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La inflación interanual de México creció en los primeros 15 días de mayo más de lo esperado y se mantiene por encima de la meta oficial, lo que refuerza las expectativas de que el Banco de México (Banxico) no modificará este año su tasa clave.

El índice de precios al consumidor de México registró un incremento de un 5.80% a tasa anual, informó este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Dicha tasa es menor a la de 6.12% que presentó en la quincena previa.

Entre los productos con mayor incidencia al alza sobre los precios durante la quincena destacaron algunos agropecuarios, como el jitomate, la tortilla de maíz y el pollo, pero también rubros como transporte aéreo.

Recordemos que Banxico mantuvo a mediados de mayo su tasa clave en un 4%, en una decisión unánime, citando la necesidad de consolidar una trayectoria decreciente de la inflación hacia su meta permanente del 3% +/- un punto porcentual.

Solo en los primeros 15 días de mayo, los precios al consumidor cayeron un marginal 0.01% respecto a la quincena inmediata anterior. En el mismo periodo de 2020 la inflación mostró alzas de 0.30% quincenal y de 2.83% anual.

El índice subyacente presentó un incremento del 0.33%. En tanto, la inflación subyacente interanual, se ubicó en un 4.22%. El índice de precios no subyacente retrocedió 1.00% quincenal y creció 10.83% anual.

Al interior del índice de precios subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías aumentaron 0.42% y los de los servicios 0.23%. Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.20%, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 2.63% quincenal.

La tasa de inflación en nuestro país aumentó en abril hasta el 6.08%, la más elevada desde finales de 2017, después de que los precios subieran en el cuarto mes del año un 0.33%, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“El índice nacional de precios al consumidor aumentó 0.33% mes contra mes en abril 2021. El mayor incremento para dicho mes desde 2009. A tasa anual, la inflación general se ubicó en 6.0 % año contra año, la mayor tasa de inflación desde diciembre 2017”, dijo en Twitter el presidente del Inegi, Julio A. Santaella.

Abril se convierte así en el cuarto mes consecutivo de aumento de la tasa de inflación, después de que en enero subiera hasta el 3.54%, en febrero lo hiciera hasta el 3.76% y en marzo escalara hasta el 4.67%.

En abril de 2020, los datos correspondientes reflejaron una caída del 1.01% en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), con lo que la inflación quedó en el 2.15%.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0.37% mensual y dejó la tasa anual en el 4.13%.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.44% y los servicios crecieron un 0.28%, con una tasa anual del 5.59% y del 2.53%, respectivamente.

En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron 2.61% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno cayeron 1.49%.

A nivel anual, los precios de los agropecuarios han crecido apenas 4.08%, mientras que las tarifas energéticas se han disparado un 19.30%. De este modo, la partida de no subyacentes subió 0.21% mes contra mes y un 12.34% interanual.

El Inegi también anunció que en abril el Índice Nacional de Precios al Productor, incluyendo el petróleo, presentó una variación al alza del 0.22% respecto del mes anterior, alcanzando una variación anual de 4.92%.

Recordemos que la inflación del 2020 cerró en 3.15%, mientras que en 2019 la inflación anual fue del 2.83%. La meta del Banco de México (Banxico) es del 3% anual.

La inflación interanual de México se aceleró durante la primera mitad de abril a su mayor nivel en más de tres años y con ello duplicó el objetivo permanente del banco central, impulsada principalmente por alzas en los precios de los combustibles.

El Índice de Nacional de Precios al Consumidor  (INPC) de México registró un incremento de un 6.05% a tasa anual, dijo este jueves el INEGI.

Se trata del mayor registro del indicador económico desde la segunda quincena de diciembre de 2017. En tanto, la inflación subyacente a tasa interanual se ubicó en un 4.13%.

En la comparación quincenal, para la primera mitad de abril 2021, el INPC subió 0.06%, que significa el mayor incremento quincenal desde 2009 para dicho período.

