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Esta mañana el presidente Donald Trump afirmó a través de sus redes sociales que daba por terminada la orden aprobada por el ex mandatario Barack Obama y que abría la posibilidad de que personas trasngénero ingresaran a las fuerzas armadas.

 

 

A través de sus redes sociales, el republicano anunció que “después de consultar a mis Generales y expertos militares, por favor tenga en cuenta que el Gobierno de los Estados Unidos no aceptará ni permitirá individuos transgénero sirvan en cualquiera de los servicios del ejército de los Estados Unidos”.

 

 

 

Trump justificó su decisión en la idea de que “nuestro ejército debe centrarse en lo decisivo y abrumado de las victorias y no se puede cargar con los tremendos costos médicos y la interrupción que los transgénero en el ejército implicarían”

 

Hasta ahora la medida ha quedado plasmada únicamente en Twitter, pues se sabe que el secretario de Defensa, James Mattis, se encuentra de vacaciones, por lo que no se ha informado la notificación formal de la polémica decisión

 

 

Foto: Archivo APO

La Administración de Donald Trump vuelve a la polémica, luego de que el Pentágono decidiera suspender la orden de abrir las fuerzas armadas a las personas transgénero. La medida ha sido aplazada hasta el 1 de enero.

 

Tal parece que con Trump al frente, nuestro país vecino tiene dudas sobre la capacidad militar de los transexuales, pues además de mantener la prohibición de reclutarles, ha solicitado un estudio para determinar si su ingreso afecta el desempeño de las tropas.

 

“Desde que estoy en el puesto he enfatizado que el Departamento de Defensa debe medir cada decisión política con un estándar crítico: ¿afectará a la disposición y letalidad de las fuerzas? Dicho de otro modo, ¿cómo influirá en la capacidad militar de defender la nación?”, afirmó el Secretario de la Defensa James Mattis.

 

Con esta medida, el nuevo gobierno revierte una política más impulsada Barack Obama, ya que antes de su presidencia, los transexuales eran clasificados como “desviados sexuales”, por lo que debían ser expulsados, sin embargo bajo su mandato las directrices cambiaron y se permitió su ingreso a las tropas.

 

Con información de El País / Foto: Archivo APO

Este miércoles por la noche, se registró un enfrentamiento entre el Ejército Mexicano y bandas del crimen organizado dedicadas al robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex), en la comunidad de Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac, en Puebla.

 

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó que dos militares fueron asesinados por las bandas delictivas en un primer enfrentamiento y más tarde dos soldados más, y el resto de las bajas fueron huachicoleros de la localidad, como resultado de la prolongación por más de tres horas de persecución con tiroteos en diferentes puntos de la comunidad.

 


Por su parte, en rueda de prensa, el fiscal de Puebla, Víctor Carrancá,  informó que ayer por la noche se inició un operativo en  Palmarito contra huachicoleros, durante la realización del operativo, militares fueron recibidos a balazos; sin embargo, en la medida en que estas agresiones continuaron durante la noche, los  integrantes del operativo repelieron una agresión de un grupo armado con carros blindados con  dejando como saldo:  “hay 4 militares fallecidos y 11 militares heridos, 6 presuntos delincuentes fallecidos, 14 detenidos y  se han decomisado armas de distintos calibres, así como autos blindados”, destacó.

Carrancá añadió que en el sitio de los hechos se estableció un comando para el operativo Palmarito, encabezado por el general Raúl Gómez Segovia, el secretario de seguridad estatal, Raúl Morales Rodríguez y elementos de la comisión de Derechos Humanos.  “Los operativos continuarán en la zona de influencia del triángulo rojo y seguramente tendremos información qué proporcionarles durante los siguientes días”, concluyó.

Finalmente, el gobernador de Puebla, Tony Gali, lamentó la pérdida de vidas durante este operativo y reiteró que los operativos como este se realizarán de forma frecuente. “Esa presencia delictiva está envenenando a familias. Durante el operativo veías a niños y mujeres como escudo de los delincuentes. Iremos trabajando en la reconstrucción de tejido social”, añadió.

 

 

 

Redacción APO/ Foto: Twitter

Luego de que la tarde noche de ayer, el director general de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general José Carlos Beltrán, rechazara enfáticamente los señalamientos públicos, sin especificar nombres, que pretenden descalificar las acciones que realizan los integrantes de las Fuerzas Armadas, el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, respondió al mensaje.

 

El líder hizo esta aclaración, después de que diversos medios de comunicación afirmaran que el mensaje estuvo dirigido a él.

