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En el marco de su gira de trabajo en Austin, Texas, Estados Unidos, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, aseguró que nuestro país no renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desde una posición “de debilidad”, sino que lo hará desde una “realista” en la que Estados Unidos y México se necesitan mutuamente.

 

En entrevista con la agencia EFE, el funcionario mexicano sostuvo que “sin duda la relación económica es la más importante que hay entre ambos países, pero al mismo tiempo somos conscientes de que México es extremadamente importante para la seguridad nacional de EE.UU. y para los procesos de tránsito e inmigración”.

 

 

 

Tras reunise con el gobernador de Texas, Greg Abbott, Guajardo resaltó que “Texas tiene un gobernador que entiende perfectamente la relevancia del comercio entre este estado y México y los beneficios mutuos que produce”. Indicó que “esto es exactamente lo que necesitamos: mentes que entienden la racionalidad económica de la relación comercial y el impacto positivo puedan influir con su consejo de cómo asegurarnos que mejoremos el TCLAN y construyamos valor en vez de destruirlo”. 

 

 

 

 

Con información de EFE / Foto: Archivo APO

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves, que será en dos semanas cuando su gobierno determine los cambios y reformas que propondrán para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

Al firmar una nueva orden ejecutiva que tiene como finalidad una investigación federal para determinar si el acero importado a Estados Unidos perjudica la seguridad nacional del país, Trump volvió a retomar el tema del comercio de leche con Canadá, a lo que calificó como una “desgracia”. “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sea con México o Canadá es un desastre para nuestro país y vamos a reportar en las próximas dos semanas sobre el tratado y qué vamos a hacer”.

 

El magnate insistió en que los “socios comerciales” de Estados Unidos se han aprovechado del país a través de practicas de “dumping”, por lo que afirmó que las propuestas que darán a conocer “es el siguiente paso para hacer fuerte y prospera a nuestra economía nuevamente”.

 

Trump ha criticado públicamente a China por sus exportaciones de acero, pero una eventual acción de restricción de las importaciones podría afectar a todos los países que exportan acero a EU, encabezados por Canadá, México y Brasil. El secretario de Comercio, Wilbur Ross, explicó en ese sentido que las averiguaciones por dumping o subsidios afectan a países particulares, pero la nueva investigación bajo la Sección 232 puede tener impacto generalizado sobre todas las importaciones de Estados Unidos.

 

 

 

 

Con información de AP / Foto: Archivo APO

En el marco de su visita a Madrid, España, el secretario de relaciones exteriores, Luis Videgaray, aseguró que México se encuentra en completa disposición para renegociar el TLCAN, el cual debe conservar “su esencia” de libre comercio, y sostuvo que la prioridad del gobierno mexicano es que “el libre comercio siga siendo libre comercio”.

 

Videgaray sostuvo que “no vamos a aceptar, porque sería contrario al interés nacional, una modificación al tratado que implicara por ejemplo establecer aranceles o establecer cuotas. El comercio tiene que seguir siendo libre”.

 

 

Videgaray reconoció que con la administración Trump “hay diferencias públicas y notorias”, aunque de cara a la renegociación del TLCAN se han “logrado establecer todos los conductos formales de trabajo, y hoy tenemos un horizonte sin lugar a dudas de mayor certidumbre que el que teníamos hace algunas semanas”.

 

El canciller reafirmó que dentro de las renegociaciones no se encuentra la construcción del muro prometido por Trump, “México no se sienta a conversar” sobre el muro fronterizo, y “no habrá de contribuir de forma alguna a la construcción de una barrera física entre nuestros dos países”.

 

 

 

 

 

Con información de Excélsior / Foto: Archivo APO

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que en las próximas negociaciones que se sostengan sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), habrá grandes cambios o de los contrario, su país abandonará el acuerdo que mantiene hasta hoy en día con México y Canadá.

 

En el marco de su visita a Mil -waukee, Wisconsin, volvió a retomar el discurso que hizo popular durante su campaña el año pasado, al reiterar que el TLCAN ha sido un desastreEl TLCAN ha sido muy malo para nuestro país, para las empresas y para nuestros trabajadores.

