundo trimestre, cuando el crecimiento intertrimestral fue de sólo medio punto, a un ritmo anual del 2.1%.

El crecimiento anual se revisó al alza tres décimas por ajustes en el apartado de la inversión fija no residencial, el gasto de los gobiernos estatales y locales, la inversión fija residencial y la inversión en inventarios privados, que fueron parcialmente compensadas por una revisión a la baja del gasto de consumo. Las importaciones se revisaron a la baja.

Los datos se conocen cuando faltan dos semanas para que la Reserva Federal (Fed) celebre su última reunión de política monetaria del año, donde podría optar por un nuevo aumento de las tasas de interés, o bien mantenerlos en el rango que están, como hizo en su última reunión a principios de este mes.

La OCDE ha reducido de nuevo sus expectativas de crecimiento para Europa, de forma que será la zona, dentro de las economías avanzadas, que más tardará en recuperarse,; mientras Estados Unidos muestra una vez más su capacidad de resistencia.

En su informe semestral de Perspectivas publicado este miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipa “un aterrizaje suave” para las economías avanzadas como conjunto, tras constatar que los aumentos de las tasas de interés están produciendo los efectos buscados en la contención de la inflación.

Los países emergentes deberían tener globalmente un comportamiento más dinámico y eso permitirá a la economía mundial un crecimiento del 2.9% en 2023, que se ralentizará en 2024 para quedar en el 2.7%, antes de recuperarse el año siguiente, con un 3%.

Estados Unidos está demostrando ser más fuerte de lo que se había previsto y por eso los autores del estudio prevén un aumento del PIB del 2.4% este año (dos décimas más de lo que calcularon en septiembre y tres más que en junio) y del 1.5% en 2024 (dos décimas más de lo que dijeron en septiembre).

La situación es claramente menos favorable en el Viejo Continente. En la zona euro este año el crecimiento, según la OCDE, se limitará a 0.6% (tres décimas menos que lo estimado en junio), con la caída de la actividad en un país clave como Alemania (-0.1%) y cifras relativamente decepcionantes en Francia (0.9%) e Italia (0.7%).

Fuera de la Unión Europea, pero también en el Viejo Continente, las cosas no van a ir mejor en el Reino Unido, con una expansión económica de únicamente el 0.5% este año, del 0.7% en 2024 y del 1.2% en 2025.

Para América Latina, la OCDE no incluye una previsión de crecimiento en su último informe de previsiones, aunque espera que la mayoría de países de la región tengan un crecimiento del PIB de entre el 2% y 3% en 2024 y 2025. Mientras, en términos generales, se espera que la inflación siga disminuyendo, lo que facilitará la recuperación de los ingresos reales.

Costa Rica será el país de la OCDE con el mayor ritmo de crecimiento económico no sólo este año (5.1%, frente al 4.9% de Islandia, en segunda posición y al 1.7% de media de los 38 miembros), sino también en 2024 (3.5%, comparado con el 1.4% de media) y en 2025 (3.6%, comparado con el 1.8% en la OCDE).

Las proyecciones para México también son favorables y mejores que hace seis meses, con un aumento del PIB que debería ser del 3.4% este año, del 2.5% en 2024 y del 2% en 2025.

La situación de los otros miembros latinoamericanos es bastante diferente. Para Brasil, la OCDE espera una expansión del PIB del 3% en 2023 (dos décimas menos que en su anterior informe) y del 1.8% en 2024.  En tanto, Colombia tendrá un crecimiento relativamente bajo en 2023, quedándose en el 1.2% y la recuperación será lenta en 2024, cuando solo llegará al 1.4%.

En el lado opuesto, Chile o Perú tendrán un crecimiento nulo este año, del 0% (la OCDE esperaba una expansión del 1.1% en 2023 en Perú), aunque ambos países llegarán al 1.8% y 2.3% en 2024, respectivamente.

