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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) calificó de “pesadilla” las revelaciones sobre sobornos y corrupción que revelara el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, en su denuncia de hechos que presentó ante la Fiscalía General (FGR).

“Me estaba yo desvelando y no quería tener pesadillas por lo que estaba yo leyendo, porque sí está escandalosa. (…) Es mucho más fuerte (que una serie de televisión). Es una denuncia muy grave”, dijo López Obrador al ser cuestionado sobre si ya había leído el documento.

En la denuncia, Lozoya revela nombres y montos de sobornos que ordenaron el expresidente Enrique Peña Nieto y su entonces colaborador, Luis Videgaray. Precisa los monto que legisladores de opositores, principalmente del PAN, recibieron a cambio de apoyar las reformas estructurales.

En la denuncia señala a al menos 16 personas entre estas a Peña Nieto, al exmandatario Felipe Calderón, e incluso al
expresidente Carlos Salinas de Gortari. También a Ricardo Anaya quien ya ha anunciado que tomará medidas legales, a secretarios de estado y altos funcionarios de las pasadas administraciones.

López Obrador aseguró que ya tenía “conocimiento” de la denuncia y, a su modo de ver, “todo indica” que el documento no es “apócrifo”. Admitió que no terminó de leerla pues además de ser extensa, no quería tener “pesadillas”. Aseguró que lo que revela, de ser cierto, es “muy grave”.

“No significa que todo lo que ahí se dice sea cierto, falta que la autoridad, en esta caso la Fiscalía, recabe todas las pruebas que ahí se ofrecen”, puntualizó el presidente.

Tal como lo ha manifestado en los últimos días, López Obrador confió en que se llame a los involucrados que se mencionan en la denuncia a declarar.

“Que no haya ocultamiento de la información, que no se manipule y no haya silencio. Que se sepa todo”, subrayó el presidente, quien dijo desconocer quién filtró la denuncia.

Uno de los personajes más señalados por Emilio Lozoya en su denuncia de hechos es Luis Videgaray, cercano colaborador del expresidente Enrique Peña Nieto (EPN), y a quienes el exdirector de Pemex señala como los responsables de orquestar redes de corrupción durante la pasada administración.

Y aunque Videgaray había decidido no hablar sobre lo señalamientos que se han hecho en su contra, este jueves emitió un comunicado a través de sus redes sociales en el que rechaza los dichos de Lozoya.

“Las múltiples imputaciones que me hace Emilio Lozoya son falsas. Además, son absurdas, inconsistentes y temerarias”, expuso el exsecretario de Hacienda.

Dijo que lo dicho por Lozoya son mentiras inventadas para intentar librar las consecuencias de sus propios actos. Aseguró que el único responsable de la grave situación legal que enfrenta toda su familia es el propio Emilio Lozoya.

Videgaray señala que no le sorprende los actos de Lozoya, pues el culpar a otros para salvarse, es una actitud que corresponde con su personalidad.

Tampoco se dijo sorprendido de que Lozoya lo intente culpar de sus actos indebidos, pues “es ampliamente sabido” que no llevaban una buena relación desde que colaboraron, debido al mal manejo financiero que Lozoya hizo de Pemex.

El también exsecretario de Relaciones Exteriores indicó que está atento del requerimiento que la autoridad le pudiera hacer, para contribuir al esclarecimiento de los hechos.

“No voy a permitir que por una venganza política se me difame, y por ello habré de dirimir estos temas y defender mi honorabilidad a través de las instancias jurídicas correspondientes”, remató Videgaray.

En medio del escándalo que ha desatado la filtración de la denuncia de Emilio Lozoya, la dirigencia nacional del PRI afirmó que es inaceptable cualquier tipo de corrupción, por lo que dijo, el exdirector de Pemex debe pagar por sus delitos.

El tricolor informó que presentará una denuncia contra Lozoya Austin, pues dijo “somos víctimas y queremos que devuelva todo lo que indebidamente recibió”.

Lamentó que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) haya abierto el caso de Odebrecht y no haya consignado a nadie.

Alejandro Moreno, dirigente del PRI, sostuvo que no hay un solo documento que evidencie que en las cuentas del partido entró dinero adicional como lo establece la ley.

Le corresponderá, dijo, a los que son señalados de recibir sobornos aclarar lo pertinente. Pidió que lo que se tenga que investigar sea haga de manera clara y puntual.

Por su parte el Partido Acción Nacional (PAN), a quien pertenecen la mayoría de los involucrados en la denuncia de Lozoya, también reaccionó y emitió una postura.

Acusó que el “delincuente confeso”, Emilio Lozoya, hoy es un aliado estratégico del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para denigrar a Acción Nacional, pues es la alternativa frente al fracaso del gobierno morenista.

Dijo que todo se trata de un tema político, ya que es el PAN quien le puede ganar a Morena en el 2021. Señaló que Lozoya está dispuesto a declarar cualquier cosa con tal de no ir a la cárcel.

El blanquiazul pidió a AMLO y la Fiscalía General de la Repúlica (FGR) que Emilio Lozoya vaya a la cárcel por todo el desfalco que provocó en Pemex, para que pague por sus hechos.

También solicitó que se inicie un proceso penal contra Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray; solicitó que se abran expedientes de investigación contra todos los casos de corrupción del actual gobierno federal.

“Que el Presidente se concentre en atender la profunda crisis sanitaria y económica y desista de su burdo intento por dañar a la oposición en México”, remató el PAN.

Tras la filtración de la denuncia de hechos, íntegra, que presentó Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República (FGR), se pudo conocer los nombres de los acusados por el exdirector de Pemex de recibir sobornos o ser beneficiados por Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray.

En la denuncia, se señala directamente, por nombre y apellido, a diversos personajes de la política, el ámbito empresarial y periodístico.

Ante los señalamientos, muchos de los señalados se han posicionado y han respondido a las acusaciones.

La periodista Lourdes Mendoza, a quien Lozoya señala de recibir “regalos” de Luis Videgaray, aseguró que son absolutamente falsas las acusaciones en su contra.

“Que lo pruebe. Mis columnas hablan por mi, por mi hija, mi trabajo y mi dignidad. Me voy a defender hasta las últimas consecuencias y lo demandaré”, señaló Mendoza en referencia a Lozoya Austin.

En entrevista con Radio Fórmula, la periodista aseguró que tal como se dice, “el que nada teme, nada debe”, por lo que está dispuesta a dar la cara. Afirmó que muestra de ello, es que fue la primer periodista, en el sexenio de Peña Nieto, en hablar sobre los actos de corrupción que se llevaban a cabo al interior de Pemex.

Además, dijo que a Luis Videgaray siempre lo criticó. “Le escribí no mal, lo que le sigue”, debido a la reforma fiscal que defendió el secretario, y que ella consideró atentaba contra todos los contribuyentes.

Entre risas, dijo que a ella nunca le llegó la supuesta bolsa que Videgaray ordenó comprarle. “Mi trabajo si habla por mí, y su trabajo también habló por él, y ahí están los dichos y los números de cada quien”.

Por su parte el excandidato presidencial, Ricardo Anaya, dijo que los señalamientos de Lozoya en su contra son “absolutamente falsas”.

Indicó que las acusaciones, además de falsas, son absurdas, pues “no resisten el más mínimo análisis”. Explicó que según lo expuesto por Lozoya, el presunto soborno se entregó en agosto de 2014, en el estacionamiento de la Cámara de Diputados; sin embargo, dijo que se separó del cargo en marzo de 2014.