 

El republicano aprovechó para manifestar su inconformidad a las reglas y regulaciones que hay en torno a las renegociaciones del tratado, calificándolas de horrendas”. Queremos empezar a negociar con México inmediatamente, pero hay disposiciones que ordenan esperar mucho tiempo. Se tiene que notificar al Congreso y tiene que haber una certificación. Entonces, no se puede hablar durante 100 días. Toda la cosa es ridícula”.

 

 

 

Con información de La Jornada / Foto: Archivo APO

Durante una conferencia de prensa que encabezó este medio día, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que habrá “sorpresas agradables” en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, las cuales incluyen a  Canadá y México.

 

Al reunirse con un grupo de líderes empresariales, a quienes les ha encomendado parte de su estrategia dentro de la Casa Blanca, el mandatario aseguró que el “TLCAN ha sido un desastre desde el día en que fue imaginado”. Y reiteró que además de “sorpresas placenteras para ustedes (México y Canadá)” en cuanto a los beneficios al interior del país aseguró que habría menos impuestos y regulaciones.

 

El republciano aseguró que, les daría a los empresarios 10.000 millones de dólares inmediatamente para reparar el sistema informático del gobierno, pues compartió que el costo de mantener computadoras del gobierno que tienen 40 años es tan alto “que podemos comprar un nuevo sistema por menos dinero”.

 

 

 

 

 

Con información de El Universal / Foto: Archivo spo

El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, aseguró hoy que no es antiestadounidense, como respuesta a las declaraciones de John Kelly, Secretario de Seguridad Interior, al asegurar que un presidente izquierda en México, “no sería bueno” para ambas naciones.

 

 “Lo cierto es que el tema de las relaciones México-Estados Unidos también preocupa a muchos en el país vecino. Ello se agradece, y coincide con nuestro criterio de dedicar más atención a informar a sectores de la población de Estados Unidos que están siendo víctimas de la manipulación política y de la campaña de odio desatada contra mexicanos y migrantes”, destacó AMLO a través de sus redes sociales. 

 

Indicó además que próximamente viajará a Nueva York para asistir a una reunión en la Sociedad de las Américas, para hablar de la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y de los tiempos más convenientes.

 

“Tenemos un problema con México. Si la elección en México fuera mañana, probablemente se obtendría a un antiestadounidense izquierdista como Presidente de México… Eso, no sería bueno para Estados Unidos ni para México”, aseveró el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, John Kelly, al responder una pregunta del senador republicano, John McCain, durante una comparecencia.

 

Redacción APO/ Foto: Facebook 

 

 

En el marco de su visita por Washington, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, volvió a tocar el tema del Tratado de Libre Comercio ( TLCAN), y reiteró que México revisará con una “actitud abierta y propositiva” el tratado.

 

Videgaray aseguró que “México está absolutamente abierto a tener una revisión que modernice y actualice”, y reiteró la voluntad mexicana de “encarar con ánimo constructivo y muy positivo” la renegociación, misma que está “probablemente a meses de distancia”.

 

Durante su visita al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Videgaray presentó la propuesta de Asamblea General que llevará a cabo en la Ciudad de México a mediados de junio próximo.

 

 

 

Se sabe que en esta visita, el canciller se reunirá con el presidente del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, Orrin Hatch, para mpas tarde ser recibido por miembros del comité de Asuntos exteriores del Senado del país vecino. Más tarde será el turno de las bilaterales con el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y su homólogo de Asuntos Exteriores, Rex Tillerson.

 

 

 

 

Con información de El Universal / Foto: Archivo APO

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray  dijo que está abierto a un diálogo para modernizar el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), previo a la reunión con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) esta mañana.

 

El canciller mexicano insistió en la voluntad de encarar con ánimo constructivo y positivo para renegociar el TLCAN. Posteriormente, Videgaray presentó la propuesta del tema de la Asamblea General que se llevará en la Ciudad de México a mediados de junio, el cual buscará fortalecer el diálogo y la concertación para la prosperidad entre los países.

