Tag

inflación

Browsing

La Junta de Gobierno del  Banco de México (Banxico) elevó este jueves la tasa de interés al 9.25%, el mayor nivel en su historia desde la creación del sistema en 2008.

La decisión de Banxico representa el undécimo incremento consecutivo y el tercero de 75 puntos base ante la inflación más alta de los últimos 22 años en el país.

“La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como la evolución de las expectativas de mediano y largo plazo y el proceso de formación de precios”, indicó Banxico.

Los cinco integrantes de la junta, que aprobaron el aumento por unanimidad, consideraron también “los mayores retos para la conducción de la política monetaria”.

El incremento respondió a las expectativas del mercado tras revelarse la semana pasada que la inflación general subió en la segunda quincena de septiembre hasta el 8.76%, su mayor nivel desde el año 2000.

Con el aumento, el organismo autónomo argumentó que la “política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3 % dentro del horizonte de pronóstico”.

Banxico expuso que los pronósticos para la inflación general y para la subyacente se revisaron al alza para todo el horizonte de pronóstico. Ahora prevé que la inflación general promedie un 8.6% anual en el último trimestre de 2022.

La tasa de inflación no estaría cercana a la meta del 3% hasta el cuarto trimestre de 2024, advirtió el Banco de México, cuando prevé que promedie un 3.1%.

Como riesgos al alza, la Junta de Gobierno enunció la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia, mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto en Ucrania, depreciación cambiaria, entre otros aspectos.

La decisión monetaria se revisará de nuevo el próximo 10 de noviembre por parte de la Junta de Gobierno de Banxico.

De acuerdo a la más reciente encuesta de la firma Ipsos, lo que más les preocupa a los mexicanos es el crimen y la violencia, ambos en clara referencia a la inseguridad que se vive en el país, pese al discurso del presidente López Obrador que afirma que van por buen camino en dicha área.

Ipsos añade que el 53% de los encuestados consideró estos puntos como los problemas más preocupantes.

El segundo dilema para los mexicanos es la inflación. El aumento en la preocupación respecto a este tema de un mes a otro fue más significativo, ya que subió 10 puntos llegando a un 43%.

Además de que la preocupación por la inflación ha aumentado por decimotercer mes consecutivo, es el problema mundial número uno en 11 países. En promedio, casi cuatro de cada diez (39%) habitantes dicen que este es un asunto importante que enfrentan día a día.

La tercera preocupación para los mexicanos resultó ser el desempleo con un 37%, tópico que se relaciona con temas económicos al igual que la inflación.

En cuanto a la dirección que están tomando los países con sus gobernantes actuales, dos de cada tres personas (65%) cree que su país va en la dirección equivocada, los argentinos son los menos optimistas al respecto con 91% de los entrevistados preocupados, le siguen Sudáfrica y Perú.

En nuestro país más de la mitad (57%) de los encuestados respondieron que el país va en dirección equivocada y un 70% consideran que la situación económica en el país es mala.

En cuanto a la pandemia de COVID-19, nueve de los 28 países encuestados que se muestran preocupados por el tema  experimentaron un aumento mensual en agosto. Los países que encabezan esta lista son Japón (50%), Corea del Sur (37%) y Australia (30%). México se ubica en el noveno lugar general con un 19% de encuestados preocupados.

Los precios al consumidor Subieron más de lo esperado en la primera quincena de septiembre, según cifras oficiales divulgadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

los precios al consumidor subieron un 0.41% a la primera quincena de septiembre, superando las expectativas que el mercado tenía, ya que de acuerdo a un sondeo realizado por la agencia Reuters, se esperaba un aumento del 0.36%.

En tanto, la inflación anual se ubicó en 8.76%, casi en línea con la registrada en el periodo anterior, que fue de 8.77%, y que también rebasó el pronóstico que había que era de 8.71%.

A partir de estas cifras, la inflación se mantiene en máximos en cerca de 22 años, y refuerza las expectativas de que el Banco de México (Banxico) incremente las tasas de interés en su próxima reunión de política monetaria, programada para la siguiente semana.