La OCDE considera que las tasas de interés están en el pico del ciclo o muy cerca en la mayor parte de las economías avanzadas, aunque no quiere descartar que sea necesario encarecer el precio del dinero si persistieran las presiones inflacionistas.

Una de sus principales preocupaciones ahora es la debilidad del comercio mundial, que no se debe a factores cícliclos sino estructurales por la aplicación de medidas restrictivas proteccionistas.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) elevó este viernes a 1.1% el crecimiento definitivo del Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre de 2023, tras estimar en octubre un incremento preliminar del 0.9%.

El aumento, por encima de las expectativas del mercado, se origina gracias a los avances trimestrales de todos los sectores: el agropecuario (2.6%), la industria (1.3%), y los servicios (0.9%), detalló el INEGI.

Este crecimiento trimestral supone un ritmo sostenido frente al periodo abril-junio, cuando el PIB se incrementó un 0.8% en términos reales, según cifras definitivas del INEGI.

Por otro lado, el Instituto mantuvo en 3.3% el crecimiento interanual del PIB para el periodo julio-septiembre, según cifras originales, aunque rebajó a 3.4% el incremento acumulado del PIB en lo que va del año, desde una estimación previa de 3.5%.

El crecimiento interanual del tercer trimestre fue resultado de los avances del sector agropecuario (5.7%), la industria (4.3%) y, por último, de los servicios (2.7%).

Con estos datos, las actividades primarias acumulan un crecimiento de 2.7% en lo que va del año, las actividades secundarias habrían subido 3.7% y las terciarias 3.2%.

El avance de la economía está en sintonía con la de Estados Unidos, que creció a una tasa anualizada de 4.9% de julio a septiembre, con lo que aumenta el número de analistas que descartan una recesión.

El PIB de México también se divulga en medio de mejoras en sus pronósticos para este 2023. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) elevaron el mes pasado a 3.2% el pronóstico de crecimiento para 2023 de nuestro país, que crecerá por encima de la media de América Latina.

En tanto, la Secretaría de Hacienda estima que el PIB aumentará “al menos” un 3% en 2023.

El Producto Interno Bruto (PIB) en el conjunto de los países de la OCDE subió un 0.5% en el tercer trimestre del año, con lo que mantiene el mismo crecimiento que en trimestre previo, gracias principalmente a Estados Unidos.

El crecimiento del segundo trimestre fue revisado del 0.4% anunciado previamente al 0.5%, indicó este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En los países del G7, los más desarrollados, el crecimiento se aceleró entre julio y septiembre, con un aumento del PIB del 0.6%, desde el 0.4% registrado entre abril y junio.

Estados Unidos es el principal responsable de este crecimiento, ya que su PIB subió un 1.2% en el tercer trimestre frente al 0.5% del segundo, gracias sobre todo al aumento del 1% registrado en el consumo privado.

Los demás países del G7 registraron un crecimiento muy bajo o nulo, e incluso, hubo descensos del PIB. Francia se anotó un aumento del 0.1% en el tercer trimestre, mientras que el índice no registró cambios en Reino Unido, Italia y Canadá.

Además, hubo disminuciones en Alemania (-0.1%), debido a una reducción en el consumo privado, y en Japón (-0.5%), en este caso por descensos en la inversión y un aumento de las importaciones.

En términos interanuales, el PIB subió en la OCDE un 1.7% en el tercer trimestre, frente al 1.6% del segundo.

Estados Unidos también protagoniza el mayor crecimiento interanual del PIB en el G7, con un 2.9% (frente a la media del,1.8% en el grupo), y claramente por encima de Japón (1.4%), Francia, (0.7%), Reino Unido y Canadá (0.6%), Italia (sin cambios) y Alemania (-0.4%).

En los otros países de la OCDE, el mayor incremento del PIB en el tercer trimestre se registró en Polonia (1.4%), seguida de Costa Rica (1.3%). Hungría y México anotaron aumentos del 0.9%. En cambio, la mayor caída tuvo lugar en Irlanda (-1.8%), seguida de Finlandia (-0.8%).