 

“Este tema, que llevará por nombre Fortaleciendo el diálogo y la concertación para la prosperidad, será un catalizador para avanzar en una agenda común en los cuatro pilares de la OEA consignados en la carta de Bogotá: el fortalecimiento de la democracia, la promoción de los derechos humanos, el desarrollo integral y la seguridad multidimensional”, señaló ante el Consejo Permanente del organismo.

 

 

 

Con información de Agencias /Foto: Twitter

Por Michael Grunwald

Político.com

En un discurso de campañas apocalípticas, Donald Trump denunció dos catastróficos temas que limpiaría, como el Obamacare y el Tratado de Libre Comercio (TLCAN). Su empuje para deshacer el Obamacare, se convirtió en su primer fracaso político en la Casa Blanca.

 

Ahora Trump, podría repetir la historia con el TLCAN,  pues el cuidado de salud y el comercio no tienen tanto en común, más allá que la sensibilidad y la complejidad política; sin embargo, hay similitudes sorprendentes entre el enfoque de Donald Trump, que aseguró que es el peor acuerdo comercial de la historia, tras 23 años de haberse pactado con México y Canadá. 

 

En paralelo, se incluyen sus promesas utópicas para ser reemplazados con una alternativa para ser nombrado posteriormente sin dejar de lado la confianza de sus socios de negocio, como lo esperaba.

 

La desaparición del proyecto de ley republicano, que buscaba derogar el Obamacare, inspiró una  cantidad de burlas sobre la incapacidad de Trump para reflexionar su “arte de reparto”, como parte de la negociación en Washington. Pero el fracaso del Trumpcare era sobre todo un fracaso sustancial. Fue condenado por sus tuits y demandas por la imposibilidad de conciliar sus exuberantes promesas con los planes del mundo real, así como su incapacidad para obligar a la cooperación y el cumplimiento de las personas que no trabajan para él.

 

 

Tras el proyecto de reforma sanitaria, los asesores de Trump, han  buscado estrategias sobre cómo evitar un desastre  similar en el futuro, pero una mirada cercana a la política y los datos sugieren que las conversaciones del TLCAN podrían fácilmente convertirse en el Trumpcare 2.0, como el Obamacare, el TLCAN es un acuerdo imperfecto, pero cualquier solución al desastre de Trump impicaría compensaciones difíciles a través de un proceso laborioso que crearía ganadores y perdedores.  No hay forma para que el presidente agite una varita mágica  y haga felices a todos, sobre todo cuando hay tanta gente con status quo.

 

 

De hecho, una importante revisión del TLCAN, podría ser más difícil de  alcanzar que la derogación del Obamacare. Los congresistas republicanos negaron la derogación pese a que todos ellos se opusieron al Obamacare, la mayoría de ellos no se opone al TLCAN. Aún más complicado, incluso antes de Trump,  buscará negociar con los republicanos un mejor acuerdo del TLCAN, que tendría que forjar entre Canadá y México, y es difícil imaginar por qué el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se arriesgaría a la ira de su pueblo mediante el otorgamiento de concesiones para el político estadounidense que los llamó violadores y exigió un muro fronterizo para mantenerlos fuera de Estados Unidos.

 

La semana pasada, una propuesta de la administración de Trump al Congreso, indicó que la renegociación del TLCAN sería un convenio mucho más moderado, mientras que arruina ofertas comerciales en la campaña electoral, pero no quiere decir que dejará su acercamiento polémico al comercio. La carta dejó cuidadosamente opciones abiertas, y cuando firmó dos órdenes ejecutivas comerciales, los escépticos se quedaron mudos; sin embargo, cuando los cambios de lugar del TLC sean públicos , Trump podría tener problemas para conseguir avances para las empresas y trabajadores en Estados Unidos, y no podrían concretarse las fantásticas victorias que prometió.

 

La carta dirigida al representante comercial estadounidense Stephen Vaughn, incluye un resumen histórico de TLC, típico para ese tipo de notificación oficial. Pero su lenguaje repetitivo sobre los efectos del acuerdo entre Estados Unidos, Canadá y México acordó eliminar todos los aranceles y derechos sobre bienes, uno del otro es notable, es un error colosal.