Y es que la inflación lleva 37 quincenas consecutivas por encima del rango objetivo de Banxico, que es del 3%, +/- un punto porcentual.

La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina algunos productos de alta volatilidad, subió un 0.44% en la primera quincena de septiembre, quedando en 8.27% en términos anuales.

Al interior del índice subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías incrementaron 0.50% y los de servicios, 0.36%

Dentro del índice no subyacente, a tasa quincenal, los precios de los productos agropecuarios crecieron 0.86% y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno retrocedieron 0.14%.

El dato se conoce luego de que ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunciara su tercer aumento consecutivo de la tasa de interés en tres cuartos de punto porcentual, y advirtió de una alta probabilidad de al menos un movimiento más de ese tamaño en lo que resta del año.

Mientras la Fed colocó la tasa de interés en un rango de entre el 3% y 3.25%, el nivel más alto desde 2008, la tasa de interés en México se ubica en un récord de 8.5%.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles un aumento en la tasa de interés de 0.75 puntos base, el quinto aumento desde marzo pasado, y el tercero consecutivo de tres cuartos de punto, en un nuevo intento de controlar la inflación.

El banco central estadounidense cumplió las expectativas de los economistas y la tasa de interés de la mayor economía del mundo pasa a situarse en un rango de entre el 3% y el 3.25%, el nivel más alto en los últimos 14 años.

Además, la entidad espera que la tasa de desempleo suba a 3.8% este año y se ubique en 4.4% en 2023. En tanto, se apunta que la inflación regresará lentamente al objetivo de 2% de la Fed en 2025.

Tras una reunión de dos días, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed tomaron la decisión, que fue justificada por el presidente de la Reserva, Jerome Powell, en una rueda de prensa.

“Con la acción de hoy, hemos elevado las tasas de interés en tres puntos porcentuales este año, en algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos”, añadió.

Powell indicó que lo adecuado es seguir haciendo “más aumentos de tipos de interés en el futuro”, hasta que la inflación esté controlada. En ese sentido, dijo que será necesaria una postura de política monetaria restrictiva por un tiempo.

En diversos actos públicos en las últimas semanas, Powell había venido insistido en la necesidad de que la Fed continuara con una política monetaria restrictiva para bajar los precios y evitar que los ciudadanos enfrenten una alta inflación, que en agosto se situó en el 8.3%.

En México, con una inflación en niveles no vistos en los últimos 20 años, se prevé que el Banco de México pueda seguir los pasos de la Fed, aplicando un nuevo aumento de 75 puntos para ubicar la tasa de interés en 9.25% desde el 8.50% en que se encuentra actualmente.

La decisión de la Junta de Gobierno de Banxico se conocerá el próximo jueves 29 de septiembre.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) informó sobre una reunión que sostendrá hoy con productores y distribuidores de alimentos, “los más importantes” del país, para analizar medidas de contención de la inflación, ante el aumento de precios que se ha registrado.

Y es que a pesar de que el gobierno anunció un plan antiinflación en mayo pasado, los precios han seguido aumentando y el indicador alcanzó en agosto a su nivel más alto en casi 22 años, un 8.70% anual.

“Ahí vamos avanzando; no hay que descuidarnos, atender el problema de la inflación, que se tiene control en energéticos, pero nos falta control, reducir los precios de alimentos. (…) Vamos a tomar una serie de medidas para buscar que no aumenten los precios de los productos básicos”, dijo el mandatario.

Detalló que espera que las compañías no suban los precios e incluso los bajen para 24 productos que integran la canasta básica, particularmente de la tortilla.

En ese sentido, López Obrador dio a conocer que la empresa Maseca, cuyo director estará presente en la reunión de hoy, se comprometió a no aumentar el precio de la harina de maíz al menos hasta febrero de 2023.