 

 

 

AMLO indicó que la mafia del poder sigue provocando a la ciudadanía, aseguró que se encuentran “preocupados”. Utilizó su mensaje para reiterar que “respetamos a las fuerzas armadas, los soldados son pueblo uniformado, hijos de campesinos y obreros, que están con nosotros…”

 

Aseguró que “no vamos a utilizar la fuerza para enfrentar los problemas sociales, no vamos a reprimir al pueblo con el ejército, no es para eso el ejército, vamos a enfrentar el problema de la inseguridad y violencia, atendiendo las causas…” Enfatizó que la estrategia que utiliza el actual gobierno de México “no ha dado resultados, 10 años, 210 mil asesinatos, seres humanos, un millón de víctimas de la violencia…”

 

 

 

 

Sostuvo que la preocupación de la mafia del poder proviene al saber que Morena va a la cabeza en el Estado de México. Pidió que se “serenen”, pues lo único que pasará en la entidad es “acabar con la corrupción, habrá empleo, bienestar, aumento a pensión de los adultos mayores y habrá seguridad, una de las cosas que padece más el pueblo del Estado de México es la inseguridad…”

 

 

 

 

 

Imagen: Archivo APO

 

El director general de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena),  el general José Carlos Beltrán Benítez, pidió que quien tenga pruebas que muestren lo contrario, las presente ante las autoridades correspondientes.

 

Esta declaración se da luego de que el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador acusara al Ejército por la intervención para la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

 

“Si alguna persona considera contar con pruebas que sustenten las supuestas quejas y acusaciones de las que se ha especulado ante los medios de comunicación, se le hace una atenta invitación para que las presente ante la autoridad competente para que esta proceda conforme a derecho en contra de quien o quienes puedan ser responsables”, indicó el general Beltrán Benítez.

 

“En la Sedena, ante estas descalificaciones, rechazamos enfática y contundentemente estos señalamientos de diversos orígenes”, añadió.

 

Enfatizó que el Ejército no tolera ni encubre ninguna conducta de algún elemento castrense que afecte los derechos de las personas y solicitó de manera por demás enfática que si hay quien considera tener pruebas. “Se le hace una invitación para que las presente ante la autoridad competente para proceder en contra del o los posibles responsables”, concluyó.

 

 

Con información de Noticieros Televisa / Foto: Especial 

Luego de que Andrés Mnauel López Obrador asegurara que a quien se le debía de reclamar por el caso Ayotzinapa, era a las fuerzas armadas y al presidente de la república, el vocero del gobierno de la República, Eduardo Sánchez Hernández, repudió las declaraciones del político.

 

En conferencia de prensa, Sánchez indicó que no es la primera vez que AMLO realiza una acusación falsa contra las fuerzas armadas e invitó mejor a reconocer las tareas que la institución hace para el bien de México. “Como mexicano me indigna muchísimo que se haga una acusación como esta sobre todo porque es falsa; y al ser falsa es rotundamente injusta”.

 

Por su parte, el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong exigió al tabasqueño respeto para el Ejército mexicano; “que salga de su zona de confort y asuma con responsabilidad sus declaraciones y si tiene pruebas, que vaya al Ministerio Público y las señale”.

 

Indicó que “son mexicanas y mexicanos que se prepararon para defender a todos los habitantes, a las familias mexicanos y que en el discurso simplista, las señala, las lastima y no prueba”, por ello coincidió a que se debe brindar respeto y reconocimiento a las fuerzas armadas.

 

 

 

 

Con información de La Silla Rota / Foto: Twitter

 

Por Vidal Llerenas, diputado federal por el Movimiento de Regeneración Nacional

Milenio 

 

 

No se trata de un tema de mezquindad, como se dice. No se trata de negarse a dar al Ejército, ahora, lo que supuestamente pide. De hecho, no existe una iniciativa presentada por el Ejecutivo federal, al que pertenecen las secretarías de Defensa y Marina en materia de seguridad interior. Es decir, no sabemos con precisión la posición del gobierno de la República en el tema.  Desde ahí comienzan las dificultades. Todo inició con dos iniciativas de prominentes legisladores de PAN y PRI.  Las propuestas de l diputado César Camacho y del senador Roberto Gil son sospechosamente coincidentes. Luego se sumó la iniciativa del senador Barbosa, que resoonde a algunas de las críticas a las propuestas anteriores, pero que coincide con ellas en el fondo.

 

Si lo que se pide es aprobar dichas iniciativas, entonces se pide dispensar a las fuerzas armadas de controles y dar pie a situaciones donde pudieran cometerse más violaciones a los derechos humanos. En las propuestas, por ejemplo, se reserva la información derivada de la aplicación de esta ley como materia de seguridad nacional o se considera la posibilidad de obtener información de particulares bajo cualquier medio.