 

Eso no suena como un llamado para revocar. Suena más a lo que se suponía que el TLCAN que hacer cuando se inició durante el gobierno de Ronald Reagan, negociado bajo el presidente George HW Bush, y ratificada durante el gobierno de Bill Clinton. Y es por eso por lo que muchos agricultores de Estados Unidos, los minoristas y fabricantes como mucho.

 

Por Kirk Semple 

The New York Times

 

De los cientos de millones de tortillas que se consumen todo el año y sus toneladas de maíz que engorda al ganado bovino y aves de corral, el maíz podría ser el producto agrícola más importante de México, el cual la vida y la cultura del país gira entorno a ella.

 

Ahora el maíz adquiere un nuevo papel, convirtiéndose en un fuerte contrapeso para los funcionarios mexicanos para las futuras negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLCAN).

 

La mayor parte del maíz que se consume en México proviene del país vecino, convirtiéndose en e principal producto exportado a Estados Unidos. Pese a que el presidente Trump suavizó el tono de replantear el TLCAN, el gobierno mexicano ha tomado sus amenazas en serio.

 

Por ello, comenzó a explorar la posibilidad de adquirir maíz en otros países como Argentina o Brasil, además de aumentar la producción nacional. Un senador mexicano presentó un proyecto de ley para eliminar la compra de maíz de Estados Unidos en tres años.

 

Los envíos de maíz estadounidense a México, ascienden a 2, 6 mil millones de dólares el año pasado, forman parte de una compleja relación comercial que han ayudado a entrelazar tanto la economía de México como la de Estados Unidos.  Esto solo representa una fracción de 252 mil millones de dólares del intercambio anual entre ambos países. El maíz es de gran importancia al servir como un símbolo de codependencia de sus economías.

 

Las posibilidades de que Estados Unidos se quede sin su principal importador de maíz y otros productos clave, sacudió a las comunidades agrícolas a lo largo de estados unidos, donde la producción de maíz es una parte esencial de la economía. La amenaza del “cinturón del maíz” es que buena parte de la región votó de forma casi unánime por Trump durante la elección presidencial.  

 

 “Si perdemos a México como cliente, será devastador para la agroeconomía”, aseguró  Philip Gordon, de 68 años, quien es agricultor de soya y trigo en una propiedad de Saline, Michigan, que ha pertenecido a su familia cerca de 140 años.

 

Gordon explicó que planeaba llamar a Trump a la Casa Blanca y recordarle que necesitamos del comercio. “Él es un hombre de negocios. Entiende todo el apoyo que recibió de la comunidad agrícola”, rescató.

 

Trump ha asegurado de forma repetitiva  que México ha sido el gran ganador del TLCAN, mientras que Estados Unidos ha perdido, y que el acuerdo debe renegociarse.

 

Un documento que circuló por el capitolio la semana pasada parecía presentar una postura más moderada sobre esa posible renegociación, al preservar buena parte del pacto trilateral y reconocer lo interconectadas que están las economías, culturas e historias de ambos países.

 

Pero, muchos líderes agrícolas en Estados Unidos,  dijeron que el documento no es suficiente para aliviar sus preocupaciones.

 

 “La retórica de campaña fue muy exagerada, pero es un misterio qué acciones realmente saldrán de la Casa Blanca”, dijo Todd Hulman, analista de granos en DRN, un servicio de noticias y datos agrícolas.

 

“Cuando se mezclan la política y la economía, se espera que la economía influya en las decisiones políticas y no al revés”, comentó Luis A. Ribera, profesor asociado de Economía Agrícola y director del Centro de Estudios de América del Norte de la Universidad de Texas A&M.

 

 Muchos líderes de la industria agrícola de Estados Unidos aseguran que el TLCAN ha sido una bendición para los agricultores de ese país,  porque abrió nuevos mercados en el extranjero y ayudó a expandir las exportaciones agrícolas más de cuatro veces desde la firma del tratado en 1994.

 

En 2016, Estados Unidos exportó cerca de 18 mil millones de productos agrícolas a México, se trata del tercer mercado más grande para este tipo de exportaciones, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

 

De acuerdo con el departamento, México no es solo el principal comprador del maíz estadounidense, sino que además importa más productos lácteos, avícolas y trigo de Estados Unidos que ningún otro país; también es uno de los importadores más importantes de cerdo, soya y res de origen estadounidense.

