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El avión enviado por la Fuerza Aérea a Rumania para trasladar a connacionales que decidieron abandonar Ucrania inició hoy su viaje de regreso a México con un total de 81 evacuados.

Cerca de la medianoche partió de Bucarest, la capital de Rumanía, el Boeing 737-800 de la fuerza aérea mexicana con 138 personas a bordo de los cuales la mayoría son mexicanos evacuados junto a sus familiares, funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional y Relaciones Exteriores, prensa, así como de algunas mascotas.

Tras abandonar Rumania el avión militar realizó una primera parada en Shannon, Irlanda, para luego retomar el viaje hacia Canadá, donde realizará una nueva escala y finalmente llegar a México.

De acuerdo con el listado proporcionado por la cancillería, en la aeronave viajan 81 evacuados de los cuales 44 son mexicanos, 28 ucranianos, siete ecuatorianos, un peruano y un australiano. Tanto los ucranianos como el australiano son familiares de los mexicanos.

Recordemos que las autoridades habían adelantado el fin de semana pasado que estaban en conversaciones con gobiernos latinoamericanos para apoyarlos en la evacuación de sus connacionales.

Quince países latinoamericanos ya habían pedido al gobierno ucraniano mediante una carta que permitiera la salida de sus nacionales y sus familias.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, consideró la evacuación “exitosa” y felicitó, en un mensaje en su cuenta de Twitter, a los embajadores mexicanos en Ucrania y Rumania por la organización de la evacuación de la zona de conflicto.

El avión de la Fuerza Aérea Mexicana partió el domingo de la Ciudad de México.

Las fuerzas rusas han ocupado un estratégico puerto marítimo ucraniano y asediaban otro en un intento por separar al país de sus costas, al tiempo que ambas partes se sentaron para otra ronda de conversaciones con que se busca poner fin a los combates que han obligado a más de un millón de personas a huir del país.

El intento de Moscú de tomar el control de la capital ucraniana aparentemente ha parado, pero las fuerzas militares han realizado avances considerables en el sur de Ucrania como parte de los intentos de interrumpir la conexión del país al Mar Negro y al Mar de Azov.

Rusia informó que tenía el control de Jersón, y funcionarios ucranianos locales confirmaron que las fuerzas tomaron el mando de la sede del gobierno local en el puerto sobre el Mar Negro de unos 280,000 habitantes, siendo la primera ciudad importante que cae en su poder desde el inicio de la invasión hace una semana.

La ofensiva rusa continuaba en varios frentes, aunque una columna de tanques y otros vehículos aparentemente estaba atascada desde hace días fuera de Kiev, la capital. Este jueves se libraban combates intensos en las afueras de otra estratégica ciudad portuaria, Mariupol, frente al mar de Azov. Las redes eléctrica y telefónica estaban caídas en gran medida, y la población enfrentaba escasez de agua y alimentos.

En tan solo siete días de combates, más del 2% de la población de Ucrania se ha visto forzada a abandonar el país, según el recuento de la agencia de la ONU para los refugiados. La evacuación masiva estaba a la vista en Járkiv, una ciudad de 1.4 millones de habitantes y la segunda más grande del país.

Los residentes desesperados por huir de la artillería y los bombardeos abarrotaban la estación ferroviaria y subían a los trenes, incluso sin saber adónde se dirigían.

En ese lapso han muerto al menos 227 civiles y otros 525 han sufrido heridas, de acuerdo con las cifras más recientes de la Alta Comisión de la ONU para los Derechos Humanos. La agencia reconoció que la verdadera cifra es mucho mayor, y Ucrania había indicado previamente que han muerto más de 2,000 civiles, cifra que no se pudo verificar de manera independiente.

La presidencia ucraniana confirmó esta mañana que comenzó la segunda ronda de conversaciones con Rusia sobre la guerra en Ucrania en Bielorrusia.

“Estamos preparados para conversar, pero continuaremos la operación porque no permitiremos a Ucrania conservar una infraestructura militar que amenaza a Rusia”, dijo previamente el canciller ruso Serguei Lavrov, repitiendo la acusación con que Rusia ha justificado reiteradamente su invasión.

Lavrov agregó que las potencias occidentales han armado a Ucrania, entrenado sus tropas y construido bases para trasformar el país en un baluarte contra Rusia.

Estados Unidos y sus aliados insisten que la OTAN es una alianza defensiva que no amenaza a Rusia. Y Occidente teme que el objetivo de la invasión sea derrocar al gobierno ucraniano e instaurar un régimen adicto, aunque Lavrov aseguró que Moscú permitiría a los ucranianos elegir el gobierno que quieran.

El presidente ruso Vladimir Putin evocó el espectro de la guerra nuclear al poner a las fuerzas nucleares en alerta, pero ante las preguntas de si Rusia escalaría la guerra con armas nucleares el canciller dijo que eran habladurías de Occidente.

Sobre el conflicto, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que “lo peor está por venir”, esto tras una conversación telefónica con el mandatario ruso quien le expresó su determinación a seguir la ofensiva y que podría “tomar el control” de todo el país, informó el Palacio del Elíseo.

En una conversación que duró una hora y media, Vladimir Putin afirmó a su homólogo francés Emmanuel Macron que la operación rusa se desarrolla “acorde a los planes” y que podría “intensificarse” si los ucranianos no aceptan sus condiciones.

Putin también alertó que podría aumentar sus exigencias a la lista de demandas que presentó a Ucrania. “Rusia tiene la intención de seguir sin hacer concesiones en su lucha contra los miembros de grupos nacionalistas que cometen crímenes de guerra”, declaró Putin, según el comunicado de la presidencia francesa.

En la conversación calificada como “franca” por la presidencia rusa, Putin expresó su “desacuerdo” con el discurso pronunciado por su homólogo francés sobre el conflicto en Ucrania, en el que Macron afirmó que era “mentira” que Rusia estuviera luchado contra el nazismo en Ucrania.

Respecto a las conversaciones que se llevan a cabo en Bielorrusia, Putin dijo a Macron que su país podrá sobre la mesa una “desmilitarización y un estatuto neutral para Ucrania, para que ninguna amenaza de cualquier tipo que afecte a Rusia pueda venir de este territorio”, según el Kremlin.

La invasión rusa de Ucrania ha estremecido a la comunidad global de rusos ricos ante sanciones que ponen en peligro sus mansiones en Londres, sus yates en el Mediterráneo y las matrículas de sus hijos en escuelas privadas europeas de élite.

Algunos han empezado a expresarse con cautela, aunque podría no bastar para poner fin a la guerra o proteger sus fortunas occidentales.

En su discurso del Estado de la Unión, el presidente estadounidense Joe Biden advirtió a los oligarcas que “juntamente con nuestros aliados europeos hallaremos e incautaremos sus yates, sus apartamentos de lujo, sus jets privados. Vamos por sus ganancias mal habidas”.