 

Se dice que las propuestas garantizan a las fuerzas armadas un marco jurídico para que realicen una labor que no pidieron hacer, como si en el servicio público fuera válido desempeñar o no un trabajo porque se pide, cuando en realidad depende de las atribuciones y responsabilidades que uno tenga. En todo caso, legislar en materia de seguridad interior es una manera de mantener a las fuerzas armadas en una tarea para la que no están preparados a realizar. Asumámoslo, seguridad interior es un eufemismo para mantener a los militares en acciones de seguridad pública. No es delimitar sus acciones, sino ampliar sus facultades.

 

El concepto de seguridad interior es problemático debido a que establece una categoría confusa entre la seguridad pública y la nacional. Se dice que la seguridad interior se refiere a cuando las instituciones están en riesgo, lo que abarcaría a casi cualquier cosa. Los conceptos como el deber de proteger o que existe un peligro mayor, supranacional, provienen del tipo de políticas asumidas por Estados Unidos después del episodio de las Torres Gemelas.

 

Se parte de la idea de que la ciudadanía tiene que estar dispuesto a perder parte de sus libertardes a cambio de que agencias del Estado, con letalidad mayor a los de las policías, garanticen su seguridad. La idea de seguridad interior corresponde a parte de la narrativa de la guerra contra el narco. Es posible que la continuidad de esa estrategia es la que hayan discutido los secretarios de Estado y del Interior del vecino país con los titulares de Defensa y Marina de México. Se pretende legislar en seguridad interior incluso antes de hacerlo para construir un sistema nacional policial, que garantice la calidad de las policías a lo largo del país.

 

Cabe señalar que es la mejora de los cuerpos policiales y de los de procuración de justicia lo que permitió reducir la violencia en países como Colombia. La Auditoría Superior de la Federación, en su evaluación de la política de seguridad señala fallas serias en la coordinación y desarrollo de políticas policiales que realiza, la Secretaría de Gobernación. Se ha fallado de manera estrepitosa en cumplir con la promesa de tener policías eficaces y, ahora lo que sucede es que los civiles electos se quieren deshacer de las responsabilidad de encargarse de la seguridad pública, el principal problema del país.

 

Además, no existe una facultad expresa del Congreso para legislar en la materia,  por lo que es probable que se trate de una ley inconstitucional. En todo caso, las actividades que realizan las fuerzas armadas tendrían que regularse en la Ley de Seguridad Nacional. En su casco, la acción de las fuerzas armadas o de otro cuerpo de seguridad que tenga que hacer uso de algún tipo de facultad extraordinaria tendría que hacerlo por medio de un  esquema en el que se suspendieran garantías.

 

Dicha suspensión tendría que ser temporal, en un territorio específico, con objetivos concretos y con controles administrativos, judiciales y legislativos. Lo que hoy tenemos es una suspensión de facto de garantías que en nombre de las acciones de seguridad realizan las fuerzas armadas y otras agencias de seguridad.

 

No se trata de negar a las fuerzas armadas el reconocimiento por la labor que realizan por los mexicanos. Tampoco pretender que se retiren en los próximos días de los lugares que actualmente patrullan. Pero tenemos que reconocer que debido a su carácter de instituciones de guerra es muy complicado que combatan al crimen sin maximizar el uso de la fuerza o que pueden realizar acciones de prevención e investigación del delito sin violar derechos fundamentales.

 

Es además falso que las iniciativas que se proponen protejan a los militares. Esto lograría regresándolos a las labores que les son propias. Las actuales iniciativas de ley , no van a liberar a los militares de la obligación de cumplir el debido proceso y el respeto estricto a los derechos humanos. Lo que sí generarían es menos transparencia y menos control por parte de las autoridades civiles.

 

Se urge legislar, en nombre del honor del Ejército, en un concepto etéreo, peligroso y sin que los detalles estén claros sobre la mesa. La pregunta no es si necesitamos esta ley o no, primero hay que responder si queremos seguir con la misma estrategia de militarizar la seguridad. 

 

 

Fue abatido durante un enfrentamiento Juan Francisco Patrón Sánchez, alias el “H2”, uno de los fundadores del Cártel de los Beltrán Leyva en Sinaloa y Nayarit, y presunto responsable de la muerte de cinco militares en septiembre, en Culiacán.

La Secretaría de Marina informó que gracias a informes de inteligencia, se ubicó a Patrón Sánchez en una zona residencial de la colonia Lindavista de Tepec, Nayarit.

Entonces inició un tiroteo. La Marina utilizó dos helicópteros artillados para apoyar desde el aire a los elementos navales en tierra.

 

 

En el operativo participaron también elementos del Ejército y Policia Federal.

 

 

Se informó que siete cómplices de el “H2” también murieron en el lugar.

 

 

Con información y foto de Milenio