 

México importó alrededor de 13,8 millones de toneladas de maíz estadounidense el año pasado, según el gobierno mexicano. Cerca de 12,7 millones de toneladas son de maíz amarillo, que se usa principalmente para ganado y complementa las 3,5 millones de toneladas de maíz amarillo que se siembran en México.

 

El resto de las importaciones de maíz corresponden al maíz blanco, que se usa principalmente para consumo humano y como el principal ingrediente de las tortillas.

 México es básicamente autosuficiente en su producción de maíz blanco. El país produjo 22.2 millones de toneladas el año pasado e importó alrededor de 1.1 millones de toneladas de maíz blanco estadounidense para compensar las lucrativas exportaciones de este tipo de maíz a Sudáfrica y otros países, según cifras del gobierno mexicano.

 

Las cadenas de suministro internacional de la industria automotriz, aeroespacial y de otros tipos traspasan la frontera, lo mismo sucede con los productos agrícolas. Los terneros mexicanos se exportan a Estados Unidos, donde se engordan más y posteriormente se sacrifican para poder exportar carne al extranjero, incluyendo México.

 

Los representantes de la industria agrícola sostienen que los agricultores estadounidenses ya están resintiendo los costos de producción más elevados y la caída en los precios de las materias primas, además de que las amenazas de Trump al comercio y la inmigración solo han abonado más incertidumbre.

 

“Para empezar, ya hay demasiada volatilidad en los mercados agrícolas  y cerrar nuestras fronteras o perder acceso a socios comerciales preocupa a los agricultores”,  comentó Barbara Patterson, directora de Relaciones Gubernamentales de la National Farmers Union.

 

“Nos gustaría ver que hay un enfoque cauteloso y consideraciones prudentes. No queremos que haya volatilidad en el mercado”, dijo Patterson. 

 

Faltan varios meses para que dé inicio las conversaciones formales para renegociar el TLCAN; sin embargo, los productores de maíz, así como los demás agricultores en todo Estados Unidos, comenzaron a hacer un cabildeo entre los funcionarios electos y el gobierno.

Los varios sectores de las industrias agrícola y alimentaria también han cerrado filas para escribir cartas y, en conferencias telefónicas semanales, desarrollar una estrategia política conjunta antes de las negociaciones.

 

El presidente y director ejecutivo del  Grains Cousil, Tom Sleigh dijo que han tenido una relación muy simbiótica, pero recientemente se ha complicado un poco, pues los mexicanos están diciendo: “‘¿Por qué nos hacen esto? Hemos sido sus mejores clientes. A medida que todo comience a materializarse, las cosas comenzará a acelerarse”.

 

El gobierno mexicano no tardará en explorar otros mercados para comprar maíz. Un importante funcionario de agricultura argentino visitó la Ciudad de México en marzo para discutir la posibilidad de aumentar las ventas de maíz amarillo a México. Los funcionarios de la Secretaría de Agricultura mexicana están planeando un viaje a Argentina y Brasil este abril para analizar una mayor compra de maíz a dichos países.

 

Hay que negociar las nuevas relaciones, incluyendo los contratos de compra y transporte. Los costos de importación también podrían ser mayores, agregaron, en parte debido a que hay menos rutas de transporte establecidas entre México y los países de Sudamérica que forman parte del Mercosur; sin embargo, para los funcionarios mexicanos ese aumento en el comercio entre las regiones podría ocasionar mayor competencia, misma que podría aumentar la eficacia y la reducción de costos.

 

Este momento álgido del TLCAN motivó a los funcionarios de agricultura y a productores mexicanos a reforzar programas que podrían aumentar la producción nacional de maíz y revivir al sector debilitado por el tratado, indicó Alejandro Vázquez Salido, director de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), un órgano gubernamental mexicano que apoya a los agricultores y promueve la comercialización de productos agrícolas mexicanos.