Además, el PIB en los países de la OCDE se situó en el tercer trimestre del año en un nivel superior en un 6% al alcanzado en el mismo período de 2019, antes del inicio de la pandemia de coronavirus.

La República Checa es el único país de la OCDE que todavía no ha recuperado su nivel de PIB previo a la pandemia.

Entre los países del G7, Estados Unidos es el que más ha superado su nivel de PIB previo a la pandemia, con un 7.4%, mientras que Alemania es el que menos, con apenas un 0.3%.

La agencia Moody’s elevó este miércoles a 3.5% su pronóstico de crecimiento de la economía, desde la proyección anterior que era del 3.3%.

La agencia internacional también aumentó a 2.3% su estimación de crecimiento para 2024 después del cálculo previo que era de 1.9%.

“Las sorpresas positivas repetidas justifican las revisiones al alza de las proyecciones de crecimiento de México. La economía mexicana creció un 3.5% hasta septiembre de este año en comparación con el mismo periodo del año pasado, su sexto trimestre consecutivo por encima del 3%”, explicó Moody’s en un reporte.

La mejora de los pronósticos ocurre tras revelarse en octubre que la economía creció un 3.3% interanual y un 0.9% trimestral en el tercer trimestre, con lo que acumula un incremento del 3.5% en 2023, según la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Diversos analistas coinciden en que México se ha beneficiado del desempeño económico de Estados Unidos, que ha evitado una recesión hasta ahora, y de las inversiones motivadas por el fenómeno de la relocalización de cadenas o “nearshoring”.

“La fuerte actividad económica ha sido impulsada en parte por una fuerte inversión, la finalización de proyectos inconclusos y el ‘nearshoring'”, apuntó Moody’s en su informe. “Esperamos que el crecimiento real del PIB de México en 2025 promedie un sólido 2.0%-2.5% a medida que continúa cosechando los beneficios del ‘nearshoring'”, añadió.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) también elevaron en octubre a 3.2% el pronóstico de crecimiento para 2023, al señalar que crecerá por encima de la media de América Latina.

En tanto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima ahora que el PIB aumentará “al menos” un 3% en 2023.

El Producto Interno Bruto (PIB) creció un 0.9% trimestral en el tercer trimestre del año, con lo que alcanzó un máximo histórico, según cifras preliminares divulgadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El aumento ocurrió gracias a los avances trimestrales de todos los sectores: el agropecuario (3.2%), los servicios (1.4%), y la industria (0.6 %), detalló el reporte del INEGI con base en cifras desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada.

De esta manera, el PIB aumentó un 3.3% interanual en el periodo de julio a septiembre de 2023, con lo que acumula un crecimiento de 3.5% en lo que va del año, según cifras originales del instituto.

Por actividad económica, la variación interanual fue la siguiente: las actividades primarias incrementaron 5.3%; las secundarias, 4.5% y las terciarias, 2.5%.

El comportamiento del PIB reportado este martes correspondiente al tercer trimestre del año, significa que la economía hila 10 trimestres consecutivos con aumentos a tasa anual y ocho con crecimiento trimestral.

El INEGI recordó que la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) ofrece, en el corto plazo, una visión sobre la evolución de las actividades económicas del país, 30 días después de que concluye el trimestre de referencia.

El informe del INEGI llega luego de que la semana pasada se informara que la economía de Estados Unidos, a donde van más del 80% de las exportaciones de México, creciera un 1.2% trimestral de julio a septiembre.

El dato del PIB también se conoce en medio de mejoras en los pronósticos de crecimiento para este 2023.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial elevaron este mes a 3.2% el pronóstico de crecimiento para 2023, mientras que la Secretaría de Hacienda estima ahora que el PIB aumentará “al menos” un 3% en 2023.