Los rubros que más incrementaron sus precios durante la primera mitad del cuarto mes fueron los energéticos, seguidos de alimentos, bebidas y tabaco, y de mercancías no alimenticias.

Al interior del índice de precios subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías crecieron 0.29% y los de los servicios 0.06%.

Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.60% quincenal, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 1.61% quincenal, como resultado de los ajustes en las tarifas eléctricas dentro del esquema de temporada cálida en 18 ciudades del país.

Al ser cuestionado sobre el dato a conocer por el INEGI, esta mañana el presidente dijo que es un tema “transitorio”, e incluso sugirió que se está “exagerando” la nota del informe sobre inflación.

Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que su gobierno está cumpliendo el compromiso de no aumentar, en términos reales, los precios de las gasolinas, del diésel, del gas y de la luz, tal como lo prometió cuando asumió el poder.

Incluso dijo, además de no incrementar los precios, indicó que ha habido incluso una disminución.

Lo dicho por AMLO, se contrapuso con lo expuesto por el director de CFE Suministro Básico, Martín Mendoza, quien al intervenir en la conferencia matutina, reconoció un incremento en el costo de la luz debido al consumo “excedente” y al ajuste acumulado de la inflación.

“Sí hubo una condición de incremento obviamente, porque los clientes que estaban en el rango moderado o excedente, pues con un 20 por ciento más de su consumo pudieron experimentar 60 por ciento más en el costo, porque se van a un escalón excedente y ese no tiene mayor subsidio”, dijo el funcionario.

Dijo que hay casos de quienes tuvieron un consumo excedente entre el 30% y 50%, y que pudieron experimentar hasta un 100% de aumentos, aunque aclaró que dicho incremento no está asociado a que hayan pasado a la tarifa doméstica de alto consumo.

Sin embargo, López Obrador insistió en el fortalecimiento de la CFE, lo que garantizará el abasto de energía ya que aseguró que la empresa nacional tiene capacidad de producción.

Sostuvo que la CFE es una empresa de los mexicanos y sin fines de lucro, por lo que su función fundamental es mantener las tarifas de la energía eléctrica por debajo de la inflación.

Martín Mendoza adelantó que para este 2021, la tarifa doméstica tendrá un crecimiento anualizado del 3.3%, de acuerdo con lo ordenado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sobre no aumentar el costo mas que la inflación.

“La tarifa doméstica en el acuerdo con la Secretaría de Hacienda es que iba a tener un crecimiento anualizado de 3.3 por ciento, que fue el mandato del Presidente de no crecer más que la inflación. Actualmente la tarifa doméstica, esos 40 millones de clientes han experimentado un incremento acumulado súbito mensual del punto 2 por ciento”, refirió.

Indicó que en el Acuerdo 39/2020 publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de abril del 2020, se estipuló que ningún usuario será reclasificado a la tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC). Esta tarifa supone el costo más alto que puede pagar un usuario doméstico y se alcanza por la eliminación total del subsidio a los bloques iniciales del consumo.

Señaló que en el decreto se indica que a partir del 18 de abril de 2020 ningún usuario doméstico ingresará a la tarifa DAC independientemente de sus niveles de consumo, mientras que los que ya estaban en esta modalidad y reduzcan su nivel de consumo, podrán reclasificarse a la de subsidio.

Enfatizó que los consumos registrados durante la pandemia, aun cuando ésta concluya, no se contabilizarán para su reclasificación a tarifa DAC.

Sobre el tema energético, López Obrador aseguró que no se está impidiendo a particulares que participen en el mercado eléctrico, y muestra de ello dijo, algunas empresas se están acercando a la CFE para llegar a acuerdos.

“No se está impidiendo que los particulares participen en el mercado eléctrico, es poner orden y establecer reglas claras. Muchos ya están acercándose a la CFE para llegar a acuerdos. Hay otros que más por razones políticas que económicas se van a juicio. Esa es otra cosa”, recriminó el presidente.