“Ya nos mandó decir el director de Maseca que se compromete a que no haya aumento en harina de maíz cuando menos hasta febrero (2023) y eso es importante porque estamos hablando de la tortilla y de quien distribuye como el 80 por ciento de la harina de maíz que se distribuye en las tortillerías”, dijo el mandatario.

López Obrador aprovechó el tema para asegurar que la economía del país se encuentra en condiciones favorables gracias a la administración responsable del presupuesto, que se han aplicado medidas de austeridad y no se ha permitido la corrupción o la condonación de impuestos a grandes empresarios.

“Nuestra economía es sólida, nuestras finanzas son sólidas. Nos ayudó mucho el combate a la corrupción, que se terminaran los privilegios fiscales, porque ahora tienen que pagar los que antes no pagaban y es bastante, por eso no se nos cayó la recaudación”, afirmó.

AMLO afirmó que hay gobernabilidad y paz social en el país, cualidades que afianzan la confianza de inversionistas. Además, resaltó que México forma parte del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y no se ha solicitado deuda adicional a pesar del contexto internacional adverso.

El mundo puede estar acercándose a una recesión global a medida que los bancos centrales aumentan simultáneamente las tasas de interés para combatir la inflación, advirtió este jueves el Banco Mundial (BM).

Las tres economías más grandes del mundo: Estados Unidos, China y la zona euro, se han desacelerado drásticamente, e incluso un “impacto moderado en la economía global durante el próximo año podría llevarla a una recesión”, afirmó el banco en un nuevo estudio.

El Banco Mundial dijo que la economía global ahora estaba en su desaceleración más pronunciada luego de una recuperación posterior a la recesión desde 1970, mientras que la confianza del consumidor cayó más drásicamente que en el período previo a las recesiones globales anteriores.

“El crecimiento global se está desacelerando bruscamente, y es probable que se desacelere aún más a medida que más países caigan en recesión”, dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass, y agregó su preocupación de que estas tendencias persistan, con consecuencias devastadoras para las economías de mercados emergentes y en desarrollo.

Es probable que los aumentos sincronizados de las tasas de interés en curso a nivel mundial y las medidas de políticas monetarias relacionadas continúen hasta entrado el próximo año, pero podrían no ser suficientes para hacer que la inflación vuelva a los niveles vistos antes de la pandemia de COVID-19, recalcó el banco.

A menos que disminuyan las interrupciones del lado de la oferta y las presiones del mercado laboral, la tasa de inflación subyacente mundial, sin incluir la energía, podría permanecer en alrededor del 5% en 2023, casi el doble del promedio de los cinco años antes de la pandemia.

Para reducir la inflación, es posible que los bancos centrales deban aumentar las tasas de interés en 2 puntos porcentuales más, además del aumento de 2 puntos porcentuales ya visto sobre el promedio de 2021, dijo.

Sin embargo, un aumento de ese tamaño, junto con la tensión en los mercados financieros, reduciría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial a 0.5% en 2023, o una contracción de 0.4% en términos per cápita, lo que cumpliría con la definición técnica de una recesión mundial, agregó.

Malpass dijo que las autoridades deberían cambiar su enfoque de reducir el consumo a impulsar la producción, incluidos los esfuerzos para generar inversiones adicionales y aumentos de productividad.

La inflación en Estados Unidos continúa a la baja y la tasa interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó dos décimas en agosto, hasta el 8.3%, aunque en términos mensuales los precios subieron una décima respecto a julio pasado.

La disminución mensual del 10.6% en el precio de la gasolina no fue suficiente para compensar el aumento de otros productos, como los alimentos, cuyos precios continúan al alza, según los datos publicados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos.

Esta es la segunda baja continua de la tasa interanual de inflación, que en junio alcanzó su cifra más alta en cuarenta años, ubicándose en 9.1%, y un mes después bajó al 8.5%.

La disminución reportada da un pequeño respiro a la economía estadounidense, que a finales de julio entró en lo que los expertos consideran una recesión técnica al encadenar dos trimestres de caídas del PIB.