La economía pudo crecer hasta un 2.7% durante la actual administración sin contar la crisis económica que la pandemia de COVID-19 generí, aseguró el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

Además, el funcionario dijo que ese porcentaje lo habría alcanzado junto con las inversiones públicas en infraestructura como elemento disruptivo para atraer la relocalización de empresas manufactureras al país.

El funcionario explicó que para este cálculo se excluyeron los trimestres en recesiones de acuerdo con el Comité de Fechado de ciclos Económicos y dos trimestres inmediatos después de fin del fin de la recesión.

Ramírez de la O participó este jueves el Coloquio internacional “La transformación democrática en disputa”, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el foro detalló que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) “en periodos de recesión pudo crecer hasta 2.7% a tasa trimestral”, similar al promedio de ampliación del PIB durante la Administración del expresidente Felipe Calderón, y mayor al 1.9% del periodo de Enrique Peña Nieto.

“Estamos excluyendo los años de caída. En el caso del presidente Calderón hay una caída muy fuerte por la gran crisis financiera en 2008-2009; en el caso del presidente Peña, hay una caída más o menos fuerte, con la irrupción de la candidatura del presidente (Donald) Trump y un frenón a la economía”, recordó.

El funcionario señaló que en el cálculo se deja de lado la caída superior al 8% durante la contingencia sanitaria en 2020, que calificó como la contracción “más fuerte”, incluso por encima de la gran crisis financiera de 2009.

Apuntó que el crecimiento de la economía bajo el mandato de López Obrador tiene sustento en las inversiones en infraestructura que ha realizado el Gobierno en el sur-sureste del país desde 2019.

“Apenas dos o tres años después de iniciadas las primeras obras ocurre un rompimiento (…) que va teniendo consecuencias para la localización de las empresas manufactureras americanas, sobre todo, pero también de otros orígenes”, expresó.

En este sentido, se refirió a las empresas internacionales que tiene interés e trasladar su manufactura al país para venderlo en el mercado de Estados Unidos, el más grande del mundo, en medio del fenómeno de relocalización de las cadenas de proveeduría, el llamado nearshoring.

Ramírez de la O resaltó que el crecimiento del PIB “para la región sur de México en periodos sin recesión también pudo llegar hasta un 5%”, superior al alza de 3.2% durante el periodo del expresidente Calderón y del 0.6% generado en el periodo del exmandatario Peña Nieto.

Tras recuperarse de la pandemia, el crecimiento económico de América Latina se moderará del 4.1% de 2022 a 2.3% este año y el próximo, a causa de la desaceleración sufrida por los principales socios y las tensiones geopolíticas, entre otros factores, indicó este viernes el FMI.

En su informe sobre perspectivas económicas para las Américas, el FMI señala que la inflación general de la región, excluyendo Argentina y Venezuela, se situará en torno al 5% en 2023 y en 3.6% en 2024, en comparación con el 7.8% de 2022.

“América Latina ha enfrentado exitosamente los recientes shocks mundiales y tuvo un sólido desempeño en 2022 y a comienzos de 2023, aunque el crecimiento se está debilitando”, indicó el director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés.

Esto es debido al debilitamiento de la demanda externa e interna, por un lado, y por otro a los efectos rezagados de la apreciación de las monedas en algunos países, según el documento presentado.

El Fondo señala que aunque parece que los riesgos para las perspectivas económicas están más equilibrados que en abril pasado cuando publicó sus últimas estimaciones, estos permanecen “sesgados a la baja”.

Entre los riesgos externos, el informe menciona un menor crecimiento en los principales socios comerciales, la volatilidad de los precios de las materias primas, choques inflacionarios, la turbulencia en los mercados financieros mundiales y un incremento de las tensiones geopolíticas.

A nivel regional, los principales riesgos están vinculados a la inflación y a las tensiones sociales, además de los relacionados con el clima, que supondrán retos a corto y medio plazo, sobre todo en América Central y el Caribe.