La tasa de inflación aumentó en marzo hasta el 4.67%, la cifra más elevada desde finales de 2018, después de que los precios subieran en marzo un 0.83%, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Así, marzo se convierte en el tercer mes consecutivo de aumento de la tasa de inflación, después de que en enero subiera hasta el 3.54% y en febrero lo hiciera hasta el 3.76%.

En marzo de 2020, los datos correspondientes reflejaron una caída del 0.05 % en el INPC, con lo que la inflación quedó en el 3.25%.

“En marzo de 2021, el Índice Nacional de Precios al Consumidor aumentó un 0.83% mes contra mes, el mayor incremento para dicho mes desde 1999. Con este resultado, la inflación anual se ubicó en 4.67% año contra año, un aumento de 0.91 puntos respecto de febrero”, dijo en Twitter el presidente del Inegi, Julio A. Santaella.

El incremento del 4.67% anual sitúa además la inflación a niveles de finales de 2018, cuando México cerró el año con una inflación del 4.83%.

“Se espera que la inflación de México siga al alza y alcance su mayor nivel en abril, tanto por las presiones inflacionarias como por el efecto matemático de baja base de comparación de abril del año anterior. Ante esto es posible que la inflación supere el 5 % en abril para después descender y finalizar el año en 4,24 %”, opinó en un análisis Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.

El Índice de Precios Subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0.54% mensual y dejó la tasa anual en el 4.12%, señaló el Inegi.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.60% y los servicios crecieron un 0.47%, con una tasa anual del 5.79% y del 2.30%, respectivamente. En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron 1.27% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno crecieron un 1.99%.

A nivel anual, los precios de los agropecuarios han crecido apenas 0.64%, mientras que las tarifas energéticas se ha disparado un 10.73%.

Los precios al consumidor en México crecieron 0.86% en enero frente al mes anterior dejando la inflación anual en el 3.54%, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En el mismo mes del año anterior, los datos correspondientes reflejaron un avance en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 0.48% mensual, con lo que la inflación quedó en un 3.24% a tasa anual.

La tasa a 12 meses fue superior al 3.15% registrado en diciembre pasado y al 3.24% a enero de 2020, según los datos del INEGI. El indicador se ubicó asimismo dentro del objetivo de inflación del Banco de México (Banxico), en torno del 3% anual.

“Impulsado por los precios de los energéticos, el índice nacional de precios al consumidor se incrementó 0.86% mes contra mes en enero 2021, la mayor alza desde 2017 para el primer mes del año”, dijo en Twitter el presidente del INEGI, Julio A. Santaella.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0.36% mensual y dejó la tasa anual en el 3.84%, señaló el INEGI en un comunicado.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.55% y los servicios crecieron un 0.14%, con una tasa anual del 5.41% y del 2.13%, respectivamente. En los no subyacentes, los agropecuarios se incrementaron 0.54% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno crecieron un 3.81%. De este modo, la partida de no subyacentes subió 2,40 % mes contra mes y un 2,63 % interanual.

El Índice de Precios de la Canasta de Consumo mínimo, conformado por 176 productos y servicios, marcó un aumento mensual del 1.17%, para quedar en un alza anual del 4.12%.

El INEGI también anunció que en enero el Índice de Precios al Productor, incluyendo el petróleo, presentó una variación al alza del 1.04% respecto del mes anterior, alcanzando una variación anual de 5.22%.

Recordemos que la inflación subió 0.38% en diciembre de 2020 frente al mes anterior, quedando la inflación anual en 3.15%. En 2019 la inflación anual fue del 2.83% y en 2018 los precios al consumidor se elevaron un 4.83%

El Pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) impuso multas por un total de 35 millones 75 mil pesos a las instituciones bancarias: Barclays Bank, Deutsche Bank, Santander, Banamex, Bank of America, BBVA Bancomer, J.P. Morgan y a 11 personas físicas, por coludirse para manipular el mercado secundario de deuda soberana entre 2010 y 2013.