Al escalar la violencia y ante los anuncios de Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países anunciaron planes de que incautarán sus bienes y limitarán su capacidad de depositar dinero en los bancos occidentales, con lo que algunos rusos ricos empezaron a expresar su oposición a la guerra.

En las últimas horas, en Francia y Alemania se incautaron dos superyates propiedad de oligarcas rusos, según las autoridades francesas y la revista Forbes, adoptando medidas concretas para golpear a los súper ricos de Rusia en el marco de las amplias sanciones impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania.

Mientras tanto, al menos cinco superyates propiedad de multimillonarios rusos estaban anclados o navegando en las Maldivas, una nación insular del Océano Índico que no tiene tratado de extradición con Estados Unidos, según mostraron los datos de seguimiento de los barcos.

Los yates llegaron al archipiélago tropical frente a la costa de Sri Lanka tras la imposición de severas sanciones occidentales a Rusia en respuesta a su devastadora invasión de Ucrania.

En Francia, la aduana incautó el “Amore Vero”, de 88 metros, en el puerto de La Ciotat, en la Riviera, afirmando que el yate pertenece a una empresa cuyo principal accionista es el jefe de Rosneft, Igor Sechin, estrecho aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.

“Gracias a los funcionarios de aduanas franceses que están haciendo cumplir las sanciones de la Unión Europea contra personas cercanas al gobierno ruso”, tuiteó el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire.

En Alemania, un yate de lujo de casi 600 millones de dólares propiedad del multimillonario ruso Alisher Usmanov fue incautado en el puerto norteño de Hamburgo, informó Forbes.

El lunes, el diario vespertino londinense Evening Standard publicó en primera plana una declaración de su dueño, Evgueny Lebedev, nacido en Rusia. “Presidente Putin, por favor detenga esta guerra”, decía el titular junto a la foto de una niña ucraniana muerta por una granada.

“Como ciudadano ruso le ruego que detenga a los rusos que matan a sus hermanos y hermanas ucranianos, Como ciudadano británico le pido que salve a Europa de la guerra”, escribió Lebedev, hijo del oligarca y exagente de la KGB Alexander Lebedev.

Lebedev, que tiene lazos estrechos con líderes políticos británicos y es miembro de la Cámara de los Lores por nombramiento del primer ministro Boris Johnson, se había abstenido hasta ahora de criticar a Putin.

Otros tres grandes empresarios rusos: el magnate metalúrgico Oleg Deripaska, el fundador del Alfa Bank Mijail Fridman y el banquero Oleg Tinkov, lo exhortaron a poner fin a la guerra.

Deripaska, fundador de la empresa de aluminio Rusal y considerado aliado de Putin, escribió en el servicio de mensajería Telegram que “la paz es muy importante” e indicó las conversaciones para poner fin a la guerra deberían comenzar “lo antes posible”.

Tinkov, fundador del Tinkoff Bank, escribió en Instagram el lunes: “Hay gente inocente que está muriendo todos los días en Ucrania. Esto es inconcebible e inaceptable”.

Ninguno de los dos mencionó directamente a Putin. Tampoco lo hizo el banquero multimillonario Fridman, residente en Londres, incluido esta semana en una lista de sanciones de la Unión Europea. Fridman, nacido en la ciudad ucraniana de Leópolis, calificó la guerra de “tragedia” a la que se debe “detener lo antes posible”, pero se mostró visiblemente incómodo cuando se le pidió que criticara a Putin.

“Cientos de miles de personas trabajan para nosotros en Rusia. No quiero hacer declaraciones que pudieran aumentar su riesgo”, declaró Fridman a la prensa el martes.

Fridman también se quejó de las sanciones que le impuso la UE, que lo calificó de “habilitador del círculo íntimo de Putin”. “Imponer sanciones a nosotros nos crea una enorme presión personal”, afirmó. “Pero no tenemos el menor impacto (sobre las) decisiones políticas”.

El poder de los oligarcas para alterar el curso de la guerra probablemente es limitado. Agentes occidentales consideran que el círculo íntimo de Putin es extremadamente pequeño. Muchos oligarcas que han reñido con Putin han acabado en el exilio, la cárcel o muertos.

Anatoly Chubais, un oligarca veterano que supervisó las privatizaciones rusas de la década de 1990, publicó una foto de Boris Nemtsov, un prominente opositor muerto a tiros cerca del Kremlin en 2015. Aunque la imagen no llevaba pie de foto, se la consideró una declaración poderosa de un miembro de los círculos altos en Moscú.

El dueño del club de fútbol Chelsea, Roman Abramovich, uno de los oligarcas de mayor presencia en los medios que aún no ha sufrido sanciones, se ha ofrecido para ayudar a mediar en un proceso de paz.

Un vocero dijo que Abramovich “fue contactado por la parte ucraniana para que apoye la búsqueda de una resolución pacífica y desde entonces ha tratado de ayudar”. No estaba claro qué clase de ayuda podía brindar y algunos insinúan que únicamente trata que no lo incluyan en la lista de sanciones de Reino Unido.

Abramovich, un magnate metalúrgico y aliado de Putin cuyo patrimonio neto está calculado en más de 13,000 millones de dólares, dijo que su plan es entregar la administración del Chelsea a la fundación de bien público del equipo para mantenerlo fuera del alcance de las sanciones.

Muchos rusos ricos tienen fuertes lazos en Reino Unido. Las autoridades británicas han sancionado hasta ahora apenas a un puñado, aunque juntamente con Estados Unidos y los países europeos han bloqueado a los bancos rusos y cerrado su espacio aéreo a la aviación comercial rusa.

Los críticos de Putin dicen que los países occidentales han cerrado los ojos durante demasiado tiempo a las ganancias mal habidas de los rusos. Reino Unido en particular les ha permitido apoderarse de propiedades de lujo y empresas británicas, matricular a sus hijos en las escuelas privadas más caras y contratado a multitudes de abogados y agentes de relaciones públicas para que mantengan limpias sus imágenes.

Según el grupo anticorrupción Transparencia Internacional, los rusos vinculados con el Kremlin o acusados de corrupción poseen propiedades en Londres por valor de 2,000 millones de dólares.

El Ministerio de Defensa de Rusia admitió hoy la muerte de 498 soldados rusos en la guerra que lanzó hace siete días contra Ucrania, además de 1,597 militares heridos.

La información, la primera que publica Rusia desde que comenzó la guerra el 28 de febrero, la proporcionó el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashénkov, en un comunicado.

“Lamentablemente, entre nuestros camaradas que participan en la operación militar especial hay pérdidas. 498 militares rusos murieron en cumplimiento de su deber. Ofrecemos toda la ayuda posible a la familia de los caídos”, declaró.

La viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, dijo hoy que, según datos preliminares de Kiev, son los 5,840 soldados rusos fallecidos hasta el momento en la guerra.

El mayor general ruso subrayó que en la operación no participan ni reclutas del servicio militar general, ni cadetes de los centros de estudios militares de Rusia.

“Las informaciones difundidas por muchos medios occidentales y algunas rusas sobre las supuestamente ‘incontables’ bajas rusas son una desinformación deliberada”, afirmó.

Según Konashénkov, las bajas entre las fuerzas ucranianas son considerablemente mayores y ascienden a 2,870 fallecidos y cerca de 3,700 heridos.

“Según datos confirmados, el número de militares prisioneros ucranianos es de 572 personas”, añadió.

El militar ruso afirmó que en el marco de la ofensiva, las Fuerzas Armadas rusas han destruido 47 aviones en tierra y 13 en el aire, 484 tanques y blindados, 63 lanzaderas múltiples, 217 piezas de artillería, 336 equipos especiales de combate y 47 drones.

En total, señaló, Rusia ha destruido 1533 objetivos militares, entre ellas 54 centros de control y comunicaciones, 39 sistemas de misiles antiaéreos y 52 radares.

“Los militares rusos, el Ejército ruso, cumplen dignamente su misión. Erradican la amenaza real a Rusia proveniente del territorio ucraniano. Un territorio en el cual, en contra de la voluntad del pueblo ucraniano, debía aparecer en un futuro bases de la OTAN y armas nucleares”, concluyó.

Además, Rusia informó este miércoles que su ejército tomó el control de las inmediaciones de la mayor central nuclear de Ucrania.

La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el organismo de control de Naciones Unidas con sede en Viena, realizó el anunció tras recibir una carta de Rusia que afirmaba que el personal de la central de Zaporizhzhia continuaba con su “labor de proporcionar seguridad nuclear y controlar la radiación en el modo normal de operación”.

“Los niveles de radiación siguen siendo normales”, agregó la misiva. Zaporizhzhia es la mayor de las plantas nucleares de Ucrania y alberga seis de los 15 reactores existentes en el país.

Rusia se había hecho ya con el control de la clausurada planta de Chernóbil, escenario del peor accidente nuclear de la historia en 1986.

La OIEA dijo que ha recibido una petición de Ucrania para “prestar asistencia inmediata en la coordinación de las actividades relacionadas con la seguridad” de Chernóbil y de otras plantas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aplaudió este miércoles “el correcto” mensaje de su homólogo estadounidense Joe Biden, en su discurso sobre el Estado de la Unión, en el que destacó el control de armas y la reforma migratoria.

“Me pareció adecuado, correcto, oportuno el mensaje del presidente Biden, sobre todo en el tema del control de las armas. Ese es un asunto que a nosotros nos importa mucho y también el nuevo enfoque que se tiene que dar a la política migratoria”, expresó López Obrador.

Recordemos que el gobierno de México demandó en agosto pasado a 11 empresas fabricantes de armas en Estados Unidos por una presunta negligencia que facilita el tráfico y la violencia en el país.

López Obrador también resaltó que Biden reafirmara su “compromiso de aprobar la reforma migratoria para regularizar” a mexicanos y otros migrantes que están en Estados Unidos por “razones humanitarias y económicas”.

El presidente reiteró que su gobierno está “completamente de acuerdo con esa postura”, e incluso urgió “que se promueva pronto” en Washington para conocer el sentido del voto de demócratas y republicanos.

“Y nosotros poder saber como mexicanos quiénes ayudan, apoyan a nuestros paisanos y quiénes son antimexicanos, quiénes están a favor de la xenofobia, del racismo, de la discriminación”, manifestó.

Sin embargo, como ya se ha hecho costumbre, López Obrador procedió a reprochó la “política anacrónica, ofensiva y contraria al derecho internacional” de Estados Unidos por financiar a organizaciones civiles en otros países.

El presidente cuestionó una vez más que Washington dé recursos a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

“Nosotros mantenemos nuestra protesta porque el gobierno de Estados Unidos de manera injerencista está destinando dinero a una supuesta asociación civil que en realidad es una organización política, conservadora, que tiene como único propósito atacarnos”, subrayó.

En este contexto, López Obrador pidió a Estados Unidos una nueva política hacia América para aprovechar la fuerza migratoria y económica. Indicó que “el presidente Biden está muy consciente de eso” porque ha reconocido que México “no es el patio trasero de Estados Unidos”.

AMLO aprovechó para pedir que se investigue si autoridades de Estados Unidos asesinaron a tres migrantes mexicanos que aparecieron muertos en Phoenix, Arizona.

“Se está exigiendo una investigación de fondo para descartar que hayan sido torturados, asesinados, por autoridades estadounidenses. Se está haciendo esa investigación”, declaró López Obrador.

Y es que policías estadounidenses hallaron el pasado 20 de febrero los cadáveres de los tres jóvenes, con señales de lesiones, en un lote baldío, según el consulado de México en Phoenix. El consulado identificó a los migrantes como originarios de Oaxaca, mientras que medios locales ahondaron que eran indígenas mixes que llevaban cinco meses trabajando en Arizona.

El presidente López Obrador también aseguró que todas las personas afectadas por la invasión rusa de Ucrania, sin importar su nacionalidad, que deseen refugio en México, “serán protegidos y bienvenidos”.

“Todos los que nos pidan refugio en nuestro país serán recibidos, protegidos y bienvenidos”, sostuvo López Obrador durante su conferencia matutina.

También informó que un grupo de mexicanos que se encontraban en Ucrania están por salir del país gracias al programa que se implementó para ayudarles en medio del conflicto armado.

Está previsto que un avión de la Fuerza Aérea salga este jueves desde Rumanía para repatriar a este grupo de personas, que viajaron desde Kiev en un autobús que la Embajada de México en Ucrania dispuso para trasladarlos hacia la frontera. De acuerdo con la cancillería, de los 24 pasajeros 18 son mexicanos.

Tropas rusas reivindicaron este miércoles la captura de la ciudad portuaria de Jérson en el sur de Ucrania y el asedio de varias otras localidades en el séptimo día de la invasión.

Además Rusia lanzó unidades de paracaidistas en Járkov, la segunda mayor ciudad del país, donde las fuerzas ucranianas reportaron combates callejeros.

Esta ciudad de 1.4 millones de habitantes y cercana a la frontera con Rusia, sufrió además un bombardeo que provocó al menos cuatro muertos y nueve heridos, según los servicios de emergencia.

Después del ataque que provocó cinco muertos contra la torre de televisión de Kiev, cercana al sitio donde fueron masacradas 30,000 personas durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de ellos judíos, Zelenski lanzó un llamado a esa comunidad a “no permanecer en silencio”.

“El nazismo nace del silencio. Entonces salgan a gritar sobre los asesinatos de civiles. Gritad sobre los asesinatos de ucranianos”, afirmó el presidente.