“Además de corrupto, salió muy malo para mentir Lozoya”. Detalló que en ese momento, él se desempeñaba como secretario general del PAN, y no precandidato a gobernador de Querétaro.

Además, dijo que si existiera una supuesta “complicidad” como lo señala el exdirector de Pemex, cuando encabezó la dirigencia nacional del PAN no habría presentado la denuncia contra Lozoya por el caso de Agronitrogenados, o bien, no hubiera ofrecido durante su campaña presidencial, procesar a Lozoya y al expresidente Peña Nieto.

Anaya Cortés adelantó que pasaría de las palabras a los hechos, por lo que este jueves presentó una denuncia contra Lozoya por daño moral.

Llamó una mentira infame los dichos de Lozoya en su contra. “Si alguien cometió un acto de corrupción y existen pruebas, que se le castigue con todo el peso de la ley”; pidió que el gobierno federal no utilice el caso Lozoya para “embarrar” a todos los opositores de López Obrador.

Por su parte el expresidente Felipe Calderón utilizó sus redes sociales para posicionarse sobre el tema. Sostuvo que el manejo ilegal y mediático del caso Lozoya confirma que el exdirector de Pemex, con el chantaje de tener presa a su mamá, es utilizado por López Obrador como un instrumento de venganza y persecución política.

“No le interesa la justicia, sino el linchamiento, haciendo en mi caso acusaciones ridículas”, dijo el exmandatario.

Otro de los señalados en la denuncia, el excandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, utilizó sus redes sociales para negar los señalamientos, y asegurar que su vida pública la ha dedicado a construir un mejor país, siempre con honorabilidad y legalidad.

Dijo que el criterio de oportunidad al que se busca apegar Emilio Lozoya, sirve para conocer la verdad, más no para acusar sin pruebas a quienes aseguró, han denunciado ilícitos. Adelantó que será respetuoso de las investigaciones, y dio a conocer que “anticipé a la autoridad que estoy formalmente localizable. No habré de abonar a escándalos mediáticos”.

José Antonio González Anaya, quien también es mencionado en la denuncia, negó los señalamientos de Lozoya en su contra, que dijo, carecen de sustento o lógica alguna.

“Solo se entienden como un acto desesperado de quien sabiéndose culpable, pretende esquivar la justicia mediante el abuso del criterio de oportunidad y vengarse de quien denunció ante la PGR en enero del 2017 las irregularidades de Odebrecht”, declaró el exfuncionario federal.

Afirmó que no participó en la aprobación de la reforma energética, en la contratación de Etileno XXI o en la compra de Agronitrogenados. Refirió que en esos años desempeñaba funciones alejadas del sector energético.

El exlegislador panista, Jorge Luis Lavalle, emitió un comunicado en el que aseguró que Emilio Lozoya miente en su denuncia.

Dijo que durante su paso por el servicio público actuó siempre con rectitud, por lo que se apersonará a la carpeta de investigación para defender su honorabilidad.

“Emilio Lozoya no puede probar sus dichos, por la sencilla razón de que que son rotundamente falsos”, sostiene Lavalle Maury.

Coincidió en que las acusaciones en contra de los que aparecen en la denuncia, tienen motivaciones políticas.

Quien también reaccionó a lo señalamientos de Lozoya, fue el exdirector de Pemex, Carlos Treviño, quien dijo que son falsas las acusaciones en su contra. Afirmó que siempre ha servido de manera honorable y honesta en todos los encargos públicos que ha tenido. “Mi reputación y forma de vida así lo demuestran”.

 

Sobre la filtración de la denuncia de Lozoya, la FGR rechazó que haya sido el responsable de la filtración del documento.

Informó que iniciaron una Carpeta de Investigación por la filtración del documento, “para citar a quienes hayan tenido acceso a ese documento y para realizar todas las diligencias ministeriales necesarias”. Incluso “invitó” a quienes la recibieron para que proporcionen el origen de dicho envío.

El equipo legal de Emilio Lozoya también se pronunció al respecto, y dijo que se deslindaba del documento filtrado, reiterando su respeto a las instituciones.

“Será la vía institucional la que seguirá rigiendo nuestro actuar, en el ánimo de que se procure e imparta justicia con respeto a los valores del Estado Democrático de Derecho”.

En un apartado de la denuncia que Emilio Lozoya presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR), y que se filtró ayer, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, incluye un apartado titulado “Otros hechos que reflejan el uso indebido del poder y tráfico de influencias”.

En dicho apartado, Lozoya Austin refiere que como ejemplo del “abuso sistemático que se ejercía a escala gubernamental”, Luis Videgaray, titular de la Secretaría de Hacienda al momento de los hechos, ordenó la compra de una bolsa de mujer de la marca Chanel para regalársela a una amiga, la periodista Lourdes Mendoza.

Relata que la bolsa, con un costo de entre 4 mil y 5 mil dólares, fue comprada cuando recibieron las maletas con dinero en efectivo que Luis Videgaray consiguió en efectivo; detalla que el artículo fue comprado en una tienda de Polanco y entregada a la periodista, quien mandó decir que “se veía muy guapa” con ella.

Sin embargo, Lozoya Austin refiere que Mendoza habría pedido “considerar” el pagar la colegiatura de su hijo/hija, pues la empresa que solía ayudarle con ese pago, solía retrasarse.

“Pregunté a Luis Videgaray Caso cómo hacía para mantener una prensa favorable, me dijo: ‘tu no sabes usar el poder. Yo tengo una lista de periodistas, como Lourdes Mendoza, a quienes mantengo contentos con cañonazos de $50,000.00 a $100,000.00 pesos mensuales”.

Videgaray habría mencionado que solo con la ayuda de la prensa, es que pudo tener el control y “ganarle” a Miguel Ángel Osorio Chong, quien dijo, lo quería “desplazar”.

Además, del caso de Lourdes Mendoza, la denuncia de Lozoya menciona el caso de “El Financiero”, grupo que acudió a Luis Videgaray para conseguir un crédito con NAFIN por 100 millones de dólares, ya que el grupo estaba a punto de quebrar.

Videgaray “consiguió que Bancomext hiciera el préstamo (…) a menos de un año del otorgamiento de dicho crédito ya había impagos y fue reestructurado de nueva cuenta, con riesgos financieros para el Estado”, menciona Lozoya.

Otros casos, a los que el exdirector de Pemex llama “métodos” que llevaron a cabo Peña Nieto y Luis Videgaray para conseguir recursos, Lozoya Austin menciona el apoyo que dieron a Grupo HIGA, para adjudicarse proyectos de ingeniería y obra; refiere que luego del escándalo de ‘La Casa Blanca’, HIGA se dedicó a intermediar entre empresas de construcción, SCT y Pemex.

“Es de mi conocimiento -por voz propia de Juan Armando Hinojosa- que recibía este tipo de comisiones que, normalmente, oscilaban entre el 2 y el 5% del total de costo final de las obras”. Dichas comisiones eran entregadas en efectivo a Juan Armando Hinojosa y, éste, a su vez, las compartía con Enrique Peña Nieto.

Relata que el empresario, fundador de HIGA, le mencionó que Peña Nieto le ordenó hacer negocios con Pemex pues requerían “liquidez” pues estaban construyendo una “Egoteca”, que tras el paso del tiempo supo se trataba del llamado “Museo del Presidente”.