Sin embargo, ese diagnóstico no fue compartido por La Casa Blanca, quien este martes dijo que los datos de hoy muestran el “progreso” de la economía estadounidense reduciendo el problema global de la inflación.

“En general, los precios se han mantenido esencialmente estables en nuestro país estos últimos dos meses: esa es una buena noticia para las familias estadounidenses, aunque aún hay mucho trabajo por hacer”, apuntó el presidente en un comunicado.

Así, “llevará más tiempo y determinación reducir la inflación”, reconoció Biden, quien recordó su recientemente aprobada Ley para la Reducción de la Inflación, con la que prevé reducir los precios a largo plazo, con inversiones centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y en reducir las emisiones de gases contaminantes.

Los datos ofrecidos por BLS destacan que mientras que en julio los precios se mantuvieron estables a nivel mensual, en agosto registraron un aumento de una décima.

De hecho, todos los conceptos subieron menos los vehículos usados, cuyo precio bajó una décima, y la energía, que en su conjunto descendió el 5%. La gasolina bajó el 10.6% (aunque registra una subida interanual del 25.6%), mientras que la electricidad subió el 1.5% y el gas el 3.5%.

La elevada inflación sigue siendo la principal preocupación del gobierno de Biden y también de la Reserva Federal, que el pasado 27 de julio volvió a subir la tasa de interés en 75 puntos base, la cuarta subida consecutiva y la segunda de la misma magnitud.

La pasada semana, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, insistió en la necesidad de que la Fed continúe llevando a cabo una política monetaria restrictiva para bajar los precios, con el fin de evitar que los ciudadanos acaben acostumbrándose a la alta inflación.

La inflación anual llegó en agosto a su nivel más alto en 22 años, según cifras oficiales divulgadas el jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación del 0.70% en agosto respecto al mes previo, para llevar a la inflación general anual al 8.70%.

Así, la inflación se encuentra en su nivel más alto desde diciembre de 2000, cuando fue del 8.96%. En el mismo mes de 2021, la inflación mensual fue del 0.19% y la anual del 5.59%.

En tanto, la inflación subyacente registró un alza del 0.8% mensual y del 8.05% anual. Dicha tasa mensual mostró un aumento del 1.14% para las mercancías y del 0.39% para los servicios.

Hasta agosto pasado, la inflación subyacente sumó 72 meses por arriba del 3%. Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Grupo Financiero Base apuntó que la última vez que se ubicó en 3% fue en agosto del 2016.

Para dimensionar el dato dada a conocer hoy por el INEGI: la inflación de agosto pasado es 3.11 puntos porcentuales mayor a la de agosto del año pasado, cuando se ubicaba en 5.59%. En tanto, la inflación mensual de agosto fue 3.68 veces la inflación de agosto del año pasado cuando se ubicó en 0.19%.

De acuerdo con diversos analistas, el dato dado a conocer este jueves orillaría a que el Banco de México (Banxico) suba en 75 puntos base su tasa de interés, para ubicarla en un máximo histórico de 9.25%.

A principios de agosto, Banxico aumentó, por décima vez consecutiva, su tasa referencial a un máximo histórico del 8.5%, en un nuevo intento por contener la inflación, que ha tocado su nivel máximo en más de 20 años.

La semana pasada el Banco de México aumentó sus expectativas para la inflación del 2022 advirtiendo que los efectos de choques sobre los precios podrían prolongarse e incluso agudizarse y reiteró que la magnitud de futuros incrementos a la tasa clave de interés tomarían en cuenta las condiciones prevalecientes.

El Banco de México (Banxico) ajustó este miércoles al alza sus previsiones para la inflación general y subyacente de 2023.

Al presentar el Informe Trimestral correspondiente a abril- junio de este año, la Junta de Gobierno advirtió que los efectos de choques sobre los precios podrían tener una duración mayor a la estimada o incluso agudizarse.

Con esto, el banco central prevé ahora que la inflación general alcance un 8.1% en el cuatro trimestre de 2022 y la subyacente, un 7.6%. La estimación previa era de 6.4% para la general y de 5.9% para la subyacente.