El informe también advierte del impacto que podría tener el fenómeno meteorológico de El Niño en la región, lo cual “podría incidir negativamente en la actividad económica”.

En el caso de México, el FMI proyecta un crecimiento de 3.2% para 2023, menos que el registrado en 2022 (3.9%) pero mejor que las expectativas iniciales.

El informe señala que, aunque nuestro país se demoró en recuperarse de la pandemia de COVID, sectores que antes estaban rezagados, como la construcción, ahora van en cabeza.

El crecimiento de Brasil también fue “más resiliente de lo esperado”, indica el informe, situándose en 3.1% en 2023, frente al 2.9% del año pasado. Para 2024, en cambio, el Fondo prevé que se desacelere a 1.5%. En Colombia, tras el fuerte crecimiento de 2022 (7.3%), la economía se está desacelerando y el Fondo prevé que en 2023 el índice se sitúe en 1.4%, antes de repuntar el año que viene, a 2.0%.

Y en Chile, que en 2022 tuvo un crecimiento de 2.4%, el FMI espera una contracción del 0.5% este año, antes de rebotar a 1.6% en 2024, impulsado por las exportaciones y la recuperación del consumo.

El Fondo destaca que “la rápida respuesta de los bancos centrales de la región fue decisiva para controlar la inflación” y apunta que la evolución de economías como la chilena, la colombiana, la brasileña y la mexicana es acorde con la del resto del mundo, excepto en los mercados emergentes europeos, donde la inflación aumentó a causa de la invasión rusa de Ucrania.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja, en una décima, su previsión de crecimiento mundial para 2024, hasta el 2.9%, señalando a la crisis inmobiliaria china como gran riesgo en los próximos años.

En su informe de perspectivas económicas mundiales publicado este martes, el FMI mantiene su pronóstico de crecimiento mundial en el 3% para este año pero lo rebaja para 2024, hasta el 2.9% mencionado, en lo que considera un entorno de crecimiento “estable pero lento”.

El informe está elaborado con la información recogida hasta el pasado 25 de septiembre, por lo que no incluye el impacto de la guerra en Israel, aunque el economista jefe del organismo, Pierre-Olivier Gourinchas, cree que es “muy pronto” para evaluar las consecuencias económicas del conflicto.

La economía arrancó 2023 mejor de lo esperado gracias a la fortaleza del consumo estadounidense y la actividad en las grandes economías turísticas como Italia, México o España, ha avanzado en la corrección de la inflación y mantiene un mercado laboral “boyante” sin que los aumentos salariales alimenten una espiral inflacionista.

Sin embargo, pese a esta “notable resiliencia” para recuperarse de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis energética, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, advierte de que el crecimiento es bajo desde un punto de vista histórico y esconde unas divergencias crecientes entre unos países y otros.

El FMI ha mejorado su previsión para los Estados Unidos tanto para 2023 (2.1%) como para 2024 (1.5%), debido a que las inversiones y el consumo se han comportado mejor de lo esperado.

Este impulso compensa las peores perspectivas de otras regiones, como la zona euro, cuya economía, más afectada por la crisis energética y la guerra en Ucrania, crecerá un 0.7% en 2023 y un 1.2% en 2024, dos y tres décimas menos de lo estimado en julio.

China ve deterioradas sus previsiones ante la crisis de su mercado inmobiliario, lo que limitará el avance de su PIB al 5% este año y al 4.2% en 2024,  un problema que según Gourinchas requiere de una actuación decidida de las autoridades.

En un encuentro con medios, Gourinchas ha subrayado que la desaceleración de la economía china es algo “muy importante” porque un punto menos de crecimiento chino se traduce en 0,3 puntos menos de crecimiento global, una pérdida que “no es uniforme”, sino que afecta especialmente a sus socios comerciales más estrechos.