Lozoya asegura que Hinojosa se refería a Peña Nieto como su “socio”.

Cuenta que Hinojosa extorsionó a una reconocida empresa de servicios petroleros, para que invirtiera con él en la compra de una plataforma marítima de perforación, prometiéndole a dicha empres que él conseguiría una adjudicación directa de Pemex para la rente de este equipo.

De hecho asegura que al negarse a dar dicho contrato, Hinojosa lo amenazó con pedirle a Peña Nieto que lo removiera del cargo. El 5 de febrero de 2016, cuando se reunió con EPN, el presidente le dijo que había sido un “obstáculo en el cumplimiento de mis instrucciones respecto de mi compadre Juan Armando y constantemente te negaste a obtener recursos para mi proyecto político”.

El fundador de HIGA habría presumido que él fue quien “salvó el pellejo” de Luis Videgaray, ya que para pagar el crédito que había obtenido de la empresa para la adquisición de la famosa casa de Malinalco, proporcionó a Videgaray diversas obras de arte que utilizó para liquidar la deuda.

Incluso, Lozoya Austin revela que el proyecto del tren México-Querétaro, se canceló a causa del compra de de Peña Nieto.

“Es que tenemos un problema Videgaray y yo porque Higa le facilitó la casa de Malinalco a Luis y a mi me está apoyando con otra casa”, explicó el presidente a Lozoya al preguntarle las razones de cancelar dicho proyecto. Él habría sugerido al mandatario dejar fuera del proyecto a Grupo HIGA para que no hubiera problema, sin embargo, EPN decidió sacrificare el proyecto y la relación con China, para intentar esconder el tema de las casas, siendo una de ellas, ubicada en el Estado de México, donde se encuentra el “Museo del Presidente”.

Otro de los casos que menciona Lozoya en su denuncia, es el relacionado al grupo Tradeco, del empresario Federico Martínez Urmenta.

Relató que durante un foro empresarial en Cali, Colombia, en mayo de 2013, el empresario se le acercó a Peña Nieto para decirle que él y su socio, Carlos Salinas de Gortari, estaban operando para sumar al PAN y conseguir votos para las reformas estructurales, por lo que el presidente le ordenó a Lozoya recibir a Martínez Urmenta.

“Por instrucciones de Enrique Peña Nieto, recibí a Federico Martínez, quien tenía una serie de peticiones sobre obras que tenía con Pemex, pero todas presentaban quejas, retrasos e incumplimiento”. El empresario habría pedido modificar los contratos y perdonar penalidades,

Lozoya Austin dedica un apartado especial a la “Gestión de Contratos por Carlos Salinas de Gortari y el robo de combustible”.

Señala que el día de la entrega/recepción en Pemex, José Antonio González Anaya recibió al menos cuatro llamadas de Carlos Salinas, para “asesorarlo”; en una de ellas, le indicó temas relativos a los proyectos que Pemex encausaría.

Emilio Lozoya apunta a que el expresidente cabildeaba a favor de los proyectos de su hijo, entre los cuales se encontraba pagarle a la empresa TRESE más de 15 millones de dólares, porque Pemex le había cancelado el contrato de una plataforma marítima.

El extitular de Pemex hace énfasis en el robo de combustible, el llamado huachicol. Pese que al asumir la dirección de la paraestatal propuso la creación de un grupo de trabajo de cara a enfrentar dicho problema, que obtuvo importantes resultados, tras su salida, sus sucesores decidieron dar por finalizado dicho programa al considerarlo un gasto.

Sin embargo, revela que hubo rumores que señalaban que había pactos, en cierto estados del país, entre directivos de Pemex para financiar campañas de allegados a José Antonio González Anaya, Luis Videgaray y José Antonio Meade.

Lozoya menciona además los casos de la planta de Agronitrogenados, que involucran a Alonso Ancira, dueño de la empresa Altos Hornos de México S.A. (AHMSA).

Se dio a conocer la denuncia de hechos que Emilio Lozoya presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR), en relación a las redes de corrupción que se tejieron durante las administraciones anteriores dentro de Pemex, y de algunos otros casos de relevancia nacional.

Con la denuncia, el exdirector de Pemex busca que las autoridades le otorguen un criterio de oportunidad y/o le proporcionen un salida alterna en estricto apego a la ley, respecto a los procedimiento que hay en su contra y en contra de su familia.

En el documento, de 63 hojas más un anexo, el exfuncionario detalla los sobornos entregados por Odebrecht en México, y cómo se sobornó al gobierno mexicano, a su presidente, a secretarios de estado y al Poder Legislativo, mediante diversos actos, entre los que destacan la entrega de dinero y promesas de beneficios.

Lozoya señala que los actos de corrupción y sobornos ocurrieron desde el gobierno de Felipe Calderón, y concluyeron con el sexenio de Enrique Peña Nieto, siento durante la negociación de al reforma energética cuando se agudizaron los hechos.

“Durante ese lapso, el grupo o persona jurídica Odebrecht no sólo tuvo contratos y beneficios por parte del Estado Mexicano, sino que, además, participó activamente junto con otras grandes empresas, influenciando la política energética del país mediante la reforma energética”.

Tal como ya se había informado, en la denuncia se señala directamente a Enrique Peña Nieto (EPN) y a Luis Videgaray, de ser quienes daban las indicaciones de cuánto dinero y a quién se le debía de entregar.

Se menciona que Odebrecht sabía que los recursos que “aportó” a partir del 2013 eran en su mayoría para influenciar y apoyar las gestiones que el presidente (Peña Nieto) negociaba en el Congreso.

Lozoya relata que en 2011, Peña Nieto y Luis Videgaray le pidieron asumir la Coordinación de Asuntos Internacionales de la campaña electoral, con la encomienda de “gestionar recursos de empresas extranjeras para financiar la campaña electoral”, pues había que cubrir muchos gastos.

Detalla que el primer “apoyo” que Lozoya pidió a Odebrecht para la campaña de EPN fue por seis millones de dólares, a cambio, se le prometió a Luis Weyll “beneficios” cuando ganaran la presidencia.

Se detalla una relación entre Peña Nieto y Marcelo Odebrecht; desde que el priísta era gobernador del Estado de México, el dueño de Odebrecht le habría ofrecido apoyar sus aspiraciones políticas. Todo se remontó a una gira que EPN y equipo (Juan Armando Hinojosa, David López y Arnulfo Valdivia) realizaron a Brasil en 2010.

Lozoya relata que en un encuentro posterior, ya como presidente electo, EPN se reunió con Marcelo Odebrecht en compañía de Ildefonso Guajardo, Luis Videgaray y el General Roberto Miranda. Por parte de Odebrecht estuvieron presentes CarlosFadigas (Braskem), Luis Weyll y Roberto Bischoff (Braskem México).

“Reitero que todos los pagos que se realizaron fueron por instrucción de Luis Videgaray Caso, quien desde la campaña fue mi superior y a quien siempre le reporté”.

En su denuncia, Lozoya Austin menciona que cuando EPN ganó la presidencia, lo invitó a trabajar en su administración como director de Pemex, posición que aceptó aunque aclara “yo no conocía bien a Enrique Peña Nieto ni a Luis Videgaray Caso”.

Lozoya Austin detalla que en febrero de 2013, EPN y Videgaray le indicaron que se requería entregar montos importantes de dinero a la oposición, para que ésta votara a favor de ciertas Reformas Estructurales del interés del Presidente Enrique Peña Nieto.