Al respecto, el primer ministro británico Boris Johnson, afirmó este miércoles que el presidente ruso, Vladimir Putin es culpable de “crímenes de guerra”, mientras que en su discurso del Estado de la Unión, el presidente estadounidense Joe Biden calificó a Putin como un “dictador”.

Las imágenes satelitales muestras que las fuerzas rusas siguen concentrando artillería y blindados en dirección a Kiev, lo que hace temer un asalto a la capital.

“El enemigo está acercando sus fuerzas a la capital”, dijo el alcalde, Vitali Klitschko. “Kiev resiste y va a resistir. Nosotros vamos a pelear”, prometió el exboxeador.

Recordemos que el presidente Vladímir Putin ha explicado que la invasión a Ucrania tiene como objetivo la “desmilitarización” y “desnazificación” del país, que busca acercarse a Occidente, la OTAN y la Unión Europea (UE).

El presidente ruso también reclamó garantías de que la OTAN no seguirá expandiéndose hacia el este y que se vetará el ingreso de Ucrania en la alianza militar.

A medida que aumenta la cifra de civiles muertos por el conflicto, crece la oposición a la guerra dentro de Rusia donde hay miles de detenidos por protestas pacifistas. Este miércoles el opositor Alexei Navalni, que está preso y enfrenta un juicio, llamó a sus compatriotas a “tomar las calles y a luchar por la paz”.

La crisis también ha provocó una escalada de los precios del petróleo y la decisión de los 23 países productores de la OPEP+, que incluye a Rusia, de mantener casi intacta la oferta sostuvo las cotizaciones que superan los 110 dólares por barril, valores inéditos desde hacía más de siete años.

El precio del petróleo preocupa en un momento de alta inflación mundial por la recuperación tras la pandemia. La Reserva Federal en Estados Unidos advirtió que las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania son “muy inciertas”.

En el séptimo día de la guerra en Ucrania, luego de la invasión de fuerzas armadas rusas, el Servicio de Emergencias de Ucrania informó que más de 2,000 civiles han perdido la vida desde que comenzó la ofensiva militar, en un nuevo balance que contrasta con las declaraciones de las autoridades de Rusia sobre la protección de la población civil.

Las autoridades ucranianas han informado también de la muerte de una decena de trabajadores de los servicios de emergencia.

Por parte de la ONU, el recuento lo ha asumido el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que hasta ayer martes tenía confirmados al meno 136 civiles fallecidos, 13 de ellos niños, y más de 400 heridos. No obstante, había reconocido que el balance de víctimas podría ser “mucho mayor” del que se podía verificar.

En tanto, la agencia de refugiados de la ONU indicó que más de 874,000 personas han huido de Ucrania desde que Rusia invadió la semana pasada y la cifra está “aumentando exponencialmente”. Las últimas cifras muestran que más de la mitad han ido a Polonia, unos 116,300 a Hungría y más de 79,300 a Moldavia. Otros 69,000 se han ido a otros países europeos y 67,000 han huido a Eslovaquia.

La portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, dijo este miércoles que la agencia había proyectado previamente que hasta 4 millones de personas podrían huir de Ucrania, pero señaló que el organismo reevaluará su pronóstico.

En cuanto a las sanciones, este miércoles se informó que la Unión Europea vetó a siete bancos rusos del sistema internacional de transferencias SWIFT. Los siete bancos sancionados son: Bank Otkritie, Novikombank, Promsvyazbank, Rossiya Bank, Sovcombank, VEB y VTB.

Sin embargo, perdonó a Gazprombank y Sberbank dos instituciones financieras en Rusia que son clave para las importaciones de energía de la UE. La exención de esos dos bancos subraya la dependencia del bloque de la energía rusa y el papel central de las dos instituciones financieras en la gestión de pagos para ese negocio.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, expresó su preocupación porque los ataques rusos puedan amenazar sitios religiosos y afirma que las tropas de Moscú tratan de “borrar nuestra historia”.

En un discurso publicado en Facebook, Zelenskyy denunció el ataque ruso que afectó al monumento del Holocausto, Babi Yar, en la capital. “Esto va más allá de la humanidad. Este ataque significa que para muchos rusos nuestro Kiev le es totalmente ajeno. No saben nada sobre nuestra capital, sobre nuestra historia. Tienen órdenes de borrar nuestra historia, nuestro país y a todos nosotros”, afirmó.

“¿Qué será lo próximo si hasta Babi Yar (es alcanzado), qué otros objetivos `militares’, `bases de la OTAN’ amenazan a Rusia? ¿La Catedral de Santa Sofía, el Lavra, la Catedral de San Andrés?”, preguntó refiriéndose a lugares de culto de Kiev considerados agrados por fieles ortodoxos ucranianos y rusos en todo el mundo.

Zelenskyy afirmó además de casi 6,000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión el pasado jueves. Rusia no ha ofrecido cifras de fallecidos y el dato no pudo ser verificado.

Por su parte el Ejército ucraniano invitó este miércoles a las madres de soldados rusos capturados a ir a buscarlos a Ucrania. “Se decidió entregar los soldados rusos capturados a sus madres si vienen a buscarlos a Ucrania, a Kiev”, declaró el ministerio ucraniano de Defensa en un comunicado.

Del lado de Moscú, un portavoz del Kremlin dijo que la delegación rusa está lista para reanudar las conversaciones sobre la guerra con funcionarios ucranianos este miércoles en la noche.

“En la segunda mitad del día, cerca de la noche, nuestra delegación estará en el lugar a la espera de los negociaciones ucranianos”, afirmó el vocero, Dmitry Peskov, ante reporteros. Las autoridades ucranianas no han confirmado su asistencia.

Preguntado por el lugar donde se celebrará el encuentro, Peskov se limitó a decir: “No lo voy a anunciar antes de tiempo”. Vladimir Medinsky, asesor cultural del presidente ruso, Vladimir Putin, seguirá siendo el negociador principal de Moscú, añadió el vocero.

Recordemos que la primera ronda de conversaciones para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania tuvo lugar cerca de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania el domingo pasado, misma que no arrojó avances sustanciales, aunque ambas partes acordaron volver a reunirse.

En tanto el Kremlin ha reconocido este miércoles que la economía rusa “está bajo una gran presión” por las sanciones internacionales impuestas en respuesta a la invasión militar de Ucrania, antes de recalcar que Moscú responderá “con dureza” ante estas medidas punitivas.

El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, reconoció que las sanciones son “un duro golpe”, si bien ha matizado que “hay un margen de seguridad” para mantener la economía en pie. “Moscú había calculado distintos grados de reacción, desde la más suave hasta la más dura”, explicó.