La Comisión dijo que para la colusión, se intercambiaron mensajes, a través de chats, utilizando las plataformas tecnológicas de comunicación que contratan los bancos como herramientas de trabajo.

La Comisión acreditó que los bancos y traders (personas físicas) establecieron 142 acuerdos contrarios a la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE), para manipular precios, establecer la obligación de no comercializar y/o no adquirir ciertos valores gubernamentales en transacciones específicas, mismos que tuvieron un impacto directo sobre el precio de los instrumentos relacionados en dichas transacciones en el mercado secundario.

La COFECE precisó que dichas conductas, se generó un daño al público inversionista que adquirió los bonos objeto de la colusión.

“Se calcula que estas prácticas anticompetitivas, realizadas entre 2010 y 2013, generaron un daño al mercado de 29 millones 389 mil pesos”, detalló la Comisión

Aclaró que dado el periodo en que fueron cometidas dichas conductas, la ley de competencia que aplica es previa a la vigente y establece montos menores de sanción en comparación con la actual, además de que existe una metodología para el cálculo de los montos de las multas que se aplican en todos los casos que atiende COFECE, la cual está basada en el principio constitucional de proporcionalidad con base en el daño acreditado al mercado.

Debido a que la investigación se hizo pública en 2017, en 2018, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ya había impuesto multas a algunos de los bancos por manipulación en los volúmenes de operación.

Santander respondió en un comunicado que “no acepta las imputaciones” de Cofece y que “recurrirá a tribunales a fin de combatir legalmente” la determinación. BBVA, el otro banco español acusado, dijo que tiene “una interpretación diferente” a la de la autoridad y que analizará sus siguientes pasos. El resto de las instituciones no ha hecho comentarios.

La inflación interanual de México se aceleró más de lo esperado durante la primera quincena de enero debido a un incremento en los precios de los energéticos y algunos alimentos, disminuyendo expectativas de una baja en la tasa de interés referencial en febrero.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) correspondientes a la primera mitad de enero, el cual presentó un aumento de 0.51% respecto a la quincena inmediata anterior, con lo que la inflación anual se colocó en 3.33%.

En el mismo periodo de 2020 las cifras fueron de 0.27 por ciento quincenal y de 3.18% anual. El dato contrasta con el 3.08% de la segunda quincena de diciembre.

La inflación subyacente interanual, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina algunos productos de alta volatilidad, registró un alza de 0.24% quincenal y de 3.83 por ciento anual.

Al interior del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se incrementaron 0.39% y los de los servicios 0.06% quincenal.

En tanto, el índice de precios no subyacente subió 1.37% quincenal y 1.84% anual. Dentro de dicho índice, los precios de los productos agropecuarios crecieron 0.31% quincenal y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 2.17%.

Una encuesta publicada esta semana por Citibanamex anticipó que el Banco de México (Banxico) retomaría su ciclo de relajación monetaria y recortaría en febrero su tasa clave en 25 puntos base. Banxico mantuvo en diciembre su tasa de referencia en un 4.25% y dijo que la “pausa” en su ciclo de recortes brindaba el espacio para confirmar una trayectoria convergente de la inflación hacia su meta permanente del 3% +/- un punto porcentual.

Los precios al consumidor crecieron 0.08% en noviembre frente al mes anterior, mientras que la inflación anual se ubicó en 3.33%, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En el mismo mes del año anterior, los datos correspondientes reflejaron un avance en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 0.81% mensual, con lo que la inflación quedó en un 2.97% a tasa anual.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, retrocedió el 0.08% mensual y dejó la tasa anual en el 3.66%, señaló el Inegi.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías disminuyeron 0.31% y los servicios crecieron un 0.16%, con una tasa anual del 4.99% y del 2.22%, respectivamente.

En los no subyacentes, los agropecuarios cayeron un 0.40% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno crecieron un 1.32%.

De este modo, la partida de no subyacentes subió 0.56% mes contra mes y subió un 2.33% interanual.