Para el cierre del próximo año, la estimación de inflación se mantuvo en 3.2%.

“Dado el entorno de elevada incertidumbre, no puede descartarse la posibilidad de que los efectos de los choques sobre la inflación tengan una duración mayor a la estimada, de que se agudicen o de que ocurran nuevos choques que la presionen al alza”, dijo Banxico en su informe.

Ante los riesgos inflacionarios, que ha tocado máximos de más de 20 años, a inicios de mes Banxico aumentó su tasa referencial a un máximo histórico del 8.5%.

Al respecto, Banxico insistió en que, en las siguientes decisiones de política monetaria, valorará la magnitud de los ajustes al alza en la tasa de referencia de acuerdo con las circunstancias prevalecientes.

A pesar del menor dinamismo económico esperado para el segundo semestre del año, la expectativa de crecimiento del PIB para 2022 se mantiene sin cambios respecto del informe previo, apuntó Banxico, como resultado de un crecimiento de la economía mayor al anticipado en el segundo trimestre.

Sin embargo, redujo drásticamente su estimación de crecimiento del PIB para 2023 a 1.6% desde el 2.4% previo. “La revisión para 2023 refleja el escenario más adverso que se espera que la economía mexicana enfrente para su crecimiento”, añadió Banxico.

La tasa de inflación subió en la primera quincena de agosto hasta el 8.62% anual, el índice más alto para un periodo igual desde el año 2000, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El aumento se explica por un incremento de 0.42 % en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) respecto a los 15 días anteriores, según detalló el organismo.

El dato anual de esta primera quincena de agosto supone también un incremento frente al dato de todo el mes de julio, cuando la inflación se ubicó en 8.15 % interanual, su entonces mayor nivel desde el 2000.

El Inegi recordó que en la misma quincena de 2021, la inflación quincenal fue de -0.02% y la tasa anual quedó en 5.58%.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó un 0.49% quincenal y un 7.97% anual; mientras que el índice no subyacentes subió un 0.22% a tasa quincenal y un 10.59% interanual.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron 0.72% en la primera quincena de agosto y un 10.43% anual, mientras que los servicios crecieron un 0.22% quincenal y 5.16% anual. En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 0.45% respecto al periodo inmediato anterior y un 14.5% frente al mismo lapso del año pasado. En tanto, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se elevaron un 0.03% en la primera quincena y un 7.48% anual.

Por último, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo, conformada por 176 productos y servicios, escaló un 0.61% quincenal y un 9.48% a tasa anual.

Recordemos que los precios al consumidor cerraron 2021 con un aumento del 7.36%, un nivel no visto en 20 años por la alza de insumos básicos como los agropecuarios o la energía. La inflación de 2020 cerró en un 3.15%, mientras que en 2019 fue del 2.83% y en 2018 los precios al consumidor se elevaron un 4.83%.

La meta del Banco de México (Banxico) es del 3% anual, por lo que, para contener la inflación, el banco elevó el 11 de agosto la tasa de interés al 8.5%, lo que representa el décimo incremento consecutivo del objetivo.

Banco de México (Banxico) elevó este jueves la tasa de interés al 8.5%, el décimo incremento consecutivo y el segundo de 75 puntos base, con el objetivo de hacer frente a la inflación más alta de las últimas dos décadas en el país.

“La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como la evolución de las expectativas de mediano y largo plazo y el proceso de formación de precios”, indicó Banxico en su comunicado.

Los cinco integrantes de la Junta de Gobierno, que aprobaron el aumento por unanimidad, tomaron en cuenta “los mayores retos para la conducción de la política monetaria”.

El incremento estaba dentro de las expectativas del mercado tras revelarse el martes pasado que la inflación general subió en julio hasta el 8.15%, su mayor nivel desde el año 2000, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Banxico indicó que la política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta del 3%, dentro del horizonte de pronóstico, que por el momento se prevé sea en el cuarto trimestre de 2023.