 

Vázquez indicó que incluso antes de que Trump, las autoridades mexicanas habían comenzado a analizar planes para sustituir las importaciones con producción nacional. “Sin embargo, estos nuevos retos, estas nuevas políticas que estamos enfrentando, nos están haciendo ir en esa dirección mucho más rápido”, comentó.

 

Trump ha sacado a los mexicanos de “su zona de confort”, agregó Vázquez, y ha forzado a los funcionarios agrícolas a buscar la manera de que México dependa menos de las importaciones provenientes de Estados Unidos. “Estamos comenzando a dirigirnos hacia donde debimos hacerlo desde hace mucho tiempo: tratar de producir internamente lo que estamos importando”, concluyó.

 

 

Durante una entrevista televisiva, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, aseguró que está “ansioso” por iniciar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con el fin de evitar que las elecciones presidenciales en México afecten el proceso.

 

“Estoy ansioso de empezar, especialmente con México, porque México tiene elecciones presidenciales el próximo año y entre más nos acerquemos a las elecciones, será más difícil para cualquier gobierno hacer un trato”.

 

Indicó que espera las negociaciones comiencen pronto pues la administración del presidente Donald Trump sabe que las elecciones que se llevarán a cabo el 3 de junio de 2018, puede ser un factor decisivo sobre lo que se ponga sobre la mesa entre los tres socios del TLCAN.

 

Esto se sabe luego de que Ross se reuniera con el Representante Comercial Stephen Vaughn, y la abogada general adjunta de la Representación Comercial de la Casa Blanca, María Pagan, en donde se entregó el borrador con los objetivos que el gobierno federal tiene de cara a las negociaciones.

 

 

 

 

Con información de Excélsior / Foto: Archivo APO

En el marco del Primer Encuentro Nacional de la Cadena Fibra-Textil-Vestido, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal , aseguró que en la futura renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) los temas de no aranceles, no a cuotas y el fortalecimiento de reglas de origen, serán defendidos.

Guajardo sostuvo que “debemos dar resultados y garantizar la ecuación ganar-ganar-ganar para los tres países”.

El funcionario precisó que “22 años después de haber iniciado el TLCAN, hoy la democracia mexicana reflejada en un pluripartidismo en el Senado de la República, será el elemento que garantizará que la única manera que este Tratado sea aprobado es que cumpla con las condiciones del interés económico que reflejen la soberanía nacional y el beneficio de los mexicanos”.

Con información de Economía / Foto: Archivo APO

Por Bob Davis y William Mauldin

The Wall Street Journal

 

La administración de Trump asegura que el Congreso  buscará un cambio modesto en el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) durante las próximas negociaciones con México y Canadá, un acuerdo que el presidente Donald Trump calificó como desastroso  durante su campaña presidencial.

 

De acuerdo con la propuesta de la administración, que circula en el Congreso  por la oficina del representante comercial de Estados Unidos, el gobierno estadounidense mantendrá alguna de las disposiciones del muy controvertido TLCAN, el que incluye un panel de arbitraje que permitiría a inversionistas evitar los tribunales locales de las tres naciones para  resolver demandas civiles. Los críticos de esos paneles aseguran que esta propuesta afecta a la soberanía nacional.

 

El proyecto, revisado por The Wall Street Journal, buscará “mejorar los procedimientos y resolver disputas”, en vez de eliminar los paneles.

 

Estados Unidos tampoco usará las negociaciones del TLCAN para enfrentarse en conflictos sobre las políticas de moneda extranjera o para alcanzar metas numéricas en el déficit comercial bilateral,  como algunos aseguran.

 

Se trata de un cambio de largo plazo; sin embargo, la propuesta pide que una integrante del TLCAN restablezca los aranceles en caso de que las importaciones causen daños, o se considere una “grave amenaza de daño” a industrias nacionales.

 

El documento plasma el compromiso entre a los deseos de los “traders” (o halcones financieros) para utilizar las renegociaciones del TLCAN para establecer una nueva agenda comercial que modere a quienes respalden el compromiso con el Tratado de Libre Comercio tradicional con Estados Unidos. El Congreso se divide en ese sentido.

 

El proyecto será revisado; la administración otorga al Congreso 90 días de aviso bajo la ley de comercio antes de iniciar la renegociación formal del TLCAN.  No está claro si México o Canadá estén de acuerdo con los cambios que pide Estados Unidos.