“Yo intervine principalmente en la aprobación de la Reforma Energética, entregando a través de terceros ciertos recursos en bolsas bancarias transparentes (que permitían ver la denominación de los billetes) y maletas a senadores integrantes de la Comisión de Energía en el Senado de la República y un Diputado Federal”.

Aclaró que la negociación con los legisladores del PAN fueron más bien una “extorsión; mencionó a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Francisco Domínguez Servién, Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle Maury. Afirma que la actitud del grupo de panistas era “brutal”, pues además de extorsionarlo a él, presionaban y extorsionaban a los grupos gasolineros y contratistas de Pemex.

Lozoya Austin relata que a cambio de ganar el contrato de Tula 1, Luis Weyll ofreció apoyar al gobierno federal con seis millones de dólares adicionales. “Los sobornos entregados siempre tendrían como consecuencia un beneficio para Odebrecht, merced al sometimiento generada por los sobornos”.

El exdirector de Pemex señala que EPN y Videgaray establecieron como enlace para entregar los sobornos a legisladores a David Penchyna, entonces presidente de la Comisión de Energía del Senado, a quien en septiembre de 2014, se le entregó un “apoyo económico” por seis millones de pesos.

Adicional, relata que Luis Videgaray le ordenó recibir a Ricardo Anaya, y a Ernesto Cordero. Refiere que al excandidato presidencial se le entregaron 6 millones 800 mil pesos, como apoyo a sus aspiraciones a llegar a la gubernatura de Querétaro, misma que disputaba con el entonces senador Francisco Dominguez, a quien Anaya Cortés dijo “odiar” por “corrupto”.

En la denuncia se señala que Francisco Olascoaga era quien poseía el video que se filtró este lunes, donde se entregan los sobornos al enlace de los legisladores de Acción Nacional.

Lozoya enfatiza que “Odebrecht sí tuvo una participación relevante en el Gobierno de Enrique Peña Nieto. Pero también tuvo una gran participación en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa”.

Afirma en su denuncia, que en el sexenio de Felipe Calderón se “gestaron sólidos esquemas de corrupción, precisamente, con Odebrecht, a través de Braskem”.

Relata que la planta de Etileno XXI fue la inversión más importante que hizo Braskem en México. Menciona que aunque otros grupos como Grupo Alfa o Grupo Desc hubieran querido dicho contrato, por razones estrictamente políticas se le dio a Braskem.

Sobre el tema de Etileno XXI, menciona a José Antonio Meade y José Antonio González Anaya, quienes “impulsaron evadir la discusión de los detalles de dicho contrato”. Los señala de que cuando asumieron la dirección de Pemex, Meade y González Anaya redujeron drásticamente el presupuesto de inversión en exploración y producción, lo cual materializó los incumplimientos que se habían alertado.

“Pareciera que no sólo se beneficiaron de los sobornos en el otorgamiento del contrato, sino además, años después, lograron materializar las clausulas de incumplimiento”.

Acusa a Felipe Calderón de haber dado instrucciones a José Antonio Meade, entonces secretario de energía, y a Ernesto Cordero y José Antonio González Anaya, a través de la Secretaría de Hacienda, de hacer que el contrato de la planta pasara las revisiones necesarias. “Entre el 2012 y 2014 dichos funcionarios siguieron en contubernio con Luis Videgaray Caso para satisfacer pretensiones en el contubernio de dicho contrato en perjuicio de todos los mexicanos”.

En 2013, Meade llamó telefónicamente a Lozoya, para solicitarle dos cosas: no criticar un crédito otorgado al Sindicato Petrolero de 2012, ya que él había participado en dicho proceso, y no revisara el contrato de Etileno XXI ya que alegó ser de suma importancia para Peña Nieto, además de que él también había participado en dicho proceso.

En la denuncia también se señala que por instrucciones de Luis Videgaray, en 2014 se entregaron más de 8 millones de pesos a González Anaya (4 millones 390 mil pesos) y a José Antonio Meade (4 millones), además de 4 millones de pesos adicionales a Carlos Treviño.

Emilio Lozoya asegura que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray presionaron para la asignación de contratos o negocios con grupos de interés, nacionales y extranjeros, con quienes tenían compromisos, ya fuera de índole personal, económico o político.

Lozoya Austin finaliza reiterando que a pesar de los actos de intimidación perpetrados en su contra por Luis Videgaray y Peña Nieto, fueron ellos quienes instrumentaron para configurar una asociación de corte delictivo, dirigida a enriquecerse no sólo del erario público, sino a través de la extorsión a personas físicas y jurídicas, el fraude y el engaño, contraer deuda a cargo del erario público y aprovecharse económicamente de está en perjuicio de la Nación.

“Denuncio formalmente hechos posiblemente constitutivos de delito en contra de quien o quienes resulten responsables y/o en contra de las siguientes personas: Enrique Peña Nieto, quien fuera presidente de los Estados Unidos Mexicanos; Felipe Calderón Hinojosa, quien fuera Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; Luis Videgaray Caso, quien al momento de los hechos fungía como Secretario de Hacienda y Crédito Público; Francicso Javier García Cabeza de Vaca, entonces Senador de la República; Francisco Domínguez Servién, quien fuera Senador de la República; Salvador Vega Casillas, quien fuera Senador de la República; Jorge Luis Lavalle Maury, quien fuera Senador de la República; David Penchyna Grub, quien fuera Senador de la República: José Antonio Meade Kuribreña, quien fuera Secretario de Energía y Secretario de Relaciones Exteriores al momento de los hechos; José Antonio González Anaya, quien fuera Consejero de Pemex y posteriormente Director General del IMSS y de Pemex respectivamente; Carlos Treviño Medina, entonces funcionario de Hacienda y Pemex, y posteriormente Director General de Pemex respectivamente; Rafael Caraveo Opengo, entonces funcionario del Senado de la República; Lourdes Mendoza, entonces periodista, y Catrlos Salinas de Gortari, entonces comisionista y cabildero del PAN.

El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, aseguró esta mañana que las acusaciones en su contra realizadas por Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien lo involucró en el recibo de sobornos para aprobar la reforma energética de 2013 son con una “bajeza inaudita”.

“El señor Emilio Lozoya ha pretendido involucrarme, con una bajeza inaudita, en actos de corrupción. Ha aportado sus dichos que valen lo que su prestigio: nada”, señaló Domínguez al participar en la conferencia matutina del presidente López Obrador.

 

El gobernador insistió en que en las acusaciones en su contra “hay intención política” pues, dijo, atacan a un gobernador de oposición “bien calificado”.

Minimizó los dichos de Lozoya pues apuntó “no se puede creer en la palabra de un delincuente confeso, yo doy la cara aquí y ante la autoridad, no busco protección a cambio de inventar falsedades”.

Y es que de acuerdo con las declaraciones de Lozoya Austin en relación al caso Odebrecht, además de Domínguez, Ricardo Anaya, Miguel Barbosa, Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle, David Penchyna y Salvador Vega Casillas, quienes se desempeñaron como legisladores en el Congreso en las fechas señaladas, recibieron 80 millones de pesos en sobornos.

Además, en el video que se difundió a inicios de semana, aparecen colaboradores de Domínguez, Cordero y Lavalle recibiendo dinero correspondiente a presuntos sobornos.