Adelantó que las autoridades rusas “adoptarán medidas” y “acciones” ante la “naturaleza hostil” de las sanciones internacionales, “que buscan sacudir y socavar la integridad de la economía rusa”.

“Ante estas condiciones, y dado que estas medidas inamistosas no tienen precedentes, es necesario actuar con dureza, inteligencia y claridad”, dijo, al tiempo que ha criticado la “realidad histérica” en torno al gasoducto Nord Stream 2, con el que Rusia iba a exportar gas directamente a Alemania.

Tras dos días de sesiones, donde han desfilado más de un centenar de países por la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas para abogar por la paz y la seguridad, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para demandar que Rusia cese su ofensiva en Ucrania y retire a todos sus soldados.

La votación fue de 141 a favor, 5 en contra y 35 abstenciones. La votación se produjo luego que la Asamblea de 193 miembros convocara a su primera sesión de emergencia desde 1997.

Las resoluciones de la asamblea no son vinculatorias legalmente, pero tienen poder para reflejar la opinión internacional. Un veto ruso frenó una resolución similar en el poderoso Consejo de Seguridad el viernes, pero la Asamblea no permite vetos. Bajo las reglas especiales de la sesión de emergencia, una resolución necesita la aprobación de dos tercios de los países votantes y las abstenciones no cuentan.

Más de 90 países patrocinaron la resolución en la Asamblea, entre los cuales no se adhirió México, aunque sí votó a favor del documento. Entre los países que respaldaron a Rusia estuvieron Bielorrusia, Cuba, Corea del Norte y Siria.

La medida deplora la “agresión” rusa contra Ucrania “en los términos más enérgicos” y demanda una suspensión inmediata del uso de la fuerza por Moscú y la retirada inmediata completa e incondicional de todos los soldados rusos del territorio ucraniano reconocido internacionalmente.

La medida pide además a Rusia revertir una decisión de reconocer la independencia de dos regiones separatistas del oriente de Ucrania.

Buena parte de la comunidad internacional acusa a la Rusia de violar el artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que insta a sus miembros a no recurrir a las amenazas o a la fuerza para solucionar los diferendos.

Prácticamente la totalidad de los intervinientes desde el lunes han condenado sin paliativos la guerra, la inseguridad y los riesgos de escalada del conflicto bélico en un mundo que empezaba a recuperarse de los devastadores estragos de la pandemia de COVID-19, como lo demuestra el aumento en los precios de las materias primas, en particular del gas, el petróleo, el níquel o el aluminio, que pueden alimentar la inflación.

Rusia sostiene que su acción se trata de “legítima defensa”. “No es Rusia la que ha empezado esta guerra. Estas operaciones militares las inició Ucrania contra los habitantes de Donbás y contra todos los que no estaban de acuerdo con ella”, defendió como un mantra el embajador ruso, Vassily Nebenzia, en el foro internacional en Nueva York.

“No hay nada que ganar” con una nueva Guerra Fría, advirtió por su parte el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, tras recordar que la “mentalidad” de esa época “basada en la confrontación de bloques debería abandonarse”. Aliado de Rusia, China se abstuvo en la votación de una resolución similar en el Consejo de Seguridad el viernes pasado.

Uno de los últimos en hablar este miércoles es Estados Unidos, que al igual que los europeos, ha adoptado una andanada de sanciones destinadas a aislar a Rusia y a asfixiar su economía para que no pueda financiar la guerra.

México anunció minutos antes de la votación que luego del debate que se ha mantenido en los últimos dos días, acompañaría la resolución; así lo informó Juan Ramón de la Fuente, Representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas.

El presidente Joe Biden prometió ayer, durante su primer mensaje del Estado de la Unión, que hará “pagar un precio” por la invasión de Ucrania a su homólogo ruso, Vladímir Putin, y que conseguirá “salvar la democracia” de los retos que enfrenta dentro y fuera de Estados Unidos.

La guerra en Ucrania ocupó la apertura del discurso de Biden, en el confirmó su decisión de cerrar el espacio aéreo de Estados Unidos a las aerolíneas rusas, como han hecho Canadá y la Unión Europea (UE).

“Putin está más aislado que nunca del resto del mundo”, proclamó el mandatario ante los legisladores de ambas cámaras del Congreso estadounidense, quienes en este tema lo ovacionaron de pie sin importar la bancada a la que pertenecían.

Biden defendió que sus medidas y las de los aliados de Estados Unidos conseguirán “asfixiar la economía rusa”, y anunció que el Departamento de Justicia estadounidense tomará más medidas para acorralar a los oligarcas que permiten al Kremlin financiar su guerra.

“Encontraremos y decomisaremos sus yates, sus apartamentos de lujo, sus aviones privados”, recalcó dirigiéndose a los oligarcas rusos.

El presidente suele describir las relaciones internacionales como un pulso entre democracias y autocracias, y en su discurso opinó que las primeras han logrado estar “a la altura del momento” en lo relativo a Ucrania. “El mundo está eligiendo claramente el lado de la paz y la seguridad”, subrayó Biden.

Admitió que puede que Putin “siga haciendo avances” en Ucrania y que, aunque rodee Kiev con tanques, “nunca se ganará los corazones y las almas del pueblo ucraniano” ni cumplirá su objetivo de derribar “los cimientos del mundo libre”.

“(Putin) calculó muy mal las cosas. Creyó que podía entrar en Ucrania y que el mundo se rendiría. Y en cambio se ha encontrado con un muro de fuerza que nunca imaginó”, sostuvo.

El demócrata aseguró además que ha tratado de minimizar el impacto de la guerra en Estados Unidos con medidas como la liberación de 30 millones de barriles de crudo de sus reservas estratégicas, e hizo una promesa a los estadounidenses: “Vamos a estar bien”.

La invasión rusa de Ucrania obligó a Biden a reescribir parte de su discurso sobre el Estado de la Unión, y el tema suscitó los únicos aplausos bipartidistas de la noche, incluido uno para la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oskana Markarova, que estaba presente en el recinto.

De las sancione económicas, pasó a abordar el tema de la economía en el país y el aumento de inflación que tanto ha preocupado a los estadounidenses. Biden les aseguró que tiene un plan para atajar la inflación “reduciendo los costos y no los sueldos”.

“Mi mayor prioridad es poner los precios bajo control”, aseguró Biden sobre la inflación, que está disparada en Estados Unidos hasta niveles inéditos en más de 40 años.

Biden insistió en la necesidad de reducir los precios de la energía, los de los medicamentos y del cuidado de los niños, además de fabricar más productos en Estados Unidos y conseguir que esta sea “la década de la infraestructura” en el país.

Sin embargo, no pidió expresamente que el Congreso apruebe su plan de gasto social, valorado en 1.75 billones de dólares, que muchos en el Senado ya dan por muerto. Mencionó rápidamente la competencia estratégica con China, a la vez que recordó la cooperación con México y Guatemala para disminuir el flujo de inmigrantes indocumentados a la frontera sur estadounidense.