 

En una reunión con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau que se llevó a cabo el mes pasado, el presidente estadounidense Donald Trump, señaló que estaba buscando pequeños cambios en el TLCAN, al menos en lo que refiere a Canadá, pero no ofreció detalles; por su parte, la oficina del representante comercial de Estados Unidos no realizó comentarios.

 

El académico de economía internacional del Instituto Peterson, Jeffrey Schott, reflexionó sobre el Tratado de Libre Comercio y  aseguró que las medidas impondrían nuevas tarifas, llamadas “snapback” en el mundo comercial, mismas que se buscaron durante la administración de Clinton hace 24 años, cuando negoció el TLCAN, y México no estuvo de acuerdo con los cambios.

 

El escrito que acompaña al proyecto del TLCAN, enviada a miembros del Comité de Finanzas del Senado,  entre otros,  dice que el déficit comercial de Estados Unidos con Canadá y México “demanda que la administración tome medidas inmediatas para revisar la relación”.

 

Pero el proyecto no propone medidas específicas para cerrar el déficit con las reglas de origen,  el porcentaje de un producto que debe producirse en los países del TLCAN, podría establecerse  de tal forma que apoyen  la producción  y el empleo en Estados Unidos.

 

Sin embargo, el documento, no proporciona mayor detalle sobre cómo se realizaría o cuál sería el nivel de contenido nacionalista que plantea Estados Unidos.

 

Otro cambio sustancial podría surgir desde la sección de compras gubernamentales del TLCAN, que actualmente requiere que el gobierno estadounidense considere ofertas de compañías mexicanas y canadienses en  proyectos de infraestructura local.

 

En el proyecto de objetivos, la administración de Trump plantea “establecer reglas que requieran  la contratación pública y  se lleve a cabo de forma consistente con la ley estadounidense y la política de la administración sobre las preferencias de adquisiciones domésticas”, que abriría puertas a las políticas de Trump. Mientras tanto, los contratistas estadounidenses podrían perder negocios en México y Canadá.

 

Schott dijo que varios de los objetivos de negociación propuestos reflejan las disposiciones del Acuerdo Transpacífico (TPP), un pacto con 12 países. Trump hizo una campaña en contra del TPP y retiró a Estados Unidos del acuerdo en su primer día en la Oficina Oval.

 

Entre las disposiciones del TPP que buscará Estados Unidos, según el proyecto, se encuentra el proteccionismo y el comercio digital, la aplicación más estricta a la propiedad intelectual y los requisitos  que las empresas estatales operan de forma comercial.  El gobierno de Obama esperaba  usar el TPP para establecer estándares para las empresas estatales en el Pacífico como forma de influir en el comportamiento de China.

 

Las disposiciones laborales y ambientales, muy importantes para los demócratas,  hacen eco  del TPP, dijo Schott. Los Estados Unidos buscarían incluir disposiciones  en el contenido del acuerdo del TLCAN, están ahora de acuerdo en cumplir un acuerdo paralelo y hacerlo cumplir de la misma forma que se aplican los requisitos del TLCAN. El última instancia, esto significaría la imposición de aranceles si el conflicto no se resuelve entre las partes.

 

Muchos partidarios del enfoque de Trump, con respecto al comercio esperaban que se incluyeran reglas que vincularan a la moneda  en el TLCAN y usarían esto como plataforma de acuerdos con países asiáticos. Incluso si la moneda no está incluida en las principales negociaciones del TLCAN, los funcionarios estadounidenses podrían lograr un acuerdo paralelo sobre divisas con sus contrapartes en México.

 

El gobierno de Obama ganó nuevas directrices en divisas por un acuerdo destinado a acompañar al TPP, pero el Congreso se quejó de que el acuerdo de divisas no era vinculante, y los legisladores nunca llevaron la TPP a votación.

 

 

En el marco del día de clausura de la Convención Bancaria, el ex secretario de Estado de Estados Unidos, Collin Powell, ofreció una conferencia magistral en la que aseguró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump tendrá que cambiar sus ataques contra los migrantes y su visión de la relación con México si es que quiere que su administración avance y no se quede a la mitad.