El índice de precios de la canasta básica, que incluye un centenar de productos de amplio consumo popular, marcó un aumento mensual del 0.63%, para quedar en un alza anual del 3.08%.

El Inegi también anunció que en noviembre el Índice de Precios al Productor, incluyendo el petróleo, presentó una variación a la baja del 0.21% respecto del mes anterior, alcanzando una variación anual al alza de 3.91%.

Recordemos que el INPC subió 0.56% en diciembre de 2019 respecto al mes anterior y al cierre del año la inflación anual fue del 2.83%. La meta del Banco de México es del 3%.

Los precios al consumidor en México crecieron 0.39% en agosto frente al mes anterior, mientras que la inflación anual fue de 4.05%, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El dato correspondiente a agosto es el más alto de los últimos 15 meses, es decir, desde mayo del año pasado, cuando tuvo una variación de 4.28%.

La inflación se encuentra por encima del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es del 3%, +/- un punto porcentual.

En el mismo mes del año anterior, los datos correspondientes reflejaron un leve retroceso en el índice nacional de precios al consumidor (IPC) de 0.02% mensual, con lo que la inflación quedó en un 3.16% a tasa anual.

Agosto fue el tercer mes de la llamada “nueva normalidad”, lo que implica una reactivación económica en la mayor parte del país, con la gradual reapertura de industrias, restaurantes, hoteles y otras actividades turísticas en varias regiones del país.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, avanzó el 0.32% mensual y dejó la tasa anual en el 3.97%, precisó el Inegi.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.47% y los servicios crecieron un 0.15%, con una tasa anual del 5.36% y del 2.46%, respectivamente.

En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 0.63% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron un 0.44%.

De este modo, la partida de no subyacentes subió un 0.63% mes contra mes y un 4.30% interanual.

El índice de precios de la canasta básica, que incluye un centenar de productos de amplio consumo popular, marcó un aumento mensual del 0.39%, para quedar en una caída anual de 0.02%.

El Inegi también anunció que en agosto el índice de precios al productor, incluyendo el petróleo, presentó una variación al alza del 0.52% respecto del mes anterior, por lo que alcanzó una variación anual al alza de 5.12%.

La Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), validó los informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en los que se refiere una simulación en los precios de los materiales con los que se construyó la Estela de Luz.

La Auditoría señaló que Andrés León Reguera y Juan Alberto Bravo Hernández, empleados de la empresa III Servicios, filial de Pemex, la cual estuvo a cargo de la contratación de particulares para la obra, “inflaron” los precios de la obra, causando un daño al erario por más de 400 millones de pesos.

Específicamente apuntaron al acero que se utilizó en la obra. Se detalló que los acusados dictaminaron un supuesto cambio en material, a acero inoxidable, lo que supuso un aumento de costo equivalente a 316.5 mdp; sin embargo, el acero utilizado se pagó a un costo menor que el reportado.

La obra, monumento conmemorativo del centenario de la Revolución Mexicana y el bicentenario de la Independencia, la Estela de Luz, construido durante la presidencia de Felipe Calderón, tendría un costo de 400 millones de pesos, aunque al final alcanzó un gasto de mil millones de pesos.

Así, la sanción que se ratificó a los involucrados, correspondiente a la reparación del daño, es de 216.5 y 230.8 millones de pesos respectivamente.

Los sentenciados pueden impugnar la sentencia del TFJA, mediante un amparo directo ante un Tribunal Colegiado de
circuito en materia Administrativa.

Foto: Twitter @JNDLT

Esta mañana, durante su conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó que suceda lo que suceda, durante su administración no habrá gasolinazos (aumentos en el precio de los combustibles), como sucedía antes.

El mandatario dijo que los combustibles son importantes en el país, no sólo porque se emplean en la movilidad de personas y mercancías, sino porque su precio influye mucho en la cadencia de consumo y  en la inflación. Indicó que si aumenta el costo de la gasolina, se refleja de inmediato en el aumento de precios de otros productos o servicios.