Al respecto, el presidente López Obrador pidió ayer una investigación “seria” sobre el vídeo, y afirmó que la grabación exhibía cómo “el dinero que se utilizaba para comprar voluntades, conciencias, para comprar votos”.

El mandatario de Querétaro aseguró esta mañana que sí apoyó la reforma energética; sin embargo, aclaró que lo hizo por “convicción”, por lo cual no podrían haber comprado su voto ya que “nadie compra lo que ya se tiene”.

Incluso, afirmó que él fue el encargado de presentar la reforma a diputados y senadores a nombre de su partido, e hizo 807 reservas y modificaciones.  Señaló que, debido a ello, sufrió amenazas contra su vida ya que además quitó el control del Consejo de Administración de Pemex y cinco plazas en el sindicato.

El presidente, qué duda cabe, es un animal político. Con la transmisión en la mañanera del video en el que aparecen dos colaboradores de figuras prominentes del PAN validó lo ahí expuesto y golpeó a los dos partidos de oposición que podrían robarle algo en las elecciones del 2021.

Golpeó al PRI, vía la extradición de Lozoya y las filtraciones que llegan hasta el expresidente Enrique Peña Nieto y su hombre fuerte, Secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray. Golpea al PAN, en un país en donde la presunción de inocencia es tan escasa como la honradez de la clase gobernante. El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, y el ex Senador, Jorge Luis Lavalle, ya son culpables ante la opinión pública.

Esto porque uno de los hombres que revisa los paquetes con fajos de billetes es Rafael Jesús Caraveo, secretario técnico del entonces senador Lavalle. El otro es Guillermo Gutiérrez Badillo, quien guarda el dinero en una maleta negra. Gutiérrez Badillo trabajaba con el entonces senador, Francisco Domínguez Servién. Hasta hace dos días Gutiérrez Badillo era su Secretario Particular en el gobierno de Querétaro. Al despedirlo de su gobierno después de darse a conocer los videos en una supuesta cuenta del hermano de Emilio Lozoya, Domínguez Servién mostró que si algo se aprendió desde los video escándalos de René Bejarano hace 16 años es que si vas a recibir fajos de billetes, mejor mandas a alguien más a hacerlo.

Y ahora ¿cuál va a ser la estrategia del PAN? ¿Cómo va a responder el partido ante estos nuevos video escándalos? ¿Cómo van a querer recuperar credibilidad para pedir el voto ciudadano?

El PAN es el partido que mejor posicionado está para enfrentar a Morena y al presidente en las elecciones intermedias del 2021. La figura del panista Ricardo Anaya es, según la encuesta publicada esta semana en Reforma, la que mayor contrapeso le podría hacer al presidente López Obrador. Y el PAN permanece como el partido más fuerte para ganar escaños en la Cámara de Diputados en las legislativas del año próximo. El sondeo de Massive Caller le adjudica al PAN 128 escaños, seguido en un lejano tercer lugar por el PRI con 27 escaños. Morena aparece en este sondeo con posibilidad de ganar 301 escaños.

Por lo que hemos visto, el PAN piensa utilizar la misma estrategia de todos los políticos. Van a acusar que todo esto es un acto de desesperación del presidente y de Morena por tumbarlos a la mala para que no tengan un buen desempeño en las elecciones intermedias del 2021, en donde por cierto, está también en disputa la gubernatura de Querétaro.

El presidente del PAN, Marko Cortés, ha dicho que, de ser culpables de los aludidos, serán expulsado del partido. Esto es algo que ya hizo el PRI con Humberto Moreira y con Javier y Cesar Duarte, con los resultados que están a la vista. A los ciudadanos les importa un comino que los partidos expulsen a sus militantes. Lo que se quiere es que deje de haber corrupción.

Si el PAN quiere salir fortalecido de este golpe de cara a las elecciones intermedias y hacia adelante, hacia el 2024, más le vale ir pensando en una buena estrategia para responderle a los ciudadanos. Los mexicanos están desencantados con la corrupción rampante de la clase política que, ya sea con ligas o con maletas, no se ha cansado de saquear al país.

 

Columna completa en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) proyectó esta mañana durante su conferencia de prensa el video que salió a la luz la tarde de ayer, en el que se muestra a de dos exfuncionarios del Senado recibiendo presuntos sobornos relacionados a la red de corrupción revelada por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya.

En el video se observa a dos exfuncionarios del Senado vinculados a legisladores de oposición, específicamente del PAN, recibiendo fajos de billetes para después introducirlos en maletas negras.

El material se viralizó en internet después de que López Obrador pidiera que se difundieran detalles de las acusaciones que hizo Lozoya contra el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario Luis Videgaray, sobre sobornos entregados a legisladores para la aprobación de la reforma energética.

López Obrador pidió que se difundiera el video durante su habitual conferencia de prensa matutina al señalar que los medios de comunicación “no le están dando la importancia que tiene”.

“Muchos se informan por televisión abierta, ahora por el canal 11, por el 22, por el 14, ¿por qué no buscas el video? Vamos a pasarlo aquí, ayudamos a que se difunda para que se vea cuánto dinero recibían”, dijo.

El mandatario agregó que la fiscalía general dirá si se trata de un video que entregó Lozoya como sustento de sus acusaciones. “Desde luego que no lo había yo visto, no lo conocía. Hay que ver si es el video que entregó el señor Lozoya a la fiscalía, si tiene cambios o es otro”, dijo el presidente.

Sin embargo, fuentes de la FGR han asegurado que dicho material no ha sido presentado como prueba ante la fiscalía.

AMLO aseguró que el video filtrado muestra la “inmundicia del régimen de corrupción” que imperaba, pues todo este dinero se utilizaba para comprar voluntades y para comprar votos. Indicó que aunque es bastante lo que se ventiló, es “apenas una mirruña” de lo que se robaron.

Sobre las presuntas declaraciones que Emilio Lozoya vertió en su denuncia ante la FGR, y que difundiera el periodista Ciro Gómez Leyva, en las que se ventilan los nombres de los legisladores que presuntamente recibieron sobornos por instrucciones de Luis Videgaray, algunos de los implicados han salido a posicionarse.

Uno de los nombres que se mencionan es el de Ernesto Cordero, quien esta mañana aseguró en sus redes sociales que nunca participó en algún acto de corrupción. “JAMAS formé parte de una negociación que implicara recibir dinero a cambio de mi voto en el Senado”.

Jorge Luis Lavalle no ha emitido un posicionamiento sobre las nueva filtraciones; sin embargo, el pasado 24 de julio rechazó los señalamientos que Lozoya hiciera en su contra, de acuerdo a lo que se conocía hasta ese momento.

“Es absolutamente falso que haya recibido algo a cambio de mi voto y trabajo para lograr la aprobación de la iniciativa panista que se transformó en la Reforma Energética”.

Otro de los exlegisladores involucrados que han reaccionado, es el ahora gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, quien fungía como coordinador de la bancada del PRD cuando se aprobó la reforma energética.

A través de sus redes sociales, aseguró que nunca ha tuvo ningún contacto con Emilio Lozoya cuando era director de Pemex, ni telefónicamente ni en persona.

“Nunca solicité, ni recibí dinero alguno por mi participación en la reforma energética o en otra actividad legislativa”, indicó Barbosa, añadiendo que demandará por daño moral a Emilio Lozoya. “Soy honesto, actúo de buena fe y estoy limpio”, remató.