Pidió al Congreso que apruebe “de una vez por todas” la reforma migratoria que incluya un camino a la ciudadanía para los “dreamers”, jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños, y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), entre otros.

“No solo es lo correcto, sino que también es inteligente a nivel económico”, subrayó Biden, a pesar de que ese proyecto de reforma está completamente estancado en el Congreso.

Ante la expectativa de que la Corte Supremo limite este año el derecho a abortar en Estados Unidos, Biden abogó por “preservar el derecho de una mujer a decidir”, aunque de nuevo evitó usar la palabra “aborto”, algo por lo que le han criticado muchas activistas. Llamó a defender los derechos LGBTQ y a atender la crisis de salud mental.

Tras hablar sobre las amenazas al derecho al voto en Estados Unidos, Biden pidió a los estadounidenses unirse y cumplir su responsabilidad a nivel interno y global. “Salvaremos la democracia”, prometió Biden.

Su discurso se produjo el primer día en que las mascarillas dejaron de ser obligatorias en Washington debido al descenso de contagios, por lo que se pudo ver una Cámara con personas sin mascarillas, algo que no sucedía en los últimos años. El mandatario celebró que el país “avanza de forma segura hacia rutinas más normales”.

También fue el primer mensaje del Estado de la Nación en la historia, donde el presidente estuvo acompañado por dos mujeres: Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes y Kamala Harris, vicepresidenta.

La semana pasada, cuando el Secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, debía tener un millón de cosas en la cabeza, empezando por la inminente invasión de Rusia a Ucrania, decidió publicar un mensaje en twitter en el que señalaba la creciente preocupación en Estados Unidos por el alto número de periodistas atacados y asesinados en México.

El mensaje fue un llamado a que las autoridades mexicanas hicieran su trabajo para proteger a los periodistas y para que quienes los amenazan y matan rindan cuentas.

La precisión de la inteligencia del gobierno de Biden respecto a la invasión rusa a Ucrania no deja lugar a dudas de que cuando Blinken escribió ese mensaje sobre la situación en México, ya sabía lo que haría Putin unas horas después.

El momento actual no se presta a mezquindades. Las evasivas de López Obrador a ser un aliado firme y claro de Estados Unidos no serán toleradas con la misma docilidad que vimos en el primer año de Biden. Estados Unidos quiere ahora más que nunca alianzas sólidas y el que el vecino del sur esté tan titubeante es sin duda una preocupación en Washington.

Tres mensajes después del que escribió Blinken sobre el periodismo en México, el Secretario escribió uno de apoyo y amistad con Canadá: “En el año que ha transcurrido desde su lanzamiento, la Ruta para una Renovada Asociación entre E.U.A y Canadá nos ha llevado a nuevos niveles de cooperación para promoción de la democracia, la diversidad y la inclusión; una recuperación económica sostenible e inclusiva y el fortalecimiento de nuestras alianzas. #AmigosSociosAliados”.

El Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard respondió al tuit de Blinken con una carta a su contraparte estadounidense aduciendo al Entendimiento Bicentenario firmado entre México y Estados Unidos apenas en diciembre pasado. Claramente para Blinken esta Iniciativa Mérida 2.0 no es importante cuando el jefe del canciller, el presidente López Obrador, parece muy poco interesado en fortalecer la relación con Estados Unidos. Lo que hay en Washington es una evidente preocupación.

En un momento en que el mundo entero, salvo Bielorrusia, está repudiando las acciones de un autócrata como Putin, Andrés Manuel López Obrador bien podría poner sus barbas a remojar. La oportunidad de presentarnos como aliados sólidos de Estados Unidos, con quien tenemos vecindad y un acuerdo comercial, podría beneficiar de sobremanera a México. Es lo inteligente y lo lógico a hacer. Sin embargo estamos viendo acciones en el sentido contrario.

Si bien el representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, habló de un cese al fuego en Ucrania y de que México daría ayuda humanitaria a los refugiados, su postura parece aislada. Primero fue el Secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien decidió que en pleno momento de sanciones y repudio a Rusia era oportuno publicar dos mensajes dando la bienvenida y apoyando a la aerolínea rusa, Aeroflot, y aplaudir el turismo bilateral Rusia-México. Y después, el presidente López Obrador, decidió doblar la estrategia errada y aclarar que México no va a implementar sanciones económicas ni represalias a Rusia “queremos mantener buenas relaciones con todo el mundo y queremos estar en condiciones de poder hablar con las partes en conflicto”, dijo López Obrador.

Esta ambigüedad, por llamarla amablemente, no le conviene a México ni a los mexicanos.

Columna completa en El Universal

Más de 150,000 ucranianos han huido del país en menos de 24 horas, lo que implica que el número de refugiados que han entrado a alguno de los países vecinos llega ahora a los 677,000, dijo el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi.

Más de la mitad de todos los refugiados se encuentran en Polonia, mientras que 90,000 han llegado a Hungría, 60,000 a Moldavia, 50,000 a Eslovaquia y 40,000 a Rumanía, precisó Grandi en una conferencia de prensa en la que se presentó una petición urgente de fondos de la ONU para afrontar esta nueva crisis.

Los fondos necesarios se elevan a 1,100 millones de dólares para financiar durante los próximos tres meses las operaciones humanitarias en favor de seis millones de personas en Ucrania y en los países vecinos receptores de refugiados.

Entre las prioridades de la operación humanitaria estará, por ejemplo, rehabilitar infraestructura esencial que haya sido dañada, ofrecer acceso a la atención médica y apoyar a las personas que han perdido toda fuente de ingresos, como los jubilados que han dejado de percibir sus pensiones.

No obstante, incluso si los recursos financieros llegan, Griffiths recordó que es fundamental que el personal humanitario sea protegido y tenga acceso a las víctimas del conflicto, lo cual únicamente puede ser garantizado por las partes del conflicto.

Grandi dijo que “el llamamiento más urgente que hacemos es que se detengan las hostilidades. A menos que esto pare veremos que aumentarán los desplazamientos fuera y dentro de Ucrania”.

Confirmó que en estos momentos hay colas de decenas de kilómetros en las fronteras occidentales de Ucrania con docenas de miles de personas que desean abandonar el país por temor a los bombardeos rusos.

Según el alto comisionado, la primera oleada de refugiados que sale de Ucrania está compuesta en una buena parte por personas con algunos recursos o con familiares o amistades en otros países de Europa, pero sostuvo que si la guerra continúa empezaran a salir “gente con menos recursos y conexiones” y que dependerán fundamentalmente de la ayuda humanitaria.