En ese sentido, criticó que antes se pensaba que sí aumentaban la gasolina, no afectaba a la población en general. Recodó lo expresado por el secretario de Hacienda del gobierno anterior, Luis Videgaray, quien dijo que los gasolinazos no afectan a la mayoría de la población, puesto que la mayoría de los mexicanos no tenían automóviles.

“Imagínense ese razonamiento cuando se trata de un insumo fundamental para la economía y para las finanzas de las familias, para el presupuesto de las familias”, señaló López Obrador.

Por el contrario, dijo que desde que llegó al gobierno, se decidió no aumentar en términos reales los precios de los combustibles; y “hemos cumplido y vamos a continuar con eso”.

“Vamos a continuar con esta política de no aumentar los precios de los combustibles, no van a ver gasolinazos suceda lo que suceda”, sostuvo el mandatario.

Explicó que ahora que se enfrentó la caída en el precio del petróleo crudo a causa de la pandemia, ya que las medidas de confinamiento llevaron a que el consumo de los combustibles disminuyera considerablemente, el gobierno no optó por inventar un impuesto o un derecho para que los precios se mantuvieran en el rango que estaba.

Por el contrario, dijo, se decidió que bajarán los precios de los combustibles, lo cual ayudó a todos los mexicanos durante la etapa más difícil de la pandemia, cuando “se paró prácticamente la economía”.

Detalló que conforme se ha ido recuperando el precio de la mezcla de petróleo crudo, que ahora se vende en poco más de 40 dólares por barril (cuando llegó a estar por debajo de los cero pesos), ha propiciado que en las últimas semanas se haya presentado un aumento, pues “dependemos mucho de la gasolina de importación”.

Sin embargo, afirmó que aunque el precio de los combustibles ha venido aumentando, no se  ha llegado a los precios que se tenían antes de la pandemia.

“Sí hay un incremento en el precio de los combustibles, pero nunca va a ser mayor a lo que había con anterioridad; nunca van a ver aumentos en términos reales de los precios de los combustibles”, remató.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó este viernes que durante julio el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un alza de 0.66% respecto al mes inmediato anterior, por lo que la tasa de inflación interanual se ubicó en 3.62%.

En el mismo mes de 2019 las variaciones fueron de 0.38% mensual y de 3.78% anual.

Así, el INPC se volvió a ubicar un mes más dentro del objetivo inflacionario establecido por el Banco de México (Banxico) que fue del 3% +/- un punto porcentual. Además, dicha cifra representa el nivel más alto del indicador desde febrero pasado, cuando se ubicó en 3.7%.

El índice de precios subyacente aumentó 0.40% mensual y 3.85% anual; por su parte, el índice de precios no subyacente se acrecentó 1.48% mensual y 2.92% anual.

Dentro del índice de precios subyacente, se tuvo un incremento a tasa mensual en los precios de las mercancías de 0.64% y en los servicios de 0.13%

Al interior del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios descendieron (-)0.03 por ciento mensual, en tanto que los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 2.70 por ciento.

El índice de precios de la canasta básica registró una variación mensual de 1.29% y anual de 4.42%. En el mismo mes de 2019 las cifras correspondientes fueron de 0.06% y de 2.93%, respectivamente.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) es un indicador económico que mide, a lo largo del tiempo, la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares del país.

Dichas variaciones de precios repercuten directamente en el poder adquisitivo y en el bienestar de los consumidores, razón por la cual el INPC es un indicador trascendente y de interés general para la sociedad en su conjunto.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer este jueves que en junio pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un alza de 0.55% respecto al mes anterior, así como una inflación anual de 3.33%.

Así, se alcanzó el nivel más alto de la inflación desde febrero pasado, cuando se ubicó en 3.7%. Adicional, la inflación acumula tres meses continuos con avances.

En el mismo mes del año anterior, los datos correspondientes reflejaron un avance en el INPC de solo 0.06% mensual, con lo que la inflación quedó en un 3.95% a tasa anual.