Quienes no han hecho ninguna declaración al respecto, son el priísta David Penchyna y el panista Salvador Vega Casillas.

Un video que presuntamente exhibe a un empleado de Petróleos Mexicanos entregando paquetes de dinero a asesores de senadores de oposición reavivó este lunes la polémica sobre Emilio Lozoya, exdirector de Pemex acusado de recibir y repartir sobornos de Odebrecht.

El material, subido a una cuenta no oficial de YouTube a nombre de Juan Jesús Lozoya, supuesto hermano del exfuncionario federal, muestra a Rafael Caraveo y a Guillermo Gutiérrez, quienes trabajaban para senadores del opositor Partido Acción Nacional (PAN) cuando se aprobó la reforma energética en 2013.

“¿Son doce en total?”, pregunta Caraveo mientras él y Gutiérrez guardan las bolsas con billetes en maletas, aunque la voz de la persona que graba las imágenes está alterada con un programa de edición.

El video se difunde justo cuando se cumple un mes de la extradición desde España de Lozoya, quien el 17 de julio llegó a México, donde está acusado de recibir sobornos por 10.5 millones de dólares de la brasileña Odebrecht en la campaña presidencial de 2012 y como director de Pemex (2012-2016).

Lozoya denunció la semana pasada que el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray le ordenaron usar 120 millones de pesos para que cinco senadores y un diputado avalaran la reforma energética, que abrió el sector a la iniciativa privada.

La Fiscalía General de la República (FGR) informó que, para la denuncia formal, Lozoya Austin señaló cuatro testigos, entregó recibos y un video, que según se ha especulado en redes sociales, podría ser el difundido esta tarde.

Sin embargo, según la agencia EFE, fuente de la FGR indicaron que no es el mismo que Lozoya presentó como evidencia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) exigió este lunes “transparentar todo el caso” de Lozoya, al que considera símbolo de la corrupción del “periodo neoliberal” y del proceso para aprobar la reforma energética.

“Que se pueda ver en redes sociales, en la televisión convencional, el video que se asegura entregó el señor Lozoya a la fiscalía”, dijo López Obrador en la mañanera.

En el material filtrado este lunes aparece Rafael Caraveo, secretario técnico del exsenador Jorge Luis Lavalle, exlegislador del PAN que fue presidente de la Comisión de Administración del Senado.

También aparece Guillermo Gutiérrez, colaborador del exsenador del PAN Francisco Domínguez, quien ahora es gobernador de Querétaro,donde Gutiérrez ahora funge como su secretario privado.

“¿Entonces? ¿Visita próxima?”, expresa Caraveo al final del video, a lo que el supuesto empleado de Pemex responde “no sé”.

Aunque aún no se han pronunciado sobre este video en específico, los legisladores del PAN se han venido deslindando de las acusaciones, e incluso han acusado al gobierno federal de montar un espectáculo con el caso de Lozoya.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió este lunes en transparentar todo lo relacionado al caso del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, acusado de corrupción, aunque dijo, se que debe respetar “el debido proceso”.

En su conferencia matutina, López Obrador explicó en primer lugar se debe cancelar el contrato “leonino” de la planta petroquímica Etileno XXI, relacionada con el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

El acuerdo a 20 años, firmado con Pemex durante la presidencia de Felipe Calderón, ha sido considerado abusivo por el mandatario, al obligar a la petrolera a importar gas para cumplir con sus disposiciones, lo que le ha generado millonarias pérdidas.

“Ese contrato se tiene que cancelar, o sea, es mi opinión, por ser un contrato leonino, se tiene que revisar”, dijo el gobernante sobre la planta ubicada en el estado Veracruz, y que ha tomado relevancia en los señalamientos de Lozoya Austin.

El consorcio entre Braskem, filial de Odebrecht, y la mexicana Idesa aseguró que ha efectuado “exhaustivos procesos de investigación interna, con abogados independientes, que concluyeron que no había actividad inapropiada o vínculo de éstas con actos de la constructora Odebrecht en México”.

A través de un comunicado recordó que el contrato, que significó 5,200 millones de dólares de inversión, se gestó en 2008 y 2009, entre tres y cuatro años antes de los actos de corrupción que se le imputan a Odebrecht en México, y si una de las partes lo incumple “debería pagar sumas o penalidades a la otra”.

Sin embargo, accedió a solucionar la insuficiente producción local de etano, incluso a “desarrollar una terminal de importación” del producto, la “única solución” al problema, según dijo. “Confiamos en que cualquier diálogo con la autoridad se dará en el marco del Estado de Derecho y la legalidad”, agregó.

AMLO indicó que el pueblo de México debe saber “toda la verdad”, además de que al ser un asunto de interés público “nacional” se debe “conocer toda la denuncia”.

Llamó a la Fiscalía General de la República, institución que denunció a Lozoya, a informar sobre la denuncia al completo, los implicados y el manejo indebido de dinero. Pidió incluso que se vea en redes sociales y la televisión “el
vídeo que se asegura entregó el señor Lozoya a la Fiscalía” y que exhibiría la red de sobornos en las altas esferas del poder durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

“Esto es sano y ayuda a purificar la vida pública”, remarcó el presidente.

En segundo lugar, pidió recuperar todos los bienes y recursos “mal habidos, y por último, reiteró que si el pueblo lo decide por “consulta ciudadana” se enjuiciará a expresidentes manchados por la corrupción. Aunque él, en la eventual consulta, votaría que “no” porque su “fuerte” no es la “venganza”.

Durante un conversatorio organizado por el Colegio de México, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, fue cuestionado sobre las diferencias en el trato de los casos de Emilio Lozoya y Rosario Robles, ambos exfuncionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Y es que la Fiscalía no solicitó prisión preventiva en contra de Emilio Lozoya, lo que sí ocurrió en el caso de Rosario Robles; en ese sentido se le cuestionó que ahora Lozoya está en su casa, mientras que Robles permanece en la cárcel.

Gertz Manero explicó que Lozoya Austin está haciendo una oferta formal y una denuncia de hechos, relacionada a una circunstancia que ha generado un daño patrimonial de alrededor de 400 millones de pesos.

En el caso de Rosario Robles, dijo el fiscal, no hay un ofrecimiento de dicha naturaleza, además de que hay un daño por 15,000 millones de pesos, dónde están involucradas buena parte de las instituciones públicas de educación superior del país.

“Por favor, por favor, la jerarquía de los daños merecerían la conducta solidaria con el Estado mexicano para descubrir esa famosa llamada Estafa Maestra, que no solamente dañó con miles de millones de pesos sino con una conducta reiterada en donde se involucraron a las instituciones que para nosotros son fundamentales: las instituciones de educación superior”, respondió el titular de la FGR.

Sobre las declaraciones del Fiscal, el equipo legal de Rosario Robles Berlanga emitió un posicionamiento.

Señalaron que es falso que la extitular de Sedesol y Sedatu esté acusada de una afectación al erario federal. “Contrario a lo dicho por el fiscal, Rosario Robles enfrenta un proceso por un supuesto delito de omisión de resultado formal, no de acción”; por ello dijeron, debería tener el beneficio de enfrentar su proceso en libertad.

Apuntaron que según el fiscal, Robles Berlanga está en prisión por “no ser solidaria con el Estado”, dejando en entredicho que está privada de su libertad por no “delatar” a otros funcionarios.