La economía latinoamericana se expandirá un 2.3% tanto en 2023 como en 2024, lo que supone una revisión al alza de cuatro décimas este año y uno el próximo, gracias al buen comportamiento de Brasil, impulsado por la agricultura y los servicios, y México, que todavía aprovecha la recuperación tras la pandemia.

El FMI prevé un crecimiento de la economía mexicana del 3.2 % para este año y del 2.1% para 2024, seis décimas por encima de su anterior pronóstico en ambos casos.

Según el informe, la mejora del crecimiento del PIB de nuestro país se debe a una recuperación pospandemia “retrasada” que se afianza en los sectores de la construcción y los servicios y a “los efectos de contagio de la resiliente demanda estadounidense”.

“Las noticias son bastante buenas para México. Hemos revisado al alza las previsiones de crecimiento en 2023 y 2024. Los dos años fueron revisados al alza y eso es significativo”, dijo Pierre-Olivier Gourinchas.

Según Gourinchas, el crecimiento en 2024 se reforzará en parte por el aumento del gasto público, al tiempo que apuntó que la política presupuestaria va a sostener la economía a medio plazo.

El FMI calcula que los precios subirán un 5.5% este año y un 3.8% en 2024, lo que supone también una revisión a la baja de su anterior pronóstico y aleja la inflación del elevado rango que alcanzó en 2022, que fue del 7.9%.

En tanto, proyecta que la tasa de desempleo se situará en 2023 en el 2.9%, cuatro décimas menos que la de 2022 (3.3%), pero volverá a subir ligeramente en 2024 hasta el 3.1%.

En en el informe, el FMI subraya que la inflación mundial se moderará hasta el 6.9% este año y el 5.8% el próximo gracias tanto al efecto del endurecimiento de la política monetaria como, sobre todo, a la depreciación de las materias primas.

Esta moderación de los precios será más intensa en las economías avanzadas, sobre todo en la zona euro y Estados Unidos, mientras que en los países de bajos ingresos la inflación se mantendrá en los dos dígitos.

El Banco Mundial (BM) anunció este miércoles que Latinoamérica crecerá más de lo esperado en 2023, aunque con tasas similares a las de hace una década, que no son suficientes para lograr los avances necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza.

El informe presentado hoy estima que el PIB regional crecerá un 2% en 2023, seis décimas más que el 1.4% proyectado en junio pasado, pero “aún por debajo del crecimiento de todas las demás regiones del mundo”, apuntó el organismo.

Esta mejora está relacionada con el crecimiento más elevado que han registrado las grandes potencias del G7.

“Es cierto que los precios de las materias primas se han ido debilitando pero, por otro lado, el crecimiento del PIB de Estados Unidos fue mucho mayor de lo previsto y en general el G7 está funcionando un poco mejor de lo que pensábamos y eso está ayudando mucho a la región”, dijo William Maloney, economista jefe para la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial en entrevista con la agencia Efe.

Para 2024, se espera que la región crezca un 2.3%, tres décimas más de lo estimado en junio, y en 2025 lo haga en 2.6%.

El Banco Mundial ofreció también un desglose por países y, entre las principales economías, México crecerá el 3.2%; Brasil lo hará en 2.6%, Perú 0.8% y Colombia 1.5%, mientras que Argentina decrecerá 2.5% y Chile caerá 0.4%.

La inflación regional, excluyendo Argentina y Venezuela, se sitúa en el 4.4%, frente al 6.4% de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el 8.6% de Europa del Este, señala el banco.

Estas perspectivas de crecimiento, señala el BM, “siguen siendo bajas” en comparación con el potencial de la región y no son “un reflejo de las condiciones globales ni de los daños colaterales de la pandemia”, sino que “reflejan problemas estructurales que no se han abordado durante mucho tiempo”, afirma el informe.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó significativamente su previsión de crecimiento para México en 2023 al 3.2% desde el 2.6% previsto en julio.