Mientras continúan los intensos combates en Ucrania, siguen aumentando los informes de víctimas civiles y daños a la infraestructura civil, dijo hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

En su último Informe de Situación del Impacto Humanitario emitido este martes, la OCHA precisó que, hasta la medianoche del 27 de febrero, confirmó al menos 406 víctimas civiles, incluidas 102 muertes, y se teme que las cifras reales sean mucho más altas.

Al respecto, las autoridades ucranianas decidieron endurecer el toque de queda en Járkov, la segunda ciudad ucraniana, ante el aumento de los ataques aéreos rusos.

“En Járkov, que sufre bombardeos de los invasores rusos, el toque de queda estará vigente entre las 16:00 y las 06:00 horas”, señaló la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) en Telegram. Durante el periodo que dure la medida estará prohibido estar en la calle o usar el coche.

“Se pide a los habitantes que tengan cuidado y se escondan en refugios cuando suene una alarma antiaérea”, señaló el mensaje oficial.

Y es que este martes un nuevo bombardeo en Járkov, ubicada a escasos kilómetros de la frontera rusa, dejó al menos 10 muertos y 35 heridos.

El objetivo del ataque en Járkov fue la sede de la administración regional, denunció hoy el asesor del Ministerio del Interior, Anton Gerashchenko. Ayer se informó de decenas de víctimas en un ataque ruso con misiles contra barrios residenciales de Járkov.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció anoche que los ataques rusos en Ucrania no cesaron ni durante las conversaciones sobre la paz.

Zelenski también calificó de “crimen de guerra” los bombardeos de Járkov, donde no hay objetivos militares. “Definitivamente habrá un tribunal para ese crimen. Uno internacional. Es una violación de todas las convenciones”, dijo Zelenski en un mensaje de vídeo.

También se informó que las fuerzas armadas de Rusia han destruido 1,325 objetivos de infraestructura militar ucraniana desde el inicio de la operación, según el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.

Entre ellos había 43 puntos de control y centros de comunicación de las fuerzas armadas de Ucrania, dijo Konashenkov en una conferencia de prensa sobre la “operación militar especial” de Rusia.

Además, se destruyeron 395 tanques y otros vehículos blindados de combate, 59 sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, 179 armas de artillería de campaña y morteros, así como 286 unidades de vehículos militares especiales, agregó.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, se dirigió a los líderes europeos para agradecer su ayuda, así como para solicitar su apoyo en cuanto a la solicitud de adhesión inmediata a la Unión Europea (UE).

Zelenskyy se conectó mediante videoconferencia con una plenaria del Parlamento Europeo para reforzar su pedido de adhesión.

“Europa será más fuerte con Ucrania en su seno. Sin ustedes, Ucrania estará sola. Nosotros hemos probado nuestra fortaleza (…), Por eso, prueben que están con nosotros, prueben que no nos abandonarán”, reclamó Zelenskyy.

El presidente ucraniano agradeció el apoyo recibido hasta ahora de la UE y de los países del bloque, y sostuvo que los ucranianos “estamos luchando por nuestra supervivencia, y esa es la mayor de la motivaciones”.

En su pedido de apoyo, Zelenskyy añadió que con el apoyo europeo “la vida vencerá, y la luz se impondrá sobre las tinieblas”.

En la sesión, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acusó a Rusia de “terrorismo geopolítico” por la invasión a Ucrania, y destacó la unidad de la UE en la condena a esa ofensiva militar.

“No es apenas Ucrania que está bajo ataque. El derecho internacional, el orden internacional basado en reglas, la democracia, la dignidad humana también está bajo ataque. Esto es terrorismo geopolítico, puro y simple”, dijo Michel en su discurso.

Por su parte, la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que no es solamente el destino de Ucrania que está en juego por la ofensiva militar, sino el del Europa, y por ello la coyuntura exigía una respuesta colectiva.

“El destino de Ucrania está en juego, pero nuestro propio destino también. Debemos mostrar el poder que yace en nuestras democracias”, dijo la funcionaria alemana. Indicó que la forma en que se responda a lo que Rusia está haciendo determinará el futuro del sistema internacional.

Y aunque la Unión Europea se encuentra bajo fuerte presión para conceder a Ucrania protección, el proceso de adhesión al bloque tradicionalmente lleva varios años, en algunos casos casi una década, de negociaciones y reformas internas.

Recordemos que ayer Zelenskyy firmó la demanda formal de adhesión de Ucrania a la UE mediante un “procedimiento especial”.

Tanto Michel como Von der Leyen mencionaron en sus discursos que las pesadas sanciones adoptadas por la UE contra funcionarios y empresas rusos tendrán efectos también en Europa. “Debemos ser honestos (…) estas sanciones tendrán un costo para nosotros y debemos asumirlo porque están en juego nuestros valores”, dijo Michel.

“¡Basta ya! Los combates deben cesar”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tras la apertura de la sesión extraordinaria de urgencia de la Asamblea General.

Esta reunión excepcional de los 193 miembros de la ONU, la primera de este tipo en 40 años, se inició con un minuto de silencio en memoria de las víctimas del conflicto iniciado el 24 de febrero con la invasión rusa de Ucrania.

“Si Ucrania no sobrevive, que no nos sorprenda si fracasa la democracia”, dijo el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya. “Salven a Naciones Unidas, salven la democracia y defiendan los valores en los que creemos”, imploró en un fuerte discurso.

Bajo el título “La agresión armada no provocada de Rusia contra Ucrania”, el proyecto de resolución fue sometido a votación de la Asamblea, en el que se “condena en los términos más fuertes la agresión de Rusia contra Ucrania”.

“La guerra no es la respuesta”, recordó Guterres antes de subrayar que “necesitamos paz ahora”.

Con estos planteamiento, la Asamblea General de la ONU inició una sesión especial de emergencia sobre Ucrania, en la que Occidente busca aislar diplomáticamente a Rusia aprobando una condena de su invasión con el mayor respaldo posible.

El órgano en el que se sientan los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, votará a lo largo de la semana, probablemente el miércoles, una resolución en ese sentido similar a la que el pasado viernes Moscú vetó en el Consejo de Seguridad.

A diferencia de allí, en la Asamblea ningún país tiene poder de veto, por lo que el texto únicamente necesita reunir el apoyo de dos tercios de la cámara para salir adelante. Las resoluciones de la Asamblea no tienen carácter vinculante, pero sí suponen un pronunciamiento importante, sobre todo en el caso de una sesión especial de emergencia, un tipo de reunión muy poco habitual y que hasta ahora sólo se había visto diez veces en toda la historia.

El objetivo fundamental, señalan los diplomáticos europeos y estadounidenses, es que la Asamblea General mande un claro mensaje en contra de la invasión rusa, que exija la retirada de sus tropas y, sobre todo, muestre con claridad el aislamiento ruso.

Francia y México anunciaron que han preparado una resolución que busca un cese de las hostilidades, la protección de los civiles y garantizar el acceso a ayuda humanitaria y que se votará en los próximos días. Rusia, que tiene en su mano vetarla, dijo que debe estudiar mejor la propuesta antes de pronunciarse.