Junio fue el primer mes de la llamada “nueva normalidad”, e implicó una ligera reactivación económica en buena parte delpaís tras el coronavirus, especialmente a partir del día 15.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, avanzó 0.37% mensual y dejó la tasa anual en 3.71%.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0.60% y los servicios crecieron un 0.11%, alcanzando una tasa anual del 4.69% y del 2.65%, respectivamente.

En los no subyacentes, los agropecuarios cayeron un 2.09% respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron un 3.85%. De este modo, la partida de no subyacentes subió un 1.12% mes contra mes y creció un 2.16% interanual.

El índice de precios de la canasta básica, que incluye un centenar de productos de amplio consumo popular, marcó un aumento mensual del 1.59%, para quedar en un alza anual de 3.14%.

El Inegi también anunció que en junio el Índice de Precios al Productor, excluyendo el petróleo, presentó una variación a la baja del 0.10% respecto del mes anterior, por lo que alcanzó una variación anual al alza de 2.67%.

La reactivación económica en México de junio llegó tras dos meses de suspensión de todas las actividades económicas no esenciales debido a la crisis del coronavirus, lo que tuvo un fuerte impacto en la producción y el consumo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó este miércoles que en la primera quincena de junio de 2020 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.32% respecto a la quincena inmediata anterior, por lo que la inflación anual se ubicó en 3.17%.

Comparado con el mismo periodo de 2019, las variaciones fueron de 0.01% quincenal y de 4.00% anual. La inflación reportada se ubicó por encima de lo esperado por analistas.

Al interior del INPC, el índice de precios subyacente presentó un alza de 0.29% quincenal y de 3.66% anual, mientras que el índice de precios no subyacente creció 0.39% quincenal y 1.63% anual.

En cuanto al índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se incrementaron 0.43% y los de los servicios 0.15% quincenal. La inflación subyacente es aquella que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles.

Dentro del índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios retrocedieron 0.92%, en tanto que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 1.48% quincenal.

La alza del INPC se da como resultado de los índices de 106.495 y de 106.158 en la primera quincena de junio de 2020 y en la quincena inmediata anterior.

El índice de precios de la canasta básica presentó un incremento quincenal de 0.53%  y anual de 2.52%. En la misma quincena de 2019 las cifras fueron de -0.18 y de 3.59%, respectivamente.

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA

PROJECT SYNDICATE

 

 

Con los precios del petróleo en mínimos históricos, muchos están desesperados por tener una idea de lo que sucederá después en los mercados energéticos. Como un sabio experto de la industria petrolera me aconsejó alguna vez, nunca debemos tratar de predecir el precio futuro. Pero sí podemos arrojar luz sobre cómo la pandemia de COVID-19 está afectando a los mercados petroleros hoy, y cuáles son sus perspectivas.

Hasta hace unas semanas, el mundo producía y consumía alrededor de 100 millones de barriles diarios (b/d). Pero las normas de distanciamiento social y las restricciones de movimiento destinadas a frenar las infecciones por COVID-19 han causado el desplome de la demanda mundial de petróleo. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) pronostica que el consumo mundial de combustibles líquidos tendrá un promedio de 92.6 millones de b/d en 2020, una disminución de 8.1 millones de b/d comparado con 2019. En junio, la producción de petróleo crudo de la OPEP podría caer por debajo de 24.1 millones de barriles diarios.

Al mismo tiempo, los inventarios de petróleo de países están cerca de o al tope de su capacidad. Típicamente, los países de la OCDE mantienen alrededor de 60 días de suministro de petróleo crudo. Hoy mantienen un suministro para 85 días. La EIA espera que los inventarios mundiales de petróleo crezcan a una tasa promedio de 2.6 millones de b/d este año, la mayor acumulación anual observada en los 40 años que la EIA ha monitoreado datos internacionales. Para ponerlo en forma simple, el mundo se está quedando sin espacio para almacenar petróleo.