El organismo internacional citó la fortaleza del consumo privado, los servicios, la construcción y la producción de automóviles en el país.

En un comunicado, el FMI señaló que, tras su misión anual de revisión económica del “Artículo IV” a la Ciudad de México, también aumentó su perspectiva de crecimiento en 2024 para nuestro país al 2.1% desde el 1.5% de julio.

Las nuevas estimaciones indican una fortaleza mayor de la esperada en Norteamérica, en momentos en que el Fondo se prepara para publicar la próxima semana una nueva actualización de sus previsiones de crecimiento global de las Perspectivas de la Economía Mundial.

Apenas ayer, el Banco de México (Banxico) publicó la encuesta mensual a especialistas del sector privado, quienes elevaron a 3.15% el pronóstico de crecimiento para 2023, desde su estimación previa que era del 3.04%.

De igual forma, la previsión de crecimiento para 2024 se ajustó a 1.91% tras una estimación anterior del 1.66%.

Ambas proyecciones se mantienen en línea con las nuevas estimaciones del FMI, y las dos se conocen tras revelarse la semana pasada que el PIB creció un 3.6% interanual y un 0.8% trimestral en el segundo trimestre del año.

Así, la economía acumula un crecimiento del 3.7% en lo que va del año, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Especialistas del sector privado elevaron a 3.15% el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2023, desde su estimación previa que era del 3.04%, según reveló este lunes la encuesta mensual de septiembre del Banco de México (Banxico).

De igual forma, la previsión de crecimiento para 2024 se ajustó a 1.91% tras una estimación anterior del 1.66%, de acuerdo con la media de los 35 grupos de análisis y consultoría nacionales y extranjeros consultados por el Banco central entre el 19 y el 28 de septiembre.

Estas proyecciones se difunden tras revelarse que el PIB creció un 3.6% interanual y un 0.8% trimestral en el segundo trimestre del año, con lo que la economía acumula un crecimiento del 3.7% en lo que va del año, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En contraste, los especialistas consultados por Banxico revisaron ligeramente su perspectiva de inflación general para el cierre de 2023, al elevarla al 4.7% desde una proyección previa del 4.66%.

Esta previsión llega a pesar de que la tasa de inflación se ubicó en 4.64 % en agosto pasado, su menor nivel desde febrero de 2021.

En tanto, la previsión de la inflación para 2024 pasó a un 3.95% desde una tasa previa de 3.98%.

Como factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico en México en los próximos seis meses, los expertos destacaron a nivel general la gobernanza (51%) y las condiciones económicas internas (20%).

A nivel particular señalaron los problemas de inseguridad pública (24%), la ausencia de cambio estructural (12%) y la falta de Estado de derecho (10%).

Sobre el tipo de cambio, los analistas estimaron que el peso cierre 2023 en 17.67 unidades por dólar, menor a la proyección anterior de 17.75 pesos por billete estadounidense. Para el cierre de 2024, calculan ahora que se intercambie en 18.67 unidades por dólar, un dato menor al estimado de 18.70 del mes anterior.

En cuanto al sector externo, para 2023, las expectativas sobre el déficit comercial bajaron a 20,241 millones de dólares desde el anterior de 21,048 millones de dólares. El pronóstico de la inversión extranjera directa (IED) para 2023 creció a una proyección de 37,398 millones de dólares desde una anterior de 36,700 millones de dólares.

La economía mundial crecerá en 2023 a un ritmo del 3% del PIB, indicó este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La nueva previsión de crecimiento es mayor en tres décimas a su anterior proyección, aunque se muestra más prudente para 2024.

“El impacto de una política monetaria más restrictiva es cada vez más visible”, señala el organismo internacional, con sede en París, en su último informe sobre las perspectivas de crecimiento y de inflación en el mundo.