Banxico advirtió del “apretamiento de las condiciones financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre, las presiones inflacionarias acumuladas de la pandemia y del conflicto geopolítico (Rusia-Ucrania), y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación”.

Adicional, las expectativas de inflación para 2022 volvieron a incrementarse. Banxico prevé ahora que la inflación general promedie un 8.1% anual en el último trimestre de 2022 tras la expectativa anterior de 7.5%.

El precio de un galón de gasolina (3.78 litros) en Estados Unidos cayó este jueves por debajo de 4 dólares por primera vez desde marzo, una señal de que las presiones inflacionarias para los consumidores están disminuyendo.

Según publicó este jueves la federación de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA), el precio medio de un galón en las gasolineras del país se situó en 3.99 dólares.

Es un precio 81 centavos más alto por encima que hace un año, pero está por debajo del pico de 5.02 dólares que se alcanzó a mediados de junio.

El promedio nacional incluye una amplia gama de precios, desde casi 5 dólares por galón en Oregón y Nevada hasta alrededor de 3.50 dólares en Texas y Oklahoma.

La caída es fruto de una demanda más débil, ya que los altos costos han mantenido a algunos conductores alejados de las carreteras; así como de una caída en los precios mundiales del petróleo en los últimos meses y del hecho de que algunos estados hayan suspendido temporalmente su impuesto a la gasolina.

Los costos más altos de energía han sido un importante impulsor de la inflación, que se encuentra en el nivel más alto en más de 40 años.

Ayer, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) anunció que la inflación de Estados Unidos se tomó un respiro en julio al situar su tasa interanual en el 8.5%, 6 décimas menos que en junio.

Con respecto al mes anterior, los precios de consumo se mantuvieron estables (0%) gracias principalmente a la caída de los precios de la gasolina, que fue del 7.7% en julio.

No obstante, la elevada inflación sigue siendo la principal preocupación de la Reserva Federal (Fed), que el pasado 27 de julio volvió a subir la tasa de interés, que ahora se encuentran entre el 2.25% y el 2.50%.

Analistas señalan que el banco central tiene previsto volver a subir las tasas de interés en su reunión de septiembre, aunque esperan ya no sea de 75 puntos base.

Tal como diversos analistas lo habían adelantado, la inflación de Estados Unidos registró un ligero descenso, al reportar una tasa interanual de 8.5%, seis décimas menos que lo registrado en junio, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

Respecto al mes anterior, los precios de consumo se mantuvieron estables (0%), gracias principalmente a la caída de los precios de la gasolina, que fue del 7.7% en julio.

En su conjunto, los precios de la energía se redujeron 4.6% el mes pasado. Y, mientras la gasolina y el gas bajaron, el precio de la electricidad aumentó, al igual que los precios de los alimentos, que se siguieron encareciendo, 1.1% en un mes.

La inflación subyacente, que mide el aumento de los precios de consumo quitando los de mayor volatilidad, se situó en una tasa interanual del 5.9%, equivalente a un aumento mensual del 0.3.

La baja de la tasa de inflación, que en junio había alcanzado su cifra más alta en cuarenta años, da un pequeño respiro a la economía estadounidense, que a finales de julio entró en lo que los expertos consideran una recesión técnica al encadenar dos trimestres de caídas del Producto Interior Bruto (PIB).

Sin embargo, dicho diagnostico no fue compartido por el gobierno estadounidense, que no cree que el país se encuentre en un escenario de recesión dada la robustez de su economía, especialmente de su mercado de trabajo, que registra una tasa de desempleo del 3.5%.

En cualquier caso, la elevada inflación sigue siendo la principal preocupación de la administración Biden, y también de la Reserva Federal (Fed), que el pasado 27 de julio volvió a subir la tasa de interés, que ahora se encuentran entre el 2.25% y el 2.50%.

La inflación de México se aceleró en julio más de lo esperado y alcanzó un nuevo máximo en más de 21 años, confirmando las perspectivas de que el Banco de México (Banxico) continuará endureciendo su política monetaria el resto del año.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 8.15% a tasa interanual, un nivel no visto desde diciembre del 2000, de acuerdo con cifras divulgadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Analistas consultados por Reuters anticipaban una inflación de 8.13%.