Debido a que los mercados petroleros son altamente inelásticos en el corto plazo, la combinación de la caída de la demanda y el aumento de los inventarios han ocasionado la caída más abrupta en el precio del petróleo que se ha registrado en la historia. Incluso, los precios llegaron a territorio negativo para algunos crudos, como el West Texas Intermediate y la mezcla mexicana de exportación.

Históricamente, las caídas abruptas en los precios del petróleo han sido breves, con las recuperaciones llegando a los pocos meses. Eso fue lo que pasó después de la crisis financiera mundial de 2008 y la caída del precio del petróleo de 2014. Pero, con una pandemia de salud mundial y una recesión económica a la vista, ¿será diferente en esta ocasión?

La respuesta depende, primero, de si la demanda se recuperará más lentamente en esta ocasión. Los países de la OCDE ciertamente están trabajando para asegurarse que no sea así. Además de la expansión monetaria extraordinaria en varios países, los gobiernos del G20 han implementado estímulos fiscales sin precedentes – el equivalente a 8% del PIB, en promedio (Gráfica 2). Los paquetes de estímulos fiscales son particularmente grandes en el Reino Unido (17% del PIB), Francia (15% del PIB) y Alemania (14% del PIB). El paquete fiscal de Estados Unidos – que representa el 10% de su PIB – es el doble del tamaño de toda la economía mexicana.

Pero esta no es una crisis económica típica. Durante una pandemia, estimular la recuperación económica no es tan simple como alentar a las personas a moverse y a consumir. Aún cuando las medidas de distanciamiento social se relajen, muchos negocios continuarán enfrentando restricciones en sus operaciones, desde limitaciones de proximidad física hasta interrupciones en sus cadenas de suministro.

Más aún, los consumidores pueden dudar de regresar a sus estilos de vida anteriores, lo que significa que algunas industrias – como los vuelos comerciales y el turismo – seguirán batallando después de que se quiten las restricciones relacionadas con la pandemia. Y, en ausencia de una vacuna o una cura, siempre existe la posibilidad de que nuevos brotes de infecciones obliguen a los países a cerrarse nuevamente.

En cualquier caso, la recuperación económica no significa necesariamente un retorno a la ‘normalidad’ de la pre-pandemia. Por ejemplo, acuerdos de trabajo a distancia se podrían mantener, y, con la pandemia vista en algunos países como una crítica a las cadenas de suministro globales, el comercio puede verse afectado. En pocas palabras, hay muchas razones para esperar que la demanda de petróleo no se recuperará tan rápido esta vez como ocurrió en crisis pasadas.

Eso no tiene que conducir al desastre – pero sólo si los productores de petróleo pueden ajustar la oferta lo suficientemente rápido. En el pasado, esto ha sido difícil de hacer. Los campos petroleros tradicionales requieren grandes cantidades de capital al inicio, pero una vez que producen, el costo marginal de extracción es muy bajo. Como resultado, los productores pueden dudar en “sacar de línea” campos cuando los precios del petróleo bajan.

Con el aumento del petróleo shale, por otro lado, los costos marginales de producción han aumentado de manera considerable. Entonces, cuando los precios del petróleo caen por debajo de su punto de equilibrio, la respuesta óptima es suspender la producción de inmediato. Eso explica por qué la producción de petróleo de Estados Unidos, de la cual el shale representa una gran proporción, ya ha caído en un millón b/d, desde su récord de mediados de marzo de 13.1 millones. La mayoría de los analistas prevén caídas de similar magnitud en los próximos meses.

Es difícil pronosticar la trayectoria de los mercados petroleros en el mejor de los tiempos. Durante una pandemia que ocurre una vez en un siglo, que ha detonado una recesión económica de una vez en un siglo, es imposible. Pero hay señales de que, aunque la demanda tardará en recuperarse, la oferta puede ajustarse más rápido que en crisis pasadas – y un precio más estable del petróleo puede ser alcanzado.

Texto publicado originalmente en Project Syndicate