El crecimiento mundial será mayor en 2023 gracias a Estados Unidos, cuya economía podría crecer un 2.2%, 0.6 puntos más respecto a la anterior proyección dada a conocer en junio pasado; además de los países emergentes.

Brasil crecerá este año un 3.2% del PIB (+1.5 puntos); India, un 6.3% (+0.3 puntos); Rusia, un 0.8% (+2.3 puntos); y Sudáfrica, un 0.6% (+0.3 puntos).

Entre los países BRICS, solo China tuvo una revisión a la baja, al 5.1% del PIB (-0.3 puntos).

Del resto de países latinoamericanos analizados, México crecería en 2023 un 3.3%, esto equivale a 0.7 más que la proyección previa; y al 2.5% en 2024, cuatro décimas más para el próximo año, lo que globalmente en esos dos ejercicios supone la revisión más importante de uno de sus países miembros que a su vez forma parte del G20.

El 3.3% de incremento esperado en 2023 es el segundo más elevado entre los miembros de la OCDE que también forman parte del G20, sólo por detrás de Turquía (4.3%).Sobre todo es un ritmo netamente superior al de Estados Unidos (2.2%) y al de Canadá (1.2%), sus principales socios del T-MEC.

En la zona euro, “donde la demanda ya es moderada”, según la OCDE, la expansión será este año del 0.6% (-0.3 respecto a las perspectivas de junio), afectada por Alemania que podría caer en recesión. España registra el crecimiento más fuerte de los principales países del euro, con un 2.3% del PIB (+0.2).

En 2024, la expansión mundial será del 2.7% (-0.2 puntos respecto a la anterior proyección), golpeada todavía por la inflación y las elevadas tasas de interés.

Desde hace más de 18 meses, los bancos centrales de todo el mundo han aplicado fuertes aumentos en las tasas de interés para frenar la inflación, reavivada por la pandemia y la guerra en Ucrania.

El desempeño de la economía del país superó las expectativas en la primera mitad de 2023 para Moody’s Investors Service, por lo que la agencia mejoró este viernes la perspectiva de crecimiento hasta un 3.3% desde el 2.4 % previo.

“La economía de México también superó nuestras expectativas en la primera mitad del año”, señaló la calificadora internacional.

La agencia indicó que la mejora de su perspectiva ocurrió por una combinación del mayor gasto de capital del sector público e inversiones relacionadas con la relocalización de las empresas hacia México, mejor conocido como nearshoring.

Otro factor fue el crecimiento mejor de lo esperado en Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial y destino del 80% de las exportaciones del país.

Moody’s señaló que el dinamismo de la economía mundial se mantendrá por debajo de la tendencia y seguirá desacelerándose durante el resto de 2023 y 2024.

Sin embargo, ubicó a nuestro país entre las cinco economías emergentes que se desmarcaron de sus expectativas dentro del bloque económico denominado G-20, entre India, Brasil, Turquía y Rusia, mismo grupo de países para los que también mejoró su estimación de incremento hasta un 4.3%, desde un 3.9%.

Para 2024, Moody’s mantuvo la misma proyección de crecimiento para el PIB en 1.9% y descartó que el nivel objetivo de la inflación del 3% llegue antes del próximo año.

Entre los factores que podrían afectar al país, mencionó el riesgo de recesión en Estados Unidos, aunque ha disminuido.

Moody’s consideró que se necesita una producción por debajo de la tendencia para reducir de forma duradera la inflación al objetivo del 2% de la Reserva Federal (Fed).

Por otro lado, el reporte identificó al fenómeno de El Niño como un riesgo para la producción agrícola, ya que podría distorsionar los precios de los alimentos.

“En América Latina es probable que El Niño cree condiciones cálidas y secas en partes de Brasil, México, Colombia, Centroamérica y el Caribe a finales de 2023 y principios de 2024, reduciendo la producción agrícola”, indicó.

En tanto, concluyó que también la sólida demanda y los mercados laborales podrían hacer subir los precios a nivel global.