Recordemos que Banco de México, que tiene un objetivo permanente de inflación de un 3% +/- un punto porcentual, ha aumentado la tasa de interés referencial en 375 puntos básicos en sus últimas nueve reuniones de política monetaria, hasta su nivel actual de un 7.75%.

Su siguiente decisión está programada para el jueves próximo y el mercado anticipa una nueva alza de 75 puntos base. De concretarse, la tasa cerraría 2022 en un 9.5%, según los pronósticos.

La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, registró un avance de 0.62% mensual e interanual del 7.65%, también por encima de las expectativas de un 7.60%. La cifra, de igual forma, fue la más alta desde diciembre de 2000.

El índice de precios no subyacente aumentó 1.09% a tasa mensual y 9.65% a tasa anual. Al interior del índice subyacente, a tasa mensual, los precios de las mercancías incrementaron 0.72% y los de servicios, 0.50%, mientras que dentro del índice no subyacente, a tasa mensual, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.64% y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, 0.63%.

Los demócratas impulsaron este fin de semana la aprobación en el Senado de un paquete económico, disputado acuerdo que resulta menos ambicioso que la visión original del presidente Joe Biden, pero que de igual forma cumple con los objetivos del partido de desacelerar el calentamiento global, moderar los costos farmacéuticos y gravar a las enormes compañías

Ahora el paquete por aproximadamente 740,000 millones de dólares se encamina a la Cámara de Representantes, donde los legisladores están listos para respaldar las prioridades de Biden. Lo que parecía una iniciativa perdida y destinada al fracaso, recuperó en los últimos días fuerza en la política.

Los demócratas se mantuvieron unidos en una votación que se resolvió 51-50 gracias al voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris.

“Hoy, los senadores demócratas se han puesto del lado de las familias estadounidenses en lugar de los intereses especiales”, dijo el presidente Joe Biden en una declaración desde Rehoboth Beach, Delaware. “Me postulé a la presidencia prometiendo que el gobierno volvería a funcionar para las familias trabajadoras, y eso es lo que hace este proyecto de ley, punto”.

Biden llamó por altavoz al guardarropa del Senado durante la votación para agradecer personalmente al personal por su duro trabajo.

El presidente instó a la Cámara de Representantes a aprobar el proyecto de ley lo antes posible. La presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi dijo que “se moverá rápidamente para enviar este proyecto de ley al escritorio del presidente”. Se tiene previsto que la Cámara de Representantes vote este mismo viernes.

“Ha sido un camino largo, difícil y tortuoso, pero al fin, al fin hemos llegado”, señaló el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, antes de la votación final. “El Senado está haciendo historia. Estoy seguro de que la Ley de Reducción de la Inflación perdurará como una de las medidas legislativas definitorias del siglo XXI”, añadió.

Los senadores participaron en una maratónica sesión de votaciones que comenzó el sábado y se prolongó hasta el domingo por la tarde. Los demócratas rechazaron unas tres docenas de enmiendas republicanas que pretendían hundir la ley. Frente a la oposición unánime de los republicanos, la unidad demócrata en la cámara, que está dividida al 50%, se mantuvo en la senda de una victoria que eleva la moral a tres meses de las elecciones, en las que está en juego el control del Congreso.

El proyecto de ley tuvo problemas a mediodía por las objeciones al nuevo impuesto mínimo de sociedades del 15%, que no gustó a las empresas de capital riesgo y a otros sectores, lo que obligó a introducir cambios de última hora.

A pesar del momentáneo contratiempo, la “Ley de Reducción de la Inflación” ofrece a los demócratas un escaparate de la temporada electoral para actuar sobre objetivos codiciados. Incluye el mayor esfuerzo federal de la historia en materia de cambio climático, con cerca de 400,000 millones de dólares: limita a 2,000 dólares anuales los gastos de bolsillo de los medicamentos para los los adultos mayores con Medicare y prorroga los subsidios por vencer y que ayudan a 13 millones de personas a costear un seguro médico, y lo que los demócratas dicen es la inversión más significativa de la historia para combatir el cambio climático, de unos 375,000 millones de dólares durante la próxima década.