La FIFA y la UEFA han acordado este lunes suspender a las selecciones nacionales de Rusia y a los clubes rusos de todas las competencias, por lo que Rusia no estará en el Mundial de Catar, la Eurocopa de Inglaterra y el Spartak de Moscú, de la Liga Europa.

“Tras las decisiones iniciales adoptadas por el Consejo de la FIFA y el Comité Ejecutivo de la UEFA, que preveían la adopción de medidas adicionales, la FIFA y la UEFA han decidido hoy conjuntamente que todos los equipos rusos, ya sean selecciones nacionales representativas o clubes de fútbol, queden suspendidos de su participación tanto en las competiciones de la FIFA como de la UEFA hasta nuevo aviso”, informó este lunes la UEFA tras la reunión del Consejo de la FIFA y del Comité Ejecutivo de la UEFA.

Además, el organismo rector del fútbol europeo se mostró “totalmente unido” y “plenamente solidario” con todas las personas afectadas por la ofensiva rusa en Ucrania. “Ambos presidentes esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre los pueblos”, explicó.

De esta manera, la selección masculina que dirige Valeri Karpin no podrá jugar las semifinales para el Mundial, que debía disputar el próximo 24 de marzo ante Polonia. La Federación Polaca de Fútbol había informado su negativa a enfrentarse a los rusos por la situación en Ucrania.

Posteriormente, Suecia y República Checa, enmarcados en la otra semifinal y cuyo ganador debía medirse con Rusia o Polonia, se unieron al combinado de Robert Lewandowski y también anunciaron que no jugarían contra Rusia.

La decisión conjunta de la FIFA y la UEFA también atañe de lleno a la selección femenina, que no podrá jugar la Eurocopa, prevista para entre el 6 y el 31 de julio en Inglaterra, después de haberse impuesto en la repesca a Portugal. En este caso, la UEFA no anunció quién reemplazará a las rusas.

Tampoco aclaró qué sucederá con la eliminatoria de octavos de final de la Liga Europa que debían disputar el Leipzig y el Spartak de Moscú. Con la exclusión del equipo moscovita, los alemanes previsiblemente pasarán de manera directa a cuartos de final de la segunda competición continental.

Horas más tarde, la Federación Rusa de Fútbol lamentó la suspensión y destacó su carácter “discriminatorio”. “La Federación Rusa de Fútbol está en desacuerdo categóricamente con la decisión de la FIFA y la UEFA de suspender a todos los equipos rusos de participar en partidos internacionales por tiempo indefinido”, apuntó.

“Creemos que esta decisión es contraria a las normas y principios de la competición internacional, así como al espíritu deportivo. Tiene un carácter claramente discriminatorio y perjudica a un gran número de deportistas, entrenadores, empleados de clubes y selecciones nacionales y, lo que es más importante, a millones de aficionados rusos y extranjeros, cuyos intereses deben proteger las organizaciones deportivas internacionales en primer lugar”, expuso.

Es este sentido, aseguró que estas acciones están “dividiendo a la comunidad deportiva mundial, que siempre se ha adherido a los principios de igualdad, respeto mutuo e independencia de la política”. “Nos reservamos el derecho de impugnar la decisión de la FIFA y la UEFA de conformidad con el derecho deportivo internacional”, finalizó.

En el quinto día de la ofensiva militar rusa contra Ucrania, mientras continúan las acciones armadas y Rusia queda cada vez más aislada por las sanciones impuestas, la primera reunión de negociadores de ambos países celebrada en la frontera bielorruso-ucraniana dejó entrever un leve rayo de esperanza, pues ambas partes aseguraron haber encontrado puntos de acuerdo que les permitirán volver a sentarse en unos días.

“Encontramos algunos puntos en los que podemos pronosticar posiciones comunes, y lo más importante es que acordamos continuar con el proceso de negociación”, dijo a los periodistas el jefe de la delegación rusa, el asesor presidencial Vladímir Medinski.

La próxima reunión se llevará a cabo en unos días en la frontera polaco-bielorrusa. Hay un acuerdo correspondiente”, añadió Medinski.

Ambas partes coincidieron en que la reunión de unas cinco horas en la región bielorrusa de Gómel, en la frontera con Ucrania, para buscar un cese de hostilidades, permitió identificar algunos puntos para poder avanzar.

El asesor de la oficina presidencial de Ucrania, Mykhailo Podolyak, señaló que en esta primera ronda de conversaciones para discutir asuntos relacionados con un alto el fuego en Ucrania y el cese de hostilidades “las partes han esbozado unos temas prioritarios sobre los que se vislumbran ciertos avances”.

No se han dado detalles sobre estos puntos de acuerdo y, tras este encuentro, las partes se retiraron para mantener consultas en sus respectivas capitales y poder cerrar la fecha exacta de la segunda ronda.

Esta primera jornada de negociaciones ruso-ucranianas coincidió con un fuerte recrudecimiento del aislamiento al que Occidente está sometiendo a Rusia y de la tensión entre ambos bloques, con el embajador ruso ante la ONU repitiendo que la posible entrada de Ucrania en la OTAN es una “línea roja” que Moscú no puede tolerar.

El cierre del espacio aéreo europeo a aviones de compañías rusas, que ha llevado a numerosos Estados a pedir a sus ciudadanos que salgan inmediatamente del país antes de quedar atrapados, e impidió al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, viajar a Ginebra para dos reuniones de la ONU.

Y las fuertes sanciones financieras, con la exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pago internacional SWIFT, llevó al desplome del rublo, que cayó cerca de 30%.

Mientras las delegaciones negociaban, las hostilidades no cesaban sobre el terreno. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, aseguró que Rusia ha logrado “el dominio del aire sobre todo el territorio de Ucrania” e informó de la pérdida de cinco aviones por Ucrania y de que las fuerzas rusas destruyeron ocho carros lanzamisiles antiaéreos Buk-M1 y varios radares.

“Desde el comienzo de la operación, las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia han golpeado 1.114 instalaciones militares ucranianas, 31 de ellas puestos de mando y nudos de comunicaciones”, añadió.

El portavoz castrense desmintió además que los civiles en Kiev estén atrapados: “Hacemos un llamamiento a la población de Kiev. Todos los habitantes pacíficos pueden abandonar sin impedimentos la capital de Ucrania por la carretera Kiev-Kasilkov. Esa dirección está abierta y es segura”, dijo, y subrayó que las tropas rusas atacan únicamente objetivos militares.

Pero el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, Antón Geráshchenko, denunció que decenas de personas murieron hoy y centenares resultaron heridas en un ataque ruso con misiles contra barrios residenciales de Járkov, importante ciudad ucraniana unos 35 kilómetros de la frontera con Rusia.