“Para esta defensa, significa que el fiscal pretende utilizar la prisión preventiva como un mecanismo coercitivo contra la ciudadanía. Antes eran ‘tehuacanazos’ hoy es prisión. Pareciera que Robles Berlanga está privada de su libertad por no querer “colaborar” con las autoridades, cuando en este país ese hecho no es ningún delito”, precisó la defensa.

Otra de las consultas que se le hicieron al fiscal durante el encuentro virtual, fue el opaco proceso que hubo al momento de que Emilio Lozoya llegó al país.

Se le hizo ver que faltó información sobre la decisión de trasladar a Lozoya a un hospital y no se le presentara de inmediato ante un juez.

Gertz Manero señaló que la Fiscalía teníamos la obligación “y la cumplimos pero rigurosamente” de dos cosas: avisarle al juez de control en el momento en que a Lozoya Austin lo pusieran a disposición las autoridades mexicana las españolas; “se lo hicimos saber de inmediato”.

La segunda cuestión, explicó, era que en el momento de que llagara a México lo pusiéramos a disposición del juez: “ni un minuto después, se hizo con una precisión matemática. En el momento que aterrizó y pasaron las normas aduanales se le informó formalmente al juez, ‘lo tememos’; este señor dice que tiene un problema de salud, estas son las pruebas; nos dijo ‘que se hagan los exámenes médicos, tanto los oficiales como los que él quiera ofrecer, y yo voy a decir, yo juez qué es lo que se va a hacer'”, relató el fiscal.

Afirmó que la Fiscalía hizo todo lo que el protocolo más estricto les obligaba: entregaron al juez toda la información, y fue él quien decidió qué fue lo que hizo. “No hubo la menor falla de ninguna naturaleza en ese procedimiento”.

Sobre las acusaciones que hubo de que la FGR le estaba ayudando a Lozoya, Gertz Manero dijo que no fue así. “No, no le estamos ayudando, le estamos ayudando a la justicia, estamos ayudando a que esto funcione. Se lo aseguro, porque sino el juez me lo hubiera rechazado”.

Luego de que se informara sobre la denuncia de hechos que presentó el exdiretor de Pemex, Emilio Lozoya, en torno a los casos de corrupción en el sexenio pasado, y en la que apuntó a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray de ser los responsables de pagar cerca de 500 millones de pesos en sobornos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) emitió un posicionamiento.

El tricolor aseguró que el partido de hoy, en un claro intento de deslindarse de lo que ocurrió al interior del partido en el pasado, no es ni será “tapadera de nadie”.

“Reafirmamos que estamos a favor de la lucha contra la corrupción y de que se sancione a cualquier funcionario público que haya violado la ley”, precisó el partido.

Desde la llegada de Emilio Lozoya a nuestro país, y cuando se comenzaron a filtrar algunos de los señalamientos en contra de excolaboradores del gobierno federal, Alejandro Moreno, actual dirigente nacional del PRI, ha dicho que los actos de corrupción son individuales y, quien los cometa, debe enfrentar todo el peso de la ley.

Pidió que no “igualar la conducta de un individuo a la de una institución”, en referencia al partido.

Incluso en ese momento señaló que no hay registro, ni en el padrón actual ni en el histórico, de que Emilio Lozoya hubiera militado en el PRI. Sin embargo, ahora las acusaciones de Lozoya Austin han alcanzado directamente a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, dos figuras del priísmo de los últimos años.

A finales del mes pasado, Alejandro Moreno tuiteó una foto con Peña Nieto, a propósito de su cumpleaños, en el que le llamó “amigo”.

Ayer, el Fiscal Alejandro Gertz Manero dio a conocer que Emilio Lozoya había presentado una denuncia de hechos, en la que señaló directamente al expresidente Peña Nieto y al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray, de haber sido quienes le ordenado recibir los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, y dirigir más de 100 millones de pesos a la campaña presidencial de 2012.

Adicional, indicó que se destinaron alrededor de 400 millones de pesos en sobornos en el Congreso de la Unión para “convencer” a legisladores, principalmente de oposición, aprobar las reformas estructurales de 2013 y 2014.

El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, informó esta tarde que Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, presentó una denuncia de hechos respecto a su participación en la red de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, y de otros casos.

En el caso de Odebrecht, explicó el Fiscal, Lozoya aseguró que hubo una serie de sobornos por una cantidad superior a los 100 millones de pesos, los cuales fueron fundamentalmente utilizados para la campaña electoral de 2012, en las que Peña Nieto buscaba llegar a la Presidencia de la República.

Lozoya Austin señaló directamente a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray de ser quienes le ordenaron que el dinero recibido de Odebrecht fuera entregado a varios asesores electorales extranjeros que colaboraron y trabajaron para la campaña electoral.

Gertz Manero explicó que en la denuncia presentada por el exdirector de Pemex, también se menciona la compra de votos a favor de las reformas estructurales que el gobierno de Peña Nieto impulsó en 2013 y 2014.

“En ese caso específico se habla de también 120 millones de pesos que fueron ordenados por las mismas personas (EPN y Videgaray) para un Diputado y cinco Senadores que él señala los nombres”, detalló el fiscal. Indicó que dichos nombres quedarán en reserva hasta que la Fiscalía pueda judicializarlos en el caso de que se encuentren las pruebas suficientes.

También se menciona el caso del complejo petroquímico ‘Etileno XXI’, lo cual ocurrió durante la administración de Felipe Calderón. Lozoya asegura que hubo una serie de beneficios económico a favor de dicha empresa, que también está vinculada con una empresa mexicana que es socia de Odebrecht, y que se les dieron una serie de privilegios en los precios de los insumos en los que el gobierno federal tuvo pérdidas graves.

Alejandro Gertz Manero detalló que  el exfuncionario federal precisó los sistemas que se usaron para recibir los sobornos, los cuales también fueron ordenados por Peña Nieto y Videgaray para que se les entregaran 84 millones de pesos a un grupo de legisladores y a un secretario de finanzas de un partido político;

Añade que posteriormente se le dio una cantidad superior a los 200 millones de pesos para dirigirlos a la aprobación de la reforma electoral.

Se indicó que para soportar sus señalamientos, Lozoya Austin ha apuntado directamente a cuatro testigos, ha entregado un recibo y un video.

“A partir de este momento la Fiscalía General de la República ha abierto la carpeta de investigación correspondiente, y vamos a empezar a realizar todas las diligencias; en primer lugar las ratificaciones, después la presencia de los testigos, el análisis pericial de cada uno de los recibos y del video, y en caso de que sea procedente a las personas que él le imputa los llamaremos a declarar”, remató el Fiscal.

RAYMUNDO RIVA PALACIO

EL FINANCIERO

Termina la semana de Emilio Lozoya, pero los merolicos siguieron inyectando involuntariamente combustible al sarcasmo, y mostrándose desarticulados, sin ejes claros, con ocurrencias que luego tienen que corregirse, e intentos vehementes para tratar de explicar que estamos mejor que antes, aunque estemos peor que nunca.

Los números no mienten: nunca se destruyó tanto valor en tan poco tiempo como ahora; nunca hubo un periodo más violento en nuestra historia, que en los primeros 18 meses de este gobierno; nunca se tiró tanto dinero público a la basura –¿dónde quedaron los 300 mil millones de pesos que le dejó en caja el gobierno anterior?–, y nunca se gobernó con tantas ocurrencias y contradicciones.