Mediante el aumento del impuesto de sociedades, todo el paquete se paga, con unos 300,000 millones de dólares de ingresos adicionales para la reducción del déficit.

Con apenas poco más de la décima parte del arcoíris inicial de 10 años y 3,5 billones de dólares de su la iniciativa de Biden Build Back Better, el nuevo paquete abandona las propuestas anteriores de preescolar universal, licencia familiar pagada y ampliación de la ayuda al cuidado infantil.

Recordemos que ese plan se vino abajo después de la oposición del senador conservador Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, quien argumentó que era demasiado costoso y avivaría la inflación.

Analistas no partidistas han dicho que la “Ley de Reducción de la Inflación” tendría un efecto menor en el aumento de los precios al consumidor.

Los republicanos afirmaron que la nueva medida socavaría una economía que los encargados de formular políticas se esfuerzan por evitar que caiga en la recesión. Dijeron que los impuestos a las empresas incluidos en el proyecto de ley perjudicarían la creación de empleos y harían que los precios se dispararan, lo que complicaría a la población hacer frente a la peor inflación del país desde la década de 1980.

“Los demócratas ya han robado a las familias estadounidenses una vez a través de la inflación, y ahora su solución es robar a las familias estadounidenses una segunda vez”, argumentó el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.

El plan del gobierno federal para tratar de contener la creciente inflación ha costado casi 575,000 millones de pesos al Estado, y ha logrado mantener al indicador 2.6 puntos por debajo de su nivel.

Fue el titular de la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, dijo que del monto total del costo del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) unos 430,000 millones de pesos han sido por el subsidio a las gasolinas y 73,000 millones de pesos a la electricidad doméstica.

Además, se destinan a la seguridad alimentaria 68,000 millones; a Sembrando Vida 29,000 millones; a la producción para el Bienestar 14,000 millones; precios de garantía a productos alimentarios básicos 1,1000 millones, y a fertilizantes 5,200 millones.

“Sin este paquete, la inflación habría sido 2.6 puntos porcentuales mayor a lo que hoy es de 8.16% por eso es que entre otras razones la inflación de México es menor a la de otros países”, dijo Ramírez de la O al participar en la conferencia de Palacio Nacional. Según la proyección que hizo, la inflación se ubicaría en 10.76%.

Agregó que como hay “buenos resultados” serán reforzados algunos puntos al programa, como no aumentar los costos de los energéticos; acelerar la apertura a las importaciones de bienes básicos; limitar las exportaciones de maíz blanco para tener una reserva estratégica y asegurar acuerdos con Estados Unidos para asegurar más leche y fertilizantes.

Destacó que la canasta básica, integrada por 24 productos, se ha estabilizado en el período que lleva activo el PACIC, propiciando que la inflación sea más baja que en otros países como Estados Unidos.

Ramírez de la O también dijo que gracias al PACIC el salario mínimo se mantiene en 8 mil 943 pesos, ya que si no hubieran los apoyos habría caído un 12%.

Recordemos que a inicios de mayo, López Obrador lanzó el plan temporal para hacer frente a la inflación, mismo que fue pactado con las principales empresas de alimentos del país y que incluyó la promesa de aumentar la producción de granos como el maíz y el frijol, así como el arroz y descartó la aplicación de controles de precios.

El mandatario dijo entonces que el PACIC buscaría garantizar que la canasta básica de alimentos tuviera un “precio justo”, mientras que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseveró que las medidas tendrían una duración inicial de seis meses prorrogables.

No obstante, la inflación no ha dado tregua y se ubicó en un 8.16% hasta la primera mitad de julio, alimentando las expectativas de que el banco central vuelva a aumentar su tasa clave de interés, que analistas prevén cierre el año en un 9.5%.