 

Hizo un llamado a las autoridades mexicanas, a quienes indició que “hay que recordarles que el gran reto de México no es lo que hace mi gobierno. El pueblo mexicano está muy molesto con lo que el presidente Trump ha dicho y ha hecho. Yo como mexicano me sentiría igual. El gobierno mexicano debe demostrar a su pueblo que representa sus intereses”.

 

“Es muy desafortunado para él decir, los mexicanos son la fuente criminal. Nosotros tenemos a los propios, no necesitamos a los mexicanos. No es justo hacérselo a nuestro vecino que ha sido amigo durante tantos años. Espero que pueda controlar sus emociones, de hablar antes de pensar”, dijo el ex funcionario de Estados Unidos.

 

Ante la situación que atraviesa la relación entre ambos países, Powell sostuvo que el futuro de la relación está en manos de ambas administraciones. “No podemos disculparnos, tenemos un problema conjunto, tenemos un problema de drogas, pero no son problemas que no se puedan resolver con voluntad de los países”, dijo

 

Powell aprovechó para dar cierta recomendación a México en uno de los temas más polémicos, “la respuesta del gobierno mexicano debe ser un no rotundo  (pagar el muro) y no permitir que el gobierno de EU menosprecie el peso de México en la renegociación del Tratado de Libre Comercio”.

 

“Les he dicho a mis amigos mexicanos en los últimos día recuerden que son un país soberano no entren a esta negociación pensando que son un 10%, son una tercera parte, son un país hermano, no dejen que nadie los pisotee cuando alguien les diga vamos a construir un muro y ustedes van a pagar por eso”, subrayó.

 

 

 

Con información de El Universal / Foto: Twitter

El nuevo embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, aseguró que México y Estados Unidos viven su “primer desacuerdo fuerte” desde la negociación del TLCAN y que podría “revivir un sentimiento antiestadounidense” en México.

 

Durante una conferencia organizada por el Wilson Center en Estados Unidos, el diplomático aseguro que “lo que estamos viendo ahora es lo que yo llamaría nuestro primer desacuerdo fuerte después del TLCAN (Tratado de Libre Comercio en América del Norte), después de la negociación”. Afirmó que “si superamos este momento, creo que podremos tener una relación más madura entre ambos Gobiernos” refiriéndose a México y Estados Unidos.

 

Gutiérrez recordó que México muchas veces se había quejado de ser “olvidado” por su vecino del norte, situación que en este caso se presentó de forma inversa, “por primera vez, México ha tenido un papel central para una nueva Administración que llegaba al poder, un papel que normalmente suele ser para otro país en otra región. Y eso es bueno y malo, creo”.

 

El embajador remató al indicar que los primeros contactos entre ambos gobiernos han sido “hasta ahora, fructíferos”, aunque aún hay mucho que aclarar, sobre todo en la parte de ratificar diversas posiciones homologas en la nueva administración del país del norte.

 

 

 

 

Con información de El Universal / Foto: Archivo APO

En entrevista con un periódico Chileno, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, sostuvo que la relación entre México y Estados Unidos se encuentra en un “momento de definición” y que las decisiones y acuerdos que alcancen con el país del norte van a marcar como será de ahora en adelante la convivencia entre ambos países.

 

Respecto al tema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el funcionario afirmó que “como un acuerdo de libre comercio, hemos dicho muchas veces: permaneceremos en el Nafta siempre y cuando sea bueno para México y si así conviene a los intereses mexicanos”.

 

Indicó que la posición de México es construir un mejor acuerdo y aceptó que suponen que Estados Unidos tiene la misma disposición, por lo que hay una gran oportunidad de modernizar y de mejorar lo que más convenga a las tres partes, y pidió recordar que dichas negociacionesson un “pacto trilateral, con Canadá, un acuerdo que es antiguo”.

 

Enfatizó que “México tiene límites que son claros y que parten de nuestra conciencia como una nación soberana, con una profunda dignidad, y no estamos dispuestos a cruzarlos”.

 

 

 

Con información de Político.mx / Foto: Archivo APO