Se apela a que nunca más dependeremos de hidrocarburos del exterior, por lo que se construirán refinerías y se dejará de vender petróleo al mundo, porque la soberanía nacional –con su marco de referencia de hace casi medio siglo– está por encima de todas las cosas. Pero de repente, como el inquilino del Palacio dice que las empresas farmacéuticas son unas sanguijuelas que formaron parte de la corrupción del pasado, se anuncia que México se va a comprar medicinas al mundo, quedando subordinados al extranjero en medicinas.

El Honorable Congreso celebra una sesión extraordinaria para aprobar los caprichos del Presidente. La industria farmacéutica con la que no va a tratar en México es la misma a la que le comprarán lo mismo, a mayor costo, en el extranjero. Si alguien en Palacio revisara los antecedentes, sabría que hubo gobiernos anteriores que hicieron cosas similares y salió peor y más caro. Hoy no importa. Las medidas a rajatabla construyen imaginarios, no atajan realidades. Si se aduce corrupción, debería atacarse la corrupción y dejarse de balandronadas. Si para evitar que la gangrena suba del pie, ¿por qué se asesina al individuo?

La nueva decisión es reconocimiento implícito de que la política de compras consolidadas desde la Oficialía Mayor de Hacienda fracasó. En el caso de las medicinas, el asesor fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, que a las facturas que tendrá que pagar por el manejo del Covid-19, se le sumará el desabasto de medicinas para el cáncer y para el VIH. Los muertos que se acumularán por esa decisión de gobierno podrían vincularse con la política que decidieron tres personas, porque el primer inquilino de Palacio asumió la punta de la cadena de mando, y plantear en una corte internacional que hubo una política de Estado que tuvo como objetivo un grupo específico de personas que, como resultado, fallecieron. No será Ruanda o Bosnia, pero el principio –aunque aquí por ignorancia o incompetencia– es el mismo.

De palabras estamos llenos. A mediados de junio decía el Presidente que los indicadores de la economía iban mejorando y que ya se había tocado fondo. Ayer, el Inegi reportó que el segundo trimestre del año, al que se refería el inquilino del Palacio, provocó una caída de 17.3 por ciento en términos reales, y 18.9 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019, que es el peor resultado en la historia. Pero como siempre sucede, la fuga es hacia delante. “Ya esperábamos estos datos”, dijo el inquilino de Palacio, desmintiéndose a sí mismo de su afirmación hace cinco semanas. Y para no olvidar, otra perla: la caída en el crecimiento no genera más pobreza. Para Premio Nobel de Economía.

Pero vamos a estar mejor, de cualquier forma, porque la economía repuntará en agosto. Ya veremos, no si tiene razón, sino qué dirá cuando los datos digan lo contrario. Si el primer trimestre del año estuvo mal, el segundo peor, y el tercero no será mejor y arrastrará al cuarto, quizás los bancos, organismos internacionales e instituciones mexicanas, así como los economistas más cercanos a sus proyectos, tienen razón y la contracción alcanzará los dos dígitos. La única forma como podría haber una buena y rápida recuperación es si el rebrote de Covid-19 no es tan severo como en otros países.

Pero sobre esto no sabemos, porque vivimos en la dimensión desconocida, por cortesía del merolico mayor que cobra como subsecretario de Salud, que como dice una cosa dice otra, y luego dice que nunca dijo lo que sí dijo. Pero, en abono a él, es la marca de la casa. ¿Se acuerda cuando la violencia iba a desaparecer en los primeros seis meses de 2019 porque todo se trataba de que los sicarios descubrieran que sembrando árboles o consiguiendo una beca de jóvenes iba a cambiar su modus vivendi?

Ya sabemos qué sucedió. En los primeros 18 meses de este gobierno, casi 100 personas fueron asesinadas cada 24 horas, para un total de 53 mil 628 personas, dos veces las registradas en el gobierno de Felipe Calderón, a quien los fieles del inquilino de Palacio llaman diariamente “asesino”, y 55 por ciento más alta que en el de Enrique Peña Nieto. Todo esto, sin añadir la entrega extraoficial del país a los cárteles de la droga, que como contraprestación, piensa uno, le permiten al inquilino del Palacio viajar sin problema por todo el país, repartiendo abrazos y saludos a quienes, en el pasado eran enemigos del Estado mexicano. Ahora ya no. Los enemigos pagan impuestos y viven bajo el imperio de la ley. Los nuevos amigos son criminales.

Discurso contra realidad es el nombre del juego, mentiras para ocultar verdades. La memoria histórica no existe en el Zócalo, y en algún momento la fuerza de la palabra de los parlanchines llegará al shock de confianza y colapsará. No está cerca ese horizonte, pero la acelerada degradación de la vida en México llevará a ese punto invariablemente. Es cuestión de tiempo, si no cambia el Presidente de administrar un caos creciente, a gobernar. Por cierto, esto no es mala idea.

La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, de recibir más de 10 millones de dólares en sobornos de la brasileña Odebrecht a cambio de gestionar contratos para la firma.

“Usted sabía que los recursos eran de Odebrecht y recibió 10.5 millones de dólares como resultados de sobornos, se asoció con (su) madre, esposa y otra persona con el propósito de delinquir”, señaló el fiscal en la audiencia que se lleva a cabo este miércoles.

Con el dinero presuntamente proveniente de los sobornos, Lozoya habría adquirido, por medio de familiares, bienes inmuebles para “ocultar” el origen de los recursos, además de que habría transferido a otros a cuentas bancarias en Europa, según la acusación.

La Fiscalía reiteró que Odebrecht obtuvo en México un “beneficio” de 39 millones de dólares por la “adjudicación de obras”.

Tal como sucedió ayer con la audiencia del caso Agronitrogendos, la sesión de hoy se desarrolla por videoconferencia, pues el exfuncionario se mantiene en hospitalización por un cuadro anémico tras llegar extraditado de España el 17 de julio pasado.

Los delegados de Odebrecht “le solicitaron (a Lozoya) su apoyo para resultar beneficiario de contratos de obras públicas y le prometieron 6 millones de dólares para diversas obras como la refinería de Tula”, añadió la Fiscalía.

Por transferencias que recibió del extranjero, pese a que sabía que “era ilícito”, a Lozoya se le acusó de “operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.

Lozoya, de acuerdo con la Fiscalía, intentó ocultar diversos movimientos y cuentas bancarias, particularmente cuando era coordinador de la campaña que llevó a la presidencia a Enrique Peña Nieto en 2012.

Lozoya Austin, quien durante el proceso será identificado como ERLA al haber solicitado que quedaran reservados sus datos personales, se declaró inocente de los delitos que se le imputan. “De manera respetuosa hacia la autoridad quiero que sepa que no soy culpable ni responsable de los hechos que se me imputan y en el marco de la investigación”, dijo el exfuncionario federal.

Añadió que, en el marco de su compromiso de colaborar con las autoridades en la investigación, dio instrucciones en España a que se agilizaran los trámites de su extradición, “para cumplir mi compromiso en colaborar con las autoridades del estado mexicano en el marco de un posible criterio de oportunidad o la figura que determine la autoridad”.

Una vez más, Lozoya Austin indicó que en los hechos que se le imputan fue intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado, y tal como lo dijo ayer, se comprometió a denunciar y señalar a las personas responsables de estos hechos y los posibles beneficiarios de los mismos.